Capitulo 1: Prólogo
El día de hoy se oficia una boda en la cual yo debería ser el novio, pero no es el caso. Ya que esa hermosa mujer vestida de blanco con los orbes brillantes de la más pura felicidad, me cambio por mi hermano menor; no es que eso me afecte, desde el principio me importo muy poco mi forzada y desgastante relación con esa mujer siendo el sentimiento reciproco. Aun asi no puedo ser indiferente al hecho de que la situación de mi hermano es similar, por no decir peor a la mía.
Por más verdaderos que sean los sentimientos de amor de ella por mi pequeño hermano, no dejo de pensar que este matrimonio solo va a causarle dolor a Sasuke.
El puede engañar a todos los que poco le conocen con su habitual inexpresividad, pero para mí, que he pasado casi toda mi vida a su lado, me es muy fácil saber que en estos momentos mi hermanito está resignado y por demás vacio, siente que no le queda nada más en la vida.
Si no estuvieras de espaldas, si pudieras ver esos lindos ojos azules que te miran con tristeza casi suplicando que te retractes, expresando con ese simple deje desvalido cuanto te necesitan, cuanto te aman…
Si lo hicieras Sasuke, ¿podrías continuar con esto?
6 meses atrás…
En la sala de juntas de la empresa “Perfectum inviso”, se encontraban los propietarios discutiendo y anunciando lo que sería la boda, por no también decir el negocio del siglo. Todo estaba perfectamente planeado. El hijo mayor de la familia Uchiha y por lo tanto heredero principal de Perfectum inviso y demás propiedades se uniría en matrimonio con la única heredera de una prestigiosa cadena de hoteles.
Itachi Uchiha y Sakura Haruno serian vistos como la más bella pareja del mundo corporativo, ambos adinerados, ambos famosos, ambos hermosos e inteligentes y sobre todo miserables. Ninguno quería aquella unión, por lo menos no por los motivos correctos; pero daba igual todo recaía en darse beneficio económico mutuo.
- Bien Srita. Haruno, espero este conforme con el acuerdo - comento su futuro suegro.
- Por supuesto, aunque quisiera pedirle algo si no es mucha molestia Fugaku-san - el hombre se inclino un poco para escuchar la petición de la peli rosa - podrían dejarme a solas por unos minutos con mi prometido - susurro delicadamente, Fugaku sonrió levemente y con arrogancia, de la única forma que podía hacerlo, para indicarle que se cumplirían sus deseos.
- Claro - soltó el hombre mientras le indicaba a sus socios que se retiraran de la sala para que los jóvenes prometidos pudiesen charlar tranquilidad.
- Haruno-san - exclamo Itachi, entendía perfectamente que aquella mujer necesitaba de privacidad para poder intimar con palabras, después de todo no se conocían más que por unas cuantas veces que por casualidad se habían topado en alguna reunión corporativa o social solo por ocio y nunca habían cruzado más de cinco frases; la mujer era una completa desconocida pero esperaba que no fuese como la imagino en ocasiones anteriores, una niña de papi y mami que a pesar de tener dinero no tuviese tema de conversación o en su defecto tuviese una personalidad horrible que le diera al traste a su precioso rostro.
- No tengo que ser hipócrita con usted - dijo la peli rosa - puedo ver en sus ojos que es igual de cínico que yo - sin esperarlo la mujer resultaba interesante, tanto como para que su mirada permaneciera en su persona por más de tres segundos, la mujer se acerco al mini bar de la sala de juntas y sirvió dos tragos de whisky, puso uno frente al moreno y seguido de eso se sentó frente a él.
- No sé si lo que acaba de decir es un cumplido - expreso sonriente el de ojos negros con su trago en la mano.
- Deja las formalidades para con los viejos con los que trabajas Itachi-san.
- De acuerdo - acepto sin problema.
- Bien a lo que voy es simple, no nos amamos y si vamos a ser marido y mujer quiero tener una vida tranquila asi que ante el mundo entero seremos el matrimonio más perfecto pero cada quien hará lo que le plazca con su vida personal, ya sea que busques a alguien más o lo haga yo, después de eso, si estás de acuerdo, me atrevo a decir que seremos los mejores amigos - termino de decir la de ojos jade para darle un profundo trago a su vaso y clavar sus lindas orbes en los oscuros ojos de su futuro marido. Estaba más que contento con eso, la chica sí que le había sorprendido con esa actitud tan poco común y su propuesta magnifica, tal pareciera que kami se apiadaba de él y en lugar de enviarle una fastidiosa prometida, le dio una amiga bastante liberal.
- Me parece perfecto, me encanta la idea de una mejor amiga - soltó con una sonrisa el moreno.
Después de eso, la joven le sonrió y con un beso en la mejilla se despidió de él; en ese momento no pudo evitar pensar que tal vez el futuro no le deparaba algo tan jodido.
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La atmosfera era pesada y el largo silencio bastante incomodo, lo imaginaba peor que eso. Esperaba que al confesarle a su mejor amigo aquella cuestión este le mirara con mala cara antes de gritarle una sarta de pendejadas que lo dejarían mas dolido e incomodo de lo que ya pudiera sentirse y después se largaría para no dirigirle la palabra en lo que le restara de vida. Todo resulto mejor de lo que esperaba pero no por eso se sentía menos contrariado.
- Asi que eres homosexual - soltó de repente el pelinegro, dándole un tono particular a la frase que la hacía sonar como una afirmación para si mismo y no un comentario para su rubio amigo.
- Si - respondió en un susurro el otro.
- Siendo asi, solo me queda preguntar algo - exclamo el mayor con su expresión imperturbable de siempre - ¿estás enamorado de mi? - no tenía idea de que contestar, esperaba no ser tan obvio respecto a sus sentimientos, esperaba ocultarlos tan bien como lo había hecho con su inclinación pero tal parecía que como siempre, era un libro abierto para esos rasgados y brillantes ojos negros. No tenía deseos de contestar a esa pregunta, había huido de ella desde hacía demasiado tiempo, tanto que se resigno a no tener que responderla, a no tener que enfrentarse a esa fría y oscura mirada que le dedicaba su amigo. Porque Naruto Uzumaki sabía que su mejor amigo Sasuke Uchiha no odiaba a los gays, sabía que nunca le rechazaría solo por gustar de los hombres y que jamás dejaría de tratarlo como un ser humano, pero si se trataba de ser el objeto de sus sentimientos, Sasuke en la vida lo volvería a tratar como antes.
- No necesitas contestarme, me basta con ver tu cara - dijo el mayor se mientras se levantaba, los ojos de Sasuke miraban en todas direcciones menos el rostro del rubio, este suponía que ya era demasiado molesto lidiar con esa declaración como para no quitarle la mirada de encima como si fuese un jodido acosador. Para el también era incomodo, en realidad era mucho más que eso, porque no solo sentía que parte de su mundo le era desconocido sino que además lastimaba los sentimientos de una chico como Naruto, que ante sus ojos era demasiado sensible e idiota como para reponerse de un rechazo que viniera de el. No es que le hubiese dicho que le amaba, pero según su corta experiencia Sasuke sabía que el que calla otorga.
- Sasuke - le llamo el ojiazul, al notar que la mente del moreno se encontraba muy lejos de ahí.
- Realmente la cagaste toda ¿sabes? - expreso el Uchiha mirándole nuevamente. El rubio sintió algo oprimirse en su pecho - pero - continuo diciendo el pelinegro mientras le tendía una mano para que se levantara del suelo - si te olvidas que estas enamorado de mi de la misma forma en la que yo me olvidare que me entere de ello, todo será como antes ¿Qué dices dobe? - la opresión no se iba, al contrario, crecía hasta que no sentía correr el aire en sus pulmones; él quería eso ¿no?, quería que Sasuke le tratara igual que antes pero si asi era porque sentía que su interior se rompía lentamente.
- Que está bien - respondió el rubio con una sonrisa, el moreno la correspondió y después de escuchar la campana del receso el moreno se despidió, argumentando que tenía algo importante de que encargarse. Una vez que le dio la espalda al menor no pudo evitar poner una expresión enigmática que solo podía catalogarse como un intento de mueca triste. En cuanto a Naruto, el seguía sonriendo como siempre, hasta que su rostro comenzó a relajarse, sus ojos a abrirse y esa enérgica sonrisa se transformo en una desganada, sus ojos se humedecieron y una solitaria lagrima resbalo por su mejilla derecha.
- Supongo que… quisiste ser amable ¿verdad? Sasuke - susurro el rubio mientras se refregaba los ojos.
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En la casa Uchiha se encontraban charlando plácidamente los futuros esposos, al lado de los padres del novio; ya que la pelirosa hacía dos años que había perdido a su padre, en cuanto a su madre, esta falleció cuando era muy pequeña.
- Es un gusto tenerte aquí Sakura-chan - dijo la madre de Itachi, Mikoto, mientras le ofrecía una taza de té a la de ojos jade.
- Gracias, igualmente estoy feliz, después de todo Itachi y yo nos estamos llevando muy bien a pesar de que solo llevamos un par de días conociéndonos - exclamo la joven, Itachi por su parte estaba bastante complacido, la chica no mentía, se estaban llevando bien, tal vez no como prometidos pero si como amigos.
En ese momento llego el hijo menor de la casa Uchiha, encontrando en la sala una magnifica reunión de la que por supuesto no quería formar parte.
- Sasuke qué bueno que has llegado - comento la mujer de largos cabellos negros - es un buen momento para que conozcas a alguien - el moreno puso mala cara pero de igual manera se acerco al sillón principal.
- Hola otouto - saludo el mayor Uchiha.
- Hola.
- Sasuke, ella es Sakura Haruno, la futura esposa de Itachi - la joven pelirosa se levanto de su asiento mientras dejaba la taza de té en la mesa de centro para poder quedar frente a frente con el que sería su cuñado - Sakura, mi hijo menor Sasuke - concluyo la pelinegra para que ambos jóvenes pudiesen estrecharse las manos.
- Es un placer - expreso la de ojos jade.
- Igualmente - soltó sin mucho interés el menor.
Parecería un encuentro casual, sin importancia y lo hubiera sido. Si Sakura Haruno no hubiese sentido esas cosquillas cuando toco su mano, si sus ojos no hubiesen brillado de una manera tan especial, si Sasuke no la hubiese visto como la mujer más bella que le hubiera tocado ver, si no la hubiese visto como una respuesta, como una escapatoria a su realidad y sobre todo si Itachi después de darse cuenta no lo hubiese dejado pasar se abrían evitado muchas cosas.
Muchas desgracias…
Muchos conflictos…
Muchas personas heridas…
Y más que nada, muchas lagrimas de personas…
Que no se merecían llorar…