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EXCESOS por HakudiNN

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Notas del capitulo:

Acabo e descubrir hace como...mmm...mmmm tres segudos que puedo entrar de nuevo a esta pagina!! yuhuuuuuuuuuuuuuuuu!!!

Tratare e retomar este fic, porque en realidad quiero terminar de publicarlo aki, MUCHAS GRACIAS por sus comentarios y sorry que no pueda contestarlos todos ahora, pero ando corta de tiempo!!

LO SIENTO! LAMENTO MUCHO en serio haber tardado casi olvidado el fic, pero no fue por mi causa, Por ello subire 4 capitulos!!! =D

 

POV MATT

Hundí la cabeza en el excusado de nuevo, era por lo menos la séptima ocasión que mi estómago devolvía lo que ya no quería…el problema era precisamente que…tampoco era como si hubiera comido mucho.
Además del cereal que comí antes de perderme en la inconsciencia…nada más había ingerido. No estaba muy seguro de la razón, fuera de la opción de la resaca, por supuesto.
Hacia la madrugada de domingo, hoy, me desperté sobre la cama, mareado y con un terrible sabor de boca. Mi estómago se contrajo dolorosamente, creí que era hambre. Fue una sorpresa encontrarme con un poco de leche en un vaso junto a un tazón de cereal, obviamente dejado allí por Mello…y ninguna de mis botellas a la vista.
Sin embargo cuando quise llevarme algo a la boca, las náuseas volvieron con fuerza y aquí estoy, en la misma posición de hace ya varias horas, con la cabeza hundida en el excusado.
Me sentía fatal, de eso no había duda alguna.
Y además no tenía idea de donde estaba cierto rubio loco, lo más seguro es que aún no volviera de la jaula, y es que no tenía idea de si había amanecido o no.
Y lo peor, aun no recordaba nada de lo ocurrido la noche anterior, la última borrosa imagen que tenía era a Nate siendo arrastrado por Linda después de darme mi chamarra y…
--¡Linda!—me dije, fue como un gran descubrimiento: tomo algo de ella.
Mi estómago me quemo hasta la garganta…y vomite otra vez.

POV NEAR

Mire por enésima vez mi reflejo en el cristal, por más que analizara lo que veía, no lograba encontrar mayor parecido con Elle al que tenía Beyond con nuestro hermano mayor.
El cielo clareaba sutilmente, no faltaba mucho para el amanecer. Salí de cuarto de baño principal, andando con desgana por el alfombrado corredor rumbo a mi habitación, normalmente me limitaría al espacio de mi habitación, sin embargo, esta vez carecía de algo fundamental como un botiquín de primeros auxilios, y en el momento en el que me encontraba, necesitaba retirarme el vendaje…me molestaba sentirlo sobre mí.
Arrastre los pies con desgana, pasando enfrente del dormitorio de mis padres adoptivos, fue considerablemente molesto escuchar los ahogados gemidos del otro lado de la pared, las mantas revolverse…al parecer el que su matrimonio fuera un fraude, no impedía que tanto Halle como Rester pretendieran darle algo de “realidad” a su falsedad como pareja.
Seguí de largo, encontrando el pasillo odiosamente largo, y en el más quieto silencio que me permitía oír con claridad el ritual que tenían allí dentro.
Resople cansinamente dándome cuenta que eso en realidad no me molestaba, ni siquiera me importaba…era simplemente el estado en que me dejo la conversación con Elle…y el tema sobre el que había versado.

--Elle…--reconocí de inmediato.
--¿Nate?—la pregunta sonó más bien como una aseveración.
--Supongo que al llamar al móvil de B, es con él con quien tienes asuntos—exclame torciéndome el cabello, de la forma más indiferente que logre.
--En realidad, confiaba que no fuera Beyond quien respondiera—dijo con monotonía. Le eche una ojeada al aparato—Beyond nunca contestaría esta llamada, por tanto, indiscutiblemente tendrías que ser tú.
Buen punto, un poco obvio ahora que lo pensaba: B en realidad nunca respondería ninguna llamada que no conociera el remitente previamente.
Me mantuve en silencio, esperando.
--Nate…
Seguí callado.
--Sé que estas allí—aviso con cierto tono de aburrición.
--Entonces no veo la razón por la cual no digas lo que tienes que decir. Me has dicho que esperabas que fuera yo y no B…entonces ¿Qué se te ofrece, Elle?
Hubo un momento de silencio.
--Nate…sabré cual es la razón por la cual Beyond y tú, han frecuentado Richmond.
Por un momento estuve tentado para replicar algo fuera por completo del raciocinio necesario para seguir una conversación de mi hermano.
--Pero sería más sencillo saberlo de una fuente directa.
Quería que le dijera todo.
--Elle…
--Nate, Beyond es inestable—interrumpió como si estuviera leyendo la ficha de algún enfermo mental—es peligroso que frecuente Richmond—siguió con indiferencia—Podría desatarse un asesinato, y lo que sea que haya allá…no debe afectar tu juicio.
Entorne los ojos.
--Elle…las decisiones que tomes…no afectan mi juicio—dije—sin embargo, no por ello esperare a que me vigiles usando a alguien de tu…vida—avise retorciéndome el mechón, recordando a Light Yagami—y B responderá lo mismo.
--Entiendo, Nate—dijo simplemente—de cualquier forma esperaba esa respuesta. Por favor evita ser parte de esto—dijo.
Aquella era una clara amenaza para no regresar a Richmond. Y simplemente colgó. ¿Estaba mi hermano mayor preocupado de alguna manera? No, simplemente esperaba que B no cometiera algún acto que le comprara un boleto, patrocinado por Elle, al psiquiátrico…sin embargo, mi problema era otro…Elle seguramente buscaría la razón por la que Richmond se había vuelto el centro de nuestra atención, y hallaría la respuesta. Sin duda.
Aunque con ello, se convertiría el mismo, a B y a mí…en el centro de atención de Richmond…de todos y cada uno de sus criminales…incluyendo a Mello…
--Mello…
Por alguna razón la idea de ser parte de su mundo, de cualquier forma que fuese, no me desagradaba como ocurriera con el resto de la gente.


POV MATT

Comenzaba a ponerme en pie, lentamente me apoye del frio muro para incorporarme ahora que me sentía un poco mejor.
Camine tambaleándome hasta el dormitorio, arrastrando los pies para buscar algo que comer, quizás Mello hubiese dejado más en su pseudo preocupación por mí, y la llamo así por el siempre y sencilla razón de haberme…”tomado” mientras estaba por desmayarme. Aunque claro…yo no recordaba la orgia en la que al parecer participe.
A punto de tirarme a la cama oí bastante bullicio afuera.
No preste especial atención a la pelea callejera, era algo usual…hasta que la voz de Mello se mezcló con la discusión.
Sin pensarlo dos veces me apresure hacia la puerta, pasando a recoger el arma del suelo, no estaba seguro de porque la había tomado…simplemente lo hice.
Baje atropelladamente las escaleras, trastabillando en más de una ocasión, el frio del exterior me mareo de nuevo, como si pudiera perderme en el efecto del alcohol de nuevo.
Justo en medio de la calle, un tipo sujetaba a Mello por la espalda, negándole mucho movimiento, pero no lucia como si quisiera atacarlo, más bien estaba deteniéndolo, pues el rubio forcejaba para soltarle para poder encañonar al hombre que yacía sobre el piso.
Este último se levantaba lentamente sujetándose la nariz con fuerza. Se habían juntado varios pandilleros, pero ninguno se atrevió a hacer lo que comúnmente harían, de tratarse de alguien que no fuera Mello: atacarían todos a la vez.
En cuanto uno de los sujetos me miro, tiro del que sujetaba al rubio para dejarlo libre; tenía la mirada fija en mi arma, así que la escondí tras la espalda de inmediato, ajustándola en el cinturón.
Mello, aprovechando si libertad, empuño su arma justo sobre la cabeza del tipo.
--¡Repite lo que dijiste!—ordeno.
--¿Qué…sucede?—pregunte.
Nadie me contesto. Mello quito el seguro de su arma.
--¡Repítelo!
--No era Matt—dijo el sujeto valientemente, aunque en mi opinión, estúpidamente.
--¿Es cierto, Mello?—intervino otro sujeto, acercándose junto con sus “guardaespaldas” –Anoche no estabas con Matt…
Los ojos de Mello centellearon en furia, levanto el arma al nuevo tipo y se acercó abiertamente.
--Era yo—dije sin pensar. No sabía porque pero…sentía que debía intervenir, no entendía para nada lo que ocurría, me limitaba a hablar basado en los hechos: Mello molesto porque al parecer no le creían que estuvo conmigo, lo cual…es cierto, pero que no debían saberlo, sobre todo si también a mí me lo habían preguntado antes.
Me miraron, excepto Mello, quien me echo una ojeada y bajo el arma con un bufido de furia.
--No te atrevas a dudar de mi—ordeno Mello retrocediendo, notando entonces el número que nos superaba.
--Tranquilo, Mello—se rio el sujeto—si no eres una perra de la policía no hay porque preocuparse—sonrió con burla.
--Si digo que estuve con mi perro--me señalo con el arma—es porque es verdad—tajo con el tono propio de el: no aceptando replica en contrario.
Los nervios se me desataron al vernos rodeados de pandilleros bajo las ordenes de Rod, este no sería un mal momento para que la policía hiciera su aparición y nos vieran huir también…o que por lo menos se presentara alguna de la pandilla que le temiera más a Mello que a Rod.
--De acuerdo, de acuerdo—se rio con más ganas dándose vuelta—no te conviene ser la mierda que la policía no recoge—aviso confiado de su superioridad numérica.
El resto le siguió con cierta burla en el rostro…el sujeto del suelo de incorporo, maldijo algo que no alcance a escuchar al tener la mano sobre la boca, buscando la manera de detener la hemorragia, provocada seguramente por Mello.
Cuando avanzaron hasta sus automóviles para abordarlos y echarlos a andar, pasaron a nuestro lado con enorme escándalo y burla implícita.
Mello apretó la culata del arma, conteniéndose apenas para no disparar, odiaba profundamente verse amenazado por alguien, para él, todos son inferiores, basura que no merece un poco de su atención.
Me volví al rubio, este bufo furioso y se echó a andar hacia las escaleras, pasándome de largo sin interés. Me moví detrás de él, mirando su espalda agitarse con real ira mientras caminaba hasta nuestro sucio departamento.
Apenas estuvimos adentro, arrojo su desgastada mochila a un rincón, dinero seguramente; se sacó la pesada chamarra negra para dejarla sobre el suelo. Tenía un enorme hematoma marrón en lo ancho de su hombro izquierdo.
Resople con leve molestia y desgana a la vez.
--Mello…
--Cállate—ordeno.
Parpadee un segundo sorprendido, mas luego no pude evitar molestarme, no era culpa mía lo ocurrido… en todo caso, influí en el “buen” resultado del conflicto ese con los pandilleros.
--No es culpa mía si…
--No quiero oírte, perro—tajo con superioridad—no me molestes.
Entorne los ojos y me eche a andar hacia el dormitorio.
--¿Por qué no atendiste el móvil de mierda?
--Creí que no querías oírme—exclame sin detenerme.
Oí su gruñido justo antes de aferrarme por un brazo y volverme de golpe para quedar frente a frente. Hasta entonces note que tenía una cortada pequeña sobre el labio superior.
Solté mi brazo de inmediato. Sus ojos llamearon de nuevo.
--¡Contéstame, perro!—ordeno con fuerza.
--Déjame tranquilo, Mello—pedí con desgana, sin intención de pelear, además…en realidad no me convenía llevar la conversación hacia donde o con quien estuvimos ambos la noche anterior.
Entorno sus ojos azules con real amenaza, lo cual tampoco era buena idea para ti púes predecía un futuro no muy alentador: pelear físicamente con Mello no era una opción que quisiera tomar. Aun quería seguir en el mundo de los vivos.
Nos miramos un momento, hasta que…suspire resignado, no quería pelear más.
--Mello…--trate de conciliar.
Dio unos pasos, me quito del camino con una mano, de forma violenta, con un increíble desinterés, como si me hiciera un favor con tocarme.
Siguió de largo hasta el dormitorio, cerrando la puerta con violencia, llenando el silencio con el azote de la madera contra el marco.
No me volví a mirarlo, era anormal, los pocos enfrentamientos que tuvimos solo podían terminar de dos maneras: asesinato o sexo…en nuestro particular caso es obvia la respuesta… Quizás era simplemente producto de su incidente con esos pandilleros, el hecho de vernos amenazados de pronto en su propio barrio, o su estado violento normal…pero…algo en él estaba distinto.

POV NEAR

Mire nuevamente el pequeño y alargado objeto que tenía entre los dedos. Alce los ojos a la taciturna antigua habitación de mi hermano, las cortinas negras colgaban con pesadez de los tubos que las sostenían, cubriendo cualquier rayo, por minúsculo que fuera, de sol. Nada se colaba nunca. Y era simplemente por una razón: B acostumbraba volver a casa de madrugada, incluso al día (o días) siguiente, por tanto, cualquier atisbo de luz en su habitación no era bienvenida.
De no ser por el color abisal de la tela, la luz solar de la mañana ya entraría para traer su calor con los primeros rayos.
Su habitación en realidad nunca fue muy diferente a la mía, con una diferencia: el tenia secretos que guardaba allí, sus propios puzles…incluso una que otra fotografía de algún caso en el que trabajaron Rester y Halle en el que pedían-exigían su especial ayuda intelectual, robadas del archivo general por supuesto.
Todas las imágenes eran parecidas: homicidios, torturas… la fijación de B por la muerte.
Me retorcí el cabello mientras seguía en el centro del que fue su cuarto.
--B…
Analice por enésima vez la pequeña memoria USB que encontré en un fondo falso de un cajón, y decidí que, si ya había acudido a ese sombrío lugar era precisamente para hallar alguna información que B tuviera de Elle…
Atraje mi ordenador por el suelo y conecte el artefacto. Espere un momento, su información estaba protegida con contraseña, la cual, no tarde mucho en deducir. Cada carpeta allí tenía una contraseña aparentemente distinta, pero que seguía un patrón, cada una era una simple letra, que al final desbloqueaba los archivos.
Entrecerré levemente los ojos, la frase final era: Rue Ryuzaki.
Busque por cada carpeta, encontrándome con algo…poco grato. Probablemente mi investigación incurría en distintos delitos en ese momento, pero definitivamente no tenía interés especial en encontrar en los que había incurrido mi hermano, cibernéticamente…
Beyond no era precisamente el modelo de normalidad, las trasnochadas eran su vida…junto con los excesos…pero…aquellas fotografías definitivamente dejaban en un nivel bastante barato el concepto preconcebido de mi hermano. Ninguna imagen me causo asco, tampoco movió un ápice de mis sensaciones biológicas…nada, lo cual, si lo pensaba detenidamente era normal en mi… simplemente eran un de un tono morboso y en un alto nivel de inestabilidad mental. Pero no significaba que fuera a ser diferente de ser Mello quien…sacudí la cabeza.
Y entonces, mi dedo se movió hasta la siguiente carpeta para seguir mi búsqueda y se abrió una ventana inesperada, por un momento creí que era un virus que B hubo instalado, sin embargo, mi mente detuvo su búsqueda de soluciones, cuando el reproductor de video echó a andar.
Uno de los participantes era, sin duda alguna, B…el otro era…
--Giovanni…--musite mirando el psiquiátrico encuentro sexual.
Me moví sobre el comando para cerrar la ventana cuando algo sobresalió en medio de los gemidos y el sonido irritante de la piel contra la piel…Active el acercador manual para mirar con detenimiento el bulto negro que yacía en el suelo, justo debajo de la cama donde sucedía todo. Debía ser el saco oscuro del agente, una lucecilla parpadeaba sobresaliente de un costado de la tela, el teléfono móvil de Giovanni.
Alguien le estaba llamando en ese momento, aunque evidentemente no pudo oírlo, ignore los sonoros jadeos que llenaban el silencio hasta desactivar el sonido, y aguce la mirada para descifrar el número.
Revise luego el registro de llamadas entrantes del móvil de B…no había duda, era el mismo.
Aunque aparentaban lo contrario…Elle y Giovanni se conocían.

POV MATT

Expulse el humo de mi sistema mientras miraba el ordenador, una sonrisa lleno mi rostro: ya podía hacer uso del dinero que había traspasado hacia casi ocho meses.
Di otra calada mientras cambiaba el nombre a quien estaban para poder retirarlo del banco.
El mareo había cedido casi por completo, sin embargo mi cuerpo aún estaba cansado y un tanto débil, por lo que terminaría por dormir en el sillón sobre el que estaba sentado, ya que, Mello seguía en el dormitorio sin dar señales de vida…eso me inquietaba un poco: si no sale en unas horas iré a verlo, no vaya a sufrir una sobredosis o algo así.
Mis predicciones no fueron acertadas, pues la puerta se abrió y lo vi salir, con solo los pantalones puestos, una gasa en el labio para desinfectar su herida, y un chocolate en la mano.
Se veía…normal.
Fingí que seguía hundido en mi ordenador, Mello se sentó a mi lado sin decir nada, giro mi rostro sin aviso y me saco los googles de encima.
Le mire sin comprender. Mordió su chocolate. Analizaba con detenimiento mis ojos.
--Mello—dije con el cigarro en los labios, quizá no se comprendió muy bien, así que lo saque de la boca para hablar sin problemas.
Me arrebato el cilindro y lo boto lejos sobre el piso, mire la dirección por donde desapareció, mas sus manos volvieron a rodearme las mejillas para regresar mi mirada a la suya.
Así lo hice, un tanto confundido, no puedo negarlo. Luego, rebusco en su bolsillo hasta sacar otro cilindro, diferente y más pequeño. Marihuana, por supuesto.
Encendió el cigarrillo con mi propio encendedor, tomo mi mano y la guio hasta mis labios, permitiéndome, no, incitándome a fumar. Lo tome lentamente, llevándomelo a los labios. La primera calada fue…deliciosa, tampoco negare eso.
Iba a expulsar el humo, cuando tomo con su palma mi cuello y me atrajo a sus labios, juntándolos apenas para que pudiera expulsar el humo en su boca. Obedecí.
Aspiro el smog de la droga mientras “ingería” el resto.
Di una segunda calada, llevando el humo hasta los labios de Mello, acercándome hasta besarlos, saborearlos en medio de la esencia estimulante del humo, que jugaba en medio de nuestras bocas.
Su cuerpo ejerció presión venciéndome contra el sillón, recostándome con todo su peso encima; su garganta gimió levemente al tiempo que la tela rasposa de sus guantes se colaba por debajo de mi playera, acariciando mi piel que ardía contra su contacto. Se acomodó sobre mí sin separar nuestros labios, hundiendo mi espalda en el desbalijado cojín; se me escapo un jadeo.
Sus manos subieron hasta mis costillas, tallándose en ellas. Sus dientes aferraron suavemente mi labio inferior, me estremecí debajo. Le rodee el cuello para atraerlo por completo, mas su boca se desvió del camino dirigiéndose hasta mi mandíbula, mordiendo apenas la piel.
Curve la espalda contra su torso, llevando mis manos a sus hombros, recorriéndolos hasta la espalda, teniendo cuidado en que el calor del cigarrillo no tocara su cuerpo.
Se quejó por lo bajo, presione demasiado su hematoma.
Di una calada.
La humedad de su lengua subió por mi mandíbula. Respire sonoramente.
Jale de la droga otra vez.
Volvió sus labios a los míos para recibir el excitante humo.
Sus ardientes labios cerraron el espacio para tocar con su lengua la mía, jugando con el humo dentro de mi cavidad.
Carraspee gustoso, enredando los dedos en su cabello dorado.
Un golpe fuerte y seco contra la puerta provoco que se separara de mí con brusquedad. Se puso de pie de inmediato, cogiendo su arma, olvidándose de nosotros.
Me gire sobre el sillón para mirar también, buscando el arma debajo del sofá por instinto.
Mello pego la espalda al muro al costado de la puerta y extendió la mano al pomo de la puerta, sosteniendo el arma frente a su rostro. Iba a abrir cuando un móvil timbro.
Busque con la mirada hasta hallar el de Mello, que vibraba contra la parte superior de nuestro desgastado armario.
Me puse en pie, en vista que el rubio no fue a atender su llamada, tome el móvil y mire la pantalla.
--Es Ratt—aviso. Entorna los ojos, a Mello nunca le llama a alguno de sus informantes, siempre es el quien crea el contacto. Con un movimiento de cabeza me ordena que conteste.
Aprieto una tecla y activo la alta voz.
--Sneider está muerto—dice apresuradamente.
Mello tuerce los ojos con hastío, debe estarse preguntando porque mierda lo molesta con algo así. También yo podría cuestionarme aquello, se trataba de una muerte más, lo más seguro que fuera entre pandilleros, o una cuenta saldada. Que uno de los seguidores de Rod muriera no era gran asunto, para ser sinceros.
--¿Cuál es el mensaje dejado por la pandilla?—quise saber llevándome el cigarro a los labios.
--Pues…--dudo, Mello entorno los ojos—Solo había una letra escrita en la pared, con la…sangre de Sneider.
A ambos nos causó extrañeza.
--¿Qué letra?
--M.
***

Notas finales:

Gracias por leer!!!
Ratt, es precisamente Ratt III, espia de Mello en Death Note!

 

BSHOOOOS TRONADHOZZZZZZZZZZZZZ


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