Y ahí estaba yo, a solas con ese insolente, despreciable y ególatra engendro. Lo mire de reojo, el hizo lo mismo, le mostré el dedo de en medio con mi mejor sonrisa. Casi podía sentir su ira, me reí con más ganas.
-que te parece tan divertido pendejo- seguro estaba contando hasta diez para no golpearme
-lo mal jugador que eres me causa gracia- le respondí con simpleza, trataba de provocarle y lo estaba logrando.
-te llevo kilómetros de diferencia, te ganaría en cualquier juego sin esmerarme lo mas mínimo.- me contesto regodeándose de su respuesta
-ajám- conteste con aire de indiferencia.
Pasamos minutos en silencio. ¿Dónde está Shima? Comencé a odiarlo por dejarme con su maricon amigo, a solas.
Había venido a su casa con la esperanza de pasar un buen rato jugando al PS o con el Wii, pero el ya tenía visitas.
Ese puto marica de mierda. ¿Cómo lo llamaba shima? Ruki... Creo. Lo odie a primera vista. Aun lo recuerdo, como si hubiera sido esta mañana, pero si la memoria no me falla ya iba para cinco meses.
Recuerdo que iba un poco tarde al primer día de clases. Cuando digo poco me refiero a media hora... Y ahí estaba esa maricona insufrible en medio del pasillo con cara de signo de interrogación. Ok. Lo reconoceré, llamo mi atención, pero no lo suficiente como para ofrecerle mi ayuda. Seguí de largo. Me llamo y yo lo ignore. Al ver que ni puto caso le hacía, me recordó a mi progenitora, me gire y le tire dedo.
Bonita primera impresión ¿No?
A decir verdad, tuve varios incidentes que terminaron en insultos con el, como la vez que lo dejaron colarse en la fila de la cafetería, obvio me encabrone y le grite "no me importa a quien le andes dando el culo, si quieres comprar fórmate como el resto"
O la vez que me volé una clase para fumar en las gradas y el estaba en clase de deportes, no podía parar de reírme de el, y el muy pendejo me hizo frente con un millar de insultos... Cosas así solían pasarnos.
El colmo fue verlo con shima. Pero joder es inevitable la reunión entre reinonas. Shima es mi amigo, el mejor que tengo, sin embargo eso no le quita lo súper gay que es. El mejor delantero gay del equipo. Y sin que yo lo quisiera Ruki comenzó a formar parte de mi día a día. Y eso me jodia bastante.
Le clave la vista con odio
-ahora que iguana lacia?- se atrevió a decirme
-te apuesto una mamada a que te gano en cualquier juego- QUE?! Eso salió de mi boca... Dios ayúdame
Ruki tenía la boca abierta de par en par, mientras yo imploraba en silencio que me gritara "puto maricon yo no me ando con esas jaladas”
-mi polla es la cosa mas deliciosa que en tu vida vas a probar- ¿Eso salió de mi boca? Pues si lo hizo.
Ruki tomo el mando y me miro muy fríamente, luego me aventó la caja que contenía el videojuego que sería mi ruina... Tanto si ganaba como si no.
Venga, quizá no sea un ataque de mariques sino solo quiero verlo sometido ante mí. Si eso es. Solo quiero someterlo.
Ruki***
Mientras comenzaba el juego me puse a recapitular... Akira me odia, yo odio a Akira ¿Por qué quiere que se la chupe? Se volvió loco. Si eso. Pero no me voy a dejar lo hare morder el polvo y chupar...me a mi ¿De verdad estaba dispuesto a que me la chupara? Y una voz casi grito "por todas las veces que te ha llamado maricon, tu te correrás en su cara llamándole chupa pollas” y sonreí como nunca.
Sonrisa que me duro una mierda. Perdí.
Akira sonreía como nunca lo había visto, casi me pareció verlo brillar.
Ay no. Por favor no.
Le mire con miedo, casi suplicante.
El aun sonreía, ambos estábamos tirados en el suelo, la madre de shima lo había mandado a comprar algo para la comida, pero creo que el muy pendejo fue a cosecharlo. Rogué por que entrara justo ahora.
No paso.
Akira se levanto y se sentó en una esquina de la cama. Me llamo. Me levante camine hacia el, abrió las pierna de forma muy amplia dándome el espacio más que suficiente para arrodillarme entre el, lo hice.
Creo estar rojo.
- ¿qué? ¿Te la voy a chupar por encima del pantalón?- ¿soné desesperado? ¿Deseoso? Ayúdame señor, akira se puso rojísimo, tal vez se arrepintió.
Ni vergas. Hizo lo necesario solo para liberar su polla. Creo que la mire con gula, estaba muy, muy firme, erecto, dispuesto. Le mire a los ojos levantando una ceja.
- Ganar siempre me la pone dura, ni creas que es por ti.- me dijo mientras miraba mis labios. Gay de closet.
-Si te la voy a chupar como es debido necesito que me des más que...- ¡dios que entendido! Se bajo los pantalones y el bóxer hasta las rodillas.
Me odie. Comencé saboreando la punta. Tenía razón, me encanta. Me odio con más ganas. Lo mame hasta la mitad luego me retire para volver y metérmelo todito. Que si gime. Oh que bien suena. Más quiero más de esos gemidos. Succione con más ganas, una mano la ocupaba acariciando sus testículos y pirineo, mientras con la otra me sujetaba de su abdomen. Alce la vista y desee nunca haberlo hecho. Su mirada ardiente me fulminaba.
- Mas rápido, mas-dijo entre gemidos. ¿Quién era yo para negarme?
Acelere tanto como pude, haciendo más profundas las embestidas, nunca deje de juguetear con mi lengua alrededor de el. Sus espasmos de contención me avisaron que estaba cerca. Oh.
Trate de zafarme pero el me sujeto, unas cuantas embestidas y yo tenía el semen de akira por toda mi boca un poco escapaba por las comisuras. ¿Me lo trago?
Levante la vista. Si. Me lo tengo que tragar. Lo hice, dejando un poco en mi boca.
Me senté a horcajadas sobre el, no me retiro. Todo lo contrario, busco mis labios con desespero. Mi saliva fundida con su semen más su saliva, dios lo odie... Era sublime. Sus manos me recorrían, se detuvieron en mi trasero, empezó a masajearlo de una forma que me hizo perder el poco control que tenia, refregaba mis caderas contra las de él, su miembro seguía expuesto por lo que lo hacía gemir bien alto, me dieron ganas de reír.
Oh no error
Akira se incorporo subió sus pantalones y empezó a alisarse.
¿Eso era todo?
Me acerco a él y deposito besos en mi pecho sobre la camisa, me estaba arreglando el uniforme.
¿Por qué?
Olvide que estábamos en casa de shima, dios si se entera me mata, el AMA a Akira. Me mordí el labio, volvió a besarme. Listo. Yo era el peor amigo en la historia del mundo.
Mamándosela al amor de su vida, amor platónico, pues el jura que es hetero, en su cuarto, me sentiría fatal a no ser por esa lengua que no me da tregua.
-Vámonos- me dijo de una forma irresistible
Maldita sea. Yo solo asentí.
Reita***
¿Qué demonios? ¿en que estaba pensando? No, no estaba pensando. ¿Quién quería pensar?
Debo confesar que ya me la habían mamado una cantidad generosa de veces, pero ninguna como esta. No era normal lo que mi cuerpo experimentaba, cuando empezó estaba mareado, sentía miedo. Apenas se lo metió a la boca, todo fue placer, puro y neto placer.
No le despegue un segundo la mirada, ese maldito arrogante se veía tan jodidamente sexy con mi polla en su boca. Ya no me disgustaba. Termine en su boca. Contemplarlo lleno de mi, me prendió tanto. Moria por besarlo y el me leyó la mente se sento sobre mi. Comenzamos a fajar.
En un segundo me di cuenta que eso no iba a quedar en un simple faje. Y no era mi casa. Me obligue a parar. Arreglaba mi uniforme cuando lo vi.
Me hice de agua, me veía entre sorprendido y dolido. Comencé a besar su pecho y para apagar un poco mi necesidad emergente le bese en los labios. Ya no podía esperar. Le pedi que nos fueramos y jamás me sentí tan agradecido como cuando el asintió.
Lo prácticamente arrastre por el pasillo y las escaleras, me despedi de la mamá de shima a gritos el hizo lo mismo, lo solte en la puerta y camine a todo lo que daba, shima estaba en medio de la calle.
-Bye shima te veo en clases- lo dije a la velocidad de la luz, bueno eso sentí, justo un par de metros atrás de mi venia mi ojiazul.
Ruki***
No. Shima estaba ahí. Pare en seco, mil veces le había visto llorar por la heterosexualidad del cabron que estaba tan necesitado de mi, como yo de el. ¿Qué hago?
Baje la vista y use el bolso para cubrir mi erección.
- Me voy… olvide algo- dije apresurado, Akira había girado en la esquina
- Ruki lo siento- ¿Qué? Yo debería decir eso no el- peleaste de nuevo con Akira ¿cierto?
- No, no es lo que imaginas- porque yo todavía ni me lo podía creer- solo tengo que irme.
- Me gustaría que te llevaras mejor con el, cuando lo conoces es imposible no quererlo- me decía shima con sonrisa melancolica.
- Te juro que hare el intento de pasar mas tiempo con el- maldito hipócrita que soy modo: ON
- Bien, me voy antes de que mi mamá me cuelgue- y se fue con una sonrisa que se me incrusto en el alma, me dolia.
Camine muy lento, igual y Akira se había ido. Pero justo en la esquina me esperaba, me jalo del brazo pegándome a el, oliendo mi cabello paseando sus manos por mi cuerpo.
- Pensé que te habías arrepentido- me dijo en la oreja erizándome toda la piel, luego me mordió el lóbulo.
Cuando volvi en mi ya estaba subiendo a un bus, Akira se justifico diciendo que vivía un poco lejos. Estaba hasta la madre de personas.
Encontré un pequeño espacio frente a una chica de nuestro instituto, llevaba el mismo uniforme aunque jamás la había visto y espero no volver a topármela porque no tengo cara para verla a los ojos. ¿Por qué? Por el maldito de Akira.
Se coloco detrás de mi, se pego demasiado, nadie lo noto pues iba a reventar el bus, pude sentir su erección en mi trasero, comenzó a refregarla contra mi.
Gemi quedito. Agradeci que el chico de mi derecha fuera escuchando música con unos enormes audífonos, mientras que el señor de la izquierda hablara casi a gritos con una señora. shit. La chica se sonrojo tanto como yo.
Akira no paro ahí. Empezó a lamer mi oreja, mi cuello, lo escuchaba jadear sobre el, ya no podía ver a la chica, tenia los ojos cerrados con fuerza mientras mis caderas tomaban parte de la acción.
Akira me mordió, tuve que abrir los ojos, la chica estaba toda sonrojada mordía su labio inferior y no desprendía la vista de mi. Me sentí caliente a morir. Sentí que Akira me jalaba para bajar del bus.
Estábamos en la esquina de un parque que me parecía enorme.
Reita**
Al bajar me encamine por el sendero a seguir a mi casa, cruzando el puto parque, me encantaba, pero justo ahora su tamaño me estaba jodiendo la vida. No sentía los pasos de Ruki junto a mi me gire y casi me corro con la pura imagen.
Ruki se había apoyado en una señalización, restregando su trasero a ella, una mano la pasaba sobre su cabello, la cabeza estaba un poco hacia atrás y no podía oir pero podría jurar que estaba gruñendo por lo bajo, su otra mano estaba ocupada paseando por su pecho pues había abierto varios botones.
Me acerque y pegue todo mi cuerpo a el, lo bese con todo lo que tenia, gente pasaba y soltaba palabras poco amables, sobre todo las señoras con niños, a ninguno nos corto el rollito.
- No quiero follarte en via publica, por favor no me obligues- suplique sobre sus labios.
El me sonrio por lo que tome su mano y lo dirigi a través del parque.
- Seguro que no quieres follar aquí, ese lugar se ve genial- me dijo señalando un area de frondosos arboles, césped y unas cuantas flores silvestres
- Hoy no, otro dia, el que quieras- pare en seco, ¿le estaba proponiendo repetir? Si.- quizá te pueda invitar a cenar o al cine antes de follar aquí.
Tenia la sonrisa del millón, me empezó a besar con ganas. Lo separe bruscamente de mi y… empece a correr literalmente hacia mi casa, entrelazaba mi mano con la de el, otra vez lo arrastraba pero, al parecer no le molestaba, reia como un tonto y su boba risa me contagio.
Al llegar al portal de mi puerta se me ocurrió algo estúpido, pero lo quería hacer, lo cargue, sus piernas me rodeaban, yo me lo comia a besos, era mi casa, sin ver pude llegar a la puerta sin tropezar.
Como pude abri y mis caricias se hicieron mas fogosas mas necesitadas, el dejo de reprimirse y comenzó a gemir bien alto, yo besaba, lamia y mordía todo lo que estaba a mi alcance, sentía que mi polla explotaría… no me podía imaginar como estaría la de mi Ruki que no se había desfogado.
Libere la polla de mi Ruki y le masturbe con desesperación, se corrió sobre mi mano. Se veía precioso, lo tenia apoyado contra la pared de la estancia, a la derecha estaba el comedor a la izquierda la sala, al fondo las escaleras con mi hermana a medio bajar con la cara entre furiosa y sorprendida.
Ruki volteo a ver lo que yo veía.
- No me digas que es tu hermana- me dijo con dificultad.
- Si, lo es- aun sentía el semen caliente de Ruki en mi mano
- Maldito Akira- esa fue mi hermanita, corriendo hacia su habitación me quede con cara de WTF?
- Suzuki se me declaro esta semana, esta en mi curso, le dije que lo pensaría, ella es una versión linda de ti- me dijo entre risitas- pero me gusta mas el original, ahora se tu apellido.
- Voy en desventaja, solo se tu apodo- le dije haciéndole un puchero.
- Matsumoto Takanori, para servirte- lo ultimo lo dijo de una forma tan perversa que sentí escalofríos
- Bien me alegra, te tomare la palabra.
Y subimos a mi habitación
Ruki**
Y heme en la cama de mal nacido que me hace la vida imposible, totalmente desnudo, con mis rodillas flexionadas y mi trasero levantado ligeramente. Exponiendo me para el.
Muriendo por que la metiera a mi virgen culo.
Tuve la oportunidad de tener sexo con otros chicos, pero yo quería que fuera especial. Esto para mi era especial.
Sentí la boca de Akira lamiéndome el empeine de mi pie, subiendo lentamente por mi pierna.
No se cuando Akira se volvió especial para mi, pero estoy seguro de que me gusto la primera vez que lo vi, no tarde ni cinco segundos en reconocerlo, pero yo pase desapercibido para el.
Mordió mi rodilla varias veces, creo que me van a quedar cardenales.
Luego las peleas, siempre ocasionadas por el, yo solo quería no verlo, pues me ponía tanto…
Lamia mis ingles con esmero
… Shima lo había aproximado mas a el, hablándole de lo genial, divertido, tierno, ocurrente y sexy que era la iguana… Shima no se merecía esto…
La lengua de Akira en mi… en mi… ahh ahm dios ¿tanto placer es legal?
Trate de recordar que pensamiento sostenía antes de que Akira le explorara dentro con su lengua pero una ventana broto de la nada en mi mente: “cerebro modo: OFF”
Ahora soy puras sensaciones y que sensaciones. Para esto naci. Para pertenecer a este cabron este jodido y sensual cabron.
Sentí como sujetaba mi mandíbula, abrí los ojos para encontrarme con los de el, nunca jamás por ningún motivo había sido víctima de mirada tal, eran tan profunda tan cargada que casi podía sentir su caricia sobre mi piel, su boca estaba ligeramente abierta jadeante, todo el gritaba anhelo y así sin palabras me estaba pidiendo permiso, el cual fue concedido y afirmado por un beso tímido y torpe.
Podría gastarme la vida tratando de describir lo que su intromisión me hizo sentir: dolor, pánico tintes de angustia y después de segundos quizá minutos lo entendí, justo en ese momento tenía algo que siempre quise y que no me atrevía siquiera a fantasear en ello, para mí esto era más que sexo.
Me destense y con la tensión se fue el dolor, el lo sintió y comenzó un vaivén que me abrió las puertas del más sórdido placer, me sentí vibrar cada célula, cada átomo. Parecía que la vida se me iba en las caderas de Akira, el no parecía tampoco estar mejor, su ritmo me hacia alucinar.
…
Jamás había sentido tanta necesidad por alguien, y entre mas tenia de el, mas quería, incluso teniéndolo bajo mi, escuchándolo gemir y decir mi nombre de forma entrecortada lo sentía tan distante que me enfureci con el mundo y con el vacio que sentía en mi interior. Lo bese, como a nadie nunca antes, lo bese como si no hubiera mañana, ni ayer, lo bese con todo mi ser; con mi cuerpo, con mi alma, con mi corazón, en un beso me entregue.
Y el me correspondió dejándose venir sobre mi, sentí ese frio vacio llenarse de calor y no antes de susurrarle verdades al oído me deje ir dentro de el. Quise salir de su cuerpo pero con sus piernas me rodeo impidiéndomelo y balbuceo algo como “un poco mas”, sonreí y le bese, erguirme de nuevo dentro de el no sonaba nada mal.
Segui tonteando con el por un largo lapso de tiempo, su risa me desarmaba totalmente, ni que decir de sus besos, y luego cai en cuenta el era mi primer chico y a decir verdad espero el único.
- Ven dúchate conmigo, seguro a mi suegra no le parece que su bebe llegue oliendo a sexo y viscoso- le dije extendiéndole la mano
No entiendo como sin palabras ni caricias logro ponerme tanto, tan solo hizo un puchero con sus mejillas en el mas vivo carmín, hizo el amago de levantarse, pero hasta ahí llego. Me moleste un poco ¿Por qué no me hacia caso? Peor me desafio al hundirse en la almohada. No iba a consentir que mi novio fuese un caprichoso.
Mientras caminaba hacia el analice mi pensamiento y sonreí, hace unas horas yo juraba odiarlo y ahora lo llamaba mi novio. Era una locura, si, pero a la vez era lo más cuerdo que había hecho en siglos, reconocer que Ruki “la reinona” me traía de cabeza, ¿desde cuándo? no se. El enojo se había esfumado en segundos pero aun asi quería llevarlo conmigo a la ducha.
- Venga Ruki ¿Qué sucede?- me incline y susurre a su oído seguía encajado como avestruz en la almohada
- No puedo- me dijo en un sollozo
- ¿Me vas a decir que te da pena a pesar de que te conozco de pies a cabeza y un par de cavidades?- se lo dije en son de burla
- No pendejo, realmente no puedo- y me empezó a golpear con su super arma mortal: la almohada- no puedo levantarme
Rei, lo bese y me abalance sobre el, me miraba indignado, lo bese con mas ganas aun.
Ruki***
¡Puto Akira, una y mil veces puto!, me jode el culo, se burla de mi y aun asi me besa, de pronto detuvo sus movimientos, bien otra perlita que colgarle: me calienta y luego… y luego me carga en brazos susurrándome cosas terriblemente cursis y sucias mientras me lleva al baño.
- ¿puedes estar en pie?
- Por supuesto, es solo que una bestia se paso de bruto- le dije sin mirarlo apoyándome en la pared
- No es mi culpa de que seas tan frágil, prometo cuidarte mas de ahora en adelante- me dijo mofándose, estoy seguro
- No soy frágil, ya quisiera ver como sales tu librado después de que te metan la polla por el culo- le dije un poco, solo un poco irritado.
Lo que hizo después me mando al mismo cielo, ya con la regara abierta me dio la espalda y se doblo formando un espectacular ángulo de noventa grados, esta demás mencionar que mi cuerpo reacciono en automático.
- Apuesto lo que quieras a que puedo salir mejor parado que tu, en esta situación- me dijo sin duda alguna
Me acerque a el y sin necesidad de lubricar mis dedos pues con el agua bastaba empecé a dilatarlo, de su boca no salió ni un quejido, no por lo menos hasta que roce algo en el, y mas que quejdo fue un sonoro gemido. No le di tregua hasta que el dolor en mi entrepierna fue insoportable, sin miramientos entre en el.
Sus brazos comenzaron a ceder asi que termino con su cuerpo pegado a los azulejos, le daba con todo lo que tenia, de verdad que si, era sublime la forma en que acompasaba sus movimientos con los mios, una mano la tenia apoyada contra la pared con la otra recorría el cuerpo de Akira, por lo menos lo que tenia a merced.
Escuche un leve gruñido a la vez que aprisionaban sus paredes con mas fuerza a mi miembro, lo sentí dar pequeñas convulsiones y por mas que quisiese no pude contenerme mas, me corri con singular alegría.
El resto de la ducha fue tranquila, me besaba y acariciaba por doquier yo hacia lo mismo, nos reíamos como tontos y cuando lavo mi cabello sentí un placer ajeno a este mundo, pero como nada puede durar para siempre, llego la hora de la verdad: ver quien caminaba con mas dignidad.
Reita ***
Yo y mis estúpidas apuestas, debo ser un imbécil en toda la extensión de la palabra, pero a decir verdad la experiencia fue mucho mejor de lo que esperaba, quizá dejara a Ruki hacer esto una o dos veces al mes, porque en definitiva lo mio era darle al culo de el y no al revés.
Joder era hora de salir de la regadera, camine lo mejor que pude hasta donde estaban las toallas, la risa de Ruki no lo hacia mejor, quizá y solo quizá caminaba un poquito extraño por la incomodidad en mi trasero.
Le extendi la toalla a Ruki sin acercarme, torcio la boca con ligereza y luego ¡triunfo! Tenia que apoyarse en la pared para moverse. Con todo y mis andares raros llegue hasta el y comencé a besarlo.
Le preste una camisa y unos bóxers, le quedaban enormes, pero se veía lindo asi, mojadito y usando mi ropa. Moria de hambre asi que lo tome de la mano y como pudimos bajamos las escaleras al llegar al comedor estaba toda mi familia reunida. Fue preocupante ver el tono de rojo en la cara de Ruki, yo solo sonreí.
- ¿Un amigo?- pregunto mi mamá con cierta ternura
- No, mi novio- dije sin empachos, ahora si que estaba alarmado, Ruki no parecía respirar
- Vaya, no sabia que eras gay, y eso que eres mi hijo- me dijo mi papá mas enfadado por “ocultarle” mis preferencias que otra cosa
- Ni yo sabia, el…- dije mirando a Ruki- el es el único que me gusta.
- ¿Qué modales Akira? Nos dices que es tu novio, pero no su nombre!- dijo mi madre a modo de reclamo
- Matsumoto Takanori, para servirle- su voz casi era una caricia, hizo una leve reverencia y mi madre corrió a abrazarlo.
- En verdad que es lindo- dijo mi madre estrujándolo
- Si, si que lo es- esa era mi hermana, casi podía ver nubes negras sobre ella, realmente lucia deprimida, díganme cruel pero me alegre de no estar en sus zapatos.
- Akira yo que tu, lo salvaba antes de que tu madre lo mate por asfixia- bromeo mi papá pero creo que en verdad debía hacer algo Ruki estaba blanco.
Después de eso, tome prestado el auto de mi padre para llevar a Ruki a su casa
- Tu familia es muy liberal y extraña- me dijo en un susurro
- Si verdad, ¿te molesta..- no me dejo terminar
- No, todo lo contrario, fue lindo- se sonrojo
Lo bese y me beso. Realmente esta relación había evolucionado a la velocidad de la luz pero no podía pedir nada mas.
Aunque después de todo Ruki tenía una deuda conmigo ¿o no? La apuesta la gane yo. Ya se me ocurriría algo bueno.