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EL MOMENTO DE SU VENGANZA por sirenayaoi

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Notas del capitulo:

aquí la continuación de como nuestro Sexy mayordomo  va descubriendo ciertos "sensaciones"?? con respecto a su amo

 CAP 2 Ese mayordomo, en Wonderland

-          Otra vez esto… ¿cómo es  posible que haya  tanto silencio? Bard, Finnian, Maylene siempre hacen mucho ruido, ¿acaso no están? ¡cómo es posible que dejen descuidados sus deberes! Entonces…..¡Sebastian!

Una  ráfaga de viento entro por la puerta de la oficina del joven conde, era sin duda su leal sirviente que a su primer llamado acudía sin falta

-          Me llamaba amo

-          Tardaste

-          Me disculpo

-           Tsk, como sea,  ¿Dónde están Bard, Finnian y Maylene

-          Los tres salieron, los envié a comprar algunas cosas que necesito

-          ¿y qué hay de sus tareas?

-          Ya las hice por ellos

-          ¿qué? Hacer eso no te corresponde

-          Una vez más me disculpo, bocchan, es solo que cuando dijo que investigaría por su cuenta, pensé que un poco de quietud le serviría para su concentración, y tomando en cuenta que con ellos aquí eso es imposible, supuse que lo mejor sería que no estuviesen

-          No tomes decisiones por mí, porque…..fue un gran error, aun sin ellos no he logrado concentrarme, además ahora tú debes asumir sus responsabilidades solo, y al mismo tiempo las tuyas, pero ya que no preguntas a tu amo antes de tomar una decisión……..ahora tendrás mas deberes

-          Disculpe

-          Las tareas de Bard, Finnian y Maylene, al igual que la cena y los registros de la compañía…tienes que hacer todo eso, deberías darte prisa ya que tienes  solo dieciocho minutos- una sonrisa burlona y retadora se formó en los cincelados labios del menor

-          ¡¿cómo!?- Sebastian no era el tipo de demonio que perdiera la paciencia con facilidad, es más, una de sus más grandes virtudes era fingir una sonrisa afable al recibir una orden de su amo, pero en esta ocasión había colmado los límites de su tolerancia, la gota que derramo el vaso, fue la misma que le impulso a responder con un tono que denotaba brusquedad y furia- ¡Amo no cree que está siendo un poco irracional!

-          Claro que no. Ese, es el tiempo que me llevara ir a los establos y ensillar los caballos, ya que tienes mucho que hacer, yo lo haré por ti, por supuesto debes acompañarme, ….entonces nos vemos en los establos- algo que nunca creyó ver el demonio, fue su misma sonrisa fingida en los labios del menor, debía admitir que se veía lindo cuando sonreía.

…………………………………………………………….

Este demonio realmente es impresionante, creí que no lo lograría y a pesar de ello, consiguió hacer lo que he pedido…….

 

-          Bocchan, hoy  está muy pensativo, deberíamos  regresar, quizá ahora si pueda hallar alguna pista,  esto solo es una pérdida de tiempo en su apretado horario

-          ¡Silencio!!! Tu simplemente sígueme

Siguieron a caballo por un rato más, hasta que por fin, el ojí-azul distinguió entre los matorrales un pedazo de madera, enmohecido con una escritura sobre el mismo, difícilmente legible

-          Lo he encontrado, por aquí, rápido Sebastian, ¡arre!

El mayordomo lanzo un suspirazo y tras su amo continuo su camino, ya estaba cansado de seguir a ese mocoso, pero que más daba, su venganza estaba a la vuelta de la esquina, unos días más de servidumbre, no serían nada en comparación al banquete que se daría con el alma de su joven señor.

-          ¡es aquí!

Un prado vestido de verde olivo se extendía desde sus pies y se perdía en el horizonte, el viento acompasaba el bailecillo de las hojas de llorones sauces, un pequeño riachuelo se abría paso por medio del prado como una delgada viborilla, siguiendo su curso río arriba, se hallaban exactamente parados en una loma contemplando el paisaje

-          ¿este es el lugar que tanto buscaba, bocchan?- al demonio no le pareció nada especial, solo la repulsiva escena de un fresco que un artista de poco talento había pintado

-          Encárgate de los caballos- ordeno el menor

-          Entendido, amo

-          falta poco…… debo apresurarme………-decía casi para sí mismo el repentinamente animado conde

El ojí-azul se movía de un lugar a otro en aquella loma, acostándose en el césped y levantándose, buscando otro lugar más confortable, el mayor que había vuelto de asegurar a los caballos miro extrañado aquella escena, por un largo periodo de tiempo permaneció de pie en silencio, pero al ver que su bocchan seguiría esa rutina por un buen rato decidió esperar sentado en el verdor de aquella loma, haciendo más pintoresca la escena de aquella pradera desierta

-          Bo..cchan….

-          ¡no aquí no!

-          ……..Hasta cuando

-          ¡aquí tampoco!!!!

-          Va a hacer eso????.......

El pequeño ignoraba por completo a su sirviente, continuando con su faena, era como ver a un gatito buscando el lugar más confortable para recostarse y tomar una siestita

-          Ah…..aquí sí, que cómodo…….

-          ¡BOCCHAN QUE HACE!

-          Silencio!! Las almohadas no hablan

Tan distraído estaba el mayordomo viendo a su señor ir de un lugar a otro, buscando un lugar más confortable, que no se enteró en que momento la distancia entre ambos se había acortado tanto, el conde había encontrado un lugar confortable para descansar en el regazo de su sirviente, apoyando su delicada cabeza en las piernas de Sebastian Michaelis, dejaba que el viento jugara con sus azules y oscuros cabellos, mientras sus parpados cubrían sus también azules ojos

-          ¿dime cómo es?

-          ¿amo?

-          el atardecer, ¡baka!

-          Como siempre……el sol se oculta… y bueno, el cielo tiene una coloración entre amarilla y naranja- dijo algo nervioso Michaelis, ni el mismo entendía su estado de nerviosismo, frente a su amo, solo debía asumir que así era, Sebastian Michaelis, se había puesto nervioso frente a Ciel Phantomhive

-          Cierto, olvidaba que eres un demonio, no puedes percibir más que lo que tus ojos te muestran ¿cierto?

-          ¿puedo preguntar que más desea que vea amo? Además ¿por qué no lo ve usted mismo? ¿no fue por eso que vinimos hasta aquí?

-          Son muchas preguntas para tu amo- decía aun con los ojos cerrados-pero; te responderé, quería que vieras esto, por ti mismo, y me digieras que es lo que sientes

-          ¿sentir?

-          Vaya, vaya resultaste una almohada bastante tonta, de todas formas me gustas

Aquellas últimas palabras habían tomado por sorpresa al mayor, su cuerpo se movió solo, acercando poco a poco su rostro al del pequeño, acortando la distancia de sus labios a escasos milímetros, y de repente se detuvo, su amo había vuelto a hablar aun con los parpados cerrados

-          Siempre me gusto tu actitud, por cuidarme todo este tiempo,  aun sabiendo que solo era por el contrato, gracias Sebastian

Así que era eso, pensó el mayor, ¿qué supuestamente iba a hacer? ¿Acaso por su mente había cruzado la idea de besarlo? ¡No claro que no! Eso solo, era un reflejo de la profunda hambre que sentía, si, era solo eso, debía ser eso, no era un deseo de probar los labios de su amo, era el deseo de devorar el alma de su contratista; una y otra vez se repitió eso el confundido mayordomo, cayó en la cuenta de que sus rostros aún se hallaban bastante cerca, lo más prudente sería separarse del menor, antes de que este abriera los ojos y se diera cuenta de la situación…..tarde

-          ¿Sebastian, que haces?

-          Eh…..yo…..bocchan………

Ante las irracionales conjugaciones de silabas, el menor reacciono con brusquedad tratando de levantarse, como el rostro del mayor  estaba muy cerca, al momento de realizar esta acción  choco con su sirviente golpeándole en el rostro, su hasta ahora perfecto mayordomo yacía sobre el césped de aquella empinada loma

-          ¡¡¿¿¿¿¿¿Sebastian, estás bien????????!!

El menor se incorporó lo más rápido que pudo, quedando sentado ahora sobre su mayordomo, con las piernas rodeando ambos lados de la cintura de Sebastian

-          Si amo estoy bien…

-          ¡como dices eso, si te sangra la nariz!

-          No es nada, ahora por favor podría bajars……..

-          ¡Qué se supone que haga! - decía un alterado conde Phamtonhive

-          Con quitarse de encima bast……..

Nuevamente fue interrumpido por su amo, mejor dicho por las manos de su amo, que empezaron a recorrer todo el cuerpo del mayor

-          ¿qué…qué…hace….bocchan?

-          ¡al fin! Toma, Sebastian

-          ¿eh?

El pequeñajo había estado buscando un pañuelo, era obvio que el mayordomo de los Phamtonhive llevaría uno, por esa razón había iniciado esa sesión de caricias inocentes en el cuerpo del ahora más confundido y abochornado sirviente

-          ¿estas mejor?

-          Sí, gracias bocchan

-          ¿Seguro? Porque, no te vez mejor, parece incluso que tienes fiebre

-          Ya podría quitarse

-          ¿eh? ¡ah, sí, claro!

Sebastian Michaelis, debía tener en cuenta, que su amo era la persona más torpe del mundo,  y por tanto una zona de desastres andante, por lo que incluso el levantarse del regazo de un aturdido mayordomo consistía en un peligro potencial, y es que el pequeño era tan poco coordinado, que, al tratar de bajarse tropezó, y en un intento de no caer se aferró a la muñeca de su tumbado sirviente, y lo arrastro junto a él, gracias a dios que no paso algo peor, simplemente ahora la situación había cambiado el ojí-azul se hallaba tumbado contra el verdor y el azabache ojí-carmín estaba encima suyo

-          ¡quítate!!!! ¡demonio inútil!- el menor se retorcía bajo el cuerpo del mayor, provocando ligeros roces   despertando en aquel apuesto demonio nuevas sensaciones

-          Entendido – se limitó a decir el ojí-carmín apartándose bruscamente del cuerpo del menor

Utilizando sus brazos como almohada el menor siguió tumbado en la loma

-          Que increíble Sebastian, hemos estado en situaciones extremadamente peligrosas, y esta es la primera vez que te veo tan vulnerable, supongo que es un privilegio que tengo por ser tu amo……

-          Mis disculpas amo, he sido sumamente descuidado el día de hoy, no volverá a suceder, espero me perdone

-          ¿gato?

-          ¿Cómo dice bocchan?

-          De donde ha salido, supongo que tienes un imán para estas cosas- decía el joven Phantomhive señalando a un pequeño gato de grandes y llorosos ojos

-          ¡que patas tan suaves, no se ve todos los días este tipo de belleza!- agregaba el demonio que ya tenía en sus hábiles manos al diminuto felino, brindándole unas cuantas caricias

-          Olvidaba tu debilidad por los gatos

-          Son realmente encantadores bocchan

-          Que tienen de especial, unas orejas, unos  bigotes y solo dicen miau- instintivamente aquel conde había hablado haciendo mímicas, con sus manos simulaba unas orejitas, sus ojos contribuían enormemente a su aspecto felino, y para colmo de males, había dicho “miau” con la carita más tierna del mundo.

Una risilla fresca y sincera se le escapó al mayor y sexy mayordomo, una vez más, sentía como su corazón latía en extremo acelerado, pero esta vez esa sensación no le molestaba

Tras aquella risilla, el menor abrió los ojos como un par de platos,  y una leve sonrisa  también se dibujó en sus labios

-          Qué bonita es tu risa, Sebastian- hizo una ligera pausa y prosiguió- sabes, he vivido poco, pero he visto un montón de cosas que me han sorprendido, aun así me falta otro montón de cosas por ver; pero, jamás pensé verte reír así, me da gusto a ver visto tu risa, no entiendo porque pero me hace muy feliz

-          ¿Por qué…por qué actúa así amo?

-          Humnnnn- lanzo un prolongado suspiro el noble- es increíble que te lo diga……………..

-          ¿amo?

-          Este lugar, venía mucho aquí con mis padres, vine con ellos por última vez tres días antes del incendio, mi padre le decía Wonderland, como; Alicia en Wonderland, decía que era como mirar a través del espejo,  para ser sincero él siempre era muy estricto, pero aquí parecía transformarse en otra persona, aquí siempre le veía sonreír, como yo siempre sonreía aquí debía intentar ser alguien serio , ahora que vengo de tanto tiempo me alegra el haber venido junto a ti, ahora sé cómo eres realmente, ¿ya te lo he dicho cierto?, me gusta cómo eres…

-          A mí también, me gusta estar con el joven amo

-          Cuando volvamos a la mansión te daré tu ultima orden……después, podrás comerte mi alma, pero ahora quedémonos así solo un poco más- decía recostándose junto a su mayordomo, escondiendo su rostro en el pecho del mayor

Aquellas palabras estremecieron el corazón del cincelado demonio, creando un profundo temor dentro  su ser, sentimiento que rápidamente fue contrarrestado, por el calor y cariño que le transmitía el pequeño al acurrucarse en su pecho

Notas finales:

........y con esto hasta la proxima que se me ocurra

algo mejor.... ejem... ¿o peor?


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