Era un día decisivo para Kim Jonghyun, el día en que le confesaría sus sentimientos a la persona que amaba. Luego de ser los mejores amigos, había caído en el amor con Lee Jinki su torpe, tímido y amable mejor amigo. Era el día en que planeaba hacerle saber lo que provocaba aquel chico en él; como lograba que su mundo entero diera vueltas con una simple sonrisa deshaciéndose de la gravedad y convirtiéndose en lo que único que lo ataba a la realidad, como con una roce de su piel hacia que su corazón latiera a mil por hora amenazando con salir de su pecho, como esa dulce voz que poseía lograba hacerle olvidar todos su problemas y enviarlo a un lugar lleno de tranquilidad en donde no existían más que ellos dos… como estaba perdidamente enamorado de él.
Planearon encontrarse en una plaza a las 7pm. Jonghyun no era una persona muy puntual y tampoco era bueno con las direcciones por lo que salió con anticipación de su casa para evitar algún inconveniente que arruinara sus planes. Cuando llegó al punto de reunión llevaba media hora de antelación, pero no le importaba esperar, además aun necesitaba tiempo para organizar sus pensamientos y palabras.
Estaba tan absorto pensando en que decir que apenas notó a alguien sentándose junto a él. Un chico de ojos felinos, cabello rubio y piel blanca como la nieve lo saludó, al voltear vio que se trataba de Kibum uno de sus compañeros de clase. Miro su reloj y eran las 7 en punto.
-¿Qué haces por aquí Kibum? – Preguntó Jonghyun rápidamente planeando la manera de deshacerse del chico.
-Viene a verte – Contestó el rubio como si fuera lo más obvio del mundo.
-Lo siento, pero estoy esperando a alguien – Con eso esperaba que Kibum se despidiera y lo dejara esperar a Jinki, quien podría llegar en cualquier momento.
- Jinki no vendrá – Respondió con una sonrisa burlona en su rostro, sorprendiendo a Jonghyun.
-¿Cómo sabes que se trata de Jinki? ¿Por qué no va a venir? – preguntó Jonghyun comenzando a irritarse, aquel chico llegaba de repente hablando tonterías y no con todo el nerviosismo y ansiedad acumulada no estaba del mejor humor para bromas.
-Esta con Taemin. ¿No supiste que estaba enfermo? Jinki jamás dejaría a su donsaeng favorito solo en ese estado, ahora mismo está cuidando de él y no creo que lo deje solo para venir a verte. Si quieres puedes venir conmigo a pasar el rato. – Declaró Kibum con indiferencia.
Jonghyun no respondió, solo se quedó en silencio analizando la información entregada. Contempó el cielo como si este le fuera a dar alguna indicio si es que Kibum mentía o decía la verdad.
-Esperaré… – Respondió finalmente, no muy convencido.
-Para que veas que soy bueno, te haré compañía, después de todo no vendrá y podrás ir conmigo.
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Jinki cuidaba de un enfermo Taemin. El chico lo había llamado hace un par de horas pidiéndole que cuidara de él. Sus padres estaban ocupados y no pudo negarse –¿Cómo dejar a ese pequeño moribundo cuidarse por sí mismo?– apenas sabia cuidarse cuando estaba sano no quería ni imaginar que sería de él estando enfermo.
Claro que sólo se comprometió a cuidarlo por un par de horas porque estaba plenamente consciente de que tenía una cita con Jonghyun y no quería hacerlo esperar, por lo que colocó una alarma para irse y llegar a tiempo. Sin embargo, cuando estaba concentrado intentando descifrar una receta para prepararle algo de comida a Taemin, no se dio cuenta de que el menor tomo su teléfono celular y lo escondió en algún lugar de su habitación, entonces no fue consciente del tiempo pasando a su alrededor hasta que miró por la ventana y notó que empezaba a oscurecer. A toda prisa buscó su teléfono móvil sin éxito, le preguntó a Taemin por él y entre regaños lo recibió de vuelta.
-¡Maldición! Son las 7:15. ¡Taemin tengo que irme! – exclamó Jinki dirigiéndose a la puerta, listo para abandonar el lugar.
-Pero Hyung, dijiste que cuidarías de mi – le recordó Taemin haciendo un puchero.
-Solo era por un par de horas, ahora en serio tengo que irme. Jonghyun está esperando por mí.
-Hyung~ No me dejes – rogó Taemin tosiendo escandalosamente para hacerlo sentir culpable – solo quédate un momento más, hasta que me duerma ¿sí? – trató de convencerlo Taemin haciendo uso de todo su aegyo y aferrándose a su brazo.
Onew mordió su labio inferior con frustración, sin saber qué hacer. Si quería llegar a ver a Jonghyun debía irse en ese instante y quizás el menor aun estaría esperando, pero al menos que quisiera llegar con Taemin colgando de sus zapatos, lo mejor sería dejarlo dormido antes de irse.
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Para cuando Jonghyun volvió a mirar su reloj el puntero marcaba las 7:45 pm.
-Ha pasado casi una hora, ¿puedes darte por vencido ahora? – Kibum se acercó a Jonghyun, quedando a escasos centímetros de él – Podemos hacer cosas más divertidas si vas conmigo – dijo, antes robarle un beso, sujetándolo de la nuca para evitar que se apartara, pero por mucho que intentó que Jonghyun le correspondiera no funcionó, el mayor solo permaneció quieto.
-Si vas a ser así, prefiero que me dejes solo- sentencio Jonghyun cuando Kibum se hubo alejado.
-No seas idiota Jonghyun, no va a venir. Prefiere cuidar de Taemin, que reunirse contigo. Ya ha pasado una hora, ¿Vas a seguir esperando como un idiota? Y sabes que no es sólo Taemin, tiene muchos deberes que hacer como el presidente de la clase, últimamente dice que no tiene tiempo para ti ¿no has notado como te ha dejado de lado? Sólo un tonto como tú no se da cuenta de que ya no le importas, ¡deje de perder tu tiempo con él y ven conmigo! – Lo sermoneó Kibum bastante enojado por la situación.
Jonghyun esbozó una débil sonrisa mientras inclinaba su cabeza dejando que su flequillo cubriera parte de su rostro. Esa era una de las razones por las que tan repentinamente había planeado declararse; últimamente Jinki estaba muy ocupado, casi no tenía tiempo para verlo, la distancia entre ellos lo estaba matando… Jonghyun tenía miedo de perderlo, por lo que decidió jugarse todas sus cartas y confesarle sus sentimientos, si le correspondía tendría a Jinki de vuelta y con creces, y si lo rechazaba se alejaría de él para siempre.
Alejarse de él sería difícil, demasiado difícil si lo pensaba bien, pero era mejor alejarse de inmediato ver como lo perdía lentamente.
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Para entonces eran las 7:45 pm y Jinki no planeaba quedarse por más tiempo. Le contó un sinfín de cuentos a Taemin, cantó todas las canciones de cuna que recordaba pero el menor no conseguía dormirse; era aceptable considerando que normalmente se dormía a las 10 pm, pero para aquel momento Jinki ya había perdido cualquier rastro de paciencia y estaba por colocar una almohada sobre su rostro para huir sin que lo notara.
-Taemin debo irme – declaró poniéndose de pie y tomando sus cosas.
-Hyung~ aun no me duermo –el menor intentó retenerlo otra vez, sin éxito.
-Lo siento Taemin, pero no creo que mueras de un resfriado…
-¡Es neumonía! Le quitas gravedad al asunto – lo interrumpió Taemin sintiéndose ofendido.
-Principios de neumonía leve, le das gravedad al asunto – contraatacó Jinki - Y no creo que me necesites para dormirte, de todas manera lo harás en un par de horas. Ahora si, me voy.
Dicho esto el mayor salió apresurado de la habitación ignorando todas las quejas lastimeras que daba Taemin, e inicio una carrera hacia la plaza en donde se reuniría con Jonghyun.
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Montones de recuerdos inundaron su mente; reproduciéndose como una película cada momento importante que pasó junto a Jinki. Muchas veces espero al mayor, pero siempre llegaba, no había encuentro en que lo dejara plantado. Cuando no podía aceptar las peticiones de Jonghyun para salir se aseguraba de recompensarlo dándole algún pequeño obsequio que Jonghyun atesoraría de por vida. Y cuando estaba tan ocupado que no podía verlo en todo el día, le mandaba algún mensaje con tonterías que siempre le sacaría una sonrisa – si eso era no importarle entonces estaba bien… Además recordó que cada momento junto a Lee Jinki era importante para él, siempre había sonrisas, felicidad y una tranquilidad que inundaba su corazón. Junto a Jinki siempre sentía esa calidez envolviéndolo que le hacía querer abrazar al mayor y mantenerse así para siempre.
El más importante de sus recuerdos, era el día en que se conocieron. Iba en el autobús, casi vacío, escuchando música cuando su reproductor se quedó sin batería y de pronto la musica fue remplazada por una dulce voz entonando una canción. Un chico sentado en los últimos asientos, de cabello oscuro ypiel blanca como la leche era el dueño de aquella voz. Jonghyun se quedó pasmado por unos momentos, hipnotizado por aquella voz –y también por su dueño– hasta que el chico notó su mirada y avergonzado se quedó en silencio. Sonriendo Jonghyun se acercó y se sentó junto a él, no hubieron saludos ni presentaciones, solo dijo la frase “Me gusta viajar escuchando música y mi reproductor murió ¿podrías cantar para mí?” y a partir de entonces Jonghyun se mantuvo pegado a Jinki.
Cuando Kibum se fue su reloj marcaba las ocho en punto. Y entonces decidió dejar de mirarlo, lo quitó de su muñeca y lo lanzó lejos. Ya no importaba la hora, a si fuera una eternidad esperaría…. porque confiaba en él, en que vendría, en que esos “te quiero” que ocasionalmente salían de sus labios eran sinceros, en que Lee Jinki jamás le fallaría.
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Su corazón latía rápido debido al esfuerzo que estaba poniendo en correr, apenas tenía tiempo de respirar mientras pensaba en llegar lo más rápido posible junto a Jonghyun. Lo único que lo hizo detenerse fue su celular vibrando en su bolsillo. Se detuvo y tomó un minuto para recuperar el aliento. Pensando que sería Jonghyun lo leyó.
“Hyung, no creo que valga la pena llegar”
Vio el remitente y se trataba de Minho, además adjuntaba una imagen de dos personas besándose, a los cuales después de unos minutos identificó como Jonghyun y Kibum. Sintió su corazón detenerse, y por un momento sus piernas flaquearon. En seguida llamó a Minho para saber de qué se trataba todo eso, podía ser una antigua foto, eso no quería decir que Jonghyun estuviera con Kibum cuando se suponía que debía estar esperando por él.
“Hyung, pasaba por allí y los vi juntos, como me contaste que saldrías con Jonghyun hoy, pensé que debía avisarte” Esa fue la explicación que dio Minho, el cual ni siquiera se molestó en decirle a Jinki que luego de eso Jonghyun le había pedido a Kibum que se fuera, y un par de minutos más tarde Kibum lo hizo.
Entonces no solo sintió su corazón haciéndose trisas, también podía sentir un nudo en su garganta y no encontraba las fuerzas para moverse, sólo se quedo de pie allí, en medio de la calle reteniendo las lágrimas que amenazaban con derramarse de sus ojos.
“Pero él dijo… que debía decirme algo…” apenas logró articular palabra.
“Probablemente quería decirte de su relación con Kibum, por eso estaban juntos”
Tras escuchar eso sus sentimientos contenidos durante tanto tiempo se desbordaron y solo cedió, su corazón cedió al dolor, sus pies lo hicieron ante el cansancio y sus lágrimas le cedieron a su corazón una manera de liberar su sufrimiento.
Allí clavado en el suelo, Jinki se lamentaba de no haber actuado antes, el no haber asumido sus sentimientos y luchar por ellos… el no luchar por Jonghyun.
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Para cuando Jinki llegó, eran las 9 de la noche. Jonghyun estaba recostado de espaldas en un banco, con los ojos cerrados y al sentirlo de pie a su lado, abrió los ojos lentamente y le dedicó una dulce sonrisa que le hizo recordar a Jinki porque a pesar de todo lo que Minho le contó había llegado hasta allí – sea lo que sea lo que quiere decirme iré allí y lo escuchare porque debe estar esperando por mí. Los ojos del mayor estaban rojos, y Jonghyun no tardo en notarlo.
-¿Estás bien? – preguntó Jonghyun preocupado, sentándose y haciendo un espacio para Jinki en el banco.
-Sí, no te preocupes, Taemin debe haberme contagiado. – Respondió Jinki frotando sus ojos y desviando la mirada – Planeaba estar unas horas cuidándolo, incluso puse una alarma en mi teléfono para llegar a tiempo, pero luego se me perdió y Taemin no quería que lo dejara…. Lo siento por llegar tarde – aclaró Jinki antes de que Jonghyun pudiera pensar mal de él.
-Lo importante es que llegaste – Dijo Jonghyun dando un largo suspiro.
-Y tú esperaste… – el menor respondió con una sonrisa –Y ¿Qué era eso que querías decirme? – empezó Jinki, quería escuchar pronto lo que Jonghyun tenía que decirle para poder ir a su casa y llorar con tranquilidad bajo la seguridad de sus mantas como la quinceañera con el corazón roto que parecía.
-Bueno…yo – Jonghyun trago saliva – Primero mírame hyung – Jinki se negó manteniendo su mirada fija en el suelo – Hyung – insistió Jonghyun con voz firme.
-Solo dilo Jonghyun, hace frio aquí – Mintió Jinki. Ante el comentario Jonghyun se quitó la bufanda que llevaba, y la colocó alrededor del cuello del mayor tirando un poco de ella para que Jinki lo mirara.
-Escucha bien Hyung, solo lo diré una vez ¿De acuerdo? – Jonghyun dio un largo suspiro y Jinki notó lo nervioso que estaba –no sé suponía que estuviera tan nervioso solo para decirle que era novio de Kibum así que decidió ayudarlo y facilitarle las cosas a ambos.
-Ya lo sé. Minho me lo dijo – Jinki saco el teléfono de su bolsillo y se lo mostro – Después de ver esto, pensé no venir… no quería interrumpir, pero pensé que si querías decirme algo debía ser importante para ti- Jonghyun lo interrumpió.
-¿Qué? ¡No! Eso paso hace un rato, pero... No creerás que somos novios ¿cierto? ¡Hyung! No te citaría para decirte eso, serias el primero en enterarte y de cualquier modo - Jonghyun hablaba a toca velocidad exasperado y Jinki se preguntaba como su lengua no se enredaba mientras trataba de entenderlo – Jinki, solo ven aquí – Finalizó Jonghyun, tirando un poco más la bufanda del mayor para abrazarlo, envolviéndolo en sus brazos y apoyando la cabeza en su hombro. – Me gustas ¿de acuerdo? Eso quería decir, claro que de una manera mas romántica pero lo arruinaste – bromeó Jonghyun sintiéndose totalmente nervioso y ridículo.
Por otro lado Jinki aun no reaccionaba, supuso haber escuchado mal y solo para cerciorarse de que esa declaración no había sido un truco de su imaginación preguntó de nuevo.
-¿Yo…te gusto? – preguntó el mayor sintiéndose repentinamente embriagado por el aroma de Jonghyun, notando la cercanía en la que estaban intento alejarse pero el menor se lo impidió aferrándose mas a él, cruzando los brazos alrededor de su cintura y entrelazando sus propios dedos.
-Me gustas Jinki hyung. De verdad me gustas. – Repitió Jonghyun hundiendo su rostro en el cuello del mayor y apretándolo con fuerza.
Al oír esas palabras Jinki sentía como su cara se volvía ligeramente más caliente, su corazón que creyó roto minutos atrás volvió a la vida solo para latir con más fuerza y luego de un breve coma mental y lo que pareció una eternidad para Jonghyun, Jinki reaccionó.
-¡Tu-también-me-gustas! – Respondió a toda prisa provocando una risita burlona en Jonghyun.
Esta vez era el turno de Jonghyun para que su corazón latiera desbocado. Y era el momento en el que ambos sintieron una calidez arrastrándose a lo largo de su cuerpo, alojándose en sus corazones y reencontrándose en sus labios – cuando se besaron.
Jonghyun liberó la cintura de Jinki manteniendo su mano derecha allí, pero moviendo la izquierda hacia la mejilla del otro, para acariciar su rostro un par de veces mientras miraba sus ojos. Aquellos ojos en los que ahora se veía reflejado, ahora entendía que siempre estuvo allí, que Jinki siempre lo veía.
Unió sus labios en un simple roce, que fue suficiente para sellar su nueva promesa. Jinki fue el primero en separarse, solo para en esta ocasión unir sus frentes, luego los dos suspiraron con alivio ya que no necesitaban apresurarse porque ahora ambos tenían todo el tiempo del mundo solo para ellos.