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Dos clases de sentimientos por Likachu

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Notas del capitulo:

Finalmente el capítulo 21 XD.

 

Sekaiichi Hatsukoi y sus personajes pertenecen a Shungiku Nakamura. Este es un fanfiction hecho por diversión y sin finalidad de lucro.

 

Capítulo 21: Comienzo

 

      Me pregunto si este es el fin; porque si lo es no tengo realmente nada de que arrepentirme, solo hubiera deseado poder verte una última vez… Algo dentro de mí me dice que de alguna forma es por ti que Asumi ya está a salvo; espero que tú también lo estés y permanezcas a su lado. Cuídala mucho, te amo Takano-san.

–Me aseguré de que mi hija este segura.

–¿Y creíste que te saldrías con la tuya, que simplemente te dejaría ir con todas esas estúpidas advertencias? ¡Me importa un demonio si todo el lugar está rodeado de imbéciles! ¡TE MATARÉ CON MIS PROPIAS MANOS ANTES QUE DEJARTE IR!

–Lo sé –todo tu ser emana la verdad que encierran aquellos gritos desesperados.

–Acaso no entiendes que todo lo que he hecho ha sido por ti, ¿por qué tenías que hacer esto, no entiendes lo mucho que te amo y estamos predestinados el uno al otro, por qué elegiste que todo terminara así?

–No es posible que termine algo que nunca comenzó –me limito a contestar sin pretender que mis palabras sean un vano esfuerzo por hacerle recapacitar, llegado a este punto comprendo a la perfección que eso no pasará.

Por un momento pareciera estar a punto de decir algo, sin embargo se contiene y repentinamente mi mano y rostro se ven liberados de el para de inmediato ser mi cuello el que es aprisionado por sus manos.

–Tú lo quisiste –con fuerza oprime mi cuello a lo que por mera inercia intento resistirme. Mi vista comienza a oscurecerse, ya me he rendido y aceptado mi muerte… sin embargo, yo, yo…

¡QUIERO VIVIR!

–¡QUÉ DEMONIOS…? –impactando mi puño contra su rostro consigo liberarme, aunque estoy más que seguro que el que me soltase fue más el resultado de la sorpresa causada, que el dolor de aquel golpe en el que gasté todas las fuerzas que me quedaban. Con desesperación ingreso todo el aire en mis pulmones que la tos acompañada al dolor en mi garganta me permiten– Ya fue suficiente Ritsu.

      Al levantar la vista puedo visualizar apenas y de manera borrosa el rostro de Aoi que de nuevo se aproxima hacia mi, por lo que cierro los ojos con fuerza sabiendo a la perfección lo que ocurrirá ahora, pero…

–¡Maldito! –¿qué pasa?– ¡Voy a matarte maldito infeliz! –claramente puedo escuchar gritos, insultos y golpes. Sin embargo nada de aquello logra alcanzarme, acaso…

      Sin pensarlo más abro los ojos para contemplar algo por demás insólito. De espaldas hacia mi un hombre sostiene a Aoi contra la pared sin parar un instante de golpearlo en el rostro como si de un muñeco de trapo se tratara. Y repentinamente se escucha como una gran cantidad de personas han entrado también en la habitación, al parecer buscan separarlos, también se acercan a mi, creo que son policías más no logro confirmarlo debido a que mi vista así como el resto de mis sentidos terminan de abandonarme y pierdo noción de todo a mi alrededor.

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      La vida es demasiado frágil y es triste cuando debes despedirte de alguien importante en tu vida, más si esa persona no abandona este mundo de forma natural, sino que es arrebatada cruel y repentinamente.

–… y así damos el último adiós a Sanjoin Densuke, que Dios le guarde en su reino celestial, descanse en paz –concluye el padre finalizando el sepelio.

–Es mejor irnos ya, el clima empieza a ponerse demasiado frío para Asumi –asiento dándole la razón y después de limpiar con mi mano algunas lagrimas tercas que se aferran a mis ojos, me dirijo a mi madre que no se ha apartado del lado de mi padre desde que empezó la ceremonia.

–Mamá, ya debemos irnos.

–Sí cariño, entiendo –responde acercándose a mi –nosotros nos quedaremos un rato más –no es para menos, todo esto es muy difícil para mis padres sobre todo para papá. Ellos eran como hermanos.

–Muy bien despídeme de papá, nos vemos –en verdad no se que más decir y sobre todo no sabría que decirle a mi padre.

–Así lo haré, hasta pronto.

      Regreso al lado de Takano-san para marcharnos en su auto y después de asegurar a nuestra niña regresamos a casa. Sí, hace dos semanas que termino aquella pesadilla o lo más cercano a eso, porque solo hace un par de días atrás Aoi confesó en donde se encontraba Sanjoin-sensei y hoy finalmente pudimos sepultarlo.

      Y aunque es cierto que hacía tiempo temía que sensei ya no estaba con nosotros, haberlo confirmado fue más duro de lo que hubiera llegado a imaginar.

      Aoi se encuentra en prisión ahora. Aunque al parecer eso no durará mucho debido a que sus abogados están apelando a una evaluación psiquíatrica, la cual ciertamente tiene fundamento, pero si eso implica que podría salir libre después de todo lo que ha hecho, no puedo evitar sentir que es injusto el que las cosas puedan resultarle tan fáciles. Aun cuando comprendo perfectamente que esta enfermo y debe necesitar ayuda, no puedo olvidar todo lo que hizo, ni creo tampoco llegue el día en que pueda perdonarlo.

–Hemos llegado.

–S-sí –respondo con torpeza al darme cuenta que no solo Takano-san ya se encuentra fuera del vehículo esperando, sino que incluso saco ya el porta-bebé de Asumi que sostiene con su mano izquierda, mientras que con la otra mantiene mi puerta abierta–. Gracias, te ayudo –ofrezco al salir para ayudar al menos con las cosas de la bebé.

      Finalmente estamos los tres juntos como siempre esperamos y tengo la confianza en que eso es suficiente para dejar todos los sinsabores del pasado donde pertenecen, aprender de ellos y seguir adelante.

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–Es más lejos de lo que pensaba –me quejo como “compensación” al no poder haberlo hecho antes al escuchar nuestros planes para está noche.

–Estamos por llegar –responde mirándome de reojo casi como si me estuviese reprendiendo por mi comentario.

      Se que de alguna manera Yokosawa-san ya me acepta, pero igual no puedo evitar sentirme incomodo en su presencia. Por lo tanto una cena en su casa… Bueno la verdad es que será una buena oportunidad para agradecerle lo que hizo por Takano-san en el tiempo que no pude estar a su lado y también… el hecho de que incluso Asumi y yo nos encontremos con vida. Cuatro meses ya han transcurrido de eso…

      El momento en que mis padres lograron rescatar a mi bebé y la llegada del mismo Takano-san en aquel instante que no pude más que pensar que todo había terminado para mi, de alguna forma, nada de eso hubiera sido posible sin la intervención de Yokosawa-san.

–¿Eh?; ¿seguro que es aquí? –le cuestiono cuando finalmente parecemos haber llegado a nuestro destino.

–Completamente seguro –contesta con una MUY sospechosa sonrisa dibujada en su rostro–. Vamos que nos esperan.

–¿Nos?; ¿te refieres a Yokosawa-san y el gato?

–Mmf –y de nuevo esa sonrisa, qué se trae entre manos…

–¡Buenas noches, adelante por favor! –exclama educada y alegremente la adorable niña que acaba de abrir la puerta.

–Bu-buenas noches, lo siento pero creo que nos hemos equivocado de…

–No, no nos hemos equivocado, buenas noches Hiyori-chan –me interrumpe Takano-san empujándome en el interior de la casa con su mano libre.

–Ah, Masamune, Onodera por fin llegan vamos siéntense, Hiyori avísale a tu padre que…

–¿Mmm, oni-chan?

–Pero que rayos sucede con Onodera y esa cara de… Ah, entiendo, no le habías comentado nada ¿cierto?

–¿Estás bromeando?; tenía que ver esa cara –hasta ahora me doy cuenta que Takano-san ha sacado su teléfono celular y… ¿acaba de tomarme una fotografía?

–¡Takano-san, qué haces?; ¿quieres guardar eso? –¡que desesperación, cómo puede ser tan infantil? Por fortuna la niña ya fue en busca de su padre después de que se lo reiterara Yokosawa-san–. Tks, podrías haberme dicho que Yokosawa-san tenía familia desde un principio ¿sabes?... ¿Mmh?; ¿lo siento dije algo malo?

–Sí Yokosawa, ¿qué puede ser tan malo para que ahora mismo parezcas un globo rojo a punto de reventar? –ironiza Takano-san que por lo visto está a punto de estallar en carcajadas. Sin embargo su analogía no podría ser más acertada, sin duda está persona estallará en cualquier momento– El hecho de que seas la orgullosa madre de está hermosa familia jamás tendría porqué irritarte –decir que su expresión inspira miedo es un todo un eufemismo.

–Masamune te…

–Por favor disculpen la demora –justo cuando pensaba abalanzarme al sofá donde se encuentra el porta-bebé de Asumi buscando protegerla de cualquier “bala perdida” en aquella inminente guerra, de la nada aparece este hombre castaño que por supuesto debe ser el padre de Hiyori-chan y el cual recuerdo ya haber visto antes. Aunque no es eso lo que ha logrado impresionarme de él, sino que en menos de un segundo ha calmado totalmente a la persona que mantiene abrazada descansando su mano en el hombro de quien radicalmente cambiara su expresión de león enfurecido a un tímido cachorro–. Bueno está no es la primera vez que nos vemos pero aún así creo que debo presentarme, mi nombre es Kirishima Zen, un placer conocerlos formalmente. Y ya conocen a mi familia, Yokosawa Takafumi –dice inclinando su cabeza en el hombro del nombrado, ganándose una GELIDA mirada por parte suya–. Y… –parece estar a punto de decir algo más, pero se detiene en espera de algo.

–Lamento no haberme presentado antes, soy Kirishima Hiyori y es también un gusto conocerlos –finaliza con una reverencia aquella breve presentación cuando…– Ah, este pequeño es Sorata-chan, el último miembro de la familia –añade recogiendo del suelo a aquel gato blanco y negro que conozco desde hace tanto tiempo.

–Much…

–Entonces ahora les presentaré a mi familia –me interrumpe desconsideradamente Takano-san–. Onodera Ritsu, mi pareja y madre de nuestra bellísima bebé Asumi-chan –¡te juro que está me las pagarás!– y ya me conocen a mi, Takano Masamune, orgulloso padre de está familia, un placer estar aquí.

–¡Que bonita, hola Asumi! –exclama Hiyori-chan dirigiéndose a ella–, ¿pero por qué Onodera-san es la mamá, el es un hombre? –eso…

–Bueno Hiyori, es algo parecido a lo que pasa con tu oni-chan –“explica” el padre de la pequeña despreocupadamente, ¿cómo espera que está pequeña niña entienda algo con, con, con, ESO.

–Ah, ya comprendo –¿qué, en serio?– ¿Asumi-chan, quieres jugar con Sorata-chan y conmigo?

–Mmf, es un poco joven para eso pero si quieres puedo bajar su carriola para que den un paseo juntas por la casa –sugiere Takano-san.

–Sí, por favor –contesta la niña animada con la idea.

–Muy bien, ahora regreso.

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      En verdad está cena ha resultado mucho más relajada de lo que hubiera esperado, al parecer la madre de Hiyori-chan falleció hace ya muchos años y actualmente Yokosawa-san ha asumido ese rol. Extrañamente le queda demasiado bien, puede verse que es muy querido en está familia de la que ahora forma parte. Saberlo de alguna forma me hace sentir mejor en parte por alegrarme de su suerte y también por razones… mucho más egoístas.

      Sí, creo que una parte de mi todavía no era capaz de aceptar la amistad que aún comparte con Takano-san, realmente no podía olvidar que ellos fueron más que amigos en el pasado, pero ahora saber que él ya tiene… bueno, una vida hecha, me llena de un profundo alivio. Y hasta me parece que en el futuro ambas familias podremos entendernos mucho mejor.

 

CONTINUARÁ…

 

 

Notas finales:

Está vez si me tardé, pero ya el siguiente capítulo es el final. Gracias por leer y comentar.

 


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