No hay trama alguna. Ocurre un accidente con una moneda y una caja de cigarros vacía, por el otro lado un deseo imperioso de ver una película en el cine y la cercanía a molestar unos minutos antes a la bestia de Ikebukuro, Shizuo cumple aparentemente su deseo de matar a Izaya. No es lo que esperaba matar a alguien aparentemente.

Se abre la trama con la bestia que se ha metido en un depósito.

Izaya se da cuenta que algo cambió en Shizuo a partir de ese incidente y ahora puede jugar con él como con cualquier humano. El problema es que ama a los humanos.