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EXCESOS por HakudiNN

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Notas del capitulo:

Hola, este esta mas peque pero sigue con mi racha lemonooosaaa xDDD!!!!!!!!!!

Espero que les guste

POV LINDA

--Necesitamos un hospital—la voz de Nate hizo eco contra mi mente, tan calmada que casi logro desquiciarme a mí misma en ese instante.
Las manos me temblaron contra el volante, sin lograr concebir la forma en mantener en una sola dirección el camión.
--Detente en un hospital—ordeno de nuevo. Mi corazón se golpeaba con fuera contra mi pecho, cortándome la respiración cada vez que buscaba llenar de oxigeno mis pulmones…detener mi propio gimoteo ahogado…mi propia desesperación.
Las imágenes parpadearon como en una especie de película de mala calidad, los bordes se hicieron borrosos hasta perder su enfoque.
Las luces lejanas que deslumbraron mis pupilas cobraron intensidad.
--¡Una farmacia!—alguna voz lo dijo, no fue Nate…mucho menos Mello, debió tratarse de mi voz.
Las lagunas en mi mente me llevaron de golpe al segundo en que baje atropelladamente por la escalerilla, ayudando torpemente a Nate, quien a su vez, soportaba mucho peso de Mello al ayudarle para salir de la cabina.
Las fotografías parpadearon por el reducido espacio blanco por el que llevamos a Mello hasta el espantado personal nocturno.
No recordaba más…las imágenes borrosas me llevaron directamente hasta las carreras desesperadas de las personas en busca de la forma de sanar las heridas de Mello…la sangre…había mucha sangre….su rostro…Nate contemplaba en silencio, con las puntas del cabello goteando liquido rojizo…sus ojos eran fríos, casi calculadores conforme contemplaba a Mello…
La cabeza hizo presión contra mi propio cerebro.
Abrí los ojos de golpe. Reconociendo el jadeo ahogado como mi respiración. Un potente zumbido acosaba mis oídos, aunque debía tratarse de un problema físico no externo. Descubrí el dolor en mis articulaciones y extremidades al deshacer el ovillo en el que estaba convertida; extendí mi cuerpo para incorporar el torso.
El zumbido aumento su intensidad…mi corazón seguía palpitando desenfrenado…sentía pegajosa la frente, perlada por el sudor producto del mismo terror que aún me acosaba.
Mire, jadeante, el grisáceo cuartucho de motel ¿Cuánto había conducido hasta que amaneció, y varias horas luego? ¿Cómo llegamos allí? ¿Cómo fue que conseguimos una habitación? ¿Seguimos vivos?
La alfombra apestaba a tabaco rancio. Las cortinas percudidas cubrían las mugrosas ventanas, el descuidado amueblado de tercera mano lleno mi visión. Atraje las rodillas para ponerme en pie.
Una inmóvil silueta llamo mi atención; al ponerme en pie del suelo me dirigí hasta su cuerpo sorprendentemente quieto.
--Nate…--apenas escuche mi voz, así que aclare mi garganta, la sentí rasposa al punto del dolor.
Ni me miro. Tenía las apagadas y oscuras pupilas fijas en la cama, se retorcía el cabello constantemente, con la expresión vacía…
Seguí la dirección de su mirada, apenas recordaba fugaces imágenes de lo sucedido luego de que el fuego cubrió todo a su alrededor. La huida, la farmacia, la forma en que el personal nos sacó de allí por miedo, la misa razón por la que hicieron lo posible por el rubio y sus heridas…el genuino terror.
Y lo vi.
Me lleve una mano a los labios, ahogando una maldición.
Las vendas estaban húmedas por completo, manchas rojas traspasaba su material poroso; su cabello revuelto estaba esparcido por el almohadón, descubriendo su rostro, o lo que no estaba cubierto en vendas, para evitar que el cabello se pegara a la lastimada piel o a la viscosa sangre sobre la tela de la venda.
Estas, se extendían por su hombro izquierdo, sujetando su brazo contra el cuerpo. La expresión de Mello, incluso inconsciente por los sedantes, era tensa…le dolía. ¿A quién no le dolería?
--Nate.
Lo miraba fijamente.
--Necesitaremos salir de aquí—dijo sin más, con el mismo tono indiferente. ¿Cómo lograba mantenerse controlado en esta situación?
--Lo sé—admití--¿crees que…--dude—que tu hermano…?
--Lo que ocurrió es responsabilidad de uno de mis hermanos—tajo de golpe—una forma cobarde de proceder…peor que un gusano. Sin embargo, no es una posibilidad inmiscuir en esto a Beyond—detuvo de golpe mi intención de llevar la conversación hasta la mención de B. Chico listo, muy listo.
--¿Qué dices?—me agite--¡Necesitamos la forma de escapar de aquí!
Me miro fugazmente, luego pareció ignorarme.
--Ya lo he pensado—exclamo—y necesito de tu ayuda.
Retrocedí unos pasos, de pronto asfixiada por ese lugar. Me di la vuelta pasando a traer una chamarra, sin saber a quién pertenecía, y saliendo de la habitación.

POV MATT

La molesta punzada asalto mi mente, me revolví contra…donde sea que estuviera recostado. Escondí el rostro en la superficie, renuente a separar los parpados. Por fin un acceso de malestar inundo mi cuerpo por completo, obligándome a volver a la realidad…el estómago se sentía revuelto, lo cual era bastante curioso ya que, no recordaba haber probado bocado desde hacía bastante…sin embargo, lo peor era la sensación de pérdida y nostalgia que me provocaba una especie de agujero en el pecho, bastante desagradable…pero conocida. Quizás era también a un efecto secundario del polvo blanco que tanta euforia me despertó la…noche anterior.
¡Maldición! ¡La noche anterior! Cada sensación…cada tacto aun ardía en mi piel…literalmente.
Abrí los ojos de golpe, incorporando el torso sobre las desarregladas sabanas. Mi respiración volvió a agitarse junto con la desesperación, mas trate de enfocarme en la pálida silueta que respiraba pausadamente a mi lado.
Su revuelto cabello negro como el ébano cubría la mitad de su perfil, aunque tampoco era como si pudiese mirarle con detenimiento pues me daba la espalda, con el pecho contra la cama; sujetando un almohadón entre los largos brazos, en una especie de manía infantil…
Seguí bajando los ojos por los músculos de sus hombros, su espalda, la forma en estrecharse levemente en la curva de su cintura; su cadera afilada…Aparte la mirada entonces, evitando seguir analizando el resto de su cuerpo, aunque la sangre aun así subió hasta mis mejillas…
Deje caer la cabeza con desgana, apoyando mi frente contra una palma…aspire profundamente mientras buscaba calmar mi respiración…Le eche otra mirada a Beyond, su pausada respiración era un sonido agradable…Suspire ¿de qué servía ahora arrepentirse de…lo que no quieres arrepentirte después de todo?
Deje caer la espalda contra el colchón, algo crujió de forma plástica debajo de mí; volví los ojos encontrándome con la cortina de hule que alguna vez colgó del techo…no recordaba precisamente que la habíamos desgarrado…incluso cuando repasaba mentalmente cada detalle…
Resople calladamente clavando la mirada en el techo…ojala pudiera detener el tiempo, que los sucesos retrocedieran…que todo cambiara…no pedía que Mello recapacitara, ni tampoco nunca haber decidido bajar a Richmond y conocerlo, no haber abandonado mi vida y mi a mi familia…no, simplemente esperaba dejar de sentir lo que sentía por el rubio…Mello…Mihael.
Rodé sobre mi costado, contemplando el cabello oscuro de Beyond, desde aquella posición no lucia tan intimidante, tampoco como el acosador que creí que era…en realidad, si hacia recuento de todo lo sucedido desde que prácticamente hui de Richmond, el único que mostro un grado de interés (tal vez hasta un dejo de preocupación) fue precisamente B…el hermano zombi de Nate…
Me encogí levemente, eso debía contar algo…supongo….me gustaría creerlo.
En realidad…ahora quería olvidar lo sucedido…a Mello…todo lo que se relacionara a él o a Richmond…pero sobre todo buscaba encontrar una solución a mi vida…
Mientras le contemplaba una pregunta resurgió desde el rincón de memorias adolescentes: ¿y si me enamoraba de alguien más? Un clavo saca otro clavo, vaya, nunca creí en esa frase, y no considero nada efectivo en dicha solución… pero…también podría tratarse de una especie de posibilidad, quería mantener mis esperanzas intactas en ese sentido.
¿Podría sentir algo por Beyond Birthday?... ¿porque no simplemente podía decidir que pasara y ya?
Francamente en estas semanas del sexo que conseguí no fue como la noche anterior, B fue sencillamente “diferente”, podía darme cuenta dejando atrás el placer corporal (enfocándome en pensar claramente, ignorando la forma en que mi cuerpo se estremeció ante las memorias)…fue distinto a esos encuentros…entonces, definitivamente le daba un sentido a esta sensación: yo…”quería” enamorarme de Beyond.
Supongo que ambos nos lo merecemos, el por soportarme, yo por ser un mártir. Mierda, que dramático se escuchó eso, incluso para mí.
Esa idea casi me hace sonreír…pero lo cierto es que no era tan sencillo entregarle todo a alguien solo por una especie de deber contigo mismo, no, así no funcionan los sentimientos. Brillante, Mail, has vuelto a la pubertad.
Suspire una vez más, poniendo en pie otra vez, mis piernas temblaron apenas intente caminar con normalidad. El malestar físico estaba cobrando venganza contra mi mente, acosándome con mareos y nuevas nauseas. Anduve débilmente por la estancia, evitando pisar vidrios rotos, mi reflejo en el espejo me llamo la atención, me acerque lentamente, mi pecho presumía delgados surcos inflamados producto de las uñas de Beyond.
Parpadee un par de veces, me gire para mirar mi espalda, me contorsione para poder tener mejor enfoque del reflejo: los arañones llenaban mi piel a lo largo y ancho.
Y por alguna razón, tampoco me molesto.
De nuevo el maremoto de indecisión inundo mi cabeza: ¿podría ser posible que me enamorara de Beyond? ¿Qué me convenciera de poder hacerlo y de olvidar a Mello?

POV LINDA

Me recargue sobre el muro, cerrando los ojos con fuerza, oyendo el latir de mi sangre bombeando hasta mi corazón con violencia.
Las inminentes lágrimas estaban comenzando a ganarme la batalla. Hacía años que no me sentía de esa forma, tan asustada y confundida…ni siquiera cuando hui de la custodia de mi familia adoptiva, ni siquiera cuando encontré en la venta de enervantes mi sustento y mi perdición…en mi total vida. Ni siquiera cuando descubrí el adrenalinico placer del goce pasajero, en mi libertad una forma de sobrevivir…incluso, tampoco cuando me encontré huyendo de Mikami y de su intención por asesinarme…quizás era porque en realidad nunca antes había estado al borde de la muerte a ese grado…presenciando esa línea tan delgada entre vivir y…
No es el momento para comportarte como damisela en peligro, Linda. Dejado eso en claro, aspire hondo y me encamine por el sucio corredor hasta las andrajosas escaleras. Baje por estas mientras me cubría con la capucha la cabeza, metí ambas manos a los bolsillos, encontrándome con el tacto frio del metal: el arma del rubio psicópata; Nate debió esconderla allí…en algún momento.
Cruce el camino de grava hasta la caseta de registro, entre de golpe, mirando a mi alrededor, una señora gorda de muy mal aspecto me miro con mala cara, como si la hubiese interrumpido de algo muy interesante que transmitían por televisión.
--¿Sirve el teléfono de afuera?—quise saber, con el timbre en la voz aun sin desaparecer por completo. Maldito el momento en que deje el móvil arriba.
--Prueba poniéndole monedas—me respondió de forma hosca.
--Necesito su teléfono—dije en vista de que no traía conmigo dinero…solo una bolsa que ni recordaba que tenía dentro.
--Afuera hay un teléfono—hizo un ademan con la mano para ahuyentarme. Entorne los ojos y saque el arma, a saber si está o no cargada.
--¡Necesito su teléfono!—exigí. La mujer me mostro las palmas en una reacción temerosa, luego me señalo el aparato que sobresalía en una esquina bajo el destartalado mostrador.
Me dirigí hacia allí con pasos grandes, sacando atropelladamente el teléfono y desenredando el cable con mi mano libre.
Marque el número que, luego de tantas llamadas sin responder, sabía de memoria.

POV MATT

Lo vi levantarse del colchón. Desde el rincón donde estaba sentado, metido solo en los pantalones, seguí en silencio sus movimientos. Me dio la espalda para vestirse su propio pantalón. Se quedó inmóvil un segundo, luego giro el rostro sobre su hombro, mostrándome su perfil.
--Hola—salude. Algo tenía que decir ¿no es cierto?
--Hola, Matt—su tono fue por completo lacónico.
Y allí decidí que…todo lo que estuve pensando mientras Beyond dormía, podría tener sentido: vivir sin buscar la muerte con tanta desesperación.
--Mail—corregí—llámame Mail.
Asintió en silencio. Me puse en pie entonces, andando hasta la cama.
--Aunque ya lo sabias—me esforcé por sonar casual—lo escuchaste cuando compre este lugar…
--Lo hice.
Me detuve, la actitud de Beyond no estaba ayudándome en absoluto. Me mordí los labios sin saber que más decir o hacer, podría echarlo de mi casa…no, no debía…¿o sí?...
--No lo hagas.
--¿Eh?—parpadee confundido. Beyond se puso de pie, rodeo el lecho para llegar a donde seguía inmóvil.
--No muerdas tus labios—explico con una especie de resignación en la voz. Despegue los dientes de mi piel, me dolían con punzadas calientes…estaban resentidos y no precisamente por la auto mordida de hace dos segundos.
Contemple en silencio sus profundos ojos a través de los mechones de su cabello, profundos…vacíos…
--Beyond...
Espero en silencio.
--¿Tienes hambre?—pregunte con la mejor de la disposición—creo que no—musite con menos ánimos ante su silencio sepulcral.
--Por favor no me malinterpretes, Mail. Honestamente no estaba dentro de mis cálculos una respuesta como esta.
--¿Cuál respuesta?—fruncí el ceño— Solo debes saber si tienes o no hambre…
--No me refería a mí. En serio, Mail, será conveniente para ti si prestas atención a tu entorno…y a las conversaciones cuando seas parte de una—murmuro de forma cansina, me hizo gracia puesto que…lo dijo con un tono que prometía repetírmelo siempre. Aquella última palabra en mi mente me distrajo de la realidad…”siempre”, sonaba como si B fuera a convertirse en parte de mi vida…sacudí la cabeza con fuerza antes de despertar otra vez los efectos secundarios de la resaca de cocaína, y claro, los inmediatos del adiós de Mello. No más depresión que hiciera eco en mi realidad, no por ahora, por lo menos.
Cuando alce los ojos, Beyond iba camino al refrigerador…infructuoso, allí no había nada que pudiera comerse. Su expresión decepcionada se asemejo tanto al gesto infantil de un niño pequeño que tuve que sonreír.
Un zumbido apagado le hizo volver el rostro. Anduvo con aburrición, dejando la puerta del mueble abierta, hasta un montón de ¿ropa?
Me recargue en la pared, B siguió rebuscando. Era la primera vez desde hacía mucho que despertaba literalmente con alguien más en la cama, alguien que no fuera Mello, claro; por supuesto que el sexo fácil de las semanas que antecedían a este día, nunca se acercó a durar más de unas cuantas horas…y jamás aceptaría quedarme hasta el amanecer…
Por fin encontró su móvil, lo sujeto con la punta de los dedos dejando colgada la mano y miro la pantalla. Y sin más, colgó la llamada antes de responder.

POV LINDA

--Mierda, Beyond Birthday—escupí entre dientes. Si no se dignada a responderme quizás la aburrición fuera tanta que tampoco escuchara un mensaje de voz. Pero nada perdía con abrir uno de texto…
Le eche una mirada fugaz a la mujer, ella me contemplaba con la expresión desencajada.
--¿Tiene móvil?—quise saber, al segundo el aparato estuvo sobre el mostrador. Alargue la mano para tomarlo. Y escribí.
“Beyond, es Nate”.
Una vez que la pantalla me indico que el mensaje fue enviado, lo deje botado. Apenas pasaron unos cuantos segundos, el timbre del móvil resonó por la recepción. Lo tome de inmediato.
--Necesito que vengas, Beyond—pedí, y en esta ocasión mi voz tomo un tono suplicante, revelándome la profunda necesidad que experimente por sentirme segura, por tenerlo cerca—tienes que venir…por los dos.
--Pienso que te refieres directamente a Nate y a ti.
Asentí aunque no podía verme.
--Las posibilidades de que la presencia de Nate y la tuya compartieran un momento era de menos del dos por ciento.
--¡Estábamos con Mello!—grite, decidida a acabar con esto pronto—en…en Richmond…
El silencio del otro lado de la línea fue largo, el latido de mi corazón era tan sonoro que sopese la idea de que B lo escuchara también.
--¿Dónde está el tipo rubio?—fue directo.
--Nate está bien—concilie lentamente. Estúpida.
--¿Dónde está Nate?
--En un motel…--dije al fin.

POV LIGHT

--Esta tiene semejanza con la anterior—dijo Naomi Misora, arrebatándome la fotografía que estaba mirando.
--¿Ambas muestran números romanos?—quise saber, apoyando la mejilla en la mano. Realmente cada escena del crimen de Beyond Birthay se encaminaba en una sola senda: pistas ocultas. Para este momento, luego de trabajar sin descanso durante toda la noche, y bueno, con la poca ayuda de la mente de la encargada de Elle, el rompecabezas del hermano inestable del detective había sido armado con éxito: con cada homicidio perpetrado hubo dejado atrás indicios que guiaban al siguiente, ahora no era tan importante para culpar a Beyond, sin embargo, lo único relevante era precisamente lo que consideraba el peor de las atrocidades criminales: sus acertijos develaban su intención torcida para seguir con su patético juego hasta terminar la recta numérica que fue ocultando en cada asesinato: “21, 09, 20”
Estaba seguro que no finalizaba solo con esos números, no podría, sería incongruente dejar atrás cifras cortas al aire, sin relación aparente entre ellas.
--Hay algo mas—murmure.
--No creo que signifique algo más. El asesino esta perturbado, es todo—respondió la mujer. Mi móvil timbro en ese momento, vibrando contra el metal de mis llaves dentro del bolsillo. Contemple la pantalla. Takada. Resople y colgué el teléfono, ignorando aquella llamada, para dejarla en el mismo buzón donde las de Misa aumentaban.
La puerta se abrió sin aviso alguno. Tanto Misora como yo, levantamos la mirada.
--Elle—susurre al verlo entrar. Extrañamente no venía detrás su sobra: Watari.
--Señor—saludo Naomi, poniéndose en pie.
--¿Podemos hablar en privado, Light?—quiso saber. Asentí en silencio mientras la mujer salía de la oficina, dirigiéndonos una mirada atenta.
--¿Sucede algo, Elle?—quise saber, mirándolo con inocente curiosidad. A decir verdad, conocía perfectamente lo que acudió a informarme: los resultados de la movilización en Richmond--¿esta Nate bien?—me puse en pie. Se mantuvo en silencio, guardando las manos dentro de los bolsillos de su pantalón. Un ataque de exasperación me asalto: ¿Por qué no solo decía lo que quería? Estaba poniéndome ansioso el verlo con aquella expresión cansada y ausente…sin saber la causa y en consecuencia, tampoco la forma de solucionarlo…
Tome la hoja de papel en la que Misora y yo escribíamos nuestros avances de la investigación y se la extendí.
--El acertijo de tu hermano está resuelto—exclame rápidamente—es suficiente para juzgarlo como el culpable de…
--El rastro de Nate desapareció—me interrumpió. Aquella si que era una sorpresa, mis cálculos estaban enumerados solamente para obtener un resultado exitoso. Si el hermano menos trastornado de Elle había desaparecido del mapa de esa forma, significaba que Mello debía seguir con vida.
Ineptos. Estúpidos todos los lacayos inútiles de Mikami. Todo lo que tenían que hacer era asesinar a Mello y a toda su pandilla de criminales.
--¿Qué dices? ¿Acaso Giovanni no logro devolverlo a salvo?—sujete sus hombros.
--Las posibilidades dentro del margen de error a mis cálculos no se centraban en un resultado como este—musito, desviando la mirada—la ejecución cambio contradiciendo mi teoría de manera casi…intencional.
Internamente entorne los ojos. ¿Acaso Elle estaba sospechando de un tiroteo que termino mal? Y si estaba en lo cierto ¿Cuáles eran las posibilidades de que dudara de mí?
--Elle…
Me miro, algo más que simpleza en sus inexpresivos ojos negros se reflejó en mis pupilas: un dejo de preocupación mezclada con ¿nostalgia?...
Aquella expresión tan repentinamente desolada me sacudió por dentro, despertando en mí un deseo incontrolable por devolverle la monotonía a su mirada, la normalidad a su gesto…Le gritaría de ser necesario.
¿Qué te ocurre, Light? Controla tus impulsos, la mente debe sobrepasar las emociones.
--Ante esta situación, deberé actuar de manera más arriesgada—resoplo casi con aburrición, mas sin dejar atrás la forma apagada de mirarme—Necesitare de tu soporte, Light. Tu capacidad será de ayuda para lograr la solución a este caso…
Mi corazón dio un vuelco. Elle no sospechaba de mi…al contrario, acudía porque me necesitaba…quería que le auxiliara…me lo pedía a mí. Light Yagami.
Y simplemente no pude evitarlo. Acerque mis labios a los suyos, juntándolos.
Sentí la tensión tomar control sobre su cuerpo. Pase los brazos sobre sus hombros, atrayéndolo hacia mí para cerrar cualquier espacio entre ambos.
Introduje la lengua lentamente a través de sus labios, lentamente…como si estuviera pidiéndole permiso. Su cuerpo fue relajándose mientras me permitía entrada, abriendo la boca levemente.
Un espasmo me sacudió en cuanto su lengua choco contra la mía, escabulléndose hasta mi cavidad y explorarla. Un estremecimiento recorrió mi espalda. Sus labios sabían dulces…
Baje las manos, acariciando su cuello, sus hombros, bajando por sus brazos hasta sus muñecas, sujetándolas y sacándolas de la prisión del bolsillo, guiándolas alrededor de mi cuello.
Sus palmas se enredaron en mi cabello, atrayéndome hacia su rostro, profundizando el beso que estaba dejándome sin oxígeno.
Volví las manos por sus extremidades, llegando a su espalda, acariciándola por encima de la, de pronto molesta playera. Presione contra su espalda baja para ceñir su silueta a la mía. Se le escapo un gemido gutural que provoco que me hormigueara el cuerpo.
Me separe cuando necesite respirar otra vez, Elle abrió sus ojos ¿en qué momento los cerro? No estoy seguro, pero me miraba con atención, atravesándome con sus pupilas…Permanecimos así unos segundos.
Mi corazón latía frenético, casi me avergüenzo porque estaba seguro que Elle podía escucharlo perfectamente.
Lentamente fue acercándose para llegar hasta mis labios otra vez, juntándolos, lamiendo suavemente mi piel. Mis manos se aferraron a su cuerpo por automático. Ceñí mis brazos entorno a su cintura, llevándolo hasta el sofá, atropelladamente sentí su cuerpo caer sobre los cojines, recibir sin queja mi peso cuando subí sobre su cuerpo.
Nuestras respiraciones chocaron, agitándose una contra la otra. Sus brazos ejercieron pasión sobre mi espalda, era más fuerte de lo que parecía. Mordí su labio, se quejó ronco contra mi boca, el calor subió por mi espalda, inundándome hasta el vientre.
Baje los brazos hasta su playera, subió los brazos para ayudarme a sacársela; aferro mi corbata, tirando de ella para besarme otra vez, deshaciéndose se está al mismo tiempo. Apresuradamente me fui despojando de la camisa, dejándola botada por algún lugar detrás del sofá.
Y la paciencia desapareció. Tenía ganas de Elle…solo de Elle…
Ignore el vibrar de mi móvil, es más, me saque el cinturón para poder quitarme el pantalón a gusto, mientras lograba mi hazaña, baje los labios por su blanco pecho, su delgado torso se estremeció en cuanto mordí uno de sus pezones. Gimió.
Su piel ardía debajo de mis palmas…su delineado y bello cuerpo…
Seguí bajando la lengua por su abdomen, sintiendo el vibrar de su cuerpo; baje su pantalón, llevándome consigo también sus boxers, descubriendo su excitado sexo…Acerque los labios para llevarme la punta a la boca, llenándolo con saliva mientras lo introducía en mi caliente cavidad.
Oí su respiración agitarse sonoramente, su corazón agitarse por debajo de su pecho. Mire su expresión, nunca antes le había visto con una expresión como esa: me gustaba, quería verlo siempre así, un nuevo deseo que lleno mis propósitos en este instante.
Sus labios entreabiertos que dejaban escapar jadeos ahogados, sus manos que peinaban mi cabello…
Me separe de su miembro caliente, creciente incluso dentro de mi boca, escale por su perfecto cuerpo hasta su rostro, besándolo con ganas, apoyando una mano sobre el cojín y jugueteando con su miembro con la otra.
El hormigueo había despertado mi propia extensión desde hacía rato, pero fue hasta que su mano la sujeto por encima de la tela de mi ropa interior, que un verdadero espasmo que sacudió por completo. Escuche mi propio gemido.
Sentí que la tela se deslizaba para dejarme desnudo, entonces me acomode entre sus piernas, mi sexo tiro del abdomen con fuerza, empezando a exigir satisfacción.
Apoyo su frente contra la mía, soportando mi peso, respirando agitadamente…introduje despacio la punta de mi miembro, mirando su expresión tensa, intentando relajarse y evitar el dolor.
Iba a detenerme cuando sus brazos rodearon mi cuello para esconder el rostro en mi cuello, dejándome a mí contra su hombro. Respiro contra mi oreja, haciéndome tiritar. Mi cuerpo respondió por sí mismo, con un solo movimiento, un tanto brusco, penetre por completo su entrada. Gimió en respuesta, arqueando la espalda contra mi pecho. Su piel ardía.
La presión de sus paredes internas asfixiaba mi miembro de una forma que me estaba volviendo loco…Elle era estrecho y caliente por dentro.
Comencé a mover la cadera contra su cuerpo, apresurándome a acostumbrarlo; jadeo echando la cabeza hacia atrás, permitiéndome contemplar otra vez su bello rostro. Se me escapo una sonrisa.
Seguí moviéndome en embestidas cada vez más rudas y veloces. Su cuerpo reaccionaba automáticamente, dejando que mi sexo saliera casi a la punta y volviera adentro por completo. Podía sentir la suave piel de su extensión en medio de nuestros cuerpos, palpitar contra ellos…
Oí mis propios jadeos que rompían mi garganta conforme el hormigueo de placer se esparcía por todo mi cuerpo, encontrando su sudor y el mío fundidos en uno. Tal como nuestros cuerpos.
Enrede los brazos en su cintura, separando su espalda de los cojines para sentarme y subirlo sobre mis muslos. Sin salir de su interior.
Encajo las yemas de los dedos en mis costillas, sujetándose para apoyarse y poder moverse hacia arriba y abajo. Nuevos espasmos me recorrieron.
Rodee su cintura con una mano, enredando los dedos de la otra en su espeso cabello. Rompiendo nuestros besos solo cuando los gemidos ganaban la batalla.
El fuego inundo mi entrepierna, haciéndome vibrar…su miembro jugaba en medio de nuestros cuerpos…Me tense, temblando con fuerza, olvidando mi propio nombre…recordando solo el suyo: Elle.
Jadee una última vez, aferrando su cuerpo al mío con fuerza, sintiendo sus brazos hacer lo propio mientras gemía contra mi oído; casi a punto de explotar, inunde su cuerpo con mi esencia, sintiendo la suya, caliente cubrir mi abdomen, otra manera de estremecerme.
Cerré los ojos, recargándome en el respaldo mientras recuperaba el ritmo cardiaco normal antes de sufrir un infarto; su cuerpo se relajó contra el mío, escondiendo el rostro en mi cuello, su aliento cálido se estrellaba contra mi piel.
--Light—jadeo, cansado.
--Elle…--sonreí genuinamente.
--Estoy sesenta por ciento seguro de que mis cálculos fallaron porque—se detuvo a tomar aire—hubo una fuga de información.
--Evítame la molesta—respondí—y dime que no estuviste pensando en eso todo el tiempo—me sentía herido con ese comentario.
--No en realidad—me miro entonces—se trataba de lo que quería decirte desde un principio—me sonrió infantilmente—necesitaba decirlo antes de olvidarlo por completo.
Su argumento se me antojo tremendamente tierno, así que, me causo gracia y tuve que devolverle la sonrisa.

Notas finales:

Gracias por leer!

BSHOOOS TRONADHOSSSS


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