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DOS EXTRAÑOS por karenka sutcliff

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Notas del fanfic:

TRILOGIA GRELLIAM, ERAN TRES FICS DIFERENTES PERO CORTOS ASÍ QUE PARA PODER SUBIRLOS TUVE QUE PONERLOS TODOS JUNTOS, ESPERO LES GUSTEN. GRACIAS.

Notas del capitulo:

 


¿y bien?, ha sido todo, se que quieren lemon perooooo no aquí, jajajjaa prometo mucho lemon, mucho y tal vez algo hard para la secuela de "SHINIGAMIS Y MINIFALDAS". Aaaahh y ya estoy planeando un SebasxCiel, ese no tendrá lemon pues apenas estoy conociendo a la pareja y no quiero arruinarlo, sean me pacientes.

gracias.

"DOS EXTRAÑOS"

Un punto "rojo" en un mar negro, la monotonía, hacia ya una década de que Grell se había marchado, no más lagrimas, no más dolores de cabeza ni horas extra, no más rojo, no más Grell, un error tonto los separo, el orgullo los venció. Centenares de cartas sin enviar, llamadas sin realizar, un cambio de sucursal y pensaron todo ya olvidado, la "vida" sigue, la muerte también. Los amantes van y vienen, las almas se cosechan, juzgan y almacenan.

Una misión en el extranjero, "un nuevo comienzo", William puede divisar a lo lejos esa melena de fuego, su ex-subordinado, ex-amigo y ex-amante.

Grell puede sentirlo, lo creyó olvidado, pero sus ojos se iluminan, su primer impulso es correr, pero decide no hacerlo, ambos están dudosos de actuar, no están seguros, ¿sera?, ¿no sera?, uno en un millón las casualidades no existen, el destino los ha reunido otra ve.

-Will... William.- saluda tímido el pelirrojo.

-Sutcliff.- William parece indiferente.

-Ha sido un largo tiempo ¿no?- sonríe Grell.

-bastante.- se aclara la garganta el segador obscuro.

Ambos quieren abrazarse, pedirse perdón, aprovechar el momento, pero no, son muy débiles para eso, una reverencia pequeña y ambos siguen su camino como si nada importante hubiese existido para ambos en el pasado, ahora son dos extraños.

-Will...-Grell se detiene y llama a su colega, William se detiene pero no voltea, de verdad desea que esto no este pasando, sus vidas son mejores ahora por separado, no quiere caer en el amor, el es un hombre sabio, suspira y voltea.

-Will, si no tienes nada que hacer, ¿crees que podríamos tomar un café?.- la muerte roja sugiere en un intento de arreglar las cosas.

-Lo siento Sutcliff, por el momento no puedo.- William se maldice por dentro.

-Oh, esta bien, hasta luego Will.- Grell se siente idiota, debió haberlo sabido. Nuevamente los hombres se despiden y continúan con su camino.

-Pero si gustas, podemos ir a comer juntos mañana, ¿donde te alojas?.- William habla con una sonrisa en su rostro estoico, una sonrisa que solo Grell puede descifrar.

-Oh Will!- Grell reprime un grito y un abrazo, no, es muy pronto, mañana sera el gran día. Grell saca un papel y anota su dirección, entrega el trazo de papel al moreno. William lo guarda con recelo, ahora es lo más valioso que tiene. Ambos se despiden nuevamente y se marchan en direcciones contrarias.

Después de todo William nunca fue un hombre sabio y ellos no eran dos extraños.

"LA SEPARACIÓN"

William suspira con fastidio y arroja a un lado los documentos que examinaba hace unos instantes, un punzante dolor de cabeza lo ataca, no entiende porque Sutcliff no puede trabajar sin cometer errores, "¿a caso pide mucho?", día a día, reportes y quejas sobre su empleado, muertes injustificadas, cadáveres desollados sin razón, trabajo atrasado y horas extra son el pan de cada día, William no lo entiende, pensó que al corresponder los sentimientos del pelirrojo este se aplicaría en el trabajo, pero solo parecía empeorar, William no deseaba regalos ni besos, lo único que pedía como prueba de amor era que el pelirrojo cumpliera con sus deberes, solo eso, ya había intentado con todos los castigo inimaginables, cariño, sexo, golpes, reducciones salariales, descenso de categoría, todo y nada parecía funcionar.

-¿Me llamaste Will querido?- Grell entra a su oficina en ese momento, hace más de una hora que lo llamo y este engreído hombre amanerado no se dignaba a aparecer.

-Sutcliff, nuevamente hay más reportes y quejas sobre ti.- William dice molesto.

-Vamos cariño, sabes que hago mi mejor esfuerzo, de verdad no puedes castigarme por amarte tanto.- el pelirrojo habla mientras se acomoda en el regazo de su jefe, las ultima frase la dice con un tono de lujuria susurrada al oído de su amante estoico.

-Sutcliff.- reprende William.

-Will, tu boca dice no, pero tu cuerpo me dice que si cariño.- Grell dice entre risitas, mientras provoca la excitación de su novio y jefe.

William suspira y levanta al pelirrojo de su asiento incomodo, de verdad lo que Grell quiere Grell lo consigue, William observa el reloj de la pared, solo media hora falta para que su jornada termine, "no hará daño si se retira antes por primera vez en su vida ¿cierto?". Los segadores de almas se marchan del despacho, decenas de miradas los acusan, todo el despacho sabe que son amantes, esto no esta prohibido pero le ha causado muchos problemas al gerente, aunque ha querido mantener un perfil bajo con respecto a su relación con el pelirrojo, es obvio que tiene favoritismos con la parca roja.

Al llegar a casa William suspira, el lugar esta desordenado, el quiere mucho a su pelirrojo amante, pero no esta muy de acuerdo en vivir juntos, el necesita su espacio personal libre del desorden libre del rojo, libre de Grell, pero los pucheros y berrinches de la parca lo han obligado a acceder, aunque no le ha permitido a Grell traer muchas cosas a su departamento, el pelirrojo se ha extendido cual enredadera.

Grell entra a la cocina y toma una botella de vino, la abre y sirve dos copas, una para el y una para William, el moreno no considera buena idea beber, pues sabe que el pelirrojo tomara hasta lograr emborrachar a ambos y tener sexo loco y salvaje, mismo que William en su sano juicio se niega a practicar. Pero como ya hemos dicho, lo que Grell quiere, Grell lo tiene, aunque pagaría caro por unas horas de diversión.


Los rayos del sol se cuelan entre las cortinas por la ventana, la luz molesta al durmiente William, gira sobre su costado para no irrumpir su sueño, pero un bulto a su lado le impide terminar la maniobra, William abre los ojos, todo es borroso, no recuerda bien que paso anoche, pero un agradable aroma a rosas le dice quien le acompaña en la cama, "Grell", el moreno sonríe pero de repente su corazón se acelera, late con mucha fuerza, el moreno se sienta rápido y busca sus gafas en la mesita de noche, no las encuentra, empieza a maldecir mientras las busca por el suelo y esto despierta al pelirrojo.

Grell se levanta de su lugar, le duele un poco la cabeza, tiene algo de resaca, bebió demasiado anoche, pero este dolor valió la pena por lo que hizo con su amante, le duele todo el cuerpo, la parca se levanta y consigue los anteojos de William, se inclina en el piso frente a el y se los coloca.

Ahora William ya no esta ciego, es un alivio para el, pero algo esta mal, el moreno mira el reloj de su recamara, 12:00 pm, es medio día y sigue en su casa, debió salir desde las 6:00 am.

William se pone de pie rápido y comienza a vestirse, una mano delgada lo toma por la muñeca, Grell sonríe y hace un gesto invitándolo a regresar a la suave cama, William frunce el ceño, la resaca lo esta matando, sabia que no era bueno permitirle a Grell entrar a su vida. El hombre se suelta bruscamente del agarre de su subordinado y amante, empuja a grell con el hombro para abrirse paso fuera de la recamara, Grell pierde el equilibrio y cae en la cama, esta algo sorprendido, de repente algo golpea bruscamente su rostro, William le arroja su ropa y le exige vestirse, puede notar en la cara de su amante la ira inconmensurable.

-Es muy tarde Sutcliff, te lo dije anoche, no debimos beber, ahora vístete debemos darnos prisa.- William dijo después de arrojar la ropa al pelirrojo.

-Will, cálmate, hay tiempo.- Grell trata de calmar el ambiente.

-¿Tiempo?, maldita sea Sutcliff, no puedes hacer otra cosa más que pensar en ti y en tus idioteces?, tu ineptitud nos perjudica a todos, no solo a mi , toda tu holgazanería afecta a todo el despacho.- William ya no piensa en lo que dice, las palabras salen sin control de sus labios.

-De verdad no entiendo como puedo amarte, eres horrible.- William sigue despotricando contra el pelirrojo que aun sigue en la cama, este esta en shock y no se mueve, Grell se aferro a las sabanas, sus ojos se comienzan a llenar de lagrimas, claro que no es nuevo el echo de que William lo insulte, incluso le ha propinado golpizas tremendas jamas olvidara cuando aterrizo sobre su caneo enterrándolo en el pavimento la noche que lo salvo de morir en manos del mayordomo Sebastian, pero esto, esto era muy distinto, Grell no lo podía explicar, tal vez era por la resaca, no lo sabia pero estas palabras de su amante para el lo estaban lastimando en serio.

-No llores, si veo una sola lagrima salir de tus ojos, juro que te daré motivos para llorar de por vida Sutcliff.- William amenazo al ahora pequeño y humillado pelirrojo, lo tomo del brazo, tan fuerte que seguro sus agarre dejaría un moretón muy feo y lo saco de la cama, tirándolo al suelo.

-Te quiero en la oficina en cuanto llegues al despacho, no consentiré más tu mal comportamiento.- William salio de la habitación y azoto la puerta al salir.


La ira del gerente se multiplico por diez al llegar al trabajo, más quejas contra Sutcliff, además de que hoy tendría la visita de los aspirantes a shinigami, más el terrible dolor de cabeza y no era todo, William fue llamado por sus superiores, estaba en problemas y todo por culpa de Sutcliff.

Las quejas y reportes sobre la parca roja llegaron a oídos de los ancianos de la corte, si William ya no era capaz de controlar a su empleado, ellos tenían que actuar rápido. Para William, la decisión tomada fue un gran alivio, una carga menos sobre su espalda cansada.

Grell llego al despacho, tenia un semblante realmente fatigado, todos se sorprendieron el pelirrojo trato de llegar pronto a la oficina de William para no tener más problemas ni oír las preguntas impertinentes de sus compañeros, pero fue detenido por Eric.

-Sutcliff, parece que te arrollo un camión.- se burlo el rubio, pero esa palabras llegaron a oídos sordos, Grell paso de largo.

¿Grell?.- Eric alcanzo a su compañero y pregunto con un tono de preocupación en su voz, aunque el pelirrojo era difícil de tratar, cuando no estaban peleando ellos eran amigos por así decirlo.

-Eric, si vienes a molestarme, créeme que no estoy de humor.- amenazo el menor.

-Sutcliff!, Slingby!- William venia en camino de regreso y pudo ver a sus dos empleados hablando en la entrada de su oficina.

El gerente y su rojo subordinado se encerraron el la oficina, dejando a Eric fuera y muy confundido.

-Will, yo... de verdad lo siento, no quería causarte problemas, por favor discúlpame - Grell quería arreglar las cosas con su amante, pero lo que estaba por escuchar terminaría por romper aun más su corazón.

-Calla Sutcliff, olvídate ya de eso...- ante estas palabras Grell sonrió, "¿ había sido perdonado?".

-Tu no volverás a causarme problemas.- Grell se preocupo un poco por lo que estaba escuchando.

-Los superiores han tomado una decisión, visto el echo de que ya no puedo ni estoy dispuesto a lidiar con tu ineptitud, seras transferido a otra sucursal, dime a donde quieres ir, te enviare a donde tu desees y espero que en otro lugar te comportes y dejes de causar problemas.- William dijo mientras buscaba en sus cajones las formas necesarias para los tramites de re-ubicación, todo el tiempo en que hablo no volteo a ver a su empleado, en ninguna ocasión ni un poco.

-Will...- Grell entro en pánico, su amado William se estaba deshaciendo de el, ¿así tan fácil? ¿estaba harto de el?, ¿su amor se había terminado? o ¿es que nunca le amo?. Grell no quería escucharlo, se tapo los oídos y comenzó a tararear una melodía extraña y sin sentido.

-Idiota, desgraciado.- Grell abofeteo a su jefe y salio de la oficina azotando la puerta, corrió hasta su propia oficina y comenzó a empacar sus cosas en un caja, no quería estar en el edificio ni un momento más. Al terminar se dirigió al apartamento de William, por sus pocas pertenencias que había metido de contrabando, una vez todo listo, arrojo la llave al sillón y cerro la puerta, no mendigaría el "afecto" de ese hombre desalmado, si no lo quería en su vida, estaba más que perfecto.

La jornada laboral termino y William regreso a su casa, la puerta de su departamento estaba abierta, esto le molesto, Grell siempre era tan descuidado, al entrar, noto que muchas cosas estaban tiradas, el pelirrojo desquito su ira contra el lugar, el segador obscuro frunció el ceño, era por esto que se deshacía de su empleado y amante, se sentía un poco mal por dentro, pero era lo mejor.

La noche llego pronto, una noche solitaria y fría, la primera de muchas de la próxima década, era extraño dormir sin el delicioso cuerpo de Grell a su lado, sin nadie a quien abrasar, sin nadie a quien "amar".


William llego al despacho muy temprano por la mañana, estaba más feliz este día, había dormido muy bien, con la cama para el solo. Al examinar los documentos en su escritorio, se topo con la orden de transferencia de su ex empleado Sutcliff, la orden fue autorizada por el jefe inmediato de ambos, Grell se había marchado a América, Estados Unidos para ser más precisos. No se volverían a ver nunca, William suspiro con resignación y continuo con su papeleo.

"DOS AMANTES"

 

Veinte minutos, veinte minutos de retraso, William suspira por enésima vez al ver su reloj, en realidad ya lleva media hora esperando en la cafetería como buen ingles, la puntualidad por encima de todas las cosas, llego al dichoso lugar diez minutos antes, pero el pelirrojo ya tiene 20 min. de retraso "tal vez debió ir por el a su casa como tenia planeado",

"Solo diez minutos más", se dijo a sí mismo William, aunque no debió de sorprenderle la impuntualidad de su ex colega. William no había ordenado nada aun, "estúpidos yanquis, no sirven otra cosa que no sea café", el paladar del exigente gerente Londinense solo gustaba de beber té con leche o crema, pero no café. El segador de cabellos obscuros suspiro con fastidio una vez más, una rápida mirada a su reloj le dijo que ya habían pasado 15 minutos más, William dejo unas monedas para pagar su cuenta, pero antes de que que se levantara de su asiento, una chirriante voz lo llamo.

-Will!, oh, lo siento tanto... Espera, te llamo luego... ¿Will?.- Grell se disculpaba y hablaba por teléfono al mismo tiempo, era difícil saber a quien se dirigía.

William quedo en un estado de parálisis no era que lo que tenia frente a sus ojos no fuera Grell, de echo era toda la esencia del pelirrojo, "rojo y atrevido", pero no era el Grell al que estaba acostumbrado a ver. "un joven alto pero no mas alto que el mismo William, muy delgado, facciones masculinas aunque finas y el maquillaje en todo su apogeo, esas largas pestañas postizas, labial rosa en los labios, pero... una playera negra con cuello en "V" que muestra su bien tonificado pecho plano, un dije con forma de cráneo cuelga de su largo cuello, pantalones entubados a la cadera sujetados a ese delgado cuerpo por un cinturón ancho y unas botas altas rojas "masculinas" y una chaqueta de cuero roja, William se alegra de que Grell al fin se deshizo de esa horrenda gabardina de Madam Red. Indudablemente es Grell, esa sonrisa de Cheshire reluciente como siempre, pero el moreno esperaba encontrarse con un pelirrojo más... "femenino", con un vestido tal ves, ¿a caso Grell había cambiado?, o ¿este siempre fue el verdadero Grell?. Aunque William tenia que admitir que este Grell Sutcliff versión masculina le gustaba mucho, tal vez más que Lady Grell.

-Will".- Grell llamo nuevamente.

-¿Eh?- William salio de su trance.

-Oh Will, lo siento tanto, el trabajo ya sabes nunca hay tiempo para socializar.- dijo sonriente el pelirrojo.

Ambos hombres pidieron algo muy ligero, café y un panecillo para Grell y William jugo, ambos estaban muy emocionados, un reencuentro después de tantos años, no sabían que hacer ni que decir, algo tonto, a sabiendas de que con anterioridad vivieron juntos.

-Dime Will, ¿que te trae a América?.- cuestiona curioso Grell.

-Trabajo.- dice secamente el moreno.

-A caso se trata de ¿Sebas-chan?.- Grell enarca una ceja curiosa y algo molesta, con anterioridad se encontró con ambos demonios, se encontraban huyendo, diferencias con los segadores. Grell sabia que estaba mal pero fue inevitable entablar una amistad con ambos.

-Hay rumores sobre que se traslado a Norte América, con su amo, como sabes, las alimañas deben ser erradicadas de inmediato.- Dijo William como si no se tratase de nada importante aunque Grell estaba molesto.

-Bien.- Dijo secamente Grell haciendo una seña de desdén con la mano izquierda dando a entender que no le interesa.

-¿Los has visto Sutcliff?- William no podía ser engañado.

-Bueno, hace mucho, no te voy a negar que ese mocoso se ha puesto muy guapo, pero nunca como mi Sebas-chan.- dijo Grell como una colegiala enamorada.

-Sabes que es traición ocultar el paradero de los enemigos ¿no?.- William dice en un tono algo amenazante.

-William, William, William.- Grell niega con la cabeza en símbolo de decepción.

-Usted no cambia ¿cierto? señor gerente...

-...Me encuentro a un viejo amigo, después de años sin verlo y este en lo único en lo que piensa es en el trabajo.- Grell suspira y se aprieta el puente de la nariz por la frustración. William trato de hablar y disculparse Grell tenia razón, pero fue interrumpido por el pelirrojo.

-Bien, ya que te empeñas en hablar del trabajo... tengo que decirte, soy gerente de la división de E.E.U.U.- dice con emoción la parca roja.

-Debo decir que me asombras Sutcliff.- William no mostró emoción en su comentario.

-Supongo... que me hizo bien alejarme de ti William.- dijo encogiéndose de hombros el pelirrojo, el ambiente se sentía tenso, se suponía que seria una agradable comida pero las cosa no estaban saliendo nada bien.

William esta a punto de contestar ante ese comentario pero una melodía extraña interrumpe la platica, el celular de Grell comienza a sonar, el pelirrojo contesta, discute un poco con quien se encuentra al otro lado de la linea.

-Disculparme un momento Will.- Grell se levanta de su asiento y sale del lugar.

Un suspiro, la resignación, y la decepción ahora... ellos eran... dos extraños, pasaron de ser amigos, a amantes y ahora a desconocidos, ¿como fue que paso?. Cinco minutos, Grell sigue hablando afuera del local, William lo observa detenidamente. El moreno paga la cuenta decide irse, no tiene sentido, nada tiene sentido en la vida.

Es grosero, no se despide, ¿pero cuando no lo ha sido en le pasado?, William sale de la cafetería y camina en sentido contrario al de Grell.

-Te he dicho que no, ¿a caso no pueden funcionar sin mi?... ¿eh?... espera, te llamo después.- El pelirrojo se da cuenta de que su ex-amigo se marcha y termina de inmediato la llamada, corre tras William.

William no quiere admitir que se siente mal, no quiere admitir que aun tiene sentimientos por Grell, que los ha tenido todo este tiempo, de repente algo detiene su avance, alguien lo abraza por la espalda fuertemente.

-Will... por favor, no te vayas, no me dejes... otra vez.- Grell alcanzo a William y lo abraza, tiene un nudo en la garganta. William se paraliza por la repentina acción de afecto desesperado que muestra Grell, hace un momento se veía tan seguro de si mismo y ahora el volvía a ser el mismo, la alegría por así llamarlo regresa al "alma" de la parca obscura. Ambos se abrazan y besan tiernamente pero con desesperación, se necesitan, sus cuerpos se reconocen, no son dos extraños, son dos amantes, que se han esperado toda la vida.

Notas finales:

¿y bien?, ha sido todo, se que quieren lemon perooooo no aquí, jajajjaa prometo mucho lemon, mucho y tal vez algo hard para la secuela de "SHINIGAMIS Y MINIFALDAS". Aaaahh y ya estoy planeando un SebasxCiel, ese no tendrá lemon pues apenas estoy conociendo a la pareja y no quiero arruinarlo, sean me pacientes.


gracias.


 


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