Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Promesa de meñiques por GekitetsuNikki

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Me estoy picando los ojos para no quedarme dormida :D 

Es probable que encuentren algún error x-x por favor sepan disculpar, sería doblemente maravilloso si pudiesen indicarme dónde está. 

Ojalá les guste :3

En la vista previa, el fanfic me sale en negritas .-. quieran los dioses que al terminar de subirlo no quede en ese formato tan aberrante. 

Pocas cosas habían cambiado desde ese febrero del 2002.

A lo mejor Aoi ya no se decoloraba el cabello con cerveza por falta de dinero, ni tartamudeaban al hablar en las entrevistas. Quizá él había aprendido a modular y dosificar ese talento que le nacía desde el diafragma y se amplificaba por la posición de los huesos de su mandíbula.  Uruha había cambiado su estado civil hace un par de años y vivía feliz con la ahora señora Takashima y el primogénito que venía en camino.

Lo esencial, la columna vertebral de cada uno y de lo que compartían en común a nombre de GazettE, seguía intacto como el primer día. Reita y Uruha seguían siendo los mejores amigos a pesar de las evidentes y marcadas diferencias de personalidad. Por su parte, la pasión, el ímpetu por hacer música seguía ardiendo desde el fondo de su garganta, ileso a pesar de los años.

No todo era perfecto, habían tenido altibajos y momentos tensos, no todo su trabajo había sido bueno como una constante permanente  (las “canciones bastardas” como les llamaba Reita) y todos, en algún punto, tuvieron que hacer más de un sacrificio personal. Pero, bien o mal, habían llegado todos hasta ahí de una pieza, a ese momento donde se conmemoraba la década de vida que compartían en común.

Había simplemente algo, una sola cosa, que era radicalmente diferente y que marcaba un punto de inflexión.

Detrás de él, Kai reía radiante, le dirigió una mirada a Aoi y éste le respondió con una sonrisa boba y enamorada. Ahí, detrás de esa batería, estaba la diferencia.  

No es que él le guardara algún tipo de resentimiento a Yukata, de hecho, le tenía muchísimo aprecio y le respetaba. Con el tiempo había demostrado ser un amigo excepcional y un líder sumamente responsable, era muy probable que sin él como piedra angular Gazette jamás hubiese prosperado.

Aun así, había alguien a quien extrañaba terriblemente, con cada poro de la piel, y que no podía negar que deseaba que estuviese ahí, viéndole.  Inhaló lenta y profundamente antes de acercarse al micrófono.

—Hay una canción que me gustaría cantar para ustedes. Si no hubiese sido por esa canción, The GazettE no existiría.

La expectación se pudo sentir de inmediato en el ambiente. Ruki tragó saliva antes de proseguir.

—Esta fue nuestra primera canción y es muy importante para nosotros. 

Las primeras notas de Wakaremichi resonaron por todo el foro. Era momento de que esa canción que también cumplía diez años volviera a sonar.

Te he amado demasiado, pero esto se terminó.


Podía recordar perfectamente esa noche, hace poco menos de diez años, en un bar de Yokohama después de una presentación medianamente exitosa para una banda indie. Era el mismo bar donde se habían encontrado por primera vez.

Era joven, aún sentía la adrenalina del pequeño concierto  y estaba ligeramente ebrio.   

Los chicos se estaban quitando el maquillaje barato del rostro, la risa escandalosa de Uruha resonaba por todos lados y les regalaba un poco de privacidad. Yune estaba en otro sito, apartado del resto, Ruki, de un salto, se montó a horcajadas en su espalda y le canturreó una letra sin sentido al oído.

—Taka, nos vamos a caer como no te bajes enseguida, no estoy tan sobrio como aparento.

Entre risas, Ruki recuperó el piso.

 —Esto es maravilloso ¿No? —dijo con aire optimista, mirando hacia el destartalado escenario  donde se acababan de presentar —Es la primera vez que llenamos un local, aunque sea tan pequeño. La primera de muchas, así es como nuestro sueño se comienza a materializar.

El rostro de Yune se ensombreció.

—Su sueño —corrigió  —El mío se termina aquí.

Ruki no podía dar crédito a lo que oía.  

—Lo he estado pensado —continuó Yune —me preguntaba si esto es lo que quiero para mí en realidad. Estoy enfermo, Takanori, no es algo absolutamente grave, pero requiere ciertos cuidados y mucho temo que en estas circunstancias mi aportación a la banda sería nula.

—Ya sabías que ibas a irte ¿Verdad? —respondió Ruki después de un rato —Sólo estabas esperando a que finalizara esta presentación.

Yune esbozó una sonrisa triste y asintió quedamente.

—No importa, de cualquier modo yo siempre les voy a apoyar, aunque sea desde las sombras. Sólo quiero pedirles un par de favores antes de irme. El primero es que cuiden de Yuu, es como mi hermano, no sabría decirte si mayor o menor —agregó con una risita —pero suele sentirse solo a menudo y a veces es exageradamente fatalista.  El segundo es específicamente para ti. Takanori, sigue siendo el mismo siempre ¿Sí? Nunca pierdas esas ganas de salir a comerte al mundo en un bocado. ¿Es una promesa de meñiques? —preguntó extendiendo la mano.

Takanori no sabía que contestar, Yune enlazó su meñique con el propio, lo abrazó con toda su fuerza y lo despeinó antes de salir del local. El chico se iba para no entorpecer ese sueño que apenas estaba germinando y pudiese convertirse en algo real, era lo que Takanori quería, entonces ¿Por qué se sentía  tan triste?

Porque en el fondo, siempre se arrepintió de no decirle a ese chico lo mucho que le amaba.  

Ruki tuvo que dar las malas noticias a sus amigos al día siguiente, al principio Aoi estaba tremendamente dolido ¿Y cómo no iba a ser, si Yune era su mejor amigo y lo conocía de toda la vida? Fue el propio Yuu quien se encargó de que el chico que llegó a sustituir a Yune no soportara más de una semana en la banda. Había convertido cada día en una tortura para el pobre novato. Reita, medio en broma, medio en serio, solía decir que Aoi lo había traumado de por vida y el muchacho probablemente había renunciado a ser baterista profesional.

Yuu siempre había sido así, solía pensar con las tripas ¿Cómo se le llamaba a eso? Ah sí, visceral. Pero para ser honrados, ninguno había tratado de intervenir, tan bajos estaban los ánimos.

En Matina se les dio un ultimátum: Tenían que conseguir un baterista o su pequeña gloria sería fugaz. El sueño terminaría antes de que siquiera tuviesen tiempo de cerrar los ojos. Entonces, como caída del cielo, recibieron una llamada.

Era Kai, que les solicitaba la oportunidad de hacer una audición. No necesitó hacerla, le aceptaron sin más con la esperanza de que fuese el indicado y cuando le escucharon tocar supieron que la decisión no había sido errada. En cuanto confirmaron a Kai como miembro definitivo, Aoi volvió al ataque, casi con un aura demoniaca. Al nuevo baterista le bastó una mirada para darse cuenta de que no sería fácil ganarse el aprecio del guitarrista.

Tal como había predicho, Aoi se convirtió en la pesadilla personal de Kai. Era el más exigente, el más duro y el más crítico en todo lo que tuviese que ver con Uke. En una ocasión incluso las palabras habían subido de tono y estuvieron a punto de llegar a los golpes, pero gracias a la afortunada intervención de Uruha las cosas no se salieron de control.

Kai quería demostrarle a ese voluble hombre que era perfectamente capaz y que se había ganado su lugar a pulso, cada día se esforzaba más que el anterior, si Aoi le exigía algo, él se exigía a sí mismo tres veces más. Trabajaba tanto como podía hasta que lo inevitable sucedió: se desvaneció en medio de un ensayo.

Cuando recobró el conocimiento, se encontró con cuatro pares de ojos que lo miraban con preocupación, pero no tuvo tiempo para sentirse avergonzado. Simplemente, tenía la sensación de que había llegado a su límite y no  tenía nada más que ofrecer.

  —Yukata-san ¿Se encuentra bien? —preguntó Uruha.

Kai se limitó a asentir y pidió que continuaran con el ensayo. El incidente pareció no pasar a mayores hasta que después de una presentación le encontraron llorando en un rincón.

 — Lo siento — dijo cuando todos estuvieron a su lado —es que simplemente no puedo seguirles el ritmo.

Ruki le tendió un pañuelo desechable.

—Lo has estado haciendo muy bien, Kai, de hecho, creo que te has extralimitado con el trabajo.

Kai negó efusivamente con la cabeza.

—En realidad, creo que Aoi tiene razón, quizá deberíamos llamar a Yune-san para que reconsidere su decisión y retome su puesto.

Casi como un acto reflejo, todas las miradas se dirigieron a Yuu.

—Oye, tranquilo —el aludido se removió en su sitio, visiblemente incómodo —no es para tanto, me haces sentir culpable.

—Es que en realidad es tu culpa Yuu —masculló Reita con verdadero mal humor —quizá no por completo, pero por si no lo has notado, no es a causa de Kai que Yune ya no sigue con nosotros.

A Ruki eso le dolió como un pinchazo en el corazón.

—Yo también lo extraño —comenzó, sin saber muy bien cómo explicarse —yo más que nadie puedo comprender cómo te sientes. Pero Kai lo está haciendo muy bien, lo está haciendo tan bien como puede y él no tiene pecado alguno por el cuál pagar, mientras tú simplemente te estás reconcentrado en ti mismo y canalizas toda tu rabia y tu dolor hacia la persona más inocente en toda esta situación.

Yuu se mordió el labio con expresión insondable, y sin que nadie lo esperara, hizo una pronunciada reverencia ante Kai.

—No encuentro las palabras adecuadas para expresar cuánto lamento todos los malos momentos que te he hecho pasar —dijo con la cabeza gacha, sin cambiar la posición —.Espero que no sea demasiado tarde para que disculpes mi actitud —finalizó avergonzado.

Nadie podía dar crédito a lo que veía, el chico de Mie, ese al que le disgustaban las formalidades hasta un grado ridículo, estaba intentando que Uke lo absolviera de la manera más tradicional y formal. Ninguno dudó de que se tratara de una disculpa honesta.    

—Supongo que nunca es tarde para recomenzar ¿Cierto? —respondió Kai con una sonrisa —Hola, me llamo Uke Yukata.

Aoi levantó el rostro, a pesar de que aún en esos tiempos tan prematuros la sonrisa de Kai comenzaba a convertirse en una leyenda, a Yuu esa que le dirigió en aquella ocasión, exclusivamente a él, le pareció la más bonita y conmovedora que había visto en su, en esos años, corta juventud.

Después de eso, la relación entre Yuu y Uke se volvió mucho más cordial y amena, y en general, todo el ambiente de la banda más estable.

—Supongo que ni tú ni yo estaríamos aquí si no hubiese sido por Yune —decía Aoi en una ocasión en la que habían salido a beber todos juntos —es decir, fue él quien  les habló de mí y de repente les pareció que sería buena idea tener un segundo guitarrista. —las típicas risotadas idiotas de ebrio no se hicieron esperar en la mesa.

—No sé si los prefería cuando se llevaban mal —resopló Ruki.  Él y Akira eran los únicos que permanecían sobrios.

—Quién sabe, a lo mejor si es cierto que los que pelean se aman —contestó Reita con sencillez.

Kai hizo como si no hubiese escuchado nada, Aoi se sonrojó y gruñó algo que sonaba  como que la gente les faltaba al respeto a sus mayores.

Ruki deseó haber apostado a favor de Akira cuando un par de años después, con Love song de Luna sea como fondo, Yuu le confesó a Kai que estaba enamorado de él y se convirtieron en pareja.

 

Takanori se preguntó durante una fracción de segundo cómo diablos estaba entonando con coherencia la melodía, tan sumido en sus recuerdos como se encontraba.

No era como si esos años le hubiese guardado fidelidad absoluta a Yune, como en las típicas historias donde uno de los enamorados va día con día al puerto esperando que el otro aparezca en medio de las aguas y regrese a su lado, no había papel en el mundo que detestara más que ese. Había salido con algunos chicos y chicas también, tampoco era un libertino, pero nunca tuvo nada realmente serio.

Durante el coro, mientras los fans cantaban, Ruki cerró los ojos un par de segundos para recobrar la compostura. Entonces miró atentamente cada persona, cada rostro frente a él con la esperanza de encontrarlo coreando esa canción que habían escrito juntos.

Adiós, hasta pronto, espero que estés bien.

Nunca, nunca te olvidaré.

Sonrió cuando se dio cuenta de que era en vano, en ese mar de caras era imposible ubicar a alguien en específico, en todo caso, si él estaba ahí las cosas sólo eran más difíciles. El Yune que recordaba era mucho más bajito que el propio Takanori.

Adiós, seguramente nos volveremos a ver ¿Cierto?

Es una promesa, promesa de meñiques.

 

La presentación terminó, las luces se apagaron y los fans se retiraron, tras bambalinas intercambiaron abrazos y palabras de aliento “Lo hicimos bien ¿No?” repetía Uruha una y otra vez a todo el que se le cruzara por enfrente. Kai dijo que le dolían los brazos como nunca y todos discurrieron acompañarle a los camerinos.

Ruki se quedó en su sitio, simulando estar entretenido con cualquier cosa, cuando ya no hubo nadie más, regresó a ese escenario que hacía escasos minutos rebosaba energía y se sentó en el piso, de cara al foro vacío y oscuro.

Si él me viera ¿Estaría orgulloso de mí? Se preguntó una y otra vez.

Yune le había pedido que no cambiara nunca, y en ese momento, la petición se le antojó egoísta.  Lo mismo hubiese dado que le pidiera al agua que no fluyera.

Ahí, en medio de un escenario desierto, Ruki se preguntó seriamente si a pesar de los años su esencia seguía intacta, si su pasión y aspiración seguía siendo la misma, tal y como cuando tenía veinte años.

De repente, se sintió muy viejo.

¿Aún tenía ganas de comerse al mundo en un solo bocado?

 

Algún día podremos volver a reír de nuevo

No cambies jamás

Permanece siempre como la persona que yo amo.

 

Notas finales:

" como en las típicas historias donde uno de los enamorados va día con día al puerto esperando que el otro aparezca en medio de las aguas y regrese a su lado, no había papel en el mundo que detestara más que ese." Yo solita le tiro pedradas a mis fanfics
He leído pocos escritos con Yune, no escribí esta historia con el afán de ser "original", es sólo que siempre lo he leído como el malo de la historia, este es un sencillo intento de redimirlo (?)

Ah sí, también en algún sitió leí que, cuando Kai entró a Gazette, lloró en un par de ocasiones por que sentía que no podía seguirles el ritmo.


Si han llegado hasta aquí, muchas gracias por leer :) 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).