Kanda-kun! Kanda-kun ábreme por favor—Komui tocaba a su puerta, le había citado para un examinar uno de sus entrenamientos, pero no había llegado a la hora indicada, había actuado bastante extraño desde la última misión, se preguntaba si había sido por culpa de su técnica que el chico se hubiera vuelto incluso más antisocial.
Ya escuche…iba para haya—el ojiazul salió de su cuarto mientras se recogía el cabello, se veía realmente cansado, parecía que no había pegado ojo en toda la noche, como los días anteriores—quien es el oponente esta vez? —le había impuesto entrenamientos obligatorios por favor del general Tiedoll.
Eh?...ah! es Allen-kun—contesto llevándolo a la sala especial, notaba un cambio no solo en el comportamiento de Kanda, también su capacidad de regeneración se estaba deteriorando, no comía y sus ojeras eran evidencia de su falta de sueño.
Walker de nuevo…esto me está empezando a fastidiar—camino derecho hasta entrar a la sala, viendo al chico albino parado en el centro, esperándolo.
Kanda…estas bien? —normalmente le habría molestado, pero su comportamiento era aun más frio del que conocía, se veía enfermo y la reacción con Lavi le preocupaba más, le había amenazado gravemente, como si hubiese ocurrido algo entre ellos dos.
Empecemos…—el japonés se ponía en posición de ataque, ignorando por completo la pregunta del chico enfrente de él, no tenía ganas de escuchar a nadie, bien se lo habían dicho “tú no tienes amigos”, sintió ganas de empezar cuanto antes, realmente se quería desquitar, pero sabia que ellos no tenían la culpa de sus constantes pesadillas—solo yo soy el responsable—se dijo a sí mismo y a la orden de Komui iniciaron el combate, Kanda se veía fatigado, demostrándolo en sus errados ataques contra Allen, mientras el albino igualmente golpeaba, pero cuidando de no dañarlo demasiado—Pelea en serio!—le grito el japonés, humillado por no poder estar en plenas capacidades—Estúpido huérfano maldito! —Kanda cayó, Allen le había golpeado en el rostro con toda su fuerza, odiaba que se metieran con su padre, no obstante nunca espero que con eso Kanda se desmayara.
Que sucede espadachín-kun? Despertaste de malas…—Kanda abría los ojos, estaba desnudo, portando solamente su abrigo de exorcista, se encontraba atado a una silla, pies a cada pata y manos atrás—veo que mi lindo novio esta algo desconcertado…—Tikky Mikk estaba de cuclillas enfrente de él, acariciando su rostro.
Suéltame asqueroso—no sabía cuánto tempo había pasado desde que perdió el conocimiento, sin embargo, no pensaba quedarse a averiguarlo —libérame—ordeno, casi escuchando la negativa.
Jajaja…veo que tienes ánimos para bromear—ponía una mano sobre sus piernas apartando el abrigo, sobresaltando al japonés—pero tenemos actividades más placenteras que hacer—se acerco al cuello blanco recorriéndolo con la lengua.
Que mierdas haces?! Déjame!! —reacciono pretendiendo moverse para alejarlo, esa escena ya la había vivido antes con cierto pelirrojo, un escalofrió le recorrió toda la espina, no quería tener relaciones con nadie, menos con uno de sus enemigo—No!!—Tikki se había ensalivado los dedos metiéndolos entre las piernas de Kanda.
Te gusta samurái…—Kanda se zafó, golpeando de una patada la entrepierna del morocho—Maldito! Cuando vas a aprender!? —Se arrojo en contra del chico buscando detener sus movimientos, pero nuevamente fue repelido por un golpe en el rostro—Gemelos! —se aparecieron de la nada detrás del joven pelilargo, sujetándole los brazos.
Suéltenme!—el azabache se debatía buscando una salida de aquella habitación—Ah! —le azotaron contra el colchón dejándolo de espaldas con las rodillas sobre el suelo—Ugh! —Tikki le estaba golpeando sin miramientos, dejándole varias cortadas y hematomas en todo el cuerpo.
Si quieres que me detenga puedes hacerme un pequeño “trabajo”—le dijo el Noé lamiendo la sangre del samurái que estaba embarrada en sus puños, ya tenía los labios hinchados de tantas veces que le había intentado besar, se resistía pero a cada vez le mordía bruscamente sintiendo la el sabor metálico de la sangre en su propia boca.
Detente…—susurro mientras Debito y Jasdero le empezaban a toquetear—…lo hare…solo…detente—sus movimientos se detuvieron y la sonrisa del Noé se ensancho poniendo al chico de rodillas frente a él—qué es lo que qui…qué es lo qué debo hacer? —Kanda hablaba con más “amabilidad” recapacitando su manera de hablar.
Lámelo—indico mientras sus pantalones caían—jajaja, que bonita cara pones—el ojiazul miraba el miembro de su secuestrador, ¿quería qué metiera “eso” a su boca? —y ni se te ocurra morderme—vio com intento levantase pero los gemelos le patearon y cayó de nuevo frente a la cadera de Tykki—Tease—una mariposa se planto en la espalda del japonés, quemándolo y dejando una marca lo suficientemente profunda para no cicatrizar tan rápido.
Lo hare! Lo haré! —su lengua empezó a recorrer ese pedazo de carne, arriba y abajo, percibía como incrementaba de tamaño conforme chupaba—ngh—Tykki le había obligado a engullirlo golpeando de vez en vez simulando embestida, la humedad en su boca le hacía sentir culpable, no era su novio con el que estaba haciéndolo.
Levántate—jalo sus cabellos poniéndolo boca abajo en la cama, mirando su rostro con saliva y pre semen en la boca y mejillas—Pásame el pequeño bote que tienes a un lado…—le dijo al gemelo de cabello corto—el lubricante no hará todo el trabajo así que mejor relájate—metió sus dedos en la entrada de Kanda sacándole un grito de dolor al dilatarlo.
Dijiste que si lo hacía te detendrías!! —se sentía a morir, no podía hacer nada para defenderse, ya lo había intentado y solo le salió peor—Agr! por favor…suéltenme—empezó a rogar, no quería que eso sucediera y ese era su último recurso.
Oh! Por fin vemos tu lado amable—Jasdero se empezó a reír aun sosteniéndolo para impedir que se moviera—Tikky hasta que tus encantos están empezando a surtir efecto—el ojiazul reprimía sus lagrimas, no quería que esos sujetos le vieran llorar.
Por favor…Nng!...t-te lo ruego…—su voz era entrecortada, la mano libre de su principal agresor le estaba acariciando el pecho, tomando un de sus pezones.
Ok, Ok mi espadachín…—saco sus dedos para besarle por varios minutos —váyanse gemelos, luego les agradeceré el favor…—se fueron con una cara de reproche en su rostro dejando solos a su hermano y al joven exorcista—No te das lastima mi samurái…—susurro al oído del japonés subiéndose en el—al shonen ni le importaste cuando estabas peleando—levanto el trasero de Kanda dejándolo enfrente de su pene erecto—…la chica prefirió que a ti te hiciera esto en vez de a ella—Kanda puso las manos sobre la cama para tratar de levantarse, asustado por tener al otro sobre de él sin siquiera poder verlo—…y parche-kun ni siquiera dudo al elegirte a ti para que tomaras el lugar en el que ahora estas—Kanda no pudo evitar derramar lagrimas de dolor, físicamente su cuerpo estaba destrozado y escuchar eso le lastimaba aun más, no quería pensar que le habían abandonado, quería imaginarse que le rescatarían en cualquier momento, pero eso no sucedió—…tú no tienes amigos—se rindió, no podía luchar más.
Lavi…—como deseo que estuviese siendo el pelirrojo el que lo tomara—Aghh!!!—sintió como el moreno se introducía de una sola estocada.
Dios! Eres realmente estrecho—se movió despacio acostumbrándose a sí mismo a semejante sensación—como has sido bueno, intentare no maltratarte tanto…—se empezó a mover lento, sacando gritos desesperados del menor.
Ahh!!...y-ya no!!...por favor!!! —sus lagrima le impedían ver bien, le estaban partiendo en dos, el sufrimiento que estaba pasando jamás lo había sentido, ni siquiera había pensado que le fuese a pasar algo como aquello.
Ngh! Yu!! —distinguió su nombre entre los gemidos del mayor, le estaban violando y ese nombre solo lo debía utilizar una persona—te gusta? Porque a mí me encanta…—acomodaba los cabellos azules a un lado para besarle con cierta dulzura el cuello—Arg! —después de varios minutos montando al pelilargo Tikky sintió como se iba completamente dentro del ya maleable cuerpo—no puedo creerlo…—salió de él viendo la sangre combinada con el semen—…eras virgen verdad?, ni siquiera con una chica…—le volteo acomodándolo en la cama para recostarse en su pecho.
Kanda solo guardaba silencio con el rostro empapado y el cuerpo adolorido, nade le había ayudado, de seguro ni siquiera habían intentado socorrerlo, el hombre de cabello color chocolate que estaba sobre él le había dado su primera vez junto con el firme deseo de jamás volver a repetirlo.
Yu-kun…—el nipón no pudo evitar pensar en Lavi ¿le había querido hacer aquella noche lo mismo que le hizo Tikky? —es probable que tus habilidades ya no funcionen cuando vuelvas a la orden—se coloco nuevamente sobre el quitándose la camisa— tienes que cuidarte entendido?, por el bien de los dos—le beso, sin sentir ninguna resistencia.
Qué me vas a hacer? —no tenía fuerzas, ganas ni orgullo de impedir cualquier cosa, ya le habían hecho lo peor, no podrían herirle más.
No pensaras que con una es suficiente verdad? —Kanda cerró los ojos sabiendo que le usurparían nuevamente, dejando que utilizaron su cuerpo como un muñeco sin vida, lo único a lo que aspiraba en ese momento era a perder la conciencia para dejar de sentir.
Suéltame… —el pelilargo había despertado golpeado a Allen, sus pesadillas eran cada vez más frecuente, recordándole los días que había pasado junto con los Noé en especial con uno de ellos—moya…—se detuvo antes de llamarlo por el apodo que le había puesto—Walker…—si había aprendido algo, era que no podía contar con nadie, se encargaría de borrar todo lo que tuviera que ver con su amistad con cualquiera.
Kanda te sientes mejor? —al chico ni le había importado el golpe, el supervisor y él, lo habían llevado a la enfermería en cuanto se desvanecimiento, nunca en toda su estancia en la orden, se había enfermado debido a las habilidades que poseía—te desmayaste y…—el japonés se levantaba acomodándose la ropa, pasando derecho—Kanda detente! —el supervisor le tomaba del brazo obligándolo a voltear.
Qué quieres? —pregunto soltándose rápidamente—tengo cosas que hacer como para andar perdiendo el tiempo con ustedes—se recargo en el marco de la puerta esperando para poder marcharse a sus entrenamientos normales.
Kanda-kun te molestaría tener una entrevista con Rever? —pregunto absteniéndose de decir que era una prueba psicológica, si se lo mencionaba seguro que lo rechazaría al instante—no te tomara mucho tiempo, te lo aseguro—estaba esperando que el chico le diera la respuesta para así mandarlo directamente, pero no espero que el otro aceptara tan rápido.
Con una condición solamente…—el ojiazul intentaba negociar—no quiero volver a ir de misión acompañado a menos que sea realmente necesario—el supervisor y Allen se sorprendieron por la petición—y si lo haces, que no sea con ninguno de los enviaste en la última—declaro sin nada más.
Está bien Kanda—Allen iba a protestar, pero el hermano de la china le calló aceptando el acuerdo—no volverás a tener que viajar con Allen, Lenalee, Arystar, Miranda o Lavi nunca más, es una promesa—Kanda sintió un poco de consuelo al escuchar sus palabras.
Pero Komui! —Kanda ya se había ido con Rever y Allen se enfado por la manera en que los despreciaron—no tiene derecho a tratarnos de esa manera, además a Kanda de seguro debió pasarle algo, Tikky Mikk no es para nada de fiar, siempre hace algo terrible, como cuando me quito mi brazo—sabia a la perfección de lo que eran capaces sus enemigos, si el samurái actuaba de esa manera de seguro había sido culpa de ellos.
Allen-kun, llama al general Tiedoll y a los más cercanos de Kanda-kun, esperemos que nuestras sospechas sean erróneas—Allen no pregunto, para llamar a Tiedoll debía ser algo grave, Kanda jamás había solicitado ayuda, si la necesitaba debía ser delicado.
Kanda-kun has dormido estos días? —Rever estaba delante de un escritorio sin nada más que su persona, ni siquiera un lápiz llevaba, Kanda se hiria a penas y sospechara algo, el jamás hablaba de si mismo, mucho menos de su pasado.
Por supuesto, no ves mis ojeras—se mostraba sarcástico, sabía que no estaba bien, debía demostrar que solo era fatiga si no quería que se enteraran de lo que había sucedido en ese barco.
Entiendo Kanda, por que no has dormido? —pregunto directamente.
Mmm…eso no te incumbe—no se le ocurrió como responder, si contestaba que pesadillas, le preguntarían cuales, si desia que por estar vigiando, le preguntarían que?.
Si no cooperas esto no funciona—ya llevaban rato y el joven de cabellos azabaches no era tan fácil de descifrar como habían esperado, cuadro se trataba de ocultar algo, realmente lo hacia bien—Espera! —al jefe de departamento le llegaron recuerdos, Lavi siempre andaba divulgando sus asuntos persónales, ¿Kanda confiaba en él?, además del general Tiedoll, Lavi era el único capaz de llevar a Kanda a las fiestas de bienvenida, o sacarle algún secreto bochornoso para jugar con él, sin mencionar que había obtenido su nombre cuatro horas después de haberse conocido—puedes irte Kanda, pero tendrás que hacer esto de nuevo, con otra persona—se fue para tomar un teléfono y localizar a los bookman.