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Dos clases de sentimientos por Likachu

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Notas del capitulo:

El capítulo 20.

Sekaiichi Hatsukoi y sus personajes pertenecen a Shungiku Nakamura. Este es un fanfiction hecho por diversión y sin finalidad de lucro.

Capítulo 20: Alegría

 

 

      Hoy es el día… No tengo idea de lo que mis padres tienen pensado o como se enteraron de lo que ocurría, pero no me cabe ya duda que están al tanto. Algo debió pasar y lo que sea me llena de alivio. Si saben lo que sucede tendrán el debido cuidado y al final todo saldrá bien.

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–¿Nervioso? –cuestiona el dueño de esos ojos azules que no han dejado de escudriñarme mientras termino de vestirme.

 

–Sí, un poco supongo –por supuesto que estoy nervioso, las ansías de saber que en pocas horas todo habrá terminado me llenan por completo.

 

–Te entiendo –dice acercándose y tomando mi rostro entre sus manos–, pero no te preocupes, no hay ninguna forma de que alguien vaya a lograr separarnos jamás– la mirada que Aoi me dedica tan lúgubre como el tono que acompaña a sus palabras, casi consigue hacer flaquear mis esperanzas, sin embargo el imaginar a mi hija creciendo con aquella mirada sobre ella y el recuerdo de Takano-san, reprimen aquellos temores, dejando solo la repulsión del beso con el que ahora Aoi parece sellar su “promesa”.

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–¡Mamá, papá, que gusto verlos! –exclamo abrazando a mi madre e inmediatamente después a mí padre, lo cierto es que nunca soy tan efusivo; pero el terror que vivo día con día en está casa, me hace necesitar desesperadamente de su cercanía y creo que ellos lo comprenden perfectamente, ya que no muestran ninguna extrañeza por mi comportamiento, lo que les agradezco internamente.

 

–También estábamos deseando verte querido.

 

–Así es y ¿dónde está nuestra nieta?; le tenemos una gran sorpresa –menciona mi padre con una sonrisa, aunque… creo que mi madre es mucho mejor actriz que él.

 

–Iré por e…

 

–Aquí la tienen –me interrumpe Aoi, que aparece con mi hija en los brazos esbozando una enorme sonrisa que por más que me esfuerzo en imitar, no me es posible. En verdad no puedo soportar que este psicópata toque siquiera a mi bebé.

 

–G-gracias por traerla, déjame ayudarte –me apresuro hacia él tomando a mi niña con todo el disimulo de que soy capaz.

 

–No te preocupes Ritsu, bien sabes el cariño que le tengo a Asumi –vaya comentario más bizarro, pero como siempre no me queda más que asentir–. ¿Y qué estamos haciendo aquí parados?; estoy seguro que todos tenemos hambre, vamos pasemos al comedor.

 

      Nadie replica aquello y tal como propuso Aoi, nos dirigimos al enorme salón que nuestro anfitrión llama comedor, cuando sala de banquetes resultaría MUCHO más apropiado.

 

      De manera que todo transcurre con “normalidad” en una cena “familiar”. Solo que en está ocasión a diferencia de las anteriores visitas de mis padres, no hay discusiones sobre mi prolongada estadía en este lugar. Y ahora sencillos comentarios son los que limitan ese tema. Para finalmente llegar al momento que ha tenido a mi corazón latiendo descontrolado toda la noche.

 

–Bueno creo que el suspenso ya ha durado demasiado y tal y como Ritsu les comunicó por teléfono los dos tenemos un anuncio importante que darles –exclama Aoi tomando mi mano acariciando suavemente con su pulgar el anillo que días antes me obsequiara para culminar extendiendo mi brazo de manera que aquella joya fuese totalmente visible para mis padres–. Como pueden ver nuestra relación ya no es de una mera amistad, actualmente vivimos juntos en calidad de amantes –continua colocando su otra mano alrededor de mi cintura– y francamente nos gustaría contar con su apoyo al respecto. Les aseguró no necesitan preocuparse yo me encargaré de cuidarlos a ambos y ya amo a Asumi tal y como si fuese mía.

 

      Mis padres están serios, solo yo que los conozco perfectamente puedo ver más allá de esas expresiones que se alejan por mucho de la neutralidad, es como si intentaran tragarse todos los gritos y reclamos que luchan por escapar de su interior… ¡Por favor, conserven la calma!

 

–Eso es… una gran sorpresa –por fin mi madre rompe aquel asfixiante silencio– y ¿qué puedes decirnos al respecto cariño?

 

–Y-yo me siento feliz a lado de Aoi y espero también que acepten nuestra relación –la mirada que veo en mis padres me indica lo “convencidos” que quedaron con mi respuesta.

 

–Si es lo que quieres tu madre y yo no tenemos por qué oponernos hijo –dice mi padre casi entre dientes– solo nos queda felicitarlos a ambos.

 

–Así es muchachos felicidades, creo que lo mejor será hacer una pequeña celebración más adelante.

 

–Gracias señora, son ustedes muy amables pero no tienen que molestarse, esas palabras son suficientes para nosotros.

 

–Estoy de acuerdo con Aoi mamá, no necesitas preocuparte.

 

–Está bien, pero a cambio de eso déjenos ahora seguir con nuestra propia sorpresa.

 

–¿Su propia sorpresa?

 

–Tienes la pésima memoria de tu padre cariño.

 

–Ritsu ¿a caso olvidaste que cuando llegamos mencioné que habíamos preparado algo para nuestra nieta?

 

–Es verdad, lo olvidé por completo –gracias a “cierta persona” que apareció de improviso en el momento que lo mencionaron.

 

–Pero entonces no nos dejen con la duda, NUESTRA HIJA también espera ansiosa –¿cómo es que palabras tan sencillas como esas pueden molestarme tanto?

 

–Lo siento Aoi pero tendrás que esperar un poco más para saberlo; y por favor préstanos a Ritsu y Asumi solo por una hora –pide mi madre con sus manos juntas frente a su rostro sonriente–, te prometo que lo que tenemos preparado valdrá la pena.

 

–Por lo entusiasmados que se ven los dos no lo dudo ni por un segundo, pero me temo que no puedo cederles a toda mi familia tan fácilmente. ¿Por qué no cedemos ambas partes y me dejan acompañarlos también?; nosotros tres podemos ir en mi auto y ustedes en el suyo.

 

      A estás alturas es más que claro para mí lo que mis padres tienen pensado, pero temo que si intervengo o insistimos demasiado Aoi sospechará también y estamos tan cerca…

 

–La verdad creo que lo mejor será que le muestren primero a Asumi su sorpresa y después pueden llamarnos para alcanzarlos, ya que lo cierto es que nosotros aún no les hemos dicho todo y estoy seguro que juntar ambas noticias será más divertido. ¿Estás de acuerdo Aoi?

 

–Muy bien –¡Aceptó!– vayan ustedes y nos llaman cuando tengan todo listo porque también nosotros anunciaremos nuestros planes tal y como dijo Ritsu, así que supongo que será una apuesta para ver qué pareja es la más sorprendida al final.

 

      De nuevo mis padres parecen no saber qué deben hacer, estoy seguro que lo que menos quieren es tener que dejarme atrás, pero deben entender que la prioridad es poner a Asumi a salvo, está es una oportunidad ÚNICA.

 

–¿Pero por qué ponen esas caras?; no creo que hay mucho que pensar y a mi hija no la pueden dejar entusiasmada, ya escuchó lo de la sorpresa y no podré hacerla dormir ni la siesta después de eso, así que traeré sus cosas y ni una palabra más.

 

–Bien hijo no tardaremos en volver entonces.

 

–Nada de volver, nos llamarán a Aoi y a mi para que nos reunamos ¿recuerdas? Ya veo porque mamá dice que saqué tu mala memoria. Aquí está todo, incluyendo varios biberones a los que solo deben agregar agua, acaba de comer pero nunca hay que confiarse con está bebé, nos vemos.

 

–Sí nos vemos –dice mi madre con una radiante sonrisa, sin embargo pude ver su mano temblar por un momento al levantarla para recibir la pañalera de Asumi, mientras mi padre se lleva a mi niña en su porta-bebé. Él solo se despide con un movimiento de mano, es lo mejor, creo que ahora mismo su tono de voz nos delataría a todos.

 

–Se ve que lo tomaron muy bien –comienza Aoi ahora que se han marchado, pero siento que solo podré respirar con tranquilidad hasta saber que han pasado el portón de está… prisión –¿Qué cara crees que pondrán cuando sepan que nos mudaremos? 

 

–Seguramente se alegrarán, sobre todo cuando les comentemos sobre todo lo que has preparado para nosotros –digo con auténtica felicidad al comprender que si no ha pasado nada hasta ahora, significa que tanto mis padres como mi bebé está a salvo ya y es tal la alegría que siento, que por primera vez después de esa fatídica noche en que llegué a está casa dejo escapar las lagrimas que tanto he luchado por reprimir.

 

–¿Ritsu?; ¿te sientes bie…? –el teléfono celular de Aoi suena interrumpiéndolo y yo se perfectamente a qué obedece aquella llamada– ¿Hola? Sí –las facciones en su rostro cambian drásticamente confirmándome la situación, repentinamente mi mano se ve atrapada con la del hombre a mi lado con tan fuerte agarre que un quejido involuntario escapa de mi boca –¡INTENTENLO Y NO SALDRÁ DE AQUÍ CON VIDA! –grita antes de arrojar el teléfono al suelo haciéndolo pedazos y con su otra mano ahora libre, toma también mi rostro encarándome con él– ¡QUÉ HICISTE?

 

 

 

 

CONTINUARÁ…

 

      

 

Notas finales:

Gracias por leer y comentar.


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