Cada mañana despierto con la madre de mis dos hijos al lado mío, miro el reloj y marca las
6:30 de la mañana, muevo a mi mujer y me voy a bañar para luego bajar como todos los días a tomar desayuno e irme a mi trabajo.
Mi vida es desagradable, estoy al lado de una persona que no amo y tengo dos hijos que son de otro hombre pero yo debo de hacerme responsable de ellos.
Todos los días mi rostro muestra la misma expresión, en el trabajo mi emoción no es mayor, soy un ejecutivo de una gran empresa, tengo mucho dinero pero no tengo nada de lo que realmente quise alguna vez en mi vida.
Aquella mujer que era mi mejor amiga y a la vez a la única que amaba, se fue con otro hombre, estoy casado con una mujer que no me agrada y tengo hijos que no llevan mi ADN, mi sueño era ser futbolista pero una lesión en mi pierna izquierda me lo impidió.
Hasta que conocí al hijo menor de mi jefe Lee Taemin, un joven hermoso, de piel blanca, ojos oscuros y tiernos, cabello castaño claro que llevaba tomado en una coleta, un cuerpo lleno de curvas, un abdomen plano, él era un perfecto ángel.
“Aunque se supone que ya no tengo la edad de vivir en un sueño,
Acabo enamorándome de ti... Es estúpido…”
Es estúpido y completamente irracional que un chico unos diez años menor que yo me haga sentir feliz y nervioso, esos sentimientos que ya no sentía desde mucho, este chico era mejor que mi mujer él era perfecto, pero… incansable, imposible.
Acabo el día, el joven se retiraba con su padre en un auto lujoso de color negro perlado, yo lo observaba irse por la ventana de mi oficina en el decimo quinto piso, nunca lo podre olvidar.
“…Es estúpido pero... no puedo dejarlo. No puedo olvidarte…”
Los días pasaban rápidos, esa joven venia día tras día con su padre, aprendía cada cosa, conocía a los ejecutivos principales y entre ellos estaba yo, su voz se escucho es suave y tímida, “Hola soy Lee Taemin” mi cuerpo sin saber había hecho una reverencia, y mi rostro emanaba felicidad, una enorme sonrisa salió de mi rostro y el asombro de mis compañeros era único, ¿desde cuándo que no sonreía? Al parecer desde que mi vida termino de llamarse así “vida” y comenzó a ser agonía.
Todas las noches tan solo soñaba en él, en su pequeño cuerpo y en su dulce voz, esto estaba mal, pero era lo único que hacía que mi corazón se sintiera de alguna forma vivo.
Los sueños comenzaban a ser cada día más y más excitantes, comenzó con una sola imagen suya en mi cerebro, hasta el día de hoy que me imaginaba enterrándome en lo más profundo de su pequeño cuerpo, haciéndole gemir y sacándole lagrimas, besando sus labios rosados, lamiendo su cuello, mordiendo, succionando dejando marca de que él ya tenía un dueño.
Imaginando su cuerpo desnudo debajo de mí tentándome a hacer algo sucio y pervertido con él, imaginando cada pose y su voz aguda al gritar del placer cuando se corriera entre nuestros abdómenes.
Pero tan solo despertaba, con la aburrida de mi esposa al lado mío, durmiendo profundamente y yo con una erección.
“…Despierto por la luz del día, en medio del sueño mis ojos se
abren a mi pesar
Por más que intenté cerrarlos otra vez, ya no estás.
Solo esas tinieblas donde no estás.
Solo vacío...”
Otro estúpido día sin poder hacerte mío, otro día soportando las exigencias de su padre otro día con números y sin su cuerpo, otro día más que no lograba hacer nada que quisiera.
Era una rutina esperar a que viniera él, y era decepcionante cuando no lo veía por semanas, su cuerpo me hacía falta.
Comencé a llegar tarde a casa, asistí a muchos bar donde podía encontrar algún que otro hombre o mujer con un mínimo de parecido con mi ángel, acostándome con mucho pero no disfrutándolo con nadie.
Hasta que el sueño se apoderaba de mí y mi única felicidad era enorme, más grande que la de cualquier ser humano.
“…Es con un ''Buenas noches'' que mi cita contigo empieza,
Y es con un ''Buenos días'' que acaba.
Nos volveremos a ver otra vez en sueños…”
Mi ánimo era terrible cada mañana que despertaba sin poder haberme encontrado con él en la oscura mente de mí ser.
Últimamente mi mente se a id desgastando y tu escancia ya no aparece en mis sueños, tal vez sea que no he visto tu hermoso rostro hace ya casi 3 meses, mi corazón se acelera cada vez que pienso que jamás te vuelva a ver.
Todos los días esperaba la noche con ansias, cerraba mis ojos con la esperanza de verte allí esperándome con tus brazos abiertos y con bellas palabras en tu boca.
''…Tal vez esta noche te podré ver de nuevo
No importa lo que haga, mis pensamientos están en otro lugar…”
Mi vida comenzó a caer más profundo, no llegaba a casa por semanas, mis hijos comenzaron a odiarme, mi mujer se consiguió a alguien más mis padres estaban decepcionados de mi, pero ¿qué hay de mi? Yo fui quien ha sufrido por más de veinte años estando con quien no quiero y amando a quienes no me aman.
“…Estoy completamente absorbido por ti,
Estoy completamente absorbido por ti.
Estoy completamente absorbido por mis sueños...”
Ya no esperaba el nuevo día si no la nueva noche, estoy completamente obsesionado por el único ser que me ha hecho sentir vivo.
Tal vez el no lo sepa pero él ha sido el único que ha hecho que tome la decisión de dejar a mi mujer a esa familia que no es mía, a hacer lo que realmente deseo pero a la vez es el que me tiene loco.
Luego de un año volviste a entrar a nuestra empresa, usabas ropa formal, de un lindo tono celeste claro con una corbata azul, tu pelo estaba corto y tus ojos se veían más felices que lo que recordaba, tu sonrisa era poderosa.
“…Aunque tu sonrisa me atormenta,
Si me alcanzas,
Entonces esta sonrisa se vuelve lo que más quiero en el mundo…”
Tus dulces manos me hicieron salir de mis pensamientos, me entregabas una carta blanca con fucsia como todos a mí alrededor, tenía miedo de abrirla, pero mi curiosidad me ganaba.
La abrí lentamente sin romperla, en su interior había un diseño de flores y una letra negra hermosa…”Estas invitado a mi matrimonio”… mi corazón tomo sus cosas y salió de mi cuerpo sin decir adiós, esa frase fue lo peor que pude haber leído jamás en mi vida.
De mis ojos saldrían lágrimas pero en mi interior ya no existía nada que las pudiera crear.
“…Es con un ''Buenas noches'' que mi cita contigo empieza,
Y es con un ''Buenos días'' que acaba.
Nos volveremos a ver otra vez en sueños…”
Día tras día soñé contigo hasta él día de tu boda llevabas un hermoso traje negro con una corbata rosa que combinaba con los detalles en rosa que llevaba el vestido de novia de tu mujer, una chica igual de alta que tu, pelo negro largo, un rostro tierno y ambos llevaban adornados su rostro con su felicidad.
Al fin dijeron acepto y yo me retire sin palabra alguna que decir.
“…Siempre haces eso.
Cuando quiero verte, no estás.
Y a pesar de que estos sueños sean míos,
Siempre dependen solo de ti…”
Los años continuaban mi vida era completamente asquerosa como antes pero, aún sigo soñando contigo, pero ahora esto ya no depende de mí.
Noches queriendo verte para apaciguar lo que llaman angustia pero tú no apareces en mis pensamientos, te escondes tras de mi sin dejarte ver por días, semanas y meses.
“…Si mañana nos podemos ver, entonces esta vez
No te dejaré ir nunca jamás.
Y aunque solo sea en sueño...
Que importa…”
Mi vida ya no tenía sentido, yo tan solo deseaba dormir para siempre.