Viernes, 30 de noviembre del año 2012. 21:30 pm, mansión de los Vengadores.
-¡Clint, abre la puerta! – dijo Banner preocupado mientras golpeaba la puerta.
-¡Vete! – le grito el rubio desde atrás de la puerta.
-Clint… ¿estás llorando? – pregunto el castaño con voz aún más preocupada, ¿era su imaginación o Barton estaba llorando?
-Sí, ¿Por qué, te importa? – respondió enojado el otro.
-Y-yo… l-lo lamento. – se mordió el labio, ¿en que estaba pensando al decirle eso?
-¿Qué? ¿Qué sea un arquero de pacotilla al que una mujer le gane? ¿O que soy un tonto estúpido que tiene suerte con el arco?
-Nada de eso, yo… yo no quise decirte eso.
-¿No? ¿Entonces qué? ¿Me querías decir cosas peores?
-N-no, y-yo solo… no sé porque lo dije, ¿podrías perdonarme Clint? – al oír el silencio del otro se entristeció. - ¿Clint? – volvió a preguntar esperando escuchar una respuesta, pero en vez de eso no hubo nada, el silencio continuaba. Preocupado, intento abrir la puerta, pero al no lograrlo saco la tarjeta que servía como llave del cuarto del arquero; al abrir lo único que pudo ver fue la oscuridad de la habitación, pero ni un rastro del ojiazul.
Se acercó a la ventana y pudo observar la figura de Barton corriendo, alejándose de la mansión; decidido, lo siguió y al parecer el chico lo descubrió, pues acelero y se perdió apropósito en la gran multitud de gente que, para su desgracia, iba en sentido contrario, impidiéndole aún más el paso.
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Viernes, 30 de noviembre del año 2012. 21:40 pm, ciudad de Nueva York.
Giro la cabeza hacia atrás. Ni un rastro de Banner, había logrado perderlo. Suspiró de alivio al ver que Bruce ya no lo seguía, lo menos que necesitaba en esos momentos era ver el rostro del castaño que le había dicho esas palabras que lo lastimaron. Siguió caminando hasta llegar a un bar, la única forma de curar su depresión. O de olvidarla, más bien.
Pero se llevó una gran sorpresa al ver quienes estaban ahí. En una mesa, alejada y sin iluminar, se encontraban Tony y Pepper, platicando con... ¿Coulson? Se les acerco y ellos lo invitaron a que se sentara a su lado, después de todo habían sufrido lo mismo que el chico. Sin embargo, antes de que pudiera preguntarle a Stark lo lógico, la puerta se abrió mostrando a Loki que también mostraba una cara de dolor. El pelinegro, al ver a los cuatro ahí reunidos, camino hacia ellos y se sentó al lado de Clint, quedando enfrente de Tony, Potts y Phil.
-¿A ti también, Loki? – pregunto la pelirroja, a lo que el ojiverde asintió, haciendo suspirar a la chica. -¿Qué, acaso se pusieron de acuerdo?
-Tal parece que sí. – respondió Tony.
-¿Y se hacen llamar héroes? – preguntó Loki refiriéndose a los demás vengadores.
-Quizás y de verdad no quisieron decirlo. – comentó Barton.
-Sí, claro, y yo soy el rey de chocolate. – dijo sarcásticamente Stark.
-Y yo la princesa de mermelada. – agregó Pepper rodando los ojos.
-Sí, sí, ya sé, pero… el pensar en la posibilidad me hace sentir mejor. – dijo bajando la mirada.
-Pues, sinceramente no creo que sea así, tal vez y de verdad piensan eso de nosotros. – opino Phil deprimiendo a los demás. Pasaron un rato en silencio hasta que escucharon al gerente del bar ser lanzado a los baños, y rápidamente, antes de que pudieran reaccionar, cada uno sintió que fue tomado fuertemente por el torso con una mano, y con otra les cubrían la boca con un pañuelo (al parecer lleno de cloroformo). Encantadora y sus amigos los habían capturado.
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Pero, ¿Qué ha pasado aquí? ¿Qué es lo que les hicieron a Tony, Pepper, Clint, Loki y Coulson? ¿Qué pudo haber hecho que las lindas parejas que tienen 4 de ellos se hayan deteriorado? ¿Qué le dijo Bruce a Clint? ¿Qué hará Amora con los cuatro? ¿Por qué siguen leyendo esto si las respuestas están abajo?
Flash Back:
Viernes, 30 de noviembre del año 2012. 20:00 pm, mansión de los Vengadores.
Todos los vengadores se encontraban reunidos en la sala (incluyendo a Pepper), la ciudad no había sido atacada últimamente, y no tenían nada que hacer. Así que, por propuesta de Viuda, se pusieron hablar de lo mucho que se querían y sobre como pensaban pasar su vejez… ¡obvio que no! Lo que Viuda en realidad había propuesto era “jugar a insultarse”, para usarlo como pretexto para molestar a Clint. Sin embargo, casi todos decidieron no hacerlo, y cada uno se puso a hacer diferentes cosas, Thor y Loki se pusieron a platicar, ella, Clint y Banner a ver televisión, Steve se encontraba leyendo un libro, y Pepper y Stark se fueron a arreglarse para una junta. Últimamente esos dos se estaban juntando mucho, lo que ponía celosa a la pelirroja y al rubio, y la escena que vieron ante sus ojos no ayudo en nada.
El heredero de las industrias Stark estaba ahí, saliendo de su habitación con… ¿un traje y corbata puestos? ¿Qué, acaso era el fin del mundo? Pero antes de que cualquier vengador opinara, Virginia salió de otra habitación vestida con el traje gris que usaba para juntas importantes.
-No sé cómo me convenciste de hacer esto. – Suspiro Iron Man -¡Sabes que no me gusta usar traje! – se quejó el castaño viendo a su amiga mientras intentaba acomodarse la corbata.
-Ya lo sé, pero esta ocasión es importante – dijo Potts mirando como Tony hacia el intento de arreglarse la corbata – Ay, Tony, así no se usa la corbata. – continuo acomodándole la prenda al castaño. Y este le sonrió. Cosa que colmó la paciencia de la asesina.
Fin Flash Back
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Viernes, 30 de noviembre del año 2012. 22:00 pm, ciudad de Nueva York.
-“¿Dónde estoy?” – se preguntó Loki viendo a su alrededor, estaba en un cuarto oscuro, amarrado con unos grilletes en sus muñecas, y con los pies también amarrados pero con unas cuerdas que le presionaban exageradamente. Intento soltarse, sin éxito alguno. Volteo a ver toda la habitación, pero estaba vacía; decidió hacer uso de su magia, pero por alguna razón no lo logro. Un minuto después, Amora entro a la habitación con un libro antiguo en mano.
-¿Cómo amaneció mi prisionero favorito? – pregunto burlona.
-¡Suéltame, Encantadora, no sabes con quien te estas metiendo! – le grito el pelinegro.
-Lo siento, pero como ustedes cuatro son mi carnada, no puedo soltarlos. Y no, Loki, no puedes soltarte por tu propia cuenta, los grilletes y las cuerdas están hechizadas. – el dios se sorprendió, pero luego volteo a ver a la rubia con un evidente enojo. – Ni aunque me mires así, querido.
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Viernes, 30 de noviembre del año 2012. 21:39 pm, ciudad de Nueva York.
Idiota. Esa era la palabra que mejor lo definía. Y es que ¿¡cómo se le había ocurrido decirle eso a Loki!? Estampo su puño contra la pared, molesto. Pero no con el pelinegro, sino con el mismo. Lo que había comenzado con una conversación normal se convirtió en una discusión. Se dejó caer en la cama, pensativo. Recuerda que le dijo eso a su amado, pero no recuerda haber mandado aquellas palabras a su cerebro, al contrario, de echo sintió algo en su mente que lo obligo a decir esas estúpidas palabras. ¿Acaso su mente y su corazón no se pusieron de acuerdo…? ¿O acaso…?
Sacudió su cabeza. No podía intentar excusarse por su conducta. Su Loki… se veía demasiado afectado… entonces, ¿¡por qué demonios no se detuvo cuando sintió aquel impulso de abrazarlo y pedirle perdón!? Llevo una de sus manos a su cabeza, un dolor ahora atormentaba su mente. Genial.