Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EXCESOS por HakudiNN

[Reviews - 73]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola hola, me sali de clases para actualizar!! respondo comentarios el jueves =D gracias!

POV LIGHT

Las notas vibraban en todo el recinto mientras me acercaba más y más. Los cálidos sonidos llenaban el espacio del silencio, acaparando toda mi atención conforme recorría el pasillo hasta el salón. Me detuve y llame a la puerta, Takada me abrió y con una sonrisa me invito a pasar. Vaya, basto una disculpa fingida para que olvidara la cita a la que falte.
La luz entraba a través de las grandes ventanas, el espacioso salón que hacía las veces de oficina se cubría con blancas paredes, cortinas de delicada caída, algunos cuadros estratégicamente colocados en los muros, originales por supuesto, podía notarlo un buen conocedor del arte, costas obras de arte que solo podía pagar las entradas tan considerables de dinero de Mikami Teru.
Me acerque lentamente hasta el amplio origen de tan melodioso sonido, la música surgía por las notas del piano de una forma fluida, constante…rítmica…sabía que gracias al volumen y a la propia acústica del salón era imposible que mis pasos se escucharan, aun así me acerque cautelosamente. Mire por encima de la tapa del piano, y entonces, la pieza finalizo.
--Light—saludo el pianista, poniéndose en pie.
--Mikami—devolví el saludo con una sonrisa amable, estrechando la mano del encargado de revisar mi tesis de graduación, uno de los fiscales de distrito más exitosos del país. Duro, exitoso…y principal sospechoso de Elle de alguna investigación a la que no se me ha permitido enterarme.
--No te esperaba hasta dentro de unas horas—musito tranquilamente, rodeando el instrumento musical con la normal seguridad y soberbia de cualquier abogado poderoso.
--Lo sé—sonreí amablemente—espero no ser inoportuno, no he vuelto a casa del trabajo—suspire fingiendo cansancio inocente. Me miro un momento.
--Por supuesto. Dime, Light ¿terminaste el capítulo que pedí?
Takada, otra de sus pasantes y mi compañera, me acerco una taza de café.
En silencio, le extendí a Mikami mi redacción borrador, le dio un vistazo y frunció el ceño. Mantuve la mirada fija en su expresión, la última vez que cargue con mi tesis, Elle la encontró y la leyó, critico, argumento y…corrigió; no tuve tiempo de borrarlo. Así que esta vez Mikami Teru estaba leyendo precisamente ese capítulo.
--Me gustaba más tu anterior convicción, Light—dijo luego de un momento, dejando de lado mi tesis—La maldad de los asesinos, solo es combatible con penas severas.
Lo sabía, estaba de acuerdo en realidad, sin embargo, la visión de Elle sobre la justicia y los crímenes de los delincuentes era…benevolente. En cambio, la ideología de justicia que compartía con Mikami Teru y Takada Kiyomi era más…idónea. Perfecta, quien hace un mal merece pagar por eso.
--Si quieres proponer alguna vez un proyecto de ley más severo…
--La ley de Light será un éxito cuando eso ocurra—interrumpió Takada.
--El cansancio ha estado distrayéndome—exclame fingiendo estar apenado—redactare de nuevo mi propuesta—estaba claro que iba a hacerlo.
--Quiero mostrarte algunos casos que podrían serte de ayuda, Light—su móvil vibro—Kiyomi búscalos. Disculpa, Light— Mikami siguió caminando por su oficina hasta cruzarla.
Analice rápidamente la conocida oficina del abogado, espaciosa, iluminada pero…monótona. En realidad daba la apariencia de que todo en su vida lo era. Una eterna rutina. Me acerque hasta su escritorio, para recuperar mi trabajo, un montón medio esparcido de imágenes capto mi atención.
Espere hasta escucharlo aun al teléfono aun, tome una de las fotografías y la mire. Mis pupilas se dilataron en cuanto reconocí a uno de los retratados a bastante distancia, desde ángulos donde fácilmente podía deducirse que habían sido espiados hasta ser encontrados…o…seguidos.
Los cabellos rubios desarreglados que apenas se notaban debajo de la capucha, la forma tan vulgar de vestir…el rostro…su rostro había sido rodeado por un círculo de marcador indeleble.
¿Estaría Mikami buscando pruebas para enviarlo a la cárcel por algún crimen? Di la vuelta a la imagen. El corazón se me detuvo un segundo:
“Mello”
--Se llama Mello…él es Mello…--la respiración se me agito en medio de emociones encontradas. Luche por mantenerme impasible.
Esparcí más imágenes, había más sujetos fotografiados en la misma calidad…
--¿Light?—pregunto Takada con duda, acercándose hasta mí.
--Kiyomi—masculle entre dientes, volviéndome a ella de golpe. Vencido ante mi furia—Mi plan para mantener al estúpido hermano de Elle fuera de Richmond era perfecto, no había error…pero la ejecución…
--¿Qué sucede?—pregunto, idiotamente.
--Yo lo pensé, solo tenías que llevarlo a cabo con la gente adecuada—gruñí--¡Ni siquiera te aseguraste de conocer a quien ibas a inculpar de ese asesinato!
--Era una vago, Light—retrocedió el cuerpo, insegura. ¿Porque tuvo que ser tan estúpida?
--“Este” es Mello—sujete con fuerza la fotografía—te ordene asegurarte de quien sería el “culpable”…
--No es alguien importante, Light—trato de excusarse, la voz le vibro—Un delincuente como otro con el que peleo…
--Te envié la información que obtuve de Misa…
--La prostituta—frunció los labios con estúpida indignación femenina, celosa.
--Solo tenías que averiguar de quien se trataba y hacerlo bien…como lo tenía planeado—la ignore por supuesto. Gruñí dándome vuelta, sintiendo por primera vez ánimos para golpear a una mujer. Era demasiado incluso para mi haber creído que pude haber fallado, siempre supe que no, Light Yagami no falla.
El plan para complacer a Elle y demostrarle que era mejor fue perfecto…pero la ejecución la deje en manos poco capaces, solo para evitar verme inmiscuido en un asesinato…Por culpa de la mala ejecución de Takada, de su negligencia, Elle me había sacado del caso, creyendo que fue una forma estúpida…
No, tampoco era tan malo ahora que lo pensaba más detenidamente, tuve un error y una caída…no significaba que perdía por completo…es más, me ayudaba después de todo: si Mikami Teru, el fiscal de distrito estaba detrás de ese tal Mello era porque…estaba metido en serio en algo grande, y si a eso le sumaba la aparición de Nate Rivers, hermano de Elle, en su vida…tenía armas extras para encontrar y desarmar la mafia que crecía como cucarachas dentro de Richmond…vencer a Elle.
Sin embargo, aun había una cuestión, si Mikami era un sospechoso del detective excéntrico…debía averiguar la razón y conocer el tablero…y sabes las piezas con las que contaba.
--Light…
--¿Si, Kiyomi?
--Lamento mucho…hice lo que me pediste, Light…yo…
--Discúlpame, kiyomi—interrumpí, dando un hondo respiro interno, controlando la situación—estaba molesto y un poco cansado. No fue tu culpa. Era mi trabajo desde un principio.
--Light—susurro. Tuve el impulso de torcer los ojos.
--Solo debes prometerme una cosa, Kiyomi…--la tome de los hombros, la sentí encogerse ante el contacto--¿quieres seguir siendo parte de mi equipo de trabajo?
--Si…
Le sonreí. Funciona.
--Deberás apegarte a los planes ¿bien? ¿Lo harás por mí?

POV MATT

Las calles ardían en personas que iban y venían por los corredores y patios de la universidad, corriendo de clases en clases, sumidos en sus vidas, sus planes…
Apoye el brazo sobre la rodilla y soporte con el mi barbilla. Los ojos me ardían cada vez que los cerraba, nunca antes el insomnio había cobrado cuentas de esa forma, aunque tampoco nunca antes le había mezclado con alcohol, cigarro y llanto…sumado a que la cabeza me daba vueltas…y sentía un retortijón interno que no parecía irse…
A pesar de haber pasado la noche sobre el mismo colchón sobre el que ahora estaba sentado…no había logrado dormir…me sentía peor que la noche anterior….tan mal…tan solo…al cerrar los ojos podía ver sus azules ojos detrás de las cortinas oscuras, me dolían, ardiendo en el profundo agujero que punzaba dentro de mi pecho…sus labios…su cuerpo…y entonces, la imagen de Nate invadía mi mente, y la rabia volvía…Era insoportable, con los ojos abiertos o cerrados…de ninguna forma podía escapar de esa realidad…ni siquiera un momento.
Aspire el aire, dejándolo salir en un vacío suspiro, fijando los ojos en el cristal…contemplando la distancia que me separaba de Mello…
Apoye la frente contra el vidrio, dejándome llevar de nuevo por la honda de frio, ¿Qué más daba? No iba a ganarle. Los ojos estaban cristalizándose por sí solos.
El sonido del plástico al ser estrujado me distrajo con un leve respingo; aparte la mirada de la ventana y volví los ojos lentamente hacia Beyond. Me miraba.
Tal como lo había estado haciendo sin pausa, desde la silla, donde juntaba las rodillas sentado en una curiosa forma, tenía el pulgar pegado a los labios…la expresión analítica se acercaba mucho a la curiosidad propia de un niño pequeño que observa algo que es interesante solo para el…incluso la escena podría ser graciosa…excepto porque ni siquiera me acordaba de que hora era…solo podía pensar en él, Mello…y en “ellos”…Mello y Nate…
B se llevó el pequeño paquete de mermelada a la boca, dejando de lado el pastelillo.
--Me disculpo—musito. Le mire con un atisbo de curiosidad, sin comprender sus palabras—no era mi intención distraerte de tu miseria—agrego con indiferencia, enfocándose en el dulce.
Evite sus ojos con notoria molestia, pero sin ánimo alguno para responderle, así que evite su mirada.
Volvimos al mismo silencio.
Cerré los ojos contra el cristal…no supe cuánto tiempo transcurrió de pronto el lecho se movió en un suave crujido; alce la mirada con curiosidad, encontrándome con los oscuros ojos de Beyond.
Ladeo el rostro analizándome. Por primera vez no me sentí intimidado con su presencia. Quizás debía darle las gracias por…todo.
Iba a abrir la boca cuando B resoplo cansinamente y se apartó de la cama, dirigiéndose hacia su armario.
--Matt…
Espere en silencio, mirándolo. Se dio la vuelta, ofreciéndome una consola portátil de videojuego. No comprendí.
--Francamente no fui del todo sincero contigo hace un momento—dijo con algo así como aburrición. Seguí en silencio—ahora lo seré: mi intención ahora si es distraerte de tu miseria.
Tarde en entender sus palabras, mi mente estaba lenta…ocupada por “Mello”… difusa…perdida…ni siquiera yo mismo me encontraba allí dentro de mis pensamientos.
--Algo más, Matt—evito mirarme—No acostumbro ser muy conversador, puesto que charlar es un simple intercambio de enunciados convencionales mayoritariamente… sería más fácil si eres tu quien habla.
No pude evitar traer un poco de diversión a mi tristeza, su comentario me agrado sinceramente, el que B admitiera que le incomodaba mi silencio era curioso…o quizás esperaba que hablara porque probablemente tenía dudas sobre mi cordura.
Se acercó resoplando cansinamente, extendiéndome el PSP. Lo tome lentamente, mirándolo con atención.
--La última vez que tuve oportunidad de hablar contigo tenías una muy parecida a esta…me intrigo bastante la razón por la que la encontrabas interesante—dijo de paso—la estaba guardado para ti.
Alce los ojos, abriéndolos con confusión. Iba a decirle que no regresáramos a ese tema pero me contuve ¿estaba metido en su dormitorio no?...
--Confieso que las posibilidades son pocas—agrego, sentándose en el borde del lecho—sin embargo, quizás pueda evitar que tus pensamientos se dirijan…
--A mi miseria—interrumpí con voz baja, reconociéndola rasposa.
--Al suicidio—corrigió con simpleza. Le mire fijamente…
--No voy a suicidarme—dije con cuidado. Bueno, hasta ahora no lo había pensado seriamente. No pareció creerme.
--Espero que no lo hagas, Matt, ya que, si cometes suicidio me frustraría saber que mi trabajo ha sido en vano… y que—se acercó levemente—falte a una parte crucial de mis planes en progreso de esta semana, para la noche anterior.
--Lamento haberme inmiscuido en eso—admití—me iré ahora si tu…--comencé a moverme, convencido de poder sobrellevar las cosas, pensarlas con más calma…si podía encontrarla…porque francamente no quería irme…ni sentirme solo…
--No me malentiendas, Matt—interrumpió, deteniéndome con una mano, rehuí su cercanía encogiéndome por automático, dolido inconscientemente por cualquier contacto humano—Comprendo—musito.
--¿En serio?
--Si, Matt. Sinceramente no es muy difícil darse cuenta—se encogió de hombros—estas aquí por causa del tipo rubio—me miró fijamente, analizando mi respuesta. No pude evitar alterarme, bajando la mirada.
--¿Quieres…--pase saliva, me mordí los labios, otra vez el llanto amenazaba—quieres saber lo que…
--No.
Suspire levemente, viendo mi desahogo deslizarse como arena entre las manos.
--Preferiría que me ayudaras en un experimento—oí su voz demasiado cerca, no me di cuenta cuando llego hasta estar a centímetros de mi cuerpo. Alce la mirada, de nuevo perdida—quiero saber porque encuentras un videojuego tan interesante—sin dejar de mirarme encendió la consola, luego se apartó y espero.
No pude evitar sentir una especie de alivio al comprender que no era que no le interesara precisamente y también buscara solo sexo…prefería que me distrajera…era un gesto amable…dulce… ¿Quién lo diría de B?...sobre todo el que recordara algo así.
Por unos minutos lentos las imágenes del videojuego iluminaron mis pupilas, aunque francamente ni siquiera sabía que estaba tratando de jugar…tampoco estaba ayudando como hubiese querido.
Un momento, ¿en serio B creyó que podría suicidarme? ¿Tan mal era mi estado?...lo cierto era que necesitaba estar lejos…quizás irme…ahora que la luz entraba por el cristal, dándome una nueva perspectiva…no buena definitivamente, pero por lo menos dolorosa…no, tampoco, dejémoslo en algo que podría…mejor olvídenlo.
Tenía dos opciones: la primera era tener un poco de dignidad e irme pronto de allí…la segunda y más probable era ir tras Mello, volver a Richmond corriendo y esperar que mis suplicas tuvieran éxito…como fuera, mi vida estaba atrás, mi anterior vida era una opción por completo descartada…pues yo mismo la descarte hacia un año…
“Que mierda” me dije. Deje de prestarle atención a la consola, mire el horizonte a través del cristal…Mello no estaba buscándome y no iba a hacerlo, Mello estaba con Nate…Mello quería estar con Nate…Mello ya no necesitaba a Matt, iba a olvidarlo…y Matt amaba a Mello…
Un frio tacto me sobresalto, volví el rostro: la mano de B se deslizo de nuevo por mi rostro, recogiendo las solitarias lágrimas que empecé a derramar sin darme cuenta. Lo mire mientras el analizaba la humedad en el dorso de su mano, una idea cruzo mi mente iluminándola: ¿Qué si le decía la razón por la que termine allí? ¿Qué si le revelaba que Nate se había acostado con Mello y que…estaban juntos?...eso definitivamente arruinaría el plan de Nate…y de Mello también…Beyond seguramente saldría en defensa de su hermano menor…no conocía a fondo a B, sin embargo, era evidente que resultaba peligroso ahora que su imagen llegaba a mi mente cuando pensaba en los asesinatos semejantes a los de Sneider…realmente apuntaba a que Beyond era el probable responsable luego de confesarme los crímenes por anticipado.
Ahora no sabía si sería lo correcto o simplemente resultaría conveniente para mí…
Me dolía demasiado lo que Mello me hizo, estaba herido profundamente, traicionado y deprimido…vacío…eso definitivamente no significaba que dejara de amarlo…mucho menos desearle un mal…supongo que si soy un imbécil después de todo. Si B iba a Richmond…no solo afectaría al rubio…también al propio Beyond…lo pondría en más peligro…¡Mierda!
--Puedes quedarte aquí todo lo que quieras, Matt—dijo mirándome de nuevo.
Aspire profundamente, quería hacerlo…pero de permanecer viviendo con Beyond…pondría en peligro a Mello…y a B…y tampoco quería eso. Me odio por eso.
--En realidad, Beyond—musite deslizándome fuera del colchón—debo irme.
Ladeo la cabeza.
--Quizás quieras asearte antes de regresar con tu “dueño”, Matt, podría cubrir el aroma de este sitio.
--No voy a…volver a Richmond—me obligue a decir, en un arranque de valor, buscando mis zapatos, sin ganas de seguir esa conversación.
--Ya veo—murmuro.
--Debo recoger mi auto antes de…algo—agregue para convencerlo de que no pisara tampoco Richmond, y que no pensaba volarme la tapa de los sesos.
--No me molesta acompañarte—se puso en pie.
Me detuve a mitad del calzado de mis zapatos.
--B…yo…
--Matt, francamente ningún argumento que menciones ahora para hacerme desistir, funcionara—evidencio lacónicamente—estas aquí porque aceptaste mi ofrecimiento de venir aquí ya que crees no tener otro lugar—se encogió de hombros—y como estas aquí significa que no te molesta estar conmigo…tampoco voy a esperar que huyas también de mi—musito dándose vuelta.
Una ligera sonrisa se atrevió a deslizarse por mis labios…sus palabras eran certeras…aligeraban el peso del dolor en mi pecho.
Me puse en pie sin dejar de mirarlo, sin preocuparme por mi aspecto. Me acerque inseguro hasta Beyond, estaba distraído buscando algo entre su ropa, sin pensar sujete su muñeca. Me miro sin atisbo alguno de…algo.
--Gracias—musite tímidamente. Ladeo la cabeza, sus pupilas se hicieron curiosas. Se volvió por completo a mí; en silencio acerque mis labios a él, terminando pronto con la distancia, mis manos temblaron suavemente cuando intente rodearle la cintura. De golpe, antes de que lo tocara, se apartó.
Me quede inmóvil, sin comprender.
--No es necesaria la estipulación de contrato de ningún tipo, Matt—dijo pasándose la mano por el cabello—no voy a esperar que pagues la estadía aquí teniendo sexo.
Eso definitivamente fue cruel…pero tenía razón, por un segundo me deje llevar como colegiala vulnerable de uniforme a rayas…estaba ansioso por un contacto cálido que por un momento no me importo de quien provenía…pero a Beyond si, tenía más dignidad que yo.
Estúpido, Matt.
Me aparte, rechazado.
--Francamente, Matt no espero que hagas esto por experimentar un sentimiento desagradable…--dijo de paso—no soy una persona que se conforme con los segundos lugares.
Me mordí los labios, incomodo, sin saber que más decir o hacer, simplemente me di la vuelta para salir.

POV LIGHT

Espere con fastidio en medio de las mesas todas ocupadas del restaurante, esperando no llamar demasiado la atención…
--¡Light!—la chirriante vocecilla infantil deshizo mis expectativas apenas Misa Amane cruzo el establecimiento, contoneándose hasta la mesa; me puse en pie como un caballero para saludarla, sin embargo, llamando la atención de todos allí (y su reprobación) sus brazos se colgaron de mi cuello, desbalanceándome un momento. Supongo que era demasiado esperar que se comportara como una dama ya que…era una prostituta.
--Misa—me queje, soltándome y tomándola de los hombros para situarla en la silla frente a mí.
--Light, estoy tan emocionada de verte—sonrió, inmune—esperaba que nada te hubiese camino a la avenida—siguió parloteando—estuve esperando hasta tarde, incluso no trabaje ni una sola vez…
Vaya sacrificio, me dije con ironía.
--Misa…
--Nunca había venido a un lugar tan bonito—siguió hablando.
--Misa…
--Ahora que eres mi novio, Light, ¡vendremos muchas veces! No puedo esperar para mudarme contigo…
--Misa…--estaba exasperándome en serio, más de lo habitual. Preferiría ser desesperado por Elle… ¿Qué estoy pensando?
--Dejar Richmond…este trabajo y… ¡que afortunada fui al encontrarme contigo!
--Misa—coloque mi mano sobre la suya, captando su atención, por fin se calló y me miro con los ojos muy abiertos, como si aquel contacto significara mucho—que bueno que mencionas Richmond…
--¿Así?—sus pupilas brillaron, estaba esperando algo completamente diferente a lo que le diría…nunca podría pedirle que se mudara conmigo, a nadie como ella…mucho menos siendo Misa…si tendría que elegir entre dos personas que me exasperaran, preferiría a Elle…
--Si, Misa—le sonreí complaciente—necesito resolver unos problemas antes de…pedirte algo especial—mentí con calma, me salió bastante bien.
--¡¿Qué me pedirás, Light?!
--Es una sorpresa, Misa…--sujete su mano--¿recuerdas que te mencione que trabajo para una importante agencia de investigación privada?
--Si, Light, recuerdo todo lo que me…
--Lo sé—interrumpí, obligándome a ser paciente con la mujer—De acuerdo, Misa, querida, en este momento estoy investigando.
--Por eso te he contado todo lo que se de Richmond. Quiero ayudarte, Light.
--Sé que es así, Misa—aspire hondamente—debo terminar este caso antes de poder enfocarme solo a nosotros—concedí diligentemente--¿podrías hablarme más acerca de Mello? Lo último que me dijiste es que era una persona sola que vivía de peleas clandestinas.
Su expresión se alteró, evidentemente dudaba.
--Light…yo…no sé si deba…
--Creí que querías ayudarme, Misa…a estar juntos pronto…--fingí entristecerme.
--¡Eso quiero, Light! Pero…--se mordió los labios insegura— de acuerdo—musito al fin—Lo que dije sobre Mello era cierto…
¿Era? Entorne los ojos con interés.
--Vive con un muchacho, no sabía cómo se llamaba hasta hace unas tres o dos semanas…todo Richmond sabe cómo se llama ahora…Matt.
--Matt…--musite. Eso no era importante.
--Sí. Y además…--lucia temerosa.
--Nada va a ocurrirte, Misa, no voy a dejar que eso suceda—necesitaba darle seguridad.
--Todos obedecen ahora a Rod, y se dice que solo hace lo que Mello le aconseja.
Entonces ese criminal que despertaba el interés de Nate Rivers, el hermano de Elle, era el nuevo jefe encubierto tras otro sujeto…el creciente poder de Richmond se debía a una guerra entre narcotraficantes que por fin había ganado “Rod”…y “Mello”.
¿Quién diría que el sujeto que trate de incriminar falsamente para mantener a Beyond fuera de Richmond por órdenes de su preocupado hermano Elle, iba a terminar siendo una cabecilla de la mafia de enervantes…y que…el hermano menor frecuentaba?
Vaya mundo.
--Antes estaba también El latino, pero murió—musito—aunque Linda me dijo…
--¿Quién es Linda?
--Es una de mis amigas—sonrió como si la historia de su vida en serio me interesara—hace tiempo que no la veo en Richmond…pero una de las chicas me dijo que la vio ayer en la noche cerca del capitolio, en la avenida donde nos conocimos tu y yo—se sonrojó, francamente yo no le encontraba lo romántico a conocerse en una calla repleta de rameras.
--¿Qué fue lo que te dijo?
--Que El latino estaba bajo el mando de Mikami…el anterior dueño y señor de Richmond.
Mis pupilas se dilataron…Misa no podría mentirme, no con algo que en realidad no conocía, no cuando no estaba consciente de lo que implicaba el que estuviera contándome esto.
Las coincidencias eran una posibilidad nula si tomaba en cuenta que Mikami Teru era un sospechoso de alguna investigación de Elle…ahora tenía sentido.
--Mikami…--murmure para mí mismo.
--Si, Linda estaba huyendo de el porque se metió en problemas…
--¿Qué problemas?
--No estoy segura…lo siento, Light ¿te estoy ayudando?
--Si, Misa…bastante—admití—por favor, ordena el almuerzo.
Ella sonrió radiante y tomo la carta.
Ahora que conocía de cerca el bajo mundo de Richmond y que en realidad la nueva mafia de ese lugar estaba en manos de criminales de poca monta con aspiraciones elevadas…ahora que conocía quienes estaban al frente, y sobre todo, porque Elle no encontraba nada de Mello en los sistemas…fue conveniente, no podía negar eso, pero no evitaba de ninguna forma que me ayudara para lograr revelar el caso, hacer justicia desmantelando esa mafia y por supuesto, enviarlos a la pena capital…con todo y Nate si se inmiscuía aún más de lo que ya estaba…en realidad era más conveniente que su preocupado hermano lo sacara de allí antes de que todo cayera…que por fin le ganara a Elle y le demostrara que yo era mejor.
Sobre todo…conocía que existía alguien con quien podría aliarme…sin importar los daños colaterales…el fiscal de distrito, Mikami Teru….seguramente el recién revelado gánster del narcotráfico no se quedaría de brazos cruzados…y algo ya estaba planeando para recuperar su comercio…
Todo estaba acomodado en el tablero…

POV MATT

El viento entraba por la ventanilla del automóvil oscuro de B mientras conducía por la carretera que conectaría pronto con la autopista. No abrí la boca en todo el camino…hasta ahora.
--Beyond… ¿te preocupa donde está tu hermano?—pregunte sin dejar de mirar por la ventanilla.
--Es probable que no me equivoque en saber dónde está—respondió simplemente. Volví los ojos a él.
--¿Sabes dónde está?
--Seguramente se encuentra con nuestros padres adoptivos o con…alguien más—aquello ultimo lo dijo con real repulsión.
Lo pensé un segundo.
--¿Con quién?—un asalto de miedo me inundo ¿y si B siempre supo lo de Nate y…Mello?
--Con L—respondió con real repulsión. A saber quién demonios era L, pero ahora francamente no me importaba…ni tampoco si al salir del auto me atropellaba un vehículo.
Por fin el automóvil negro se detuvo al borde de la carretera; resople y salí de este, echándome a andar sobre la orilla, dejando pasar a los otros autos como bólidos a mi lado…dirigiéndome hacia lo que ahora parecía chatarra.
Me detuve frente al cofre, evaluando el óxido en el metal luego de haber permanecido tanto tiempo bajo el sol…tal vez lo echaría a andar o podría salvar algunas piezas y venderlas a precio barato en un depósito de chatarra pero…bueno, tampoco soy buen mecánico. M negocio es en la cibernética…
Rodee el vehículo y repare en que le faltaban dos llantas, estaba sucio…abandonado por completo…bueno, dicen que las cosas se parecen a su dueño…
Abrí la portezuela del conductor, introduje la mitad del cuerpo subiendo las rodillas al siento, estirando el cuerpo y el brazo para mirar dentro del compartimiento…vacío; francamente era obvio que ese sería el resultado.
Cuando volví al exterior me encontré con Beyond, recargado sobre la lámina, con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón y mirando atentamente el auto con sus vacíos ojos negros. Lo contemple en silencio, su expresión indiferente me resulto tranquilizadora en ese instante…prefería mil veces tener una imagen monótona de la vida conmigo en ese momento a recordar una fotografía mental agresiva, rubia y soberbia.
--Me parece, Matt que existen más probabilidades de que no vuelva a funcionar, a lo contrario—musito, al parecer ajeno a mi estúpida mirada. Sacudí mi cabeza para echarle otro vistazo al automóvil. Mire un segundo el de B y al final resople, no había ganado nada yendo a la carretera por mi pedazo de chatarra que olvide por completo…
Los autos pasaron como bólidos a nuestros costados, alborotando el aire.
Asentí al fin, yendo camino hacia Beyond con intención de regresar al auto, aún tenía tiempo para pensar que hacer mientras volvíamos a la ciudad en forma…tenía bastante que analizar y tomar en cuenta…obviamente también debía decidir entre mis dos opciones: irme, quedarme…irme, ir con Mello…irme, humillación…lentamente mi mirada llego al suelo.
B cruzo su camino al mío, andando por el largo del vehículo, sin sacar las manos de los bolsillos, y en general, sin tocar el auto, se inclinó al frente para asomar los analíticos pero gélidos ojos hacia el interior.
--Se ve peor que tu auto—dije, buscando la forma de hacer conversación y evitar tener que pensar otra vez.
--No se trata de mi automóvil, Matt—respondió sin mirarme, husmeando en el interior todavía.
--¿Lo…robaste?—pregunte con ansiedad. Entonces sus ojos se movieron hasta mí con aburrición.
--No objetare tu opinión propia, sin embargo, de todas las posibles opciones elegiste calificarme como un ladrón.
--Lo siento—replique de inmediato, apenado—es solo que…dijiste que habías estado del otro lado de la justicia…
Me miro atentamente, analizando con detenimiento mis palabras…o mi capacidad mental.
--Tengo permitido usarlo, Matt—respondió tras un momento, con un toque casi imperceptible de contradicción y resignación en la voz—Las personas indicadas para evitar que me envíen a prisión por un delito menor como este están conscientes de que he hecho mi trabajo—se encogió de hombros. No entendí ¿Quién lo haría?
Volvió a mirar al interior, me mordí los labios y avance lentamente hasta donde estaba.
--B…--dude. Me miro de nuevo--eres muy unido a tu familia ¿verdad?
--Francamente, Matt, no encuentro fundamento en tu cuestionamiento.
Tamborilee los dedos sobre mis muslos, inseguro de lo que podría o no revelarle.
--¿Harías algo si tu hermano se metiera en…problemas?
Sus ojos se hicieron fríos.
--Me refiero a que…si la policía no pudiera hacer nada por “esa” situación en realidad…
--Nate no es del tipo de sujetos que viva su vida en problemas, en realidad, esperan más en que siga pasos preestablecidos. Una copia.
--¿copia?
Resoplo mirándome, levantando el torso.
--La custodia legal de Nate y la mía fue adquirida hace tiempo por un par de agentes de la policía que necesitaban de una mente privilegiada para sus falaces propósitos—soltó de golpe.
Por un eterno segundo mi mente se pasmo, me quede inmóvil, captando esa confesión…atando cabos y, claro, encontrando las consecuencias: Nate era hijastro de la policía…y si lo buscaban…hallarían a Mello…y si buscaban a Beyond, hallarían a Mail Jeevas, el ladrón cibernético.
--Dijiste que no eras policía…--acuse. Genial, es la semana de verle la cara de imbécil a Matt.
--El que haya tenido interés en resolver algún acertijo que se considerara delictuoso no significa que sea parte de la policía, Matt—explico como si aquello fuera obvio.
--Estas demente—musite sacando el aire de golpe. Por alguna razón…volví a sentirme traicionado.
--No creo que tu juicio se encuentre apto en este momento para crear juicio de valor sobre mi mente—exclamo lacónicamente, pasándose la mano por detrás de la nuca.
--No soy estúpido solo estoy…--guarde silencio, dudando de mí mismo. B espero pacientemente, cuando se dio cuenta que no iba a hablar más, resoplo y se acercó.
Retrocedí y di vuelta para entrar en su auto, no, en el auto de la policía, derrotado y decidido a no tener que pasar por un calvario de volver caminando de nuevo…no si eso me traía recuerdos…
Volvió al auto también en silencio, pero sin atisbo alguno de estar apenado por lo revelado.
El camino de vuelta amenazaba con ser un completo silencio. Aun no lograba comprenderlo, había una sospecha de que B fuera un policía, y cuando al menos creí estar equivocado resulta que se trata de una “especie” de policía…
--Matt.
No le preste atención.
--Francamente no comprendo tu estado para conmigo, se supone que no causo ningún tipo de reacción en ti, o al menos de eso tratas de convencerte—insinuó. Maldición. Baje los ojos, inevitablemente había intentado cubrir las heridas con la presencia de Beyond allí…el enterarme de que podría estar en peligro y Mello también…fue peor.
Si el seguía con Nate…
--Te preocupa el tipo rubio—dedujo con molestia. Volví levemente la mirada—a decir verdad, Matt no comprendo la razón por la cual ha de causar en tu estado de ánimo un cambio de esa magnitud—torció los labios contrariado, frustrado consigo mismo—las decisiones del sujeto rubio provocaron que estés aquí, así que, por esta ocasión supongo que dejare de lado eso…
Sin querer B me dio una respuesta mejor…efectivamente por Mello estaba allí, quizás no por Nate después de todo…eso no quería decir que no creyera que era un imbécil traidor pero…
Bueno, si Mello, consciente o no, quería jugar a jugárselas con la policía…también yo podía.
--Benyond…--musite. Espero en silencio--¿te gusto cierto?
--Matt, realmente deberías prestar atención cuando hablas con una persona—indico. Ignore su alusión a mi distracción y me volví por completo a él.
Aun no salíamos por completo de la autopista, nadie vería más que el automóvil…
Extendí la palma por sobre la palanca de velocidades. Beyond me miro atentamente y sin más, el auto detuvo su carrera.
Por fin mi palma alcanzo su meta al rozar su abdomen, subiendo por su costado hasta el cuello para sujetarlo y atraerlo mientras me acercaba.
B no se movió. Me detuve antes de que nuestros labios se tocaran, su aliento frio choco contra mi boca…lentamente cerré los ojos, tratando de dejarme llevar por los instintos. Me removí dentro de la cabina, atacándolo literalmente con el cuerpo hasta subirme sobre su regazo, dejando las rodillas a los costados de su cadera. No sentí que se moviera. Comencé a ponerme ansioso, desesperado por verme rechazado de nuevo.
Aspire hondamente sobre sus labios, solo entonces respondió a mis actos, subió los brazos por el reducido espacio hasta mi rostro, lo sujeto pero me negué a abrir los ojos, y sin más la distancia termino entre nosotros, su lengua recorrió mis labios suavemente, me estremecí, y luego se introdujo dentro de mi cavidad.
Casi al instante, con exasperación, pegue todo el torso al suyo, con una ansiedad que se asemejaba a la locura. Baje las manos por sus hombros, incomodo en ese diminuto espacio, así que a tientas busque la palanca de control del asiento. Por automático la encontré, tire de ella con fuerza, y fue inmediato: el asiento se corrió hacia atrás casi chocando contra el trasero, rebotamos contra el respaldo, pero poco llego a importarme.
Succione sus labios buscando que en ningún momento se apartara, cuando sentí que buscaba separase para buscar aire, sujete sus cabellos atrayéndolo con fuerza. Mi respiración se agito por sí sola, ansioso…desesperado…y aun así…herido.
Sus manos se enterraron en mi cintura, clavando los dedos sobre la tela hasta arderme en la piel la brusquedad.
Me moví sobre el entonces, buscando por cualquier medio que se excitara; viaje por su pecho hasta el pantalón, buscando el borde y tratar de desabotonarlo.
Su respiración se aceleró contra mi lengua, de la nada me vi empotrado contra el volante con los brazos de Beyond sujetando mis costillas, sus dedos elevaron mi playera dejando desnudo el torso. El claxon resonó dentro y fuera del vehículo.
Me mordí el labio cuando una caliente humedad recorrió mi pecho en largas líneas suaves, enfocándose entonces en uno de mis pezones, jugueteando con él, mordiéndolo suavemente. Gemí.
Sentí como sus palmas elevaban mi cadera para presionarla contra sus muslos, me apoye del tablero con una mano, mientras la otra se enredó en sus oscuros cabellos.
Mi entrepierna comenzó a hormiguearme…
Sentía el tacto frio de sus manos tratar de zafarme el pantalón sin antes desabotonarlo o sacarme el cinturón.
Aun seguía hundido en la oscuridad del velo que cubría mis pupilas.
Estaba desesperado…ansioso por sentirlo dentro de mi…así que aparte la mano de sus cabellos y la lleve hasta mi cinturón, atropelladamente comencé a desabrocharlo.
Gruñí satisfecho cuando sus dientes mordieron mi pecho, buscando encontrar su erección…me acomode contra su pecho de nuevo para moverme mejor, intente bajarme el cierre…
Su boca se estrelló contra mis costillas, haciéndome estremecer. Me saque con bastante trabajo la playera, rebotando contra el reducido espacio de la cabina; podía oír mis propios jadeos desesperados. Enterré los dedos en su cuello para mantener su lengua sobre mi piel…ardía.
El calor comenzó a sofocarme. De la nada perdí el balance ante la fuerza que ejerció sobre mí, nos movimos con trabajo para extendernos lo mejor que pudimos sobre los asientos delanteros. Su cuerpo presiono contra el mío…
Su lengua recorrió mi garganta…mientras sus manos buscaban adentrarse en el borde de mi pantalón, llegando hasta mi miembro…
Con más ansiedad intente bajarme la prenda…al borde dela locura por que estuviera sudando sobre mi cuerpo…Mello…
--Matt…podrías dejar de intentar desnudarte tú mismo…soy perfectamente capaz de hacerlo por mí mismo—musito la voz monótona pero ronca de Beyond contra mi oreja, mientras mordía el lóbulo.
Abrí los ojos de golpe, reconociendo los cabellos negros contra mi rostro, los labios fríos que recorrían mi mandíbula hasta llegar a los labios para besarme…y vi sus ojos…
--Déjame—musite, con el corazón desatado, asustado…confundido. Sus manos se detuvieron por automático…contrario a lo que definitivamente recibirá como respuesta del rubio--¡Déjame, Beyond!—ordene empujándolo de encima, logrando que se apartara.
Sin detenerme a pensar en algo más, me retorcí sobre el asiento para abrir la portezuela y salir. Un estruendoso sonido externo me sobresalto, apenas tuve tiempo de pegar la espalda a la lámina del automóvil para evitar morir atropellado.
Los oídos me zumbaban, podía oír el latir de mi sangre punzándome en los oídos, mi respiración confundida…sobresaltada todavía.
Me sujete la frente, despeinando mi cabello para tratar de controlar mis reacciones…me abotone el pantalón rápidamente, descubriendo que tendría que enfrentarme a B para recuperar el resto de mi ropa…
--B…--cerré los ojos, una punzada retumbo contra mi corazón—Mello…
¡Mierda!

POV NEAR

Sus ojos seguían fijos en el muro. Me removí sobre el lecho, mi cuerpo estaba adolorido, tenso, las piernas se revelaban contra mí, supuse que eran “estragos” daños colaterales a mi actividad corporal, no podría haber dormido tampoco…en realidad ninguno había conciliado el sueño, Mello había pasado el resto de la oscuridad y la mañana sentado en el borde del colchón. Por mi parte, solo permanecí sobre este, pensando.
No tenía a donde volver…no debía regresar incluso de poder…incluso de desearlo. Sin embargo, a estas alturas Elle estaría ya por enviar agentes a Richmond por mí…y B…trate de calcular las posibilidades de que supiera donde me encontraba. Los resultados no fueron alentadores. Y de serlos aun así, debía prepáranos para ello…para ambos…
Me levante lentamente, andando sin zapatos hacia la otra pieza de la casa de Mello…convenciéndome de que a partir de ese momento podría considerarla mi nuevo hogar…ya que…quería quedarme allí. Evitar por cualquier medio tener que atar mi vida a Elle de nuevo…o a mis padrastros…prefería estar ahí con el…Mello…Mihael.
--Near…
Me detuve llevándome los dedos al cabello.
--¿Si, Mello?
Oí como se ponía de pie.
--Necesito que me digas que clase de relación tienes con la policía—exclamo seriamente. Volví levemente el rostro—Estas en peligro aquí conmigo, y también yo contigo ¿cierto? Pero el que tu conozcas esa situación con mayor amplitud me pone en desventaja y eso…¡es muy molesto!—gruño. No pude evitar que una sonrisa interna aliviara la tensión, por un segundo mis cálculos se dirigieron a que estuviera pensando en Matt…
Lo pensé un segundo…era justo que lo supiera ya que…nos pondría en una situación más o menos de igualdad, eso sonaba bien.
--Mi hermano es parte de la policía…
--Alguien importante—musito, deduciéndolo por automático, me dio la impresión de que repasaba los hechos.
--Mis padrastros también—agregue. Se echó a andar hacia un mueble de ropa, buscando dentro una barra de chocolate.
--No necesitaras volver allí por tus cosas, Near—dijo quitándole la envoltura al dulce.
--Tampoco lo consideraba sensato…--hice ver, desviando la mirada. Oí un leve gruñido de molestia ante mi comentario.
--¿En serio quieres quedarte aquí?—mordió su dulce, como si conociera la respuesta. Le mire fugazmente—Tus hermanos serán muy molestos pero…--sonrió con autosuficiencia—tú lo eres aún más.
--Me sorprende que hayas inferido que Beyond no es mi único hermano…--admití.
--¡Basta, Near! No me trates como un imbécil, tu estúpido hermano B no encaja dentro del perfil policiaco, incluso el más imbécil podría verlo—ordeno dando largos pasos hasta donde estaba, volviéndome de golpe para dejarme frente a su rostro--¡La primera regla es no ofuscarme si no quieres que...
--¿Contradecirte es común en ti?—fije los ojos en el muro con indiferencia—Dijiste que no me lastimarías.
Frunció los labios, realmente molesto. Honestamente prefería sufrir sus ataques de bipolaridad antes que contemplarlo hundido de nuevo en su mente con la expresión vacía de hace unos momentos.
Me soltó y rebusco entre las mantas, cuando hallo lo que buscaba se pasó la chamarra por los hombros.
--Si quieres estar aquí…será mejor que me encargue de tus hermanos—dijo, subiéndose la capucha sobre el cabello—Deberás agradecerme esto en serio, Near, no acostumbro perder mi tiempo haciendo favores.
--Considero que sería más factible salir de Richmond…
Soltó una risotada.
--Nadie va a obligarme a huir—objeto con irritación—estoy harto de que se preocupen por estupideces y…--se interrumpió de pronto como si hubiese reparado en algo, quizás en algún recuerdo.
No dije nada más, sorpresivamente encontrándome contrariado con revelarle algo más acerca de mi familia, Elle un policía...Beyond…un asesino probablemente en potencia. El peligro era considerable, elevaba cualquier inminencia, una advertencia que sobrepasaba cualquier porcentaje que nos conviniera.
Note como Mello se echaba a andar hacia la puerta.
--Mello—llame.
--¿Qué?—volvió a medias el cuerpo, mirándome atentamente pero con fastidio al verse interrumpido.
--Realmente quiero estar aquí—admití, desviando la mirada, haciendo lo necesario para sonar indiferente.
Desvió la mirada un segundo, luego regreso sobre sus pasos hasta mi ubicación.
--No vuelvas a decirlo—ordeno. Le mire atentamente—Suenas como una estúpida adolescente enamorada—agrego con una media sonrisa soberbia.
--No me parece que ser honesto en algún comentario sea algo peor que negarse a sobrevivir y quedarse por mero orgullo—hice ver.
Sus manos sujetaron mis hombros de inmediato.
--Near…
--La primera regla—musite, por alguna razón me escuche aburrido…cuando en realidad sus manos ardían sobre mi cuerpo.
Bufo hondamente.
--No voy a soportarte…--musito entre dientes.
--Es demasiado tarde…no voy a volver…
--No tienes tampoco a donde volver—se encogió de hombros.
--Contrario a lo que dices, no eres mi última opción.
Comprendió que se llamó a sí mismo un segundo lugar en mis opciones de vida y… me soltó con real fastidio.
--Quiero decirte algo más…Mello.
--¿Ahora qué quieres?
Por un instante dude, pero realmente mi mente me guiaba a conocer las posibilidades completas de que mi entrada en Richmond fuera simplemente un accidente y por si fuera poco, también un error…conocer si Mello iba a echarme de allí…estar seguro de si Matt tendría un poco de razón en lo que hubo dicho…Tenia que oír de Mello que sentía la misma honda eléctrica correr por su cuerpo…tal como yo.
--Lamento haberte llamado Mihael delante de Matt—admití, eso era cierto, lo cual no evitaba que guiara mis intenciones: la mención de Matt podría revelarme más.
Sus pupilas se apagaron levemente, murmuro algo en silencio, probablemente el nombre de “Matt”… Definitivamente algo significaba para el…y para mí, porque era precisamente gracias a Matt que mis represiones humanas me atacaban con culpabilidad…
--Ya arregle eso conmigo mismo, Near—dijo tras un momento—y tú no vas a inmiscuirte en esa decisión—suspiro—también yo quiero que estés aquí.
Y dicho esto acerco sus labios hasta los míos. Aquella honda de electricidad recorrió mi cuerpo, sus brazos rodearon mi espalda atrayéndome. Mi cuerpo se amoldo al suyo de inmediato…cerré los ojos, guiándome por el contacto de su lengua contra la mía. Curiosamente calmado por saber que…sin importar en todo el peligro en el que estábamos allí en Richmond, la muerte, la mafia, criminales, Elle, Beyond y ¿Por qué no? Quizás hasta…Matt…aun así, me sentía tranquilo…una sensación agradable que hizo hormiguear mi cuerpo con una ansiedad dulce…supuse que era la felicidad…que por supuesto, sorprendió al remordimiento. Quería ser feliz. Quería estar con Mihael.
El sonido de la puerta al ser tocada nos interrumpió, Mello gruño contra mis labios apartándose con molestia, como si hubieran estado llamando constantemente…no lo oí.
--Ponte zapatos, Near, vamos a salir—indico, andando hacia la puerta. Lo analice un minuto, supuse que si iba a sobrevivir en Richmond en lo consecuente…tendría al menos que ser conocido allí…o reconocido…las reacciones que recibiríamos eran negativas en cada escenario que podía concebir.
Asentí dándome vuelta dirigiéndome hasta el dormitorio, pero evite cerrar la puerta.
--¡Vaya, rubio psicópata!—oí la voz enfurruñada de Linda—creí que nunca atenderías ¿sabes para que son los timbres? Quizás debas comprarte uno…
--Cállate—ordeno Mello con fastidio, así que efectivamente habían estado llamando.
Imagine a la muchacha frunciendo los labios con molestia.
--¿Y? Ya estoy aquí tal como me llamaste ¿Por qué no estamos con Rod?—escuche sus pasos adentrarse justo antes de cerrarse la puerta.
--No tiene caso que hables con esos imbéciles—replico Mello con autosuficiencia—lo único que tienes que saber es que si quieres seguir con vida, harás lo que yo diga.
Encontré mis zapatos y comencé a calzármelos.
--¿Sí?—se burló--¿y cómo vas a garantizarme la vida, Mello?—oí el sonido del sofá al ser ocupado—Mikami es un gánster, un desgraciado hijo de puta que vive en su mansión gracias a la mierda que provoca aquí con sus productos.
--Que tu vendes—contra ataco.
--Que tu compras—exclamo ella traspasando una sonrisa en el comentario.
--Que te costara tu patética vida.
Linda no pudo refutar aquello.
--Escucha, Linda, y que quede bien claro, no tengo especial interés en tu vida. Nos sirves y te es conveniente. Se acabó—tajo con superioridad.
Transcurrió un momento de silencio.
--Bien—dijo al fin—Pero aun así… ¿Qué te hace pensar que Mikami no va a pelear su imperio? Rod y sus matones sacaron a sus hombres de aquí…por ahora. Sera cuestión de tiempo…
--Eso lo hace interesante—replico Mello con mal sana alegría.
A juzgar por el nuevo momento de silencio, Linda estaba dudando. Termine de ajustarme los zapatos y me eche a andar hacia la salida. No consideraba que sería insensato hacerlo, más bien, era mejor comenzar con la reacción de Linda antes de los criminales asesinos.
--¿Cómo vas a llegar hasta un fiscal de distrito gánster de la droga? ¿Tienes idea de cuánto poder…
--Por eso estas aquí ¿no?—Mello perdió la poca paciencia—si fueras más estúpida te hubieras largado…--apunto a su favor. Linda no pudo objetar la fe que podría depositar en él.
--De acuerdo, rubio ¿Qué quieres saber?—la voz ahora tenía más disposición en el tono.
--¿Por qué quiere enviarte al infierno?—fue directo.
--Una vez que te cuente lo que conozco de Mikami…vas a decirme lo que piensas hacer—indico. Me detuve, era preferible para ambos que Linda hablara…si me viera probablemente no lo hiciera…ella también conoce la verdad acerca de Elle…eso la pondría en desventaja, le causaría desconfianza y temor.
Pude imaginar la expresión arrogante desesperada de Mello ante el silencio.
--Mikami tenía el control de Richmond y…otros lugares porque su organización raya en la obsesión, Mello—dijo con sorna—Nadie lo sabía con seguridad pero…El latino estaba a su mando, gracias a él se controlaba este lugar. Sé que no eres idiota, rubio—dijo malévolamente—claro que has pensado que Mikami no vive en la gloria gracias a pocilgas como la tuya—se encogió de hombros—tiene un sistema de narcotráfico…aéreo.
--Sigue—ordeno.
--Contrabandea sus productos comprando gente para cruzarla en sus ropas, equipaje, donde sea…luego, cuando salen del aeropuerto de su destino…son eliminadas.
--¿Y?
--¿A qué te refieres con “y”?—se oyó contrariada.
--Pensé que eras más inteligente—se burló—ese tráfico es una distracción, Linda. Nadie va a tener la mierda de dinero que tiene pasando unos kilos de coca en las bragas de una estúpida—la forma de decirlo reto su inteligencia.
Otro silencio.
--Como sea. Eso no tienes por qué saberlo. Continua—oí como mordía su dulce.
Lo que Mello dijo en verdad tenía sentido…aquella forma rustica de contrabando a pequeña escala no serviría a alguien como “Mikami”…un supuesto fiscal que estaba metido en el mundo de las drogas…Aquel sería sin duda la causa de la guerra que se había desatado y que Elle…investigaría seguramente.
Debía haber algo más en ese tráfico ilícito.
--En una ocasión retrase los pagos a Mikami como mi distribuidor…iban a matarme y colabore con la policía anónimamente.
--Les hablaste de las rutas de aerolíneas que Mikami usa—dedujo Mello rápidamente. Lo cual, era obvio. Linda se sintió aterrada al ver su vida en peligro y actuó impulsivamente en una forma inútil, y patética, por salvarse enviando a un mafioso poderoso a prisión.
Ella, una simple distribuidora a pequeña escala.
--Le frustraron cuatro entregas—retomo ella, seria por completo—claro que supo que fui yo, a partir de allí tuve que cambiar de distribuidor, Rod.
--Y comenzaste a huir como rata dentro de Richmond…
--El último lugar que espere que Mikami me buscara. Es todo, Mello. Ya hice mi parte…ahora…--sus ojos se dilataron en medio de una genuina sorpresa cuando me presente en la habitación. Sus ojos, abiertos como platos se fijaron en mí, una honda de pánico los cruzo justo antes de ponerse en pie de sofá individual y acercase hacia donde me encontraba, rodeando la posición de Mello.
--¡¿Qué maldita sea estás haciendo aquí?!—quiso saber, sujetando uno de mis hombros.
Mello torció los ojos con fastidio.
--No considero necesario una explicación amplia a lo obvio—exclame, retorciéndome el cabello.
--Pero…Nate…tu…--se detuvo un momento--¿Dónde está Matt?—se volvió a Mello.
--Eso no te incumbe. Near se queda aquí.
Saco el aire de golpe, con incredulidad.
--¿Qué piensas hacer con Nate aquí?—exigió saber.
--Deje en claro que no iba a darte ninguna explica…
--¡Me importa poco, Mello!—escandalizo--¿tienes la mínima idea de en lo que estas metiéndote? ¿Sabes quién es su hermano?
--Si—replico con irritación, ofendido--¿y eso que?
--¿Sabe que estas aquí?—volvió los ojos a mí, sujetándome ambos hombros. La mire fijamente, no creía que estuviera preguntándome eso en serio--¡Debes irte!
--¡No te metas en lo que…
--¡No me jodas, Mello!—se giró, empujando uno de sus hombros. Vaya, Linda es valiente o…insensata--¡Nate no tiene nada que ver con esto!
--No veo fundamento en que trates de defender lo que no es necesario—hice ver, con aburrición, francamente.
Mello miro el hombro donde ella le había tocado, sus pupilas azules fueron molestas con una mezcla de incredulidad por la aparente osadía.
--¡Debes irte, Nate! Este lugar no…
--Linda…
--¡Me importa una mierda quien es su estúpido hermano!—intervino Mello.
--No sabes lo que dices—dijo ella entre dientes
--¡No me importa si se trata de un policía o del jodido presidente!—grito exasperado.
--¿Policía?—ella parpadeo--¡Elle!—musito en voz baja—lo olvide…
Le mire fijamente.
--Lárgate de una maldita buena vez, Linda.
--No tienes idea de a que estás jugando…con Mikami, ¡puede eliminar personas y hacerlo parecer como un infarto!
--¿y qué?
--¿Sabes cómo reaccionara B cuando sepa que estas aquí?—se dirigió a mí. Sí, todo el tiempo estuvo refiriéndose a Beyond.
Mello frunció los labios.
--No considero que eso le cause especial interés mientras la ignorancia sea parte de su conocimiento—dije.
--Nate…tengo que…
--Hazlo—reto Mello—sal de Richmond y haz que te asesinen…
--Puedo llamarlo…
--Si B viene…querrán asesinarlo—aparte los ojos. Aquello desarmo sus defensas. Mello y yo desarmamos sus argumentos.
--Nate…--gimió.
--Near—corregí con indiferencia.
--No puedes ganarle a B, Nate—me ignoro.
--No estoy solo.
Linda miro a Mello otra vez, insegura.
--Sí, claro…dos cabezas van a ganarle a una—ironizo—lástima que en realidad…tus hermanos son dos también y…francamente Elle me tiene sin cuidado.
Me soltó, se dio la vuelta y salió de la casa.

POV MATT

--Excelentes condiciones—repitió por enésima el viejecillo a mi lado. Asentí una vez en silencio, extendiéndole el sobre cerrado. Mantuve la mirada fija en la pesada puerta corrediza de metal que daba la impresión de ser la entrada a un pequeño bodegón que a partir de ese momento se convertiría en mi nueva casa.
El hombre abrió lo que le ofrecí, conto los billetes dentro. Realmente corrí con suerte al mantener conmigo mi billetera cuando hui de Richmond…así pude por fin hacer efectiva una de las cuentas bancarias y sacar algo de dinero…con el que acababa de pagar el alquiler de ese lugar…con ese mismo dinero que una vez creí que nos compraría la seguridad a mí y a…Mello.
Aspire hondamente procurando mantenerme impasible e indiferente.
No se ubicaba para nada cerca de Richmond, tampoco estaba dentro de un barrio parecido aunque tampoco era parte de un residencial o suburbio decente…estaba cerca del muelle. El edificio de una sola planta por fuera daba la impresión de un cubo metálico, una vez cruzando la puerta bastaba seguir las escaleras abajo para llegar al pasillo que conducía a una única puerta corrediza: la que estaba frente a mí.
--Entonces es un trato…--hablo el hombre, dejando al aire las palabras para oír mi nombre.
--Mail…Jeevas—respondí volviendo los ojos al diminuto sujeto. Asintió y no se inmuto cuando me lleve la botella de cerveza a los labios, quizás acostumbrado a las costumbres de cargadores y marinos que usaban continuamente el alcohol para divertirse…o a los muchachos que pensaban pasarse el resto de la vida ebrios…
--Que…estén cómodos—hablo otra vez, echando una ojeada al final del pasillo metálico. Seguí la dirección de sus ojos, B se recostaba sobre el muro frio, con las manos dentro de los bolsillos, mirando al frente con total indiferencia.
Aspire hondo varias veces, no iba a ir corriendo tras Mello en ese momento y tampoco quería jugar al olvido total con un estado o dos que nos separara…porque con ello si volvería corriendo con el…en todo caso prefería buscar la manera de evitarme algo que desapareciera mi dignidad.
Pero tampoco estaba dispuesto solo a vivir con Beyond.
Di un segundo trago, más largo esta ocasión, dejando que la ceniza del cigarro encendido se desmoronara.
--Él no va a vivir aquí—replique. El anciano asintió con desconfianza pero luego se encogió de hombros—Nadie más va a estar aquí—agregue para mí mismo
Esa era mi vida ahora…iba a permanecer en ella como me permitiera olvidar lo ocurrido…olvidar a Mello…olvidar ese episodio en Richmond…
Cerca o lejos…en peligro o fuera de el…con mafia o sin mafia…con drogas y alcohol o sin ellos…con excesos o sin ellos…no…mi vida ya era un exceso de mierda ¿no? Bueno…veremos cuanto soportaba mi cuerpo cuando lo sumergiera en ellos…

Notas finales:

POR CIERTO...ME ODIARAN POR EL LAMENTABLE CASI BXM VDD??? BUENO POR FAVOR NO LO HAGAN!!!! PORQUE EL PROXIMO CAPI...VIENE JUJUJUJU

BSHOOOS TRONADHOOOS Y SENSUALEZZZ


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).