- ¿Por qué haces esto? – preguntó aburrido por la actitud de su amigo.
Luhan sonrió para sí mismo y corrió el dorso de su mano hacia su mejilla, antes que una lágrima resbalara más allá. Levantó la cabeza, sintiéndose un poco más seguro de lo que iba a decir. Aunque en un principio solo quería llorar y llorar más hasta que se quedara sin lágrimas y se sintiese más ligero de lo que ya era. Se puso de pie y se acercó un poco más a su amigo, que lo miraba preocupado y apenado al mismo tiempo.
- ¿Cómo soportas la forma en la que te trata? – reprochó molesto – Es un imbécil, es natural de él – respiró hondo mirando de lado – ¿Por qué te gusta tanto, que tiene de especial?
- Yo solo quiero estar a su lado – respondió de inmediato; sorbió su nariz y contuvo sus lágrimas, fallando una y otra vez.
Caminaron lento, sintiendo el frío intenso del amanecer de invierno. Jong In rodeó en un abrazo a su amigo, sorprendiéndolo un poco y reconfortándolo a la vez. Odiaba a Oh Sehun con toda su alma, con toda su vida y si fuese posible, con todas las fuerzas que tenía para vivir enamorado de su mejor amigo, y quedarse callado, sufriendo en silencio y aguantándose las ganas de matar al primero que lo lastime.
Compró un cono de helado para los dos. Luhan parecía perderse en su mundo, en sus pensamientos, mientras que Jong In se desesperaba por regresarlo al mundo real y robar un poquito de su atención. Aunque en su estado, le era más difícil. Inclinó un poco el helado y rozó la punta con la nariz del rubio, sonriéndole divertido.
- Me asustaste – habló bajito, sonriéndole a sus jeans ajustados. El moreno bufó y alejó el helado de su boca.
- Ya te pareces a él hasta en lo inexpresivo. ¿Enserio vas a seguir así Luhan?
Luhan’s POV
¿Cómo hacerle entender por un segundo el dolor del rechazo? Jong In no puede comprender nada, a mi parecer; pero se queda junto a mí, siempre lo hace, siempre lo ha hecho, y lo aprecio tanto, pero necesito soledad, necesito espacio y él no ayuda mucho en este momento. No es como si fuese a morir, pero las palabras de Sehun dolieron tanto. Simplemente, fueron crueles.
- Puedo hacerlo solo, no te conozco y no me interesa hacerlo; yo hago el trabajo por los dos y tu luego me pagas.
“No te conozco y no me interesa hacerlo”
Luego de eso, pensé en darme por vencido. Y aunque ya han pasado dos años de que lo conocí, esta es la primera vez que nos toca hacer algo juntos y a él simplemente no le importa. ¿Cómo alguien puede ser así de frío? Y lo peor es que habiendo tanta gente en la escuela, en la calle, en el mundo, yo solo podía mirarlo a él, observarlo de lejos e imaginar que en algún momento me miraba y hasta me sonreía. Pero eso nunca pasaba. Fueron incontables las veces que corría a la cafetería para encontrar un buen sitio cerca de él, y observarlo, dedicarme solo a eso por largos y varios minutos sin cansarme. Los días que faltaba a la escuela, me quedaba en el aula observando obsesivamente su asiento vacío, y me sentía irremediablemente enfermo, necesitado, me entraban las ganas de llorar, y entonces intentaba dormir hasta que Jong In aparecía y empezaba a acariciar mi cabeza, tranquilizándome.
Mi peor recuerdo de Oh Sehun, porque de él solo tengo recuerdos y cosas muy tristes y de alguna forma dañinas para mí; fue cuando me enteré que andaba con novia. Y una vez, una vez que yo decidí quedarme en el aula ayudando a Jong In con unos ejercicios, el entró siendo sujetado de la mano por esa chica, que sonreía contenta, y hasta saltaba en vez de caminar; recuerdo perfecta y tristemente como se acercaron hasta la mesa de él, y empezaron a besarse, olvidándose de que Jong In y yo aún estábamos ahí. Ella sostenía la barbilla de Sehun y lo besaba con algo de rudeza, sintiéndose la dueña de su boca, de todo él. Tuve ganas de llorar y hacer una pataleta de niño pequeño y berrinchudo. Pero me contuve, no recuerdo muy bien como, pero salí caminando a paso lento hasta los baños, seguido por Jong In, la única persona en el universo que sabía de mi opción sexual y de quien andaba idiotamente enamorado, y peor aún, no correspondido.
En las vacaciones lloré tanto que mamá pensó que un amigo cercano había muerto. No pude explicarle el por qué de mi llanto, solo dejé que me abrazara hasta dormirme. Creo que Sehun nunca volteará a mirarme como algo más que un bulto andante por la escuela, un chico más del montón. Sin embargo, había algo que me decía que aún no era tiempo de rendirse, aún quedaba este último año, aún tenía tiempo. Pero yo ya me estaba cansando de ser tratado como un ser invisible ante sus ojos, y las pocas veces que teníamos un poco más de contacto, era tratado de la misma forma, era como si él le hablase al aire, o como si simplemente evitara mirarme; y lo odiaba tanto por eso, y me odiaba más a mí por enamorarme de un tipo como él.
Un chico se había transferido a nuestra clase. Pero no recuerdo ni su nombre por andar tan concentrado mirando a Sehun dibujar o hacer no se qué. Su pequeña bolsita con lápices o algo así tenía un espejo pequeño colocada a un extremo. Supuse que aparte de ser frío y detestable también era vanidoso, y sonreí después de encontrarle un defecto más. ¿Está bien? ¿Está bien que me haya enamorado hasta de sus defectos?
- En el asiento vacío Sr. Yixing.
Escuchaba suaves murmuros a lo lejos, hasta que me despegué de la cabellera castaña de Sehun para mirar a mí alrededor encontrándome con el chico nuevo sentado a mi lado. Estaba sorprendido y creo que mi cara lo hacía mucho más obvio. Él rió bajito y abrió sus labios, pronunciando un hola sin sonido. Yo asentí con mi cabeza y sonreí bastante avergonzado.
Y regresando a mi sufrimiento constante, ahí estaba él, alejándose de la chica que había sido su novia. Y yo sonreía feliz para mis adentros, aunque eso no cambiaba mucho; él seguía siendo frío y poco amable.
De repente me moría de ganas d ir al baño. Había tomado demasiado bubble tea y mi vejiga parecía descontenta. Salí apresurado de la montonadera de sillas y todo el alboroto que había a la hora del receso y juro que gracias a mis ganas de ir al baño, Sehun me detestó quizá más.
Estaba a unos metros de la puerta, y entonces el entró con una bebida en sus manos, tomándola muy tranquilo; creo que no observé muy bien ese último detalle y pasé corriendo chocando con él, dejando que el líquido de su bebida se corra por su camisa y parte de su chaqueta. Y sentía que me mataba con su mirada; levantó la cabeza de forma lenta y amenazante y aventó con rabia la botella, mientras yo intentaba levantarme avergonzado. Aún recordaba a mi vejiga y sus amenazas explosivas. Quise correr de nuevo y salir, pero él me retraso, y juro que lo hizo apropósito. Caminó cerca de mí y chocó con rudeza su hombro con el mío, golpeándome con fuerza algo desmedida, haciendo que de por poco, cayera nuevamente al suelo.
Jong In observaba desde el marco de la puerta, y corrió hasta mí sujetándome justo de los hombros. “Es suficiente Luhan” dijo casi susurrando, y me puso a un lado, encaminándose hasta Sehun para hundirle su puño en la cara. Y parecía que eso aún no le era suficiente.