Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dos clases de sentimientos por Likachu

[Reviews - 35]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

El capítulo 14.


Sekaiichi Hatsukoi y sus personajes pertenecen a Shungiku Nakamura. Este es un fanfiction hecho por diversión y sin finalidad de lucro.

 

Capítulo 14: Aceptación

 

 

 

      Aoi dijo que… ¿Qué me ama? Esto es…

 

–Lo siento Aoi, pero no creo que realmente sientas lo que me estas diciendo y…

 

–Se que tienes razones para pensar que no soy una persona que pueda tener una relación seria, pero te aseguro que si en el pasado lo demostré de esa forma fue porque nunca amé realmente a ninguna de aquellas chicas con quienes salí. Y eso es porque tu eres mi primer y único amor –¿por qué el escuchar tanta seriedad en sus palabras solo me hace sentir peor?

 

–Aoi pienso que lo que ocurre es que intentas… aferrarte a alguien porque verdaderamente anhelas sentir ese amor del que hablas y después de súbitamente compartirlo todo mutuamente conmigo, terminaste viéndome como la respuesta a ese anhelo –afirmo sin poder ocultar la tristeza que me causa el darle esta decepción.

 

–Te equivocas, se perfectamente que lo que siento es real y quiero trasmitírtelo  –añade mientras toma mi rostro en sus manos con intensiones d-de ¡besarme!

 

–¡Espera! –exclamo frenéticamente tratando de empujarlo lejos de mi, pero infortunadamente la sorpresa y confusión de los dos ante mi desesperado intento, provoca que ambos perdamos el equilibrio, por lo que ahora me encuentro vergonzosamente encima suyo– ¿Estás bien?  –tiene los ojos cerrados, ¿se habrá desmayado?

 

–Nnnk –se queja colocando una mano sobre su cabeza– qué golpe ¿no?

 

–Lo lamento ¿te duele mucho? –le interrogo algo consternado.

 

–No te preocupes, mientras a ti no te haya pasado nada el golpe que me dí vale “esto” y más –dice con una… ¿sonrisa?

 

–¿A qué te refieres con “esto”? –indago confundido hasta que logro percatarme que me encuentro sentado aún sobre él y siento como todo mi rostro arde en menos de un instante.

 

      Sin embargo para mi eterna desgracia, levantarme precipitadamente no es todavía una opción. De manera que con “calma” comienzo a incorporarme en medio de todo MI BOCHORNO.

 

–¿Te ayudo? –pregunta Aoi al notar que no me es tan fácil moverme en estas circunstancias.

 

–Sí por favor –respondo sin ninguna otra opción con mi orgullo hecho pedazos.

 

–Tal vez deberíamos volver al hospital para que te revisen.

 

–No en verdad no hace falta, fué más mi miedo de forzarme y abrir la herida que el no poder levantarme, no tengas cuidado –¿eh?– Aoi… –él me abrazó para ayudarme a ponerme de pie, pero aún no me ha…– ¿podrías soltarme?

 

–S-sí perdóname, encima que todo esto fué culpa mía en primer lugar –dice apenado deshaciendo nuestro contacto–. Pero Ritsu mis intenciones son serias, te amo, deseo estar contigo y ser un padre para tu bebé. ¡Déjame serlo! está podría ser nuestra casa, de los tres o puedo comprarte cualquier otra que prefieras, el lugar es lo de menos mientras podamos ser una familia.

 

–Mi bebé y yo ya tenemos… ya somos una familia, tú lo sabes.

 

–Sí lo se, y también se que él casi los mata a los dos, que ese es el motivo de que no este con ustedes ahora. ¿Acaso tienes pensado volver con él?

 

–Perdona, pero eso no tiene que ver contigo.

 

–Es cierto, en lo que a ti respecta no tiene nada que ver conmigo, sin embargo, no puedo hacer nada para evitar el hecho de que para mi tiene todo que ver. Por favor no regreses con él, olvídalo, ¡no vale la pena! Piensa en mi. Que el no sea nada más que un mal recuerdo, déjame a mi ser tu presente y tu futuro.

 

–Aoi… es completamente imposible que llegué a considerarte de la manera que esperas, darte cualquier tipo de esperanza sería engañarte y es lo que menos deseo hacer.

 

–Es porque ¿aún lo amas?

 

–…Así es.

 

–Entonces, supongo que tienes razón, no hay forma de que llegues a pensar en mi mientras tu corazón aún siga esperándolo –termina aquella reflexión con una sonrisa llena de tristeza.

 

–Gracias por comprenderme –es lo único que atino a decir.

 

–Está bien, solo espero que aún puedas considerarme como tu amigo.

 

–Eso no tienes que preguntarlo y recuerda que aún tenemos pendiente lo de hoy, no creerás que está tarde fué en vano.

 

      Mientras lo hayas comprendido todo estará bien.

 

–Bueno entonces vámonos, tengo ya demasiado tiempo prometiéndote que te llevaré a casa sin cumplirlo ¿no crees?

.

.

.

 

–Cariño que bueno que ya estás de regreso, Asumi estuvo preguntando por ti.

 

–¿En serio? ¿y qué decía? –pregunto siguiéndole el juego a mi madre.

 

–Mmm no te imaginas, que si le habías ido a comprar la sonaja de platino que te había encargado o las toallitas de Suiza… bueno Ritsu, que tanto le habías prometido a la niña, no tiene ni un mes y ya la estás echando a perder –termina mi progenitora con fingida preocupación, a lo que únicamente consigo reírme tratando de imaginar semejante escena que solo pudo ocurrírsele a la abuela de Asumi, y me pregunto si ella llegará a heredar el extraño sentido del humor de mamá.

 

–Pues iré a darle las malas noticias, sólo conseguí la sonaja, no habrá toallitas suizas.

 

–Entonces permíteme que me aleje antes, me destrozaría el corazón escucharla llorar cuando lo sepa –exclama “afligida” tomando dirección a la planta baja.

 

–Mi madre debió dedicarse al teatro –murmuro para mí entrando al cuarto de mi bebé y encontrarla durmiendo tranquilamente.

 

      Entre más la veo más parecida la encuentro con… con su papá. La primera vez que tuve la oportunidad de verla no podía dar crédito a mis ojos; ya que aun cuando la encontraba hermosa, el hecho que fuese una pequeña réplica de Takano-san parecía ser una mala broma del destino.

 

      En aquel entonces estaba seguro que todo había terminado y me entristecía incluso contemplar tus bellos ojos iguales a los suyos, pero ya no me siento así.

 

–Así que despierta ya –digo al darme cuenta que parece a punto de llorar con el propósito de que la cargue, por lo que la toma en mis brazos arrullándola suavemente.

 

–¿Hijo quieres bajar a cenar, tu padre acaba de llegar? Oh, se despertó, ¿te ayudo con ella?

 

–No está bien, creo que aún tiene sueño, ya se está quedando dormida así que en un momento bajaré a cenar.

 

–De acuerdo cielo, no tardes.

 

–¿Sabes? –le susurro cuando mi madre sale de la habitación– en otra parte que no conoces tienes lista también una alcoba muy linda, ¿te gustaría verla? –alcanzo a preguntarle como si de verdad esperase una respuesta antes que mi niña cierre sus ojitos volviendo a dormirse– tal vez pronto la conozcas.       

 

      Sí… al final creo que hoy fué un buen día, ya que siento un gran alivio de que las cosas resultaran bien con Aoi. Realmente en un principio su sorpresiva declaración incluso me asustó; sin embargo cada vez que tengo la oportunidad de hablar con él quedo aún más convencido de la excelente persona que es ahora. Espero que pronto pueda encontrar a alguien que lo merezca y sea capaz de corresponderle.

 

      Irónicamente todo lo que hablé con él fue el último impulso que necesitaba para ordenar mis pensamientos y tomar una decisión.

 

 

CONTINUARÁ...

Notas finales:

Gracias por leer y comentar.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).