Todo pasó demasiado rápido. En instante estaba saliendo por la puerta de la escuela de música y al siguiente, un chico lo estaba besando.
Jongdae no sabía muy bien que creer ¿Había sido una equivocación? ¿Un accidente?
Sí, claro, accidente. ¿Ahora le llamaban así?
El chico alto lo había jalado de la camisa y eso para nada era un accidente.
¿Por qué lo había besado?
Los labios del muchacho rubio se movían lentamente por la boca tensa de Jongdae.
¿Por qué él? ¿Por qué ahora?
Sus ojos estaban abiertos, muy abiertos.
El otro chico lo tomó por la cintura y lo pegó más hacia cuerpo. Jongadae pudo sentir un cuerpo delgado, bien formado y un aroma suave, de ésos que sólo las colonias caras pueden otorgar.
Eso y... Algo dulce, muy dulce. Dulce en su boca, en su piel, en el ambiente... Los ojos de Jongdae comenzaron a cerrarse y sus piernas, que temblaban, sólo se mantuvieron de pie porque la fuerza de esos brazos lo tenían sujeto.
Un grupo de hombres de traje negro pasó justo detrás de ellos. Kris, que hasta ese momento había tenido los ojos cerrados, los abrió lentamente para mirar a ambos lados de la calle.
No había nadie, estaba a salvo.
Entonces reparó en el lugar donde estaban y... Oh dios.
Estaba besando a un chico.
¿Un chico?
UN HOMBRE.
Kris se separó rápidamente de él y Jongdae, que comenzaba a disfrutar el beso, abrió la ojos sorprendido.
Kris lo miró con sorpresa.
-¿Eres gay?
Lo último que quería era meterse en más problemas.
Jongdae sintió esa pregunta más como un insulto y frunció el ceño.
-¿Disculpa?
Se miraron. Kris esperaba una respuesta.
-Yo no soy gay -dijo Kris mirándolo como si esperara que el otro se lanzara a sus brazos y le rogara que no lo dejara.
La mirada de Jongdae era más de enfado que de súplica.
-Ajá...
Otro chico de clóset.
-Pero -Kris todavía no comprendía muy bien lo que había pasado.
Correr. Chica. Labios.
Y entonces toda la escena volvió a su mente.
Él corriendo, una chica (chico) saliendo de unas puertas de cristal y...
Ah, sí. Él había iniciado el beso.
El chico bajito lo miraba como si espera una justificación.
Bien, Kris no la tenía.
-Mi culpa. Lo siento -y se alejó alzando una mano en señal de despedida.
-¡IMBÉCIL! -gritó Jongdae con todas sus fuerzas. Varias personas los miraron de forma extraña. Kris suspiró antes de detenerse. Regresó al lado del chico bajito bastante molesto.
-Ya te dije que lo siento.
-Eso no es suficiente.
-Lo siento mucho mucho mucho.
El chico parecía sin seguir satisfecho. Kris volvió a suspirar y miró al chico directamente a los ojos.
Jongdae sintió como sus piernas volvían a temblar.
-¿Qué más quieres?
-No volverte a ver nunca.
-Ni siquiera te conozco. Dudo que nos veamos.
-¡Exacto! ¿Por qué lo hiciste?
Kris miró a ambos lados de la calle.
-Es complicado.
-Quiero una explicación.
-Lo siento, no puedo dártela.
Jongdae frunció el ceño y cruzó los brazos sobre sus pecho.
-¿Y entonces?
Kris escuchó un grito cerca de ahí. Los hombres iban a regresar.
-Tengo que irme.
-Pero...
-Lo siento. No volverá a pasar.
Kris se alejó corriendo con todas sus fuerzas.
-¡Lo prometo!
-Idiota -Jongdae se alejó pisando fuerte por el lado opuesto. Estaba furioso. ¿Por qué tenía que pasarle a él?
Ni siquiera era guapo, nunca había salido con alguien y ahora alguien le había robado su primer beso.
Su primer y quizá único beso especial.
Vaya suerte.
Jongdae suspiró y trató de olvidarlo.
Quizá sí ponía toda sus fuerzas para no recordarlo, cuando en verdad diera su primer beso, se sentiría como el primero.
Sí, eso.
Jongdae siguió su camino a casa y trato de no pensar más en lo ocurrido, como sí no hubiera pasado.
¿No era como si fuera a volver a verlo, verdad?
-Chicos, tenemos un nuevo compañero este año.
Oh no.
El chico alto y de pelo rubio ahora estaba enfundado en un uniforme escolar.
El uniforme escolar que también usaba Jongdae.
Con la insignia de su grado y...
-Estará con nosotros algunas semanas en lo que las autoridades traducen sus papeles de certificación y lo colocan en su grado correspondiente.
Bueno, al menos no sería por mucho tiempo.
El chico miraba hacia la ventana como sí no le importará mucho lo que el profesor decía. Jongdae lo miraba con detenimiento y se dio cuenta que a pesar de que ese no era su grado se veía aún más grande de lo que eso realmente era.
Debería estar en la universidad o algo así.
Y tenía cara de matón
¿Por qué siempre parecía enojado?
Jongdae quería ignorar con todas sus fuerzas ese 1.80 y tantos pero no podía despegar los ojos de la cara del chico.
-¿Lo conoces?
Kyungsoo, su compañero de canto y mejor amigo, lo miró con extrañeza. Jongdae fingió que no le importaba mucho el nuevo y negó con la cabeza.
Parecía que había pasado mucho tiempo desde la última vez que había visto al chico pero en realidad sólo habían sido dos semanas.
Dos semanas en las que creía haberlo olvidado todo y...
Bastó una mirada de él para que se diera cuenta de que en realidad jamás lo olvidaría.
Bien, eso era injusto.
¿Es que la vida tenía algo contra él?
-Bien, señor Wu, puede sentarse en la banca vacía al lado del señor Kim.
La vida no tiene algo contra mí, me odia.
Jongdae suspiró.
El semestre iba a ser muuuuuy largo.