Pupilas dilatadas, perlas de sudor deslizándose sobre la desnuda piel, jadeos escapando entre unos carnosos y rosados labios y dos lazos de seda amarrados a cada muñeca por un lado y a la cama por el otro lado eran los elementos de la imagen más sexy que Irvine había visto en su vida.
-hermoso-susurro mientras sus manos se paseaban por aquel desnudo y perlado pecho- oh Squall, no sabes cuánto he deseado hacer esto-dijo con una sensual sonrisa antes de acercarse más a él, sacando su lengua y empezando a lamer su cuello mientras sus manos se acariciaban todo a su paso.
-Ir---Irvine…por…por favor- le era difícil hablar, sentía su cuerpo arder en deseo, dejándole sin fuerza para moverse, claro que los amarres no ayudaban
-dime amor, ¿te gusto mi regalo?-sin dejarle responder mordió con fuerza en su cuello mientras sus manos se divertían con sus pezones, sintiendo su erección rozarse contra su muslo.
Gimió con fuerza, sintiendo como su cuerpo deseaba más contacto… como si el otro cuerpo fuera una bolsa de hielo que calmaba su calor claro que eso no ayudaba con la nube en su cabeza, nublando sus pensamientos.
-tomare eso como un si-se alejó de él, oyendo un jadeo de desesperación y decepción al hacerlo- ya no tengo más de esos, pero mira, estos son mis favoritos-dijo tomando una caja con varios chocolates de leche en pequeños cuadros- vamos, prueba uno-tomo uno de los chocolates y lo introdujo en su boca junto con sus dedos.
Su lengua se movió alrededor de aquellos dedos, degustando el sabor de su piel y el chocolate.
Soltó un jadeo al sentir aquella lengua acariciar sus dedos, la verdad es que las cosas estaban resultando mejor de lo que creía. Saco sus dedos de aquella exquisita boca y tomo otro chocolate, lo lamio por un lado y lo puso contra los labios del otro, los delineo con él, como si de un pinta-labios se tratase, lo llevo por su barbilla, bajando por el cuello, recorriendo un camino hacia uno de sus pezones para luego cruzar hacia el otro, repitió la última acción unas dos veces más hasta que el chocolate se terminó y entonces se inclinó y le beso con pasión, dejando al otro sin aire antes de que su lengua siguiera en camino echo anteriormente por el chocolate, besando y mordiendo varias veces para así dejar su marca, deteniéndose antes de llegar a los pezones y levanto la mirada con una sonrisa para observar al otro.
Durante todo el proceso había gemido sin reparo, sin ser capaz de nada más, como si su cerebro hubiera decidido apagarse, pero cuando le sintió detenerse algo dentro de él fue capaz de ver atraves de la oscuridad- Irvine…. Por…. favor…. Daaaaaaaaaaahh!!-lo que fuera a decir se vio interrumpido por un gemido al sentir dientes cerrándose alrededor de su pezón, mordiendo y succionando sin piedad.
Después de torturarle por un rato se separó y le miro con una sonrisa- eres muy ruidoso amor-dijo con reproche- será mejor hacer algo con eso, ¿no? O alguien nos oirá-sin borrar la sonrisa de su rostro empezó a buscar por la habitación. Cuando sus ojos se fijaron en una parte de lo que antes era la camiseta de Squall sonrió, levantándose de la cama fue a por él y se acercó a la cama de nuevo- realmente me encantaría oírte pero lo mejor es que nadie te oiga y nos interrumpa-dijo antes de meter la prende en su boca. Le dio un beso en la mejilla y creo un camino hacia el pezón que aun tenia chocolate en él y repetir la misma tortura en el que su hermano había sufrido hacia unos momentos.
Al terminar con aquello tomo otro chocolate y lo esparció por su abdomen y vientre, dejando el pequeño pedazo que sobro en su ombligo. Limpio de nuevo con su lengua, tomándose su tiempo, saboreando la combinación de del dulce chocolate y el salado sudor, solo Dios sabia cuanto había esperado y deseado por tener a su comandante de esta forma.
Al llegar a su ombligo jugo un poco con él, introduciendo y sacando su lengua, imitando las acciones que pronto tomarían lugar en otra parte de aquel cuerpo. Al terminarse el chocolate tomo otro largo trozo de seda y lo amarro alrededor de su rodilla- voy a abrirte un poco más amor- dijo con una sonrisa antes de estirarse sobre él y amarrar el otro lado del lazo junto con el que sostenía la muñeca correspondiente, imito la acción con la otra pierna, dejándole completamente expuesto.
-sabes, muchos piensan que mi look de vaquero es solo para que las chicas me miren, pero también se me algunos trucos, estos nudos, por ejemplo, son bastante resistentes-dijo mientras acariciaba sus muslos- con tanto chocolate debería sentirme empalagado pero la verdad es que solo quiero más-tomo otro chocolate con una mano y lo empezó a esparcir por sus muslos, siendo seguido de inmediato por su lengua- quería jugar más pero nos estamos quedando sin chocolate así que mejor terminamos esto-le guiño antes de tomar uno de los últimos chocolates y empezó a acariciar su entrada con él para luego presionar suavemente y ver como este entraba, tomo los últimos dos pedazos y los introdujo de la misma manera.
Posiciono su boca en su entrada y empezó a lamer lentamente antes de seguir el camino que esos chocolates hicieron anteriormente. Se movió lentamente, dejándole acostumbrarse a aquella intromisión, después de un momento se separó de el- me alegra tanto saber que nadie te ha tocado de esta manera antes-introdujo un par de dedos haciendo movimientos circulares y de tijera- me encargare de que disfrutes esto al máximo Squall, nunca más serás capaz de correrte sin mí-se inclinó sobre él y le beso la frente tiernamente antes de sacar los dedos y guiar si miembro a su entrada.
Entro lentamente, deseando evitar el mayor daño posible, dejando que el cuerpo de su amante se acostumbrara y le aceptara. Cuando entro por completo se quedó quieto pero observando con atención al otro, ahogándose en aquellos hermosos ojos azules que le quitaban el aliento cada vez que se fijaba en ellos. Después de un rato empezó a moverse lentamente, lamentando no ser capaz de oír al otro, pero sabiendo que lo mejor por el momento era dejarlo así.
Empezó con un movimiento lento pero constante, al principio solo saliendo un poco pero pronto aumento poco a poco aquello, esperando hasta que le fuera fácil meterlo, gracias al chocolate y la previa preparación, y sacarlo todo antes de ir más y más rápido perdiendo el control cada vez más con cada embestida que efectuaba. Al final cerro los ojos y dejo que el placer controlara sus acciones sin resistencia alguna
Caliente… sudor….manos fuertes sosteniéndole de las caderas…sus propias manos detenidas…algo ajeno a su cuerpo adentrándose en él, fusionándose en el…convirtiéndose en algo necesario… no entiende nada, su mente es un desastre total, ningún pensamiento coherente existe en aquel momento, solo los hechos de que siente mucho calor y de que aquel otro cuerpo le está curando son registrados en él y desea… no, NECESITA tocar a aquella persona pero algo se lo impide y no sabe que es y no tiene la fuerza para averiguarlo a decir verdad.
Y de repente lo siente, algo dentro de él quiere estallar, liberarse, y lo anuncia con un grito, que es ahogado por algo en su boca, justo antes de correrse con fuerza. Espasmos recorren su cuerpo mientras se vacía entre ambos, sintiendo al otro moverse de manera frenética dentro de él.
Puede sentir el orgasmo del otro haciéndole ir más rápido, sintiendo el propio cada vez más cerca, unas embestidas más, cuatro, tres, dos, una… silencia su gemido mordiendo el cuello del otro con brusquedad, dejando una marca bastante visible y duradera. Sigue moviendo sus caderas mientras termina de vaciarse dentro del otro.
Se queda en aquella posición por unos momentos, recuperándose de su orgasmo, cuando su respiración se normaliza un poco más se separa del otro solo para darse cuenta de que se ha dormido, con una sonrisa saca la prenda de su boca antes de desamarrar los lazos de la cama pero dejándolos en las muñecas y sus rodillas, algo desbalanceado se levanta para arreglar la habitación un poco antes de volver a la cama, acostarse con su amado y cubrir a ambos con una manta. Le beso en la mejilla antes de abrazarle posesivamente y cerrar los ojos para dormir.