Posesivo
SebasxCiel
Era un día común y corriente en la Mansión Phantomhive, Ciel no tenía trabajo pendiente y Sebastian había hecho las tareas de la casa y se dirigió al despacho de su amo con el té.
TOC TOC TOC –Bocchan, le traje el té. -
-Pasa.- Tenia su barbilla apoyada en su mano derecha sobre el escritorio mientras Sebastian se acerca hasta el para servirle el té. Le paso la taza y una rebanada de pastel de chocolate con fresas y merengue y una chuchara, se pozo a un lado del escritorio mientras observaba a Ciel comer…
-Bo-bocchan…- Ciel empezó a lamer la cuchara, estaba tan concentrado en sus pensamientos que no se dio cuenta de sus movimientos.
Sebastian intento contenerse pero al final no lo consiguió, apreso un poco brusco los labios del menor que al instante se sonrojo, después de un rato reacciono, rompió el beso y le dio una bofetada al mayordomo, este bufo un poco enojado pero después volvió a apresar sus labios y lo recostó en el escritorio y sostuvo sus brazos arriba de la cabeza dejándolo inmóvil
-Se-bas-nhn… De-ten-nh.- El mayor aprovecho para meter su lengua volviendo así el beso más apasionado, el menor dejo de hacer fuerza y le respondía torpemente, el mayor lo soltó y empezó a meter su mano por debajo de las ropas del menor, empezó a bajar hasta su cuello y dejo una marca un poco notoria, iba besarlo de nuevo pero…
-Shieruuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!!.- Grito una Joven de cabellos rubios de nombre Elizabeth
Sebastian Bufo molesto –Maldita mocosa…- Antes de que la maldi.. Perdón corrijo Elizabeth entrara en el despacho, Sebastian arreglo todo pero no pudo desvanecer el sonrojo que aun persistía en las mejillas de su amo
-Uh? Shieruu?- La joven había entrado en el despacho- Te sucede algo?
-N-no es nada Elizabeth…- Tartamudeaba un poco y con un reproche la joven hablo –¡Lizzy!.- Ciel suspiro pesadamente –Esta bien… Lizzy…-
-Kyaaaa! Shieruu!! Vamos jugar en el jardín!! .- Hablo la niña
-Ha… Sebastian… lleva el té al jardín.- Ciel se sobo las sienes mientras Elizabeth saltaba emocionada al jardín –Tks…
-YA EN EL JARDIN-
-¡Y Paula me dijo que su amiga Verónica blaa.. bla.. bla..- Ciel no ponía ni la más mínima atención de lo que hablaba mientras cierto mayordomo observaba desde la ventana de su habitación
-Narración de Sebastian-
Esa maldita mocosa tuvo que habernos interrumpido, en este momento Ciel ya sería mío –Observó con recelo el Jardín -
-N NORMAL-
Sebastian estaba tan absorto en sus pensamientos cuando cierta escena lo dejo atónito al igual que a Ciel, el tan solo recordar ese momento tan desconcertante le daban ganas de asesinarla y tomar de una vez por todas a Ciel; su aura se volvió maligna y Ciel trago saliva y se sintió incomodo, no solo por la mirada asesina que mandaba Sebastian desde la ventana sino por la mirada triste de su prima –Yo… creo que mejor me voy…- Y así Lady Elizabeth se marchó mientras Ciel aún seguía en el jardín
Mientras entraba en la mansión alguien lo jalo bruscamente –Oy-e… ¡¿Sebastian?!- Lo cargo y se dirigió rápidamente a su habitación, cuando llegaron la habitación del mayordomo y este lo recostó en la cama por fin hablo –Oye! Por qué me trajis-nhn…- Sebastian lo beso antes de que terminara de hablar
-Bocchan…- Le hablo con cierto deseo mientras se relamía los labios –Sabe que no me gusta que toquen lo que es mío, creo que tendré que cuidar más mis cosas- le hablo con picardía mientras volvía a besarlo más apasionadamente y lo empezaba a tocar por debajo de sus prendas
Empezó a bajar por su cuello mientras dejaba un camino de saliva, succiono parte de su piel dejando varias marcas muy notorias, lo desvistió rápidamente dejando en su total desnudes mientras volvía abajar para lamer sus pezones con éxtasis y Ciel solo se dedicaba a gemir –ha… Sebas-ti-an…- mientras dejaba los pezones de Ciel bien erectos, fue bajando un poco mas hasta toparse con el ya palpitante miembro del menor lo que ensancho mas su sonrisa y sin pensarlo dos veces lo metio a su boca -H-aa… Se-Sebas-tian…-. El mayordomo estaba estimulando el miembro del menor mientras este sujetaba fuertemente el cabello del mayor –M-me veng-!!!-. No pudo terminar la oración pues su semilla ya estaba siendo degustada por Sebastian –Delicioso…- . Se llevó los dedos a la cara y llevo los residuos que quedaban directamente a su paladar, el Conde solo miraba al mayor con la respiración agitada –Esta listo para lo que sigue, Bocchan?-. El menor asintió, Sebastian llevo tres dedos a la cavidad bucal de Ciel y en un tono muy estricto le dijo –Lámelos…-. El menor acato la orden y abrió la boca mientras el mayor los metía, el menor movía la lengua para lubricarlos bien, los saco de la boca del pequeño y los llevo directamente a la entrada de este incrustando (por el momento) solo uno mientras el menor soltó un pequeño quejido de dolor –S-sebas-tian… duele…-. Una lagrima surco su mejilla mientras el mayor movía en círculos su dedo e incrustaba otro en el acto –Ha-a…- Gimió pero esta vez de puro placer, metió el tercer dedo expandiendo más la entrada del menor gimió aún más fuerte y cuando el mayor lo creyó correcto, los saco, buscó entre su pantalón y saco su miembro erecto y muy lenta y cuidadosamente entro en el mientras Ciel gemía un poco por el gran dolor que sentía, lo embistió una y otra vez mientras aceleraba más el paso de sus estocadas y llego a un punto en el que ambos gimieron –Ahí Sebastian… dame más ahí…- ante estas palabras, Sebastian dio una estocada más profunda dando en el mismo punto haciendo que los dos se vinieran…
-Bocchan, lo amo- A Ciel le sorprendió la confesión
-Yo también te amo Sebastian…
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