Era de mañana en el archipiélago Saboady, Rayleigh había aceptado poner el recubrimiento al Thousand Sunny. Les dijo que estaría listo dentro de tres días. Así que toda la banda de los Sombrero de Paja decidieron explorar el archipiélago, quedando que se encontrarían en casa de Rayleigh, para que no se perdiesen él les dio a cada uno un trozo de su vivre card, para que pudiesen encontrarlo y ver como había quedado el barco.
Sanji se fue a hacer las compras de las provisiones, que necesitarían para el viaje. Nami y Robin se fueron de tiendas. Luffy, Usopp, Franky, Brook y Chopper fueron a explorar las diferentes islas. Zorro en cambio se a caminar un rato intentando no perderse. Cuando llego a la costa se sentó en la base de uno de los gigantes arboles que formaban el archipiélago. Mientras observaba el mar se llevó una mano al pecho, tocándose la enorme cicatriz que le cubría todo el pecho. Sus pensamientos empezaron a volar hacia un hombre, el cual era su meta. Casi nunca había dejado sus pensamientos, tenía esos penetrantes ojos dorados, que lo miraban con frialdad, grabados en el alma. Aunque a él esos ojos no le eran indiferentes, siempre le dejaban una extraña sensación en su interior.
De repente un fuerte ruido, similar a una explosión, lo saco de sus pensamientos. El ruido venia de donde se había separado de sus compañeros. Así que siguiendo el ruido llegó a un claro donde todos estaban luchando contra un hombre con un hacha y una especie de ciborg que tenia la forma del shichibukai Kuma. El empezó a luchar ayudando a sus nakama. Pero de repente apareció el almirante Kizaru y lo ataco con una de sus rayos, él lo recibió pero le atravesó el hombro, seguidamente el almirante le atacó con una ristra de patadas a la velocidad de la luz. Usopp y Brook fueron a ayudarle, pero no eran rivales para él. Cuando Kizaru estaba a punto de darle el golpe de gracia Zorro apareció Rayleigh, deteniendo con una patada la patada del almirante. El Rey Oscuro empezó a luchar contra Kizaru mientras los demás luchaban contra el pacifista. De repente Apareció el verdadero shichibukai Kuma, que izo desaparecer al pacifista. Después se acercó a Zorro y le preguntó adonde quería ir, pero como Zorro estaba tan herido no le entendió. Y Kuma le tocó con su mano sin guante haciendo que desapareciera. Chopper al ver eso, perdió el control y se transformó en ese monstruo gigante. Después de Zorro, Kuma tocó a Brook que estaba protegiendo a Ussop, Sanji se fue a proteger al mentiroso pero Ussop se puso delante de él, por que se sentía culpable de que siempre lo protegieran. Kuma tocó a Usopp, luego a Sanji, seguidamente a Franky que lo intento atacar con un coup de burst pero no le izo nada, después de Franky tocó a Nami que estaba llorando pidiéndole ayuda a Luffy. Luffy intentó llegar pero no lo consiguió, después desaparecieron Chopper y Robin. Por ultimo desapareció Luffy llorando por no haber podido salvar a ninguno de sus nakama.
Todos volaron en una especie de aire durante tres días y tres noches, hasta que llegaron cada uno a un lugar diferente. Por suerte todos contaban con la Vivre Card que les señalaba el camino que habían de tomar de vuelta. Pero todos tuvieron muchos imprevistos en su camino: Luffy llegó a una isla en el Calm Belt, La isla de las Mujeres, donde conoció a la shichibukai Boa Hancock, La Emperatriz de los piratas.
Robin aterrizó en un país en medio del mar, llamado Tequila Wolf, en forma de puente que llevaba más de setecientos años construyéndose usando a esclavos, criminales o ciudadanos de países que rehusaron unirse al Gobierno Mundial, poco después de llegar los de la armada revolucionaria la invitaron a unírseles. Ella aceptó para ver si así podía conocer al padre de su capitán y saber más de él.
Chopper llegó a una isla habitada por enormes pájaros gigantes qué estaban en una constante lucha contra los indígenas de la isla, que parecía que estaban poco civilizados pero tenían mucho conocimiento científico. Él actuó de mediador entre ellos ya qué los indígenas no iban detrás de ellos o de sus huevos. También aprendió mucho sobre medicina y como mejorar la rumble ball.
A Nami la encontraron un grupo de viejos científicos, en una isla del cielo llamada Watheria, donde se estudiaban todos los tipos de clima que podía haber en el mundo. Allí ella comenzó a estudiar todos los tipos de clima de Grand Line para poder hacer navegar seguros a todos sus nakama.
Franky aterrizó en una isla helada hogar del famoso científico el Dr. Vegapunk. La isla estaba llena de animales ciborg, se encontró con un niño y su abuelo que lo llevaron al laboratorio del doctor, el cual estaba abandonado, donde empezó a estudiar la ciencia del doctor para poder mejorarse a si mismo y ayudar a sus nakama.
Sanji llegó al que había de ser su paraíso particular, la segunda isla de Grand Line llamada como la isla de las mujeres. Pero pronto descubrió que era el infierno, el reino Okama Land, llenó de travestis, con corazón de doncella, pero ninguna mujer.
Usopp cayó en medio de la frondosa naturaleza del archipiélago Boin, el cual es un archipiélago vivo. Ya que es una enorme planta carnívora que atrae a los animales con las plantas de su interior, que son deliciosas y desprende un olor que a los animales les encanta. Entonces se los come levantando los lados de la isla, para que caigan en el centro. Él empezó a comer sin preocuparse por nada, pero al poco tiempo engordo un montón. También conoció a Heracles que le empezó a enseñar como sobrevivir allí y como luchar con ayuda de las plantas.
Brook interrumpió un ritual para invocar al Diablo y por culpa de eso lo confundieron con Satán y le pidieron que salvara a los aldeanos de los secuestradores de brazos largos, con dos articulaciones en los brazos, que los querían vender. Al final fue él el que acabo secuestrado.
La isla a la que llegó Zorro es una isla bastante tétrica con un enorme castillo lúgubre. La isla en un principio parecía desierta, pero en el castillo estaba Perona, la chica fantasma de Thriller Bark. Que al oír el sonido de la esfera chocando con el suelo, se sobresalto peo decidió ir a ver a quien había enviado Kuma. Cuando lo encontró, se asustó pero después empezó a quejarse de que hubiera sido uno de los que derrotaron a Moria-sama. “Pero si le curo me tendrá que pagar el favor y aquí estoy muy sola.” Pensaba mientras lo veía más fijamente y se daba cuenta de que estaba muy herido.
Cuando Zorro despertó, estaba todo vendado y dentro de una especie de peluche gigante.
- ¡Que coño! ¿Que es lo que llevo puesto?
- Estate callado, que no me gusta que hables – respondió una voz detrás suyo, Zorro se giró y vio a Perona.
- Tú eres la chica fantasma de Thriller Bark. – decía mientras se quitaba el disfraz que le había puesto Perona – Gracias por curarme.
- De nada, pero como te he curado, tu ahora me tienes que servir.
- Y una mierda que voy a hacer eso- dijo mientras se giraba buscando sus katanas – y por cierto, ¿Dónde demonios están mis katanas?
- Haaaa, no te las devolveré, si no te marcharas y no serás mi sirviente. – Decía mientras hacia pasar a sus fantasmas a través de Zorro.
- Aaahh deseo no haber nacido- decía mientras se arrodillaba en el suelo, envuelto por una pesada aura negra.
Perona al ver que no había ninguna posibilidad de que fuera su sirviente, le devolvió las espadas reticentemente. Zorro al ver que se las devolvió le dedicó una agradecida sonrisa. A ella al ver esa sonrisa se le subieron los colores a la cara, nunca había esperado ver una sonrisa como esa en su rostro permanentemente ceñudo.
Él cogió sus espadas y salió del castillo. Perona lo siguió en su forma fantasmal. Pero al llegar a una especie de cementerio en ruinas que había en el bosque, unos enormes babuinos armados con todo tipo de armas y armaduras empezaron a atacarlos.
Al instante que los vio, Perona se desapareció, volviendo a su cuerpo. En cambio Zorro empezó a luchar contra ellos, pero eran muy fuertes. Así que desistió de seguir luchando contra ellos con sus heridas y se dio media vuelta volviendo al castillo. Pero a medio camino, el sendero se dividía en dos. Pero el sin inmutarse cogió el camino de la izquierda, hacia donde quedaba la costa. Al final del camino había una hermosa y tétrica playa de arena dorada que le recordaba dolorosamente a él. Aparte de la tranquilidad que se desprendía de aquel lugar era la misma que él siempre exudaba. Se sentó en la arena y se quitó los zapatos, poniendo los pies en el agua. Mientras dejaba que sus pensamientos volaran sin rumbo, llevándolo hacia él.
Perona, que estaba en el castillo, se estaba preocupando por el espadachín, pensando que a lo mejor los babuinos lo habían derrotado. Y ella no quería volverse a quedarse sola, así que fue a buscarlo. Cuando lo encontró, estaba sentado en la arena de la playa con las rodillas flexionadas y las olas acariciándole los pies. Su mirada estaba perdida en la infinidad del mar con un gesto indescifrable en el rostro. Pero de repente un suspiro amargo salió de él. Un suspiro que Perona identificó como de amor imposible, de repente cerró los ojos con un gesto de impotencia y de dolor. A ella le shockeo ver ese tipo de expresión en su rostro, ya que ella creía que era un tipo duro sin sentimientos. No podía imaginar quien era la persona que había conseguido robar el corazón de ese cabeza dura. Por lo que salió del bosque, donde estaba escondida al lado de la playa, y se sentó a su lado mientras le daba un abrazó. Zorro al notar ese contacto inesperado dio un respingo y abrió los ojos desmesuradamente, al notar que no estaba solo y encima que era Perona laque lo estaba abrazando.
- ¿Q…que haces?- preguntó él nervioso y a la vez preguntándose porque estaba haciendo eso.
- Abrazándote, ¿que más?
- Pero, ¿Por qué lo haces?
- Porque al igual que tú yo sufro por alguien. Además te pareces un poco a mi hermano mayor. Todos necesitamos un poco de amor, incluido un tipo duro como tú, ¿no?- dijo con una dulce sonrisa- Aunque no lo parezca soy de confianza, a mi me puedes contar lo que te aflige y yo intentare ayudarte con lo que pueda y no se lo contare a nadie. ¿Qué me dices?
- A mi me parece, si todo lo que has dicho es cierto, ¿Qué ganarías tú haciendo esto?- preguntó un poco reticente.
- Ganaría tu confianza y no estar sola en esta desolada isla.- contestó ella sonriente.
Él agacho un poco la cabeza, un poco ruborizado, y dijo un de acuerdo muy bajó. Al escucharlo ella sonrió. Se quedaron un rato mas observando el mar, hasta que Perona dijo que era tarde y mejor volver al castillo para curar las heridas de Zorro, las nuevas y las que se habían abierto luchando contra los babuinos. Él estuvo de acuerdo, y fueron hacia el castillo. Al llegar Perona lo obligó a quitarse la camisa, para poder curar sus heridas, él no quería, decía que estaba bien, al final ella lo tuvo que amenazar con sus fantasmas si no le hacia caso. Al final pudo observar sus heridas, las que recibió en lugar de Luffy en Thriller Bark aún estaban frescas, junto con las de las peleas contra Kuma y los babuinos. Al ver eso ella se sorprendió de que aún pudiera seguir respirando y aún más estar en pie. Por lo que rápidamente lo curó y cuando acabo le vendo todas las heridas.
- ¡Bueno, ya estas curado! Pero recuerda que no te puedes mover mucho o las heridas se podrían abrir y empeorar hasta el punto de que no se podrían curar, ¿de acuerdo?
- Cht. –replicó él.
- Me aras caso, o usare mis fantasmas en contigo como diana, tantas veces que nunca te recuperaras del todo.- dijo de forma tenebrosa, escuchándose truenos en la lejanía.
- ¡De acuerdo!- respondió con un respingo.
- Bueno, mejor vamos a dormir que ha sido un día muy largo, ¿no crees?- ordenó ella con una dulce sonrisa.- Tu duerme aquí que yo iré a mi habitación.
Zorro se mostro de acuerdo y se dedicó a observar la habitación donde estaba. La decoración estaba muy bien, era masculino y sobrio, parecía la habitación principal del castillo. Como estaba muerto de cansancio se dejo caer en la enorme cama de dosel escarlata y sabanas de seda negras. Cuando estaba a punto de quedarse dormido le llego un ligero aroma, que le recordaba a algo pero no sabia decir a qué. Al final se quedó dormido con ese cálido aroma rodeándole y una sonrisa en los labios.