Me convertí en lluvia
Sonriendo mientras me decías adiós
Me dijiste que fuera feliz, como si no pasase nada…
Me quede mirando tu espalda mientras te alejabas….
Y rogué para que no llorases por mí
Pero si veo que tus lágrimas aun caen…
No puedo dejarte ir…
Simplemente no puedo irme
~flash back~
- ¿Qué si me importas?
- ¡responde! –ordeno molesto el mejor cuyos mechones azules caían sobre su frente cubriendo su triste expresión
- No puedo mentirle “amo” –contesto con sorna el azabache demonio- En ese entonces hubiese ocultado mi opinión tras bien fingidas palabras, supongo que ahora importa poco el grado de amabilidad que tenga con usted, después de todo ¿Qué tiene usted que pueda interesarme, para actuar tan gentilmente?
- Siempre supe que para ti era solo un alma, creo que solo… quería oírte decirlo, tsk, que tonto fui al preguntar algo tan obvio ¿cierto?
- Ha –sonría irónicamente con una mueca de fastidio- Por lo menos, sigue siendo muy listo, odiaría tener que explicarle algo como eso, ¿entonces qué hará?
- Vete si quieres
- ¿es una orden? –cuestiono con una sonrisa fingida
- Tampoco tengo nada más contigo, no es como si fueras irremplazable –no se inmuto ni un poco, quizá fue su orgullo el que le impidió derrumbarse, aun cuando las piernas no le respondían se obligó a sí mismo a dar un paso a la vez, caminando como el conde que alguna vez había sido los ojos carmesí del demonio cobalto se humedecieron; sin embargo contenía el llanto, cerrando fuertemente su mandíbula y apretando los puños, rogando no romper en llanto; lo más tranquilo que pudo se acercó al demonio; por un momento volvió a contemplarlo, un momento que sintió eterno aunque simplemente habían sido escasos segundos; siguió su camino y cuando le dio la espalda al azabache, apenas pronuncio- entonces es todo, sayonara Sebastian…
La lluvia comenzó a caer; la primera lluvia en el averno, aquel inexplorable lugar bañado de solo fuego ahora era bendecido por frías gotas de agua.
“gracias” se dijo a sí mismo, pues sus ojos nublados de lágrimas habían sido disfrazados por solo lluvia.
Pero como estaba lloviendo pensé que estabas bien….
No pude ver tus lágrimas y pensé que estabas bien….
Pensé que estabas bien, y no pude detenerte….
Porque la lluvia que borra el dolor del corazón
Estaba cayendo, yo solo pensé en…
Dejar caer la lluvia
~fin flash back~
- ¿me pregunto que estarás haciendo ahora?... ¿aun me recordaras? –una triste sonrisa se dibujo en sus labios- …como si fueras a hacerlo, supongo que tanto tiempome ha vuelto nostálgico
- ¿otra vez hablando solo?
- Ah, eres tu
- Se oye decepcionado, ¿lo esperaba a “él”?
- No seas ridículo, déjate de bromas
- No bromeo, ¿tanto lo extraña?
- Si sigues con tus jueguitos te prometo que te mato
- Sus amenazas ahora suenan vaci…. Grr…. –no pudo continuar pues la sangre que salía por su boca no se lo permitió; pero no había sido el azabache, tan distraído había estado que bajo la guardia en el peor momento; pero ahora ya era tarde, una bala de palta lo había atravesado tirando al piso desangrándose en cuestión de segundos; obviamente no era una bala de plata corriente
- Es una pena; pero ha sido tu culpa inútil... supongo que tendré que ocuparme de esto–suspiro con resignación, restando importancia al reciente asesinato de su compañero-…..Setecientos ocho metros aproximadamente, Sako TRG-21, capacidad de carga diez balas y de más o menos cinco kilos, solo es un novato….
Con velocidad demoniaca se dirigio al lugar del disparo, debía confrontar al idiota que había decidido enfrentarlo; seguramente no sería difícil acabar con el, uno más de los tantos idiotas que iban a cazarlo; la verdad no le parecía justo tener que matar a otro demonio, pero si el quería enfrentarlo no iba a negarlo su deseo de morir.
- ¡¡¡tú!! -sus pupilas temblaban y su cuerpo no reaccionaba, ni en sus más locas pesadillas se le había ocurrido pensar que lucifer lo enviara a él como vicario- co…mo….
- ¿Te sorprendí?
- Tu….
- Solo eso vas a decir –contesto con sarcasmo ante el claro estado de shock del moreno- es una pena Sebastian esperaba más de ti, pero ahora muere
No pensó dos veces en apuntar el arma contra el rostro del mayor, y con una sonrisa psicópata disparo.
- Ni creas que será tan sencillo, intenta acabar conmigo mocoso… -un poco más y no lograba esquivarlo, pero disimulo muy bien su descuido sonriendo con autosuficiencia
- Qué bueno que decidas tomarme enserio…
- Esto no será un problema… -musito tranquilo sacando la platería que usaba para defenderse, de molestos humanos- con esto bastara, no es como si estuvieras a mi nivel
- Hablas mucho -volvió a disparar pero esta ve con dos armas pequeñas una en cada mano, debía admitir que su oponente se veía tranquilo a pesar de solo tener platería para defenderse- ¿me extrañaste?
- Por supuesto, mi Ciel….
La mirada del azulino impregnada de rabia, reflejo en sus tintos ojos el rosa demoniaco, propio de un demonio con deseos de sangre
- ¡¡no me llames así!!!
- No importa si ahora me odias, sigues siendo mi Ciel -decía, aun esquivando las municiones del menor, y una vez que estas se acabaron comenzó a atacarlo con dagas- ¿volviste por eso cierto?
- No creas que todo sigue siendo como antes… -apenas podía hablar, pues su agitada respiración entrecortaba su voz- solo vine aquí porque tengo un trato con Lucifer, solo son negocios
Volvió a atacarlo, pero había algo extraño en su defensa; parecía como si quisiera hacerle daño y al final simplemente se defendía de los ataques del moreno
- Si tanto quieres matarme ¡atácame de una vez por todas!
- Eso no será necesario…
Su bien fingida defensa ocultaba una trampa en sí, todo el tiempo en que había pretendido no contraatacar había dibujado alrededor de Sebastian un pentagrama similar al de un contrato, atrapando al moreno en el núcleo del símbolo
- Ciel-sama ¿se encuentra bien?
- No te preocupes Victoria, no ha sido difícil acabar con él –se dirigía a la voluptuosa rubia que también cargaba un arma, mientras daba la espalda al otro perfecto demonio- él es un simple mayordomo….
- Ciel… -pronuncio el azabache, intentando que el azulino volteara- gracias por volver…
Pasó el tiempo y pensé que me habías olvidado….
Y yo simplemente trataba de sentirme bien…
Pero cuando te volví a ver mientras caminabas solo…
Me di cuenta que la lluvia caía como ese día
Cuando tus lágrimas empezaron a caer…
Intente en vano aferrarme a ti….
Porque ya no es posible para mí hacerte sonreír
- Sé que no quieres oírlo, y está bien, es solo que… ese día, no pude decirte esto: Si eres importante para mí, si fui a buscarte cuando desapareciste, y si pensaba en ti más que como solo un alma; pero… ese momento, ¡me sorprendiste de acuerdo! No espere nunca que me preguntaras algo tan directamente; no supe cómo reaccionar…
- Mentiroso
- Cie…
- ¡¡mentiroso, mentiroso, mentiroso!!! Me dices eso ahora, después de tanto tiempo, siempre te considere alguien fuerte, pero veo que eres patético; decir algo así para que te perdone la vida… -aún seguía de espaldas apretando los puños, su frustración no le dejaba actuar de forma distinta- No seas ridículo demonio, acepta que morirás, no inventes cosas absurdas para salvarte
- Entonces supongo que moriré por mi pecado
- Así es, debo admitir que me da igual tus asuntos con Lucifer; aunque debiste mejor antes de robarle a su prometida
- ¿prometida? -una sonrisa irónica se hizo presente- ¿eso te dijo?
- ¿no fue eso? –contesto sin prestarle atención- ya te dije que me da igual lo que le hayas hecho, con deshacerme de ti cumplo mi parte del trato… lo que le hayas hechos es asunto tuyo
- Entonces… antes de morir ¿me dejarías decir mis últimas palabras?
- Dilas entonces –su tono frío, parecía más indiferente que antes
- Antes voltea -al no conseguir respuesta prosiguió- Recuerda que es mi último deseo
- Habla de una vez, no tengo tu tiempo –pronuncio aun indiferente, pero al menos había volteado
- Empezó cuando te fuiste, y es que la razón, por la que mi cabeza tiene precio… es… -su mirada se hundió por un instante en el piso, antes de seguir respiro un poco, entonces no dudo más y busco decidido la mirada del menor- es… ¡qué le dije que necesitaba encontrarte, porque me había enamorado de ti!
Perladas gotas saladas se habían aglomerado en las orbes carmesí; del azulino, en esta ocasión sus piernas no resistieron y cayó sobre sus rodillas
Pero como estaba lloviendo pensé que estabas bien….
No pude ver tus lágrimas y pensé que estabas bien….
Pensé que estabas bien, y no pude detenerte….
Porque la lluvia que borra el dolor del corazón
Estaba cayendo, yo solo pensé en…
Dejar caer la lluvia
- No me mientas… no ahora que ya no significas nada…
- ¿¡en verdad ya no significo nada!?
- No, ¡ya no eres nada para mí! – sus níveas mejillas comenzaban a sentir el tibio beso de sus lágrimas; rápidamente limpiaba con sus manos sus ojos cubiertos de dolor- solo eres el pasado
- ¡No es cierto! –sus piernas inmovilizadas por el hechizo del pentagrama dibujado a su alrededor no le dejarían dar un solo paso, al menos eso pensó Ciel, y aun así en contra de toda expectativa Sebastian comenzó a caminar en dirección a él; conforme avanzaba había comenzado a toser y escupir sangre; unos invisibles hilillos filosos y cortantes rasgaban su vestimenta al igual que su piel; pero ni eso lo detenía.
Su maltrecho cuerpo finalmente llego junto al del cobalto, que no le había despegado ni por un segundo la mirada, atento a su terrible tortura. Con delicadeza tomo su rostro acariciándolo, había extrañado su nívea y suave piel, asimismo limpio el rastro de lágrimas, y con voz dulce prosiguió- ya no llores mi lindo niño…
Sus miradas se encontraron después de tanto, aun cuando sus azules ojos ahora eran carmesís orbes demoniacas conservaban ese toque de inocencia fragilidad y dulzura; después de tanto tiempo seguía siendo Ciel, el moreno había dibujado una sonrisa melancólica y de añoranza; sin más que decir unió sus labios en un puro y casto beso.
No te vayas… No me abandones
Diles estas palabras a tu corazón….
Porque tu corazón lloraba la lluvia estaba cayendo…
Porque mi corazón lloraba, mis lágrimas estaban cayendo…
Porque te amé y no pude retenerte…
Siento que a fin de abrazar la tristeza que tiene
Tu clara y suave vida….
Me convertiría
En la lluvia…