EXCESOS por HakudiNN

POV LINDA

Mis latidos permanecían desenfrenados aun, sobre todo ahora que ni siquiera lograba concebir como fue que tanto Mello como yo aceptamos esto, y luego me recordaba: era la única forma rápida de abrirnos otro camino para huir.
Sin embargo, incluso aunque Nate hubiese asegurado que la mujer policía no nos enviaría a prisión, incluyéndolo a él también, no significaba que fuera una certeza con la que pudiese respirar con calma. Ya que, de una u otra manera, estábamos ahora más cerca de la policía que de Mikami, lo cual, si bien no me emocionaba estaba claro que de tener que elegir bando para ser atrapada, al menos me aseguraba un juicio y quizás una forma más digna de morir. El detalle es que…no quiero dejar de existir.
Mello iba en la parte trasera, junto a Nate, ya que, según el rubio psicópata: no iba a dejar al chico cerca de la mujer policía porque eso le facilitaría la tarea de hacer algo en contra nuestra. Aunque la única en creer aquel supuesto estado de “rehén” de Nate, fue Halle; puesto que para mí, solo no quería verse en el peligro de verse separados.
Quién lo diría del violento y duro Mello.
Y ahora eso significaba que yo…iba encaramada en el asiento del copiloto, echa un manojo de nervios y lejos de mi preciado bolso confiscado.
El automóvil ronroneaba sobre el asfalto iluminado por los primeros rayos del sol que reposaban sobre la gris carretera, y sobre mi cuerpo, calentando mi piel de forma agradable.
--¿Cómo fue que llegamos a esto, Nate?—mascullo la mujer, con la vista fija en el parabrisas.
--No respondiste a mi cuestionamiento anterior, Halle—contrataco sin intención aparente para contestar—Aun barajo algunas posibilidades obvias de que B te revelara información.
--Dependerá de cual decidas utilizar—repuso ella, sin mirarlo—A decir verdad estoy segura que lo vieron antes de que me llamara.
Ladee el rostro en su dirección, ocultándolo en una pantalla de cabello para disimular mi interés.
--Una llamada…--musito el chico.
--Así es—suspiro la policía—Intentare unirlo a nosotros dos más tarde—enfatizo en el plural para dejarnos en claro a Mello y a mí que la invitación no se extendía más allá. Pero de todas formas traspasando una cálida sensación de preocupación maternal por juntar a sus dos supuestos hijos, alejarlos de todo peligro…protegerlos. ¿Y Beyond se quejaba todo el tiempo? Le apostaría mi propia vida a quien fuese a que ni el rubio loco ni yo alguna vez experimentamos aquel cariño proveniente de alguien.
--No será precisamente una dificultad—apunto Nate, devolviéndome a la conversación—luego de conocer exactamente la ubicación desde fue realizada la llamada.
La mujer esbozo una media sonrisa seca. Al parecer mordiendo el cebo que el albino lanzo para obtener información.
--¿En serio crees que Beyond dejaría que supiera eso?—ironizó. No pude evitar divertirme con el tono, de hecho casi la acompaño en su gesto sombrío: B jamás permitiría algo así; aunque aún seguía la incógnita: ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué a ella?
Near se retorció el cabello calmadamente, pensándolo un momento.
--Desvió la llamada—explico Halle en medio de un tono dudoso, confundida por el hecho en sí. Por el espejo lateral note los ojos de Mello abrirse lentamente ante la mención del engaño, sus pupilas ausentes y opacas miraron le techo del vehículo. Hasta donde yo tenía conocimiento B no poseía conocimientos acerca de cómo lograr burlar un detector de llamadas…al parecer al rubio le asalto un pensamiento.
--¿Cómo sabría que íbamos a irnos?—me pregunte. Él mismo nos hubo amenazado con que no podríamos movernos así como así.
--No era difícil de darse cuenta—hablo la mujer—Recibí la llamada de Beyond hace unas horas solamente…
--Mi hermano debió intuir que no regresaríamos, por el contrario nos moveríamos en contrario a la ciudad, y por tanto…
--Simplemente los espere—la policía se encogió de hombros—Considéralo la preocupación real de un hermano por completo diferente a…”él”—exclamo eligiendo con cuidado cada palabra, pero al final con un toque de calidez en ellas. No podía evitar sentir una especie de pertenencia a sus palabras: en realidad Beyond estaba decidido a separar a Nate de Mello…y lo mejor de su plan, al parecer, era que al mismo tiempo aseguró la seguridad de su hermano menor al orillarlo a aceptar la ayuda de la mujer policía, pues seguramente su visita le sirvió no solo para amenazar al rubio loco, si no para evaluar la situación.
Se dio cuenta que necesitaríamos de ayuda…no, me equivoco en eso: lo hizo por Nate, solo por él.
Cruce los brazos en un intento barato por sostener mi propio cuerpo, de pronto vibrante ante las acciones de Beyond que taladraban mi consciencia junto con sus palabras. Sobre todo ahora que me daba cuenta que tuvo razón: fueron las palabras de Near las que me tienen ahora dentro de este auto, con vida y en mayores posibilidades de mantenerme así.
--Sus diferencias son evidentes—murmuro Nate, clavando la abisal mirada en la ventanilla. Su rostro no reflejo sentimiento ni sensación alguna, como si en verdad pudiese ignorar los actos de su hermano B…o los de su otro pariente: Elle.
--¿Y porque precisamente en esa carretera?—quiso saber Mello, amenazador.
La mujer rubia pareció dudar en responder.
--GPS—murmuro Nate como si hubiese recordado algo.
--Anthony te compró a ti y a Beyond un móvil con GPS—coincidió ella.
--Pero me asegure de que no funcionara—susurro retorciéndose el cabello.
Los ojos oscuros de Nate se fijaron en la nada. Mello también pareció estar usando la cabeza. El reflejo del chico a través del espejo lateral derecho, llamó mi atención, aun vestía el abrigo del rubio loco, que antes tuve yo misma usé cuando Beyond llego al motel y…
Abrí los ojos en cuanto lo sucedido se repitió en mi mente: B se acercó a quitarme la llave, también para dejarme inmóvil…y me tuvo cerca todo el tiempo necesario para haber metido su móvil dentro del abrigo.
Me gire sobre el asiento, sin prestar atención al arma de la policía que me encañonó para evitar que siguiera moviéndome. Pase el cuerpo a través de ambos asientos, alargando la mano al abrigo de Nate y metiéndola en el bolsillo.
Un gruñido escapo de mi garganta en cuanto el artefacto cuadrado lleno mi palma.
--Tu teléfono—masculle volviendo a mi lugar—Maldito bastardo—insulte a B en voz baja. Cubrió su plan desde un principio, para tener certeza de la seguridad de su hermano menor.

POV LIGHT

Contemplé fijamente la forma con la que mordía una de esas pequeñas galletas con formas de animales regordetes, sus dientes que las desquebrajaban con naturalidad, al menos en su usual forma de comer, excéntrico y con unos ánimos tremendos: incluso infantiles.
No lograba apartar la vista de sus movimientos…me tenía enganchado a esa manera para engullir las gomitas rellenas de caramelo…pasarse la lengua por los labios para limpiar los residuos.
--Light—le oí pronunciar mi nombre, me sobresalto el que me distrajera de mi visión, mas logre disimularlo.
--¿Si, Elle?
--Llevas mirándome así casi cinco minutos desde que llegaste—hizo ver, llevándose otra gomita a la boca, y envidie estúpidamente el maldito dulce.
--No es nada—trate de restarle importancia al asunto, volviendo los ojos hacia la ventana, mirando ahora la claridad del cielo.
--Ya veo—musito en un tono apagado. Llamo mi atención.
--Elle…¿te encuentras bien?—quise saber.
--Simplemente apresuré conclusiones.
Me quede callado un segundo. Luego, me puse en pie para terminar la distancia que nos separaba, tenía que aprovechar el tiempo mientras su molesta sombra, Watari, no arribara solo para interrumpirme siempre o poner en duda cada respiro que doy.
Y realmente deseaba ese contacto con Elle…de nuevo.
Me acuclille frente a donde estaba sentado, viéndolo fijamente; Elle apoyo las manos en sus rodillas al pecho, y luego su barbilla, dirigiéndome una agradable y dulce mirada de curiosidad.
--Elle…--murmure—Te prometo que vamos a proteger a la justicia siempre—dije—y que…encontrare a tu hermano—lo haría por sus o mis motivos…además, odiaba verlo nostálgico.
--Light…aprecio mucho tu intención—me dedico una sonrisa adorable, que tuve que apartar los ojos--¿está todo bien?
Agache la cabeza.
--Light…
--Elle—puse una rodilla al piso para tener apoyo y estirar el cuello junto con todo el cuerpo para tratar de alcanzarlo; bajo las piernas al suelo de inmediato, permitiéndome me acercara.
Sus labios vibraron contra los míos, recibiéndolos sin resistencia. Su aliento jugo contra mi lengua de inmediato, elevándome del suelo mismo.
Enredé una mano a sus cabellos, atrayendo su cabeza para profundizar el contacto, introduciendo mi musculo para jugar con el suyo…estaba húmedo…y sabía deliciosamente dulce…
Oí un suave gemido desde su garganta, mi cuerpo se tensó, buscando la forma más humanamente posible para acercarme más en esa incómoda posición.
El ruidoso pitido nos sobresaltó por lo que rompimos el beso. Mire con mala cara como Elle metía la mano a su bolsillo para sacar su teléfono celular.
--Discúlpame—musito poniéndose en pie, apartándome de su camino de forma distraída--¿Watari?
Entorne los ojos: allí estaba otra vez ese viejo entrometido ¿tendría una especie de cuarto de control desde el cual podía mirar todo lo que hacemos? Pensé con sarcasmo.
Voy a tener que deshacerme de él también.
--¿Cómo dices?—algo en su timbre de voz me hizo alzar los ojos--¿Naomi Misora? ¿Estás seguro de eso?
Trate de descifrar su expresión, sin embargo, esta era inescrutable con una excepción: el vibrar de sus negras pupilas.
Antes de que pudiese intervenir de alguna manera mi propio celular tembló dentro del pantalón, contra mi pierna. Estuve seguro que Elle no pudo notarlo, pues no emitió sonido alguno.
Me puse en pie para mirar la pantalla. Un sonrisa de genuino triunfo cruzo por mis labios, no pude evitarlo, lo disfrutaría mientras el detective no se voltee. Afile la mirada con real satisfacción…Nadie, absolutamente nadie iba a meterse en mis intenciones ni a arruinar mi trabajo, mucho menos destruir todo lo que ya he ganado: ser mejor que Elle y sobre todo…su cercanía…por supuesto eso incluía a Naomi Misora.
Se trataba de un mensaje de texto de Kiyomi:
“ESTA COMPLETO EL PROYECTO, LIGHT. ¿CUANDO VENDRAS PARA HABLAR DE ELLO?”
Palabras sencillas, rápidas…claves…que relejaban la realidad de los sucesos al fin: Misora Naomi esta…muerta.

**
Y:

One-shot Excesos

ONE-SHOT EXCESOS

Empujó la puerta con los dedos para que se abriera. La habitación estaba sumida en una forzada oscuridad gracias a las pesadas cortinas que caían hasta el suelo para evitar cualquier rastro de luz solar.
Lo único luminoso allí provenía del brillo de la pantalla del ordenador al estar encendido, cuyo resplandor no alcanzaba más que unos centímetros y por supuesto el rostro del joven sentado frente al escritorio.
Giovanni aspiró hondo antes de entrar lentamente.
--Beyond—llamo a modo de saludo.
--Llamar a la puerta es un convencionalismo social que encuentro aceptable—respondió con frialdad, sin siquiera dignarse a mirarlo.
--Tus padres no est…
--No se trata de mis padres: no nos une lazo sanguíneo alguno—interrumpió.
--No están en casa—retomó, ignorándolo—pero eso no significa que tus practicas se detengan—a pesar de intentar manejar un tono que no representara un regaño, así fue tal y como sonó.
-Otra forma de decir que no suelen resolver casos sin mi ayuda—exclamó con aburrición.
--Posees un intelecto inusual, Beyond—explico acercándose hasta el muchacho—no deberías desperdiciarlo en la forma en la que haces—trató de ser amable.
El chico le dirigió una sola mirada antes de concentrarse de nuevo en su ordenador. Giovanni endureció el gesto en cuanto las imágenes de asesinatos brutales, cuerpos y escenas de homicidios llegaron desde la pantalla hasta sus ojos. El joven definitivamente tenía un problema serio con respecto a su obsesión por la muerte.
Comenzaba a convencerse de que Elle no estaba tan equivocado al catalogar a su hermano menor como inestable.
Y era bastante complicado llevar a cabo su vigilancia tanto del muchacho como de sus padres adoptivos, una doble carga que reportaba con informes semanales.
Se aclaró la garganta.
--Beyond, necesito tu atención.
No recibió respuesta.
--Beyond…
Seguía ignorándolo. El agente aspiro hondo, estaba allí para vigilar que Rester y Lidner hicieran su parte del trabajo, y eso incluía cuidar también de Beyond y Nate.
Puso una de sus manos sobre el teclado para evitar que siguiera tecleando, el chico rehuyó el contacto apartando las manos.
--No nos tomara mucho tiempo.
El chico levanto la mirada. Giovanni sintió una especie de escalofrío recorrer su cuerpo en cuanto las vacías pupilas se clavaron en su persona.
Transcurrió un momento, lo único que llenaba el silencio era el sonido del ordenador al trabajar.
Los nervios estaban carcomiendo al agente, sin lugar a dudas ni temor a equivocarse, aquellas pupilas eran de un profundo líquido que podría ahogar a cualquiera…llevarlo al centro mismo de la agonía.
--¿Está listo ahora?—quiso saber Beyond, desviando la vista con aburrición. Giovanni se vio en la necesidad de sacudir ligeramente la cabeza para enfocarse de nuevo en su tarea.
--Si…claro—mascullo estirando la mano para cerrar el computador portátil. La gélida mano del muchacho le detuvo.
--Me pareció que dijo que no nos tomaría demasiado tiempo—recordó con simpleza.
Retiró la mano del tacto del chico con la mayor indiferencia que logró concebir en ese instante; aparto unas cuantas carpetas desordenadas y se recargo en el escritorio.
Beyond fijo los ojos en el color claro de la camisa del otro, sin intención aparente de apartarse de la incómoda cercanía.
Giovanni se aclaró la garganta. La mano del muchacho se alargó rodeado la cadera de su cuidador, tecleando un par de ocasiones. El agente se tensó disimuladamente, apartándose con sutileza del contacto deslizando su cuerpo hacia un costado.
Por fin, B se puso en pie con calma, andando con brutal tedio hasta el otro lado del cuarto, acomodándose con rodillas al pecho sobre el borde de su cama. Mirando fijamente a Giovanni. Esperando.
Aspiró hondamente antes de volver la mirada a la pantalla, por completo oscura.
--Se trata de un simple examen de percepción—habló de paso, sacando algunos tarjetones del bolsillo interior de su saco oscuro. No recibió respuesta—Te mostraré tres escenas de crímenes no violentos—dejo en claro, creyó ver una mueca de fastidio en el rostro de marfil de Beyond—durante un minuto. La prueba consiste en que cierres los ojos entre cada muestra, luego deberás señalarme lo que encuentres interesante de cada una.
--Está esperando que resuelva un número considerable de casos en el tiempo que le correspondería solamente a uno—masculló—La percepción es una fiel compañera de la capacidad, así que puedo decir con certeza que…su intención es otorgarle un porcentaje a mi capacidad.
Giovanni suspiro cansinamente, no terminaba por acostumbrarse a su forma rebuscada de hablar de aquel jovencito de casi veintiún años.
--¿Estás listo?—quiso saber.
--Un puzzle…--murmuro—No será posible que lo resuelva.
--¿Qué?—tenía que tratarse de una forma de hacerlo cabrear.
--Giovanni—habló directamente a su nombre--¿has considerado la posibilidad de que la estadía frente a una pantalla de ordenador durante horas puede herir con gravedad la visibilidad?
--¿Quieres que me acerque para que veas mejor?—arqueó las cejas.
El chico se limitó a esperar. Tras vacilar un segundo, el agente dio unos cuantos pasos hasta dejar escasa distancia entre ambos.
--La primera—coloco el tarjetón frente a los abisales ojos de Beyond, mientras miraba con atención su reloj de muñeca.
Por el rabillo del ojo pudo notar como el chico tenía las pupilas clavadas en su rostro, dejando de lado la fotografía.
--Se supone que debes mirarla, cerrar los ojos y deci…
--Es una escena falsa—replico con frialdad. Giovanni alzo los ojos vivazmente—falta el reflejo del supuesto criminal—señalo con aburrición.
Giro el tarjetón, en efecto: el ladrón encañonaba a una dependiente del banco, sin embargo, carecía de reflejo en el cristal posterior. Una observación bastante acertada y casi invisible para cualquier intelecto.
La mano de Beyond se estiro tirando de la corbata del agente, obligándolo a dar un paso, éste rehuyó la situación un tanto aturdido por la acción.
--En un puzzle es normal la existencia de castigos o…gratificaciones ante los resultados favorables. ¿Podría mostrarme la siguiente?—ladeo la cabeza con aparente inocencia, llevándose el pulgar a los labios.
Un estremecimiento sacudió la espalda de Giovanni. Era un agente de inteligencia, entrenado y de alto rango, así que era perfectamente capaz de sospechar de los actos del muchacho, sobre todo cuando era evidente que tramaba algo…
Intento ignorar ese hecho y, tras extraer la imagen, le mostró el segundo tarjetón.
Transcurrió un momento fugaz. Mordió su dedo, acercando el rostro atentamente.
Giovanni le miro…sus ojos…su manía infantil pero hipnotizadora de…todo…. Y la imagen desapareció de sus manos.
Patético: un jovencito estaba jugando con los reflejos de un ex agente del FBI.
--Quería verla de cerca—exclamó, girando la imagen a varios ángulos.
Se acercó para recuperarla, Beyond alzó el rostro y cerró los ojos, causando que el policía se detuviera de golpe.
Las manos le vibraban nerviosas. Aquel rostro que se le antojo tan sublimemente inquietante desde que le conoció se encontraba a centímetros…
--La caja fuerte carece de agujas de combinación—mascullo B de pronto. Al instante Giovanni recuperó el aliento.
“Es un niño” se dijo mentalmente, “trabajo”, buscó convencerse.
Una mano intrusa se introdujo por las solapas del saco. Se estremeció por automático. De pronto su cuerpo fue torpe al responderle, lento, lo único que alcanzo a hacer fue seguir con la mirada los dedos marmóreos del chico mientras sostenían la última tarjeta.
--Beyond…
El muchacho, obediente, levantó las vacías pupilas. ¿Desde cuándo el muchacho era así de…dulce?
No encontró palabras, estaban atrapadas por una fuerza externa, sujetadas dentro de su garganta sin posibilidad de ser emitidas…Solo concibió mantener la vista clavada en los profundos ojos de Beyond.
Lentamente el chico fue incorporándose, dejando un pie sobre la alfombra para levantarse por completo; el agente retrocedió el cuerpo ligeramente. El rostro de Beyond quedó a escasos centímetros del propio, logrando que su respiración fuera perceptible sobre sus labios.
El muchacho retomo su acercamiento, y la mano de Giovanni le detuvo por el pecho. Una mueca curiosa de frustración cruzó el rostro del chico.
--Beyond, esto no es correcto.
--¿Qué?—retó el muchacho con fingida inocencia—Las malvadas nociones dentro de su cabeza le indican por algo que en realidad desea…no significa que encaje precisamente en un concepto intelectual subjetivo. Sus deseos—murmuró. Iba a dar unos pasos de vuelta al ordenador, cuando la mano del agente sujetó su antebrazo.
Beyond miró la acción, luego dirigió los ojos directo al rostro de su captor.
Giovanni tenía la respiración agitada, dividida en hacer lo que, efectivamente, consideraba como correcto a nivel personal; y la otra parte en dejarse llevar, en excusarse tras el pretexto de un momento de debilidad…
¡Una completa locura!
Un simple segundo…y luego, terminó con la distancia. Hundiéndose en la suavidad de los labios del muchacho por lo menos ocho o nueve años menor que él. Beyond correspondió por completo, introduciendo lascivamente su lengua en la boca cerrada del agente, simulando “algo más”…abriendo el paso a muchas ideas sugestivas.
Giovanni se estremeció.
La reacción quizás fue un tanto más exigente, cargada de la ansiedad propia de un hombre consumado sexualmente, experimentado a mayor amplitud que el propio Beyond, incluso con su vida de sexo excesivo. El oficial sujeto al chico por los brazos, profundizando el contacto, metiendo la lengua dentro de la cavidad húmeda, explorándola y encontrando fascinante el calor de su interior.
Los labios del muchacho aprisionaron su lengua, tirando suavemente para lamer luego las comisuras, delineándolas.
Bajo las manos hasta la cintura de Beyond, hundiendo en ella los dedos, embarrándolas sobre la playera hasta rodear por completo su cuerpo. Atrayéndolo de golpe, causando que un gemido gutural escapara de los labios del chico. Algo sordo cayó sobre el piso, su saco.
Sin previo aviso, lo guio hasta la cama, empujándolo con el cuerpo para depositarlo sobre el lecho.
El armazón crujió en cuanto ambos cayeron sobre el colchón, a B se le escapó un gemido que se estrelló directamente en los labios del agente. Introdujo una mano por debajo de la playera, rozando la gélida piel del muchacho, causando suaves descargas eléctricas que vibraban contra sus yemas; las manos ansiosas del chico subieron hasta el cuello de Giovanni, tirando de la corbata para deshacer el nudo. El oficial intento ayudarlo, durante esa fracción de segundo Beyond cambio las posiciones, dejándolo sobre las mantas y sentándose sobre sus muslos. Deslizo la corbata lentamente, mirándolo con extraña autosuficiencia, una vez extendida se la paso por detrás del cuello anudándosela improvisadamente.
Giovanni se perdió en sus ojos…asió una mano en su dirección, sin embargo, B le detuvo. Parpadeo confundido.
El chico oscilo la cadera contra el sexo del oficial, excitándolo al punto de arrancarle tempranos jadeos ahogados. Se deshizo de su playera oscura, arrojándola lejos.
Exasperado, Giovanni levanto el torso para estampar la boca contra los labios de cal, mordiéndolos hasta sentir la sangre inflamarlos debajo de la piel.
--Dígame, Giovanni—jadeo Beyond--¿Qué se siente tener el control?
Como respuesta, aferro el extremo de la corbata, tirando de ésta mientras retrocedía hasta la cabecera, a B no le quedo más remedio que deslizarse a cuatro puntos, gateando inocentemente sobre el colchón.
Apenas se recostó sobre los almohadones, Giovanni sujeto a Beyond para atraerlo contra su torso, viajando las manos por la espalda hasta el trasero, estrechándolo con fuerza y guiando los masajes de ambas entrepiernas.
El húmedo musculo de B por fin salió de la cavidad del otro, dejando un hilillo de saliva que recogió con la lengua apenas esta se derramó sobre el mentón de Giovanni. Este se estremeció sonoramente: lo había deseado desde que lo conoció.
Bajo por su garganta, dando mordiscos, soplando en las heridas y lamiéndolas; llego hasta la camisa, uno a uno cada botón fue extraído de su lugar gracias a los certeros labios del chico.
Un espasmo recorrió la espalda del agente, contemplar como aquel muchachito se abría paso por su pecho desnudo era…sumamente excitante. Hundió la mano en su cabello de ébano, guiando con firmeza el camino hasta su cinturón.
B paseó la lengua sobre la tela del pantalón, succionando la prenda para desesperar a Giovanni…y lo logró, puesto que éste, intento tirar de la corbata de nuevo…y allí perdió el control: Beyond se sacó la tela de encima con facilidad.
Se recostó sobre el torso desnudo del oficial, tallando la palma de su mano por el pecho, rozando el estómago hasta la entrepierna.
--Tuve una hipótesis interesante—masculló—me preguntaba si Nate y yo…éramos igualmente apetecibles…--habló contra el lóbulo de la oreja.
Giovanni le sonrió de lado, manteniéndose firme con el espasmo que electrizaba cada poro de su cuerpo.
--Beyond…--murmuró. De pronto sus manos sujetaron la cintura del muchacho, y cambió otra vez, hundiendo con fuerza la espalda marmórea sobre el lecho. Un destello de confusión cobro vida en los ojos del chico: eso no lo esperaba viniendo del agente. Resulto…interesante. Muy pronto la inquietud fue reemplazada por la satisfacción.
Giovanni se despojó de su desabotonada camisa, dejándola caer sobre la alfombra, una vez libre, extendió la mano, dirigiéndola por el abdomen, pasando de largo la cadera y centrándose en el miembro caliente.
Lo masajeó continuamente, sin despegar los ojos de la expresión placentera de Beyond. El chico pasó la lengua sobre sus propios labios de forma lasciva, invitándolo a probarlos.
Por supuesto acepto. Clavó la lengua en el interior de su cavidad, aumentando la velocidad de su mano contra el miembro duro de B.
Presionó con fuerza, un gemido ronco escapó del chico.
Se separó para pasear la húmeda lengua sobre todo el torso frío de Beyond. Iba a bajarle los pantalones, cuando su dueño, se alejó, bajando de la cama.
El agente se pasmó por un momento…una punzada en su miembro duro le dobló el estómago.
--¿quiere verme, agente?—retó B de forma siniestra. Giovanni volvió sus ojos en su dirección.
Beyond se desabotono el pantalón, bajo el cierre lentamente….y simplemente dejó caer la prenda al suelo.
La respiración de Giovanni se aceleró al punto de la hiperventilación.
Sus ansiosas manos le ardían por poseer aquel cuerpo.
B se desvistió por completo, exhibiéndose frente al oficial. Un estremecimiento sacudió a Giovanni en cuanto el sexo erecto del muchacho llenó su visión.
Beyond alcanzó de su escritorio lo único que nunca faltaba allí: mermelada. Abrió el sobrecillo con los dientes, desgarrando el plástico.
Echó la cabeza para atrás y exprimió el contenido sobre sus labios…hasta la última gota de dulce.
El corazón del agente golpeaba su pecho con fuerza descomunal. Una nueva punzada le atacó la entrepierna.
B se acercó nuevamente, gateando de forma gatuna, escalando por el torso del agente hasta sus labios, besándolo lentamente y depositando la mermelada dentro de su boca, jugando con su lengua.
La ansiedad cobró control total de su raciocinio, aferró al muchacho por la cadera y le empotro la espalda contra el muro junto a la cama. La garganta de B se quejó.
El agente se deslizo por el pecho, jugando con uno de sus pezones, mordiéndolo y tirando de este hasta endurecerlo. Hundió los dientes en sus costillas, las manos heladas de B se enredaron en sus cabellos mientras Giovanni llegaba a su meta: introdujo de una vez la extensión dentro de su boca, inundándola con saliva mezclada con mermelada.
El cuerpo de Beyond se tensó mientras arañaba las paredes a sus costados.
Al frente y atrás…Giovanni llenaba su boca con el sexo duro, lamiéndolo con ganas, concentrándose en la punta para volver a introducirlo, estrechando sus labios para provocar jadeos cada vez más sonoros.
Se enfocó en aquella tela de piel delgada que une el sexo con los testículos, tirando suavemente con los labios, jugando rápidamente con la lengua. Tomando apoyo de sus manos que sujetaban la cadera del muchacho, deslizándose peligrosamente hasta su entrada.
Una de las manos de B voló hasta su propio miembro, sujetándolo con firmeza y masturbándolo mientras Giovanni lamía la punta de nuevo, mordiéndola suavemente.
Un hormigueo se extendió por todo su cuerpo, exigiéndole satisfacción.
El calor traspasó su piel mientras el sexo erecto de Beyond explotaba dentro de su boca, junto con un jadeo sonoro que retumbó en su habitación.
La espalda del chico fue relajándose conforme volvía al colchón. Giovanni subió sobre su cuerpo, acercando el rostro, a escasos milímetros dejo salir por sus labios un hilillo blancuzco mezclado con restos de mermelada, que se derramaron por los labios de hielo.
Beyond separó los labios con gusto, no sabía que Giovanni, que Stephen Loud podía llegar a ser así de…enfermizo.
Comenzó a incorporarse. B le contempló fijamente.
Luego simplemente aferró el borde del pantalón para evitar que se alejara. Giovanni no se movió, se limitó a observar como el chico le daba la espalda, y se acomodaba con naturalidad, ofreciéndose.
La respiración entrecortada del oficial ya era lo bastante sonora como para detenerse a pensarlo más de una vez, y en realidad, lo único que podía dilucidar era si debía hacerlo rápido o más lento…
El sonido de la tela al ser removida un par de ocasiones llenó el silencio.
Antes de soportar el peso del agente sobre su cuerpo logró sentir su extensión abriéndose paso por su interior, luchando por entrar rápido y dejarse llevar por el delicioso placer de las paredes del muchacho.
B no pareció reaccionar en lo más mínimo…como si estuviese acostumbrado o…supiera lo que debía hacer.
De golpe, Giovanni embistió al chico, penetrando por completo, punzando con fuerza. Solos los cabellos alborotados jugaron en el viento.
Y comenzó a golpear su cadera varias veces, fascinado por el calor interno del gélido Beyond Birthday…Beyond Lawliet…
Las embestidas aumentaron su frecuencia y rapidez, su fuerza…sus ansias. La garganta del agente se abrió en sonoros jadeos…
--¿Es…todo?—quiso saber Beyond con tono retador. Pico el ego de Giovanni, como lo haría con cualquier otro hombre.
Aferró el miembro de B para masajearlo al ritmo de las embestidas, apretándolo en ocasiones, y así…los gemidos guturales del chico acompasaron a los propios.
La extensión caliente y creciente entraba y salía…con algunas manchas rojizas transparentes. Por un segundo Giovanni quiso detenerse, si estaba lastimándolo ¿Por qué no decía nada? ¿Le gustaba?...Como respuesta los jadeos entrecortados de Beyond mientras estrujaba las sabanas, le hicieron perder la poca cordura que le quedaba.
Dejo de importarle en el momento que el cosquilleo amenazo con inundar su cuerpo, siguió embistiendo con fuerza…la vista se le nubló en medio del próximo éxtasis del orgasmo.
Antes de que ocurriera, salió de B, el muchacho se giró cuando la mano del agente se enredó en sus cabellos para volverlo contra su rostro.
Giovanni sujetó su miembro firmemente, masajeándolo con la misma rapidez que con las embestidas, en dirección a los labios entreabiertos del chico. Arqueó la espalda cuando el hormigueo se expandió por todo su cuerpo, haciéndolo temblar con fuerza; derramándose sobre el rostro de Beyond, salpicando su cuello, pecho y cabellos…deslizando la esencia viscosa por su frente hasta los labios.
Se dejó caer sentado sobre el colchón, recuperando la respiración desenfrenada, mirando de vez en vez como B limpiaba con dos dedos su rostro y se los llevaba a la boca luego.
Solo entonces a Giovanni le asalto un ataque de arrepentimiento…¡Beyond le había seducido! Sin importar quien penetró a quien, el control, al fin y al cabo estuvo en manos del muchacho, sí, eso era: un chico con bastantes problemas.
Se puso en pie de inmediato, cogiendo su ropa para vestírsela.
Beyond ni siquiera se movió.
Mierda, al ver su móvil noto las llamadas perdidas de su actual jefe real: Elle, hermano de B.
--El reloj no coincide con la imagen de la noche…
¿Qué? Lo pensó un segundo.
--No es necesario que resuelvas el último acertijo…
--Que frustrante—mencionó—sobre todo cuando fue esa la principal intención cuando llego aquí.
Todo quedo en completo silencio, tras el cual el agente retomó su tarea y termino de vestirse.
--Disculpa, Beyond—dijo, alzando los ojos, enfrentando la situación.
--No respondió mi pregunta…
Entorno los ojos.
--¿Le resulta apetecible Nate o mi persona?—pregunto con total monotonía.
--Nuevamente, discúlpame, Beyond—ignoro la insinuación y se dirigió a la puerta.
--Le recomiendo que no se entere…
--¿Quién?—giro el rostro sobre el hombro.
Beyond ya no dijo nada más y Giovanni se limitó a salir de la habitación, anteponiendo lo que creía correcto sobre sus deseos por volver y sepultar a ese chiquillo inestable, y hermoso, en un profundo beso.