Somos el Despacho de la Sociedad de Shinigamis
Nosotros obedecemos las reglas!
Quien está rompiéndolas?
Quien~
Eric Slingby, Alan Humphries, Ronald Knox, Grell Sutcliff , los mejores shinigamis de la división de Londres bajo el mando de William T. Spears el gerente, un hombre que aparentemente no tiene sentimientos, un hombre orgulloso de su trabajo el cual debe practicarse a la perfección, siguiendo las reglas, pero no existe la perfección lamentablemente y menos en el oficio de la muerte.
Somos shinigamis ejemplares
Siempre puntuales!
Quien llegó tarde? Quien~?
Su gran dolor de cabeza era su gran "amor" (demente acosador) y amigo desde la academia Grell Sutcliff, un shinigami loco, hambriento de sangre, sadomasoquista, amanerado e impuntual y lo peor de todo tenia una debilidad por los hombres guapos en especial los "demonios" y todo lo que sea de color ROJO.
Los Dioses de la muerte deben seguir las reglas para llevar a cabo a la perfección su trabajo, para eso fueron creadas las reglas ¿no?.
[Regla] N° 1!
Los shinigamis deben usar anteojos.
Lawrence Anderson también llamado "padre" es el creador de las gafas de todos los shinigamis, ya que sus ojos han sido modificados para poder ver los cinematic record de las personas destinadas a morir para así poder juzgar sus almas, su vista es pésima respecto a las demás cosas de la vida.
Durante su examen final para por fin graduarse como shinigamis de élite William T. Spears conoció gracias a Grell Sutcliff el significado y el valor de los anteojos. Algo esencial para la vida y supervivencia de cualquier segador de almas.
N° 2!
Ellos deben preocuparse de sus guadañas
Death Scythe o Guadaña de la Muerte, el arma e instrumento de trabajo de todo shinigami, eficientes tanto para luchar y protegerse de demonios y almas vengativas como para recolectar los registros, todas las guadañas son parte de la esencia de los semidioses, deben cuidar de su guadaña siempre y darle un buen uso, o se verán sancionados, eso lo aprendió Grell el día que se fue a jugar al mayordomo torpe y descuartizador con Madam Red, perdió el privilegio de conservar su juguete ilegal de destrucción masiva el cual fue cambiado por unas insulsas tijeras pequeñitas.
N° 3!
Los diversos gastos deben ser resueltos a fin de mes.
Grell Sutcliff, un fashionista y toda una dama no puede darse el lujo de trabajar en harapos baratos y corrientes, pero sus gustos y lujos son muy caros "¿porque no tratar de que se le reembolsen los gastos después de todo un empleado feliz trabaja mejor.
-Señor Sutcliff, ¿esta seguro de que la ropa, los zapatos y las golosinas cuentan como viáticos?.- pregunto un chico de asuntos generales.
-Por supuesto cariño, lo hago todo el tiempo y Will nunca se ha quejado, ahora niño haz lo que te digo.- dijo el molesto pelirrojo.
-Sutcliff!.- El gerente estaba a sus espaldas.
-Oh Will cariño, ¿como estas?- el pelirrojo huyo de la escena, no obtendría la reposición de su dinero.
N° 4!
Si tú te encuentras con alguien apuesto entonces puedes considerarte remunerado.
Para la pelirroja parca el trabajo de cosechar almas puede ser realmente aburrido y más si las victimas son gente pobre y miserable, no existe glamour en sus registros, no hay detalles interesantes en su forma de vivir ni nada en absoluto, pero siempre uno se puede deleitar la pupila y más si las muertes son extrañas, siempre tendría la oportunidad de ver a su sexy mayordomo del infierno aunque por lastima siempre acompañado por ese mocoso enano de su amo, si durante su trabajo se encontraba a su demonio podía darse por bien servido.
Mantenemos la vista en el itinerario de muertes
y recolectamos las almas.
Nunca debemos bajar la guardia
o los hambrientos demonios
nos las arrebatarán.
Los shinigamis cosechan las almas de los destinados a morir en orden ayudados por sus listas de la muerte, solo se pueden cosechar las almas programadas, nunca se puede matar a alguien que no este en la lista, si alguien lo hace automáticamente se convierte en un shinigami caído "claro excepto Grell Sutcliff, William no lo permitiría".
Las parcas deben de cosechar las almas con cautela y rapidez para evitar que un hambriento demonio o mejor dicho alimañas las roben para alimentarse, el gerente del despacho odiaba con todo su ser a estas plagas del infierno, en especial a Sebas-chan, le había robado la atención de su pelirrojo.
Somos el Despacho de la Sociedad de Shinigamis
bailamos salvaje mente
pero
estamos faltos de aliento
Vivimos realmente una larga vida
Quien será expuesto? Quien~
Cualquiera diría que al trabajar en el negocio de la muerte un shinigami de élite no se puede divertir y mucho menos el gerente William T. Spears, pero es bueno desestresarse de tanto papeleo de vez en cuando, en especial en las fiestas de fin de año, "¿no hace daño algo de baile cierto? y menos si la pareja es cierto pelirrojo extravagante . Y los expertos en el tema de las fiestas y las borracheras eran Ronald Knox y Eric Slingby respectivamente.
N° 5!
Trabajamos fríamente sin ni siquiera una sonrisa
¿La muerte es algo serio?, bueno, para el shinigami legendario Undertaker eso no es una regla a seguir, "¿porque no conseguir algo de diversión durante el trabajo?"
N° 6!
Y cuando llega la hora fijada dejamos el trabajos y vamos a la fiesta
Ronald Knox, el rey de las fiestas y nuevo ídolo de las secretarias odiaba el papeleo y las horas extra, es por eso que cumplía su trabajo al pie de la letra y con rapidez ademas de ser muy apegado a su sensei William, era el galán del despacho y debía aliarse con su jefe para evitarse castigo y no faltar a sus citas, era el primero en huir una ves que era la hora de la salida, muy distinto a sus jefes Will y Grell, el pelirrojo seguido era castigado con tiempo extra y el gerente se quedaba con el para "vigilarlo" y evitar que escape de su castigo.
Un incidente ocurrió
Habrá horas extras esta noche?
El número de muertos y almas
no coinciden! Maldita sea!
Vamos a comenzar la investigación!
William no permitía errores en su despacho, sus subordinados debían ser eficientes dioses de la muerte, y si algo salia mal debía corregirse en el momento, nadie se permitía sacar de juicio al gerente, nadie excepto Grell Sutcliff y Eric Slingby, pero William no seria la burla de ningún inútil segador, los haría pagar su atrevimiento.
Somos el Despacho de la Sociedad de Shinigamis
Nosotros obedecemos las reglas!
Es un deber
Somos shinigamis ejemplares
Siempre puntuales!
Quien llegó tarde? Quien~?
Los shinigamis que se atrevieran a desobedecer las reglas seguro encontraría su castigo, Eric y Alan no fueron la excepción, después de ser salvados de las garras del demonio Michaelis un severo juicio les espero, William no fue indulgente con ellos como cuando Grell y el caso de Jack el Destripador.
El trabajo de shinigamis era algo serio, eran Dioses respetables y debían de demostrar su rango trabajando con pulcritud y puntualidad, la documentación atrasada no se le permitía a nadie aunque a veces Grell lograba salirse con la suya.
Estas aflojando el ritmo
Tus importantes anteojos están inclinados
Qué hay de retirarse?
Apuesto a que todos estarían extremadamente felices
El amor es... tan doloroso... A~n
Aun que Grell gozaba de privilegios en la oficina a los demás empleados no les parecía correcto ni agradable y solían molestar al pelirrojo sugiriéndole que se jubilara, que era muy descuidado en su apariencia, ademas de un holgazán promiscuo, y aunque a William le doliera ellos tenían razón, tal vez el despacho funcionaria mejor sin la presencia de Grell, pero William no lo haría, no se desharía de su subordinado amanerado, "después de todo, no se puede amar sin sufrir un poco, sin dolor no hay diversión".
Mantenemos la vista en el itinerario de muertes
y recolectamos las almas.
Nunca debemos bajar la guardia
o los hambrientos demonios
nos las arrebatarán.
Aunque era su deber cuidar de las almas Grell solía perderles debido a ciertas distracciones infernales y William tenia que ir a recuperarla en compañía de Ronald, "pero ya le daría una sádica lección a ese pelirrojo masoquista, desobligado y coqueto".
Somos el Despacho de la Sociedad de Shinigamis
bailamos salvaje mente
pero
estamos faltos de aliento
Vivimos realmente una larga vida
pero eso es un secreto
Pero los shinigamis no tenían la eternidad comprada, podían jactarse de su resistencia en todos los ámbitos, ¿Cuanto vivía un Dios de la muerte?, nadie lo sabia a ciencia cierta, la inmortalidad no era segura, cualquier cosa podía matarlos, "las espinas de la muerte", sus propias guadañas, un demonio, tan vulnerables como un humano.
Somos el Despacho de la Sociedad de Shinigamis [DEATH ]!
Nosotros obedecemos las reglas!
Es un deber
Somos shinigamis ejemplares
Siempre puntuales!
Quien llegó tarde? Quien~?
Pero a pesar de todas sus negligencias e idioteces eran el equipo de William, los mejores y por su continua falta de personal el gerente no tenia opción más que mantenerlos a su lado, sí, solo era por la falta de personal "¿sin sentimientos involucrados?, ¿amor? ¿amistad?", solo el lo sabia.