Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

JongKeyHo : “솔로부대II – Día Negro II” por MyFirstKissFanFic

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

POV Minho

 

- ¿En serio? ¿ni una sola? - Jonghyun se echó a reir mientras agarraba su vaso y lo acercaba al mío.- ¡Brindemos por ello!

 

Alejé mi  vaso inmediatamente.

 

- No pienso brindar por mi soltería.

 

- Minho- ah... estás solo porque quieres. Al igual que yo. Eso no tiene nada de malo.

 

- Yo sólo quiero encontrar a alguien especial. ¿Es que es tan difícil?

 

- No me creo que de todos los chocolates que recibiste el día de San Valentín, ninguno perteneciera a una mujer increíble.

 

- Estoy harto de eso, hyung.- Vacié mi vaso y lo dejé sobre la barra, sorprendiéndole.

 

- ¿Es que vas a emborracharte? ¿El perfecto Choi Minho va a romper las reglas? - Se estaba burlando.

 

- Estoy de mal humor. La mayoría de las chicas que conozco sólo quieren un marido o una tarjeta de crédito. ¡Qué asco!

 

- Pero tú aún eres joven para comprometerte, Minho-ah, ambos lo somos.

 

- ¡Ah!, estoy harto de esta mierda. Me voy a casa.- Cogí mi cazadora, afuera hacía frío. Demasiado, para ser primavera.

 

- Esperaaaa.- Jonghyun me detuvo, con una sonrisa-. No te puedes ir ahora que acaba de llegar mi pastelito.

 

- ¿Tu qué?

 

Me agarró la barbilla para que mirara hacia la puerta de entrada del local. A pesar de lo exageradamente repleto que estaba, aquella cabellera rubia resaltaba entre la multitud.

 

- Mi Cutie-Pie. Es la cosa más bonita del universo.- Se lanzó hacia la puerta antes de que pudiera repetirle que me iba a casa. Tenía sueño y la bebida empezaba a surtir efecto en mi vista. Me sujeté del taburete durante unos segundos. Caerme en medio del local sería realmente bochornoso. Sentí una mano en mi hombro-. Choi, ¿estás bien?

 

Me giré para apartarle pero me contuve cuando mis ojos se encontraron con los de aquel precioso chico que se abrazaba a mi mejor amigo.

 

- Me.... ya me iba....

 

¿Fue mi imaginación o el chico rubio evitó mi mirada? ¿Tan evidente fui?

 

- No seas aguafiestas. Bummie acaba de llegar, no vamos a dejarle tirado, ya que vino por nosotros.

 

- Querrás decir por ti.- Susurré.

 

- ¿Qué dices? - Se me acercó un poco para escucharme mejor.

 

- Nada, que me voy.

 

Cogí de nuevo mi cazadora, que se había escurrido hasta el suelo, tambaleándome un poco, y me di la vuelta, mientras Jonghyun pedía algo de beber para todos. Cuando centré la mirada volví a encontrar esos ojos que ahora me miraban intensamente. Me daban ganas de preguntarle si nos conocíamos, si le había robado a alguna novia, si habíamos sido compañeros de facultad y había olvidado su rostro... Pero todo aquello eran hipótesis imposibles. Olvidar ese rostro... Completamente imposible.

 

- No te vayas.- Me susurró al oído. Algo en mi interior me sacudió por completo.

 

Volvió a adoptar la misma postura impasible junto a Jonghyun cuando éste terminó de pedir en la barra. ¿Lo había imaginado? ¿Por qué iba a pedirme un desconocido algo así?

 

- Toma.- Jonghyun me puso en las manos otro vaso y la bebida era diferente. Estaba seguro de que intentaba emborracharme. Siempre me invita a beber cuando quiere emborracharme.

 

- ¿Qué es esto?

 

- ¡Sólo bebe! - Chilló sobreactuando. Obedecí, realmente no sabía muy bien por qué cojones me estaba dejando llevar por sus deseos esa noche. ¿Sería mi desesperación? ¿el aburrimiento? ¿o la intensa mirada de esos ojos felinos? De algún modo, me mataba la curiosidad de saber qué era lo que habían planeado esos dos...

 

- ¡Me encanta! - El chico rubio saltó a nuestro lado en cuanto escuchó aquella canción que iniciaba. “I’m sexy and I know it”. Voló al centro de la pista, arrastrando a Jonghyun tras él y a mi como un cachorro perdido. Se movía de un modo exagerado. Pude sentir como si aquella canción estuviera sonando por él, para él... o como si fuera él mismo.

 

Él era la música, la música sonaba dentro de él. No, vibraba. Su cuerpo vibraba, y hacía temblar todo a su alrededor. O más bien era yo quien temblaba. “¿qué coño me has dado Jonghyun?”.

 

Jonghyun bailaba completamente embobado, mirándole, pero apenas conseguía seguir el ritmo. Me reí de lo patético que se veía hasta que me di cuenta de que yo estaba igual. Sólo faltaba un enorme babero bajo nuestras bocas. Estábamos idiotizados por ese chico.

 

- ¿Quién es? - Pregunté, aunque no sé si las palabras salieron en el orden correcto, porque Jonghyun me miraba de un modo extraño.

 

- Kim Kibum, ese chico del que te hablé. Te dije que me acosté con él un par de veces, ¿recuerdas?

 

Miles de imágenes llegaron a mi mente sin avisar. El relato de aquella noche loca en aquella fiesta de Lee Jinki y el juego de los chupitos de vodka. La “mejor mamada de su vida” al despertar junto a él en la cama del anfitrión al día siguiente. La historia de aquel encuentro en los baños de la discoteca... Toda esa información se personificó en cuestión de segundos en ese chico que movía su cuerpo descaradamente delante de nosotros.

 

“No soy gay”, pensé, decidido. Pero la verdad era que en cuanto vi los brazos de Jonghyun alrededor de aquella estrecha cintura sentí un inmediato deseo de estar en su lugar. Kibum se giró y pegó su espalda al pecho de Jonghyun, mirándome de frente con una sonrisa extraña. ¿Me estaba retando? Porque yo nunca huía de un desafío...

 

Una nueva imagen vino a mi mente... y los celos, de imaginar el cuerpo de ese chico rubio debajo del de mi hyung... Un momento, ¿celos? no era posible... no con un chico. Pero lo era, lo estaba sintiendo. Me acabé mi bebida demasiado rápido. Mis ojos ya no enfocaban con claridad. Estaba todo demasiado borroso, supongo que fue la excusa perfecta para dejar de medir las distancias. Apenas di un paso y ya le estaba rozando. ¿En qué momento me había acercado tanto? ¿en qué momento le dí permiso a mi cuerpo para acercarme tanto a él?

 

- Quiero....- sólo salió eso. Nada más. Ni sabía lo que quería ni podía decirlo en voz alta, si es que lo sabía.

 

Kibum subió una de sus manos a mi hombro y sonrió, mientras pude notar que se alejaba un poco de mi. Jonghyun le estaba apartando, mientras le besaba el cuello lentamente. Kibum le agarró el cabello para que continuara besándole, pero no apartaba sus ojos de mi. Eso me estaba excitando, era enfermo.

 

De pronto su mano llegó a mi nuca y me acercó a él. No sé en qué momento él llegó a ser más fuerte que yo, me sentía como una marioneta en sus manos. Sentí un escalofrío al notar sus aliento en mi oreja.

 

- Vamos a mi casa.

 

Su voz era grave y segura. Y yo lo único que tenía claro en ese momento era que si no me marchaba de aquel lugar, acabaría encerrándome en el cuarto de baño desquitándome la frustración que me estaba provocando. Me sonrió coqueto. Era un experto en eso, pero yo tampoco podía negarle nada. iba a obedecer cualquier cosa que me mandara esa voz, lo asumí rápidamente : acababa de perder mi dignidad con un par de copas y una proposición indecente de un completo desconocido.

 

Le susurró algo al oído a Jonghyun, que pareció gustarle por la expresión que puso, imagino que le dijo lo mismo que a mi. ¿A qué estaba jugando? ¿Es que quería llevarnos a los dos a su casa?

 

Antes de poder encontrar respuesta a esta pregunta, me tomó de la mano, y a Jonghyun también, y salimos del local. Al llegar a la calle, no sé si fue por el aire fresco o por la luz de las farolas, o la gente que nos miraba excesivamente...pero tuve que soltar su mano. Mantuve una corta pero evidente distancia de la parejita, que seguía con su sesión de besos mientras caminaban hacia quién sabe dónde.

 

- Hyung... yo me voy a casa.

 

Creo que conseguí ordenar aquella frase. Pararon de caminar.

 

- ¿Qué dices, Minho? Vamos a su casa.

 

- Estoy algo cansado...no me encuentro muy bien y... he bebido y ya no controlo nada...

 

- Mejor.- De nuevo esa voz. ¿Es que aquello era un complot?- A veces hay que liberarse de los prejuicios innecesarios para disfrutar de lo que realmente quieres.

 

No pude procesar tantas palabras, de modo que me callé y emprendí la marcha. Jonghyun me redirigió agarrándome por los hombros y me dejé llevar. No era como si supiera volver a casa desde allí.

 

Kibum tarareaba canciones que yo no conocía y Jonghyun reía intentando seguirle. Yo sólo me sentía como un estorbo entre ellos. Si se iban a casa del chico rubio, ¿yo qué pintaba ahí?

 

- Tengo que ir al baño.- Anuncié. No sé por qué.

 

- Espera, ya estamos llegando.

 

No sabía si sería capaz de aguantar mucho más, pero en seguida llegamos al edificio donde vivía Kibum y pude relajarme. Todo lo que había bebido tenía que salir o acabaría vomitando como un niñato. Cuando salí del baño me hice consciente de que estábamos en casa de Kibum. Él y Jonghyun se besaban de pie en medio del salón.

 

Carraspeé.

 

- Yo me voy. Buenas noches.

 

Se separaron, aunque sin mucha prisa.

 

- No seas bobo.- Jonghyun sonrió, abrazándole.- Tomemos una copa.

 

- Ya he bebido bastante hoy.

 

- La última.- Insistió, acercándose al mueble-bar.

 

- Pondré algo de música.- Kibum se fue hacia la estantería donde almacenaba sus cd’s. Tenía muchísimos. Tardó un rato en escoger uno, mientras yo me debatía entre quedarme o marcharme.

 

Jonghyun llegó con dos copas de champagne y me senté en el sofá, cansado. Di un sorbo mientras él volvía a aferrarse a Kibum, que bailaba de forma sensual frente a nosotros. Estaba a punto de colmar mi paciencia. Bufé, desesperado, sintiéndome como un idiota mientras esos dos se comían el uno al otro delante de mi. Para colmo de males aquella situación, lejos de asquearme, me estaba calentando. Pero me sentía como en una especie de sueño en el que no eres capaz de controlar del todo tus acciones, y no sé muy bien en qué momento sucedió, pero me estaba acariciando la entrepierna por encima de los pantalones, mientras Kibum no apartaba su mirada de mi, aún entre los brazos de mi hyung.

 

Acabé mi champagne antes siquiera de saborearlo y Jonghyun se sentó pesadamente junto a mi. Ni siquiera se fijó en el bulto que empezaba a ser realmente vergonzoso. Kibum trajo algo más de beber, unos chupitos, y se sentó sobre él. Puso uno de los vasos en su boca y Jonghyun se lo bebió de un trago sin protestar y aprovechó para besarle apasionadamente. Yo permanecía embobado, todavía con el sentimiento absurdo de no saber cuál era mi papel ahí.

 

- Yo....- Balbuceé. Mis neuronas habían muerto.

 

- Te toca.- Kibum sirvió un nuevo chupito y se puso el pequeño vaso en la boca. Me quedé inmóvil, rígido.... totalmente gilipollas. Pero Kibum agarró mi camisa y me acercó a él, a pesar de estar sentado sobre Jonghyun, vertiendo el licor en mi boca. Tragué con dificultad, y mientras él arrojaba el vaso lejos, me estremecí : una de sus manos estaba sobre mi pantalón.- ¿Eres libre ya?

 

No entendí la pregunta, pero el modo en que la formuló fue tan excitante que le agarré la cara con ambas manos y le besé. Escuché a Jonghyun reirse con exageración mientras yo intentaba alejar a Kibum de él.

 

- Minho, pequeño egoísta...- Volvió a recuperar a Kibum, alejándole de mi, y abrazándose a su cintura.- Respeta tu turno.

 

Kibum rió y acarició mi pelo con suavidad. ¿Y cuándo cojones se suponía que iba a llegar mi turno? Estaba a punto de volverme loco.

 

De pronto sentí un impulso de alejarme y observar la situación desde fuera : Jonghyun y ese chico juguetón se lo estaban montando en el sofá, a un metro escaso de mi cuerpo, ignorando completamente mi existencia. Pero lo más patético era que ni siquiera podía hacer nada al respecto. Seguía borracho y el champagne y los chupitos de Kibum no habían ayudado. De haber salido de aquel apartamento, dudo bastante que hubiera llegado hasta la parada de taxies más cercana sin problemas. Estaba muy mal. Por otro lado, ni siquiera entendía cómo estaba empezando a tener todos aquellos sentimientos... no, reacciones, ante las incitaciones de aquel muchacho. Jamás había sentido ningún tipo de atracción por un chico, pero eso se me estaba yendo de las manos. Y lo que antes me había parecido excitante (y seguía poniéndome muy caliente) ya no era suficiente. Necesitaba estar allí, ocupando el lugar de Jonghyun. Pero ¿cómo iba a decirle a mi mejor amigo que quería follarme al chico que tenía a punto sobre sus piernas? Me sentí realmente enfermo, ya notaba las náuseas. Hice el amago de levantarme pero mis piernas no se movieron.

 

Mierda.

 

- ¿Te aburres, Minho? - Kibum se deshizo de los labios de Jonghyun un momento.

 

Me miraba sonriendo de lado, con esos ojos felinos que desbordaban lujuria (?) Por momentos no sabía si golpearle para que abandonara esa actitud o dejar que hiciera conmigo lo que quisiera. Aunque no fuera a ponerme un dedo encima en toda la noche. Pero entonces lo hizo.

 

- ¿Qué haces...? - Jonghyun se veía un poco contrariado, además de evidentemente cachondo, viendo cómo Kibum se levantaba y se deshacía de su llamativa camiseta, que deslizó con maestría por sus brazos y dejó caer sobre mis piernas. Aquello pesaba. Mucho.

 

Sus pantalones también evidenciaban algo. Y era ridículo mantenerlo encerrado a esas alturas de la noche.

 

- Ven, quiero enseñarte algo.- Alargó su mano hacia mi, pero no me moví. Ni pestañeé. ¿Qué debía hacer? - Vamos.

 

Sonrió, pasándose la lengua por los labios, humedeciéndolos. Y sentí que no podía negarle nada (de nuevo). Sin siquiera ordenárselo mi mano se agarró a la suya y tiró de mi con fuerza, pues mi cuerpo seguía sin reaccionar. Miré a Jonghyun, que se reía como un bobo mientras terminaba de beber su copa de champagne. ¿A dónde iba?

 

Me derrumbé sobre el colchón. No sé en qué momento llegué a la habitación. Creo que podría haberme dormido perfectamente si no se hubiera sentado sobre mi en ese preciso instante.

 

- ¿Qué coño....?

 

- Nunca lo has hecho, ¿verdad? - Susurró. ¿A qué se refería? - Me encanta...

 

- Bummie, deja de jugar con él, está borracho.- Jonghyun se sentó a mi lado y me separó el pelo de la cara. Menudo desastre debía de estar hecho.

 

- No tanto como para que no se le ponga dura.

 

Les miré, anonadado. ¿Por qué hablaban de mi como si yo no estuviera?

 

- Bummie.... - Intenté construir algo que tuviera sentido.

 

- Dime.- Contestó suave, mientras me levantaba la camiseta y noté sus manos rozar mi piel. Eso era lo poco que podía sentir en mi estado.

 

- Tú....- Mi mano subió hasta su mejilla. Estaba realmente cerca y ni lo había notado.

 

- Yo, ¿qué? - Pude vislumbrar un poco de desesperación en su tono.

 

- Tú... haces que.... quiera ser....gay....

 

Mi mano cayó sobre mi pecho, pesada, mientras sus ojos se abrían impactados.

 

¿Lo había dicho en voz alta?

 

Mierda.

 

- Bésale.- Rió Jonghyun mientras le ayudaba a desabocharme los pantalones. ¿Qué estaba pasando?

 

- ¿Crees que me pegará si lo hago?

 

- Lo dudo bastante. Mírale.

 

¿Por qué cojones seguían hablando como si yo no estuviera?

 

Pero no lo hizo. No me besó. Terminó de bajarme los pantalones y sonrió al observar el bulto en mis boxers.

 

- Quiero esto.- Se relamía mientras alcanzaba la goma de la ropa interior, pero casi por instinto me giré hacia un lado, dándoles la espalda.

 

- Quizá necesite un calentamiento previo.- Escuché que Jonghyun hablaba y noté que se movían. Unos nada controlados gemidos empezaron a llenar el dormitorio. ¿En serio iban a hacerlo ahí mismo, conmigo al lado? Sentí el irrefrenable impulso de largarme de allí y olvidar aquella noche tan extraña, pero por encima de mi cabeza pasó volando algo que parecía ser la ropa interior de Kibum y cambié de opinión. Quería verlo. Aunque sólo fuera como un torero amedrentado : desde la barrera.

 

Cuando me giré sentí que mi cuerpo se paralizaba, tenso. Ambos estaban desnudos, de rodillas, Jonghyun detrás de Kibum, masturbándole, mientras se restregaba contra su trasero. Kibum le tiraba del pelo y le ayudaba con la otra mano. Eso me provocó un pinchazo en la entrepierna, que estaba tan dura que ya no tenía sentido ignorarla. Podría haberme corrido sin tocarla ante aquella imagen.

 

Mis manos bajaron con parsimonia hasta mi única prenda y la lanzaron lejos de la cama, aunque con bastante torpeza. Como si fuera un vídeo en “slow motion” empecé a masturbarme. Si aquellos dos estaban a su rollo, al menos me llevaría algo bueno a casa.

 

- Vaya, vaya, el chico perfecto está rompiendo las reglas...- No sé si fue mi imaginación, pero Kibum llegó a mi gateando por la cama.

 

Me apartó las manos de mi propio miembro y lo admiró un momento.

 

- ¿Qué planeas? - Jonghyun se reía mientras abría el envoltorio de un preservativo.

 

- Choi Minho, deja de pensar de una vez.

 

Se colocó entre mis piernas y empezó a lamerme. Sentí su saliva resbalar por toda la punta, acompañada de una ligera brisa de aire. ¿Qué estaba haciendo? La miraba de un modo extraño, lujurioso, pero mi vista nublada no conseguía averiguar el motivo. De pronto sentí sus labios rodearla y una cálida sensación me llenó por completo. “La mejor mamada de mi vida” vino a mi mente como un dejà-vu.

 

Abrí los ojos sin pararme a reflexionar sobre en qué momento exacto los había cerrado, y encontré a Kibum de rodillas entre mis piernas, chupando enérgicamente, mientras Jonghyun, detrás de él, empezaba a abrirse paso en su interior. Kibum no pudo evitar soltar mi miembro para dejar escapar un quejido, pues mi hyung no había sido muy delicado con él.

 

- ¿Có... cómo sabes mi apellido?

 

Salió tan naturalmente que ni lo entendí. Ambos me miraron.

 

- Me lo dijiste antes.- Contestó, deprisa.

 

- ¿En serio?

 

- ¡Minho, maldita sea, cállate de una vez!- Jonghyun embestía a Kibum con fuerza, provocando que su boca se moviera sobre mi del mismo modo. Era tan increíble que no podía controlar ni mis propios sentimientos en ese momento.

 

De pronto sentí frío. Jonghyun agarró a Kibum y, sin salir de su interior, le tumbó de lado en la cama, frente a mi. Colocó una de sus piernas sobre su cadera para tener un mejor ángulo y continuó moviéndose. Kibum alargó una de sus manos hacia mi, tomando la mía y entrelazando nuestros dedos. ¿Qué demonios era eso? Tiró levemente y me tumbé a su lado. Nos miramos fijamente durante un buen raro, mientras Jonghyun seguía penetrándole sin freno, ¿es que no iba a correrse nunca?

 

La mano de Kibum agarró mi entrepierna de nuevo, pero esta vez se movía despacio, acariciándola. Vi su lengua humedecer sus labios y no pude contenerme. Le besé. Mi lengua invadió su boca de la misma manera en la que la suya había invadido mi pene minutos antes. Mi mano llegó a su miembro y empecé a imitarle. Nos acariciábamos despacio y nos besábamos rápido. Me estaba entregando a ese chico de un modo demasiado novedoso para mi. Ya no sólo era mi cuerpo el que estaba desnudo frente a él : mi propia alma estaba desprotegida a merced de su voluntad. ¿Qué me había hecho?

 

- Bum, voy a correrme.... - Anunció Jonghyun.

 

Nos daba igual.

 

- Hazlo.

 

Se lo dijo a él pero me miró a mi. Y en cuanto escuchamos el grito de placer de Jonghyun, nos corrimos con él. Mis ojos pesaban.

 

POV Key

 

Le miré detenidamente : esas largas pestañas, sus ojos hermosos, el cabello ondulado golpeando su rostro.... Choi Minho era el chico perfecto. Para mi.

 

- Tú y tu bocaza habéis estado a punto de joderlo todo.- Jonghyun me pasó el cigarrillo y me senté a su lado, con la espalda pegada al cabecero de la cama, observando como Minho dormía placenteramente.

 

- Ya te dije que lo siento.- Di una calada. Me gusta fumar los cigarrillos de Jonghyun porque siempre deja en ellos un rastro de saliva delicioso.- ¿Cuándo vas a decirle la verdad?

 

- Mañana. Ya que yo le arrastré a esto, debería explicárselo.- Me quitó el cigarro y le dio una calada. Se veía tan sexy así...

 

-  Te acabas de convertir en una ONG.- Reí, bajito, para no despertar a Minho.- “Gays sin Fronteras”.

 

POV Minho

 

“¿A qué huele?”

 

Al abrir los ojos me di cuenta de que me había dormido un momento. Debió de haber sido más rato del que creía, porque esos dos estaban charlando animadamente mientras compartían un cigarrillo.

 

Me senté en la cama y ambos me miraron. Quité el cigarro de la boca de Kibum y lo apagué en el cenicero que había en la mesita de noche. Se quejó.

 

- No fumes. Lo odio.

 

Me levanté de la cama y salí de la habitación. ¿Qué me estaba pasando? ¿Me había sentido celoso de un estúpido cigarro porque estaba rozando los labios de Kibum?

 

- ¿Qué te pasa?

 

Me había seguido hasta la cocina, tras ponerse encima la camisa que Jonghyun traía puesta antes. Estaba tan adorable con ella...

 

“¿Qué coño estás pensando?”

 

- Oye, Bum, perdona, bebí demasiado y perdí el control.- Empecé a buscar mi ropa, esparcida por todos lados en aquella casa extraña-. Yo no soy así, no te equivoques, sólo ha sido una de las locuras de Jjong...

 

- ¿Tienes planes para este fin de semana?

 

- ¿Ein? - Mi cazadora cayó al suelo.

 

- Me gustaría que saliéramos a alguna parte.

 

- Sí, claro.- La recogí-. Tú y yo... y Jonghyun.

 

- Tú y yo.- La quitó de mis manos y la tiró al sofá, al cual me condujo y en el cual me sentó, para inmediatamente sentarse sobre mi.- Me gustas, Choi Minho. Hace tiempo que quería conocerte y ahora entiendo que valió la pena esperar.

 

- ¿De qué hablas?

 

Se desabrochó la camisa.

 

- Es tu turno.





END

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).