Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EXCESOS por HakudiNN

[Reviews - 73]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaaa...puuuuuuuuues ya estoy de vuelta por aki jijiji yuhuu y algo nerviosita ¿la razon? este capitulo quizas no este tan "emocionante" como los otros pero esque me sirve para la atmosfera del fic y pues porque el amor a primera vista no es lo mio x.x entoncs como que me la lleve trankila en este y en el proximo capitulo! Por cierto en esa ocasion utilizare a un personaje mas a demas de Near y Matt para narrar un acontecimiento, era necesario, creo que puede que vuelva a ocurrir, lo siento si sale de la tradicion x.x
Espero que les guste =D

POV LINDA

No puedo creer que no me haya atrevido a comenzar el negocio en una universidad antes ¿en que estaba pensando al limitarme a empresarios, drogadictos y clubes? En fin, no se puede tener todo. Además, en este aburrido lugar lo único que los estudiantes compran es marihuana, lo más barato dentro de lo barato.
Me hice un ovillo sobre la cama del dormitorio de B mientras miraba por el cristal de la ventana ¿Cuándo podre volver a casa? Mikami aun debe estar buscándome.
La llamada de Matthew no fue inesperada del todo, ya me imaginaba que se enteraría que intercambie su ropa por un lugar donde dormir, aunque bueno, la llegada de B si fue por completo inesperada.
--¿Y bien?—pregunto mirándolo, estaba sentado sobre la silla del escritorio, con las rodillas juntas al pecho, tal como cuando le conocí hacia unos años en el orfanato—Saliste por la ventana de tu casa para venir y si no quieres de vuelta tu dormitorio ¿Qué es lo que buscas?
--En realidad solo lo necesitare en pocas ocasiones—respondió con indiferencia—Habitar la casa de mis padrastros se ha convertido en una ficha inútil en mi vida.
--Vaya forma de decir que quieres huir de casa—me rio.
--No huyo. Tengo la mayoría de edad requerida por el sistema social.
Odio la forma en que arruina los chistes.
--Bueno, es tu dormitorio—me encogí de hombros.
--Necesito que hagas algo por mi—dijo mirándome fijamente.
--Depende…
--Necesito de vuelta mi móvil—explico, no comprendí de inmediato así que se vio en la necesidad de explicarme—Lo olvide…
--¿Y como se supone que te ayudo? No iré a buscarlo a tu casa, si es lo que…
--En el auto de Matt.
--¿Qué?—me enderezo.
--Necesito que lo traiga de vuelta a mí, y le entregare su sudadera a cambio…--explico con sencillez, como si fuera cualquier cosa banal.
Y allí entendí a donde entraba yo.
--No hare que venga—advertí. Alzo los ojos con curiosidad.
--La ayuda mutua para alguien que necesita su propiedad de vuelta no es una situación no aceptada—dijo con aparente inocencia.
--Primero: lo olvidaste a propósito, Beyond. Segundo: es mejor que te alejes de el—enumere poniéndome en pie.
--No creo que esa sea una opción—giro los ojos a un lado llevándose el pulgar a la boca.
--La es—me acerque—escucha creo conocerte lo suficiente para poder asegurar que si no te alejas de Matthew, las cosas se pondrán feas—advertí.
--Matthew…--murmuro.
--Además, él tiene algo bastante…tiene algo con Mello, punto—me senté sobre el escritorio.
--El tipo rubio—suspiro con molestia.
--Si, Mello. Matt no va a dejarlo así como así.
--No tiene que hacerlo—respondió quitándole importancia—solo tengo que quitar de en medio al sujeto rubio.
Aquello me trajo un muy mal sabor de boca.
--B…--dude—estas metiéndote en problemas serios…Mello no llego allí por mal destino ¿entiendes?—iba a abrir la boca pero le ignore—y tu no eres precisamente el ideal de estudiante universitario. No soy estúpida, B, la ultima vez que te vendí fue algo muy…--volví a dudar en busca de la palabra adecuada—inusual—dije al fin.
Sus ojos se hicieron fríos.
--Mírame como quieras, el punto es que lo que te vendí no se consigue en cualquier lugar, es algo muy especial ¿No crees que me di cuenta de lo que ocurrió cuando salió en las noticias la muerte de esa chica? Por favor, B. en su cadáver se encontró la droga que te vendí, y era, en ese entonces TU novia—sentencie, nunca le había dicho aquello pero me pareció el momento adecuado para hacerlo.
Se mantuvo inmóvil.
--Beyond—intente dulcificando un poco la voz—De verdad deberías alejarte de Matt…
--Esa es una decisión que le concierte solo a Matt—tajo con voz siniestra. Resople derrotada.
--En serio te interesa ¿verdad?—no pude evitar medio sonreír, al fin y al cabo soy mujer, un tanto mas sentimental que los hombres si así se quiere ver. Alzo los ojos hacia mí.
Si le devolvía a Matt su ropa era probable que no estuviera molesto conmigo, lo cual evitaría la furia desmedida del rubio, que a su vez me garantizaría una buena venta en el cuadrilátero para el futuro. Además B era un antiguo amigo, el y Nate eran los únicos buenos recuerdos que tenia del orfanato, incluso si el albino ni se diera cuenta. Y claro podría evitar que Beyond se presentara a la cita con Matt y recibir yo su móvil, para ello tendría que convencer a B de algo mejor.
--De acuerdo, solo será esta vez—suspire derrotada—pero tendré que asegurarme que no te desharás de Mello—advertí. Ya vería como arreglármelas para evitar un asesinato.
--¿Dormiste con el?—dedujo y eso sonó como una certeza—Seria la segunda cosa que tendríamos en común—me dedico una extraña sonrisa retorcida. Resople divertida y fije de nuevo la mirada en el muchacho con el que hacia ya cuatro años que perdí la virginidad en una habitación abandonada del orfanato. Beyond tenía diecisiete y yo dieciséis.
--Es un buen comprador solamente—sondee la verdad—y me imagino que la primer cosa que tienen en común es su gusto enfermo por Matthew—concluí con una sonrisa.
--El tipo rubio siente una atracción obsesiva por Matt—murmuro bajando los pies al suelo, inclinándose hacia mí con interés.
--No, tu la tienes—dije bajándome del escritorio quedando exactamente sobre sus piernas, me senté sobre el logrando que B se recargara de nuevo en el respaldo de la silla—Puedo conseguirte algo mejor…--insinué pasando las manos por su cabello negro—déjame darle su chamarra…te traigo tu tan necesitado móvil y…te doy su numero telefónico.
Se mordió el pulgar.
--De acuerdo—dijo—su numero estará bien, pero necesito grabarlo en mi móvil cuando lo vea-- cabecee derrotada, era inútil tratar de ganarle a B.
Sus marmóreas manos rodearon mi cintura atrayéndome hacia si, no iba a besarlo, era una regla rígida que ninguno rompía pero…que tampoco era indispensable.

POV MATT

El humo del cigarro se quedo atrapado dentro de la cabina del auto al tener cada ventanilla cerrada.
Tenia la mirada fija en mi videojuego, sin embargo, de vez en vez captaba mi atención las carreras ajetreadas y escandalosas de los niños al volver del colegio. Los jardines se atiborraban con ellos, algunos se disputaban atropelladamente un balón…
Se atravesaban de acera a acera sin mucho cuidado, lo entiendo, por aquí los autos no acostumbran correr en persecuciones y las balas perdidas son un mito. Nadie se preocupa por mas que la cena de esa noche o si visitaran a la abuela de otra ciudad para el fin de semana. Aquí solía vivir.
No quería prestar mucha atención a mi alrededor pero la verdad es que era infructuoso no sentir el peso sobrehumano del arma que de pronto estaba tirando con demasiada fuerza de mi cinturón. Pero es solo idea mía.
Me remuevo sobre el asiento del conductor girando el rostro hacia el interior para evitar seguir mirando afuera, pretendo terminar el nivel en unos veinte minutos; un reflejo llama mi atención.
Me agacho con cuidado hasta el piso del vehículo, hay un móvil medio escondido bajo el asiento del copiloto. No es mio, no es de Mello… ¿Cómo llego allí? Estuve en el auto la noche, solo Mello subió un momento y…
--Maldición—es de B o Nate.
Lo levanto al incorporarme en el asiento, esta apagado. Me gusta el modelo, es nuevo, manejable con el tacto en la pantalla, podría ponerle miles de aplicaciones si fuera mio ¿Qué estoy diciendo?
Si Mello lo hubiese encontrado, y peor, enterado que era de alguno de los hermanos zombis, podría despedirme de volver a caminar.
Una puerta del exterior se abre, alzo los ojos con viveza dejando botado mi PSP y el móvil. Me acerco al vidrio apoyándome en el volante.
La veo salir, el cabello rojizo lo lleva sujeto tras la nuca, aun viste el luto. No puedo evitar sentir un retortijón en el pecho. Mi madre sigue de duelo por mí y ni siquiera sabe que aun estoy vivo. ¿Desde cuando mi desaparición la dieron por muerte? Ni idea.
Sale luego mi padre, esconde sus ojos claros bajo las gafas, también viste de negro, y, a pesar de salir de su casa de dos plantas, subirse a su auto de último modelo…se ven cansados, tristes.
No creo que la vida me alcance para pedirles perdón. Si vine aquí fue gracias al policía de en la mañana, o tarde, recordarme mi posible muerte prematura me hizo pensar en mi opaco pasado.
Veo el auto alejarse sobre la avenida.
Un sonido metálico me sobresalta, por fin encuentro el origen: mi teléfono portátil esta vibrando contra la cadena de mis llaves.
--¿Si?—digo sin pensar.
--Matthew—saluda la voz de Linda del otro lado—Dime que tienes el móvil de B.
Así que es de él.
--Lo encontré en el auto—respondo cansinamente.
--Si Mello lo hubiese hallado…
--No quiero pensar en eso—me muerdo los labios.
--No lo botes—pidió.
--¿A Mello?—parpadeo confundido.
--¡No!—la imagine torciendo los ojos—el teléfono, pelirrojo despistado.
--¿Y porque no?—me evitaría muchos problemas.
--Te lo cambio por tu sudadera—ofreció.
--La tiene B…--dudo.
--Y podrá aparecerse por Richmond cuando quiera, ir a verte y bueno Mello…créeme conozco a B mejor de lo que crees.
--Esta bien—suspiro.
--Universidad Privada de California en diez minutos—indica.
--De acuerdo—enciendo el motor.
--¿Matthew? ¿Estas bien?—me pregunta un tanto dubitativa. No creí que mi estado de ánimo sea muy notorio.
--Matt—corrijo cortando la comunicación.
Bote la ceniza del cigarro y di vuelta en desviación siguiente, podría llegar pronto ya que, odiaba conducir lento.
No fue difícil encontrar un aparcamiento, los estudiantes no asisten a todas sus clases en un viernes.
¿Dónde podía estar Linda? Un momento ¿Cómo llego ella allí? No creía que estuviera retomando una vida licita aprovechando el esconderse de Mikami, así que o eligió ese lugar por publico o porque, por alguna razón, vive por allí.
No me detuve sino hasta llegar al patio principal, resople y me dirigí a la única mesa de piedra vacía, me senté sobre ella subiendo los pies en el asiento y decidí distraerme con mi nivel del videojuego.
Deje al cigarro gastarse solo mientras esperaba, llevaba el móvil de B en el bolsillo y esperaba que realmente no me cruzara con el.
Linda me podría ubicar fácilmente en esa enorme extensión de concreto rodeada de jardineras y demasiadas personas para mi gusto.
No estuve seguro de cuanto tiempo paso mientras esperaba hasta que escuche unas fuertes risotadas que superaron todo el bullicio. Alce los ojos y no fui el único. Se trataba de un grupo de “bravucones chicos rudos”, los reconocería donde fuera pues tuve que lidiar con ellos cuando era un niño, en ese entonces me asustaba con facilidad, sin embargo, ahora no me parecían mas que cobardes engreídos y habladores que no durarían ni una hora en Richmond.
Iba a volver a mi partida cuando volvieron a llamar mi atención, en realidad no ellos, mas bien de quien estaban burlándose esta vez: Nate caminaba sin interés rumbo a las aulas. O ignoraba los comentarios o ni los escuchaba.
Me sorprendió verlo allí, no era universitario hasta donde podía deducir con mirarlo, pero tampoco era un niño.
18 o 17 por lo menos.
--Fenómeno—se acercó a el uno de los sujetos, apoyado por los otros. Tomo a Nate de un hombro para detenerlo. El chico le miro con indiferencia—Oye…es cierto que ¿tu hermano y tu…cogen?—pregunto en medio de risas estúpidas. Nate aparto los ojos llevándose una mano al cabello, increíblemente el comentario no le afecto en lo absoluto.
--¿necesitas una respuesta que me incomode para lograr impresionar a esas personas?—pregunto de forma monótona mirando a los amigos del sujeto.
--¿De que hablas, muñequita blanca?—se rio—Anda, respetamos a los que son como…tu.
--No creo que eso sea cierto—alzo los ojos a su captor—Ello implicaría un alto grado de auto respeto, de lo cual es probable carezcas.
Sonreí de inmediato divertido por el comentario.
--¿Qué quieres decir, tarado?—le dio un empujón altanero.
--Si no puedes entender la cuestión…eres un perdedor-- se retorció el cabello.
Evidentemente el bravucón no entendió muy bien las indirectas insultabas a su intelecto, así que hizo lo que siempre hará: cerró el puño cerca de Nate. Iba a golpearlo.
Resople indeciso, luego el grupo de amigos del sujeto avanzo, y Nate, imperturbable. ¡Maldición! Me puse en pie guardando mi PSP y me dirigí hacia el chico. No estaba muy seguro de que pretendía hacer, normalmente soy paciente y nada violento, además solo estaba hundiéndome más en mis problemas.
--Hola, Nate—salude alegremente.
Me miro de reojo, vaya por lo menos pudo haber fingido alegría por verme allí.
--Matt.
--¿Esta tu hermano por aquí?—creí que la mención de B podía ser suficiente para ahuyentarlos. Me observo con atención, claramente no me creía nada.
--Te veré después, fenómeno—amenazo el sujeto retrocediendo junto con sus amigos.
Vaya, funciono.


POV NEAR

La llegada del muchacho pelirrojo fue en realidad inesperada, no estaba dentro de mis escenarios posibles al ir en busca de B para asegurarme que Halle no fuera antes a verle para recriminarle su última escapada por la ventana.
--Tu hermano tiene su reputación—dijo de paso sacando algo de su bolsillo. ¿Seria posible que no notara que fue precisamente su aspecto el que los ahuyento?
Estoy de acuerdo con la teoría de B, Matt no es un criminal común y corriente, tuvo o tiene más opciones que esa vida, sin embargo, convivir con personas como Mello le ha dado una apariencia…distinta. Aunque para mi, sigue siendo un muchacho distraído y de aspecto despreocupado.
--Pero me alegra verte—dice extendiéndome un aparato, el móvil de B.
Tuvo suerte de que se acabara la batería y la policía no lo rastreara hasta Matt.
--Dáselo a tu hermano, puede quedarse con mi sudadera—dice con una sonrisa. Le miro fijamente, este chico no sabe lo que esta diciendo.
--No creo que eso sea conveniente para ti—dije echándome a andar.
--¿Por qué no?—parpadeo confundido siguiéndome.
--La mente de B posee un considerable nivel de obsesión por la mas minúscula razón—explique retorciéndome el cabello.
--No creo que a tu hermano le agrade que hables así de el—dijo con una mueca—Y tampoco soy una minúscula razón.
--Supongo que no para B o…Mello—musite, el me miro con atención, quizás preguntándose como es que me acuerdo del nombre del violento chico rubio que ha estado rondando mi mente continuamente.
Tal vez debería disculparme por llamarlo insignificante y además por recordar como se llama su…pareja. Pero no fue necesario, Matt sonrió despreocupado y amigable, como si nada.
--Entonces B tiene una obsesión por mí—dijo con diversión. Yo me preocuparía en su lugar.
--Tener alguna prenda tuya sin la forma de dar contigo hará que vaya tras de ti.
Matt puso una mano en mi hombro para detenerme, puso el móvil en mi mano y dejo allí su palma, rodeando la mía.
--¿Vas a ver a tu hermano? Por cierto dile que si valora su vida no regrese a Richmond.
No respondo. Se ha tomado la molestia de ponernos sobre aviso.
--Supongo que entonces estudia aquí y es gracias a el que Linda…--su móvil le interrumpe, vaya es inteligente. Mira la pantalla y suelta un resoplido frustrado—Genial, Linda se acaba de ir—masculla. Retrocedo sobre mis pies para seguir mi camino, si la chica castaña se fue de allí significa que Beyond también, odia el encierro impuesto.
--Nate…--dice acercándose a mi--¿quieres comer algo?—me sonríe con timidez. Le miro fijamente.
--No.
--De acuerdo ¿te llevo a casa?—insistió mirando sobre mi espalda. Gire el rostro levemente, lo suficiente como para mirar a la misma persona que hace un momento amenazo con atacarme.
No era lo mas inteligente decirle que no. De nuevo, Matt no es un vil criminal.
Asentí con la cabeza.
Me sonrió ampliamente subiendo mostrándome el camino para su automóvil, olía a tabaco y tuve que recoger un PSP del asiento del copiloto que me vi obligado de llevar en el regazo.
La tarde estaba pasando a un tono gris cuando su móvil reclamo atención.
--¿Si?—oye con cuidado lo que le dicen del otro lado—Puedo ir para allá pero…--lo interrumpen—esta bien.
Cuando cuelga se vuelve a mí.
--¿Te importaría hacer una desviación?—pregunta amablemente—De acuerdo—suspira—mi amiga acaba de decirme que podrá darme mi sudadera mas tarde, en otro lugar—insinúa—Si tu hermano va también me gustaría que estés allí.
--¿Por qué?
--Pues porque acabas de decirme que es mejor recuperar mi ropa—contesta. Entorno los ojos, es asombrosamente distraído.
--¿Por qué quieres que vaya?
Se encogió de hombros.
--Para que se ocupe de ti y no de mi—explica alegremente. Es muy probable que si regreso con B por lo menos esta vez evitara que Elle o Light, su espía personal, movilicen todo Estados Unidos para encontrarlo…si B se entera de ello, su propia naturaleza traerá consecuencias que ni siquiera yo puedo deducir.
--Claro, suena bien.
No sabia a donde nos dirigíamos, la carretera fue larga, una autopista. La tarde termino en el transcurso, abriéndose a la luz grisácea que pronto se transformo en negra. Estábamos realmente lejos de la ciudad.
Me arrepentí de haber aceptado en cuanto el chico pelirrojo aparco su auto en el amplio estacionamiento de una enorme propiedad de horribles luces de neón que causarían estrabismo a cualquiera. La noche llego en su plenitud cuando bajamos.
La música aturdió mis oídos incluso estando afuera, el cadenero me miro con desconfianza, dudando de mi edad supongo.
Apenas puse un pie dentro pude contemplar los cuerpos que se apretujaban unos contra otros sin darme posibilidad de moverme. Las parpadeantes luces me deslumbraban las pupilas, apartar la vista no fue suficiente. Ahora recordaba porque nunca sentí interés alguno por esos lugares…o el mundo exterior en general.
--Anda, Nate—tomo mi muñeca con ansia y me remolco por entre los cuerpos juntos. Era incluso peor que estar en ese cuadrilátero de pelea ilícito, al menos allí podía mirar a Mello. Sacudí mi cabeza cuando me di cuenta de lo que estaba pensando.
Ni siquiera podía mirar por donde caminaba, incluso creo que alguien me toco el cuerpo por varios sitios.
Por fin salimos de todo ese embrollo de personas, situándonos frente a lo que parecía ser la barra del club nocturno. La media luz del lugar no me permitía ver bien.
La muchacha castaña hablaba con uno de los encargados, le dio la mano en una inocente acción, sin embargo, la bolsilla blanca que le traspaso a la mano no fue desapercibida para mí.
--¡Matthew!—saludo Linda sentada sobre uno de los bancos altos, dándose vuelta para vernos--¿Qué haces aquí, Nate?—pregunto a gritos, la única forma de escucharle en medio de tanto ensordecedor sonido, no me miro cuando recibió un par de vasos rellenos con algún licor.
--Vino a buscar a su hermano—mintió Matt con una sonrisa. Ella asintió en silencio y le extendió su chaqueta.
--Toda tuya.
--Gracias—sonrió mirando a su alrededor.
--No esta aquí…--dijo ella cubriendo con una mano la bebida, vertiéndole algo dentro.
--¿Dónde esta?—quise saber de inmediato.
--Un chico llego a vernos a su dormitorio hace un rato—respondió. Entorne los ojos.
Matt termino su búsqueda visual y cogió el primer vaso que vio, el vaso con la sustancia extraña que ella vertió. Un solo trago y lo termino, no tuve tiempo de abrir la boca.
--¡NO!—ella le arrebato el vaso vacío.
--¿Qué sucede?—parpadeo confundido.
--¿Sabes que es lo que compran aquí?—pregunto en voz “baja”, señalando a las provocativas chicas de la pista.
--Si…
Ella se mordió el labio indecisa, quizás sea justo que alguien le diga que acaba de tomarse una bebida con droga dentro, posiblemente la misma que utilizan los acosadores sexuales para cometer sus violaciones consentidas.
Matt no se dio cuenta de lo que era, por supuesto que no, es demasiado despistado para hacerlo.
--Pide otra cosa—dijo ella tomándome de un brazo y tirándome para alejarnos un poco.
Nos movimos con dificultad por entre los cuerpos, la neblina baja estaba causándome una especie de asfixia, era una odisea cruzar por allí sin ser apretujado, golpeado o tocado. Por fin hallamos un lugar más o menos libre de todo ese molesto gentío.
--Dime que sabes conducir—dijo.
--No.
--¿No?—se escandalizo—Yo no puedo llevarlo a Richmond, no puedo ir aun—soltó sin pensar—no podemos dejarlo aquí luego de lo que se tomo y ningún taxi va a llevarlo hasta allá—resoplo.
--Llama a Mello—dije torciéndome un mechón. No estuve seguro de la razón, sin embargo, la mención de Richmond trajo a mi mente la imagen del violento rubio que había estado en mi mente más de lo que se consideraría cordura. Despertó mi curiosidad, peor aun, mi interés.
--No vendrá—aseguro—es su novio no su niñera—dijo pensando aun.
Esta vez fue clara la forma en que Matt y Mello estaban unidos, aquello volvió a frustrarme hasta el punto de la molestia, una sensación ajena a mi.
--Llama a B entonces, vendrá de inmediato—dije, de pronto deseoso por meter en problemas a Matt.
--No puede venir, se fue con el chico castaño.
Capto mi atención.
--¿Quién?
Ella me miro, quizás demostré más interés del normal.
--“Light algo”... ¿todo esta bien, Nate?
Evite mirarla, llevándome la mano al cabello, se me adelanto a los hechos Elle. Lo cual, para ser honestos, no me sorprendía viniendo de él.
--Es solo que…B no reacciono muy bien—agrego—de hecho fue algo mas bien…--y se interrumpió, en ese momento alce la mirada para averiguar que era lo que la detuvo.
Linda miraba hacia arriba, la zona bordeada con una valla de terciopelo, su rostro reflejo pánico y, sin aviso previo, tomo mi mano para remolcarme de regreso. Esta vez más rápido, atropellándonos contra todos. Casi pierdo el camino y a ella. Lo único que logre ver fue a una persona, vestido de traje oscuro, de cabello negro y gafas de aumento.
Gire el rostro sobre el hombro mientras andábamos, unos sujetos de traje hablaban por medio de radios y trataban de no perdernos de vista, otros comenzaron a bajar por la escalera repleta. Tropecé un par de veces mientras Linda me remolcaba hacia la salida, una vez allí se detuvo un momento mirando a su alrededor con desesperación.
Olvido a Matt por completo.
--Linda—trate de hablar.
--Ven—tiro de mi mano hacia los autos estacionados en la acera. Cuando eligió uno me saco de un tirón la camisa, la enredó en su mano y golpeo el cristal, pese a mi pensamiento, fue capaz de romperlo. Quizás tiene práctica en eso.
--Sube—ordeno, me mantuve inmóvil--¡Hazlo!—grito—Mikami seguro te vio y si algo te pasa B va a matarme.
Tiene un buen argumento, subo al vehículo cuando mis ojos notan a los sujetos de negro que salen atropelladamente del lugar.
Linda esta inclinada bajo el volante, junta un par de cables y luego el auto ruge al encenderse. Apenas se acomoda sobre el asiento ya esta en movimiento. Patina por las calles para alejarse rumbo a la ciudad de nuevo, no pasan muchos minutos, ni tantos kilómetros cuando dos automóviles negros parecen seguirnos.
Llevo una pierna al asiento para pegar mi rodilla al pecho, no soy un crio ni mucho menos, son embargo, esa posición siempre me ha ayudado a pensar y también a bloquear al mundo exterior. Me retuerzo el cabello.
--Ve por la avenida que conduce a la comisaria, no te seguirán cerca de la policía—digo.
--Tampoco yo puedo ir allí---responde ansiosa.
--No tienes que hacerlo, será una pantalla.
--Buena idea, Nate, te dejare allí y esperaras a tus padres allí—exclamo sacando su móvil, apretó una tecla de los números pre programados y espero—Contesta, contesta, contesta…--murmuro.
Mire por el espejo retrovisor, una chispa de incertidumbre por Matt despertó en mi cuerpo.
--¡Si!—celebro ella en cuanto del otro lado le contestaron—Espera—dijo a su interlocutor—Ya sé que estas a punto de salir a trabajar pero necesito un favor: recógeme en la entrada a Richmond, del lado oeste—espero un momento--¡Por favor! Es de vida o muerte, y son dos vidas…--volvió al silencio—Te lo retribuiré—espero—Bien, gracias—sonrió y colgó de inmediato.
Las llantas chirriaron en cuanto dio una vuelta prohibida, varios autos frenaron de golpe, las maldiciones se dejaron oír.
--¿Es acaso tan peligroso Mikami?—quise saber mirando por el espejo retrovisor, los autos aun iban tras nosotros.
--Te fijaste en su nombre—sonrió sin felicidad—Y no estas ni asustado…
Le mire entonces.
El vehículo se tambaleo unos metros más.
--Deja el auto aquí y transborda—sugerí.
--¿Siempre eres así de emotivo?—pregunto con sarcasmo, la ignore—Si, eso haremos pero en Richmond, allí será la pista falsa, luego te dejo el la policía.
Volví los ojos al espejo lateral, solo un auto tras nosotros, el otro debió dar vuelta alguna calle atrás.
Entorne los ojos.
Faltaban algunas avenidas para llegar al peligroso barrio pero… los edificios del escenario ya eran de un tono bastante desvaído. No faltaba tanto. Me arrojo mi camisa sin verme, comencé a vestírmela.
Giro el volante para dar vuelta, acelero de nuevo a fondo.
El impacto no fue predecible, simplemente sucedió.
El cofre del automóvil donde íbamos cedió ante la embestida del automóvil negro que surgió desde una calle aledaña, sacándonos del camino hasta el muro de contención.
La sacudida me golpeo contra el cristal que se reventó ante la presión del auto contra la pared. Estaba mareado, un zumbido taladraba mis oídos y algo caliente resbalaba por mi frente.
Abrí los ojos, lo primero que vi fue a Linda, a mi lado, tratando de encender el automóvil de nuevo, también estaba mareada, podía notarlo cualquiera.
Luego el exterior capto mi atención, uno de los hombres bajo del auto negro con un arma en la mano, le siguió uno mas. Oí el rechinido de otro automóvil lejano, aunque lo mas seguro es que fuera problema de audición, y estuviera cerca.
--Vete, Nate—alcance a oír de la castaña, la oía demasiado lejana para concentrarme, parecía gritarme.
Las explosiones de balas me devolvieron al presente cuando rozaron cerca de nosotros, ella se tiro sobre mi dejándome sobre el asiento, aun trataba de encender el automóvil.
De la nada les fue devuelto el fuego, los sujetos retrocedieron disparando a otro lado, uno de ellos cayo al suelo.
Una motocicleta se freno ruidosamente a nuestro lado, Linda logro la chispa que necesitaba y milagrosamente encendió el automóvil.
--Vete—me dijo apartándose de mi, alce los ojos, el motociclista llevaba puesto un casco oscuro y a pesar de la pantalla negra que me separaba de saber como era, creí que estaba mirándome.
--¡Ya, vete!—apremio ella con desesperación, sangraba de una pierna—estaré bien, solo llévatelo—le dijo al conductor, las balas rozaron el muro.
Me levante trémulamente, las manos del motociclista me subieron tras su espalda, junto al tanque de combustible, y sin mas, arranco la moto a una velocidad vertiginosa, sentía que podíamos volar en cualquier momento.
Apenas y alcance a oír el forzado sonido del metal contra el metal cuando Linda logro arrancar el automóvil y liberarlo de la prisión en que lo tenía el otro vehículo negro.
Ya no puede ver más.
Dimos una vuelta en una desviación rumbo a una calle más solitaria, tuve que aferrarme a la cintura del conductor para no caer.
Oí a lo lejos como un auto se freno, no me atreví a mirar, pues seguíamos recorriendo el asfalto con rapidez.
Mis manos rozaron un objeto frio en la cadera del motociclista, un arma, fue el quien evito que nos mataran.
Hasta ese momento me di cuenta que llevaba el rostro escondido en su espalda, enfundada en una chaqueta de cuero ceñida al cuerpo, las manos fijas en su cuerpo y el corazón latiéndome con fuerza.
Nos detuvimos con un rechinido de llantas, frente lo que parecía un edificio de varios departamentos pegado a otros mas de la misma categoría. Bajo de golpe, casi caigo al imitarlo, por poco y me aplasta la maquina.
Las únicas personas que había ahí eran un trio de prostitutas y un automóvil de estruendosa música rap que pasó por la carretera.
Me tomo por un brazo y me remolco hasta el edificio, tras las escaleras. Aun me sentía mareado, y el líquido caliente ya rozaba mis labios.
Me empotro contra la pared con violencia, me resentí el golpe un momento, cuando abrí los ojos observe con cierto cuidado su mano sobre mi pecho, luego alce la mirada. Por alguna razón no me sentía asustado. Es mas, creo que le mire con indiferencia.
Se saco el casco con la mano libre y lo dejo caer.
Mi corazón bombeo con mayor rapidez a la habitual cuando pude reconocer las delineadas facciones de Mello en medio de la oscuridad.
Bufo con real enojo, y me miraba furioso…pero sobre todo…demasiado cerca.

Notas finales:

IMPORTANTE:   Algo mas antes de despedirme: no recuerdo si ya les habia preguntado si les gustaria leer el one-shot de como Matt aprobo sus ultimas materias (clase del pelirrojo de como seducir a un profesos jaja xD) entoncs me gustaria saber si les interesa leer ese one-shot "independiente", tiene q ver con la historia pro no con la trama q nos ocupa en en si, asi que...la pregunta del millon: lo subo como one-shot ooooooo seguimos con la trama como si nda?????????

=D

GRACIAS POR LEER!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).