No importa el como hemos empezado, sino el como hemos terminado... por cristina_onoka

¿Cómo habíamos acabado en esa situación? Solo recordaba que habíamos estado tomando un par de copas de algún tipo de alcohol y habíamos acabado sin camiseta, sentados en la cama. Oh, espera, ya recordaba. En un momento de locura, ambos estallamos en un mar de besos que pasaban de nuestros labios a nuestros cuellos, lóbulos, mejillas.... ¿llegamos a más? No lo parecía, pues todavía llevábamos puestos los pantalones. Y deseaba detenerme, deseaba parar tal locura, pero él no parecía estar de acuerdo conmigo. Me cogió del cuello y acercó sus labios a los míos, a pesar de que no recibieron ningún tipo de contacto. Nuestras miradas estaban a escasos milímetros, igual que nuestros labios, que acabaron rozándose para convertirse en un largo beso que tuvimos que terminar para coger aire. Sus manos se paseaban por mi abdomen desnudo, mientras sus labios iban dejando pequeñas marcas en mi cuello. Yo solamente podía gemir, gemir como jamás pensé que lo haría. Sus manos, sudadas, decidieron dejar mi abdomen para pasar a otra zona un poco más placentera. Su mano, algo fría, tal vez por el sudor, entró por el pantalón para acariciar mi miembro suavemente por encima de los calzoncillos. Y ya, después de varias veces repitiéndome lo mismo, que debíamos parar, no pude contener más mis ganas, y con un pequeño gemido que intentaba escapar de mi boca, tumbé a Hyuk y empecé a besarle su torso también desnudo. Ahh, me encantaba esa sensación. Si tenía que perder mi virginidad con alguien, tenía que ser con él, con el chico que amaba y que en ese momento se situaba justo debajo mío. Él sencillamente se dejó llevar por la situación, no sin no soltar ningún gemido. Sentiro gemir... dios, era increíble. Mis labios iban de su boca a su cuello, y de ahí fui bajando hasta encontrarme con el borde de sus pantalones. Y cuando mis manos se posaron sobre el botón para desabrocharlo, las cosas se dieron la vuelta. Quien estaba debajo era yo. Y sus labios hicieron el mismo recorrido que los míos segundos antes de que cambiáramos de posición. Sus labios estaban también justo encima del borde de mis pantalones... Oh, dios, mis gemidos no dejaban de salir, y eso hacía que mi Hyuk también gimiera. Y eso me encantaba...
Hae: Ya... si vas a... si vas a quitarme los pantalones... sácalos... sácalos ya... - conseguí decir entre gemidos.
Hyuk: Si que tienes ganas... - dijo, con sus labios a escasos centímetros de donde los había dejado. Yo necesitaba, deseaba que me acariciara el miembro, necesitaba sentirlo, así que para empezar a preparar las cosas, moví mis manos, que hasta ese momento se habían dedicado a acariciarle sus bellos cabellos, hasta el botón del pantalón. Y cuando lo estaba desbrochando, él me paró con un gesto  delicado de manos.
Hyuk: Deja que sea yo el que te quite los pantalones...
Hae: Entonces... date prisa... - mis gemidos no desdendían.
Y efectivamente, él fue quien me quitó los pantalones. Con un gesto sencillo con una sola mano, me desabrochó el botón mientras que con la otra me los bajaba, dejándome en calzoncillos. Por una parte sentía vergüenza... No sabía como reaccionaría al ver mi cuerpo totalmente desnudo... pero por la otra, deseaba continuar, deseaba sentir aquello que tanto anhelaba desde que lo conocí. Sus sudadas manos se querían deshacer también de mis calzoncillos, así que con una me los quitó mientras que con la otra me acariciaba el miembro suavemente. ¿Yo qué podía hacer, a parte de gemir? Esa sensación... me encantaba, jamás había sentido algo igual, y deseaba que nunca terminara. Su mano, que hasta ese momento se había dedicado a darme un masaje placentero, pasó al punto de la masturbación. Rodeó mi miembro con su mano y lentamente empezó a subirla y a bajarla. Oh, sí... esa sensación... todo el placer que me estaba dando con una sola mano quería que jamás se detuviera...
Hyuk: Ahh... hacemos... algo más? - él también gemía, lo cual me encantaba.
Hae: Sí... yo también creo... que tenemos que hacer... algo más...
Y seguramente no es lo que Hyuk primeramente tenía en mente, pero cambiamos de posiciones, situándome encima suyo esta vez. Igual que él había hecho conmigo, le saqué los pantalones de la misma manera. Y cuando estuvo igual que yo, acaricié con la punta de los dedos su miembro, agrandado por la excitación. Y las ganas pudieron y introduje su miembro en mi boca. Con suaves y lentos movimientos, empecé a descender mi boca, empapando su miembro con mi saliva. A veces él me acompañaba con movimientos de cadera o simplemente con su mano en mi nuca. Y a medida que el tiempo pasaba y que sus gemidos augmentaban, también lo hacía la velocidad con la cual movía mi boca alrededor de su miembro... No quería parar, pero el líquido blanquecino que salía de su miembro me indicó que él ya se había corrido. Lentamente alejé mi boca llena de líquido que Hyuk también quería probar, pues me dio un beso ardiente, pasional, uno de esos que solamente terminan para coger aire.
Hyuk: Esto... esto no termina... aquí - dijo, una vez nos separamos, entrecortadamente a falta de aire.
Hae: ¿A... a qué te refieres? - me pilló por sorpresa.
Se metió dos dedos en su boca para lubricarlos con su saliva, y luego me los metió dentro de la mía, para repetir la operación. Ahh... su saliva era realmente deliciosa... Seguí lamiendo aquellos deliciosos dedos hasta que Hyuk se hartó y fue directo a meterlos dentro de mi estrecha entrada.
Hae: ¡¡AHH!! - lo primero que sentí fue un dolor inmenso - No... no sigas... por favor...
Hyuk: Eso significa... significa que quieres más...
Quise responderle con un no bien grande, pero antes de que pudiera contestar, introdujo su miembro dentro de mí, provocándome mucho más dolor. Hyuk movía las caderas suave y lentamente, intentando que el dolor que sentía fuera menor... y lo consiguió. Pasó del dolor que sentí inicialmente a sentir un placer enorme, deseando más y más... Él aceleró sus movimientos, ya que sabía que pronto se vendría, y para que termináramos a la vez, me masturbó muchísimo más rápido que antes. Tan fuertes eran sus embestidas y el movimiento de su mano, que terminamos corriéndonos al mismo instante, con un gemido común. Nos tumbamos en la cama, completamente desnudos y únicamente tapados con una sábana.Y pasados unos minutos, nuestras respiraciones volvieron a la normalidad.
Hyuk: Me ha encantado - dijo, acariciándome el cabello.
Hae: Y a mí... - y fundí mis palabras en un largo beso.