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EXCESOS por HakudiNN

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Notas del capitulo:

Holaaaaa!! raaawrr traigo contyyy!!!

Espero que les guste =)!!!!

POV NEAR

Mi cuerpo tembló automáticamente ante el contacto de la tela de su guante contra mi piel, sentía arder ese espacio bajo su palma. Mi pecho estaba vibrando debajo de su mano logrando que un escalofrío recorriera mi cuerpo.
Sus pupilas se endurecieron mientras miraba con atención mi rostro, esperando que sucediera algo pero no podía moverme.
Su mano libre subió por mi costado, adentrándose por la camisa abierta, rozando mi cintura y atrayéndome por automático. Contuve la respiración en cuanto su palma recorrió mi espalda a lo largo, no entendía, quizás era porque se trataba de la primera vez que tenia un contacto así con alguien… Como para contradecirme la misma honda de electricidad que me recorría la espalda cada vez que vi a Mello, regreso para descargarse en mi.
Regreso su mano rozando mi piel, aparte la mirada, sus dedos bajaron por mi cadera sujetando el borde como si ganchos se tratara y la recorrió por completo. Trate de evitar que mi respiración me traicionara.
Creí que al apartar la mano podría liberarme, sin embargo, de la nada su cuerpo se pego al mio con brusquedad, dejándome contra el muro sin ningún espacio entre ambos. Trate de empujarlo, mas su mano libre sujeto mis muñecas por encima de mi cabeza, era mucho mas fuerte que yo.
Mi cuerpo se tenso en un temblor visible en cuanto su pierna se pego a la mía, acariciándola de arriba abajo, primero una luego la otra.
Sentía su cuerpo en presión contra el mio, su respiración cálida contra mi rostro. Empujo una vez más su cuerpo, quizás tratando de llamar mi atención, se me escapo un gemido ante el golpe contra el muro pero lo logro, alce los ojos a él.
Dejo en libertad mis muñecas para que pudiera bajarlas, también me libero de su palma contra mi pecho, mas sus palmas se dirigieron a mi rostro, rozando la piel tras mi oreja, que parecía arder, sus dedos bajaron por mis mejillas hasta mis labios, recogiendo la sangre en ellos.
Mi cuerpo no me respondía, sus ojos me tenían inmóvil, atrapados con su peso.
Me miro con superioridad, sonrió a medias y simplemente se apartó.
--Ni un solo micrófono—dijo con tono arrogante. Hasta ese momento logre entender lo que estaba haciendo: revisándome.
Me atreví a dar un paso, su mano me regreso contra la pared.
--No trabajas con la policía—dijo—No, eres demasiado...—se interrumpió dando unos pasos atrás-- Tu hermano y Linda se conocen-- no era una pregunta.
Me quede callado, respirando hondo haciendo lo posible por evitar que se diera cuenta.
--¿Qué hacías con ella?—exigió saber.
Me mantuve en silencio, llevándome una mano al cabello, aun reponiéndome.
--¿Tu hermano trabaja con la policía?—su tono estaba subiendo su volumen, molesto por mi silencio--¡Contéstame!—ordeno--¡Y mírame cuando te hable!
--¿Vas a secuestrarme, Mello?—quise saber dando unos pasos para salir de la oscuridad. No tarde mucho en volver contra el muro.
--¿Qué te hace pensar que quiero algo de ti, Nate?—exclamo con superioridad.
--En ese caso puedo irme—mencione.
--No—una malévola sonrisa jugo en su rostro—tu hermano vendrá por ti ¿cierto? Es la única razón por la que vendría—ensancho el gesto ante la idea.
--Te equivocas—dije retorciéndome el cabello—Esta Matt, por el también vendría.
Oí un bufido molesto, me tomo de una mano y tiro de mí. Casi caigo cuando me remolco hasta su vehículo de nuevo.
Casi caigo cuando me guio hasta las escaleras de cemento, me hizo subir por ellas hasta la cuarta planta, las puertas de los otros departamentos estaban en completo silencio, con excepción de una que podía escucharse el inconfundible sonido de la TV encendida.
Nos detuvimos en el pasillo ante una puerta de madera de un color desvaído, las luces del techo estaban fundidas. La abrió y me empujo dentro. Oí el cerrojo detrás de mí, al menos cinco o seis.
Me volvió a empujar con una palma para obligarme a caminar, estaba en penumbras adentro, trastabille un poco para no caerme. Luego las luces se encendieron pero no lograron iluminar por completo el lugar.
El departamento no era muy grande, el piso de madera, las paredes de varios tonos, con humedad y pintura en trozos colgantes. Había dos sillones, uno individual y otro más grande. No teléfono, no fotografías, no televisión, no aparato de sonido, solo un ordenador sobre una mesa de centro en muy mal estado.
Mire a mí alrededor, lo escuche al teléfono.
--¿Dónde estas?—pregunto y espero—Te cobrare esto ¿entiendes?—de nuevo silencio—Claro, lo enviare “sano y salvo” a casa—sonrió echándome una mirada y colgó.
Regreso sus pasos hasta mi posición, me tomo de un antebrazo y me condujo de mal modo hasta una puerta, la cruzamos, se trataba de dormitorio, no pude verlo bien gracias a que apenas podía seguirle el paso. Una puerta mas y me dejo dentro del cuarto de baño, la mortecina luz parpadeo varias veces antes de encenderse por completo.
No entendía. Sus manos aferraron mis hombros, me recorrió un escalofrío que me obligo a encogerme, me giro hacia el espejo y salió sin decir nada.
Me mire con detenimiento, había restos de sangre en mi barbilla y mi sien, lleve mis manos a esa parte para descubrir el origen de la herida, era solo una cortada en mi cabeza. Abrí el grifo del agua y me lave el cabello y el rostro. El tacto frio del agua reconforto un poco la molestia de la herida y…del calor que seguía ardiendo bajo mi piel. Me mire por un momento en el cristal, la sangre estaba volviendo a salir, no podría hacer mucho por eso, además, el color de mi cabello no ayudaba mucho para disimularlo.
Busque disimuladamente por el cuarto hasta hallar una caja de botiquín sucia y mallugada, en un rincón, parecía haber recibido algunos golpes en la lámina. Me agache para alcanzarla, la tome entre manos y la destape. Al menos contaban con lo necesario, lo cual era obvio dado al “trabajo” al que Mello se dedicaba…no encontré ni una sola bandita, quizás me apresure a pensar, entonces una cajita llamo mi atención, la tome entre manos y la abrí esperando obtener alguna gasa, en su lugar halle un montón de bolsillas de plástico engrapadas unas con otras, tenían pastillas diminutas dentro.
No era algo que no esperara, es más, resultaba evidente esa clase de sustancias en Richmond, aun así era la primera vez que veía algún tipo de droga. La analice un momento, no despertaba en mi ningún tipo de interés, mucho menos perjuicio…lo oí del otro lado, sin saber exactamente porque solo tome una de las bolsitas, no tenía en mente probar algo así, tan vulgar e innecesario. Solo la tome y la guarde en el bolsillo de mi pantalón.
Guarde todo de vuelta y me incorpore para analizarlo todo con detenimiento: estaba siendo muy atento para tratarse de mi secuestrador. Por primera vez en mi vida no lograba deducir escenarios, ni situaciones…todo estaba a la expectativa de lo que ocurriría.
Baje los ojos un momento, Mello era peligroso, estaba claro, debía ser honesto desde un principio, era lo mas inteligente.
--No vendrá—exclame mirándolo una vez que salí, el muchacho veía a través de la cortina de su ventana hacia la calle, sin la chaqueta—B no tiene forma de saber que estoy aquí—agregue mirando el muro—a menos que pidas un resca…
--No—tajo—nunca haría algo así—se volvió, quizás le ofendí--¡Mírame!—exigió agitando el arma en su mano.
--¿Es necesario para ti que te vea?
Lo oí gruñir, se encamino hasta mí, creí que iba a golpearme pero no retrocedí, es más, logre apartar la mirada, aun así mi pecho estaba agitado. Lo oí abrir uno de los pocos muebles allí dentro, saco algo y se acercó hasta mi posición. Me lanzo una chamarra roja a la cara.
--Póntela—ordeno.
La extendí frente a mí, me quedaría grande evidentemente.
--¡Hazlo!—repitió con poca paciencia.
--¿Vas a hacerme pasar por alguien?
Gruño enojado y me arrebato la prenda, me la pasó por los hombros con brusquedad, me encogí ante el tacto; su chamarra desprendía un exótico aroma a pólvora y chocolate.
Cuando estuve vestido tiro de mi brazo de vuelta al exterior.
Trastabille por las escaleras, una puerta del pasillo iba a abrirse, Mello la empujo con fuerza para cerrarla. Cuando llegamos abajo se dirigió a su vehículo, paso una pierna por encima del asiento. Se dio vuelta y me puso el casco con poca amabilidad…no creo que quisiera proteger mi vida si nos estrellábamos, quizás solo buscaba que no me identificara nadie.
Subí con dificultad, antes de poder aferrarme a algo, ya estábamos en movimiento, por inercia mis manos viajaron hasta su cuerpo, aferrándose de nuevo a su cintura.
No avanzamos en realidad mucho, seguíamos en Richmond, pues las calles estaban aún habitadas por pandilleros de holgadas ropas, tatuajes, de prostitutas contoneándose por las calles. Y de pronto se detuvo derrapando contra un muro.
--Maldición—mascullo mirando hacia la calle, luces rojas y azules parpadeaban lejanas. Volví los ojos a mi espalda, al parecer a ninguno de los habitantes de Richimond le preocupaba mucho.
--No van a entrar luego de la redada de ayer—aviso con soberbia una voz a nuestro costado. Mello se giró hacia el sujeto, quien le sonrió de forma arrogante abriendo uno de los extremos de su chamarra para mostrarnos el arma que cargaba en el cinto.
Por ello Richmond no se preocupaba por la policía.
--¿Hay una salida?—pregunto Mello de golpe.
--Todas las tenemos vigiladas, tranquilo, ningún imbécil de azul se acercara—se rio de forma desagradable. Más sujetos se acercaron
--¿A dónde van tú y…Matt?—intervino otro hombre, más alto, mirándonos con desconfianza.
--¿Ya saben quién está filtrando información?—pregunto Mello a su vez.
--No…
--Cuando encuentren a B…avísame, Rod—casi ordeno. Mire a través del cristal ahumado del casco de Mello, hasta ese momento las facciones del sujeto me parecieron levemente conocidas, al parecer era el tipo que iba a asaltarme.
--¿Crees que trabaja con la policía?
--Creo que deberías hablar con tu imbécil de la policía que te escupe la información—replico Mello encendiendo su vehículo.
--¿Qué? ¿Hoy no vas a convertir en mierda a alguien? En la redada se quedaron tres estúpidos de azul—rio con la idea—voy a la reja solo por ellos.
--¿Van a meterlos?
--Van a dejarlos morir—se ufanó. ¿Iban a obligar a los policías rezagados en el cuadrilátero a pelear por sus vidas?
Mello sonrió de forma seca, encendiendo otra vez su vehículo, dando vuelta sobre el asfalto, quemando las llantas para volver por el mismo camino.
Avanzamos a una velocidad vertiginosa de vuelta por algunas otras calles, el escenario de sospechosos sujetos de todas las nacionalidades llenaban mi visión, alcance a ver como un hombre salió de una delgada puertecilla, de donde surgieron estrafalarias luces rojas, arrastrando a una muchacha semidesnuda, aferrando sus negros cabellos. Ella se debatía y maldecía con juramentos, pero cuando el tipo le atesto una patada, se quedó callada.
Unos cuantos autos desvalijados también cruzaron por mi campo de visión, un vagabundo arrastraba los pies rumbo a una licorería de baja categoría. Unos automóviles de música estruendosa pasaron unas calles adelante.
Un retumbar hizo eco en el ambiente, Mello no se inmuto, acelero. El tiroteo debía estarse desarrollando a una calle de distancia a juzgar por el volumen y el constante retumbar delas balas contra el viento y algunas superficies.
Ninguno se sobresaltó por ello, el quizás estuviera acostumbrado a ellos…yo…no podía prestarle la atención necesaria para concentrarme en algo más que en Mello, en mis manos alrededor de su cuerpo, en la honda de seguridad que me inspiraba a pesar de encontrarme en real peligro.
La policía iba en mi búsqueda, definitivamente, irremediablemente…pero simplemente no se lo dije.
El barullo de gritos y maldiciones avanzo hasta oírse demasiado cerca, él giro los comandos de la motocicleta a un lado para adentrarnos en un callejón, paso por encima de basura y charcos que no despedían un aroma agradable, freno detrás de unos contenedores de basura y se bajó para mirar hacia afuera.
Me baje con dificultad, apenas podía mirar en medio de toda esa oscuridad, ni una sola lámpara, y no ayudaba mucho a mi visión el cristal ahumado de su casco.
Gruño por lo bajo mordiendo su chocolate.
--No entrarían ¿eh, imbécil?—mascullo para sí mismos, mirando las patrullas pasar por la calle detrás de unos cuantos automóviles.
Una ligera sonrisa curveo sus labios de forma divertida. Debía conocer a los sujetos del tiroteo.
Se escuchó varios autos arrancar, mas juramentos, aceleradas carreras, y el ultimo resonar de las balas, hasta que se perdieron y ya no pudimos oír más.
Mello se dio la vuelta para volver conmigo.
--¿Asustado, pequeño Nate?—se burló.
--¿Por qué habría de estarlo? Estoy dentro de la casa de un delincuente que probablemente es parte de ellos—respondí.
Volvió a molestarse.
--Voy a enseñarte a mantener la boca cerrada—juro frunciendo los labios, dio unos pasos hasta mí, le mire atentamente ¿quería golpearme?
Mi corazón estaba acelerándose conforme lo veía acercarse a mí, tuve que apartar la mirada, estaba enredando mis dedos en el cabello…y simplemente se frenó.
Me atreví a mirarlo de reojo, su rostro estaba surcado en indecisión, como si se debatiera entre hacer algo y no hacerlo. Luego me miro con furia.
--¡Idiota!—grito y siguió de largo de vuelta. Trate por todos los medios que conocía el tranquilizar mi corazón que se aceleraba arrítmicamente.
Saco su móvil y marco, nadie le contesto. Lo intento otra, y otra, y otra vez. Molesto dio un golpe al muro.
--Perro estúpido—dijo con irritación regresando a mí los ojos—Y tu ¡¿Por qué esta la policía aquí?!
--Podría hacer una lista considerable de todas las razones ilícitas por las que podrían acudir a un lugar como este—respondí tratando de sonar indiferente. Funciono.
--¡¿Te estas burlando de mí, enano estúpido?!—grito—La policía no entra aquí sin una buena razón, y la única variable eres tú…¿Qué mierda estás haciendo aquí?
Aparte los ojos. Buena deducción.
Emitió un gruñido molesto y se acercó hasta mí con grandes pasos.
Tomo el cuello de mi camisa y de golpe fui acorralado contra el muro con su mano apretujando mi ropa y pegando su cuerpo al mío. Un temblor leve me recorrió el cuerpo.
--Ahora si tienes miedo ¿no es así?—sonrió de forma macabra, divertido con mi vulnerabilidad, pero lo cierto es que malinterpreto mi temblor.
--No—evite mirarlo a los ojos.
--¡Mírame!—ordeno. No obedecí--¡Maldita sea, mírame!—se enfureció aún más, aferro su mano a mi rostro y sin mucha dificultad me obligo a mirarlo. Nuestros ojos se encontraron, el escalofrió se hizo presente, mi cuerpo estaba vibrando suavemente contra el suyo.
Sus fieras pupilas azules abandonaron todo atisbo de ira, y se volvieron inexpresivas mientras analizaba mi rostro.
El tiempo se detuvo, o esa fue mi impresión, lo cual, nunca me ocurría. La lógica me gritaba que eso era imposible…y aun así…
La distancia comenzaba a acortarse.
--¿Estaba Linda con Matt?—pregunto de pronto, podía sentir su aliento en mi rostro. Era inteligente—Respóndeme—ordeno quedamente ante mi silencio.
--Sí—conteste lo más indiferente que logre, lo cierto era que…quería acercarme más y más.
--¿Estaba tu patético hermano con Matt ?—entorno los ojos con sospecha, intuyendo algo--¡habla!—ordeno--¿Te sientes demasiado bueno para gastar saliva, Nate?—gruño forzando mi espalda contra el muro. Su pierna separo las mías con brusquedad y ejerció presión contra mi entrepierna. Mi garganta se quejó al instante. Su resolución cambio, ahora sus ojos eran inexpresivos, volvió a presionar con más fuerza, me encogí y esta vez mis palmas trataron de apartarlo. Sujeto mis muñecas, y repitió el movimiento, esta vez de forma circular. Un hormigueo se desato en mi cuerpo, bajando por mi vientre. Esta vez decidí que quería que se detuviera, me debatí sin mucho éxito contra su cuerpo, pero seguía moviendo su rodilla contra mi entrepierna.
Mi pecho estaba agitándose ruidosamente, junto con mi respiración.
Una malévola y divertida sonrisa curveo sus labios, estaba disfrutando de esto.
--Basta—ordene.
En respuesta pego su cuerpo contra el mío, llevando su rostro hasta mi cuello, un estremecimiento me sacudió.
--Una sola línea blanca en mí, Nate—se rio contra mi piel—y esto no terminaría aquí—su aliento choco contra mi cuerpo, erizándome la piel, haciéndome presa de un escalofrío.
Y simplemente se apartó, dirigiéndose a su vehículo, montándolo y esperando, cuando logre moverme mis pies lo hicieron por inercia, pues mi mente, por primera vez en mi vida, estaba en blanco.
Subí de nuevo, aferrándome con mis temblorosas manos a su cuerpo.
No dijo nada en el camino, siguió una ruta que quizás dedujo estaba desalojada de policías, pero no estoy seguro, mi mente no suele jugarme estas pasadas. Así no soy yo.
No supe el camino, no note el cambio, no sentía el viento ni la noche…solo el vibrar del vehículo en medio de mis piernas, su aroma que desprendía de mi cuerpo ahora que tenía su chamarra y su espalda contra mi rostro…Quizás fue por eso que note la ausencia del motor cuando dejo de aturdir mis ideas, solo hasta que nos detuvimos de nuevo.
--¿Qué estas esperando?—pregunto de mala gana.
Sin objetar baje de la motocicleta, me quede inmóvil, esperando.
--¿No piensas huir?—se burló de mí. Me saque el casco y se lo extendí sin mirarlo, una vez que lo tomo, una de mis manos voló a mi cabello.
Volví los ojos sobre mi hombro para mirar donde me encontraba, la estación de policía del estado de California.
--. Me interesa B, no tú-- tajo con burla, explicando el porque me devolvió a un lugar más o menos seguro--que no se acerque a…—se calló de golpe, dijo algo de más, está claro. Aquello volvió a frustrarme, devolviéndome a la realidad de golpe.
--No creo que tus cálculos vayan a cumplirse—me retorcí el cabello, apartando la mirada—a B no le interesas tu…solo Matt—estaba ¿molesto? Si, podía reconocer esa emoción, incluso si no era muy usual para mí.
Puso mala cara.
--Si valoras en algo tu… vida—dijo malévolamente—no regreses a Richmond—arranco su vehículo y se alejó por la desierta calle.
Dejándome solo.

POV MATT
Había una especie de luz que quemaba mis ojos por encima de mis parpados. Un penetrante zumbido lejano lastimo mis oídos como si hubieran estado sufriendo de ese sonido durante un milenio.
Abrí los ojos, me sentía mareado, tenía un mal sabor de boca, la garganta me raspaba con una impresionante sed, la cabeza me daba vueltas…tenia resaca. No recordaba absolutamente nada.
La música seguía tocando ahogadamente desde algún punto.
Me gire sobre un costado con intención de volver a dormir cuando choque contra algo, alce la cabeza con curiosidad ¿en qué momento llegue a casa y convencí a Mello de dormir conmigo hasta tarde? Me removí en las mantas, patee algo a mis pies. De acuerdo esto es extraño. Alce las mantas a mi lado…me asuste ¿Quién no se espantaría al ver a un sujeto que en tu vida has visto, dormido plácidamente junto a ti en una cama…desnudo?
Me incorpore sobre la cama, mirando a mi alrededor, era un bonito dormitorio, algo desordenado, con ropa por doquier, botellas vacías, vasos ropa interior colgando del ventilador,…en otras palabras, no se trataba de mi casa.
Trague saliva.
¿Dónde estoy? ¿Cómo llegue aquí?... ¿quiénes son estas personas que duermen regadas por el piso del apartamento? Eran al menos unas tres chicas y cinco chicos.
Algo se movió a mis pies, volví los ojos, muy asustado, era una muchacha que se acomodó para seguir su siesta.
Y lo peor se me ocurrió…trague saliva con fuerza, mi corazón se golpeó contra mi pecho con ansiedad y nervios, con un genuino miedo; alce las mantas que me cubrían y…si…estaba desnudo.
--¡Mierda!—exclame. ¿Qué mierda hiciste ayer, Matt? Me pregunte. Y lo siguiente que cruzo mi mente fue: “Mello va a matarte”
Oh si, mierda, Matt. Mil veces mierda.
Me levante y en mis apuros pase a traer al chico junto a mí, ambos llegamos al suelo. Se quejó y me aleje por el suelo, chocando con alguien más.
Mierda, mierda, mierda…¡MIERDA!
Mi pecho estaba agitado realmente, repleto de miedo, incertidumbre y la confusión propia de despertar en un lugar que solo el cielo sabe dónde está. ¿Qué ocurrió?
Me incorpore torpemente, mareado, y busque desesperado mi ropa. ¡Solo quería salir de allí!
--Creo que son míos—dije al tomar unos pantalones, la playera fue más sencilla, estaba sobre el aparato de sonido, sobrecalentado, ¿la arroje allí en algún momento?
--Zapatos—me dije con ansiedad. No los encontré.
Pise a alguien cuando trate de sacar de los brazos de una chica mi chaleco. Casi me caigo, pero cuando comenzó a despertar preferí dejarlo allí.
Estaba realmente asustado,
--¿Estás bien?—balbuceo alguien mirándome somnolienta.
Asentí temblorosamente.
--Mi móvil—me dije—mi maldito móvil.
Tome el primero que encontré, no mencionare junto a lo que estaba, y marque a mi propio móvil…timbro unas veces de forma ahogada. Lo busque desesperado hasta un montón de botellas vacías.
Al menos la fiesta fue buena.
Tomo entre mis manos el teléfono portátil, esta pegajoso.
“Mi PSP”…me obligo a creer que no tengo tiempo para buscarlo ¡este es un caso de fuerza mayor! Me debato entre ir a buscarlo y no, ya que, no tengo posibilidades de encontrarlo entre tantos cuerpos semidesnudos, ropa, botellas, vasos, cigarrillos…
Alguien me toca la espalda y es suficiente, tengo que irme de allí.
Salto los obstáculos humanos hasta la única puerta que encontré, la abrí de golpe; la luz golpeo mis pupilas lastimándolas, cuando se acostumbraron a la luminosidad logre ver un pasillo largo y escaleras al final.
Fingí que nada ocurría mientras caminaba, de acuerdo, corría hasta terminar las escaleras.
Llegue a una gran explanada de cemento, unos cuantos autos estacionados, y un viejo letrero.
--Maldición—era un motel. Todas mis esperanzas se fueron al drenaje. Estaba muerto, bien muerto…más que muerto, ni siquiera tenía oportunidad de ser un zombi.
¿Cómo sucedió? Nunca bebo tanto como para no recordar nada al día siguiente, a menos que…bebí algo que no debía.
Busque con los ojos mi auto, gracias al cielo lo encontré pronto. Fue un alivio encontrar las llaves en el contacto, me evito volver a ese cuarto-orgia.
El interior desprendía un olor asqueroso pero tuve que aguantarme, bajar todas las ventanillas y subir.
Rogué a todos los dioses conocidos y por conocer por que hubiera gas en el tanque, alivio enorme, había. Quizás mi suerte estaba cambiando.
Eche a andar el vehículo para salir del estacionamiento del motel, no pasaría del medio día. Acelere a fondo. Pise algo extraño, baje los ojos un segundo, lo que encontré fue…espantoso.
Hice una mueca de asco tomando el pegajoso objeto, quería apartarlo de mí solamente.
El auto se tambaleo cuando gire el volante tratando de maniobrar para sacar el pedazo de hule que colgaba de mis dedos, intente que tocara mi cuerpo lo menos posible…el condón voló por la carretera.
Respire hondo en un intento por calmarme, me sentía demasiado confundido y mal como para retroceder en el tiempo y dar con lo ocurrido hacia unas horas…
Lo único que podía recordar era a Linda y a Nate… ¡Nate!
--Espero no haberte dejado en ese motel—exclame con la imagen del chico en mi mente.
La carretera era en realidad una autopista con campo abierto a los lados ¿Dónde mierda estoy?
¡Claro! ¿Cómo no lo pensé antes? Me recrimine por no acordarme del GPS del móvil; aparque el auto y saque mi teléfono.
--¡¡NO!!—suplique cuando la pantalla se ennegreció por completo. Se terminó la batería luego de estar encendido sin cargador toda la noche, a saber en qué lo utilice…y la llamada para hallarlo no fue de ayuda.
Un escalofrío me recorrió cuando se me ocurrió que: celular+alcohol=llamadas vergonzosas. ¿Y si llame a Mello en ese estado?...
Mi frente se estrelló contra el volante. Tenía problemas serios. Además no sabía que había pasado exactamente, todo indicaba que le fui infiel a Mello…no…no era yo, yo jamás haría algo así en mi juicio, Mello es demasiado importante para mí como para hacerlo, es en realidad, toda mi existencia.
Traicionarlo no entraba en mis posibilidades de seguir vivo. Mello tal vez no compartía ese pensamiento, de hecho, con facilidad terminaba acostándose con alguien más…pero…aun así. No era virgen al conocerlo, lo admito, pero luego de estar con el…no había estado con nadie más.
Tenía que enfrentarme a lo sucedido. Derrotado, alce los ojos al camino, un letrero verde llamo mi atención.
“NUEVO MEXICO”
--¿Nuevo México?--¿Cómo malditamente llegue aquí? ¿Cruce California y Arizona hasta Nuevo México?
¡Mierda!

Notas finales:

Gracias por leer!!!

PD: POR FAVOR NO ME MATEN POR EL CAPI!!! WAAA Esta es una probadita del verdadero MxN muajajaja xD ok no es conveniente a risa malvada pero...de nuevo: es la trama no ioooo xD!!!

PD2: jajaja esta es basada en un hecho "real" no en EUA pero si real muajajaja, aclaro, no a mi xD! ¿verdad, Daniel?


Me apuro pra actualizar lo mas pronto posible zas?? Graciaaaas =D


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