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Memoirs of a Fallen Angel por sabite

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Notas del fanfic:

Otra traducción que hice hace muchoooo tiempo, y se me habia olvidado subir xP

Espero les guste!

Alguien esta viéndolo. Alguien que Jinki no puede ver pero sabe que está ahí – alguien observándolo desde algún lugar que no puede identificar.

Piensa que debería estar nervioso o preocupado. Tal vez debería zambullirse en su auto y manejar incesantemente  hasta la seguridad de su apartamento. Tal vez debería dar la vuelta ahora mismo y renunciar a su viaje a la tienda. Necesita espuma de embalaje para sus cosas pero tal vez—

Ignora el extraño picor en la parte posterior de su cuello, que advierte que alguien está mirándolo. Excavando sus manos en los bolsillos colectivamente, tropieza subiendo por la acera y se precipita hacia el interior de la tienda, enviando  una mirada furtiva hacia atrás para ver si puede encontrar a quienquiera que este haciéndole sentir un poco incómodo.

No hay nadie allí.

---♠---

 

"Parece que tienes bastante cajas para empacar" dice el cajero mientras registra las compras de Jinki. Saca su cartera y cuenta  la cantidad adecuada, incluso sacando cuatro monedas para ser exacto. Jinki odia el cambio— y  odia las cuentas de última hora.

"Sí, finalmente estoy  mudándome a un nuevo apartamento" dice, enviando al cajero una sonrisa contagiosa.

Comienza poniendo la espuma de embalaje envasada en una bolsa. "¿En serio? ¿Adónde te mudaras? "

"Uhm, ningún lugar en especial. Solo por la calle de la universidad”

"¿Estudiante?"

Jinki se muerde el labio, sin saber qué responder. Finalmente se decide. "Se podría decir eso"

"Bueno, no estés trabajando demasiado duro. Ahorra un poco de ese impulso para cosas más grandes." Le  da un guiño sugerente a Jinki, su piel arrugada y áspera se arruga en la comisura de los ojos y los esconde casi completamente. Jinki sólo se puede reír mientras recibe las bolsas del anciano y baja la cabeza con gratitud.

"¡Gracias por el consejo! Voy a asegurarme de tener eso en mente." Se despide el hombre y sale de la tienda.

Afuera el sol está deslizándose por debajo del horizonte, proyectando la ciudad en un débil resplandor púrpura. Mientras  hace su camino de regreso a su coche, buscando  las llaves en su bolsillo, Jinki no puede evitar el escalofrío que corre por su espalda. Tantea la puerta del coche un momento antes de desbloquearlo y deposita sus cosas descuidadamente en el asiento trasero.

Se sienta allí en el asiento del conductor durante casi diez minutos, pensando.

Mañana, piensa, sintiéndose un poco impaciente y pone el coche en marcha. Mañana comienzo de nuevo.

---♣---

 

La que pasa con estar siendo seguido es que Jinki  en realidad no se siente muy nervioso o preocupado al respecto. Es mas como que alguien está mirando por encima de su hombro— no puede dejar de inquietarse continuamente mientras firma en el mostrador.

"¿Pasa algo?"

Jinki levanta la vista de la firma con su nombre y número de estudiante. "Nada, lo siento", dice despectivamente. La señora detrás del mostrador le da una mirada extraña, comenzando a levantarse. Parece querer decir algo, pero Jinki no le da la oportunidad ya que agarra sus cosas y, con un pequeño asentimiento de cabeza, se dirige al ascensor.

La sensación no desaparece incluso cuando está de viaje en el ascensor. Jura que algo está ahí con él, lo cual es ridículo porque puede ver claramente que es sólo él. Solo, como siempre.

Un suspiro escapa de sus labios cuando se abren las puertas de su piso. Comprobando su reloj, determina que tiene alrededor de cinco horas para recoger cómodamente todas sus cosas antes de que la gente comience a quejarse si sigue haciendo ruido en su dormitorio.

Se encuentra con varios de sus compañeros de piso en el camino. Se saludan entre sí o regalan sonrisas corteses y cordiales, pero nada más. En sus tres años en la universidad, Jinki realmente no ha conseguido acercarse a nadie, así que no es sorprendente la manera formal en la  que sigue actuando con los que le rodean.

"Así que realmente te vas, ¿eh?"

Jinki deja caer su llave de la habitación cuando alguien golpea su espalda. Hace una mueca y gira su hombro un poco mientras se inclina para recoger el objeto caído, asiente con la cabeza. "Síp, me estoy mudando." Kibum, el chico que vive en la habitación contigua a la suya y que es probablemente la cosa más cercana a un amigo que Jinki tiene, resopla y se cruza de brazos, siguiendo al chico mayor mientras entra en su habitación.

"Tú sabes, siempre puedes simplemente sufrir a través de este último año, como el resto de nosotros. No tienes que abandonar."

"¿Eh?" Jinki deja las cosas en el suelo y enciende la luz del pasillo. "¿No te expliqué ya por qué tengo que hacerlo?"

"Hm, no lo recuerdo. Debe haber sido una explicación de mierda si no puedo recordarla" responde, agitando su mano de una manera indiferente. Jinki rueda los ojos, sosteniéndose de la pared mientras se quita los zapatos.

"¿Alguna razón por la que has venido a molestarme?"

"Te estoy despidiendo"

"Me voy por la mañana"

"¿Y?"

Jinki exhala en fingida exasperación, pero ambos pueden decir que está luchando contra una sonrisa. "¿Quieres ayudarme a terminar de empacar?"

"Seguro" Jinki lo espera para seguir avanzando en la habitación, así que se sorprende cuando en vez  de eso Kibum le tira hacia atrás y lo gira. Cuando Jinki lo mira, Kibum tiene la cabeza gacha y el cabello cayendo sobre su cara.

"Mira, yo—", se detiene y Jinki lo observa tragar con dificultad. "Voy a echarte de menos"  Envuelve los brazos alrededor de su cintura y sin poder evitarlo, Kibum deja caer su cabeza sobre el pecho de Jinki, contando los latidos de su corazón mientras éste golpea de manera constante en su pecho.

"Yo también voy a extrañarte. Pero esto no es un adiós. Sólo me estoy mudando a un departamento un par de manzanas más allá. Siempre puedes visitarme allí, ¿no? "Kibum asiente con la cabeza.

"Aunque no será lo mismo"

"Va a ser mejor. Puedes ir en cualquier momento y vamos a beber y llorar sobre cómo la vida universitaria es una mierda para ti y cuánto apesta trabajar para mí. "Incluso Jinki puede oír la tensión en su voz cuando habla, pero espera que Kibum no le preste atención a ella.

Kibum se queda en silencio, inmóvil. Se quedan así por un largo rato, en silencio. Jinki no había esperado que abandonar fuera sencillo, pero se da cuenta de que está dejando algo detrás  y eso es lo que lo está haciendo tan difícil.

"Sabes que te quiero ¿no? Eres algo así como mi mejor amigo."

Jinki cierra los ojos, tragándose una punzada de emoción. "Sí, lo sé. También te quiero" responde.

En ese momento se oye un ruido y se alejan uno del otro. Jinki se da vuelta para ver que un jarrón que estaba sobre la cómoda se ha caído, rompiéndose en el suelo.

"Qué extraño" murmura Kibum. “Espera, tengo una escoba en mi habitación. No toques nada, idiota. Con tu suerte podrías pincharte la mano y desangrarte hasta morir antes de mañana.”

Jinki se ríe en silencio pero está de acuerdo, sabiendo su historial de torpeza. La edad no lo ha hecho nada más coordinado de lo que era cuando era más joven.

---♥---

 

Jinki duerme a ratos esa noche. Le toma cerca de una hora encontrar una posición cómoda y aún así, incluso después de que sus ojos se han cerrado y ha caído en un profundo sueño, su dormir está plagado de extraños sueños y sentimientos incómodos.

“¿Esperaras por mi?”

“Esperaría siempre por ti. Eres tu quien me preocupa. No me olvides, Jinki”

“No lo haré, lo juro. Te amo”

En la mañana, cuando Jinki abre sus ojos y se retuerce por el estridente sonido de la alarma, golpeando su mano sobre ella y dejándola caer al lado de la mesa, no puede recordar exactamente lo que había soñado. Por alguna razón, dos pequeñas palabras están todavía en su lengua. A medida que se prepara por la mañana, no puede evitar que rueden en torno a su boca, saboreando algo amargo e injusto en ellas.

Te amo…

La mañana pasa ociosamente rápido, Jinki toma varios viajes de ida y vuelta desde su habitación a su auto mientras deja la última de sus cosas en su maletero. Kibum le vio brevemente, dándole un triste beso en la mejilla y un adiós a medias antes de salir corriendo a su primera clase.

Lo que preocupa a Jinki sin embargo, es que incluso en su habitación, la sensación de ser observado no lo ha dejado. Es como si alguien lo siguiera de arriba y abajo en el ascensor, los pasillos, en la acera, dentro de su habitación—la sensación no se ha disipado en lo más mínimo.

La diferencia entre entonces y la noche anterior es que ahora Jinki tiene un sentimiento inexplicable de que ha olvidado algo, algo importante. Es como un picor en la espalda,  donde parece que nunca podrá rascar correctamente; no importa lo duro que intenta simplemente no puede averiguar qué es lo que ha olvidado.

Todavía está pensando en lo que podría ser mientras se muda a su nuevo apartamento. La dueña lo saluda amablemente, llevaba un vestido de estampado floral y un delantal sucio encima. Ella le ayuda a llevar sus cosas a su habitación, haciendo una pequeña charla en el camino.

"¿Así  que solías ser un estudiante?"

"Sip”

"¿Alguna razón en particular por la que hayas abandonado este semestre?"

Jinki duda sobre qué decir, pero al final admite: "Algunas cosas ocurrieron. Estoy trabajando ahora." Afortunadamente ella lo deja en eso, no indaga más mientras se limpia las manos en su vestido, sonriéndole.

"Bueno, yo creo que es la última de las cosas en tu coche. Hazme saber si hay algo más que necesites, Jinki”

"Gracias, lo haré."

Una mirada a su reloj muestra que son sólo las 11, es demasiado pronto para almorzar y demasiado tarde para desayunar. Decide terminar dos barras de granola que son rígidas y saben un poco añejas. Por lo menos es algo, se dice, haciendo una mueca mientras siente que prácticamente se rompe una muela con la dura comida.

Su nuevo apartamento dispone de cocina pero es muy pequeña. Dado que el único mueble que ha llevado es un armazón de cama y el colchón, se instala sobre un caja firme, auriculares y música a todo volumen, mientras considera qué hacer a continuación.

El resto de sus cosas no tardará mucho en llegar desde su dormitorio, sólo algunos libros sueltos y zapatos. Así que lo deja para más tarde, cuando pueda conseguir que Kibum le ayude a llevar sus últimas cosas en su coche. Kibum tiene clase por la mañana, dándole a Jinki varias horas para sí mismo.

Mañana empiezo a trabajar. Y a partir de ahí, ¿quién sabe lo que pasará?

 

---♦---

 

“¿Me recuerdas?”

Jinki no está seguro de cómo lo sabe, pero está casi completamente seguro de que está soñando. Una neblina cubre su visión, no distingue nada pero hablaban con él. Siguiéndole la corriente a la voz, responde “No. ¿Debería?”

“Prometiste que nunca me olvidarías”

“¿Quién eres?”

Un sentimiento de nostalgia y de pesar se apodera de él, casi paralizándolo. Jinki  siente un destello de malestar deslizándose a través de él por la agudeza de los sentimientos.

“¿Cómo pudiste olvidarme?”

"Yo no—no puedo... ¡Por favor!"

Siente algo cosquilleando en su cara, lo golpea inútilmente. "Dime tu nombre".

“Acuérdate de mí, ¿de acuerdo? Recuérdame. Piensa en mí”.

“¡Dame algo más que eso!” La frustración oleando en su mente. Por un segundo no puede dejar de pensar que los sueños no deberían provocar sentimientos tan intensos, tan fuertes, pero incluso mientras piensa esto, se reconoce en un sueño lúcido y se encuentra despertando.

---♠---

Dos semanas, ya han pasado dos semanas desde que Jinki oficialmente se mudó a su apartamento. Dos semanas desde que comenzaron los sueños.

La primera noche había sido peculiar, pero no preocupante. Ya había tachado aquello como demasiada fibra antes de acostarse, después de haber tragado cuatro barras de granola tras una bolsa de camarones fritos. La noche siguiente fue lo mismo.

Siempre el mismo sueño, la misma voz. Siempre alguien diciéndole que ha olvidado algo, alguien. Se siente perplejo porque está seguro de que nunca se ha comprometido a amar a alguien en  toda su vida, aparte de su primero mascota y era una tortuga.

Irónicamente, está perdiendo el sueño por los sueños. A pesar de que iba a la cama justo a  las 11, se despertaba sólo unas pocas horas más tarde sin poder dormir de nuevo. Cada noche se la pasaba reflexionando sobre el sueño durante varias horas.

Como si los sueños no fueran lo suficientemente malos, la sensación de ser observado no había disminuido en lo más mínimo. Era más que desconcertante estar caminando alrededor de su apartamento, sabiendo lógicamente que estaba solo, y sin embargo sentir que había alguien detrás de él constantemente, siguiendo todos sus pasos y observando todos sus movimientos. Sólo lo hacía peor, que la extraña sensación lo siguiera fuera también, en el trabajo y en la biblioteca, el cine, la cena.

Dos semanas en su nuevo apartamento— y habían sido un infierno.

---♣---

Un mes pasa y Jinki se encuentra a punto de romperse. No está seguro de cuánto tiempo más pueda soportar de esa tortura, desper en medio de la noche y sentirse paranoico mientras  chequea por encima del hombro cada varios segundos. Algo está atormentando a Jinki por la noche, y algo lo está mirando durante el día.

Y entonces un día, se detiene.

---♥---

 

El trabajo había sido terrible ese día. Como técnico en computación, Jinki esperaba que sus días en su mayor parte se llenen de chips de computadoras, equipos informáticos y clientes ignorantes que vienen por una aclaración sobre el uso de sus productos. En su lugar, pasó varios días a la semana  entrenando a nuevos empleados y dando clases en el uso del ordenador. Era agotador, por decir lo menos.

Después de un día tal, Jinki avanza con dificultad hasta la escalera del complejo de apartamentos arrastrando los pies perezosamente por las escaleras, deseando nada más que una rápida ducha caliente y su cama. Aun no era tarde, sólo las 2pm. Por un golpe de suerte, su jefe le había dado el resto del día libre y aunque Jinki no estaba seguro de exactamente por qué, nunca había sido una persona que mirara la boca de un caballo regalado.

No está realmente prestando atención a donde va, tiene los ojos medio cerrados y los hombros caídos hacia delante cuando finalmente llega a su piso. Es por eso que no ve a la persona que sale de la habitación al lado de la suya hasta que choca contra él, derribando a ambos en el suelo.

"Mierda, ¡l-lo siento!" Jinki rápidamente se disculpa, luchando por dar marcha atrás y alcanzando su mano para ayudar al otro chico desde el suelo.

"No te preocupes, hombre"  viene una respuesta rápida, despreocupada, y Jinki se congela. Esa voz—

"Oye, ¿estás bien?"

Jinki se sobresalta bruscamente de su ensueño, dándose cuenta de que había estado mirando fijamente a la persona delante de él de manera grosera. "Uh, sí, lo siento", dice otra vez, sintiendo que su rostro se calienta.

"No hay problema, debería haber mirado por dónde iba. Soy Jonghyun, por cierto. Me estoy mudando ahora. "  Jinki no puede dejar de mirarlo con la boca abierta mientras evalúa al chico de pie delante de él.

Jonghyun es más bajo que él, pelo castaño oscuro y corto hasta las orejas de un modo clásico. Ojos suaves y una marcada mandíbula enmarcan su cara y la forma en que está sonriendole en este momento tiene el estómago de Jinki haciendo incómodos saltos aventureros. En realidad no registra nada de lo que ha dicho, aparte de su nombre y—

"Espera, ¿acabas de mudarte?"

Jonghyun asiente con la cabeza, su flequillo agitándose sobre la frente. "Síp, estoy en la  habitación 4c." Responde.

Dos cosas sacuden a Jinki entonces, las dos extrañas. La voz de Jonghyun tiene su cabeza dando vueltas porque ya la conoce, a pesar de que acaban de conocerse. Después de más de un mes de pesadillas—sueños en realidad, pero Jinki los considera pesadillas— no hay manera de que no sea capaz de reconocer esa voz.

Tiene que ser una coincidencia, se insiste a sí mismo. No hay manera de que haya soñado con la voz de este chico. Nunca lo había visto antes; definitivamente lo recordaría si lo hubiera hecho.

La segunda cosa que le parece extraña es que Jonghyun, quien supuestamente se mudara a la puerta al lado de Jinki quien vive en la habitación 4b, no tiene maletas.

“¿Dónde están tus cosas?” Pregunta Jinki, al instante sonrojándose al oír la acusación en su voz.

Jonghyun actúa como si no fuera nada especial, encogiéndose de hombros despreocupadamente. "Acabo de terminar de llevar todo adentro y estaba a punto de salir para el almuerzo. ¿Tú vives aquí? "

Jinki asiente. "4b"

"¡Genial! Me alegro de que ya haya hecho un amigo entonces, "Jonghyun exclama con la voz encendida de gusto. Un escalofrío recorre la espalda de Jinki, algo parecido a la anticipación cosquillea en sus venas.

"Sí, un amigo—"

"Bueno, fue bueno verte...?"

"Jinki"  responde rápidamente, sintiéndose estúpido por no haberse presentado antes. "Lee Jinki"

"Fue bueno verte de nuevo, Lee Jinki," termina Jonghyun. "¿Te veo después?"

Jinki sólo puede asentir con la cabeza. No tiene tiempo para dar una respuesta adecuada mientras Jonghyun gira sobre sus pies y sube rápidamente por las escaleras alejándose de él.

Qué extraño. Me pregunto a que se refería con “de nuevo”.

---♦---

 

“¿Cómo pudiste olvidarme?”

Si fuera posible, Jinki suspiraría en su propia mente. “Estoy tratando de recordarte,”  dice con desanimo, agotado por el repetitivo sueño.

“Lo prometiste”

“¿Cuando prometí eso? ¡Ni siquiera te conozco!”

“Lo haces… lo harás…”

Cuando Jinki se despierta, no es con un sudor frío o con un sentimiento de desesperación o frustración. Simplemente abre los ojos y mira con indiferencia hacia el techo blanco por encima de él, una red de grietas finas recubren el yeso.

Se pregunta qué le despertó, parpadea con los ojos empañados para disipar la bruma del sueño que todavía deteriora su visión. Necesito dormir, piensa, y añade en silencio, dormir adecuadamente.

Vuelve la cabeza hacia un lado y se queja en voz alta al leer el reloj digital. Son las 4:08 am.

Después de permanecer en la cama durante varios minutos, Jinki finalmente se sienta, estirando sus brazos y gimiendo suavemente mientras truena sus articulaciones. Se estremece cuando se tambalea con cansancio fuera de la cama, sus pies tanteando sin hacer ruido en el piso alfombrado.

Es demasiado temprano, muy demasiado temprano, para el trabajo por lo que se toma su tiempo en la ducha, absorbiendo el calor y disfrutando de la calidez del agua cayendo por su espalda, relajando los músculos tensos. Cuando por fin escapa de nuevo a su habitación, la hora indica algunos minutos pasados las r03;r03;5. Sólo después de que se pone su uniforme de trabajo es cuando decide conseguir el desayuno, pensando en algunos vendedores ambulantes que probablemente ya estén despiertos y listos para iniciar su actividad del día.

Estuvo a punto de sufrir un ataque al corazón cuando abrió su puerta.

"¡Mierda!" Jinki se tambalea, con la mano agarrándose el pecho hasta que el chico que lo había asustado agarra su brazo para evitar que cayera por completo.

"¡Lo siento por eso!" exclama Jonghyun, apretando la mano alrededor del brazo de Jinki. "No esperaba que abrieras la puerta." Le da una torpe sonrisa, pero Jinki sólo puede embobarse con  él.

"¿Qué estás haciendo? Son las 5 de la mañana"

La cara de Jonghyun borra cualquier alegría, la culpa extendiéndose a través de sus rasgos. "Uh, sí, lo sé—me preguntaba... que es..." Jinki sigue mirandolo, sin saber lo que está pasando. "¿Quieres desayunar?" Finalmente logra preguntar.

"¿Cómo sabías que estaría despierto?"

Jonghyun se desplaza de un lado a otro, incapaz de mirar a los ojos de Jinki. "Oí la ducha corriendo."

"¿Qué estás haciendo despierto?" Jinki pregunta, escuchando el mismo tono acusatorio en su voz, como ayer. Algo sobre Jonghyun lo ponía al límite, no podía explicarlo.

"No podía dormir—escucha, si vas a salir o estás ocupado está bien, de verdad. Sólo pensé—"

No está seguro de lo que está pensando, probablemente no está pensando en nada, pero Jinki de repente se encuentra asintiendo. "No, no, el desayuno está... bien. Vamos a tomar el desayuno. "

"¿En serio? Genial, si desayuno—" Jinki se sonroja cuando se da cuenta de lo bien que la sonrisa de alivio de Jonghyun le hace sentir. Contrólate, Jinki  se castiga en silencio mientras camina  fuera de su apartamento y cierra la puerta trás de él.

---♠---

 

No sabe si sentirse aliviado o preocupado de que en el transcurso de la semana siguiente, los sueños se detuvieran. Lo mismo ocurrió con la sensación de ser observado.

De repente Jinki se encuentra sintiéndose más solo que nunca, lo cual no tiene ningún sentido porque ha estado pasando todo su tiempo con Jonghyun. Jonghyun, quién es molesto, sarcástico, arrogante y demasiado obsesionado con que su propia apariencia para que sea saludable. Se pregunta que le hace estar más loco—escuchar voces en su cabeza por la noche o salir con un chico tan quijotesco (extravagantemente caballeresco o romántico, visionario, poco práctico, o impracticable. Impulsivo y muchas veces temerariamente impredecible) como Kim Jonghyun.

"Jjong, ¿estás casi listo?" Jinki golpea su pie con impaciencia en el suelo, con los brazos cruzados y un ceño fruncido estropeando su rostro por lo general agradable, mientras espera que su nuevo amigo salga de su cuarto de baño.

"Sí, sí, mantenlo en tus calzoncillos, ¿quieres?" Se queja Jonghyun.

El chico más joven es temperamental e impredecible. Jinki no sabe cómo se llevan bien, sobre todo porque siempre ha sido pragmático y analítico, prudente y seguro, mientras que Jonghyun claramente no es nada de eso. Era el tipo de persona que hacía planes y pensaba en el futuro, y Jonghyun—

Jonghyun permanece en el baño durante casi 30 minutos mientras Jinki espera en su sala de estar con la película en pausa y sus palomitas de maíz volviéndose añejas.

"Así que, ¿qué película estamos viendo?" Jonghyun pregunta cuando finalmente sale del baño. Jinki lo observa limpiarse las manos en la parte delantera de sus pantalones y tiene que reprimir un estremecimiento de asco. Arrastrándose en el sofá, mueve sus piernas sobre la mesa y coge el control remoto, esperando que Jonghyun se una a él.

"Una comedia que mi amigo me recomendó" dice mientras pone en marcha la película.

No lo ve, pero siente la manera en que Jonghyun se congela a su lado. "¿Amigo?"

"Sí, mi amigo Kibum. Siempre me presta sus cosas." Varios crujidos se escuchan y cuando Jinki mira hacia abajo ve la mano de Jonghyun empuñar la tela de su jean sobre su muslo. "¿Pasa algo?" pregunta, preocupado.

Jonghyun no dice nada por un momento y cuando Jinki roba un vistazo de su cara, se sorprende al ver a Jonghyun apretando la mandíbula, como reprimiendo un comentario irónico. "Nada" dice entre dientes, agarrando las palomitas de la mesa.

---♠---

 

Como era de esperar, Jonghyun se queda dormido en el sofá, el tazón de palomitas de maíz cae al suelo antes de que Jinki pueda atraparlo—probablemente no lo habría logrado— derramando el restos de ollas de palomitas de maíz y las migas de la olla por todo el piso de Jinki. Se da cuenta de que en realidad no le importa mucho, ni siquiera puede molestarse en agacharse para barrer con la mano. No cuando la cabeza de Jonghyun cae a su lado y reposa sobre su hombro, su cálido aliento sopla sobre su piel ya enrojecida.

La película se continúa reproduciendo pero Jinki le presta poca atención, está demasiado centrado en la sensación del pelo de su amigo cosquilleando en su cuello. Considera empujarlo, por  si Jonghyun se despierta en una posición tan íntima. Jinki se estremece al pensar lo que diría o haría. Pero de nuevo, no puede hacer nada más que permanecer congelado en el sofá, tratando de no tensar sus músculos, luchando por mantener la calma.

Es un amigo. No hay nada malo con esta posición, trata de convencerse a sí mismo. No funciona.

No pasa mucho tiempo y Jinki se enfrenta a otro problema, esto es su vejiga gritándole. Está reacio a desalojar a Jonghyun de su lugar en el hombro de Jinki, tranquilo y pacífico como parece, pero Jinki realmente no quiere hacer frente a las consecuencias que se derivarían de la evitación. Con las manos temblorosas empuja suavemente lejos a Jonghyun, sosteniendo sus hombros mientras lo instala en el cojín a su otro lado.

Suspira de alivio cuando el muchacho más joven permanece dormido, Jinki se pone de pie cautelosamente, estira los brazos por encima de su cabeza mientras camina hacia el baño.

Algo llama su mirada unos momentos después mientras está lavando sus manos en el fregadero. Es probablemente una idea muy estúpida hacerlo, pero antes de poder detenerse, Jinki se encuentra usando el otro extremo de su cepillo de dientes para hacer a un lado una bola con varios trozos de papel higiénico en la basura. Sus ojos se ensanchan a medida que caen, revelando lo que alguien había tratado de ocultar, y no había logrado un gran trabajo haciendo.

Un manojo de plumas en su diminuto basurero. Plumas pequeñas, blancas y esponjosas. Se inclina hacia abajo sin pensar y arranca una, sosteniéndola a la luz y examinándola.

La pluma es casi demasiado perfecta para ser considerada como cualquier otra pluma que jamás haya visto.  Las aterciopeladas púas inferiores son suaves y brillan en la luz. Cada púa pequeña arraigada desde el tallo es delicada, fina al tacto y Jinki no puede resistirse a recorrer el borde de la misma a lo largo de su labio superior. Mientras inhala, exhala un aroma tranquilizador que lo hace imaginarse acostado en un campo de hierba mirando las nubes todo el día.

Sabe que ciertamente no puso esas preciosas plumas en la basura, en efecto se pregunta por qué alguien lo haría. Pero pensándolo bien, se da cuenta de que la única otra persona que podría haber sido era Jonghyun.

Con rostro arrugado por sus pensamientos, sale del baño sujetando la pluma con cuidado entre el pulgar y el dedo índice, asustado de que un poco de presión podría romperla. Tiene la intención de preguntarle a  Jonghyun sobre ella, pero cuando mira al sofá, donde dejó al muchacho más joven, Jonghyun no está por ningún lado.

---♣---

 

Esa noche, después de una semana de felicidad, Jinki tiene otro sueño, pero es diferente al anterior.

“¿Qué estas esperando, Jinki?”

Jinki se siente a si mismo tumbado sobre su espalda, pero su visión sigue siendo negra sin nada que ver y sólo una voz misteriosa en la que centrarse. Suspira cansadamente. “No lo sé. Tú dime”

“Te he dado tantas pistas. ¿No me extrañas en absoluto?” Jinki permanece en silencio. “¿Jinki?”

“¿Por qué no quieres decirme tu nombre? Si me extrañas tanto, solo dime tu nombre y te encontraré”

“No es así de simple”

“¿No es así de simple? ¿O no es así de fácil?”

“Ninguno” Silencio. Jinki se pregunta si está finalmente solo en su mente. “Estoy esperando por ti Jinki. Encuéntrame”

---♥---

 

"Creo que me estoy volviendo loco"

Kibum lo mira deliberadamente, antes de tomar otra caja de la estantería. "¿En serio? ¿Y qué ha pasado para darte esa idea? "

Jinki detiene el carro y apoya los codos en el mango mientras observa a Kibum recoger las cajas de alimentos que quiere. "¿Te acuerdas de el nuevo inquilino del que te hablé?"

"¿Jonghyun?"

"Sí, él. Hay algo extraño en él. "

Kibum deposita varias latas en el carro, cruzando los brazos detrás de la cabeza mientras  conduce a Jinki a la sección de verduras. "¿Cómo es eso?"

"Bueno, no sé, no puedo dar en el clavo. Pero es como... simplemente siempre está ahí, ¿sabes? "

"De hecho" Kibum resopla mientras ata una delgada bolsa de  patatas, "No lo sé. No has salido mucho últimamente. Yo culpo a tu novio"

"¿¡Qué!? ¡Jjong no es mi novio! "Balbucea Jinki, persiguiendo a su amigo mientras se aleja.

"¿Jjong?  ¿Así que tienen nombres cariñosos para el otro ahora? "

"¡No! No es un nombre cariñoso, es solo—"

"Jinki." El chico mayor se congela. Kibum se pone delante de él con una zanahoria en una mano y con la otra apoyada en la cadera, con ojos intensos mientras perfora el alma de Jinki — al menos así es como se siente. "No voy a matarte por  tener otro amigo en tú vida. Todo esa cosa de “Voy a ignorar el universo y espero que el universo me deje ser " no va a funcionar para siempre."

"Sé eso" Jinki insiste, sintiéndose como un niño pequeño cuando Kibum le lanza una mirada de incredulidad. "Bueno, sólo porque lo sepa no quiere decir que tenga que aceptarlo"

"Lo que sea Jinki. Sólo date cuenta de esto; nadie puede pasar toda su vida solo. Eventualmente alguien va a entrar en tu vida y querrá pasar tiempo de verdad contigo— aunque Dios sabe por qué, con alguien tan torpe como tú"

"¡Hey!"

"La verdad duele, hyung"

Se detienen en la cola para cancelar, Kibum enganchando un dedo en una de las ranuras de metal del carrito de compras. "¿Pensé que eso es para lo que te tenia?" Jinki murmura para sí mismo.

Kibum se ríe. "Nunca está de más tener a alguien más también."

 

---♦---

 

Jinki está bastante seguro de que Kibum ya piensa que está loco, por lo que sabiamente decide nunca contarle sobre sus sueños. No cree que el chico más joven tomaría bien la noticia de que tiene voces en su cabeza— incluso si es sólo una voz, y sólo por la noche.

Lo que significa que Jinki sigue sufriendo solo. Sufriendo solo por la noche, con alguien diciéndole que se ha olvidado de algo importante y olvidado a alguien.

"Te ves como la mierda" declara Jonghyun mientras entra casualmente a la cocina de Jinki. Jinki no es el mejor cocinero, pero entre ambos, siempre era más seguro ir con su ramen que el de Jonghyun.

"Vaya, gracias. Tus elogios son los que me mantienen vivo y feliz cada día"

Jonghyun se ríe mientras saca una silla de la mesa del comedor, su codo cae sobre la madera y posa la barbilla en sus manos mientras observa a Jinki trabajar.

"Entonces" comienza.

"¿Entonces?"

"Así que... ¿algo está ocurriendo de nuevo?"

Jinki se da la vuelta desde la estufa, cruzando los brazos sobre el pecho. "Sorprendentemente, nada ha cambiado en las 5 horas que hemos estado separados"

El chico más joven sonríe, mostrando una hilera de dientes blancos perlados. "Bueno, ¿no es tu vida emocionante?"

"¿Quién necesita emoción cuando te tengo a ti?"

"Eso es verdad. Soy el paquete de alegría en tú vida"

Jinki se burla, pero no puede ocultar su diversión. Va al aparador y saca dos tazones. "¿Desde cuándo eres mi hijo?"

"Desde que me olvidaste como tú amante"

Los cuencos que están en la mano de Jinki chocan contra el suelo, rompiéndose en mil fragmentos centelleantes. Sólo el resonante sonido del choque se hace eco antes de que el silencio se apodere de ellos. Jinki mira a Jonghyun boquiabierto.

“¡Jesús!, ¿qué diablos Jinki?" Jonghyun de repente reacciona, corriendo a agarrar una escoba y un recogedor. "¿Estás bien? No, no te muevas idiota, ¡vas a cortarte el pie! "

Sin embargo, Jinki no tenía ninguna intención de moverse, está congelado en estado de shock mientras mira a su amigo inclinarse sobre sus pies y con cautela recoger grandes fragmentos de vidrio con las manos antes de dejarlos caer en el cubo de basura.

"¿Qué—" Jinki  traga pesadamente, con su boca repentinamente seca. "¿Qué has dicho?"

"¿¡No te muevas!?!  ¿Estás sordo ahora?, ¿qué diablos te pasa? "

"N-no, no... antes de que se me cayeran los tazones — ¿Qué has dicho?"

"Dije: 'Desde que olvidaste que soy tu amigo'. ¡Maldición!, ¿eso es lo que te tiene tan distraído?"

Jonghyun se pone de pie, con los nudillos volviéndose blancos mientras agarra el mango de la pala con la mano. Se ve enojado, más enojado de lo que se debe esperar y por un segundo Jinki se encuentra sin aliento al darse cuenta de lo cerca que están.

Casi puede contar cada pequeño salpullido en la frente de Jonghyun y piensa que si se inclina un poco más cerca sentiría las pestañas de Jonghyun en sus mejillas. Podía respirar cada aliento expulsado por  Jonghyun, podía mirar su lengua y sólo—

"¿Jinki?"

Jinki parpadea pero vacila antes de abrir los ojos. Se siente como si estuviera nadando en un océano con el dulce aroma de Jonghyun y  su fascinante voz, la misma voz melódica que llena sus sueños cada noche. "¿Sí?" Exhala.

"La comida se está quemando."

Notas finales:

Dejen sus reviews bonitos para hacerme feliz(?) <3


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