Ya habían marcado las 2 de la tarde y a la salida, no pudo distinguir aquella cabecita peli naranja.
“Lo mas seguro es que ha faltado” pens
ó. Sin paso apresurado, caminó hasta la casa del pequeño, tarareando una canción mientras texteaba un mensaje a su puppy.
Entró a la casa con la llave de repuesto que se le había confiado y se dirigió escaleras arriba.
Abrió la puerta, en busca de su pequeño primo, pero al parecer el cuarto de los Choi al igual que el resto de la casa se encontraba vacío.
Formó un adorable puchero y se dispuso a salir.
Pero escuchó un ruido proveniente del cuarto de su primo.
-Omo, ¿y si entraron a robar? –se preguntó quedito, con los nervios a flor de piel. ¿Qué podría hacer el, con el cuerpo de un chico de 16 años que no hace ningún tipo de ejercicio? ¿Y si era un ladrón robusto? Oh Mierda, pobre de las pertenencias de sus tíos, pero el no se iba a dejar tocar por cualquier persona mala.
-¿Tae? –asomó la cabeza con miedo, inspeccionando que el cuarto de sus primos estuviera fuera de peligro. Se adentró en la habitación notando la puerta del baño entre abierta. -¿eres tu? –preguntó nervioso.
Y en eso una cabecita de cabellos naranjas se asomó con la carita empapada.
-Oh, buenas tardes hyung, solo se me cayó un balde de agua y me moje. –la puerta se abrió dejando a la vista el cuerpo del pequeño, con unos shorts demasiado cortos y pegados. El rubio se relamió los labios inconscientemente, pues las lechosas piernas de su primo se dejaban entrever exquisitas, empapadas y entalladas con esos shorts amarillos.
Y que decir de su lindo pecho plano. Su blusa mojada dejaba a relucir ese par de botoncitos que se paraban orgullosos, por la tela mojada y el poco viento que había.
-¿A que has venido hyung? –la linda voz del menor sacó al rubio de sus pensamientos. Un brillo se apoderó de los ojos felinos, pues el ver a su primo en esas condiciones era una imagen que podía encender a cualquiera.
Incluyéndolo a el.
-¿Por qué te saltaste el colegio? Hasta creí que te habías ido con Jinki hyung y Jonghyun.
-Nop, porque según ellos ese viaje es solo para mayores. Pero aproveché que omma y appa salieron de viaje y no fui porque no tenía ganas. – entrecerró sus ojitos, dándole a su cara una apariencia más adorable.
Sin duda su pequeño primo de 14 años era toda una ternurita.
Una tan inocente y deliciosa…
-¿Y que se supone que haces mojándote? –preguntó curioso el rubio.
-Uhm, pues Minho hyung aun no llega de su partido y decidí limpiar el baño un poco. –se levantó agarrando la esponja. –Ya vuelvo hyung, terminaré mi deber –y sin darle tiempo al rubio, se adentró en el baño, tallando la bañera.
Kibum se quedó sentado sobre la gran cama que compartían los hermanos Choi, quedando de frente al baño y observando como su primo desparramaba sensualidad.
Se inclinó sobre sus tobillos, tallando con cuidado, dejando ver una exquisita vista de su trasero mojado por la tela, tan apetitoso y prohibido.
Prohibido y puro. Tan virgen…
Bueno, virgen si pero no tan inocente.
Pues ya se sabía las mañas que tenia su hermano mayor, cuando por las noches ambos se acostaban y el pelinegro comenzaba a manosear el cuerpo del menor. Todo por la boquita de Taemin, quien le había confesado que se había enamorado de su hermano.
Se acomodó mejor en la cama, pensando en como seria tener el cuerpo de Taemin debajo del suyo. Debería sentirse rico, profanando su boca y acariciando cada centímetro de esa piel tan suave e infantil.
-Uhm~ -un suspiro salió de su boca, descubriendo como su propia mano se había colado debajo de su playera del instituto, acariciando su níveo pecho. Con sus dedos jugaba con sus pezones, acariciándolos y dejándolos erectos. –ah ~ -de pronto la imagen de Jonghyun encima suyo apareció en su mente, observando como chupaba con devoción sus botoncitos.
Llevó dos de sus dedos a su boca, lamiéndolos, mientras su otra mano se encargaba de proporcionarle caricias deliciosas por todo el abdomen.
Con los dedos húmedos, acariciaba sus pezones, llevando su otra mano junto a su entre pierna.
-¿Hyung? –se escuchó desde el baño
-¿Uhm~? – gimió en respuesta, esbozando una sonrisa mientras sentía esa cosa crecer aun mas entre la tela de su entallado pantalón.
Dios, estaba tan caliente.
-¿Crees que Minho hyung llegue pronto? Lo extraño –sonrió porque a pesar de estar provocando cosas sobre su cuerpo, el menor no dejaba de ser adorable.
La extraña combinación de sensualidad, erotismo, inocencia y ternura. Así era Taemin.
Metió una mano dentro de su ropa interior, apretando apenas la punta, sintiendo el mar de sensaciones eróticas recorrerle el cuerpo.
Gimió quedito y tratando de controlar sus pasos, se levantó dirigiéndose al baño.
-parece que necesitas ayuda Tae ~ -habló el mayor entrecortadamente. Taemin solo volteó confuso para luego asentir y sonreír. Se hizo a un lado para que su hyung pudiera ayudarlo.
Bueno, en vista de que su querido hermano cara de puppy estaba ausente, tendría que encontrar a otra persona que lo ayudara a llegar al orgasmo.
Alargó sus manos para sostener la manguera y de paso, rosar el pecho húmedo de su primo.
Roció solo un poco intencionalmente, salpicando su saco azul.
-omo, pero no puedo mojar mi uniforme. –se paró y ante la mirada inocente de Taemin, se deshizo del saco y la playera junto con sus pantalones, quedando solo en boxers y una playera blanca demasiado transparente.
-Hyung… ¿siempre…siempre ha sido de ese tamaño? –preguntó el de cabellos naranjas, con las mejillas encendidas de un rojo fuerte al ver la erección de su primo.
Kibum se acercó peligrosamente hacia la boca de Taemin, rosando sus labios esponjosos y chocando su aliento contra la apetecible boca.
-¿Tu que crees? –preguntó en tono seductor. A Taemin se le nubló la vista. Su hyung era tan sexy… -sigamos entonces –volvió a tomar la manguera, rociando un poco y salpicando hacia Taemin.
-Hy...hyung no haga eso ~ -pidió de manera tímida el menor. De la boca bonita salió una sonrisa.
-¿Por qué no Tae? En serio necesitas un baño. –y tomando la manguera con mas fuerza, mojó su pecho, haciendo que terminara de pegarse al cuerpo del menor. Con dos dedos comenzó a acariciar su primer pezón, masajeando y apretando.
-Ah ~ -gimió con vergüenza
-¿Te gusta? –pero el menor no respondía. Solo ahogaba gemidos en su garganta, sintiendo esas caricias tan placenteras. Tanto como las que Minho hyung le propinaba. Key tomó el otro pezón, estrujándolo entre sus largos dedos, dándole placer al menor. -¿Y ahora? – el menor asintió con el sonrojo apoderándose de su carita.
Sus manos se introdujeron bajo la tela mojada, teniendo mejor textura del pecho de Taemin.
Tan suave ~
Su boca se dirigió al cuello liso y blanco, besando y chupando cada pedazo de la piel tan deliciosa
-Uhm ~ ah ~- gemía el menor, disfrutando el contacto de la lengua ajena con su piel. Posó ambos brazos sobre los hombros flacos del mayor, sosteniéndose de no caer por las vibraciones que su cuerpo enviaba a causa del contacto.
Una mano se escabulló hasta la entrepierna del pequeño, apretando con poca fuerza, sacándole un gemido algo más fuerte.
-vaya Taemin, aquí abajo estás todo mojado y caliente.
-Hyung… eso… ah ~
-Dime Taemin, ¿hyung está haciendo un buen trabajo? -masajeaba por el glande, e iniciando el vaivén en su miembro.
-Uhm… si, se siente rico, ~ - suspiró el menor, sonriendo y cerrando los ojos.
Con una sonrisa, decidió que era tiempo de probar eso que le venia trayendo ganas desde siempre. Lentamente fue rosando sus labios con los esponjosos del menor, sintiendo el tacto dulce.
Lamió un poco el labio inferior y por fin chocó ambas bocas, besando esos labios que se le antojaban muy dulces.
~**~
-Taemin he vuelto –habló el pelinegro ingresando a su casa. Le pareció demasiado raro que el menor no viniera y se colgara de sus caderas como cada vez que volvía. -¿Estás en casa? – preguntó y al no recibir respuesta, se dispuso a subir hacia su habitación.
Pero lo que encontró era digno de una muy buena película erótica.
Kibum y Taemin estaban arrodillados sobre la gran cama, besándose y meneando sus caderas, friccionando sus miembros y tocándose con gran devoción.
Sintió como sus pantalones de pronto se hacían más estrechos, oprimiendo a su caliente y ya duro miembro.
-¿Qué hacen? –preguntó con la voz ronca. Kibum se volteó esbozando una sonrisa de malicia, mientras a Taemin se le ponían más rojas las mejillas.
-Hyung… esto, yo… -las palabras se le quedaron atoradas en la boca, al sentir como unos labios gruesos se comían los suyos. Minho se había abalanzado sobre el, recostándolo sobre la cama.
-¿Lo penetraste? –preguntó dirigiéndose al rubio, quien los miró excitado.
-Claro que no, recién comenzamos –habló mientras sus manos descendían hacia su miembro.
-que bien, que su virginidad es solo mía. Eres solo mío Taemin ~ -susurró sobre los labios del menor, quien continuó besándolo con alegría.
Kibum se dedicaba a verlos, como las manos del alto acariciaban las caderas de su primo, y como Taemin las meneaba en busca de más contacto.
-Hyung estás muy duro ~ -comentó divertido el menor. Minho volvió a besarlo.
-¿y quien crees que me puso así?
-¡Oye! ¿Y yo no contribuí a algo? –Minho se levantó del cuerpo de Taemin y tomó la barbilla de Kibum, comenzando un beso húmedo donde sus lenguas eran las protagonistas.
-Tu también tienes lo tuyo primito. Ambos me ponen caliente –el rubio sonrió.
-hyung, deja que te complazca entonces – acostó a Minho sobre la cama, subiéndose sobre su pelvis, iniciando su tortuoso movimiento de caderas.
-Kibummie, bésalo –imploró el pelinegro. El mayor asintió y se subió al vientre de Minho, dándole la espalda mientras comenzaba a saborear la boquita del menor.
Ambos chicos se movían con frenesí, friccionando sus miembros en las movidas. Minho sacaba gruñidos de su boca.
Oh Dios, su extraña y loca fantasía se estaba volviendo realidad.
Llevó sus manos hacia el bonito trasero del mayor, estrujándolo y arrancando gemidos de la boca rosada. Se levantó solo un poco, apoyándose en sus codos, mientras disfrutaba de la sensual escena donde su hermoso hermano besaba con necesidad al sexy de su primo.
-Hyung ~ -gimió el menor, dejando de besar a Kibum para llegar hasta la boca de Minho. Kibum permanecía entre ambos cuerpos, sintiendo las caricias que le propinaban los dos pares de manos.
Minho y Taemin se besaban con cariño, disfrutando del contacto con las lenguas ajenas y entrelazando sus salivas, conociendo más de esa cavidad húmeda y deliciosa.
-vamos, yo también quiero –pidió el rubio, interrumpiendo el contacto de las bocas, para unir la propia contra la del pelinegro. Minho no dudó en iniciar otro beso fogoso contra aquella boquita tan linda y provocativa.
Taemin llevó ambas manos hacia el pecho desnudo de su primo, acariciando desde su cuello hasta sus pezones, donde los estrujaba con fervor. Comenzó a mover sus caderas en contra de los cuerpos que se besaban, iniciando un ritmo donde los tres miembros se friccionaban.
Arrancó unos cuantos gemidos de ambas bocas, sintiendo como las manos grandes y fuertes se dirigían a acariciar su estrecha cintura. Kibum entendió que necesitaban su momento, por lo que se hizo a un lado, dejando a los menores disfrutar de su encuentro.
Se acurrucó en la cama, llevando sus manos hasta su erección.
-Taeminnie, te amo. –susurró contra la oreja del menor, comenzando un camino de lamidas desde su lóbulo hasta su pezón derecho.
-Hyung yo también ~ -entrelazó sus dedos en el cabello castaño, haciendo mas propio el contacto de esa lengua contra su abdomen. Los gemidos que Taemin desprendía solo querían llevar a Minho a embestirlo de una vez, pero como era su primera vez, tenía que ser todo un caballero.
Besaba cada rincón de su cuerpo, sintiendo la piel estremecerse bajo su tacto, tan caliente y suave. Se preguntaba como un simple niño podría llegar a ser incluso más perfecto que cualquier chico. Lo cierto era que le encantaba y lo enamoraba aun más.
Llegó entre las piernas del menor, chupando y dejando ligeros mordiscos que extasiaban mas al pequeño Taemin. Bajó con cuidado la mojada prenda amarilla, dándole una vista digna de admirar de su pequeño y bien formado trasero. Con la invitación de su agujerito a que lo tomara de una vez.
-Oye ~ -ambos voltearon a ver al rubio, quien no dejaba de tocarse. –Al menos si Minho será tu primera vez, deja que te prepare –comentó entrecortadamente, sin soltar su miembro.
-Hyung, ¿Qué dices? – preguntó inocentemente el menor. Choi asintió un poco desconfiado y le cedió el lugar al rubio, que con una sonrisa triunfante y los ojos impregnados de lujuria, se acomodó dejando su cabeza a la altura de la sonrosada y estrecha entrada. – hyung no me veas así ~ - suspiró al sentir el aliento caliente chocar contra su pequeño agujero.
-tranquilo Minnie, no te sientas incómodo ~ -sacó su lengua para dar una pequeña lamida, arrancándole un suspiro al menor. Daba ligeras embestidas con su sinhueso, haciendo que el menor se retorciera entre las sábanas, arrugando el entrecejo y suspirando con pesadez. La lengua de su hyung se sentía tan bien.
-Uhm hyung – gemía y las manos de Key aprisionaron el par de montañitas blancas, tratando de entrar más en esa pequeña entrada –allí no ~ hyung ~ - gemía cuando el rubio comenzó a besar sus testículos, acariciando su entrada con su dedo, jugando con las emociones que poblaban su cuerpo.
Minho observaba sin hablar, tocando su propia erección inconscientemente.
El trasero de su primo se erguía orgulloso, bonito, tentador.
Posó una mano sobre la nalga del mayor, haciéndolo estremecer. Llevó su boca hasta la entrada y dejó repartidos besos sobre sus glúteos y finalizando en su entrada. Tomó su miembro y lo acariciaba delicadamente, acabando con la paciencia del mayor.
-Ya estoy listo ~- pronunció el menor, sintiendo como Kibum deshacía el contacto con su parte baja. Minho de nuevo se posicionó sobre Minnie, sintiéndose deseoso de ser apresado por esas paredes tan estrechas y vírgenes.
-juega con su miembro para distraerlo – le susurró Key, dejando un beso en el cuello del pelinegro. Este asintió y perfiló la punta de su erección en la entrada al paraíso. Dejó un par de besos en su pecho, para continuar con su boca. Y mientras besaba esos labios con cuidado, se sumergía y empujaba un poco hasta meterse por completo.
-¡Ah hyung! Es muy grande – gritó Taemin, con las lágrimas amenazando por salir. Key de inmediato se acercó, acariciando sus cabellos y susurrándole que todo iba a estar bien, que aguante solo un poco más.
El menor asintió con los ojos llorosos y las mejillas sonrojadas. Vaya que Hyung tenía un gran tamaño, pues sentía como sus paredes podrían desgarrarse con tan solo un movimiento.
-Tae eres tan delicioso aquí a dentro ~ -comentó con una sonrisa, tratando de distraerlo del dolor. El menor se removió un tanto incómodo, acostumbrándose al gran tamaño de Minho.
-hyung ¿te hago sentir bien? –el mayor asintió enternecido por la actitud tan adorable de su hermanito. –entonces muévete y siéntete mejor ~
Minho asintió y tomando sus caderas, comenzó con un lento vaivén mientras Key se encargaba del miembro del menor.
-¡ah! – gemía al sentir la hombría de su hermano arremeter contra su interior. De pronto el dolor ya no se sentía, en cambio fue reemplazado por el placer que quemaba su cuerpo, deseoso de más. -¡Hyung no se detenga! –imploraba el menor, enterrando su cabeza entre las sábanas blancas, abriendo su boca, en busca de contacto. Uno que Key le daba.
Las embestidas seguían prominentes y constantes, el agarre en sus caderas incrementaba y el ver la imagen de Kibum masturbándose frente a ellos, solo lograba ponerlo más y más caliente.
-Uhm hyung me vengo ~-gimió fuerte. El alto sentía también el cosquilleo en su vientre, por lo que aceleró las embestidas, golpeando una y otra vez el punto dulce del menor haciéndolo ver estrellas. Su pelvis chocaba contra el trasero de Taemin, creando así un sonido estremecedor y delicioso. Sus testículos se frotaban contra la suave piel, disfrutando del contacto.
Tomó presos sus labios y acelerando las embestidas, lo besaba con cuidado y amor, frotando solamente sus labios. Compartiendo un beso tierno.
Un par de embestidas más y el menor se corrió entre sus vientres, siendo presa del creciente orgasmo.
Minho dio unas estocadas más y derramó su esencia en el interior del menor.
-¡Ah! Gimió ronco, disfrutando de los choques eléctricos que recorrían su cuerpo
Key se vino también, liberando su semilla junto con un grito placentero.
-Vamos campeón, ahora es mi turno. – Taemin se hizo a un lado, recibiendo una sonrisa perfecta de parte de su hermano.
Solo bastaron un par de caricias al miembro para que volviera a estar recto y caliente.
-Wow, para tener 16 años tienes un buen tamaño.- El menor se sonrojó por el comentario y decidió dejar la timidez para apropiarse de los labios bonitos.
Taemin se escabulló detrás de su primo, dando besitos por todo su hombro, lamiendo su cuello y estrujando su pecho plano entre sus lindas manitas.
Entre beso y beso, introdujo dos dedos en la entrada de su primo, sintiendo sus dígitos calientes y apretados.
-Hyung que caliente que estás~ - susurró cerca de su oído, haciendo jadear al mayor de cabellos dorados. Este sonrió por el comentario de su lindo primo.
Manoseó un tanto su trasero y compartió uno que otro beso con Minho, hasta que este, llegando al límite puso al mayor en cuatro y lo penetró de una sola estocada.
-¡Ah! –gritó por el punzante dolor en su parte trasera.
-Perdón Key, ¿es tu primera vez? –preguntó nervioso el pelinegro.
-Uhm no. ¿Crees que Jonghyun se calma solo con unos cuantos besos y caricias? –los tres sonrieron divertidos y continuaron con sus labores. Minho besando la espalda blanca y embistiendo la entrada estrecha y deliciosa y Taemin, follando la boca del mayor.
-Uhm~ -gemía al sentir las lamidas en su miembro. Su primo era todo un experto en hacer esas cosas. Lo tomó de los rubios cabellos, marcándole un ritmo placentero.
-¡Ah~! –gimió con fuerza, haciéndole saber al alto que había alcanzado su punto sensible. -¡Mas! ¡Minho no te detengas! –imploraba el mayor, volviendo a chupar el miembro de sus primo, con el hilo de saliva escurriéndole por la comisura de sus labios.
Algunas embestidas más, y Minho se vino en su interior, marcándolo y disfrutando de su segundo orgasmo.
Key se limpió la cara, pues el menor tampoco tuvo tacto y se corrió en su cara, manchando sus sonrojadas mejillas. Se inclinó a besar la boca esponjosa y lamer esos abdominales exquisitos.
Los tres, con los cuerpos perlados por el sudor sonrieron cómplices.
-¿Qué les parece si nos damos una ducha? –Taemin se sonrojó y asintió apenado. Minho tomó la mano de ambos, caminando hacia el baño y abriendo la llave para llenar la tina.
Sin que el alto lo mirara, aprovechando que Taemin le daba la espalda acarició esas nalguitas suculentas, mientras su boca mordisqueaba su níveo hombro.
-hyung ~ -suspiró bajito. Key le sonrió y besó su mejilla.
Al cabo de unos minutos, los tres se encontraban metidos en la tina.
-¿Y eso los convierte en novios? –preguntó divertido el rubio. Los menores se miraron entre si asintiendo avergonzados.
-Espera un momento, si hyung es mi novio porque me… -se calló con las mejillas encendidas. Minho tuvo curiosidad y se acercó tratando de acariciarle la espalda. Taemin lo miró con ojitos tiernos y pena escrita en toda su cara.
-¿Porque yo que? – indagó curioso el castaño.
-ya sabes, por lo que hicimos –bajó su cabecita mientras mojaba con sus manitas su cara.
-¿Hacerte el amor? – el menor se paralizó al escuchar esa frase e inmediatamente asintió. -¿Qué tiene?
-si eres mi novio por eso, ¿también lo eres de Key hyung? – los mayores negaron riendo. Key se acercó dándole un beso rápido en sus suaves labios.
-No bebe, esto solo fue por ¿diversión? Ustedes son pareja nada más. Porque a mi me gusta Jonghyun hyung. –finalizó restregándose un poco de jabón sobre el pecho.
-Uhm de acuerdo hyung –sonrió el menor.
Los tres se quedaron en la tina, dándose besos de vez en cuando y guardando el extraño pero placentero recuerdo para siempre ~