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Dos clases de sentimientos por Likachu

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Notas del capitulo:

Espero que no encuentren este capítulo tan de relleno pero era necesario para lo que sigue.


 


Sekaiichi Hatsukoi y sus personajes pertenecen a Shungiku Nakamura. Este es un fanfiction hecho por diversión y sin finalidad de lucro.

Capítulo 9: Realidad

 

 

Cada día que pasa no hago más que convencerme más del error que está cometiendo Ritsu. Ya lo último que me importa ahora es que su pareja sea un hombre; la forma en que mantiene a mi hijo constantemente vigilado y hasta intimidado no deja de inquietarme.

 

“Lo siento mamá, debo contestar es Takano-san”

 

“Cariño ¿acaso no acaba de llamarte hace diez minutos?”

 

“Serán solo unos segundos, discúlpame”

 

       Han sido apenas tres veces las que he salido con mi hijo desde que vive con esa persona y solo en la última ocasión no recibió una sola llamada o mensaje de texto de ese hombre, aunque al final de la noche me entere de la verdadera razón de aquello.

 

“Bueno, es hora de que me vaya a casa”

 

“Lamento haberte entretenido tanto Ritsu, pero tu teléfono no sonó ni una sola vez hoy, es un nuevo record”

 

“Sí… sobre eso, olvidé cargar la batería jeje, c-como sea, ¡nos vemos entonces!”

 

 

      No tengo idea sobre como tocar el tema con Naoki, se que él querría hablar con Ritsu de inmediato, y lo último que quiero es causarle un disgusto durante su embarazo. Pero en verdad ya no se que debo hacer.

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–Me voy ya Kotomi y lo siento, como te dije en estos días tengo la agenda saturada de trabajo, por lo que probablemente hoy tampoco pueda llegar a cenar.

 

–No te preocupes querido, está noche también tengo la clase de yoga junto con Ritsu, así que no habrá ningún problema.

 

–Perfecto, te veo luego, adiós –dice al acercárseme y besarme en los labios a manera de despedida.

 

–Hasta luego y suerte en el trabajo.

 

      Bueno, supongo que no esta demás llamar a ese embarazado hijo mío para confirmar la hora en que pasaré por él; “embarazado hijo mío” cuando me hubiese imaginado siquiera semejante forma de dirigirme a él y qué cara pondría si me escuchara.

 

–¿Hola, Ritsu? –este niño al parecer de nuevo estaba dormido –bien y tú ¿cómo sigues? –aunque disimule se que se siente cansado –me da gusto, es más, hablaba para confirmar que hoy también tendremos clase, espero no lo hayas olvidado. –…. ¿que ese sujeto le compró un video de yoga? –Entiendo, pero eso no es lo mismo; –¡claro que no es lo mismo, en qué está pensando ese hombre, acaso no le importan Ritsu o el bebé? –ya veo, sí de acuerdo, hasta entonces –no entiendo como puedes cegarte de está manera hijo, pero yo no puedo.

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–¡Mamá..? no me dijiste que vendrías cuando llamaste, ¿sucede algo?

 

–¡Vaya hijo ingrato que tengo, acaso tu madre no puede venir a visitarte?

 

–N-no, es decir claro que puedes visitarnos cuando desees, solo fué inesperado, pero pasa.

 

–Bien, por un momento creí que me dejarías en la puerta todo el día –hablo mientras entro finalmente a conocer el lugar donde mi hijo está viviendo, ya que en ocasiones anteriores me limité a llamarle por teléfono desde el auto para que bajara.

 

–Ahora regreso, traeré algo de té.

 

–Sí, gracias querido –no puedo evitar escudriñar con la mirada hasta el último rincón del departamento, todo está perfectamente en orden, no es que haya algo de malo en eso, pero este sitio no refleja a Ritsu y si solo es que se ha vuelto más hogareño ahora que dejó de trabajar no serían más que buenas noticias, sin embargo, no soy tan optimista al respecto.

 

–Aquí está el té.

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      Hemos hablado de muchas cosas referentes al bebé, al parecer pronto sabremos si tendré un nieto o una nieta, exactamente para la próxima ecografía de Ritsu si tenemos suerte. Pero ahora hay otro asunto del que quiero hablar.

 

–Cariño me mostrarías el video que mencionaste por teléfono, ya sabes como soy y necesito juzgar la calidad de todo aquello que “remplace” alguna de mis maravillosas ideas por mí misma.

 

–Amh… sobre eso, Takano-san aún no lo ha comprado, pero en la mañana me aseguró que pasaría por el después del trabajo para que al llegar lo practicáramos juntos –en resumen, todo el problema de ese sujeto es que Ritsu no tenga contacto ni con Naoki ni conmigo.

 

–Ya veo, pero como cuando hablamos mencionaste que era muy practico y sencillo, asumí que no solo ya lo habían adquirido, sino que incluso ya habían efectuado al menos una sesión.

 

–S-sí eso fué lo que dijo Takano-san, que había investigado en Internet que no había mejor opción y que además el deseaba compartir la experiencia conmigo. Discúlpame lo ví tan entusiasmado que al final no pude decirle que no.

 

–He ahí el porque de tu embarazo cielo, quien no sabe decir que no, se llena de hijos  –me burlo con una insinuante sonrisa dibujándose en mis labios.

 

–¡Mamá! –Ritsu… siempre haciendo competencias con los tomates, sigue así y algún día los vencerás a todos en color con el rojo de tu cara.

 

–Ya, ya, deja que tu madre se ría un poco de ti de vez en cuando, es lo menos que puedes hacer después de haber despreciado mis lindas atenciones. Por cierto cariño, que me dices de invitarme a cenar, tu padre no estará está noche y yo podría ayudarte en la cocina.

 

–Por supuesto, me encantaría que te quedaras.

 

–Pues manos a la obra.

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–Estoy en… –a juzgar por su expresión, soy la última persona a la que esperaba ver.

 

–Buenas noches Takano-kun, espero que mi presencia aquí no cause molestias.

 

–Ah Takano-san b-bienvenido, como puedes ver mi madre está de visita y nos acompañará a cenar –solo mi hijo podría darle un significado totalmente diferente a una clara afirmación como esa con solo el tono de su voz, el cual lleva implícito como pide permiso para aquello en lugar de simplemente comunicarlo.

 

–Claro gracias por venir señora Onodera, ¿cenamos entonces?

 

–Sí ya solo te esperábamos, la cena está servida, como mamá me ayudo terminé antes –aclara Ritsu mientras nos sentamos a la mesa.

 

      Es la primera vez que cocinamos juntos, y en verdad quede agradablemente sorprendida, había pensado que mi niño no pasaba de freír un huevo, pero la manera en que se esmera con que todo este perfecto y el como se comporta ahora ante la persona con la que ya comparte su vida… ese nerviosismo y a la vez jubilo por su sola presencia, me hacen reconsiderar mis inquietudes e intentar convencerme que estoy exagerando demasiado las cosas. Sin embargo…

 

–Por cierto Takano-kun, siento ser tan entrometida, pero Ritsu me dijo que ya no asistiría a las clases de yoga prenatal conmigo, debido a que usted quería apoyarlo en sesiones caseras por medio de un video muy bien logrado sobre el tema; le mentiría si digo que no es en parte la razón que me trajó aquí hoy y la curiosidad me mata, ¿me lo mostraría?

 

–Lo siento, lo pedí por Internet y demorará al menos una semana en llegar –¿por qué escuchar eso no me sorprende nada?

 

–oh, pero entonces no habría problema en que Ritsu continuara acompañándome a las clases que de hecho ya tenía pagadas, hasta que el video les llegara.

 

–Sí, me disculpará usted, tenía la esperanza de adquirirlo antes, hoy mismo fuí a buscarlo pero no tuve suerte. Aunque no por eso pensaría en no hacerme responsable de la perdida de tiempo y dinero que le causé; ¿me diría cuánto pagó por el primer mes de clases a fin de remunerárselo? –finaliza su “explicación” con una sonrisa apenada.

 

–Por supuesto que eso no es necesario, ese gasto lo pensé desde un principio como un regalo hacia mi hijo y nieto, es solo que me desilusionó el no poder pasar más tiempo con “ellos” –sí, ya siento a ese bebé como si estuviera aquí y es por eso que no puedo concebir que no tendré permitido compartir su vida cuando nazca, justo como está pasando ahora.

 

–Pero mamá, creo que le estamos dando más importancia de la que deberíamos a este asunto, después de todo no es la única forma en que podemos pasar tiempo juntos.

 

–Es verdad y como dije es bienvenida aquí siempre que desee ¿por qué no olvidamos el tema y hablamos de uno que estoy seguro prefiere tanto como yo?

 

      Ciertamente hablar de la llegada del bebé es lo más importante pero…

 

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–Bueno, ya no tarda en aparecerse tu padre en la casa, por lo que lo mejor será que me le adelante, hasta pronto cariño y hasta pronto también Takano-kun.

 

–Sí nos vemos mamá, salúdame a papá.

 

–Lo mismo digo señora, por favor déle mis saludos al señor Onodera.

 

–Así lo haré, adiós.

 

       Por qué siento tal desasosiego, me cercioré de que todo está bien, Ritsu se ve feliz, entonces,  cómo es que no puedo dejar de sentir esto cuando todo es como debe ser… 

 

–Mmf –tonterías, es mejor que vaya a casa y duerma. No puedo creer que me convertí en una “suegra metiche”; pues bueno, etapa superada, de ahora en adelante esperaré la llegada de mi nieto con tranquilidad y sin inmiscuirme más de la cuenta, se que eso es lo que debo hacer.

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–¡Pero, cómo que Ritsu está internado en el hospital, apenas está en el séptimo mes, no puede ser que la bebé ya vaya a nacer, explícame qué fué lo que pasó!

 

 

CONTINUARÁ…

 

Notas finales:

Si no se entendió, pasaron tres meses desde la visita de la madre de Ritsu, en la que él tenía cuatro meses de embarazo, por lo que en el último párrafo ella menciona que está en el séptimo mes y ya en ese momento saben perfectamente el género del bebé o mejor dicho, la bebé. Gracias por leer y comentar.


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