POV Ken
Ah trabajo, trabajo, me dije mientras caminaba en direccion a la biblioteca donde trabajaba por las tardes, suspire, siempre era lo mismo, gente, ancianos por lo general, buscando algun libro con el que matar su tiempo, niños corriendo por los pasillo haciendo ruido, adolecentes estudiando, adolecentes besandose a escondidas.
Como todos los dias me ubique en el pequeño modulo de atencion al cliente poniendome ese horrible chalequillo de color llamativo queindicaba que yo trabajaba ahí. Aunque a nadie le importaba.
Tome uno de los libros que alguien habia dejado ahí para no llevarlo al lugar que le correspondia y comence a leerlo, se ubicaba en la antigua Francia, y narraba la vida de una mujer, de su amor y desamor , según el resumen de la parte trasera, dado que nadie asistia a la biblioteca en miercoles lei hasta que mi turno termino llevando conmigo el libro, claro despues del papeleo pertinente.
Para llegar a mi casa era un poco mas de camino incluso debia tomar el tren que me llevaria casi al otro lado de la ciudad donde mi pequeño apartamento se encontraba.
Me ubique en un lugar apartado de las personas y continue con mi lectura, era impresionante como el autor te envolvia en la historia hasta llegar a sentir lo mismo que la mujer, su amor desenfrenado y su culpa… su culpa por amar a alguien que no le correspondia, por no poder mirar a su marido sin odiarse a si misma sabiendo que nunca podria ser feliz.
Que horrible destino el del hombre que la amaba, de ambos, saber que estas con alguien a quien nunca podras tener por completo, que nunca te amo, o que nunca te amara tanto como a la otra persona, deberia escribir la historia vista desde el esposo, o del amante, cualquiera de las dos seria mas transtornante que esta , que en si, ya era lo suficientemente fuerte como para hacer que mis ojos se llenaran de lagrimas.
De pronto una sensacion de malestar, acompañado de un escalofrio me indico que alguien estaba mirandome, odiaba que me miraran, invadian mi espacio personal!
Despegue la mirada del libro para buscar a quien estuviece interrumpiendome, encontrandome de inmediato con un chico pelirrojo de pequeños y penetrantes ojos marrones, que no se separaban de mi intercalando entre mi cara y el libro que estaba entre mis manos, arquee una ceja, es que estaba prohibido para un hombre leer esa clase de literatura pense, pero de inmediato note que entre sus manos llevaba un libro con una portada similar, y con el rotulo de una biblioteca que no era la mia, esta se encontraba al otro lado de la ciudad, sonrei de lado, al caer en cuenta que el no me juzgaba el estaba sorprendido de que alguien mas leyera esa antigua novela, sonrei ahora en su direccion levantando un poco el libro y levantado el pulgar para decirle que era un excelente libro, el siguio mirandome fijamente sin cambiar su expresion, su cara era similar a la de un leon con forma de corazon y labios pequeños, era extremadamente atractivo y el debia saberlo pues en cuanto noto el cambio en mi mirada la evito por completo clavandola en un anuncio sobre la puerta sin volver a mirarme durante todo el trayecto.
Cuando llegue a mi destino no habia nada que pudiera borrar mi sonrisa, el solo recordar la expresion del chico al notar mi interes sus penetrnates ojos, hacia que se agrandara mas, nunca habia creido eso del amor a primera vista, pero hoy habia comprovado su existencia, que probabilidad habia de encontrar a un atractivo chico en el tren leyendo el mismo libro que tu? Ninguna, en especial si era una novela de hace cien años… o mas, cabe decir que no habia avanzado nada en mi lectura desde el encuentro con el chico, solo habia leido una y otra vez un parrafo mientras trataba de ver discretamente si el me miraba aunque fuera un poco, aunque no lo atrape ninguna vez, tenia el presentimiento de que el tambien me habia mirado, estaba seguro, y eso hacia latir mas mi corazon, entre dando brinquitos a mi departamento para darme una relajante ducha y dormir, aun sin poder sacar a ese chico de mi cabeza, mi leon.
Los fines de semana eran cuando mas odiaba mi trabajo, tanta gente visitando la biblioteca me estresaba un poco, y no es que sea un ermitaño, pero estaba un poco amargado, no habia dia en que algun niño no se perdiera y yo tuviera que lidiar con una madre desesperada a punto de llamar a las fuerzas especiales para encontrar a su hijo, o descubrir a algun pervertido moelstando chiquillas o viendo pornografia en nuestras computadoras, para que al finalizar el dia tuviera que quedarme tiempo extra para ayudar a arreglar el desorden que se habia causado.
Suspire al llegar a la puerta principal el sabado a primera hora, mientras removia mi cabello tratando de despertar.
Salude al vigilante y a la mujer que atendia uno de los grandes mostradores expidiendo credenciales permisos y atendiendo las quejas, pobre de ella, envejecia mas rapido estaba seguro, tanto estrés…
Me situe en mi cubiculo acomodando algunas cosas que estaban sobre el escritorio y que no parecia estar en el orden que las habia dejado, o que recordaba, unos golpes en el mostrador y mi jefa mirandome sonriente, otra vez… “ Jaehwa sonrie, hoy es un excelente dia! Que venga la gente con ganas de alimentar a su cerebro!” termino con un grito haciendo que mi cabeza retumbara un poco, como podia alguien estar tan feliz a estas horas de la mañana me pregunte.
Para el medio dia ya habia al menos una docena de niños corriendo por nuestra area infantil desacomodando todo y sin leer una letra, casi podia escuchar rechinar los dientes de la chica que cuidaba esa zona.
Una sensacion extraña me distrajo de mi muda burla hacia esta chica para enfocarme en la cara un “cliente”, puse la enorme sonrisa por la que me pagaban en mi cara y pregunte mecanicametne “desea alguna informacion? Señ…-“ pero no pude terminar, era el chico del tren, mi leon!
La sonrisa se volvio genuina y casi senti como la sangre llenaba cada capilar de mi cara creando un notable sonrojo, respire profundo tratando de encontrar la voz que se habia ido a algun lugar a celebrar que lo habia visto de nuevo.
Despues de un minuto en que ninguno dijo nada logre respirar con normalidad y preguntar de nuevo “desea alguna informacion? Señor” sin perder la cabeza, el me miro por algunos segundos y asintio sin decir nada.
Normalmente lo hubiera mirado raro, pensando que era un loco o algo asi, pero mis hormonas estaban controlandome en ese momento y solo pude pensar que era extrañamente lindo y tierno.
Le ofreci varios folletos “puede indicarme que es lo que desea” dije lo mas cortes que pude
El señalo algo de registro y prestamo de libros y yo sonrei enormemente, no solo por que era estupidamente tierno, si no por que eso significaba que vendria mas seguido, de repente una parte loca de mi cerebro comenzo a divagar imaginando que era por mi que el habia decidido venir, pero inmediatamente fue callada por por mi coherencia , o por lo que quedaba de ella.
Aun sonriente le dije a donde debia dirigirse y que papeles debia traer asi como el horario de atencion.
El solo asintio cada vez y se marcho, llevandose el folleto que le habia dado, suspire regañandome a mi mismo, debia dejar de leer tantas novelas romanticas iban a terminar con mi cordura, pronto estaba riendome de mi al mismo tiempo que me sentia avergonzado por mi comportamiento de colegiala.
Por fin habia terminado el fin de semana , estaba agotado, habia hecho 2 horas de limpieza adicionales a mi horario de trabajo y de paga, para poder dejar al menos un poco descente la biblioteca y ahora lo unico que queria era lanzarme a mi cama y dormir, sabiendo que esto no pasaria pues debia entregar un ensayo para el siguiente dia, y como buen humano no habia adelantado ni un poco.
Me acomode en el mismo asiento de siempre en el tren mientras sacaba el articulo del cual debia hacer mi ensayo, comence a leer pero no adelante ni una pagina cuando esa extraña sensacion me invadia, habia alguien mirandome!
Inmediatamente levante la cabeza buscando al chico pelirojo, pero sin suerte, nadie parecia prestarme la mas minima atencion.
Regrese a mi lectura regañandome mentalmente por comportarme como chica de nuevo, pero parecia no poder evitarlo, el simple hecho de pensar en ese chico me ponia una sonrisa en la cara, e incluso si recordaba su mirada fija en mi podia sentir como se aceleraba mi corazon. Estaba jodido.
Suspre leyendo de nuevo tratndo de entender toda esa extraña terminologia, sin lograrlo pues esa sensacion me invadio de nuevo, y de nuevo mi mirada se volvio loca buscandolo.
Esta vez pude ver un poco de su cabello asomandose detrás de un alto y cropulento hombre, sonrei, se estaba escondiendo? Me pergunte sintiendo mi corazon latir con fuerza.
Sin despegar mi mirada de ese lugar espere hasta que lo descubri asomando un poco su cabeza tras el hombre para esconderla de inmediato a notar que estaba viendolo, casi brinque de la felicidad, solte una risita sin poder evitarlo y mire el tablero, estabamos cerca de una zona turistica, mi sonrisa se agrando.
Fue solo cuestion de segundos el levantarme y tirar de su mano saliendo del tren, ya en el anden pude sentir lo suave que era al tacto, pero tambien extremadamente fria, mire un momento su mano entre la mia y senti un temblor proveniente de su dueño, lo mire, el no despegaba sus ojos de mi mano, su expresion era confusa, lo unico que pude desifrar fue un poco de sufrimiento, asi que lo solte de inmediato susurrandole un lo siento, me miro aun confuso, y yo solo atine a sonreir.
“tal vez” comence a balbucear “tal ves tu … quisieras acompañarme a tomar algo” sus ojos se abrieron mostrando miedo “tomar algo como café” le aclare poniendo mi sonrisa mas linda, tratando de parecer confiable, aunque solo dios sabe si funcionaba pues su expresion no cambiaba.
Me quede parado ahí durante algunos largos minutos hasta que lo vi asentir timidamente sin mirarme
“ok” grite tirando de su brazo en direccion a un café muy lindo que habia visitado antes, era algo tipo casa de dulce pues toda la decoracion estaba basada en eso, y sus pasteles eran un trozo de cielo.
Nos sentamos incomodos mientras la mesera nos daba el menu y sonreia cansada, yo ordene algo que parecia ser chocolate sobre chocolate y un café sin azucar, no toleraba el café con azucar o crema, simplemente no me sabia…
La mirada de la mesera indicaba que le parecia absurdo que pidiera lo mas dulce del menu pero no tomara azucar, pero al final no dijo nada y se enfoco en mi acompañante que solo señalo la imagen de un trozo de pay de limon y un vaso de chocolate, mirandola detenidametne y volviendo a señalar el azucar de la bebida, como queriendo decir que queria que fuera muy dulce, y yo no podia conmigo, si no hubiese habido un poco de gente y mi cordura no estuviera aun presente ya hubiera besado a ese chico hasta hacerlo hablar, lo que parecia imposible.
Pronto me descubri mirandolo sonriente mientras el con un sonrojo trataba de mirar hacia otro lado.
Comence a interrogarlo acerca del libro que ambos habiamos leido, de su vida, de los libros que queria leer, sin esperar respuesta , solo queria verlo concentrado en mi, asintiendo de vez en cuando.
Cuando nos trajeron nuestra orden comence a comerla lentamente, centrando, ciertamente toda mi atencion en lo delicioso que era el pastel, en su consitencia, en todas las posibles convinaciones de cielo que podian formarlo.
Hasta que un pequeño tenedor se colo en mi vista robando un cacho de mi pastel, lo segui hasta llegar a esa pequeña boca, mis ojos no podia abrirse mas, el… el… el estaba sonriendo!
“delicioso” dijo, su voz era como de un angel ciertamente, suave y linda, un escalofrio me recorrio, estaba definitivamente jodido, me dije mientras sonreia sin mayor disimulo mirandolo, “no hay forma de que seas real” le dije haciendo que se sonrojara y se removiera incomodo, solte una pequeña risita y le di un trago a mi café, sin quitarle la mirada de encima, parecia ensimismado comiendose el pay, y la forma que el tenedor entraba y salia de su boca…
Iba a volverme loco!
Agite mi cabeza tratando de concentrarme en otra cosa pero de nuevo un tenedor interrumpio mi vision, esta vez cargado de pay y dirigiendose a mi boca… solo atine a abrirla y tratar de no ahogarme con el bocado pues en realidad queria gritar y correr por todo el lugar, esto no estaba bien, no debia existir alguien como el!
Parecio notar mi creciente locura pues solto una risita ante mi expresion y siguio comiendo sin deterse a pensar en la muerte masiva de neuronas que me habia provocado, casi podia sentir mi estomago flotar por todas las mariposas que acaba de comer, mi expresion debia ser la mas graciosa del mundo.
No se como pero termine comiendome todo el pastel, que ahora ya no me sabia tan dulce y mirando envelesado al leon a cada minuto de la noche, terminamos caminando por las calles mirando chicos hebrios hacer cosas estupidas riendo ambos de esto, para mi, su risa era como tomar cien botellas de soju, me sentia en las nuves, como si nada pudiera vencerme.
Nos despedimos una horas mas tarde en la estacion del tren intercambiando telefonos y prometiendo que nos veriamos de nuevo, el realmente no era de la clase de chicos que hablaba, lo que contrastaba totalmente conmigo que no podia parar de hacerlo, pareciamos complementarnos.
Y si estaba totalmente jodido, me habia enamorado de un extraño, solo habia averiguado hasta ahora su numero de telefono y su nombre, Taekwoon.
POV Leo
Llevaba saliendo con este chico desde hacia ya casi un mes, era extraño sentirme tan bien despues de tanto tiempo, parecia incluso sospechar algo de mi pasado, pues no exigia nada, parecia conformarse con verme cada lunes y miercoles en la biblioteca solo verme, por que yo aun no estaba listo.
POV Ken
2 meses saliendo con Leo y aun no podia tomar su mano, habia algo mal, algo mal con el , no sabia que habia sido, que le pudo haber pasado pero no podia entenderlo, solo sabia que desde el primer momento cuando tome su mano senti su miedo, su inseguridad, desde ese momento me he mantenido lejos de el, tratando de no incomodarlo, solo disfrutando nuestras largas charlas acerca de libros peliculas o cualquier cosa que pasara por mi mente en ese momento.
Aun despues de este tiempo no sabia mas de lo que sabia la primer noche que salimos, su nombre y telefono, mientras el conocia todo sobre mi, todo, incluso conocia a mi mejor amigo, al que no le agradaba debo decir.
Suspire de nuevo, esa mañana habia recibido un mensaje diciendome que no podria venir a hablar conmigo a la biblioteca como todos los miercoles, que algo le habia surgido… algo de que? Me pregunte, no sabia si estudiaba si trabajaba… no sabia nada.
Suspire de nuevo pegando mi frente al mostrador, yo tenia la culpa de todo por enamorarme de alguien tan extraño y misterioso.
Me removi en mi asiento mientras entraba en un remolino de emociones autodestructivas, todas llevandome a la misma conclusion, el no queria nada serio, no es que fuera yo si no el, bueno, el tenia problemas eso era seguro, tal vez yo solo era un amigo, un amigo enamorado de el, que trataba de hacerlo sonreir siempre.
Las siguientes dos semanas fueron tortuosas, no habia resivido ningun mensaje suyo y tampoco alguna visita, no habia tenido señales de que estuviera con vida, no habia nada, el simplemente habia desaparecido y yo parecia morir, ni el mas delicioso pastel podria salvarme del abismo que me esperaba, una depresion amorosa marca diablo si no recibia alguna señal de que ese chico habia existido.
Un mes despues era arrastrado por un loco N tratando de sacarme de mi burbuja de infelicidad llevandome a un club, nada mejor que ver parejas felices bailando, o tratar de ser violado por un anciano…
Pero funciono me senti feliz, parecia por fin recuperar algo del amor propio que Taekwoon se habia llevado…
Al dia siguiente desperte sintiendome mejor de lo que me habia sentido en un mes, me di una rapida ducha para dirigirme a mi escuela , sonriente al fin, me dije al mirar la pequeña sonrisa que se formaba en mi cara, un zumbido me saco de mi ensimamiento, un mensaje sencillo, pero tan fuerte que hizo que callera sobre mis rodillas tratando de contener las ganas de gritar, “te extraño” , con solo esas dos palabras de Leo mi recuperacion se habia ido al carajo, me reisiti a contestar y aleje el celular lo mas que pude de mi, poniendolo en el fondo de mi mochila mientras corria para alcanzar el autobus, sin poder evitar ocultar mis suspiros fui reprimido por N y Ravi que no podian creer que fuera tan ingenuo.
“es un maldito, solo quiere jugar contigo” me decian insistiendo en que el sabia cunado llamar para seguir creando esa dependencia, pero dijeran lo que dijeran ese mensaje me habia parecido sincero, demasiado sincero.
Saliendo del trabajo y mientras abordaba el tren no dejaba de mirar en todas direcciones tratando de encontrarlo, aunque sin lograrlo.
Al llegara la puerta del edifcio donde se encontraba mi apartamento vi una silueta recargada en el muro, mi corazon parecia quere escapar de mi pecho al reconocer el cabello pelirrojo y sus ojos clavados en mi como la primera vez.
No me di cuenta de lo que hacia, solo corri para rodearlo con mis brazos enterrando mi cara en su cuello ahogando mis sollozos.
Sus manos permanecieron colgadas a sus cosatados por un minuto para despues lentamente colocarlas a mi alrededor, apretandome contra el.
“realmente te extrañe” me susurro en el oido “demasiado”
Suspire tratando de controlarme, queria saber por que se habia ido, pero no quieria dejarlo ir de nuevo.
El me ayudo con eso, se separo lentamente mirandome a los ojos, “vamos” me dijo indicando una banca cercana, “tenemos que hablar”.
Esas malditas palabras.
Mis ojos seguian llenos de lagrimas, pero si antes eran de felicidad ahora esperando que comenzara a hablar era de sufrimiento, para que regresar si ya no queria estar conmigo pense
“yo… “ comenzo “a mi realmente me gustas Jaehwa, realmente me gustas” lo repitio como tratando de que lo entendiera, “se que tal vez no lo entenderas, y es mi culpa, no debi involucrarme con nadie, no hasta poder ser yo de nuevo, pero apareciste y no podia hacer otra cosa que verte, por que desde el primer encuentro con tu mirada me senti seguro… pero, aun no estoy listo para lo que tu quieres, no “ dijo limpiando las lagrimas que salian de mis ojos “no llores, no me guta verte asi… no es tu culpa! Es de otra persona, alguien que me irio demasiado y me hizo construir murallas alrededor de mi corazon… pero” levanto mi cara para que lo mirara “me daras tiempo? Tiempo para derribarlas? Tiempo contigo… me ayudaras a derriblarlas?” asenti, todo lo que queria era estar con el.
Me rodeo con sus brazos disculpandose miles de veces en mi oido por hacerme sufrir tanto.
Decidimos seguir viendonos como amigos hasta que el se sintiera seguro, yo estaba desidido a esperar, y si el iba a estar junto a mi, entonces no habia problema, algun dia, y no me importaba cuando, el estaria listo para amarme como yo a el.