Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Insinuaciones por Akuma Michaelis

[Reviews - 85]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Aii que problemas me trajo este capitulo ¬¬
Bueno quedo algo dramatico aunque sin salir de contexto.
Disfrutenlo ^^
Sus pequeños ojos abrían espacio a la luz de la mañana con delicadeza.
A pesar de que el día de ayer habría sido bastante inestable y pesado para el joven conde, pudo descansar complacido durante la noche después de aquel encuentro con su mayordomo.

Se desperezo gatunamente con cuidado y observo un punto fijo en el dosel por unos instantes, era el único momento en el día que se sentía feliz y tranquilo como le apetecía, así que lo disfrutaría lo mas que pudiese.

Estaba convencido que nada podría romper la quietud de ese momento.
Aunque ese sentimiento se rompió al quedarse curioso con una hoja de papel que golpeo su cara al voltearse en la gran cama.

Que es esto? – Dijo algo curioso aunque pasivo-
Se removió inquieto y solo tomo la hoja para verla sin importancia como si jugase.
Aunque su tranquilidad se rompió al leer con sumo cuidado y repetir mil veces las únicas dos palabras escritas con caligrafía perfecta en la hoja.

Lo Amo. – Se leía en el trozo de papel blanquecino.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! QUIEN ES EL RESPONSABLE DE ESTO!? – Se escucho el rugido enfurecido de Ciel por toda la mansión, lo cual llamo la atención de más de uno (por no decir todos) los sirvientes inclusive Tanaka que abrió los ojos de forma exagerada.

Todos los sirvientes se encontraban reunidos en el recibidor incluso Sebastian, observando de forma extrañada al exaltado conde que ahora estaba de pie en las escaleras sumamente agitado por lo que había corrido hasta allí y portaba aun su pijama, mientras agitaba la hoja de papel de modo enloquecido y molesto.

Que sucede Bocchan? –dijo meirin de forma preocupada aunque algo ruborizada por la condición del conde.

Que sucede? Quiero decir que el quería expresar sus sentimientos hacia mi...
No lo pensó hacer en la manera correcta! –Dijo mientras bajaba las escaleras rápidamente y a paso firme-

Quien fue el autor de esta nota?! –grito totalmente molesto ante todos los sirvientes que de repente se pusieron en fila y se acercaron a leer el simple contenido de la nota.

En cuanto concluyeron todos observaron al joven conde de manera inocente ya que ninguno de ellos había sido, pero al mismo tiempo se miraban entre si desconfiados.

Meirin! – Exigió respuesta el pequeño- Fuiste tú?.

No Bocchan, yo no podría haber sido! –se excuso meirin mientras su rostro se volvía totalmente nervioso y de un rojo intenso.
El conde le creyó ya que sabía que sabia que era demasiado tímida para algo como eso además de mostrar constante interés en Sebastian.

Finny?! –Nuevamente inculpo el ojiazul- No Bocchaaaaaaaan yo no pude haber sido ya que no entro a su habitación –dijo lloriqueando el pequeño rubio-

Nuevamente Ciel supo creerle ya que finny no se veía capaz de llevar a cabo una broma de tan mal gusto.
El conde Phantomhive reparó ahora su mirada en el diminuto Tanaka y luego en Bard, inmediatamente supo que ellos no podrían ser solo con mirarlos.
Solo quedaba una opción y realmente temía que estuviera acertado, debido a los últimos momentos incómodos sufridos y al sabido gusto de su mayordomo por las bromas pesadas hacia su amo realmente temió que fuera él.

Sebastian! Fuiste tú! –Grito mal humorado el de cabellos azulados.

No, Joven amo no seria capaz. –admitió sinceramente el sofisticado mayordomo.

Ciel no creyó una sola palabra de su boca, se acerco a él y nuevamente exhalo molesto – Fuiste tú Sebastian, no queda nadie más en la mansión. Di la verdad!

Lo estoy haciendo, yo no fui my lord. – repitió tranquilamente el demonio.

A todo esto Ciel ya estaba perdiendo los estribos y la paciencia y desesperado por al actitud del que creía mentiroso exclamo con toda autoridad.

Sebastian! Te ordeno que me digas la verdad, Fuiste tu quien lo escribió? – El joven conde sabía que Sebastian no podría negarse o mentir ante una orden así que lo utilizo como un buen recurso.

Como ordene. Pero, en verdad yo no lo hice. – afirmo finalmente el mayordomo.

Ciel se mostraba sorprendido si no podía negar una orden entonces el demonio estaba diciendo la verdad, aunque no estaba del todo convencido así que ideo un rápido plan para descubrir que estaba pasando.

Muy bien. Ya que nadie quiere decir quien fue. No queda otra opción. Todos a mi estudio RAPIDO! – completó el pequeño amo con diligencia, haciendo que la servidumbre hiciera lo pactado.

----------------------------------------------------------------------------------------


Ya todos en su estudio, Ciel solo hizo ademán de acercarse a su escritorio para sentarse en su silla, más no lo hizo.
Tan solo abrió un cajón allí, y retiro varias hojas de papel.
Las esparció por toda la superficie de la mesa y simplemente ordenó.
Quiero que todos escriban la misma frase de ese papel en esas hojas. – Luego se viró molesto a todos los demás que empezaron a acercarse para escribir algo asustados solo por la situación.

Ciel esperó a que terminaran para acercarse y así por fin comprobar la caligrafía de cada uno, si alguna de ellas correspondía con la del trozo de papel original entonces daría exactamente con el culpable.

El conde tomó las hojas y examino cuidadosamente.
Poco a poco iba anunciando.

Meirin estas libre.
Finny tu no fuiste.
Bard estas libres de culpas. (Observo su desastrosa caligrafía, por algo jamás lo sintió culpable.)
Tanaka puedes seguir descansando.

Poco a poco los sirvientes se iban retirando tratando de escaparse de aquella situación tan tensa.

Muy bien, la ultima.

El pequeño conde leyó espantado y a la vez furioso la perfecta y curvilínea caligrafía de su mayordomo que a la vez encajaba perfectamente con la de aquel trozo de papel.

Así que… te gusta mentir? –dijo indignado el pequeño que solo miraba firmemente al sorprendido Sebastian-

Y no solo eso? Si no que también tienes conductas extrañas? Pensé que los demonios serian un poco más directos y no tendrían que estar escribiendo estupidos sentimientos anormales en hojas de papel como si fueran colegialas enamoradas! – Soltó todo de golpe Ciel con acidez y una furia inmensa, no solo su mayordomo le había jugaba una mala pasada si no que, había sido capaz de mentirle y más que eso de desobedecer una orden.

Pero Bocchan… -trato de excusarse algo inquieto Sebastian, el sabia que no habia sido el culpable aunque las sospechosas pruebas demostraran lo contrario.

Pero nada! Ya no importa! No volverás a mentir ni a desobedecerme escuchaste?! Y ADEMÁS! Respecto a tu pequeña confesión! Yo no te amo, primero que eres mi sirviente y medio para cumplir solo mi venganza y segundo eres HOMBRE y solo en tu mente anormal se podría ocurrirte que otro hombre o al menos YO querría estar contigo! – Dijo el conde fuera de si, sus palabras ya no estaban siendo analizadas por si mismo. Estaba hablando demás por la furia pero en ese momento ya nada le importaba más que descargarse.


My lord. –El demonio sonrío de forma calma pero a la vez parecía cruel, Ciel solo lo observaba atento a lo que estaría por decir en su defensa.

Yo jamás lo podría amar a usted. Ya que soy solo un demonio, no puedo “amar” es un sentimiento muy vano e inservible para mi. Lo único que deseo con ansias es su cuerpo y alma. Y eso, lo tengo asegurado en un futuro. –dijo todo esto con calma y frialdad sabiendo que llevaba su verdad a cuestas.


Ciel se encontraba perplejo y a la vez estático.
Las palabras de Sebastian eran ciertas pero tenían un sabor amargo en ellas, algo que el pequeño no supo digerir muy bien.
Esta vez no se encontraba mal por no haber tenido la razón en sus acusaciones sino que se sentía realmente dolorido por las palabras de su mayordomo.
La verdad es que no sabía que era en específico lo que le removía tanto la conciencia pero lo que sabía es que no podría deshacerse fácilmente del nudo en la garganta que se le había formado en ese preciso momento.


Puedes retirarte. –Dijo con un hilo de voz el pequeño ojiazul tratando de que su sirviente no lo notase.

Sebastian acato la orden y se dirigió a la puerta del estudio para luego salir sabiendo que había sido exonerado de toda culpa.
Cerró la misma con delicadeza, dejando atrás dentro de la habitación a un tembloroso Ciel que no podía encontrarle explicación a su remordimiento.
Realmente no entendía que le estaba pasando, Lo único que sabia es que algo le inquietaba con fuerza y no podía despegárselo de encima.


Con pesadez tomo el trozo de papel con la perfecta caligrafía de Sebastian que decía “lo amo” y lo desgarro en partes con sus pequeñas manos para luego arrojarlas fuera de la ventana dejando que el viento se las llevase.
Notas finales: GRACIAS POR LOS REVIEWS LINDOS QUE ME DEJARON!
Sigan escribiendo :3 yo lo seguiré haciendo ahaha.


xAkuma

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).