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La fuga. por nezalxuchitl

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Notas del capitulo:

Konichiwa!!!

Incesto en este capitulo: no pasa de una buena manoseada (por fortuna o por desgracia, ustedes deciden) Es entre Lucius y Draco, yummiyummi!!!

Lucius Malfoy había ido a beber al club para celebrar su compromiso. Presumió, invitó y anunció, y regresó medio mamado a su mansión. Los tragos comenzaron siendo de felicidad por su próximo enlace y terminaron siendo de tristeza por la perdida inminente de su hijito. Y por la perdida que su hijito sin lugar a dudas había sufrido a manos de Regulus Black. Al verlo llegar se desapareció, no se sentía con ánimos de ir a saludarlo, con esa sonrisa satisfecha en su vampiresca cara.

Como no iba a estar satisfecho si Draco tenia los ojos mas bonitos, grises y brillantes y esa boquita delgada que era la que quería besar cuando le daba su besito de buenas noches, pegando sus labios un instante para aspirar su aroma, acabadito de bañar... y como buen padre se fijaba en que su pequeño se bañara adecuadamente.

La mansión Malfoy tenia muchos pasadizos y mirillas secretas, y uno de ellos llevaba a una de ellas en el baño de las habitaciones de Draco. Haría cosa de medio año que Lucius había mandado hacer ese punto de espionaje, cuando su dragoncito cumplió catorce y no pudo dejar de hacer como que no notaba la belleza en la que se estaba convirtiendo: todas las promesas de hermosura que los rasgos infantiles habían hecho el adolescente los estaba cumpliendo mas allá de las expectativas.

La primera vez que se metió a espiar su baño tuvo una erección instantánea al ver el cuerpecito delgado. Esa piel que se adivinaba de terciopelo y a la que el agua caliente ruborizaba. La fantasía de Lucius fue mas rápida que su voluntad y se imagino siendo él el que ruborizara la piel de su hijo a fuerza de besos, que esos delicados pezones no se irguieran por el aire frio sino por sus labios.

Imaginaba que la cosa blanca que Draco se untaba por todo el cuerpo no era su humectante corporal sino su semen. Fue presa de encontrados y violentos sentimientos al descubrir que deseaba a su hijo, y que el niño, muy inocente, se le fuera a meter en la cama las escasas noches que dormía en la mansión no contribuía a fomentar sus paternales sentimientos, por lo que termino prohibiéndole que se metiera en sus habitaciones. Ya estas grandecito para andar teniendo miedo a la oscuridad, le dijo, pero el que tenia miedo era el, de tirárselo.

No obstante, el embrujo de la belleza de su propia sangre era demasiado poderoso y Lucius acudía a espiar a su hijo cada que este se bañaba en casa, es decir, los fines de semana y durante las vacaciones. Había notado los rápidos avances con que Draco maduraba, creciendo en todas sus partes corporales, cubriéndose de pelusilla platinada sus partes pudendas. Lucius se la chaqueteaba mirando su hijo desnudo y cubierto de espuma, tocándose a si mismo de una manera no sexual pero si muy sensual.

Y estas imágenes de su dragoncito siendo sexy eran las que poblaban su mente, y gracias a la acción deshinibidora del alcohol daba rienda suelta a las fantasías mas indecentes. De vez en cuando una punzada de dolor atravesaba su pecho al considerar que Regulus Black le había quitado la virginidad de su hijo y pronto se lo quitaría todo.

No estaba descontento de Theodore, el jovencito era delicioso, pero quería tener también a Draco. Quería tenerlos a los dos, meterlos a su cama y follarselos a ambos y dejarlos rendidos de placer con lo que se sentiría todo un semental.

Regresó a su mansión y llamó a gritos a su prometido.

-¡Theodore! ¡Theodore Nott, ven aquí inmediatamente a que te folle! - pero solo el silencio compareció - ¡Theodore Nott!

*

Draco había despertado un rato después, desnudo y con frio. Se vistió para remediar ambas cosas y leyó la notita atada a la bolsita de galeones. La apretó contra su pecho agradeciendo a ese hombre tan bueno que era Regulus Black. (bueno en cualquier sentido) Regreso a su casa e hizo lo que Regulus le recomendaba en su nota: escribir a Theo, a pesar de sentirse herido y traicionado. ¡Theo se había ido con su papá y lo había dejado solo!

Draco venia bajando del balconcillo-lechuceria cuando escucho a su padre llamando a voces a su novio.

*

-¡Theodore, Theodore Nott! - vociferaba Lucius, urgido y furioso ante la perspectiva de tener que jalársela solo.

-¡Padre! - Draco llegó corriendo, y por el tufillo alcoholico se dio cuenta de que padre venia borracho, pues hasta eso que el noble andaba muy derecho y no shesheaba.

-¡Theo... Draco! ¡Oh, mi dragoncito! - Lucius recibió contra su pecho al petit rubio y lo estrecho - ¡Mi bebe, mi amorcito! ¿Cómo te encuentras?

Los ojos grises del mayor, algo vidriosos por la concentración etílica en la sangre inspeccionaron la carita del menor y terminaron clavándose en sus grandes iris grisáceos. Una mano del fuerte platinado cruzaba en diagonal la espalda del pequeño y la otra le acariciaba la mejilla

-¿Cómo estas mi cielo?

-Estoy bien.- contestó Draco con mucho desparpajo, dejándose querer de su papa - ¿Dónde esta Theo padre?

-Eso quisiera saber yo.- mascullo Lucius- Para darle otra buena zurra.

-¡No padre, no le hagas daño a Theo!- el jovencito exclamó mirándolo con sus grandes ojos.

-Eres tan dulce Draco... tan dulce... - Lucius miraba los labios de su hijo como si fueran el ultimo caramelo del desierto. Su boca actuó por si sola y busco el contacto con aquellos suaves pétalos.

Fue un roce suave, breve, pero cargado de erotismo y ternura que escalofrió hasta la medula al Malfoy mayor.

-Padre... - Draco lo miraba sorprendido.

-Te quiero Draco.- le dio otro besito, y otro mas- Oh, si, como te quiero.

-Yo también te quiero padre. - susurro el muchachito echando para atrás la cabeza. Pero su padre cazo sus labios y esta vez el contacto fue mas intenso - Oh, padre, no deberías besarme así, estas borracho. - dijo el petit con un mohín; el sabor etílico de sus besos era inconfundible.

Ya algunas veces su padre lo habia besado así, en la boca y siempre mamado, y eso hacia sentir a Draco muy incomodo. El quería que sus besos solo fueran para Theo.

-Mi dragoncito, mío, solo mío...- Lucius lo estrechaba entre sus brazos con demasiada fuerza - aun solo mío, aunque otro te haya poseído.

-¡Papa! - el chico estaba avergonzado y escandalizado- ¡El señor Black no me ha poseído! - especificó.

La cara de Lucius se ilumino y quiso estar seguro antes de abrazar tan hermosa esperanza:

-¿Qué no te poseyó?

-No papa, yo quiero llegar virgen al matrimonio.- Draco fue lo bastante astuto, o lelo, para no especificar que el matrimonio lo quería con Nott.

-¡Gracias, gracias Merlín, gracias! - Lucius parecía a punto de hacerse pipi de la emoción - Mi precioso dragoncito, - Lucius le tomó la mejilla - voy a ser yo quien me quede con tu flor.

-¿Cuál flor? - pregunto Draco en automático.

-La preciosa flor de tu pureza... ¡oh mi pequeño! - Lucius lo manoseó de una manera bastante cachonda.

Draco, ya experimentado, pudo identificar la dureza con que papi lo picaba.

-Draco, umh, Draco - Lucius se le restregaba como un gato hambriento - pensar que voy a ser yo el primero en tomarte.

-¡Papa, estas borracho! - Draco trato de quitárselo de encima.

-Me alegro, de lo contrario no me atrevería. - Lucius le apretó las nalgas a su hijo y lo beso a la fuerza.

El petit Malfoy, que quería a su padre pero no de esa manera (una que hacia las delicias de Bellatrix Black) se remolineó en su brazos y lucho contra la lengua con sabor a ron de su padre. El mayor lo tomo como cooperación y se volvió mas apasionado.

-¡No papa, no! - el pequeño estaba al borde de las lagrimas.

Su padre estaba al borde del delirio, desnudándolo con rudeza. Besaba cada fragmento de piel que descubría, la lamia, comprobando que era tan suave como había imaginado, que sabia mejor.

-¡Umh, mi cielo, te has convertido en un doncellito delicioso... - la camisa del jovencito estaba cayendo y Lucius le frotaba un pezón - ¡Oh! Justo como lo imagine, tan sensible... - lo pellizcó un poco y Draco gimió.

-¡No papá!

La boca de Lucius ya estaba cerrándose sobre el otro botón, su malévola lengua lo ensalivo, rodeándolo hasta erguirlo como a su gemelo. Sus largos cabellos acariciaban el vientre planito de su hijo. Su mano se dirigió mas abajo y sobo el paquete del muchachito antes de bajarle el cierre.

-¡No papacito, no por favor! - Draco se tapaba la cara con las manitas abiertas y lloraba a mares, desesperado, el infeliz.

En ese momento Lucius se detuvo. Draco creyó que había escuchado sus suplicas y abrió los ojos lleno de felicidad para agradecerle el no violarlo, pero lo que sus ojos vieron fue el rostro de papi con los ojitos dándole vueltas y un extraño collar que parecía una guitarra.

Draco dio un paso atrás y Lucius cayó con un golpe sordo al suelo. El petit Malfoy pudo constatar que lo que su padre llevaba en torno al cuello era una guitarra, una rota. Las cuerdas todavía vibraban, paradas. Era evidente que se la habían metido entera por la cabeza, pues astillas de madera se enredaban en sus platinados cabellos.

-¡Desmaius!- dijo una conocida voz y Draco siguió la dirección desde la que el rayo luminoso del hechizo había llegado.

-¡Theo! - gritó corriendo hacia su salvador, pero como llevaba los pantalones desabrochados se le bajaron y se le atoraron y lo tiraron - ¡Auch!

-¡Draco! - Theo salió corriendo al encuentro de su novio, levantándolo y curándole la sangrante nariz. - ¿Estas bien? - se la limpiaba con cariño cuando le dio la bofetada.

-¡Theo, maldito bastardo! ¡Me abandonaste y te fuiste con mi padre! - el rubiecito lo señalaba con un dedo acusador.

Theo, sobándose la mejilla, lo miro conteniendo a duras penas las ganas de estrangularlo, por idiota.

-Mira Draco - optó por hablarle con infinita paciencia, como quien pretende meter la teoría de la relatividad en la sesera de un retardado mental - mi padre me hecho la maldición imperius, ordenándome seguir y obedecer a tu padre.

-¡Oh, no! Que horrible, ¿Por qué haría algo así? - el jovencito miraba desvalido al pelicastañito.

-Por dinero.- dijo Theo - Es un viejo arpio y codicioso. Nos vendió a mi y a ti. Tenemos que escapar Draco.

-¡Es lo mismo que me dijo Regulus Black!

-¡¿Regulus Black te propuso escapar con el?!

-¡No, me propuso que te propusiera escapar conmigo! Por eso llegaste, ¿no? Recibiste mi nota...

-No Draco, no recibí tu nota. Cuando me curé un poco de lo que tu padre me hizo fui a buscarte a la mansión Black, pero ya no estabas ahí. Regrese aquí y me oculte en aquel árbol - señalo por la ventana - sin embargo la vista no era muy buena y me pareció que tu padre te pegaba, así que decidí entrar. Vi lo que te hacia pero no quise lanzarle un desmaius a esa distancia por temor a darte a ti y verme descubierto, y la verdad no creo ser un rival en duelo mágico para tu padre - movió con el pie al inconsciente mortifago - así que opte por usar un nivelador de fuerzas: hechicé una guitarra, que fue acercando subtetriciamente a la cabeza de tu padre por la espalda y con la que le descargué tremendo porrazo en el momento justo, o te hubiesen violado por segunda vez en este día. - concluyó con amargura.

-¡Oh Theo, que inteligente eres! - las luces de su novio no dejaban de deslumbrar a Draco - Solo te equivocaste en algo, a mi no me han violado ni una sola vez en este día.

-¿¡No!? ¡Cuánto me alegro! - y lo abrazo, feliz de que su querido bobito no hubiese tenido que pasar un trance tan amargo, pues dudaba de que su cordura lo soportara.

-Theo, ¿a ti te violaron? - los ojos grises lo miraban con temor. Theo asintió- ¿M-mi papa te... violo? - Theo asintió de nuevo. Draco le hecho los brazos al cuello y lloro sobre su pecho - Pobrecito de ti Theo, debió de ser horrible.

-Fue espantoso.- aseguro el ojiazul- Pero mi venganza será terrible. - un gesto corvo ensombreció su semblante.

-¡Theo, no iras a matar a mi papa! - chilló Draco.

-¿Por qué no? ¡Bien merecido se lo tendría! - y levantó la varita.

-¡No Theo, no por favor! - Draco se le colgó del brazo con el que empuñaba la varita. - ¡Es mi papa, no lo mates!

-¿Después de lo que quería hacerte (y te hubiera hecho de no llegar yo) lo defiendes?

-¡Lo quiero! ¡Es mi papa y lo quiero, por favor Theo!

-Esta bien, solo por ti lo perdono.- Theo bajó la varita y Draco lo besó en los labios, de una manera como nunca lo habia hecho. Mejor de lo que el besaba. Recordó los besos del sr. Malfoy y separó sus labios - Draco, cuando me dijiste que no te habían violado no me querrías decir que lo habías hecho de buen grado con Black o con tu padre ¿verdad?

-¡Por supuesto que no! - protestó Draco sonrojado - El sr. Black es un caballero. En cuanto le dije que yo solo quería que  tú me tomaras él me dejo. - declaro el rubiecito.

Theo lo miró directamente a los ojos, practicando su legeremancia. Apenas era un principiante, pero tampoco era que Draco fuera un gran oclumantico. Escenas subiditas de tono de su novio y Black pasaron, pero vio que efectivamente, el Black no lo había tomado, cuando mucho manoseado un poco. Grrr. Estúpido Black, también se las pagaría.

-El sr. Black fue muy gentil. Me dio unos buenos consejos y esta bolsa de oro.- Draco la saco del bolsillo de su saco, que tomo del suelo.- ¡Con esto podremos escapar Theo!

-Ja. - dijo - Después de lo que me han hecho, nos han hecho, merecemos algo mejor.

-¿Qué tienes en mente Theo?

El jovencito de largas pestañas curvo su boquita sensual en una sonrisa entre traviesa y malévola.

-Ya lo veras, Draco. Tu déjame hacer. Haz lo que yo te diga y todo saldrá bien.

-Claro que si, Theo. Te amo.- confeso el muchachito dando un besito penoso a su novio. Este se lo correspondió con dulzura y luego dijo. - Primero lo primero, la venganza.

Echo a Draco atrás con un brazo y levanto la varita apuntando al sr. Malfoy.

Continuara...

Notas finales:

Muchos besitos ecchis y nos leemos!!!


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