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EXCESOS por HakudiNN

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Notas del capitulo:

U.U

POV MATT

Dimos varias vueltas por algunas de las calles foráneas a Richmond, buscando a Nate. En verdad no lograba concebir como era posible que alguien con un supuesto cargo en la policía, quizás hasta detective, hubiera perdido a una persona como Nate.
Iba a dar un trago a mi botella para terminarla, cuando su mano me la arrebata y la arroja a través de la ventanilla.
--¡Oye!—me quejo.
--¿Cuál es tu nombre?—exigió saber. Dude en decírselo—Estas arrestado.
--¿Qué?—trate de ordenar mis turbados pensamientos.
--No dejare que corras la voz de mi presencia o la de…Nate—explico con frialdad.
--No he hecho nada…--mentí, quizás robas electrónicamente podía ser considerado como ¿delito? Bueno, eso no tenía por qué saberlo ese policía encubierto.
Acelero el automóvil buscando su móvil, seguramente para llamar refuerzos y encontrar a Nate.
Maravilloso.
--De acuerdo—me dije, guiando mi mano hacia detrás de la espalda.
--No lo intentes, muchacho—dijo el agente de pronto, alce los ojos, me encañonaba con su propia arma.
--¿Va a dispararme?—pregunte, molesto—Estoy seguro que quiere hacerme muchas preguntas.
Entorno los ojos levemente. Un móvil resonó dentro de la cabina.
--Giovanni—exclamo apenas se llevó el aparto al oído. Escucho un momento, su expresión sufrió varios cambios, pasando de la frialdad, por la sorpresa y la confusión, hasta el asombro—Pero…no…--musito a lo que sea que le dijeron del otro lado--¿En este momento?
Eche el cuerpo hacia atrás, buscando la manija de la portezuela.
--De acuerdo—dijo al fin, no muy convencido, preocupado—Vete—dijo.
¿En serio? Desconfié por supuesto ¿Quién no lo haría?

POV NEAR

El cañón cubría prácticamente toda visibilidad. Transcurrió un largo segundo tras el cual el arma fue cambiando su dirección, elevándose hasta mi frente para permitirle saber de quien se trataba.
Evite mirarlo directamente, guiando mi visión hasta la liga de hule que se enredaba en su antebrazo izquierdo, ambos extremos se bamboleaban en torno a su piel.
El frio metal se pegó a mi piel, no creía que fuera a disparar, así que alce la mirada Mello. Su rostro se entintaba sutilmente con un tono marrón sobre el tabique de la nariz, en el pómulo derecho y la comisura izquierda del labio. Además, llevaba desnudo el torso.
--¿Qué haces aquí?—pregunto traspasando una extraña malevolencia en el tono, al tiempo que presionaba el arma contra mi frente, enredándola con algunos mechones de cabello.
--Si quieres dispararme, hazlo, Mello—dije de golpe, de pronto irritado por su comportamiento, puesto que al menos yo no encontraba motivo alguno para que me encañonara…mucho menos cuando había asistido hasta su casa para…ojala tuviera todas las piezas del puzzle.
Evidentemente se molestó ante mi respuesta ¿esperaba algo más, quizás que suplicara de alguna manera?
La perilla del departamento contiguo vibro, la mano libre del rubio sujeto el cuello de mi camisa, remolcándome con violencia al interior de su departamento. Me puso contra la pared junto a la puerta, soltándome solo para mirar el pasillo, asesinando a alguien con la mirada. Separe mi espalda de la pared y me eche a andar por su sucio salón, mirando de reojo la ropa regada, hecha un andrajo, cubierta por una capa casi coagulada de sangre.
Mello retrocedió sobre sus pasos cerrando la puerta, volvió los ojos a la pared, contemple su desconcierto al girarse para ubicarme detrás suyo, casi a un metro.
--No te dije que podías moverte—exclamo, enojado, levantando el arma otra vez.
Me lleve una mano al cabello y le extendí lo que tome la última vez que estuve allí.
Sus ojos brillaron con una extraña chispa, bajo el brazo sujetando el arma se la hebilla de su cinturón.
--Vaya, Nate—sonrió acercándose unos pasos—insignificante y un pésimo ladrón.
--Si estoy aquí evidentemente es por una razón diferente a la devolución de esta substancia—obvie mirando hacia otro lado.
Su mano voló hasta mi cuello, rodeándolo y ejerciendo presión, logrando que retrocediera para tratar de liberarme. Me encontré con la pared.
--No vuelvas a burlarte de mí—ordeno con voz siniestra, acercándose hasta dejar una distancia mínima entre nosotros. Inconscientemente me encogí levemente, intentando que mi pulso no se acelerara con la cantidad de adrenalina que quería subir por mi cuerpo. Me arrebato la pequeña bolsa, se la llevo a la boca, desgarrando el plástico con los dientes, llevándose una pequeña pastilla a la cavidad.
--Realmente no creo que sea adecuado que hagas eso—dije, esta vez sin pensar directamente en las posibles consecuencias, simplemente haciéndoselo ver, era obvio que aquella liga que se enroscaba entorno a su antebrazo no era un accesorio.
Detuvo el camino de su mano antes de que llegara a su boca.
Sus orbes lejos de llamear furiosas como debieran, me contemplaron con atención. Con una resolución nueva….¿cuánto tiempo habría pasado desde que introdujo algo a su cuerpo?...¿sería acaso una droga de efecto más retardado?
Se puso la pastilla en la punta de la lengua, con desdén, echando el rostro hacia atrás para pasársela.
--Nate
Intente moverme, Mello reacciono mirándome de nuevo, clavando la palma y el brazo en el muro, dejándome inmóvil contra su cuerpo.
Un estremecimiento me recorrió la espalda ante la nueva cercanía.
--¿Qué haces aquí, Nate?—susurro contra mi oreja, podía sentir su aliento caliente chocar contra la piel de mi lóbulo, mi cuerpo tembló. Mi corazón estaba agitándose. Aquel cuartucho de pronto era muy caluroso…
--Te dije que todo sería diferente…--prosiguió, su nariz rozo mi mejilla. El control de la respiración estaba saliendo de mi capacidad. Libero mi cuello, mas sus dedos bajaron por el largo de mi garganta, mi cuerpo volvió a estremecerse contra el tacto de su piel…esta vez alejada del tacto áspero de sus guantes. Aferro el extremo superior de mi camisa tirando de ella, los primeros botones se esparcieron.
Mi respiración se aceleró junto con mi corazón que se golpeaba con violencia contra el pecho. Quise moverme de allí, pero mi cuerpo parecía no poder responderme con rapidez.
--Una sola línea, Nate—mascullo subiendo su aliento hasta los mechones que caían sobre mi oreja. Una extraña sensación de peligro y ansiedad rodeo mi cuerpo…eran nervios…¿podrían ser?—Te deje ir…--prosiguió separándose lo suficiente como para que nuestras miradas se encontraran—y tu…regresas…cuando…--levanto su brazo, dejándome mirar la liga que pendía aun, su piel estaba poniéndose morada debido a la falta de corriente sanguínea. Un pequeño puntillo resaltaba sobre su vena. Cerro el espacio por completo, sentí su pecho chocar contra el mío, me encogí contra la pared. Esta vez llevando las palmas a sus hombros para empujarlo. Se rio de mi inútil intento. Tenía que controlar mis reacciones.
--Y ni siquiera saber defenderte, Nate—dijo con autosuficiencia. Llevo la mano hasta el extremo rasgado de mi ropa, iba a desgarrarla de nuevo. Un temblor me recorrió.
--Al parecer el que tú si conozcas como defender tu integridad realmente esta puesta en duda—exclame evitando su mirada, evitando que notara la sangre que estaba subiendo por mi rostro.
Se quedó inmóvil. Herí su ego. Quizás ahora pueda decirle lo que vine a decir…por supuesto luego de que controle la hiperventilación que amenaza con ser sonora.
--¿Crees…Nate…que no sé cómo…defenderme?—exclamo en voz baja, ronca. Sujeto con mayor fuerza la tela de mi camisa, dio unos pasos atrás, jalando de mí. Nuestra fuerza no era comparable, evidentemente.
Cerré los ojos cuando sentí el impacto de mi espalda contra el suelo. Un peso extra prácticamente me ataco. Abrí los ojos entonces, encontrándome con la amenazadora mirada azul de Mello.
Estaba en cuatro puntos…encima de mí.
Esta vez lo que inundo mi cuerpo fue una honda de calor, un ardor tan fuerte que se concentró en mi mente…y en mi entrepierna. Sabía lo que ocurriría…y no quería que sucediera…no…estaba dudando….¿porque estoy dudando? Ni siquiera alcanzaba a entender porque me hacía preguntas, mi mente estaba traicionándome…
No. Me obligue a enfocarme, a no dejar de ver lo obvio: Mello estaba amenazándome, jugando un simple juego infantil de drogadicto.
Y por alguna razón ese hecho me hizo sentir molesto…en los juegos siempre hay que ganar, resolver todo acertijo…no ser un perdedor…
Me moví para apartarme, sus manos me regresaron al suelo. Nuestras miradas se enfrentaron un momento. Algo en las mías no le agrado.
--Eres….una maquina…--mascullo entre dientes, incorporándose hasta dejarme atrapado en medio de sus piernas, se hinco, tomo su arma y me apunto de nuevo.
Evite mirarlo de nuevo, retorciéndome el cabello. La ansiedad estaba volviendo, sentía su virilidad sobre la mía…el ardor no se detenía.
Gruño cuando no suplique por mi vida, arrojo lejos su arma y volvió a estrellar las palmas contra el suelo, mirándome fijamente. No le correspondí el gesto.
Aferro mi mentón con fuerza obligándome a mirarlo…ni siquiera lo logre…el aire se me corto al momento...no solo me obligo a verlo…también me beso.

POV MATT

Mire por enésima vez el interior de ese dormitorio. Nada fuera de lo normal. Demasiado simple en realidad.
Esta vez había logrado con éxito mi incursión al sistema de la universidad.
Sabía cuál era su nombre.
Beyond Birthday.
Y también averiguaría quién demonios era el, quien era Nate…Linda era mi única conexión segura, aunque en ese momento no estuviera allí. Pero ese era el lugar donde podría hallarla…estaba seguro.
Estaba ansioso…el que la seguridad de Mello (y la mía) estuviera en ese peligro era…demasiado…si ese tal B en serio seguía obsesionado, y si pertenecía a la policía, lo buscaban o...¡maldición! demasiadas probabilidades. No podía dejar que Mello corriera un peligro en medio de las pandillas y la policía…o B.
Me adentre unos pasos al lugar, curioseando. Hasta ese momento una cuestión asalto mi mente ¿y si Linda nunca estuvo allí?
--Mierda, Matt….¿qué haces aquí?—me pregunte.
--Si, Matt. Tengo interés en saberlo—intervino una monótona voz.
Apenas escuche el indiscutible tono inexpresivo de B, sufrí un respingo y tuve que girarme a la puerta. ¿En qué momento llego?
Iba vestido tal como lo recordaba, además de su mismo cabello alborotado negro, la postura despreocupada.
--B…
--Matt—se acercó cerrando la puerta tras de sí.
No sabía que decir.
--Linda está bien—dijo entonces, pasándose la mano por la nuca. Suspire--¿Cómo está el tipo rubio?—y una extraña sonrisa curveo sus labios. Bastante extraño que preguntara por él…o quizás no tanto.
--Pues el…
--¿Él está bien…estas aun con él?—interrumpió dando un paso.
--Si—balbucee.
La expresión de B se volvió gris, dejando atrás cualquier atisbo de alegría, se veía casi frustrado.
--Tendré que esforzarme más—resoplo con desgana. No alcance a comprender
B tenía las pupilas negras fijas en mí, esperando mi respuesta seguramente.
--¿Qué quieres decir?
--¿Qué haces en mi dormitorio?—hablo como al mismo tiempo.
--Nada—me apresure—quería asegurarme de…pero ya lo hice, y ya me voy—alcance a articular.
--Realmente debo esforzarme más—repitió.
--¿Qué?—aun me sentía un tanto mareado.
B se acercó tranquilamente mientras hablaba.
--Esperaba que el nivel de interés que hubiera despertado en tu mente, te condujere hasta aquí…veo que te subestime.
Se detuvo frente a mí, a escasos centímetros. Hasta ese momento percibí el ligero aroma a licor que desprendía—había estado ocupado, Matt…quizás demasiado como para concentrarme en ti…pero no sucederá de nuevo.
Retrocedí unos pasos, rodeándolo para dirigirme al otro extremo de la habitación, donde estuviera cerca la puerta. El que me dijera que esta vez iba a acosarme en serio no era de mucha ayuda.
--¿Quién eres?—pregunte sin rodeos.
--B
--Beyond—corregí. Sus pupilas se dilataron en cuanto oyó su nombre…pues por su reacción, efectivamente de trata de su nombre.
--Conoces mi nombre…
--¿Por qué la policía está buscándote?—exigí saber.
--¿Por qué conoces mi nombre?—se preguntó prácticamente para sí, mirando al suelo, llevándose el pulgar a los labios.
--Estaba en la base de datos de la escuela—respondí con ansiedad.
--Viniste aquí solo para encontrarme…entraste a la base de la escuela--alzo los ojos por debajo de las pestañas. Su expresión fue adorable. ¡Maldición! Matt, no es momento de pensar estupideces.
--Vine aquí porque quiero saber quién eres—dije al fin.
--Entiendo…--musito volviendo a su tono monótono—estas preocupado por el sujeto rubio…por su seguridad ¿no es así?
Vaya que intuitivo.
--A decir verdad no puedo decir que su seguridad me concierne también a mí, en realidad es un tema que me resulta irrelevante, sobre todo porque espero que no siga inmiscuyéndose entre nosotros—se rasco la nuca con una mano mientras hablaba con un tono demasiado natural, como si hablara del clima.
¿Dijo “nosotros”?
--Te recomiendo que no te preocupes por el—soltó de golpe.
Volvió a acercarse, retrocedí buscando a tientas la puerta, sin atreverme a quitarle la mirada de encima.
Los inexpresivos ojos de B se clavaban en los míos con una atemorizante determinación. Fijo sus vagas pupilas en mis labios, analizándolos con sumo cuidado; se acercó un poco más, aspirando cerca de mi cuerpo. Mis nervios estaban desatados por completo, mi corazón latía con fuerza contra mi pecho, casi dolía a cada golpeteo.
Eleve las manos entonces, empujándolo con fuerza, separándolo de la cercanía.
--Matt…realmente te recomiendo que no te preocupes más por el sujeto rubio.
Lo mire fijamente de nuevo, incluso estando lejos B era capaz de causar en mi ese estado de máxima ansiedad.
--No, no deberías. Matt, pero puedes venir aquí—se encogió de hombros metiendo las manos a los bolsillos del pantalón—es una situación pasajera el que habite este lugar…sin embargo…
¿A qué demonios estaba refiriéndose?
--¿Qué…dices?—trague saliva, realmente me sentía acosado.
--Cuando no tengas a ningún otro lado adonde acudir, cuando huyas de esa vida con el sujeto rubio—prosiguió como si nada—tal como huiste de tu anterior vida…porque eso sucederá—sentencio como si me conociera por completo, como si pudiera ver en realidad la forma en que me separe de mi anterior vida.
Saque el aire de golpe. Tenía que estar bromeando.
--Creí haberte dicho que estas equivocado con respecto a mí y a lo que piensas que fue mi “vida anterior”—trate de convencerlo. ¿Por qué no podía solo dejar de recordarme esa pantalla gris de mi existencia?
--Puedes intentar convencerme, sin embargo considero pertinente que te convenzas a ti mismo antes—dijo de paso, sacando una mano y llevándosela a los labios.
--Yo no necesito…
--Es inevitable—interrumpió separando el dedo pulgar de sus labios y acercándose otra vez. Retrocedí otra vez con los nervios disparados.
--Matt...—murmuro—Cometeré un error, usualmente no cometo errores, pero estoy dispuesto a asumir las consecuencias—dijo con voz monótona, luego una especie de sonrisa curveo sus labios—tu cuerpo se siente atraído por mi presencia.
Vaya manera de insinuar que me gustaba. Trague saliva descubriendo que…de ser cualquier otra persona, inmediatamente me hubiera reído de la idea tan ridícula.
Me encontré con la pared, dejándome inmóvil entre moverme o no, de hacerlo tendría que acercarme a B…aunque en realidad ya no era una opción muy válida, puesto que gracias a mi torpe mente alentada por el consumo de etílico no me dejo pensar rápido. Beyond se detuvo justo frente a mí, a escasos centímetros.
Seguí inmóvil, con su respiración cálida, producto del alcohol, enredándome la piel del rostro.
De pronto su expresión se hizo aburrida, casi frustrada, quizás no recibió la respuesta que esperaba.
--No me parece probable que comprendas el alcance del error que acabo de cometer—exclamo—los experimentos suelen responder a las acciones—musito para sí, llevándose un pulgar a los labios, de nuevo, y maldita sea, lucio dulce de nuevo. Alzo los ojos de nuevo y se acercó hasta mi boca. Apenas sentí el calor de su cuerpo sobre mí, aparte el rostro. Una de sus manos se empotro contra el muro, justo frente a mis ojos.
La otra mano subió discretamente por mi cuello hasta rozar mi cabello. Sus oscuros ojos se fijaron en los míos, concentrándose en ellos…y por un momento tuve la ilusión de que cambiaron su tonalidad, volviéndose más brillantes, rojizos…vivos…o quizás es producto del alcohol.
Dio un último paso, enredando sus dedos en mi cabello. Mi respiración se agito, a saber si es por lo que ocurre o porque se lo que esto significa: infidelidad.
Atrajo mi rostro en un momento. Sus labios eran suaves en realidad, sabían bien, con una mezcla de un dulce ¿fresa? Y el licor que bebió antes de venir a su dormitorio.
Mi corazón se agito con violencia, respondiendo a la ansiedad, despertando una honda de electricidad que me recorrió el cuerpo.
Mis pupilas se dilataron presa de la confusión, mas tampoco me moví, cedi ante la presencia del alcohol…y de B.
Cerré los ojos introduciendo mi lengua en su cavidad. Un gemido ahogado despertó en la garganta de Beyond, complacido. Su otra mano debió abandonar el muro, ya que pude sentir su piel fría sujetar mi cadera por debajo de la playera. Aferro una de las trabillas del pantalón, tirando de ella para que nuestros cuerpos chocaran.
Una parte de mi sabía que eso no estaba bien…quizás por eso no hice nada más que dejar colgados los brazos.
La humedad de su lengua se introdujo en mi boca, explorándola. Lamio mis labios una vez, mi cuerpo se estremeció ante el contacto. Sujeto con mayor fuerza el cinturón. La forma de besar de B era…inusual. Una mezcla entre ansiedad y fuerza…entre la desesperación y la seducción…como si estuviera conteniéndose de algo en realidad serio.
Aspire para recuperar el aire, su aroma se entremezclo con el mío; sus labios succionaron mi inferior mientras su mano me atraía con fuerza para evitar que me apartara, y la otra sujetaba con fuerza mi cinturón…
Mordió mis labios con una extraña forma, sin lastimarme pero logrando dejar una estela de punzante molestia placentera en ellos…tan diferente a la violencia impulsiva de Mello… ¡Mello!
Como enchufe en mi cabeza la imagen del rubio golpeo mi consciencia. No podía retroceder, pero si quitármelo de encima. B interpreto mi movimiento de otra manera, retrocedió tirando de mí, torpemente mi cuerpo le siguió, movido por la forma en que sus dientes aprisionaban mis labios. Perdimos el equilibrio…caí sobre el encima del colchón de la cama, atravesados de forma horizontal. Su garganta jadeo cuando mi peso presiono contra su pecho…
Y…me gusto.
Mis manos subieron por si solas, a los largo de sus costados, intrigado por saber si la piel de B era igual de fría en todas partes…
No podía controlarme por completo, a sabiendas que todo estaba mal…
Guio su lengua hasta la comisura de mis labios, paseándola, logrando que mi cuerpo respondiera buscando sus labios otra vez.
Sus palmas heladas entraron por debajo de la playera, arañando mi espalda… un hormigueo recorrió mi abdomen, bajando peligrosamente…
Tomo mis hombros, poniéndome de espaldas contra el colchón en un momento, cambiando posiciones. Se hinco con las piernas abiertas sobre mí, llevándose las manos al borde de su propia playera oscura, sacándosela de golpe. Mis ojos recorrieron su delgado pero curiosamente delineado torso…cada relieve tan pálido como la nieve. Nunca imagine que esa fuera la complexión de B…
La forma en que regreso hasta la altura de mi rostro me recordó la de un felino acechando a su presa, me miro como si pudiera matarme con solo acercarse.
Se agacho un poco más, hundiendo el rostro en mi cuello, aspirando con fuerza; introduciendo su palma por debajo de mi ropa: me estremecí con fuerza cuando sus uñas viajaron desde mi pecho por las costillas hasta mi abdomen.
Oí su respiración agitada, lasciva…deseosa…caliente. De nuevo sentí que estaba conteniéndose para no ahorcarme o algo así…
“Mello”, al rubio también le gustaba la brusquedad. ¡Mierda!
Trastabille hasta lograr apoyarme sobre el lecho y ponerme en pie, separándome bruscamente, rompiendo todo contacto, apartando a B en el camino.
La cabeza me dio vueltas un momento, al aire se me cortaba, me sujete la cabeza con una mano y espere a que el malestar se acabara…y el oxígeno volviera a mi cerebro.
En realidad nunca estuve atrapado, no fue tan difícil deshacerme de B…quedarme allí como un idiota no fue precisamente porque no fuera capaz de liberarme…
Sacudí la cabeza y me volví a B, molesto, por primera vez dispuesto a amenazar a alguien. Cuando le vi, estaba sentado de forma aburrida en la cama, mirándome.
--Liberarte de una prisión en la cual deseas permanecer…no es propio de ninguna mente pensante—aviso. Fruncí los labios contrariado y a la vez expuesto…! B se dio cuenta que podía salir de allí mucho antes de lo actuado! Y, sin embargo, ahí estaba en ese momento, tranquilo, dueño de sus emociones y sensaciones…Mello ya me hubiese puesto con el rostro contra el suelo.
--Sin embargo—agrego—las consecuencias de haberte revelado una verdad tan visible ahora me obligaran a apresurarme—dijo. Parpadee confundido ¿ese era el “famoso” error?: ¿decirme que yo gustaba de él? …¿Qué iba a apresurarse con qué?
Se puso en pie bajando de la cama, caminando otra vez en mi dirección.
--Aléjate—dije.
--Matt…no soy un ser humano al que le guste conformarse con el segundo puesto…--exclamo sin detenerse.
--Si vuelves a Richmond…morirás—solté.
--¿Vas a matarme?—ladeo la cabeza. Dude--¿el tipo rubio lo hará?
No era una posibilidad remota, francamente…aunque en realidad la última vez que B y Mello se vieron, puedo haber ocurrido un verdadero percance donde alguno en serio terminara muerto…lo que me recordaba…
--¿Eres policía?—pregunte sin pensar. Se frenó en seco. Su expresión se hizo curiosa un momento—Lo seas o no, B…debo irme—dije, quizás estaba metido en más problemas aun. No hizo nada, lo cual, fue tranquilizador.
Volví sobre los pasos que había recorrido, la imagen de B estaba dando vueltas en mi cabeza, la cercanía, la forma en que olvide la peligrosidad que representaba estar cerca de un posible policía…sin embargo, algo más revoloteaba en mi desordenaba mente: sabia su nombre (incluso si fuera falso).
--Beyond Birthday—musite recordando el nombre que aparecía en el registro de dormitorios de la universidad de California. Y lo peor…el contacto…me había gustado.

POV NEAR

Por primera vez desde la noche en que mis padres murieron…mi mente esta nublada. Un trozo de mi raciocinio me grita que me aleje...otro que no hay forma en que me mueva…el ultimo simplemente no sabe cómo manejarlo…pero tampoco quiere salir de allí.
Su lengua recorrió mis labios, una honda de electricidad me invadió; su mano subió por debajo de la tela, acariciando con fuerza mi piel dejando en el camino una extraña sensación punzante, aferro la tela de mi cuello levantándome el torso contra el suyo.
Sentí que sonreía contra mis labios.
Mi garganta protesto sórdidamente ante el impacto de su pecho contra el mío, ya no sentía el frio del piso debajo de mi espalda. Mi gemido fue suficiente al parecer, pues la humedad de su lengua invadió, abriéndose paso por entre mis labios apenas entreabiertos. Podía sentirlo recorrer el interior de mi cavidad de forma posesiva, abruptamente…La adrenalina de verme en posible peligro comenzó a atacar mi mente, imposibilitado para solo dejarme llevar, sus ojos azules me contemplaban con un extraño brillo que se sumaba al tamaño de sus pupilas dilatadas, una chispa de excitación las encendía.
Eleve las manos hasta su cuerpo para empujarlo, se robaba mi oxígeno, incluso creí que intentaba una nueva forma de asfixia.
Mi falta de interés en seguirle el juego debió enfurecerlo, soltó mi ropa dejándome caer contra el piso de nuevo, liberando mi respiración. Aspire hondamente, un tanto entrecortado…no lograba controlar la hiperventilación.
Me atravesó con su mirada, trate de mostrarme lo más apacible posible, controlar los espasmos que hormigueaban por mi cuerpo, me obligue a pensar llevándome una mano al cabello…olvidar el producto de sensaciones que provoco su contacto.
Una nueva sonrisa retorcida se extendió por su cuerpo; bruscamente separo mis piernas, posicionándose en el medio.
--¿Sabes cómo defenderte, Nate?—se burló elevando una rodilla hasta mi entrepierna. Mi cuerpo se tensó, sus manos se clavaron en mis hombros dejándome inmóvil contra el suelo.
--Basta—dije. Ensancho la sonrisa, comenzó a mover su pierna en círculos…recordaba la escena mas esta vez no terminaría igual…
La electricidad volvió, concentrándose en un solo lugar…No iba a soltar, no podía apartarme…las sensaciones humanas despertaban en mi por naturaleza…por Mello. Sus profundos orbes me atrapaban con su resolución, luche para apartar la vista…su cuerpo caliente transmitía al mío su ardor.
Se inclinó al frente, su peso cayo contra mi entrepierna, mi garganta reacciono.
--El pequeño Nate—musito contra mi oído, su aliento hizo que me encogiera. Seguía jugando de la misma forma desinteresada con que Beyond se acostaba con cualquiera…y eso me enfureció.
--Mello…avísame cuando termines—exclame con la mayor frialdad posible, tomando en cuenta que mi piel ardía debajo de la suya. Se quedó inmóvil.
--¿Quieres que empiece en verdad?—musito como reto. Sus manos bajaron por mis hombros, uniéndose a mi pecho, sujetando las solapas de los extremos que aún se unían, escuche la tela desgarrarse, los botones brincaron…un escalofrío me sacudió.
Sus calientes dedos rodearon mi estómago hasta mi cintura, escalando por mi cuello hasta la mandíbula. Me estremecí…el peligro dejo de importar.
Su aliento jugo contra mi barbilla, di un respingo cuando sus dientes aferraron mi piel con fuerza, el dolor pico en mi raciocinio.
Sus uñas se enterraron en mi cintura, recorriéndola hasta el vientre, dejando una estela de ardor.
Mi corazón se desboco.
Mordió mi cuello con fuerza. Esta vez me queje de forma más sonora, se separó de mi para mirarme.
--¿De verdad quieres que me detenga cuando ni siquiera he comenzado?—musito con voz irónica, sorda…excitada. Sabía que debía contestar afirmativamente…
Sujeto mi garganta con una mano.
--Te estoy hablando…¡respóndeme, Nate!...Mírame…
El aire se me cortaba…el hormigueo estaba por explotar en un visible resultado en mi entrepierna. Su otra mano viajo hasta su pantalón, sacándose de golpe el cinturón, se desabotono el pantalón…De repente sentí una extraña urgencia.
--¿Qué quieres hacer primero, Nate?—reto, era una gran consideración que lo preguntara aunque bien su tono fue irónico…allí yo no tenía voz ni voto. Su mente ya no respondía sino a los impulsos excitados. Se acercó a mis labios para hablar contra ellos--¿quieres follar conmigo, Nate?—mordió más suavemente mis labios, tirando de ellos levemente. Mi cuerpo se sacudió suspendido en una honda de electricidad y calor…
Embistió significativamente mi cuerpo, se me escapo un jadeo ahogado, le pareció divertido pues delineo con la punta de su lengua el contorno interno de mis labios.
…No lo hice como una forma para escapar, tampoco como un plan rebuscado o brillante para salvar en lo posible mi integridad…simplemente…mis brazos se elevaron trémulamente hasta su espalda, siguiendo los espasmos que su entrepierna contra la mía estaban provocando.
Enterré las yemas de los dedos en su piel cuando Mello volvió a encajarme los dientes en el mentón.
Estaba…disfrutándolo también…¿yo, Nate? ¿Disfrutar de un efímero contacto al que antes no le veía sentido alguno más allá de la carnalidad vacía humana?
Jadeo.
Con una punzada de calor mi cuerpo despertó por completo, la extensión debajo de mi abdomen se hincho con la acumulación de sangre y excitación, creció. Su peso ejerciendo presión me hizo temblar, el centro de cada sensación era precisamente mi sexo…y el suyo.
Nunca antes había tenido contacto con alguien. Nuestros labios se encontraron de nuevo, chocaron en un juego nuevo, pugnando por recobrar algún nivel en la competencia.
Apoye las plantas de los pies sobre el suelo, dejando su cadera atrapada entre mis muslos; comenzó a moverla de arriba abajo, logrando que mi dureza palpitara…la sensación era demasiado agradable, excelsa. Lleve las manos por su cintura, rozando tímidamente su contorno, llegando a los espacios que se marcaban en su vientre, justo en la separación de su abdomen con su hombría. Se estremeció sonoramente encima de mi cuando mis dedos presionaron, sin pretender, ese lugar. También me sacudí, mis manos se apartaron de allí cuando note la dureza debajo de su pantalón.
Gruño ansioso, aferro la tela del mío y forcejeo para empezar a quitármelo…una imagen asalto mi mente, un recuerdo que creí inútil y desechado…mi padre…Beyond…Elle…
De inmediato detuve sus manos.
Me miro furioso, interrogándome como osaba siquiera interrumpirlo.
Nuestras miradas se encontraron…fue como si el calor se esfumara de mi cuerpo, la frialdad que rodeaba la realidad, mi realidad, mi existencia se antepuso…pero no disminuyo la cantidad de excitación que punzaba en mi miembro, este me dolió.
Cerro sus puños contra el suelo, sujeto el borde de mi pantalón Mello, estaba dispuesto a hacerlo…como fuese.
Acerco su rostro.
--¿Quieres…
Y la puerta se abrió.

POV MATT

Deje botada la colilla de cigarro antes de abrir la puerta.
Podría decirse que los últimos vestigios de mareos se cortaron ante lo que vi apenas puse un pie dentro.
Mello me miro…molesto ¿ahora que hice?
Pero esa no fue la cuestión directa de mi confusión, debajo de él estaba… ¿Nate? Sujetaba una mano de Mello (mientras que con la otra se retorcía el cabello); el rubio cerraba los puños…tenia las pupilas dilatadas como un par de aceitunas y el brazo izquierdo prácticamente morado al tener enredada la liga aun.
El mentón del chico estaba entintándose morado ¿un golpe? Mello acabo de analizarme, miro a Nate y sonrió.
Un largo segundo transcurrió mientras contemplaba atentamente.
--Mello—dije mientras me acercaba. Buen susto debió darle al chico. Me incline tomando al rubio por un hombro, él se deshizo de mi mano, sujeto mi nuca y me atrajo hasta sus labios bruscamente.
--Mello—me queje apartándome. Gruño molesto y se puso en pie, soltándose la liga por fin, a este paso debe tener el brazo más entumido que las neuronas, pero no se lo diría, en este estado cualquier broma puede causarme problemas. Oí a Mello dar un sonoro portazo al dejarnos solos en el salón.
Nate se incorporó lentamente, jalando su ropa para cubrirse el torso.
--¿Estás bien?—quise saber. Me miro de reojo, retorciéndose un mechón de cabello—Creí que no volverías aquí—agregue—Mello pudo haberte hecho daño, mucho más que eso—señale su mentón.
Entonces me miro atentamente. Parpadee confundido.
--Levántate—dije—si no le pones algo frio a “eso” el golpe va a inflamarse, créeme—explique poniéndome en pie.
--Golpe…--musito evitando mi mirada—en realidad preferiría permanecer en este sitio—musito encogiéndose levemente, pegando una rodilla al pecho, atrayendo la otra y orientando hacia otra dirección el cuerpo, no quería que lo viera.
--Como quieras—respondí dándome vuelta—¿Qué haces aquí, Nate?—inquirí buscando mi ordenador.
--Por la misma razón que tu: buscaba a Mello—soltó de golpe. Me volví.
--No creo que se trate de la misma razón—obvie sonriéndole.
--Tu eres el motivo por el que mi hermano encuentre este lugar agradable, no significa que piense lo mismo—dijo, hizo una mueca.
--¿Quieres algo frio ahora?
Me miro de reojo y me ignoro.
--Hablare con él.
--¿Quién dijo que yo quiero hablar contigo?—intervino Mello, saliendo del dormitorio.
--En realidad creo que es mejor que te vayas, Nate—exclame mordiéndome los labios—La policía y…B…vendrán por el—agregue dirigiéndome a Mello. Realmente no quería a Beyond cerca en este momento…aun sentía su fiel fría arder irónicamente contra la mía.
Sacudí la cabeza para concentrarme.
Mello sonrió a medias con autosuficiencia.
--Si el imbécil de B quiere venir por Nate…que venga—dijo sin más—pero “el” se quedara aquí hasta entonces—señalo al chico.

POV LIGHT

Suspire cansinamente por enésima vez. No estaba seguro de cuando tiempo llevaba con la mejilla apoyada en el dorso de la mano, sentado con una pierna cruzada, contemplando a Elle tomar una fresa, de entre las muchas del tazón, cubrirla con crema y llevársela a la boca.
Estar en su oficina no era precisamente lo más emocionante del mundo a decir verdad. Ventanales enormes que podrían reflejar los rayos del sol a la considerable altura donde nos encontrábamos, sin embargo las gruesas cortinas cubrían todo paso de luz a pesar de ser de un color claro.
Comía de forma extraña, solo usando la punta de los dedos…pero estaba acostumbrado…al color de su piel, sus manías, su oscuro cabello alborotado, la forma infantil de sentarse, la despreocupación por si aspecto…todo…
Sacudí la cabeza, debía dejar de pensar tanto en Elle… si no fuera yo un genio podría temer porque si rareza se contagiara.
Mi móvil vibro contra mis llaves dentro del pantalón, distrayéndome de mi análisis a la silueta delicada de Elle. Tome el aparato y abrí el mensaje de texto.
“Misa Misa te extraña. Besos, Light hermoso”
Fruncí los labios, que desagradable. Esa mujerzuela de Richmond que tuve que frecuentar sirvió para sacarle información sobre las circunstancias y conflictos de ese tugurio, en realidad, fue de mucha ayuda pues gracias a ella logre dar con mi distracción perfecta: Mello. Ahora no importaba, Elle se deshizo de mi trabajo como si nada, por lo que ya no tenía necesidad de soportar a alguien innecesario como Misa Amane.
La puerta por fin se abrió, Watari, secretario particular de Elle (y prácticamente el hombre que cuida a este hombre con manías de crio), dejo libre el paso a alguien más.
Alce los ojos cuando cruzo el umbral, era alto, de cabellos oscuros y mirada seria, sin embargo, un tanto contrariada. No lo culpaba, esta era la primera vez que Elle pedía hablar con uno de sus agentes encubiertos personalmente.
Se quedó de pie, esperando.
La silla se giró entonces, si Elle quería lograr una pantomima barata de hombre de negocios peligroso, lo logro. El sujeto parpadeo un momento ¿Quién no lo haría? Elle es la significación máxima de excentricidad…y si, se parece a Beyond.
--Agente Giovanni—saludo con ese tono inexpresivo suyo--¿Cómo está mi hermano Beyond?—fue al grano. Incorpore el rostro, esa jugada no la esperaba.
--¿Su…hermano?—me miro buscando una especie de confirmación, lo cierto era que también estaba un tanto sorprendido por la confesión.
--Así es, me parece que actuar una escenificación no convencerá a ningún criterio coherente—exclamo mirándolo con aburrición—Y el parecido es…interesante—volteo la mirada, ocultado en rostro con su enmarañada cabellera oscura.
Era cierto, a nadie engañaba, yo mismo sin saber que Beyond se tratara de su hermano, podría darme cuenta…verlo fue…aterrador.
--Así que se trata del hermano de Beyond y Nate para quien he estado trabajando—exclamo con más calma.
--El agente Rester y la agente Lidner no han sospechado hasta ahora de ese hecho.
--No, no lo han hecho. Sin embargo, ahora puedo dar sentido a que se me fuera encomendada la tarea de vigilarlos desde que fueron llevados al orfanato.
Elle le miro.
--Agente, pedí que viniera aquí por una sola razón—dijo, Giovanni acerco el cuerpo, interesado—Quiero que se encargue de investigar a Beyond, aléjese de Nate por ahora.
--Creí que Nate era prioridad debido a su edad…
También yo lo pensé.
--Nate estará bajo mi vigilancia directa—se llevó otra fresa a los labios—su trabajo radicara solo en una función, agente: deje a Beyond hacer lo que quiera—comió su fruta.
Entorne los ojos.
Giovanni dudo.
--Pero…es peligroso para su integridad y la de Nate…
--Agente…solo si permite que la voluntad de Beyond se refleje en sus actos…podremos estar en condiciones perfectas para colocarlo en un lugar más adecuado—dijo como si nada.
--No comprendo…
--Un psiquiátrico…--deduje recargándome en el respaldo del sillón otra vez.
--Buena deducción, Light—me miro con sus vacíos ojos—sería una opción—se llevó un pulgar a la boca en reflejo a que estaba pensando.
--¡No puede!—intervino Giovanni.
Ambos le miramos, Elle con monotonía. Normalmente yo no lo consideraría justo, sin embargo, Beyond era demasiado inestable para mi gusto, estaría mejor en una celda acolchada.
--Agente su trabajo no debería nublar su juicio—dijo buscando otra fresa—si eso sucediera me temo que tendría que ubicarlo en otra tarea.
--No—dijo luego de un momento—Seguiré lo que se me ha encomendado. Pero, si necesito saber ¿Por qué?
--Agente—sus dedos de mármol se detuvieron, flotando en el aire sobre el tazón de fresas—es mi obligación hacer lo mejor por mis hermanos, y la sociedad, tanto como un hobby—alzo la mirada, era demasiado fría—pero ninguna de esas razones afecta mi juicio.
Franca y personalmente dudaba de ello, si fuera así me hubiese dejado a mí terminar el trabajo, pero no, a Elle le importaban su par de hermanos fenómenos…y esa era una debilidad que podía costarle caro.

POV MATT

Mire la puerta con atención, era extraño saber que detrás de ella había alguien más, una persona distinta, ajena, que no debería estar allí…por variadas razones. Nate seguía encerrado en el dormitorio. No tenía forma de escapar puesto que la única ventana cercana es la del cuarto de baño, e incluso con el tamaño del chico no podría pasar por allí.
Mello ni siquiera había notado mi presencia otra vez, aún estaba echado sobre el sillón, comiendo distraídamente su chocolate…lo cual era bastante extraño, tomando en cuenta que sus neuronas aún estaban debatiendo su vida.
Resople expulsando el humo y concentrándome de nuevo en mi ordenador, jugando la aburrida partida de póker programada en este.
La sola idea de que B se presentara por su hermano llenaba de dudas mi mente, la seguridad de Mello estaría en juego…
Ansioso tome mi móvil y busque entre las llamadas, encontré el número que buscaba y llame.
Pasaron unos segundos.
--¡Matthew!—oí la conocida voz de Linda.
--Matt—corregi—Oí que estabas bien.
Capto mi indirecta.
--Lo siento, Matthew, en serio no quise dejarte allí—su tono no traspasaba mucho arrepentimiento.
--No importa—dije, resignado a que me llamara como quisiera—Tengo que hablar contigo—avise en voz baja, echándole una mirada a Mello, el rubio tenía la mirada perdida todavía. Me puse en pie y anduve como si nada hasta un rincón.
--Yo…--dudo.
--¿Quién es B?—al grano. Transcurrió un momento de silencio total.
--No puedo decírtelo, Matthew—esta vez su voz fue avergonzada—Lo único que puedo decirte es que no forma parte de la policía, es todo.
Me permití dar un respiro, si eso era verdad entonces las posibilidades disminuían y la seguridad de Mello aumentaba.
--¿Y entonces que tiene que ver con la policía?—inquirí, por alguna razón le seguían.
--Lo siento, Matthew—se disculpó.
Suspire cansinamente.
--¿Estás bien en serio, Linda?—quise saber.
--Gracias, Matt—traspaso una sonrisa en su voz—Sabes…
--¿Sí?
--B no es tan malo.
El móvil desapareció de mis manos. Me volví de inmediato, Mello colgó la llamada cortando la comunicación de golpe.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo… ¿habrá oído algo en especial? Me saco los googles del rostro…
Sin decir nada sus manos aferraron mis hombros, golpeándome la espalda contra el rincón en el que había estado hablando. Sus ojos me atravesaron, me contemplaban atentamente, fijándose en ellos con demasiado análisis…otra vez trataba de convencerse de algo…y también había una cierta chispa de renuencia en sus orbes dilatados.
Su respiración estaba un tanto agitada…como si siguiere molesto.
--Mello…--trate. Sus labios se impactaron contra los míos de golpe, dejándome sin aliento al primer segundo.
Su contacto fue exigente por completo, furioso, ansioso…De inmediato gruño ante mi inmovilidad ¿Cómo quería que le respondiera en ese pequeño lapso?
Enterró sus dedos en mi cuerpo, estrujando mi ropa; mordió mis labios con desesperación, casi angustiado…
--Mello---hable contra sus labios, apartándome un segundo para poder preguntarle lo que ocurría.
--Cállate, perro—ordeno.
Elevo sus manos por mi cuello hasta aferrar mi rostro para mantenerme quieto. Sus labios volvieron a los míos, besándolos con la misma rapidez y exigencia plasmada en el acto.
Bajo las palmas por mis brazos, pasando por mi abdomen, directo a mi entrepierna, la sujeto, di un respingo. Se me escapo un gemido complacido, me gusto.
Ejerció presión contra mi miembro mientras movía en círculos la mano, mi respiración se entrecorto, agitándose de inmediato.
Mi mente se nublo por completo.
Lleve las palmas hasta su cabello, enredando los dedos es sus mechones dorados, atrayéndolo hacia mí, sujetando con mis dientes su labio inferior, tirando de él lo suficiente para que se le escapara un jadeo ronco.
Su cuerpo se impactó contra el mío con violencia, empotrándome la espalda en el muro, logrando que su mano quedara atrapada entre mi miembro, que sujetaba, y el suyo.
Oí su respiración ronca, su aliento caliente sabia a chocolate…
Baje las manos por su espalda, enterrando en ella las manos, dejando una estela de calor conforme a su paso, al llegar a su cintura la rodee hasta su vientre, aferre el borde de su pantalón de cuero, lo atraje con violencia hacia mi cuerpo.
Nuestras lenguas chocaban una con la otra, su humedad llenaba mi cavidad con rapidez, convirtiéndose en una acción puramente lasciva…
Baje mis labios por la comisura de sus labios, pase la lengua por ella, se estremeció, seguí mi camino hasta su cuello, lo mordí. Al contacto su palma se cerró entorno a mi extensión, me estremecí.
Guie mi lengua por el ancho de su cuello, lamiendo su suave piel…olvidándonos por completo de las heridas aun dolorosas de aquella ultima paliza.
Mi cuerpo temblaba a la mera presión de su mano contra mi sexo, me sentía duro por completo debajo de su ardiente piel.
Su otra mano aferro mis cabellos para atraerme, trastabillamos un momento hasta el sillón individual. Cayo sobre este, de inmediato escale hasta el, subiendo hasta su regazo. Mello también estaba duro.
Busque sus labios con ansiedad, bajando los dedos por la perfección de su torso, los delineados y duros relieves de su abdomen y su pecho…sus manos entraron por debajo de la tela, rasguñando la piel de mi espalda, arquee esta al frente presa de un fuerte espasmo. Un gemido salió de mi garganta.
Mi playera desapareció cuando las dementes manos de Mello me la sacaron, su lengua recorrió con su deliciosa humedad mi pecho. Eche la cabeza hacia atrás, sintiendo debajo de mí su miembro palpitante.
La hiperventilación fue sonora entonces, sus dientes mordieron uno de mis pezones, me queje.
Sujeto mi cuello para volverme a su rostro, guio sus labios hasta mi garganta…se detuvo un momento. Me atreví a mirar, con el rabillo del ojo vi como contemplaba mi piel con atención…
“¡Beyond!” me dije…¿habrá dejado alguna marca?
Iba a hablar cuando sus dientes se aferraron a esa parte ya sensible, me queje, si no estaba herido con anterioridad, ahora lo estaba.
Lo empuje cuando el dolor le gano al hormigueo.
Dirigió sus dientes hasta la base de mi cuello, lamiendo luego la herida.
El calor ahora era total, el espasmo se concentraba en mi entrepierna, palpitando con urgencia.
Tomo mis hombros, con una media sonrisa me aparto de su regazo…me deslice por su pecho hasta el suelo.
Aferre con los dientes el cierre para bajarlo, gimió. Desabotone valiéndome de la lengua, en eso fui bastante hábil…
Aparte la molesta tela de los bóxers que me impedían llegar a mi meta. Su miembro duro palpito contra mis labios.
Aspiro con fuerza, con la garganta rasposa.
Lleve mis labios hasta la punta, introduciendo lentamente su extensión en mi cavidad, jadeo con la garganta, aferrando los extremos del sillón con fuerza, haciendo puños las manos para no ahogarme en ese preciso momento.
Arqueo la espalda separándola del respaldo cuando lamí la extensión, cual caramelo…y para mí…su sabor era incluso mejor.
Regrese a mi cometido, subiendo y bajando por su cuerpo, llenando mi boca con su sexo, cubriéndolo con humedad. Palpitaba dentro de mi boca…caliente…parecía reaccionar ante mi contacto con cada segundo.
Oía su respiración agitada… rasguñe su vientre, nos sacudió un estremecimiento…
Succione la punta, me aparte un momento, volví a mi trabajo…

POV NEAR

Aspire una vez, ignorando el olor a humedad que se agarraba a mis mechones de cabello. Deje caer la mano, desprendiéndola de mi cabello, dejando que rozara con el suelo. Absolutamente no iba a poner una sola parte de mi cuerpo en esa cama donde Mello…y Matt…seguramente…
Resople cansinamente, era una posibilidad obvia. Me puse en pie entonces, no era mi deseo permanecer más tiempo allí, no tardaría en llegar Giovanni con mis padrastros o con Elle…junto a toda la policía…o incluso peor, Beyond.
No me importaría de no estar presente Matt…sacudí la cabeza, era aún más frustrante, la calidez del cuerpo de Mello aún estaba presente sobre el mío, incluso por debajo de la tela de mi camisa rota…me punzaba levemente el hematoma en mi mentón (que Matt acuño a un golpe de Mello), los labios me quemaban con una sensación extraña…nunca antes la había sentido. No era tan desagradable…en realidad…no era desagradable. Punto.
Avance con desgana hasta la puerta, decidido a decirle lo que debía decirle y luego marcharme de allí…superar mi propio puzzle, triunfar la mente sobre el cuerpo…No me dejaría guiar por mis instintos.
Tome el pomo de la puerta pero no lo gire de inmediato…del otro lado estaba Mello…el casi convicto, o probablemente ex convicto…peligroso, violento, impulsivo…sus ojos azules me notarían…sus profundos ojos azules, los orbes más vivos que he visto…mas…atrayentes.
Me retorcí el cabello por automático…
--Mello…
Gire la perilla y la abrí lentamente, asome el rostro, alzando los ojos…
Me detuve con brusquedad. En verdad nada me sorprendía lo suficiente para causar en mí una reacción negativa, las posibilidades eran un abanico enorme que siempre hay que considerar…la mente es una maquina como para dejarse llevar por algo como la…confusión, la sorpresa…o el repentino enojo.
Mis pies retrocedieron automáticamente para situarme tras el muro, un tanto avergonzado por presenciarlo…
Mi respiración se agito en medio de una estupefacción ajena a mí…apenado…molesto…
Me atreví a mirar de nuevo, permaneciendo oculto tras la pared, intentando que me notaran aunque…Matt no podría mirarme…
Estaban justo frente a la puerta, Mello respiraba entrecortadamente, hundido en el sofá, se mordía los labios en una mueca complacida…Baje las pupilas por su torso desnudo, una capa casi invisible de humedad lo cubría, haciéndolo brillar bajo la mortecina luz de su foco…
Arrodillado en el suelo, justo en medio de sus piernas, dándome la espalda, estaba Matt.
Su cabello rojizo iba y venía de arriba debajo de forma continua, lentamente en un ritmo constante.
Un gemido ahogado de Mello me obligo a subir la vista, se mordía con más fuerza, arqueo la espalda un poco, llevando la mano hasta los cabellos de Matt, enredándolos en este, sujetándola y guiando el ritmo.
Me encogí apartando la mirada, refugiándome detrás del muro, retorciéndome un bucle cada vez con mayor rapidez…estaba…enojado.
Asome las pupilas otra vez, un estremecimiento me recorrió la espalda: los orbes azules de Mello me miraban fijamente.
Quise volver adentro, sin embargo, aquella electricidad ya más conocida me obligo a mantenerme allí…sus labios entreabiertos se fruncían a momentos, presa de sensaciones…Podía notar los espasmos cuando su cuerpo se agitaba levemente.
Las escenas de esa categoría nunca causaron en mi mayor interés, mucho menos reacciones…y, sin embargo, la chispa de ardor estaba bajando por mi cuerpo, concentrándose en abdomen bajo.
La respiración me traiciono de pronto. Me agite.
Una de las manos de Matt subió por su pecho, dejando un camino rojizo sobre su piel en cuanto pasaba, paseo por su abdomen, remarcando las divisiones de este, volviendo luego hasta el medio, sujetando la extensión de Mello.
Y el…no aparto sus mirada de mí en todo el momento.
Se le escapo un jadeo, vi a Matt levantar la cabeza un poco, liberando al rubio, no lograba ver con exactitud que hacia ahora, mas podía imaginarlo subir y bajar su lengua por el miembro…una mezcla de frustración, molestia y hormigueo enredó mi mente y mi cuerpo…
Aquellas sensaciones eran ajenas por completo.
Mello dejo libre un gemido ronco en forma, echando el rostro hacia atrás, mordiéndose los labios otra vez. Una ligera punzada de exigencia palpito en mi entrepierna;
La mano de Mello guio los labios de Matt de vuelta; mi respiración rompió su ritmo total, el cuerpo entero estaba presa de esa corriente de electricidad mezclada con la furia.
Un espasmo lo hizo vibrar, jadeando sórdidamente, di un paso atrás desviando la mirada. Tras un segundo volví a mirar, una sonrisa autosuficiente se extendió por su rostro…
Mi cuerpo se estremeció.
De la aparente nada Mello alzo la mano, extendiéndola suavemente hacia mí, su dedo índice se movió entonces…llamándome…sujetando con la mano libre la cabeza de Matt que subía y bajaba…subía y bajaba…
Mi corazón rompió sus latidos normales…podía oír mi propia respiración, tan agitada como la de Mello al seguir con la boca de Matt entre las piernas, dejando salir gemidos cada vez más sonoros.
Su sonrisa se transformó a una mueca de placer…mi cuerpo reaccionaba…otra vez… lleve mi mano libre hasta mi pantalón, como si con ello pudiera evitar que la sangre bajara.
Mello perdió control total de su respiración, el sonido dela humedad en la boca de Matt en contacto con su piel llenaba mis oídos, cada vez más rápidamente…Mello arqueo la espalda al frente, dejando vulnerable su fuerte torso, un gemido quebró su garganta, enterró el rostro de Matt en su cuerpo…vibro con fuerza… Cerré los ojos un momento, apoyándome contra la pared, con su imagen dando vueltas en mi cabeza…lo que encontré en mi subconsciente que ahora estaba más que en la superficie de mi psique fue…inusual para mi…yo “quería” ser Matt.
Cuando mis ojos se abrieron, el chico pelirrojo se incorporaba lentamente, masajeando con una mano la entrepierna de Mello, cubriéndola de mi visión total; acerco sus labios a los del otro, juntándolos…Mello le correspondió, sin embargo, sus ojos se fijaron en mí, atravesándome con su profundo color azul…
Tuve el impulso de acercarme, no lo hice, mi mente me lo impidió. Aunque no por ello despegue mi mirada de la del rubio…quien, mirándome le seguía en su juego a Matt.

Notas finales:

bshooos tronahoozzz!


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