“Lo siento… Realmente volveré otro día” Esa fue la última frase que pronunció cierto alvino para poder escaparse del de ojos penetrantes, color marrón, intensos, profundos… E incluso podía atreverse a decir que eran hechizantes, raros… Con un toque color vino que los hacían aún más peligrosos…
La noche se le había hecho más larga de lo normal, hacía frio y simplemente el sólo recordar al chico de la laguna, lo agitaba de sobre manera y por consecuencia, lo enojaba peor, haciendo que su cuerpo suprimiera el sueño y lo mantuviera despierto la mayor parte de la noche.
-Kaname Kuran…-Volvió a repetir por milésima vez-Maldición…-Suspiro de nuevo y cerró fuertemente los ojos, en un intento en vano de poder conciliar el sueño.
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La mañana perezosamente se hizo presente. Las ojeras adornaban la cara de un adolescente el cual siendo las 6:30 de la mañana, yacía bañándose.”Me llamo Kaname Kuran…” Esa frase resonaba en su cabeza fuertemente, y es que en verdad no sabía cómo pero el que tan solo lo haya retenido, y por ende tocado, lo había revolucionado con gravedad… “¿Qué es lo que tienes…?” Se interrogó de nuevo, y se volvió a convencer con que ya lo descubriría más tarde, porque había decidido ir nuevamente esa noche a la laguna e intentar saber más de aquel hombre, aunque existía una remota posibilidad de encontrarlo allí nuevamente, iría de todas maneras. La esperanza es lo último que se pierde, ¿No?
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-Te lo vuelvo a repetir Ichijou, no le eh hecho nada es más, fue pura coincidencia…-Contesto el moreno quien era interrogado por su rubio amigo.
-Yo siempre eh respetado tus decisiones Kaname, pero sabes que es muy peligroso, tenemos a Toga-San en la mira, y él… Bueno, sabes lo que es- Takuma se resignó a hacer entender a su elegante amigo, pero debía, tenía y necesitaba advertirlo.
-Sí, y me gusta que no te metas en mis asuntos- Ambos sonrieron, eso era lo bueno de su amistad, la que conservaban hace más años de los que aparentaban-Así como también sé que esto es como colarme por entremedio de las patas de los caballos…-A esta confesión el rubio le quedó mirando-Pero… Al contrario de cómo debería sentirme… Me coloca más ansioso, Zero… Zero es un chico bastante misterioso, ciento que aunque pasen años y años… Nunca podrías dejar de conocerlo….-Kuran se sentó en un gran sofá de su alcoba y recibió una mirada dudosa del otro miembro de la habitación-Él… es realmente fascinante… Sus ojos, su pelo, incluso el tatuaje de su cuello… Me hace querer poseerlo…-Ante tal confesión el rubio quedó atónito, su amigo jamás se había comportado así, y eso podía asegurarlo, Kaname nunca se había mostrado de esa manera, no sabía si por dignidad o vergüenza, pero siempre ante todos y todo, lucía calmo e indiferente… Pero exceptuaba esa situación; lo estaba observando con detalle, estaba medio conmocionado, sus ojos tenían un tenue tinto rojo del cual siempre lograba esquivar, pero no esa vez… No parecía tener la intensión siquiera de suprimir o detener sus acciones y deseos más pecaminosos….
-Kaname…-
-Esta noche, volveré a ir a esa laguna…-Declaró el moreno después de varios segundos de haber quedado en silencio.
-¿Y si no lo encuentras?... Por lo que me dijiste de Kiryuu-Kun-Pero fue interrumpido.-
-Él irá… De eso estoy más que seguro.-
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En la academia parte del día pasó de lo más normal. Los nuevos alumnos reconocieron sus salones, y a sus compañeros. Gracias al evidente clasismo en el ambiente, creado por el mismo alumnado, los becados se conocieron entre sí primeramente. Zero a diferencia de los demás siempre se consideró antisocial, en el sentido de que nunca fue bueno para general lazos y amistades. Al siempre estar con su hermano gemelo, sentía que no necesitaba de nadie más, pero ahora era todo distinto, Ichiru no estaba y sabía que para no llamar la atención y pasar desapercibido por todos, debía comportarse como el resto, o al menos similar, así que se propuso no ser tan agresivo y no dar una mala primera impresión.
-Me sorprende que seas becado…-Ante el comentario, Zero levantó la cabeza, y miró hacia su lado derecho. La voz provenía de una chica bastante linda, no muy alta, cabello corto y claro, ojos color miel.-Me llamo Yori, ¿Tu nombre?-preguntó sonriente.-
-Kiryuu Zero.-
-Zero-kun… ¿Por qué no eres de la clase nocturna?-Zero no entendía el porqué de las preguntas de la chica. Él era normal, como todos los que se encontraban en su salón.
-¿A qué te refieres…?-
-Las personas lindas… Ingresan a la clase Nocturna.-Entonces un click sonó en la cabeza del alvino “Me llamo Kaname…”, claro, Kaname el chico de la laguna, le comentó que asistía a la clase nocturna de la academia, él era bastante atractivo, por lo que coincidía con lo que Yori decía y pensándolo de esa forma, no sonaba tan descabellado.
-¿Qué sabes tú de la clase Nocturna?-Zero miró intimidantemente a la chica, por lo que ella sólo se limitó a responder.-
-B-Bueno… Los alumnos de la clase de la Noche o Nocturna, tienen sus dormitorios del otro lado de la academia, son separados de nosotros por una reja, son llamados los dormitorios de la Luna, bueno ellos ahora deberían de estar durmiendo… A eso de las 7 u 8 de la tarde, se vienen a la academia y comienzan sus clases…-La oji-miel terminó de decir todo lo que sabía, sin embargo se creaban más dudas en el cerebro del chico.-
-¿A qué… te refieres con ellos?, ¿Acaso son muchos?-Intentó indagar mas el oji-amatista.-
-No son muchos… menos que nosotros, pero de todas maneras son varios…--Zero miró por la ventana hacia afuera, y puro divisar una torre un poco más a la academia lejana pero al parecer pertenecía a la misma institución. Aún así, el bosque y la laguna en sí, quedaban un poco más lejos de ese lugar… "¿Por qué se encontraba allí él?"... El chico colocó parte de su humanidad sobre la mesa e intentó poder sacar todas las ideas que tenía en la cabeza, el pensar de esa forma tan psicótica acerca de alguien le daba miedo, más si ése alguien se trataba de un hombre.
Las clases transcurrieron normales hasta las 6:30 pm. A los estudiantes se les avisó que deberían de cenar, y luego irse a sus dormitorios, que no debían de quedarse deambulando por la academia ya que darían comienzo su jornada escolar los chicos de la clase nocturna, por lo cual deberían de aguardar en sus habitaciones, sin embargo, Zero necesitaba saber quiénes eran los demás de la clase de la noche y también… Ver si aparecía por allí él… El chico Kuran.