El fuego ardiente consumía todo lo que había a su paso: casas, arboles, personas etc. Mi aldea era destruida, no solo por el fuego sino por algo que no eran hombres, si no por seres inhumanos o tal vez si lo eran pero solo por el exterior. Ellas son bestias sin compasión alguna, que se alimentan de la sangre humana y son de fuerza increíble, hablo de nada más ni menos que los Vampiros….
Me encontraba en mi casa, en el filo de la puerta del cuarto de mama, la estaba buscando y cuando la encontré fue lo peor que pude hallarme. Miraba horrorizado aquella escena que tenían enfrente a solo 3 metros lejos de mí. Un vampiro de estatura y cuerpo enorme tenia sobre sus brazos el cuerpo de mi madre, el mordía el cuello con desquicio, veía como la sangre caía al suelo y como el vestido de mama se teñía de carmesí, en la mirada de mama se veía un vacio profundo y sin ningún brillo era como si aparte de succionar la sangre se llevase también el alma. El cuerpo de mama hacia pequeños espasmos, después dejo de moverse, el vampiro la soltó de sus brazos fuertes y la dejo caer, haciendo que esta azotase en el frio suelo, logro ver gracias a la luz de la luna como su mandíbula se encontraba llena de sangre, lamio sus labios y acto después limpio con su lengua sus grandes colmillos manchados de la esencia rojiza, del lado derecho del apareció entre las sombras un segundo hombre-vampiro solo que este era más esquelético o flaco, este otro me miro con malicia y locura, el que había tirado a mi madre alzo su mano y dijo con voz masculina y fuerte:
-traíllo.
-jajajajj con gusto amo!! jajajaj
Con terror gire hacia la salida de la casa, bajando primero por las escaleras, después pasar el pequeño comedor y cuando llegue al final corrí lo mejor que pude. El fuego seguía consumiendo todo ya me encontraba afuera y uno de los tantos arboles, uno grande era comido por el, gracias a eso una de sus ramas callo ardiendo en llamas lo que me hiso detenerme, yo me detuve viendo el fuego violento, después reaccione, me gire para buscar otra salida mas fue tarde, grave error el estaba ya ahí, me empujo con una violencia increíble, él se me encima, el tomo mis pequeñas manos y las coloco por encima de mí, yo trataba de alejarme con desesperación pero me era imposible, el tenia una fuerza increíble no la podía comparar con nada, de verdad era un ser anormal.
Tomaba con fuerzas mis muñecas llegando a lastimarme, aquel vampiro con locura saco su lengua y empezó a lamerse su boca, sus ojos tomaron un color rojo y sus colmillos se hicieron presencia. Yo gritaba, pero ¿quien me iba a escuchar?, el lugar se encontraba solo, todos ya habían muerto por los vampiros y por el fuego fueron calcinados sus cuerpos, vacio ya se encontraba la aldea y lo único que se escuchaba era el sonido de las brasas, tomo mi cabeza sujetando mis cabellos y la jalo hacia el, mis ojos se llenaron de lagrimas sabía lo que seguía a pesar de ser solo un niño de 6 años, espere la punzada de sus colmillos en mi cuello pero el sonido de un disparo cercano hiso que abriese mis ojos, al igual que asordo mis oídos dejando de escuchar, el vampiro se quito de encima y empezó a caminar con una lentitud el no aguanto mucho y se coloco de rodillas, el miraba hacia la maleza del bosque y empezó a gritar y por la sordera del disparo diminuto fue la voz del vampiro pero aun así logre escuchar:
-amo!!! Ayúdeme!! Amo!!!
Busque sobre la maleza ya que el vampiro gritaba hacia ella y vi entre toda esa maleza y la oscuridad de la noche al vampiro que había matado a mi madre, lo distinguí por sus ojos carmesí, él se volteo y desapareció sobre las sombras, al vampiro que le habían disparado grito, después puso su cabeza hacia atrás mirando el cielo y sus manos las dejo caer, dejándolas pegadas a su cuerpo, sus labios se movían, parecía pedir perdón, lo más extraño es que tenía un aura azul marino, lo cual me sorprendió, pero lo que más me sorprendió fue que su cuerpo se dispersara como pequeños brillos como si fueran millones de luciérnagas azules alejándose de él y empezaran a jugar con la brisa del viento hasta desaparecer por completo y dejar un poco de arena o tierra en el suelo; me sacudían con fuerza, alguien había enfrente mío: un hombre como de unos 28 años, que movía sus labios diciéndome algo con desesperación, poco a poco fui recobrando, mis oídos empezaron a “despertar” lo cual me dejo escuchar lo que decía aquel hombre misterioso acaso ¿fue él quien disparo? ¿Cuando llego? ¿Venia solo o acompañado?
-Estas bien?
Escuche su voz ronca, quería hablar pero no fluían las palabras, aquel hombre no venia solo si no más personas la acompañaban todos venían armados algunos con armas blancas (katana, Artemis, lanzas) y otros con armas de fuego, todas aquellas personas me miraban preocupados, mortificados por lo que me pasaba, mire hacia enfrente, este hombre seguía mirándome y no fluía ningún sonido; él tenía un rosario de plata en el cuello, que resaltaba de sus ropas oscuras, no podía expresarme verbalmente así que me exprese físicamente, dándole un abrazo mientras mi mejilla sentía el frio metal del collar. Lo cual el hombre me correspondió, se escucharon suspiros, debían de ser alivio pues por fin conteste no verbal pero si física, las lagrimas no salía me sentía vacio, empecé a sentir como aquel hombre se alejaba de mi cuando se levantó, el estiro su mano contenía sangre pero no importo, acerque la mía y él me cargo en sus brazos, después escuche un pequeño grito creo que le hablaban a él ya que volteo inmediatamente. Un hombre corría hacia nosotros cuando llego pregunto él.
-Kazuo estas bien?
-si- contesto el que me cargaba, ahora se su nombre; Kazuo.
-ese niño? – me apunto.
-lo salve hace un momento- me sonrió dulcemente.
-que desgracia- observa todo el lugar, ya no había llamas al parecer habían apagado el fuego, menos mal, ahora las personas que murieron podrán descansar en paz…
-Encontraron sobrevivientes mientras revisaron?- pregunto Kazuo.
-no, somos una desgracia de cazadores- dijo el desconocido con frustración.
-No te enojes Shun – habla Kazuo.
-Pero- trato de renegar pero él, Kazuo lo callo y siguió hablando
-Para nuestra desgracia si, solo él vivió, pero mira dale el lado positivo.
-Así?, cual? –con ironía respondió.
-Pues de que por lo menos salvamos a uno.- sonrió.
-Eso no me motiva Kazuo.-se cruzo de brazos.
-Lo sé, lo sé… jejeje bueno hay que regresar y dar un reporte sobre lo sucedido y darle una nueva familia al pequeñín, no crees? Pero antes…
Sin decir nada Kazuo fue al centro de la aldea, sus acompañantes no se movieron, se quedaron quietos, Kazuo fue hasta la fuente, sin dejar de cargarme desenvaino su katana que se encontraba en su espalda, acto seguido la enterró en el suelo, se arrodillo y todos hicieron el mismo acto, luego kazuo hablo…
-“Dios dirige a estas almas que han muerto por el odio de Satanás, dirígelos para que lleguen a ti estas almas pérdidas en la tierra y dales el eterno paraíso y tu gran nobleza…”
Quedaron en silencio y de rodillas un cierto tiempo, después se levanto y los demás lo siguieron, me miro melancólico, acerco su gran mano a mi rostro y acaricio mi mejilla, escuche unos pasos acercarse, era Shun que entre sus manos traía una bufanda la cual le dio a kazuo:
-es lo único que encontré a salvo de las llamas.
-no te preocupes Shun es más que suficiente…-le sonrio.
Kazuo enredo la bufanda en la katana: “descanse en paz”.- dijo inclinando un poco su cabeza.
Una voz aguda y suave se empezó a escuchar, volteo buscando esa voz: una de las tres mujeres, cantaba una pequeña parte de una canción, que para mi fue muy hermosa…
Sakura hirahira majorite ochite /Las flores de cerezo se han caído
Yureru omoi no take wo dakishimeta /Cada uno de los petalos es un trozo de mi amor
Kimi to haru ni negai shi ano yume wa /Incluso ahora sigo soñando con poder verte esta primavera
Ima mo miete iru yo sakura maichiru /Las flores de cerezo se están dispersando
Al terminar la canción Kazuo se volteo y sonrió a la mujer, esta le regreso el gesto y Kazuo continuo caminando hasta llegar al frente, la gente lo siguió empezando a adentrando al bosque. El silencio era lo único que dominaba, uno que otro canto como el de las cigarras y los sapos, después Shun se acerco más a Kazuo y hablo:
-Valla noche… no? Kazuo?
-menuda noche, oh! Mira la luna mi niño!
Eleve la mirada y era cierto la luna se encontraba en su punto exacto pero esta vez tenía el cielo rojo.
-Escucha mi niño- voltee a verlo a los ojos y el prosiguió- Siempre cuando veas una luna así, significa que uno de los reyes de los vampiros a cazado a otra presa…
-uno de los reyes de los vampiros?
-si, se cuenta que son unos vampiro muy poderosos, que domina a un grupo de vampiros de bajo poder, él dirige a los demás, como si fueran una aldea gobernado por el más fuerte de los hombres, pero estos son vampiros y los de bajo poder protegen a la abeja reina ósea el rey vampiro.
-y donde se encuentra?
-quien? el?
-Si, Kazuo-san
-jejeje veo que te aprendiste mi nombre…
-donde se encuentra él?- volví preguntar con desespero, necesitaba saber del, no obstante trate de sonar normal -guardando la postura-.
-cada uno se encuentra en diferentes lugar pero el más cercano, es el que vive en una iglesia abandonada, en el noroeste, al lado de la laguna de cristal, o bueno es donde normalmente se le ve.
-normalmente?
-si, todos los cazadores qué van por su cabeza- el baja su cabeza y su rostro da la presencia de la tristeza- nunca regresan pequeñín, así que nunca trates de ir tu solo a buscar venganza oíste…
-si…-dije con decepción
Poco a poco nos íbamos alejando de mi aldea, me sorprendí al ver de nuevo aquel hombre de ojos rojos que con el viento su cabello bailaba mientras sus labios pronunciaban algo que iba dirigido a mí, sin embargo no lo escuchaba por lo alejados que estábamos, inmediatamente con desesperación le dije que volitaría Kazuo:
-Kazuo!!! Voltea un vampiro!!!
Pero cuando este lo hiso el ya no estaba…
-Mi niño no hay nadie…
-pero…pero…
-hey cálmate, tal vez tu mente está jugando contigo, venga vámonos.
Tomo si cabeza, obligándome a quedar en su hombro, no me pude negar a quedarme, era cálido, así que sin protestar me quede ahí, continuaron el rumbo, nos fuimos perdiéndonos en el oscuro bosque donde tal vez podríamos encontrarnos con otros seres sobrenaturales…
Criaturas que tiene apariencia de una persona bella y amable, pero en realidad son seres terroríficos con formas anormales de grandes tamaños, algunas voladoras otras terrestres e inclusive acuáticas, habían de todo tipo -lo que hacía más difícil de matar-, estos eran seres impulsados por el deseo de saciar su sed; imperdonables sus pecados, donde la muerte debe ser su castigo, Dios es justo y por sus pecados los a castigados en la oscuridad y la eterna vida para que sufran la soledad y el desprecio de la gente, seres con forma humana cuyo corazón se les fue arrebatado, seres que no tienen alma ni mucho menos sentimientos, demonios casi imposibles de matar, animales desterrados del paraíso de dios nuestro señor.….
Ya nos encontrábamos muy alejados ya casi no se podía apreciar mi pequeña aldea que al verla me recordaba a mi mama, su linda y cálida sonrisa, ya en mi propia mente hice un juramento…
-Oka-san (madre)…juro vengar a quien te mato… oka-san…-una lagrima traviesa resbalo por mi rostro, por fin aquel dolor que sentía en mi por fin pudo salir, me oculto entre el cuello de Kazuo y lloro en silencio, este me apretujo mas y pregunto.
-por cierto cómo te llamas pequeñín?
Con pequeños hipitos por el llanto digo mi nombre…
-me llamo…Matsumoto… Takanori…
-Gusto en conocerte, taka-chan!
Me sonrió y yo me volví a ocultar sobre el cuello de el y pronuncie para mi mismo en un susurro mirando mi hogar desde la lejanía:
- sayonara… okasan….
Continuara….