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EXCESOS por HakudiNN

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaa! Aqui de nuevo siguiendo con la idea de actualizar los capitulos:

Aviso!!!!: capitulo con ALTO contenido HARD-VIOLENCIA!!! Advertencia!!! 
Espero que les guste, y una vez más: GRACIAS!!!=D <3!

POV LIGHT

Me incorporé sobre el colchón de mi cama, ignorando por completo los libros regados a mí alrededor.
Leí con cuidado el contenido el mensaje de texto un par de veces…Era sospechoso, desconfiaba por completo de la realidad de ese hecho…Pero Mikami no, evidentemente.
Si volvía a actuar por su cuenta como lo hizo al asesinar a la mujerzuela de Richmond, significaba que podría perder más antes de acercarme a mi victoria. Pero no iba a arriesgar mi integridad.
Un error sería determinante.
Si Teru hacía lo que en su mensaje me recitaba significaba que estaba seguro que nada le ocurriría…
--Como fiscal, durante tus horas de trabajo—pensé en voz alta—no tienes escolta de ningún tipo y te transportas solo.
Era una desventaja clara, y si, de alguna forma era tan estúpido de caer en una trampa sería fatal para mis propósitos.
Bajé los ojos una vez más al texto.
“KIYOMI ENCONTRÓ EN LOS EXPEDIENTES EL DOMICILIO DE BB, EL AMIGO DE LINDA. ME LOS ENTREGARÁ FUERA DEL RECINTO DE JUSTICIA. LLÁMAME”
No iba a llamarlo. Si estaba en lo cierto, lo cual era casi certero, Elle estaba inmiscuido ya al visitar a Takada, lo cual señalaba que se trataba de una treta. Si me comunicaba con Mikami sería firmar mi condena…


POV GIOVANNI

Me mantuve inmóvil, con los ojos fijos en los de Linder, quien miraba con renuencia al señor Elle, quien, con las rodillas al pecho comía tranquilamente algunas golosinas.
Estaba seguro que se sentía incómoda con la presencia del resto del equipo especial del jefe detective. Allí había demasiadas personas cuya presencia consideraba vergonzosa.
--Gracias, Watari—mencionó el detective cuando el anciano dejó sobre la mesa una bandeja de café caliente.
La ex agente se aclaró la garganta.
--Señor—habló Rester--¿nos ha mandado a llamar por algo en especial?
--De otra manera su presencia aquí sería innecesaria—replicó sin inmutarse, llevándose otro dulce a la boca—Por cierto, Matsuda, me seria grato hablar con usted luego que los demás agentes se retiren—tomó una fruta.
--¿Por qué estoy aquí?—intervino Linder por fin.
--No es necesario usar ese tono, Halle—exclamó vertiendo cubitos de azúcar dentro de la taza. Ella frunció los labios—simplemente se trata de una junta de trabajo.
--No soy una agente.
--Pero lo fue, y por tanto, estoy seguro que cuenta con los conocimientos suficientes para ser de ayuda en esta investigación—le dirigió una mirada.
--¿Lidner está de vuelta en el equipo?—quiso saber Aizawa, uno de los policías de intercambio que, junto con dos más, formaba parte del segundo equipo de trabajo del señor Elle.
--Por favor no me mal entiendan, esta excepción no cambia la situación actual de Halle.
--Así que pretendes que ayudaré en tu investigación sin recibir ningún beneficio.
--Tener certeza sobre la integridad de Nate y Beyond no es lo que considero una gratificación banal—estiró la mano para tomar una fresa repleta de chocolate.
Ella frunció los labios. Fastidiada por saber que el detective podía manipular sus acciones de forma tan descarada que no tenía reparo en decirlo. Sabía que aceptaría.
--Las últimas semanas la aprehensión ha sido imposible debido a la poca información de la que disponíamos sobre el paradero de Beyond Birthday—retomó el detective como si nada—sin embargo, el agente Moggi tuvo acceso total a nuevas pruebas que demuestran que ha salido de su escondite—mientras hablaba lo hacía de manera indiferente, sin embargo, en ningún momento levantó el rostro del tazón de fruta.
Luche por mantener la expresión impasible ante la mención del próximo encarcelamiento de Beyond…lástima que no logré controlar la ansiedad que provoco que la pierna me temblara ligeramente.
--Agente—habló a medio comer. El enorme sujeto nos facilitó una carpeta a cada uno de los presentes. Aspiré hondo antes de revisarla, estaba llena de fotografías nada más, y a juzgar por la calidad a dos colores y las fechas grabadas en rojo a diferentes minutos, esas imágenes habían sido adquiridas desde un video de vigilancia.
--El Palacio de Justicia—murmuró Anthony.
El señor Elle nos miró.
Había una sola persona retratada, entrando y saliendo de la oficina de Mikami Teru, Fiscal de Distrito. Gracias a la capucha negra que cubría su cabeza era imposible distinguir su rostro. Mas aquella pose, para cualquiera que lo conociera, era singular.
--Beyond—susurró Halle.
--A ciencia cierta no estamos seguros, ya que, las grabaciones del Palacio están ciegas por completo, el sujeto buscó puntos desde los cuales ninguna cámara captara su rostro. Sin embargo, dado que no tenía conocimiento de nuestro equipo, pudimos dar con él.
“El sujeto”…
--¿Hay algún porcentaje de que sea él?
--Es él—intervino Moggi.
--De un 67%, agente Giovanni—respondió.
Seguí pasando imágenes, en todas era la misma sombra encapuchada, despareció tras la puerta y luego de unos minutos reapareció acompañado de la pasante de Teru, Kiyomi Takada.
--Eso ocurrió ayer por la noche—musitó Matsuda. Vaya, genio.
--La señorita Takada no volvió a su casa ni se ha comunicado con su familia—añadió Moggi.
Clavé la mirada en las fotografías. “Beyond”. ¿Estaría pensando acaso en reanudar su actividad criminal?
--Imbécil—escupió Linder, alzamos el rostro todos, más ella solo me miraba a mí. Traté de disimula mi turbación.
--Quiere que lo apresemos de inmediato—concluyó Rester fríamente.
--Antes de eso creo que será conveniente que lo encontraran—repuso el detective.
--¿Por qué ir con alguien como Kiyomi?—quiso saber Matsuda.
--Hace un tiempo Lindsay Hamilton fungió como informante encubierta sobre la culpabilidad de Mikami Teru—informó el detective con la mayor monotonía posible—ahora que su cadáver ha sido encontrado y que fue vista por varios policías en la operación de Richmond—habló sin parar de apilar cubos de azúcar—existe una probabilidad del 2% que haya tenido conocimiento de la existencia de Lindsay.
--La conocía—habló Lidner. Nos volvimos a ella, quien suspiró y dejó de lado el archivo—en el orfanato, donde los botaste, llevaban un control del avance de cada niño, la única con la que hablaba era Lindsay Hamilton—se encogió de hombros—nunca la conocí—susurró más para sí que para el resto.
--El porcentaje aumenta al 20%--exclamó inmune al reproche.
--¿Dónde los…botaste, Elle, digo, jefe?—preguntó Matsuda, tontamente.
--Si es así y conservaban el suficiente acercamiento quizás Beyond tuviera conocimiento de la situación de Lindsay…
--Y está molesto por su muerte—concluyó el detective.
--Creé que la asesinó—murmuré.
--Esta por completo seguro de eso. La mente de alguien como Beyond Birthday funciona ante incentivos certeros que le faciliten moverse de forma que crea la conveniente para no perder.
Hubo un momento de total silencio mientras analizábamos esa posibilidad, recorríamos la telaraña de sucesos que se entretejieron hasta llegar a un solo punto.
--Agentes Moggi, Matsuda y Giovanni, sus indicaciones son atrapar a Beyond Birthday, aprehenderlo y traerlo ante la justicia—tajó.
Me tensé automáticamente… ¿encarcelar a Beyond?
Los ojos de Halle me mostraron su repudio.
--¿Y porque no solo encarcelas a Mikami Teru?—cuestionó bruscamente.
--Los hechos solo sugieren que puede ser responsable del asesinato de Hamilton, sin embargo, incluso cuando las hipótesis son parte de toda investigación, los hechos con los que contamos son escasos para probar su culpabilidad—mordió una galleta.
--¡Sabes que es un narcotraficante!
--El chico es un asesino—intervino Moggi con dureza.
El detective dejó al vuelo los dedos al buscar un caramelo.
--¿Qué hay sobre “Mello”?—quiso saber Aizawa.
--Mihael Keehl tiene una orden de aprehensión en su contra también y es posible que pronto seamos capaces de dar con su paradero.
--¿Y Nate Rivers?—desafió Linder.
--La orden se extiende a él—la forma de decirlo se me antojó aburrida—espero que pueda entender que las sanciones son parte fundamental de las acciones. Comportarse como un idiota suele ser un error humano—contestó con tono que dejaba en claro que le tenía sin cuidado si ella era capaz de comprenderlo o no.
--Mihael Keehl intentará escapar junto con Nate—habló Anthony
--Antes estará interesado en asegurar su victoria—repuso el señor Elle—su forma de actuar es impulsiva y emocional, no tardará mucho en revelarse ante Mikami mientras siga en peligro.
¿Un mafioso violento y un potencial asesino buscando a la misma persona? Quizás el reto era demasiado para solo unos cuantos.
--Mihael acudirá a nosotros de la misma forma que lo hará con otras variables.
--¿La misma variable que buscaba a Misa Amane?—quise saber, entornando los ojos con cierta aprehensión.
--Es un dato del que no tengo duda. Si logramos estudiar sus movimientos y cotejar la información con la confesión de Aiber, el pandillero que el agente Giovanni arrestó en Richmond, no solo contaremos con pruebas fehacientes para culpar a Mikami Teru, también podremos atrapar a Beyond Birthday y aprehender a Mihael Keehl.
“Y tener de vuelta a Nate” agregué para mí.
--Y el caso se cerrará—puso un último cubito que venció a toda la pila, haciéndola caer ruidosamente sobre la mesilla de centro.

POV MATT

Me recargué en el muro para buscar un balance entre mis piernas y el cuerpo. Estaba terriblemente cansado luego de caminar toda la noche y parte de la mañana.
No sabría donde comenzar a buscar, así que solo me bastó con alejarme lo más posible de casa, mi casa….de mis padres.
No me arriesgué a plantarme en la casa de la playa, me convertiría en un completo estúpido si me dejaba ver por el lugar donde me arrestaron.
¿Se habrían dado cuenta mis padres que hui otra vez?
Seguramente…
--Idiota—me dije mientras seguía andando por las calles de California.
Di una calada al cigarrillo mientras trataba de conservar la calma, soportando la angustia de la cruel expectación a las nuevas heridas a mis padres.
¿Habrían dado aviso a la policía? ¿Lo harían a sabiendas que esta vez ni todo el dinero que puedan pagar me evitaría la prisión segura? Merecido me lo tendría, lo admito.
Por fin, cedí ante las punzadas en mis pies, vaya, ni siquiera cuando anduve de vuelta a Richmond por haber quemado toda la gasolina de mi auto me sentí tan exhausto. Quizás tenga que ver mi actual estado de ánimo.
Me dejé caer sobre el borde de la acera, varias personas pasaron a mi lado, molestas por tener que desviar su camino para no golpearme.
Volví a llevarme a la boca el tabaco.
No podía ir a la casa de playa. Tampoco a Richmond, puesto que si Mikami asesinó a Linda es seguro que sabrá de mi existencia y sus perros estarán listos para meterme una bala en la frente.
--Ratt…--mascullé. Si mi cabeza estaba en lo cierto, sería el único lugar al que Mello podría acudir, un sitio donde estar más o menos seguro junto con…Nate.
Resoplé cansinamente, allí tampoco debía ir. ¿Sabría que Linda había muerto? Si tenía conocimiento o no era irrelevante, puesto que mi presencia no era importante allí tampoco. Ir hasta allí para decirle lo que ya sabía sobre el peligro en el que estamos sería demasiado estúpido.
Me sorprendí a mí mismo de no hallarme ansioso por ir detrás del rubio. Casi sonreí contra el cilindro.
Ahora bien, tal vez podría ir solo para unirme y esperar que juntos salvemos nuestros pellejos. Solté una risotada ante la ridícula idea. Una viejecilla me miró con cierta renuencia.
--Entonces a seguir con lo pensado: B—me dije para renovarme los ánimos. Me puse en pie para seguir caminando.
¿Dónde buscarlo? En su dormitorio de la universidad estaba claro que no, si estaban también tras él sería el primer lugar donde lo buscarían.
Me frené en seco, alguien se estrelló contra mi espalda, me murmuró un insulto y siguió caminando.
¡Una aguja en un pajar!
Gruñí irritado. Me bajé de la cabeza los googles en cuanto un par de policías uniformados pasaron cerca de mí.
--De acuerdo…--me dije dirigiéndome hasta el café internet más cercano de la plazuela.
Estuve a punto de arrojar el ordenador ajeno cuando no hallé nada sobre mi móvil en el sistema, o Beyond no lo utilizó o se deshizo de él.
Intentar hallar algo sobre B en otro lugar era inútil, y tampoco me atrevería a buscarlo en alguna página de la cual su hermano policía tuviera acceso. Fue un alivio no ver nuestros rostros en las fotografías de “los más buscados” en California, en el sitio oficial de la policía para acceso al público.
--Piensa, Matt—me mordí un labio—Rue Ryuzaki—balbuceé. El sistema cruzado no halló ningún registro; nada de cuentas bancarias o tarjetas de algún tipo. Buscar en todos y cada uno de los hoteles del estado…bueno, tardaría demasiado tomando en cuenta el equipo que usaba.
Mantuve los ojos fijos en la pantalla. Lentamente me encontré con las manos enguantadas sobre el teclado.
Repasé cada palabra, suceso…algo que me ayudara…
--¡La consola!—alcé los ojos vivazmente. Logré conectarla a internet cuando me pidió que desviara una llamada, si B se la llevó para usarla para algún propósito semejante, o que incluyera red de por medio...—Gracias, internet.
Rastrear, vigilar y conocer las vidas ajenas nunca habría sido más sencillo sin esta magia.
Fue hasta luego de unos minutos de teclear que noté la sonrisa que se extendía por mi rostro, a saber si es porque tuve una idea genial o solo porque sabía que existía una mínima posibilidad de dar con Beyond Lawliet.

POV NEAR

--Bienvenidos a la cárcel de los condones que se rompieron—había dicho Lindsay mientras se daba vuelta sobre el pasillo. Alejándose para correr hasta su última clase: arte.
Ocurrió el primer día que mi hermano Beyond y yo, llegamos al orfanato. Wammy´s House.
A pesar de no haberla reconocido al principio, ahora cada suceso en el que ella y mi hermano estuvieron inmiscuidos en esos días, y los que le siguieron una vez afuera de ése lugar…Los que nos vimos en necesidad de compartir…Cada segundo estaba presente con mayor fuerza.
Aquél inusual miedo me asaltó de nuevo, humanamente convirtiéndome en una presa sencilla a los pensamientos pesimistas. Linda…muerta…asesinada…
Su perdida iba más allá de cualquier plan fallido que no previmos a ese nivel en nuestro acertijo. Y estaba 100% seguro que a Mihael le sucedía lo mismo.
Lo cual incluía pensar que pudo ser él…que podía ser Mello.
Él estaba dispuesto a arriesgar la vida, actuar en el campo mientras que yo era partidario de la seguridad total como base para llegar a la meta deseada. Pretender un riesgo que se tenía controlado.
Podría prever sus movimientos y hasta calcular sus resultados, pero nunca detenerlo.
La puerta se abrió de golpe. Alcé los ojos, sin moverme todavía del piso.
Mello entró con la cabeza gacha. Cerró tras de sí y se deslizo por la superficie de la puerta hasta quedar sentado sobre el suelo.
Se sacó la capucha con una mano, la otra cayó al suelo. Un objeto metálico se enlazaba todavía en sus nudillos. Una manopla de acero usada usualmente en las peleas callejeras. Se quedó quieto.
El dorso de ambas manos estaban resentidos, uno que otro golpe en su rostro…pero sin rastro de ésa furia ciega que lo invadió, y que probablemente decidió descargar en otro lugar antes que quedarse allí conmigo.
Me contempló en silencio un minuto.
Le devolví el gesto mas luego evadí sus ojos para clavarlos en la nada.
--Near…
Le miré con el rabillo del ojo.
Sacó del bolsillo de su chaqueta un celular pequeño y grisáceo. Lo más anticuado dentro de la tecnología pero con la conveniente característica de ser desechable y escapar a cualquier rastreo.
Así que ahora podíamos seguir adelante con lo planeado…
--Nate…Nate….¡Nate!
Volví el rostro a Mihael. No comprendí su expresión.
Se puso de pie de golpe, acabando con la distancia que nos separaba, clavando las rodillas al suelo y sujetando mi rostro con ambas manos.
Me reflejé en sus orbes azules, mi corazón perdió ritmo hasta convertirse en una frenética carrera que terminaría en infarto.
Clavó sus labios a los míos.
Sentí sus dedos enredarse en mis cabellos, el objeto metálico estrellarse contra algún lugar.
Le devolví el gesto, sorprendentemente angustiado de la misma manera, encontrando con sus sensaciones que transportaba hasta mi pecho. Iba a cerrar los ojos.
--No…--ordenó suavemente—No los…cierres—juntó su frente a la mía.
Mi cuerpo vibró debajo de sus brazos.
--No voy a dejar que…te hagan daño, Nate—dijo con firmeza.
--Mihael…
--Con mi vida antes de que cualquier mierda se te acerque—añadió mirándome directamente a los ojos.
Y comprendí que hacerle el mismo juramento estaba fuera de lugar, ya que, estaba seguro que Mello estaba consciente de ello.

POV MATT


Y según mi flamante búsqueda la última señal de internet a la que accedió B, o quien usó mi consola, fue cerca de Richmond. En medio de las casas de transición de la calma al peligro.
Me planté frente a una fila de casas todas iguales, alineadas a lo largo de la avenida. Justamente delante de lo que alguna vez fue un local, ni idea de que vendieron alguna ocasión, puesto que las letras del anuncio estaban deslavadas y percudidas; la cortina de lámina cubría la entrada a la tienda.
Tal vez fue una casa dúplex, ya que, la segunda planta parecía ser la vivienda como tal, pero se notaba igual de abandonada. Las manchas de humedad que dañaron la fachada escurrían desde las dos ventanas del frente, a través de cuyos cristales no se miraba nada. Solo oscuridad.
Revisé el trozo de papel donde anoté la dirección hasta la cual rastreé la conexión. Di un paso al frente mientras encendía un cigarrillo.
El humo escapó de mis pulmones chocando contra los bordes oxidados de la cortina de metal, dudé un segundo mas luego me decidí por golpear con los nudillos unas cuantas veces.
Esperé. Nadie atendió.
Seguí esperando mientras fumaba. Consideré lo irresponsable que resultaría ponerme a jugar con el PSP que mis padres dejaron en la habitación.
--No seas niño—me dije con aplomo.
El sonido de una puerta al ser arrastrada contra algo, me sobresaltó. Me llevé la mano a la espalda fingiendo llevar un arma.
Contuve la respiración, clavé los ojos en el minúsculo pasillo que dividía las casas.
--¿Matt?—jamás había escuchado un tono sorprendido en voz de B.
--¡Beyond!—sonreí tontamente, suspirando con alivio.
Solo sus ojos se movieron mientras me acercaba. Dejaba colgado los brazos a los costados, y vestía extrañamente de blanco.
Me detuve frente a él.
--Me arrestaron—dije animadamente, intentando suavizar la tensión que volaba en el ambiente.
--Estoy plenamente consciente de ello, Matt. Sin embargo, incluso con tu libertad las posibilidades de que eligieras hallar mi paradero son menores del 13%.
--A mí también me da gusto verte—torcí los ojos.
Sus vacíos orbes miraron por encima de mi hombro.
--No estoy trabajando para la policía, B—resoplé en cuanto deduje su posible desconfianza—aunque conocí a tu hermano ¿mayor, cierto?—me pasé una mano por el cabello. Su mirada se endureció.
--No tengo motivo consistente para hallar falsedad en tus palabras, sin embargo, Matt, apreciaría que no lo mencionaras.
--Pero…creo que deberías saber un par de cosas y…
--Mail, en realidad estoy dispuesto a escucharte bajo la exigencia egoísta de evitar cualquier expresión que lo incluya directamente.
Nada de buena relación con su hermano.
--De acuerdo—acepté.
--Matt
--¿Sí?
--No has respondido a mi cuestionamiento, y hacerlo es una muestra de cortesía que, básicamente, encuentro aceptada—habló con ese tono tan monótono.
Evadí su mirada un momento ¿Por qué tenía que arruinar el instante de alegría que experimenté al verlo?
--Quería saber si estabas bien—dije al fin—Cuando me arrestó tu hermano pensé que estarías en peligro y además eres el único en quien puedo confiar—admití un tanto incómodo, sintiendo la disminución en el volumen de mi voz.
Un momento de silencio se extendió a nuestro alrededor.
Tamborilee los dedos sobre mis muslos cada vez más nervioso.
--Debes irte, Mail—oí.
--¿Eh?—un ataque de ansiedad me envolvió. Fijé los ojos en los abismos que tiene por orbes, sin hallar algún rastro de…algo.
--Agresivamente soy una persona que no acepta el daño colateral, ya que de hacerlo significaría una falla considerable a un cálculo mal elaborado. Perder.
Analicé sus palabras detenidamente, descubriendo que sus deseos porque me fuera no eran quizás los que imaginé primeramente y que, me provocaron un ritmo cardiaco fuera de lugar.
--Sabes sobre Linda…--musité.
--Ya estoy en eso—masculló fríamente, mirando hacia el muro. Fruncí el ceño sin comprender, pero no le di más importancia que el que se sintiera decaído por la muerte de Linda. Beyond tampoco era el trozo de hielo que reflejaba. Podía darme cuenta de ello, tal vez fuera el único. Así como era solamente yo quien podía darse el lujo de decir que Beyond Birthday era renuente a que el daño colateral lo sufriera yo.
--B—hablé acercando la mano a su cabello, enfrentó mi mirada antes de que llegase a tocarlo.
Nos miramos un momento, su expresión vacía era un gran aliento de alivio en medio de la tempestad, de mis propios maremotos de tristeza. Lo fue una vez, podría serlo de nuevo…y esta vez esperaba poder regresar la sensación.
--Mi turno de ser acosador y rastrearte—me encogí de hombros, buscando sonar divertido. Lo pasé de largo para caminar rumbo a la puertecilla de lámina negra de la que, irremediablemente, tuvo que salir.
--De alguna forma te esperaba—lo oí susurrar.
Adentro estaba oscuro, entrecerré los ojos para acostumbrar mi vista a las sombras; cuando ocurrió logré ver unas angostas escaleras hacia la segunda planta. Y una puerta al costado.
Alargué la mano para abrirla, la suya me sujetó antes de hacerlo.
Volví el rostro. Apenas y pude divisar los contornos de sus pálidas facciones en medio de toda esa penumbra, agradecí esa oscuridad ya que, no vería la sangre que subió por mi cara hasta arderme en las mejillas.
--Por aquí, por favor—indicó echándose andas escaleras arriba, guardando las manos en los bolsillos del pantalón.
Le seguí mirando una última vez la puerta cerrada.
Esa segunda planta estaba ligeramente más iluminada. Se componía solamente de una cama simple y una mesa. Quizás la puertecilla del fondo conducía al cuarto de baño.
Beyond se sentó sobre la cama con las rodillas pegadas al pecho. Me saqué el chaleco de encima y lo deje botado por allí.
--Matt, debo pedirte un favor.
--¿Cuál?—me acerqué con curiosidad.
--Háblame de lo que consideres relevante antes de continuar el puzzle que me prometiste.
Me frené en seco. Un escalofrío sacudió mi espalda. ¡Era lo último que había pensado! ¿Cómo podía estar B tan tranquilo? ¿Pensar en “eso”?
Por un momento me quedé sin palabras, incapaz de responderle algo coherente.
--Dime, Matt—alargó la mano a un bote de mermelada que reposaba sobre la almohada--¿tu mente tiene alguna pista consistente sobre la ubicación del sujeto rubio y Nate?
--Bueno…si…--sacudí la cabeza para ordenar mis pensamientos—Pero eso no voy a decírtelo…
--No esperaba que lo hicieras—replicó introduciendo la mano en el dulce para luego llevarse los dedos a los labios, lamiéndolos uno a uno.
Desvié el rostro aspirando hondamente.
--Hasta este momento el rompecabezas está incompleto. Cocina—lamió—Ratas—repitió el proceso—Nate…huída…
Me senté sobre la mesa, agradeciendo tener un lugar donde hacerlo.
--El sitio donde se encuentra Nate es del que debería huir probablemente…o del que huyó…cocina—murmuró.
--Hay ratas en muchas cocinas de la ciudad—me encogí de hombros.
--Rata…
Me asombré de lo rápido que Beyond podría ser capaz de dar con el paradero de Mello y Nate. Lo único que lo detenía era el desconocimiento sobre “Ratt”…fácilmente interpretado como “rata”. ¿De dónde habría sacado esa información?
Jugueteé con las piernas mientras analizaba sus palabras.
--Bueno debo comenzar a decirte lo que…
--No es necesario—interrumpió—Por otro lado, considero pertinente que descanses un momento.
--Estoy bien—repliqué al instante—y no creo que debas ignorar esto que…
--Revelarme situaciones que ya he prevenido en mis escenarios no es precisamente utilizar el tiempo adecuadamente—dijo en tono aburrido.
Me quedé callado.
--Incluso a sabiendas que intentas distraerme de lo que te ocurrió.
--¿Qué?—parpadeé confundido.
--A diferencia de tu hábito, Matt, suelo prestar atención a mis interlocutores.
Así que se dio cuenta de mi estado de ánimo por más que intenté esconderlo.
--No…no quiero hablar de eso—admití.
No respondió, se limitó a seguir comiendo dulce.
--Pero acepto descansar—agregué bajándome de un brinco de la mesa y reanudando mi marcha hasta la cama.
--Si…es posible que todos lo necesitemos—susurró en tono apagado, desviando la mirada hacia el muro.
Me dejé caer a su lado, analizando con cuidado su inmovilidad. Me mordí el labio sin saber que podía decirle…tratar de reconfortar la expresión vacía que incluso con su inescrutable forma, traspasó algo más fuerte, vivo que casi lo hacía palpable…tristeza escondida.
Bajé los ojos a mis piernas…
--También yo…me siento mal por Linda…
--Lindsay…--murmuró.
Me quede callado.
--Su nombre es…Lindsay…
--Beyond—alce la mano para intentar reconfortarlo. Giró el rostro en mi dirección, sus profundos ojos negros me contemplaron, las pupilas tintineaban ligeramente.
Un escalofrío me recorrió el cuerpo.
La distancia fue terminándose mas a punto de rozar nuestros labios, la dirección cambió. Una especie de choque eléctrico me asaltó cuando la mejilla de B se deslizó por la mía, hasta depositar su frente sobre mi hombro.
Automáticamente moví el rostro, acomodándolo sobre su sedoso cabello. Cerré los ojos dejándome llevar por el dulce aroma que desprendía, por la calidez que su cuerpo despertaba contra el mío.


POV LIGHT

“Kira”.
Eché la cabeza hacia atrás, dejando colgados los brazos a los costados de la silla.
Misa estaba muerta.
--Misa…--murmuré mientras giraba el rostro con desgana en dirección a la pantalla del ordenador.
No esperaba que sucediera tan pronto. Estaba consciente de lo poco inteligente que era, así como de su desilusión que sufriría, sin embargo…
--Una variable menos—musité.
Era sospechoso que siguiera recibiendo en mi correo electrónico la información sobre crímenes. Imaginé que luego de salir de la Agencia de Investigación, mi falta se haría pública.
Entrecerré los ojos, era cierto que existían reglas que seguir, sin embargo, Elle era el único jefe real dentro del lugar: desaparecer mis facultades dentro de la Agencia era algo que podría hacer con un tronar de dedos.
--Hay dos posibilidades—murmuré—es una acción calculada o…está demasiado ocupado en la búsqueda de su hermano.
Sería yo quien hallaría a Nate.
Mi libertad y la compañía de Elle estaban de por medio.
Resoplé volviendo el cuerpo, acomodándome de frente al ordenador. Apoyé la mejilla en el dorso de la mano y me dispuse a abrir el siguiente correo electrónico.
El remitente era la sección a la que pertenecía Matsuda.
Deslicé las pupilas por todo el texto, al parecer la orden de aprehensión hacia Beyond Lawliet había sido por fin ejecutada, ahora que encontraron indicios de su posible paradero. Suspiré. Un logro más.
Mail Jeevas, “Matt”, el perro faldero de Mello salió bajo fianza. Serpia bastante obvio el que Mikami o sus hombres se acercaran a sus padres. Arriesgarme de esa forma era incluso estúpido. No podía ordenar algo así.
Y por otro lado estaba el mensaje de texto del fiscal…No había logrado comunicarme directamente con él…
Sentí el aire escapárseme de golpe, hasta convertirse en un bufido molesto. Cerré con ambas manos el ordenador, estrellando la pantalla contra el teclado.
Apreté la mandíbula para evitar soltar un gruñido en forma.
Algo estaba mal…
Si algo le ocurría a Teru, debía tener cubierto cada escenario, sobre todo ahora que estaba casi seguro que el sujeto con el que habló Linda antes de que le atravesaran la cabeza con plomo, era el hermano trastornado de Elle, el maniático Beyond Birthday. A ése demente poco va a importarle que pueda morir si pretendiera hacer algo al respecto; en realidad me parece que suicidarse sería una especie de hobby para él.
--Enfermo—dije.
Encontrar a Nate…desligarme de la mafia de Mikami a tiempo, evitar la prisión….y ahora, mantener al psicópata lejos de mí, mantenerme fuera de su objetivo. Hasta donde tenía conocimiento Beyond Birthday no tendría forma de saber que tuve que ver con la muerte de Linda. Y así debía seguir.
--Idiota, Mikami—insulté entre dientes—error tras error…aunque…--según él, Linda le “reveló” en forma extraña la ubicación de Nate, en ese supuesto Beyond sabe dónde está…al igual que el perro faldero de Mello.
Necesitaba hablar con alguno de los dos.
Y asegurar mi triunfo con o sin Mikami.
Tomé el móvil nuevamente, cambiando el chip por otro que hube comprado de camino a casa. No era precisamente mi mayor deseo el arriesgarme de forma tan violenta, sin embargo, era necesario. Ocuparía el poder usándolo de alguien más, cualquier sujeto que fuera lo suficientemente leal a sí mismo como para no serlo a Mikami. De los sujetos que conocí dentro de su círculo, solo conocía a uno.
Marqué unas cuantas veces. Respondieron casi al instante.
--¿Kira?—preguntó la burlona pero rasposa voz.
--Ryuk—suspiré, ese sujeto me ponía alerta siempre. Su aspecto desagradable y la actitud despreocupada para con los negocios ilícitos de mi asesor de tesis, me hacían creer que lo único que buscaba era pasar el rato.
--¿Tienes problemas, Kira?—no sonó como cuestionamiento.
--Nada que no pueda arreglar—me encogí de hombros, traspasando confianza en las palabras—sobre todo nada que no deba ser arreglado justamente.
Se rio. Torcí los labios.
--Necesito que hagas algo por mí, se trata de un trabajo que Mikami ignora pero que será mejor para él.
--No me interesa estar de tú lado o de él—puntualizó.
--Lo sé—sonreí para mis adentros—y si lo haces te garantizo que podrás divertirte mucho más de lo que hasta este momento has hecho—ofrecí.
--Te escucho…--pareció complacido con la idea.
--Serás mis ojos en los lugares a los que no tengo acceso—exclamé—me dirás si alguien vigila…
--Suena aburrido.
--No he terminado, Ryuk. Necesito que estés al pendiente de una investigación y…me traigas a alguien una vez que sea encontrado…--sonreí al instante. Seguía en el juego.
Iba a hallar a Nate antes que Elle…antes de que la prisión y su odio fueran la única salida.


POV MATT

Abrí los ojos lentamente, con pereza.
Me moví con trabajo en el reducido espacio de la cama contra el muro, sobre mi mitad del colchón ¿Cuánto había dormido? Ni idea. Pero me sentía mejor, menos exhausto, por lo menos, aunque quizá el malestar de la culpa y la nostalgia tardarían más tiempo en desaparecer.
Me acomodé sobre el hombro apartándome de la cara el cabello.
El rostro dormido de Beyond llenó mi visión.
Estaba a escasos centímetros de mí, los cabellos negros caían contra su frente hasta la almohada, sus ojos cerrados se delineaban finamente por la línea negra de sus ojeras, la pálida piel en contraste con sus mechones.
Sus labios ligeramente entre abiertos…
Guardaba una mano debajo de la almohada, la otra se acomodaba cerca de mí, sentía que podía rozarlo.
--Curioso…--murmuré acercándome inconscientemente hasta que nuestros cabellos se enredaron.
Cuando dormía se notaba apacible…ese gesto ahora se me antojó tremendamente dulce, como si alguna vez incluso B fue inocente.
Se veía inofensivo…tierno…alguien por completo normal dentro de su excentricidad. Una honda de calor distinto al del colchón me cubrió el cuerpo…no me molestaba en lo más mínimo estar allí.
Recordé la primera vez que desperté a su lado, me arrepentí al momento de verlo junto a mí, sentí que no estaba bien…y al final simplemente me resigné.
Hoy, por otro lado, se sintió diferente.
Me daba cuenta que sin necesidad de forzarme a aceptar mi situación, tal vez…enamorarme de Beyond no era tan difícil como pensaba. Mucho menos imposible.
Así, mientras lo miraba sumido en los sueños, me daba cuenta que más que querer enamorarme para olvidar a Mello, deseaba que ocurriera para poder estar con B.
Sólo con él.
Evitar los pretextos y devolver algo de tranquilidad a su vida. A la de ambos. Un respiro que necesitábamos aunque todavía no fuera una posibilidad cercana.
Fue entonces que reparé en que estaba sonriendo. Me causó gracia mi propia ingenuidad. Mi sistema de auto defensa que Beyond terminó por destruir, que amenazaba con introducirse más profundo de lo que hubiese pensado... ¿tomar el lugar de Mello en mi corazón? Quien sabe…
La sensación de desear despertar y encontrarlo tal como ahora, me llenó. Quería amarlo en serio, entregarle todo, que mi corazón intercambiara su lugar con el suyo, porque estaba seguro que Beyond tenía un corazón.
Sentía a Mello clavado en el alma…pero ahora estaba seguro que no sería por siempre, que sería cada vez más fácil que B detuviera el mundo cuando tocara mi piel.
Y le agradecía tanto.
Me devolvió la fuerza y alejó el dolor…
¡Que distinto era este despertar al primero! Nada de inseguridad ni dudas…o miedos…
Ahogué un bostezo, no quería volver a dormir de nuevo, prefería mirar el rostro de B un poco más antes de que la noche llegara…porque entonces no sería mala idea buscar reconfortarlo y dejarme llevar por el extraño embrujo complicado de B para aliviar mis males.
--Gracias—le dije acercando los labios a su nariz, con toda la intención de acurrucarme contra su cuerpo.

POV GIOVANNI

Tamborileé los dedos contra el porta brazos de la portezuela. La ansiedad estaba por carcomer mis sentidos por completo hasta nublarlos.
--¿Estás bien?—quiso saber Moggi, echándome una mirada desconfiada desde el asiento del conductor.
--Lo estoy—tajé fríamente sin mirarlo, controlando hasta entonces el temblor de mis manos.
--¡Lo tengo!—celebró Matsuda desde atrás. Volvimos el rostro a él.
--¿Seguro?—preguntó.
--Si, Moggi. Según lo que el jefe dijo, el fiscal de distrito Mikami Teru no ha vuelto a su oficina ni tampoco a su casa. Sabemos que es metódico y que…
--Al grano—interrumpí, fastidiado.
--Ah, sí, si claro—sonrió tontamente—su móvil fue rastreado por completo por la computadora—giró la pantalla del ordenador para mostrarnos.
El otro agente no se movió.
--¿Por qué no…avanzamos?—dudo Matsuda.
--¿Creen que en realidad nuestro sujeto tiene que ver con esta supuesta desaparición de Teru?—masculló—quiero decir, quizás se trate de un escape de la justicia ahora que Elle tiene pruebas de peso en su contra con la confesión de Aiber. Se trata de un fiscal que tiene acceso a información, por tanto quizás solo huye de…
--Lo sabremos solo si actuamos como se nos ha ordenado—tajé. Si Teru huía o no, si escapaba de la justicia o Beyond estaba inmiscuido en esto…lo sabríamos pronto—Si se trata de una trampa o un señuelo, estaremos seguros entonces.
El conductor asintió una vez.
En silencio encendió el motor del vehículo y lo echó a andar hacia las interminables calles de California.
Fijé los ojos en la ventanilla, encontrándome con un profundo deseo porque Beyond no estuviese implicado…sin esperanzas, a decir verdad.
Desconfiaba de mí mismo en ese momento, y en cualquiera en el que ese muchachito estuviese presente.

POV MATT

El dulce aroma de Beyond contra mi nariz desapareció lenta y progresivamente, casi no sentí la cama agitarse. Ni un ruido cuando su peso abandonó la cama.
Abrí los ojos para mirarlo ponerse en pie y andar con paso calmado hasta la puerta. Iba a abrir la boca sin embargo…algo me detuvo…una sensación curiosa de sospecha. No entendía bien la razón o la causa, pero me recordó tremendamente aquellas noches en Richmond, donde la madrugada nos servía a Mello y a mí para contemplar cada crimen peor que el anterior…
Me apoyé sobre los codos para alzar el torso mientras lo contemplaba cruzar la puerta, desvaneciéndose en la oscuridad de aquel pasillo.
Sacudí la cabeza para distraer los pensamientos; me puse en pie con demasiada torpeza en comparación a B, en realidad hasta la cadena que cuelga de mi pantalón se atoró con las sabanas. Cuando logré zafarme, me apresuré hasta las sombras, bajando dos escalones. La sonrisa en mi rostro se esfumó por automático en cuanto divisé a Beyond, de pie, inmóvil, con los ojos clavados en la puerta que antes no me dejó abrir.
Gracias al color de su piel parecía iluminarse a sí mismo en medio de esa penumbra total que lo tragaba hasta envolverlo en una vorágine de peligro instintivo.
Allí, B semejaba bastante las razones por las que un niño teme bajar las escaleras de noche.
--¿B?
--Retardarlo no es una opción—murmuró sin mirarme siquiera.
--¿Retardar?—repetí sin comprender.
--Dada la posición que ocupa es posible que su ubicación sea de considerable importancia…---siguió como si nada, ignorándome.
No entendía.
--¿De qué hablas?—iba a bajar otro escalón pero me contuve.
--Me resultaría mucho más satisfactorio contar con el tiempo necesario…
Estaba comenzando a ponerme nervioso.
--¿De qué…B a que… te refieres?—pregunté dudoso.
--La diversión no durará…lo suficiente—su tono cambió por completo, pasando de la monotonía a la determinación, un timbre amenazador mezclado con ira que silbó por el ambiente rompiendo la quietud de la segura noche.
--Mail…--ronroneó a media voz. Me recorrió un escalofrío—realmente hubiese preferido que no estuvieras aquí…
--¿Qué?
--Sin embargo…no voy a detenerme…--sujetó la perilla y la giró para entrar.
Dudé en seguirlo o no, a decir verdad mi sentido de supervivencia estaba gritándome que lo mejor sería volver arriba…Y aun así, aventuré los pies por los escalones restantes hasta detenerme en el lugar que antes ocupó Beyond.
Aspiré nervioso antes de decidirme a seguirlo a través del umbral. Por mero instinto mi cuerpo se tensó en alerta, aguzando los sentidos para cualquier cosa que pudiese ocurrir…
Antes de poder llamarlo las luces se prendieron de golpe. Entrecerré los ojos ante el fulgor que lastimó mis pupilas. Cuando al fin mi visión se acostumbró a la nueva luminosidad, algo captó mi total atención…Y me dejó sin habla…
Me pasmé en mi lugar al tiempo que la respiración se me cortó.
El lugar no era grande pero sí cuadrado simétricamente, el piso de concreto estaba sucio por todas partes, las paredes manchadas con humedad y grafitis. ¿Una bodega?
Justo en el centro del lugar, un silla. Un ocupante con las manos atadas tras el respaldo, tobillos sujetos con cinta plástica a las patas del mueble; los extremos de la gabardina caían a los costados. El cabello largo y negro que cubría parte de la venda que cubría su rostro.
Su pecho subía y bajaba agitado.
A sus pies una jeringa usada.
Algo se arrastró por el suelo mohoso, moví los ojos a un rincón. La chica de corto cabello oscuro recogía las piernas a su cuerpo lo más que podía, resbalaba sobre el suelo en un intento por empotrarse a la pared y escapar de la cercanía de Beyond. Las muñecas atadas sobre su cabeza con cable sujeto a un arillo en el muro; la incómoda posición no le permitía sentarse ni tampoco levantarse del piso.
Escondía el rostro en medio de los brazos alzados forzadamente, vibraba en llanto…balbuceaba algo que dejó de ser en petición hasta convertirse en una súplica desesperanzada.
--Be…
--Rue Ryuzaki—corrigió con simpleza, pasando las yemas de los dedos por el respaldo de la silla. El ocupante intentó alejarse sin resultado.
--¿Qué…que? ¿Qué estas…?
--Un simple juego de analogía que se convirtió en un rompecabezas de recuerdos que decepcionaron mis expectativas—dijo, como si nada. No comprendía, mi cabeza estaba demasiado turbada—Señorita Kiyomi Takada—masculló con falsa dulzura—se encarga de realizar trabajos para Yagami Light, como buscarme y amenazarme con asesinatos que no cometí…hoy por otro lado…
La mujer soltó un gimoteo, hundiéndose en su rincón. Hice ademán de acercarme. Rue, giró el rostro en mi dirección, sus cabellos me impidieron saber si me miraba o no.
Me detuve.
Abrí la boca pero la cerré cuando no supe que decir…Beyond era realmente peligroso y yo…
Yo…
--La información conveniente en sitios indicados…--siguió, inclinándose sobre el cabello del sujeto—Y luego…las palabras necesarias…la victima a la presa—susurró contra su oído.
--Rue…--traté, sintiendo el corazón latiendo frenéticamente. Temeroso…
--En ocasiones es necesario hacer algo malo para evitar algo peor.
--Suéltame—habló por primera vez el sujeto—ahora…puedo darte lo que quieras…
--Por favor—suplicó la chica, sollozando.
--Rue…
Un silencio sepulcral traspasó el lugar. El pecho del sujeto se agitó cada vez con mayor fuerza mientras sus miedos se desataban, impotente de no conocer nada a su alrededor.
--¡DEJAME IR, BASTARDO!—exigió con furia—No sabes lo que estás haciendo… ¿me oyes? Voy a eliminarte…¡TE ELIMINARÉ!
--No diré nada—rogó ella—lo que haces…está mal…
--La diferencia entre el bien y el mal es una triste concepción intelectual creada por idiotas. No hay seres malos, solo estúpidos—replicó sin más.
Pasé saliva con trabajo, descubriendo el nudo en la garganta, el sudor en mis manos.
--Básicamente no contaba con intenciones…Mikami Teru asesinó a Linda—sujetó el trozo de tela, tirando de éste para dejarle libre los ojos.
Un choque eléctrico me sacudió. ¿Era en verdad Mikami? ¿El dueño de Richmond? ¿Intocable y corrupto fiscal de distrito?...¿Cómo?
--Rue…--alce la mano—si es cierto…--me dio la impresión de que no fue de su agrado que dudara—si mato a Linda—casi no lograba hablar—no es lo correcto…hay que…
--Quizás no sea lo correcto. Pero no puedo evitarlo—alzó los ojos entonces. Retrocedí el cuerpo levemente cuando sus orbes brillaron con un extraño fulgor de un tétrico color escarlata.
Nunca había sido tan peligroso como en ese instante.
¿En serio Linda había sido asesinada por ellos?... ¿Qué tan probable era que B estuviese equivocado?...Mikami siempre quiso asesinarla pero…¿no estaba con Mello?...
Si…no… ¿Qué no acaso Teru puso en riesgo la vida de Mello y la mía?
De pronto una honda de consternación inundó mi cuerpo, un profundo enojo que sobrepasó la situación.
Mi mente se volvió una madeja de contradicciones: quería, por una parte, que todo acabara, mientras que la otra suplicaba por presenciar la venganza, ver pagar a quien asesinó a Linda, botando de esa forma tan vil su cuerpo. Como si de basura se tratase. Y claro, mantener a salvo a mis padres…Sin cabeza, el cuerpo no se mueve. Sin Mikami, su mafia se interrumpe por un momento, el suficiente para que enlistaran prioridades, y quizás, allí no estaba mi muerte incluida, ni la de Beyond, Mello o hasta, Nate.
Aunque…no fuera lo correcto.
--Beyond…--musité, inseguro.
Me devolvió la mirada con satisfacción; brillando dentro de sus pupilas el color rubí de la muerte. La inminencia al sufrimiento.
Mi respiración se quedó suspendida en el ambiente, volando por la estancia demasiado rápido como para que pudiese hacer algo al respecto, elevándose hasta escapar con mis palabras.
El corazón se golpeaba con fuerza contra mi pecho.
B avanzó dos pasos para situarse al costado del sujeto atado, y hasta entonces noté el extraño objeto que sostenía: un encendedor portátil industrial (de boquilla larga y encendido a botón), atado a…un aerosol, cuyo atomizador estaba en dirección al origen de las llamas.
Una arma mortal…inflamable y letal.
El rostro de Mikami se deformó en una mueca de genuino terror, se sacudió sobre el asiento intentando liberarse. Fue en vano.
--Mika…mi—gimoteó Takada, mirando entre sus brazos levantados.
--No…detente—la voz le timbró—no…por favor…--estaba agitado, al punto del infarto o quizás del propio llanto. La boquilla peligrosa se situó justo debajo de su barbilla, encendió el gas, una pequeña flama se elevó lamiendo la piel con la puntilla.
No pude apartar los ojos de Rue Ryuzaki, sin embargo, él contemplaba fijamente a su víctima.
--Light…enviará a alguien—trató de consolar ella, en medio de desesperados sollozos—Mikami…la policía…
--Te equivocas—musitó el captor con indiferencia pero un toque de arrogancia también. Disfrutando en serio con destrozar sus últimas muestras de fé.
--Por favor…--suplicó la mujer, haciéndose un ovillo sobre el suelo.
--Puedo…puedo…evitarte prisión, está dentro de… --tragó saliva sonoramente. Sacudió la cabeza de lado a otro, luego su mirada se detuvo en mí—tú…eres Matt…
Retrocedí el cuerpo con desconfianza.
--No pisaras la cárcel—ofreció con la voz temblante.
Rue pareció divertido con el cambio de actitud del sujeto ante el evidente tormento próximo.
--Percibes tus acciones como un reflejo de justicia, engañas al mundo…y juegas con vidas, eliminándolas—filosofó Ryuzaki. Pasé saliva con real trabajo—“ésta” es mi balanza personal---agregó—al nivel exacto de Linda—susurró presionando el tapón del aerosol amarrado al largo encendedor.
Las llamas subieron de golpe desde la combustión hasta el rostro de Mikami, cubriéndolo por completo ante la cercanía.
El estridente sonido me sobresaltó, volviéndome a la realidad, taladrando en mis oídos con la forma tan grotesca de gritar.
El cuerpo se sacudió sobre la silla a la que estaba atado, vibrando con violencia. Los aullidos desgarradores rebotaron contra la pared, destruyendo mi conciencia de lo bueno y lo malo.
La mujer, Takada, aulló horrorizada, rogándole que se detuviera, vuelta en un tembloroso ovillo desesperado. Llorando con un miedo que transpiraba hasta ser palpable en el ambiente.
El hedor a carne y cabello quemado inundó el cuarto, provocándome nauseas. El cabello comenzaba a incendiarse. Un trozo de carne se despegó de la barbilla.
Y los gritos no se detenían, cada vez más desesperados.
Los niveles de voz se rompieron hasta convertirse en gruñidos guturales de sufrimiento genuino…las cuerdas vocales estaban calcinadas.
Sentí la necesidad de cubrirme los oídos con fuerza…
Mi cuerpo tembló en su lugar; la expresión de Beyond fue entretenida, perdida en la complacencia que le provocaba…Una cruel sonrisa a medias se dibujaba en su rostro, los ojos fijos en las llamas que torturaban al fiscal, brillaban con macabra excitación.
Disfrutaba de lo que ocurría.
Un acceso de vértigo me asaltó, horrorizado me di vuelta, vomitando.
El sonido del aerosol al escapar se detuvo, imaginé que el suplicio se terminó, mas los lamentos sonoros de Teru aún martillaban mis oídos.
Me atreví a volver la mirada sobre mi hombro, vibrando de pieza a cabeza, sintiendo el asqueroso sabor pastoso del vómito.
El rostro era una masa contraída al rojo vivo, el humo subía por la carne incinerada. Hilillos de saliva mezclada con sangre colgaban cual ahorcados desde lo que alguna vez fueron sus labios.
Ni siquiera escuchaba mas los gimoteos horrorizados de la mujer.
No supe si se había desmayado pues Mikami no se movía; colgaba su cara, el líquido negruzco se deslizaba por el contraído cuello, la piel apestando…supurando.
Takada lloraba contra el muro.
Mi corazón palpitaba contra el pecho con violencia, el sudor perlaba mi frente, lo sentía…lo lograba enfocar correctamente gracias a la dolorosa tensión que pareció aplastar mis cienes. Me dolieron los músculos cuando busqué detener la vibración de mis manos.
Rue Ryzaki pateó la silla una vez, esperando alguna reacción, lo que consiguió fue un hilo de sangre que escapó gruesamente. Las pupilas rubíes de B se endurecieron. Acomodó el artefacto debajo de la víctima otra vez, era obvio que no recibió respuesta de ningún tipo: el fuego quemó sus globos oculares.
--Mataste a Linda—murmuró—tu propósito fue repetir tus actos con Nate y…Mail—alzó los ojos en mi dirección. Un escalofrío me recorrió la espalda.
Sin dejar de mirarme encendió las flamas otra vez. Los gritos esta vez fueron quejidos estridentes sin control o sinfonía alguna. El cuerpo volvió a sacudirse con violencia…la carne de ennegreció y comenzaba a encenderse al estilo de un fósforo.
--¡Detente!—exclamé corriendo hasta B, arrebatándole el arma, emitió una especie de quejido, dando unos pasos atrás. Me las arreglé para apagar el encendedor y dejar botado el aparato. Se estrelló contra el muro, el sonido punzó contra mis orejas de forma dolorosa.
Regresé los ojos a Beyond, su mano derecha estaba enrojecida y herida: también se quemaba con el contacto al fuego, pero no le importó. Debí rozar su piel cuando me acerqué.
Otra vez me asaltaron las náuseas al estar tan cerca de la masa informe, hedionda, caliente y en llamas.
Las convulsiones se iban deteniendo.
--¡¿QUEIRES IR A PRISION?!—reclamé, sorprendido conmigo mismo por mis palabras, el motivo primario por el cual le detuve.
No respondió.
Aparté el rostro, intentando por todos los medios recuperar mi respiración.
Nunca antes había presenciado algo así...Era cierto, Mello asesinó frente a mí…pero “esto” fue más allá de mi propio autocontrol y mis niveles de horror soportable.
--Rue…--musité sin mirarlo. Agitado y asediado por la duda.
Con mi visión periférica logré ver a la mujer, temblaba con violencia, ya no lloraba, simplemente se refugiaba en su ovillo, con la mirada perdida…en completo estado de schok.
--Mató a Linda—murmuró de forma tétrica—su propósito era eliminarte a ti y a Nate…--se acercó unos pasos alzando la palma sana en mi dirección, rozando con sus dedos mi mejilla.
Oía la sangre palpitar contra mi cabeza, punzándome junto con la hiperventilación…Sus ojos reflejaban colores en llamas…
Un halo de luz deslumbró mis ojos de golpe. El sonido de la puerta al ser abierta con violencia me distrajo.
La adrenalina me permitió verlo todo aunque no estaba seguro de comprenderlo. Hombres armados entraron encañonándonos. No entendía muy bien…¿policía? Sí.
La tumultuosa entrada nos rodea. Me apartan de Beyond juntando mis muñecas contra la espalda.
No oía lo que me decían. Alguien se acercó a Takada, le hablaban pero no reaccionaba. El fuego sobre los hombros de Mikami no se apagaba.
Creí oír algo, lejano…lúgubre.
--Beyond Lawliet, estás arrestado por cargos de secuestro, homicidio, portación ilegal de drogas—dijo uno de ellos mientras sujetaban los brazos de Beyond detrás de su cuerpo. No opuso resistencia en cuanto empotraron su pecho contra el piso, sosteniéndolo con una rodilla para nulificar cualquier movimiento. Sus ojos escarlata seguían contemplándome aún contra el suelo.
Jadeé en busca de oxígeno. Creo que leyeron mis cargos de nuevo, quizás mi libertad condicional violada…no estoy seguro.
--Beyond—murmuré--¡Beyond!—intenté acercarme, no lo logré puesto que me sujetaban con fuerza. Uno de los agentes me miro con atención…lo conozco…”Giovanni”…
--La última pieza…--susurró Ryuzaki—cero…ocho…
Trastabille cuando me arrastraron fuera. Una masa de personas miraba con espanto la escena, murmuraban entre sí…Patrullas
--Elle me ha enviado, quiere hablar con él—dijo una extraña voz, rasposa.
Unas largas y huesudas manos sujetaron mis muñecas esposadas para remolcarme hasta un automóvil.
El sujeto que antes me llevaba se dedicó a intentar ahuyentar a la concurrencia.
Nos miró con atención cuando el vehículo encendió…mas mis ojos seguían fijos en el local…esperando ver salir a Beyond.

POV NEAR

Mihael aspiró profundamente tomando el móvil desechable, situándolo en medio de los dos.
--Quisiera ver su expresión cuando me escuche…
--Es probable que esté esperando el contacto—musité retorciéndome el cabello.
--Me vale una mierda, Near—ensanchó una sonrisa arrogante, tecleando los números uno a uno, escuchándome cuando los dictaba.
Conectó el alta voz y esperó mientras Elle respondía la llamada.

Notas finales:

Gracias por leer!!

rr???...ya sé que no los he respondido peeeroooo justo ahora acabo de terminar una tarea y por eso actualicé u.u!!

Bshossssssss tronadhitozzzzzzzzzzzzzz


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