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EXCESOS por HakudiNN

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Notas del capitulo:

Hola, paso mega rapido, no me dara tiempo conetstar rr, pero los contesto esta semana, si dejan mas, juro contestarlos =)

POV NEAR

 

La noche era lenta…sumamente lenta. Apenas podía distinguir las sombras más allá de mi nariz, y aun así no encuentro nada interesante que ver. No hay nada.

Simplemente no lo hay.

No tengo idea de si Giovanni cedió a las tentaciones de Beyond, o simplemente pase el resto de la tarde en el balcón de balde.

Sin embargo, poco importa. Mi vida es lo único que en realidad me ata aquí y…no hay nada en ella lo suficientemente interesante como para seguir.

Supongo que vivir también es una decisión.

Mi móvil vibro unas cuantas veces durante las primeras horas de la noche, luego, en vista de que no lo conteste, se detuvo. Elle dejo de llamarme.

No es que no quiera contestarle, simplemente prefiero estar tranquilo, sin oír sus preguntas siempre omitiendo la existencia de B…

Miro por la ventana, ya quiero que amanezca y a la vez, no. Lo se, es contradictorio pero…tampoco entiendo mucho porque el insomnio me hizo ceder a su tormento esta noche, normalmente no me pasa noches seguidas. Como sea no parece haber nada más allá.

Un sonido hueco me contradice desde abajo. Levanto el rostro con curiosidad, por la ventana abierta diviso la silueta alta y delgada de mi hermano andando con calma hacia la calle.

Me levanto, no tengo nada más que hacer, y me acerco a la ventana. Siente me mirada pues gira el rostro.

--Nate, duérmete.

--Solo quiero pedirte que no me despiertes cuando vuelvas—digo llevándome una mano al cabello  y desviando los ojos.

--No dormirás hoy, Nate. Lo sabes—sonríe divertido—Baja—me dice al ver que no responderé.

No tiene caso, voy a volver adentro.

--¿No tienes curiosidad en saber a donde voy?

--No.

Se encoge de hombros con poca importancia.

Fijo los ojos en el horizonte oscuro, y luego a mi habitación; adentro no hay nada, afuera…es poco probable pero aun así no estaría mal intentarlo, solo una vez.

--B…

Él se gira y me mira. Me dirigí hasta la puerta a paso lento, para conocer a Beyond, nuestros padres adoptivos no son muy cuidadosos al momento de cerrar las puertas.

El viento esta frio cuando salgo a la calle, el viento me golpea el rostro, y…tengo frio.

--Debiste traer un abrigo—me dice, contradictoramente el solo lleva jeans y una playera de manga larga negra.

No le respondo nada, me bastara con mi pijama, además a donde quiera que vaya,  nadie se fijara en como visto a esa hora de la noche.

**

POV MATT

 

Aquí estoy de nuevo. El gigantesco hombre de pants azul acaba de dejar sin nariz a su oponente. La gente a mí alrededor se agita entorno a la jaula. Hoy precisamente huele peor que las demás noches, o quizás es porque nunca me acerco tanto al espectáculo. Alguien derramo cerveza sobre mis botas, pero es normal. Los vasos de plástico estas volando sobre mi cabeza, solo oigo maldiciones y gritos en el entorno.

Doy una calada a mi cigarro y solo para ello abandona mi mano la seguridad del bolsillo del chaleco.

A través de las micas de mis googles todo se ve mas oscuro de lo normal, pero tampoco me importa mucho lo que veo hasta que salga a la reja Mello.

--¿Otra vez te quedas al final?—me pregunta por sobre los gritos una voz femenina. Giro los ojos a la derecha y hacia abajo. A pesar de que su rostro esta cubierto por la capucha de su sudadera gris, se quien es.

--Como siempre, Linda.

--Seguro—sonríe alzando los ojos.

Ella es Linda, es muy inteligente, lo que me hace preguntarme como es que termino vendiendo drogas en los altos mundos… y en este tugurio de barrio.

No se en realidad cuantos años tiene pero no debe ser diferente a la mía o a la de Mello; es pequeña de estatura y tiene el cabello castaño siempre debajo de su capucha, supongo que es seguridad, o algo así.

A veces se queda con nosotros, y a decir verdad, creo que ella y Mello tuvieron algo que ver antes de mi llegada…pero no me atrevo a preguntárselo a él.

--¿No te dijo Mikami que tenias prohibido venir a su “cuadrilátero”?—le sonreí.

--Si, pero…no tiene por qué saber que estoy aquí ¿cierto?—me mira cómplice—Nunca viene a sus peleas patrocinadas, es demasiado arrogante para hacerlo.

--Tienes razón.

Mikami es el dueño del lugar, si lo vi una vez es demasiado. No luce para nada del tipo de sujetos que frecuentarían un lugar como este, mas bien como el que se obsesiona con el orden y la monotonía de un traje sastre cada día por el resto de su aburrida vida.

--¿quieres algo para pasar el rato?—pregunta con una sonrisa picara.

--Sabes que no.

--Claro, ¿Y Mello?

--Atrás, como siempre.

--No, Matthew—ah, claro, para Linda el hecho de que Mello me llame Matt significa que mi nombre es Matthew, no se de donde saco eso—Me refería a si el querrá algo.  Dios, si que eres distraído.

--Matt—corrijo—Y no, tenemos suficiente aun—dije inmediatamente ¿más droga? No, gracias.

--De acuerdo…--frunce los labios con descontento mientras mira a su alrededor en busca de alguien a quien venderle—Aunque te digo que el sexo con Mello es mejor…--la miro sonrojado-- ¡B!—celebra llamando mi atención. ¿Quién?

Me vuelvo en la dirección en la que mira pero solo veo un mar de personas gritando de lado a lado, escupiendo maldiciones al par de sujetos que se golpean en la jaula.

Linda se mueve entre las personas dejándome atrás, la sigo por entre los cuerpos hasta que desaparece entre ellos; me pongo en puntillas para alcanzar a ubicarla, luego de un momento la encuentro. Se dirige hacia la puerta donde al parecer hay alguien parado pero no logro distinguirlo bien.

Alguien me empuja, cuando recobro el equilibrio ya no veo a Linda más.

**

POV NEAR

 

¿Por qué accedí a acompañar a mi hermano? Llevo la última media hora tratando de responder esa pregunta. Estoy recargado en un auto desvalijado a mitad de la noche, en medio de un lugar donde seguramente la seguridad es una palabra ajena. Mientras caminábamos hacia el bodegón, por donde Beyond desapareció dejándome solo para esperarlo,  ya han pasado algunas personas que me miran desconfiadas, otras mas parecen hacer negocios clandestinos porque al intercambiar objetos miran a su alrededor para asegurarse que nadie los mira.

Las chicas han pasado vestidas de formas llamativas, una me mira mientras se relame los labios, aparto la vista. Aun tengo frio.

Y de nuevo me pregunto ¿Por qué acepte venir? Se oyen gritos apagados detrás de las paredes, resoplo molesto. Un tipo se me acerca.

--Ey, ¿vienes por diversión?

--No.

--Podrías tenerla—apoya una mano en el auto acercándose a mi.

--Disculpe—musito apartándome y andando hacia donde mi hermano camino. Sigo en rastro de gritos hasta que se hacen cada vez más fuertes. Un par de enormes hombres me impiden el paso, miro en medio de ellos, la luz abajo es escasa, pero aun así logro ver a B hablar con alguien.

Su interlocutor alza los ojos y me mira, creo que es una chica. Le dice algo y mi hermano me mira.

--Nate…--dice alzando una mano.

--¿Vienes con el?—me pregunta uno de los “guardias”

--Si.

--Entonces entra—tira de mi camisa para dejarme el paso libre. Adentro hay escaleras que guían hasta donde B me mira.

--Baja—indica, la otra persona esconde el rostro en su capucha.

El metal de las escaleras cruje mientras las piso, B me espera en silencio.

--¿Quién es?—pregunta su interlocutor con voz de chica.

--Mi hermano…--responde sin verla.

La muchacha me mira dubitativa.

--Me voy—anuncio.

--Como quieras, Nate.

Voy a volver arriba cuando algo me toma del brazo, cuando miro me encuentro con la mano de la chica.

--¿Nate?

--¿Te conozco?

--Linda…--dice bajándose la capucha—Te conocí en el orfanato.

Francamente no la recuerdo.

--Linda, necesito lo que te encargue—interrumpe mi hermano.

--Claro, claro—busca en su bolso cruzado hasta hallar una bolsa negra y entregársela a B.

--¡Linda!—una nueva voz traspasa el umbral. El chico es alto y de cabello rojizo, viste bastante inusual—Alguien te busca adentro.

--¿Quién?—ella retrocede.

--No tengo idea—sonríe—Pero tiene dinero—la mitad de su rostro esta cubierto por un par de enormes micas de gafas, lentes…o ¿googles? Dirige hacia nosotros el rostro—oh, lo siento ¿interrumpo?

Me llevo una mano al cabello apartando la mirada del chico, B lo mira con atención y conozco esa forma de mirar.

--Debo irme—anuncia Linda.

--¿Quién es el?—pregunta B de repente mirándola.

--¿el?—señala al pelirrojo—Él es… --lo observa como esperando su autorización para decir su nombre.

El chico no dice nada, y no me sorprende, dentro de los barrios bajos se dice que revelar tu nombre puede ser peligroso.

Alguna persona grita desde adentro algún juramento que nadie alcanza a distinguir pero que hace que Linda gire los ojos y se dirija hacia el bullicio.

**

POV MATT

 

De acuerdo esto es raro. Solo vine en busca de Linda para que el tipo de adelante dejara de molestarme pidiéndome le vendiera “algo”, y ahora me deja solo con un par de chicos algo…perturbantes.

Ambos tienen los ojos negros muy ojerosos y la piel pálida, el de cabello negro me esta viendo con mucha atención, mientras el mas joven desvía la mirada tímidamente.

--Debo irme—digo dando una calada al cigarro.

--¿Por qué? Estamos hablando contigo—responde el de playera negra.

--¿En serio?—parpadeo confundido.

--Si. ¿Quién eres?—se acerca un paso llevándose el pulgar a los labios, algo que lo hace lucir infantilmente adorable. ¿Qué estoy pensando?

--¿Y tú?

El menor me echa una ojeada con desinterés.

--Llámame B

¡Ah! A el vino a buscar Linda.

Le sonrío abiertamente acercándome el cigarro a los labios; una nueva horda de gritos atraviesa la pared. ¡Maldición! No debo perderme la pelea de Mello.

--Oye—oigo su voz muy cerca mio, me vuelvo y encuentro sus ojos negros demasiado cerca.

Me aparto unos pasos que el sigue.

--No me dijiste tu nombre—apoya las manos en la pared contra la que me acorrala. El otro chiquillo mira con atención y una resolución resignada en sus ojos.

--Matt…

--Matt—repite ladeando la cabeza.

--Si, Matt—la hosca voz de alguien bien conocido llena el silencio. ¡Mierda!

Vuelvo los ojos a la izquierda, Mello cierra el portón corredizo tras de si.

--¡Mello!—sonrío como un tonto al ver su rostro casi cubierto por la capucha de su chamarra, pero mi felicidad se desvanece en cuanto me mira de reojo con sus mortíferos ojos azules.

Esta molesto.

El chico que me acorrala, B, le mira sin expresión en el rostro y luego a mí.

--Ah, entiendo—resopla frustrado pero no se aleja.

--Matt…--Mello se acerca metiendo su mano entre los brazos del chico hasta el cuello de mi playera, y al tiempo de jalarme hacia él, aparta a B con una mano. El chico se deja hacer pero se sacude la mano del rubio.

--Mello… ¿Qué haces aquí?—pregunto

--Tienes mis vendas—responde con los ojos fijos en B. Cierto, tengo conmigo las vendas con las que se protege los puños.

--Así que te subes a esa cosa—dice B metiendo las manos al pantalón.

--Y si no quieres hacer que te obligue a subir…aléjate de Matt—ordena dándose la vuelta.

--¿Y si él no quiere alejarse de mi?—reta con voz monótona.

--Dudo que antes quiera alejarse de mi—responde Mello con burla.

--En tal caso no era necesario que vinieras a defender tu propiedad—dice de paso. Y eso molesto al rubio. Mello se vuelve molesto acercándose con paso seguro hasta el chico, este le mira fijamente sacando las manos de los bolsillos. Es el primer chico que pisa ese lugar que no retrocede ante Mello.

--B—habla por primera vez el chiquillo. El interpelado, Mello y yo giramos los ojos a él.

 

POV NEAR

 

Si no llamo a mi hermano esto acabara mal, ya que conozco bastante bien a Beyond como para darme cuenta que realmente gusto del pelirrojo y que…poco le importa la presencia de ese nuevo chico de cuero.

Este ultimo me mira con atención, por mi parte sigo retorciéndome el cabello.

--Si comienzas esto con Matt—agrego—Significa que tendré que esperar por más tiempo o perderlo con ese chico.

--¿Quién querría perder el tiempo contigo?—refuta el rubio con mal humor, toma al pelirrojo de un brazo y tira de el hacia los gritos.

Beyond suspira y se encamina detrás de ellos.

--Vamos, Nate—dice—tengo que ver esto.

No respondo ni tengo intención de moverme.

--Anda, Nate. Si no se quien es ese chico, no sabré como deshacerme de él—insiste corriendo la pesada puerta de metal. No tengo opción, pues tampoco se muy bien como irme a casa a pesar de haberle dicho que me iría.

Le sigo, bajamos por una rampa de concreto hacia un amplio salón repleto de personas, el olor es demasiado penetrante y metálico-dulzón.  Siempre con un aroma a sudor en el aire. Logro distinguir a Linda del otro lado charlando con un grupo de hombres al contar un puñado de billetes. En el centro hay lo que parece ser un ring rodeado de una malla metálica. El estruendoso sonido de las personas maldiciendo y gritando esta irritándome.

Apenas puedo seguir a B por entre las personas que se desliza, piso algo pegajoso y me aparto de inmediato, choco contra alguien y reboto contra otro cuerpo más. Por fin logro encontrar un lugar mas o menos amplio lo suficiente para que mi espacio personal no se vea tan invadida. Y vaya ironía, sin empujarme ni pretenderlo estoy en primera fila al espectáculo que esta a punto de comenzar a juzgar por el ansioso gentío.

Hay un hombre dentro, vestido con una especie de pantalón corto, grita y gruñe como bestia. Del otro lado acaba de entrar alguien mas, a su espalda se cierra con una cadena del grueso de mi brazo y un candando.

Es fácil saber donde estoy: el siguiente nivel de las peleas callejeras. Donde las personas, hombres en su mayoría, suben para ganar algo de dinero que no podrían ganar detrás de un callejón de algún bar de mala muerte.

Nada del otro mundo.

Me fijo en el que acaba de entrar, se quita la chamarra de cuero dejando ver su cabello rubio y su suavemente bronceada piel. Su torso podría despertar envidia a cualquiera. Sacude las manos vendadas al dar pequeños saltos de un lado a otro. Es el mismo chico que fue por la nueva obsesión de B.

Parece estar preparándose cuando sus ojos me ubican entre la gente, debo serle muy visible vestido de blanco en medio de toda esa gente en la oscuridad.

Puedo verlo mejor bajo esta iluminación: tiene ojos azules, brillantes en medio de esas sombras, sus delicados rasgos se me antojan nórdicos. Un choque eléctrico recorre mi espalda ¿Por qué?

De la nada el puño del otro tipo arremete contra el, quien se apenas le da tiempo de apartarse sacudiendo la cabeza con confusión. Hasta entonces me doy cuenta que estuve a segundos de enredar mis dedos en mi cabello, no he parado de torcérmelo desde que llegue allí.

--Esta bien, Nate…--oigo a B detrás de mí—Vámonos.

Alzo los ojos a él.

Tira de mi brazo para llevarme entre la gente, intento mirar detrás de mi hombro, a duras penas logro distinguirlo dentro de la jaula, yendo de un lado a otro. Trato de contemplarlo sin caerme, pero ya no lo veo más, y creo que nunca volveré a hacerlo.

 

El camino a casa fue diferente a pesar de ser semejante al de ida, el mismo silencio, la misma forma de andar de B, de subir al tren, la misma manera de convivir de los dos…pero…los pupilas azules de ese muchacho giran en mi cabeza ¿Por qué no puedo solo olvidarlo como a todas las personas que se cruzan en mi vida? No entiendo. Sinceramente, no lo comprendo.

Para cuando llegamos a casa ya era entrada la madrugada, me recosté en la cama sin sentirme cansado por visitar un barrio bajo de la ciudad, B no dijo nada al respecto pero estoy seguro que ira de nuevo mañana para buscar al chico pelirrojo…la pregunta es ¿iré también yo para ver al chico rubio?

**

POV MATT

 

--Estabas distraído hoy—dije sentado en la cama, mientras lo veo lavarse la cara en el cuarto de baño.

--Cállate, Matt.

Me intriga, a pesar de haber ganado su pelea de hoy, no celebro con una sola píldora ni una sola línea blanca…

--Mello…

--¿Qué quieres?

--¿Qué sucedió? Realmente estabas distraído—saco un cigarro.

El recarga las manos en el lavabo y lo mira como si fuera de lo más interesante.

--Vi algo antes de empezar, es todo, perro—me dice acercándose hasta la cama, agachándose y sacando la caja metálica que ahí guarda. Miro en silencio como saca una bolsita de plástico con papelitos. LSD.

Pero los bota sin interés, me divierte, la última vez que lo intento estuvo bastante susceptible por unas seis horas, las pupilas se le dilataron como aceitunas y lejos de querer tener sexo conmigo tuvo una sensación bastante desagradable…además de bipolar.

Busca más y saca un paquete de anfetaminas.

Me mira y nota mi diversión.

--No sé de que te ríes, perro—dice preparando en el suelo la jeringa y la liga—Te recuerdo lo que ocurrió hoy…

--Mello—amplio el gesto--¿Estas celoso?

--Idiota ¿Quién estaría celoso por ti?—ni me mira. Eso me dolió.—Quería mis vendas y punto.

Me recuesto en la cama para dejar de mirarlo y contemplar el techo, en unas dos horas amanecerá.

--Busca alcohol, Matt—me ordena con la liga en la boca.

--No quiero beber hoy, Mello—saco el humo.

--Alcohol etílico, pedazo de imbécil—exclama molesto—necesito limpiarme la cortada del puño—se esta enredando la cinta elástica en el antebrazo.

--Nadie te dijo que pusieras la mano para que ese sujeto te mordiera—digo con desdén.

--Matt…el hijo de puta me corto con sus dientes cuando le golpee, no me mordió—replica terminando el nudo.

Me ruedo sobre la cama hasta mirarlo por el borde del colchón. Mello atraviesa su piel hasta la vena con la aguja. Hace un suave gesto de molestia pero luego saca la jeringa y se desanuda la liga.

Respira hondo y se pone en pie, le sigo con la mirada; él se recuesta a mi lado sobre las cobijas.

--Sigo sin comprender porque haces eso si se supone que debes dormir—admito apagando el cigarro.

--No  molestes, Matt—cierra los ojos. Sigue distraído.

--Ya dime, Mello—pido deslizándome hasta el acomodándome sobre su brazo en un intento porque me abrace--¿Qué viste? ¿Qué te distrajo?

Sus brazos se ciernen a mí atrayéndome a su pecho. Me acurruco sobre su cuerpo.

--Matt…--susurra--¿Quién era el tipo de hoy?

--B…creo…

--¿Y el otro?

--No se… ¿Por qué?—me retuerzo para mirarlo, pero Mello ya tiene las pupilas dilatadas.

--Perro…

--¿eh?

--Ya sabes porque hago esto—dice sonriendo, cambia las posiciones dejándome debajo de él.

Se acerca a mí y me besa, introduciendo su lengua en mi boca.

--Eres MI perro, Matt—susurra contra mis labios con ansiedad—Ni ese imbécil ni nadie cambiara eso—casi gruñe contra mi boca, mientras su mano baja hasta mi entrepierna masajeandola…oh, si, la verdad si se porque lo hace siempre cuando volvemos al apartamento…la ansiedad y la euforia la descarga conmigo. Y a mi…a mi me gusta que lo haga.

Notas finales:

Gracias por leer


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