Megane: William conoce la importancia de las "gafas" shinigami, no solo sirven para ver, de ellas depende su absurda "inmortalidad"
Invierno: En invierno ocurren las mejores vivencias, su primera misión y su primer beso bajo un traicionero muérdago.
Mio: -"Mio, eres mio!" -grita Grell entre lagrimas mientras golpea el pecho de William después de enterarse de que "su hombre" tiene novia. -"Lo se"- William responde y abraza con fuerza al destrozado pelirrojo.
Bebés: Platos salen volando por los aires, la casa de William es atacada por un torbellino de ira rojo, "bebés", un vientre que jamas engendrara vida, una cuna vacía y una obsesión. El segador obscuro se acurruca en una esquina con su amante, lo abraza para calmarlo, suaves caricias sobre los risos rojos hasta que la parca extravagante se queda dormido.
Intrusa: Una mujer roja, "Angelina" cautiva al shinigami carmesí, las calles de Londres se pintan de rojo, "Jack el destripador" es la sensación del mes.
Dolor: Madam Red, no puede tener hijos, un amor no correspondido, dos vientres vacíos, dos corazones rotos, una similitud entre muchas con la muerte escarlata.
Nostalgia: William toma entre sus manos un porta retratos que yacía olvidado en su escritorio, el único objeto personal del gerente que sobresale entre las montañas de documentos. Dos jóvenes en el marco rojo, cabellos despeinados y rostros juveniles, un alegre pelirrojo que se abraza del cuello de su mejor amigo, hay que saber leer entre lineas para descifrar ambas sonrisas el pelirrojo dice "el es mio" y el moreno estoico no lo niega y también reclama como suyo al menor.
Prostitutas: Las rameras de Londres mueren desolladas por montones, no hay explicación alguna aparentemente, pero sí, deben ser castigadas por sus pecados, la muerte sin misericordia, en manos de los amantes escarlata
Traición: Grell lo dio todo por su señora, rompió reglas y le entrego su corazón, ella se convirtió en una mujer común una más del montón, los sentimientos la vencieron, ya no vale la pena que viva, el rugir de un motor es el fin de Madam Red.
Decepción: William camina en silencio por los callejones húmedos y sombríos de Londres, arrastra un cuerpo inerte, posiblemente moribundo, no puede creer que Grell abandonara sus obligaciones, que "lo abandonara a el" por rebajarse a trabajar con un vulgar humano.
Frágil: Es el día del juicio y Grell no se ha deshecho de esa ridícula gabardina roja de su ex amante ya muerta, William esta celoso, odia ese trozo de tela, le recuerda a la mujer que le robo una temporada a su empleado, al maldito demonio Michaelis, los cientos de horas extra que tuvo que trabajar y en especial le recordó el echo de que su amante lo puede abandonar en cualquier momento para jamas volver, William se sentía indefenso.
Roto: Quejidos y sollozos de angustia despiertan a William. -Angelina- sale de los labios pálidos de la parca roja, Grell llora en sus sueños, William trata de despertarlo pero el pelirrojo esta profundamente dormido, aun así no deja de llorar y quejarse, solo entonces el segador obscuro se da cuenta de que Grell esta roto, Angelina termino por romper a su amada muñeca carmesí.
Respirar: Los shinigamis no necesitan respirar para vivir, los únicos signos de vida que presentan son el latir de sus corazones que irrigan sangre con fuerza a esos cuerpos inmortales y eternamente jóvenes. Aun así, esos pulmones son capases de jalar oxigeno. Dos cuerpos, la lujuria el deseo, la agitación. William disfruta el ver dormir a Grell, su pecho plano quieto, no sube ni baja no respira, tan tranquilo tan quieto, tan "muerto", solo así la hiperactiva parca se queda quieta.
Corsé: William abotona cada brillante botón de oro de aquel ajustada y asfixiante prenda femenina, no entiende porque las damas gustan de torturar de tal manera sus cuerpos, William queda un momento hipnotizado ante lo que se presenta frente a sus ojos, la tela se adhiere tan bien a la delgada figura de Grell, acentúa su cintura y lo hace ver cual mujer perfecta, "su mujer" perfecta, sus omóplatos y clavícula resaltan en el escote de aquel vestido rojo.
Verde neón: Sus ojos son como los de todos los otros shinigamis, verde-amarillo, mismos que brillan en la obscuridad al igual que los ojos felinos, verde neón cual gato que acecha a su presa en una noche estrellada, aunque estos se resaltan por las pestañas postizas, la sombra y maquillaje, pero eso no es lo que los hace únicos lo que los hace diferentes es que en ellos solo se refleja un hombre, siempre el mismo, Grell no tiene amor para nadie más que para su William.
Inmortal: La inmortalidad podría considerarse demasiado para algunos, en especial para los dioses de la muerte, la fidelidad no formaba parte de su rutina, vivir con alguien por siempre no era lo ideal para muchos, la vida se vuelve monótona y aburrida, pero no para William, con Grell a su lado siempre habían sorpresas, una eternidad a su lado era poco.
Death Scythe: Las guadañas de los shinigamis, cumplían con tres funciones, segar vidas, almacenar cinematic records y salvaguardar sus propias vidas de alimañas roba almas. La guadaña de Grell estaba manchada de sangre inocente en algunas ocasiones, los mortales debían pagar por la frustración del pelirrojo bipolar. La guadaña de William, siempre pulcra, inmaculada el gerente se sentía orgulloso del buen uso de su instrumento de trabajo, a excepción de la sangre de Grell, frecuente mente el polo de poda servia para corregir a la parca.
Cinematic Record: Los shinigamis deben trabajar sin esbozar ni una sonrisa, sin sentimientos, deben ser hombres estoicos y fríos a la hora de tomar decisiones, pero eso cambio el día que William tuvo que cosechar el alma de Grell, los recuerdos, los sentimientos, una debilidad imperdonable, si el gerente no podía cumplir con su labor al pie de la letra entonces era hora de jubilarse. El hombre guardaría consigo el registro de su amante para la eternidad, una eternidad sin Grell. Ahora ser inmortal era un castigo.