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Clases de Mater... Paternidad por Risu

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Notas del fanfic:

¡Hola! ^w^ Soy yo, nuevamente :3

 

Esta historia se me ocurrió cuando estaba viendo "Manual de sobreviviencia escolar de Ned", y justo vi cuando les dan su hijo a Ned y a Cookie. Y ¡Puf! de ahí salió, creo ._. La verdad es que esta idea la tengo desde hace mucho tiempo y ya ni me acuerdo de dónde salió Uu

 

En fin, los personajes no me pertenecen, pues son de la propiedad de Masashi Kishimoto ^^

 

P.D.: Este será mi primer fanfic largo, pero no largo. Les explicaré: decidí comenzar con pequeños fanfics, como mi one-shot, two-shot y mi three-shot. Pero este es un fanfic de 10 capítulos, nomás ^^

Notas del capitulo:

Pues... ¡Lo siento! >.<

 

Ya sé que no he puesto la continuación de mi two-shot, pero es que... uno no manda en su mente

 

Sara: En verdad, sí.

 

¡Cállate! Y es que de verdad yo quería hacer esta historia Uu Por favor, no me azoten, a las justas soporto cuando mi dedito pequeño del pie se choca con algún mueble xd

 

Con esto me despido (: Espero que les guste ^^

 

 

Las clases en Konoha High School, eran muy monótonas, no había dinámica entre los alumnos y los profesores. Por eso cuando llegaba el martes a la última hora, los alumnos esperaban con ansias la última clase: Persona, Familia y Relaciones Humanas, también conocidas por sus siglas P.F. y R.H.

 

La maestra encargada era Kurenai Yuhi, una mujer morena de ojos rojos vivos, muy calculadora, siempre serena, a excepción cuando le tocaba el salón 2A. Esos demonios —como así los denominaba—eran de lo peor, la clase más movida, nunca había un momento de paz cuando ingresaba al aula.

 

Había pasado cuatro semanas desde que empezaron las clases con esos chicos, ella les explicaba sobre la familia, y qué mejor que formar parejas y que simulen ser una familia feliz. Pero siempre había dos pares que la volvían loca y, en su estado, era muy fácil estarlo.

 

—Sasuke-kun, ayer te llamé y no me contestaste, ¿cómo se llama? —preguntó celosa una pelirrosada de ojos verdes—. Es bonita, ¿verdad?

 

—Sakura, ya hemos hablado de esto, no eres mi esposa de verdad, solo es un juego —le contestó calmadamente.

 

—¡Aja! No me respondiste a mi pregunta.

 

—¡Basta, Sakura! Si lo quieres oír, bien, no hay otra, no veo a escondidas a nadie, ¿feliz?

 

—Yo nunca dije a escondidas, infeliz —se tapó el rostro con sus delicadas manos y comenzó a llorar fingidamente—. ¿Es que acaso mentías cuando juraste fidelidad hacia mí?

 

—¡Kurenai-kun! Sakura ya empezó…

 

—Sasuke-kun, ¿será que me cambiaste por otra porque ya no dormimos en la misma cama? —lo abrazó con fuerza para no poder despegarse de él.

 

—¡Suéltame, loca! ¡Kurenai-sensei! —gritaba pidiendo ayuda, mientras intentaba alejarse de la muchacha.

 

—Ahh… “Maldita sea el día que Asuma me convenció para trabajar en el mismo instituto” —pensó arrepentida la maestra mirando la escena que sus dos alumnos le ofrecían.

 

Por otra parte, al costado de la problemática pareja, se encontraba la otra “familia” que también le provocaba dolor de cabeza. A diferencia de la primera, esta tenía problemas de verdad y no alucinaciones de una muchachita que veía demasiadas novelas.

 

Ella conocía desde pequeña a Hinata, por eso sabía que le gustaba su actual “esposo”, por lo que los unió como marido y mujer, pero no estaba consciente que la chica se desmayaba por cada toque o acercamiento que el chico que le gustaba hacía.

 

—¡¡Kurenai-sensei!! ¡Hinata-chan se ha vuelto a desmayar! —un rubio sostenía de los hombros sin saber qué hacer.

 

—¡Cállate, Uzumaki! ¡Qué no ves que Sasuke-kun y yo vamos a reconciliarnos con una ardiente noche de placer! —regañó la ojiesmeralda.

 

—Sakura, que no vamos a hacer eso.

 

—Bien hecho, Naruto, ahora Sasuke-kun ya no quiere hacerlo conmigo —se acercó a golpear al supuesto culpable, pero su “esposo” la detuvo.

 

—Sakura, no le hagas nada, ¿qué no ves que está sujetando a Hinata y si la suelta se lastimaría? —le hizo recapacitar.

 

—Ohhh… ya veo —analizó—. Así que la otra es Hinata-chan, no me sorprende, eso de que es una mosquita muerta nunca me lo creí.

 

—Sakura, ¿de qué estás habl…? —una cachetada cortó lo que iba a decir y un sonido en seco se oyó por todo el salón.

 

—Desgraciado, con mi mujer y en mi cara —se metió mucho en el papel de esposo.

 

—¡Naruto!, ¿tú también? Esto no es más que un juego, ella no es tu esposa, Sakura no es mi mujer y yo no estoy saliendo con Hinata, la cual está descansando en el piso.

 

—Tienes razón, Sasuke, no sé que me pasó —se rascó la nuca apenado—. Sentí que mi sangre hervía de tan sólo imaginarte a ti y a Hinata-chan en un callejón oscuro, entregándose a la pasión…

 

—Naruto, no pasó nada.

 

—… Olvidándose por completo del mundo que los rodea —continuó imaginando.

 

—Olvid… —la segunda golpiza que recibió de la misma persona—. ¡Naruto!

 

—Lo siento, cada vez que me lo imagino, me da cólera —se excusó avergonzado por su acción.

 

—No te disculpes, dobe —le sonrió ocultando sus ojos con su cerquillo.

 

—Gracias, Sasuke, eres un verd…

 

—¡Idiota! —le regaló un puñetazo en la cara al de piel canela cuando bajó la guardia.

 

Dando así el inicio a una pelea verdadera, todos formaron un círculo donde apoyaban a su candidato favorito. La maestra mandaba mensajes de texto a su pareja que estaba en clase Lengua y Literatura, por eso no le respondía; harta de tanto escándalo, se paró de  su asiento y se acercó a los propiciadores. Se daban de alma, los cogió a ambos de la oreja y los separó, finalizando la riña y todos se fueron a sus lugares.

 

—¡Basta! ¡Esto es el colmo! Este es un salón de clase —gritó muy molesta—. Ya me cansaron con sus gritos, sus peleas, sus escenas de celos y sus desmayos.

 

—Pero, Kurenai-sensei… —intentaron excusarse los tres.

 

—Pero nada, voy a hacer un cambio de familia, a ver si así se calman un poco.

 

—¿Me va a tocar con la chica que se desmaya cada cinco minutos? —se quejó Sasuke.

 

—¿Con Naruto? Nunca en la vida —lo miró mal y se pegó al moreno que intentaba alejarse de ese chicle—. Yo prefiero quedarme con mi Sasuke-kun.

 

—¡Silencio! —mandó a callar con un grito suyo—. Clase, ¿sabían que en Japón ya está legalizado el matrimonio gay? —sonrió con malicia.

 

—No, espere, ya no haremos más bulla —hablaron al unísono el azabache y la pelirrosada.

 

—¿Qué pasa? —interrogó a sus compañeros sin poder aún entender.

 

—Mi decisión está tomada, Naruto, conoce a tu nueva pareja, Sasuke —les tomó de la mano y las unió—. Y Sakura, te presento a tu esposa, Hinata —señaló a la desmayada chica.

 

—Pero esto es…

 

—Espero que no se quejen, porque eso les baja la nota.

 

—Kurenai-sensei, por favor… —la campana sonó indicando que la clase había llegado a su fin y que podían retirarse a sus casas.

 

 

 

Al martes siguiente, las nuevas familias ya estaban sentadas en una misma carpeta; no tenían una expresión contenta, todos menos Hinata estaban molestos y esta estaba nerviosa por la chica que estaba a su costado. La maestra veía todo con  gracia, los rostros de sus alumnos no tenía precio, menos mal que las miradas no mataban, sino ya estaría más que muerta.

 

—Muy bien, clase, hoy aprenderemos qué hacer cuando nuestra pareja está molesta, un problema muy común y que muy pocos saben cómo resolverlo —comenzó con un tono burlón mirando al frente.

 

—¿Para qué haremos esta lección? Es simple, cuando yo discuto con Shikamaru, nada mejor que ponerlo celoso con Sai —explicó una rubia con simpleza.

 

—Ino, eso es solo contigo, porque eres una regalada.

 

—¿Eso es lo que crees, Kiba? Porque yo he oído que tu manera de arreglar las cosas no son las más correctas.

 

—Clase, por favor —interrumpió la encargada luego de un suspiro—. Primero que nada, deben de estar seguros de que su pareja está molesta; luego, averiguar el porqué de su molestia. Finalmente, conversar con ella, no le den nada material, es un insulto y agrandaran el problema.

 

—Ujum… —la mayoría de los chicos apuntaba lo que la maestra decía, mientras que las chicas no les agradaba la idea de que los hombres ya no les compren nada.

 

—Entonces, ¿qué les damos? —un alumno intrigado levantó su mano.

 

—Nada, solo hablen y resuelvan sus diferencias como pareja que son.

 

—¿Eso es todo por hoy? —preguntó Sakura al ver a su profesora guardar sus cosas en su maleta—. ¿Ya terminó la clase?

 

—Así es, hoy día he pedido permiso para retirarme temprano, solo les pido que no hagan mucha bulla, porque pedirles que no hagan, es imposible —a un paso de salir, giró hacia sus alumnos—. Más les vale que no reciba queja alguna de ningún profesor.

 

—Sí, Kurenai-sensei.

 

—Están advertidos —se retiró y desde la distancia que estaba pudo escuchar perfectamente el grito de júbilo que dieron todos, ante esto sonrió. Ya debería pensar en un castigo para esos irresponsables.

 

—Muy bien, ¡¡que la fiesta comience!! —gritó el blondo quitándose la camisa recibiendo silbidos de sus compañeros.

 

Uno de ellos sacó su celular y puso música al máximo volumen, todos comenzaron a bailar alocadamente. A excepción de Sasuke y Hinata, quienes preferían estar alejados a todo el alboroto; el primero miraba con desaprobación y la segunda no era muy desenvuelta.

 

—Vamos, Sasuke, no seas un amargado, únete a la fiesta y deja de ser un aguantado —llamó el ojiazul a su amigo.

 

—¿Y por qué no bailas?  —interrogó el Uchiha a la chica que estaba a su costado.

 

—Porque me da vergüenza hacerlo —respondió con un rubor en sus mejillas—. ¿Y tú, Sasuke-kun?

 

—Es una tontería, parecen más bien idiotas bailando en un salón con música de un celular.

 

—Jejeje… —rió bajito—. Si lo dices así, parece que estuvieras molesto.

 

—Solo te parece —contestó de mala manera mirando hacia la ventana, donde podía ver las demás aulas que estaban en clase.

 

Luego de unos minutos más, sonó la campana avisando la salida para los alumnos, todos cogieron sus mochilas y se fueron con una satisfecha sonrisa y algo agitados por el ejercicio. El rubio se acercó al moreno que hablaba con la chica que siempre se desmayaba cuando él estaba a su lado.

 

—¡Hey, teme!

 

—¿Vas a esperar a Neji? —ignoró el llamado de su amigo.

 

—¡Sasuke!

 

—Sí, este… —volteó a ver al Uzumaki que agitaba su brazo tratando que notaran su presencia—. ¿Vas a hacer como si Naruto no existiera?

 

—¿Quién?

 

—Nadie —le siguió la corriente.

 

—¿Qué le pasa al teme? —preguntó para sí mismo en voz alta.

 

—¿Problemas de pareja? —se burló el castaño descansando sobre su hombro.

 

—Cállate, Kiba, no sé qué pasa con Sasuke, estábamos normal y ahora ni me habla —contó algo cabizbajo.

 

—¿Por qué no ejerces lo que Kurenai-sensei nos enseñó hoy día antes de tener esa pequeña fiesta?

 

—Tienes razón —sacó su libreta y la repasó—. Paso uno: «Estar seguro si tu pareja está molesta» Bueno, voy a obviar este paso, porque se notaba a leguas que está molestísimo.

 

—¡Qué bien conoces a tu mujer! —lo codeó guiñándole el ojo.

 

—¿No tienes que irte a tu casa?

 

—Iré con Sai —recordó y aceleró su paso—. Me adelanto, iremos al veterinario.

 

—Está bien, cuídense.

 

—¡Cuídate de la señora Uzumaki! —gritó a la distancia.

 

—¡¡Kiba!! —volvió a fijar su mirada en la libreta que sostenía en sus manos—. Paso dos: «Averiguar el porqué de su molestia».

 

Analizó el momento en que estaban en clase: Lo vio fastidiado, molesto con la profesora; se fue esta y comenzó la fiesta, el moreno no se metió a la celebración y parecía molesto con todos; las clases terminaron y Sasuke ya no le hablaba. Lo que significaba que el  Uchiha se había molestado entre el inicio y final de la fiesta.

 

Lo marcó desde su celular, pero nadie le contestó —como era de esperarse—. Miró por la ventana y lo vio en el patio con los primos Hyuga: Hinata y Neji. Era muy difícil entablar una conversación con la primera sin que apareciera el segundo con su cara de perro guardián. Primero debía pasar por el visto bueno del pelilargo para poder acercarse a la ojiperla; por lo visto, Sasuke había conseguido la aprobación y ahora podía andar con esos dos. Y esto le preocupó a Naruto, se podría decir que él no era del agrado del Hyuga por los desmayos que su prima sufría cuando él estaba cerca.

 

A lo lejos visualizó a Ino con Sakura, dos amigas y rivales por el amor de Sasuke, se aproximó a ellas y les pidió rogando un pequeño favor, aunque para ellas era algo que hacían diariamente, a diferencia de que esta vez tenía que informarle a él.

 

—¿Quieres que acosemos a Sasuke-kun y que te digamos?

 

—Eso me suena sospechoso, ¿qué pasó entre ustedes? —se cruzó de brazos mirándolo interrogadoramente.

 

—Sasuke está molesto conmigo y no sé por qué —resumió.

 

—Solo porque nos caes bien, haremos lo que nos pides.

 

Se fueron cuchilleando mientras apresuraban el paso para poder seguir de cerca al Uchiha y a los dos Hyuga. Naruto suspiró. Parecía uno de esos esposos celosos cuando creen que su pareja le es infiel; aunque en este caso, solo era para saber el porqué estaba molesto.

 

Al día siguiente, le comentaron que estaba normal, que nada extraño vieron en su comportamiento; sin embargo, seguía ignorándolo olímpicamente. Esto acabó con la poca paciencia con la que había sido dotado el rubio, quien a la salida del día miércoles lo agarró desprevenido en la calle para encararlo.

 

—¿Qué mierda te pasa, Naruto? —intentó soltarse del agarre, pero este lo tenía bien sujeto—. ¡Suéltame, idiota!

 

—No, Sasuke, no lo haré hasta que me digas qué es lo que pasa contigo.

 

—Yo estoy bien, tú eres el que quiere hablar —lo empujó lejos de él.

 

—¡Pero tú eres el que está molesto conmigo! —lo miró fijamente a los ojos, ambos ceños estaban fruncidos—. ¿Qué he hecho? ¿Qué he dicho? Solo dime qué hice mal y me disculparé.

 

—¡Pues que eres un grandísimo dobe! —explotó dándole un golpe en la cara—. No puedo creer que me hayan emparejado contigo.

 

—Así que eso es —se limpió la sangre de la comisura de sus labios—. Sasuke, tú mismo lo dijiste, esto no es más que un tonto juego de rol, no estamos casados —lo abrazó—. Tú eres mi mejor amigo, teme.

 

—¡Suéltame, dobe! —se sonrojó al máximo mirando por todas partes para asegurar de que nadie conocido lo haya visto, sería tan vergonzoso—. Es cierto, es todo por la culpa de Kurenai-sensei con su estúpida clase.

 

—Así habla el Sasuke que conozco.

 

Conversaron por todo el camino, hablaban sobre cosas irrelevantes, pero así era su amistad. Se conocían desde que eran infantes, en una tarde de verano en el parque, jugaron de todo en unas cuantas horas; aunque sus personalidades eran muy distintas, se hicieron rápidamente amigos muy unidos. Ellos eran complementarios. Uno no podía vivir sin el otro a su lado, sin embargo, el ego que cada uno poseía era barrera suficiente para poner límites en esa amistad tan dudosa.

 

Se separaron en la misma esquina de todos los días, donde el crepúsculo era espectador de la relación más pura que había en las calles de Japón; se despidieron y se fueron a sus respectivas casas, que no estaban muy separadas. Como se iban a ver al día siguiente, no hicieron mucho drama para separarse.

 

Luego de soportar los aburridos días que siguieron, llegó el martes a la última hora y la profesora Kurenai entró al aula con una misteriosa sonrisa en el rostro que estremeció a sus alumnos. Pasaron los minutos y nadie decía palabra alguna, poniendo más nerviosos a los jóvenes. Finalmente, antes de que tocara la campana, la encargada —en ese momento—del aula 3A tomó la palabra.

 

—Me informaron que han hecho una fiesta en mi ausencia —comentó  parándose de su asiento—. Me imagino que el auspiciador habrá sido Uzumaki —el aludido tragó en seco—. Espero que la hayan disfrutado, no creo que con lo que les tengo preparado para la próxima semana, estén igual de relajados —cogió sus cosas y se retiró justo en el mismo instante que las clases terminaron.

 

Había dejado de sonar el timbre y nadie se atrevía a gesticular, a pesar de estar completamente solos; aquella advertencia —mejor dicho, aviso—había sido muy aterradora y les había puesto los pelos de punta. Un maestro que pasaba por ahí, se  asomó por la ventanilla de la puerta y observó a los asustados chicos.

 

—¿Qué ha pasado aquí? —preguntó el peligris que se detuvo a verlos.

 

—…

 

—¿Chicos?

 

—¡¡Vamos a morir!! —un grito los sacó a todos de sus pensamientos.

 

—¡Viste cómo nos sonreía! ¡Algo malo trama esa bruja!

 

—¡La culpa es de Naruto! —acusaron señalándolo con el dedito acusador.

 

—¡¡Síí!! —secundaron los demás.

 

—¿Yo? ¿Y qué hice ahora?

 

—Fuiste el de la idea de la fiesta, nosotros íbamos a estudiar la valiosa lección que nos dio Kurenai-sensei cuando ofreciste hacer una pequeña juerga.

 

—¡Sí! ¡Es tu culpa!

 

—Esperen, no es culpa del dobe que ustedes lo hayan seguido —defendió el azabache antes de que agarraran a su amigo a golpes.

 

—Claro, que tu esposa te ayude.

 

—Kiba-kun, no es correcto que descargues tu furia contra un inocente —lo calmó la ojiperla apoyando su mano en el hombro del castaño.

 

—Tienes razón, Hinata-chan, tenemos que estar juntos para afrontar lo que se avecina la próxima clase.

 

—¡Superaremos esto! —se subió a una carpeta e hizo la señal de victoria con su dedo índice y el del medio—. ¡¡¡Juntos!!!

 

—¡Bájate, dobe!

 

—Me alegro que todo esté bien —el profesor de matemáticas, Kakashi Hatake, cerró la puerta del salón y se retiró feliz con un libro en la mano.

 

Tendría que hablar con Kurenai-sensei para enterarse qué es lo que les había dicho, tal vez de esta manera podría manipularlos para que le tengan algo de respeto que habían olvidado. Pero antes debía detenerse en el aula de Iruka-sensei, debían aclarar algo que tenía pendiente desde el recreo.

 

 

Notas finales:

Bueno, no me emocionó este capítulo, pero es que tenía que poner cómo sucedió el cambio.

 

Les diré un datín —como dice mi papi *-*—:

 

  1. La personalidad de Kurenai está inspirada en mi maestra de este mismo curso. No es que estén locas, solo que... bueno, mi maestra es porque ella es soltera y aguantada; y Kurenai, no sé si se dieron cuenta, pero está embarazada ^^

 

No sé cuando lo actualice, pero como todos mis fanfics, no tardará más de una semana. Aunque no estoy muy segura, ya que mis clases de verano van a comenzar Uu Pero intentaré hacer un espacio, solo por mis lectores.

 

P.D.: ¿Alguien sabe como poner más de un personaje? Porque siempre pongo a Sasuke y a Naruto, pero solo sale uno ._. Y quería saber cómo poner más o en género, ser novata estresa Uu

 

Nos vemos y gracias por leer :3


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