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YOU ARE THE REASON por Fany de Piscis

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Notas del capitulo:

Gomen por la tardanza es que sin internet no se puede :D comenten!!!!!!

Capitulo II: Pawn.

Mientras tanto en el inframundo, Minos y Aiacos estaban exhaustos, después de varias horas de entrenamiento.

-          Hace mucho que no peleaba así –dijo Minos 

-          ¡Ja! Lo mismo digo, eres un digno oponente

-          Tienes un gran poder Aiacos

-          Después de tanto entrenar, ¿Te gustaría tomar un trago conmigo?

A Minos le pareció una buena idea, después de todo esto le ayudaba a quitarse las ansias y distraerse.

En el templo de Garuda, Aiacos había preparado con anticipación el recibidor, adornándolo con un bello arreglo de flores y la sala con un bello tapiz rojo.

-          ¿Qué deseas que te sirva Minos?

-          Lo que sea está bien para mi

Minos no sabía mucho de vinos, sin embargo Aiacos y Radamanthys eran expertos en esos temas. Para esa que era una ocasión muy especial, Aiacos opto por el más fino de su colección, en realidad amaba a Minos y quería demostrárselo, a pesar de que en su corazón sabía que su compañero era muy orgulloso y lo más posible era que lo rechazara. Pero aun así Aiacos lo intentaría todo, TODO, por Minos, y  ese todo incluía la idea de embriagarlo y cumplir su deseo con el Grifón, una vez, solo una vez era suficiente para que el viviera feliz toda la eternidad…

Durante varias horas ambos estuvieron bebiendo y platicando sobre viejos tiempos y las batallas que enfrentaron al frente del ejército del Inframundo. A pesar de todo Aiacos se sentía cada vez más nervioso al ver las ruborizadas mejillas de Minos provocadas por el nivel de alcohol en su cuerpo; fue entonces que Minos comenzó a decir incoherencias, lo que para Aiacos fue la señal para continuar con su plan.

-          Uhmm… oye ¿Minos?

Minos no dijo nada solo miro a Aiacos y de la nada, lagrimas comenzaron a caer de sus ojos…

-          ¿Por qué Aiacos?, ¡¿POR QUE?!

-          ¿Eh?- soltó Aiacos, un repentino pensamiento llego a él -no puede ser ¿Se habrá enterado de mi plan?- cuando de pronto Minos dijo

-          ¿Cómo pude hacerle eso? ¡Él no se lo merecía!- y entonces cayo dormido en el sillón.

Aiacos no podía controlarse, se veía tan indefenso y manipulable, así que se acercó a Minos poco a poco hasta que sus labios se rozaron, su respiración era muy agitada y su corazón latía tan fuerte que lo sentía salirse de su pecho.

Fue entonces que Aiacos comenzó a besarlo apasionadamente, pero no bastaba, ¡él quería más, quería todo de Minos! El Grifón semiconsciente podía sentir como Aiacos comenzaba a despojarlo de sus ropas poco a poco… la lengua de Aiacos comenzaba a succionar con ansias el cuerpo de Minos, sus hombros, su pecho, sus pezones y un bulto en su entrepierna se hacía cada vez más notable, más ansioso por salir… Aiacos se deleitaba con cada detalle en el cuerpo de Minos, era perfecto, y él se tomaba el tiempo para admirar el cuerpo bien dotado de su amante, para luego retomar su trabajo mientras Minos solo dejaba salir gemidos cada vez más fuertes y un calor profundo invadía su cuerpo tensando sus músculos…

Mientras tanto en el santuario, todos los caballeros se dirigían a sus templos después de un largo día de sorpresas y reencuentros. Todos menos el Caballero de Piscis, quien aún se encontraba en su campo de rosas, con el corazón lleno de dudas, no sabía que hacer: pensó en pedirle consejo a Asmita, pero recordó que a penas y se dirigían la palabra y esa decisión debía ser tomada por él. Y la tristeza empezó a inundar su corazón y a la vez una gran alegría porque sabía que en el fondo esa soledad se iría y podría no solo convivir con los demás caballeros, sino con la gente de Rodorio.

En el inframundo un agitado Aiacos despertó, todo había sido un sueño, pero Minos seguía junto a él; y a pesar de que cada fibra de su cuerpo le decía que obedeciera a sus instintos, Aiacos solo sonrió y deposito un beso en los labios de Minos, susurrándole al oído:

-          Te amo Minos, te amo tanto que jamás podría hacerte algo contra tu voluntad… además… ¡Tengo hasta el final del tiempo para conquistarte!...

Tomo a Minos en sus brazos y lo llevo al templo de Grifo, dejándolo en su habitación depositando un beso en su frente saliendo del lugar. Al final no pudo, sus sentimientos hacia el eran tan puros que no se atrevía a cometer una falta semejante.

Notas finales:

comenten eso nos hace muyyyy felices :D


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