Capitulo
Si eso es verdad, lo que menos debe preocuparnos es el estado mental de Kanda Yuu, ya paso prácticamente un mes desde esa misión, debemos pensar en los efectos del encuentro con ese Noé—decía el jefe principal de toda la orden negra.
Le agradecería que no hablara así de mi alumno—el general Tiedoll estaba serio, pero no podía evitar que la frustración resaltara de vez en cuando en su rostro, se había dirigido a la orden apenas y se entero del estado de Kanda.
Si Kanda se convierte en un aliado de los Noé no nos queda de otra más que confinarlo en la rama Asiática—Howard Link era el que hablaba esta vez.
Ya tenemos suficiente con que Allen Walker sea el catorceavo para que otro exorcista pueda traicionarnos—el general volvió a hacer gala de sus sentimientos egoístas.
Kanda-kun no nos traicionara, eso es algo que jamás pasaría—Komui tomaba la palabra, habían mandado a Lavi a averiguar lo que había sucedido, en esos momentos debería estar con Kanda—el problema es serio, si Kanda puede de algún modo convertirse en un Noé debemos evitarlo a toda costa.
Idiota!! —el bookman le daba una patada en el rostro—como que no quieres verlo? No se supone que abandonarías todo por el! Y no se que más tonterías!! —vio como su alumno pelirrojo se sobaba eludiendo su mirada.
Pero…el no quiere verme…—estaba triste, por más que había intentado hablar con el samurái, ni siquiera había sido capaz de encontrarlo—se esconde…—recibió un puñetazo que lo mando a volar.
No es tu decisión esta vez—cruzaba sus brazos, hablándole con prudencia—te dieron un misión y como exorcista que eres en este momento debes cumplirla—Lavi giro su rostro enfado, el nunca había querido trabajar para la iglesia, como bookman que era sabía de antemano que no era santa ni mucho menos, incluso era la causante de todos los prejuicios y guerras casi siempre—si quieres, puedes escapar como siempre, yo seguiré con mi trabajo—se dio la vuelta pero Lavi le tomo del hombro, el “renuncio” a ser un bookman completo por Yuu, pero su abuelo seguía siéndolo y se quedaría, no podía abandonarlo después de todo el tiempo que le dedico.
Lo intentaré…—desapareció en uno de los pasillos, acomodándose su bufanda.
Ya pasaron tres semanas cuatro días—un peilargo esquivaba con facilidad los ataques de su “nuevo” compañero de equipo, Tiedoll le había pedido practicar con e—ja! No puedes moverte más rápido? —se puso detrás del chico sin dificultad, pero no lo golpeo, le había pedido el favor de maltratarlo demasiado.
Pero Kanda-sempai! —se hinco totalmente agotado—hemos estado así desde la mañana y no he comido nada!! —se quejo, admiraba mucho al espadachín, pero este ni se veía agotado, mientras el estaba bañado en sudor su sempai estaba más fresco que nunca.
Kanda, deberían tomar un descanso, no es del todo bueno entrenar tanto tiempo seguido—Mary le pasaba una toalla a Choji y le entregaba una a Kanda, aunque no la necesitara—hum?…has estado tomando otro entrenamiento? —pregunto intrigado por la agilidad del samurái, Choji era un novato, pero la manera tan fácil de eludirlo no era del todo natural y después de casi cuatro horas seguidas por lo menos debería estar cansado—has mejorado bastante—Kanda solía avanzar a cada rato, pero esta ocasión era diferente, no había pasado lo suficiente para un salto como ese.
Tsk! No es tan increíble o si? —ciertamente sus reflejos estaban más activos, podía percibir mucho mejor lo que estaba a su alrededor y las pesadillas habían cesado, como si todo hubiera mejorado por arte de magia—Mm!? —ese presencia, no la podía confundir.
Yuu-chan—el único que le llamaba de esa manera, no, no era el único—Yuu-chan! —su manera de hablar alegre y sin preocupaciones se veía demasiado forzada—acabo de regresar de mi misión y…—el samurái le vio serio.
No estoy de humor para jugar contigo que quieres? —una ves más su voz sonaba indiferente, no lo veía tan mal como había dicho Komui, parecía más…brillante.
Kanda, no deberías hablarle así a tus amigos—Mary le regaño, pero este el chico ni le tomo en cuenta.
Tengo hambre…—dijo de manera inconsciente el pelilargo, reaccionando a sus propias palabras.
Tiene razón Kanda-sempai!!! Vamos a comer!! —a Choji le brillaron los ojos de manera entusiasta mientras veía a Kanda como su salvador, Lavi no lo veía con muy buenos ojos, siempre que tenia oportunidad se acercaba a Kanda más de lo que se permitiría cualquiera, siempre con su “Kanda-sempai”, pareciera que no pudiese hacer otra cosa.
Tsk—Kanda se apeno y se limito a seguirlos, no era propio expresarse de esa manera, y lo peor de todo nunca había sentido tanta necesidad por llevarse algo a la boca.
Lavi los acompaño, iba caminando a lado de Yuu, pero este estaba demasiado concentrado en sus pensamientos y apenas si ponía atención al camino. Pronto llegaron al gran comedor, estaba a reventar la única mes disponible la tenían Lenalee y Allen.
Kanda-sempai! —se volteo a verlo y le tomo de los hombros, a lo cual el samurái le lanzo una mirada asesina, que ni siquiera le importo—valla y siéntese yo le llevo su soba!! —se dio vuelta y corrió a la fila.
Tsk quien se cree para tenerme ese tipo de confianza? —se enojo, pero debía admitir que ya se estaba acostumbrando a estar con ese novato, desde que Tiedoll lo pidió como alumno, este le agarro como ejemplo o algo así.
Es un idiota…no te parece? —Lavi le había susurrado y jalado de un brazo—nos vamos a sentar ya? —Kanda le siguió, pero su mente estaba en otro mundo, se sentía increíble, una sonrisa audaz se poso en sus labios.
Celoso? —su actitud cambio rápidamente, no podía evitar sentirse de esa manera, tan relajado y fuerte, necesitaba comprobarlo con alguien, no le importaba con quien, si el amargado de su novio lo quería, tendría que hacer lo que le pidiese—Mary, quieres entrenar conmigo? —su expresión era una en extremo confiada y arrogante, como antes.
Yuu-chan? —Lavi se extraño, Kanda había tenido conflictos consigo mismo desde poco antes de empezar a salir, pero ahora lucia espectacular, sonriente y con determinación en su rostro—estas bien? —“celoso”? el no era celoso, pero eso le había dicho, significaba que ya no estaba enojado, sus ánimos regresaban.
Si—se sentó en la mesa junto con la china y el británico—necesito entrenar, que me dices usagi?, crees poder seguirme el ritmo? —le proponía algo como eso sin pensar en todo lo que se habían preocupado por el.
Típico de ti—suspiro el uniojo, contento por verlo de vuelta—claro que puedo seguirte el ritmo…en más de un sentido—Kanda le miro de reojo, ese tipo todavía era un mal pensado, se molesto, le hacía recordar cosas que no quería.
Tsk…deja de joder—le había entendido?, Lavi se sorprendió, nunca tomaba en cuenta sus comentarios, pero ahora parecía más perceptivo que antes, incluso ante las emociones, cuánto tiempo se había ido para que Kanda cambiara tanto.
Allen no comas eso!! —Lenalee veía el extraño platillo de colores purpuras del plato de Allen, desprendía un aroma raro e inusual, no lucia nada apetitoso, ni siquiera parecía comestible.
Pero si es exquisito!! —le aclaro defendiendo su almuerzo—ya se!! No quieren un poco? —les ofreció, pero los rostros de los presentes se volvieron azules, daba miedo la sola idea de llevarse un bocado a la boca.
Hu? —todos vieron como Kanda tomaba el tenedor de Allen y se metía ese “postre” a la boca, masticándolo y tragándolo.
Esta bueno…—se volvió a acomodar en su lugar con todos viéndolo raro —Qué¡?, Choji no me trae mi soba!! —la verdad era otra, desde que entro al comedor le había asaltado un olor delicioso, lo había visto en el plato del moyashi, pero jamás se lo pediría, si la oportunidad se presentaba lo comería, y si se presento.
Ven!! Hasta bakanda le gusto! —les dijo alegre, el siempre había tenido un gusto excelente.
A quien le llamas bakanda, anciano enano!? —le aventó el tenedor rozándolo en el rostro—por qué no lo esquivaste? —le salió una gotita, se supone que el también había mejorado, en su último entrenamiento con el hasta le había ganado.
Como jodidos querías que lo esquivara!?!? —se enojo y le arrojo su plato, pero lo detuvo con facilidad impidiendo que se derramara el jugo que tenia—Qué? —vieron como lo puso delante de el y empezó a comer tranquilo.
Kanda? —Mary realmente se sorprendió no sabía que Kanda pudiera ser tan sociable—de acuerdo, entrenare contigo—si llamaron al general para darle la noticia que Kanda se había vuelto amable, se enorgullecería bastante.
Kanda-kun! Necesitamos hablar—el general Tiedoll entraba y se acercaba a ellos—Lavi-kun me alegra verte—Kanda terminaba con el almuerzo de Allen y se levantaba, le sobraba la energía.
A mi también da gusto general—le dio la mano, ellos ya se conocían y se llevaban bien, eso sería de ayuda cuando Kanda por fin se decidiera a decirle de su relación.
Que disfruten su comida, con su permiso—se retiraba con Kanda.
Kanda-sepai!! —Choji llegaba, pero el azabache ya no estaba—mm? A donde fue? —se sentó con la bandeja en mano.
No te cansas de perseguirlo? —Choji se había sentado a lado de Lavi, pero el pelirrojo lo miraba de manera altanera y con un fastidio en sus ojos—digo…ni siquiera lo conoces y ya hasta te enamoraste de él—el aprendiz se sonrojo, todos le estaban mirando—ríndete, el jamás le haría caso a un novato como tu—le dijo de manera cruel, su sonrisa disfrazaba un frialdad y desprecio por el nuevo compañero.
Lavi…—Lenalee le hablaba quedito, ciertamente había sido muy duro—p-pero quien no esta enamorado de Kanda? jajaja—todos le siguieron el juego para que Choji se suavizara.
Cierto! A pesar de todo, el engreído de BaKanda es bastante lindo, jaja—le salía una gotita, Lavi se haba pasado, nunca le había dicho algo como eso a alguien, si le desagradaba lo demostraba muy bien.
Jaja pero es verdad—Lavi se había molestado más, no podía creer lo que estaban pensando—el solo tiene ojos para un hombre atractivo e inteligente—Mary lo escucho, y se dio cuenta de que estaba hablando de más—digo…eso es la más seguro—se levanto para retirarse, Kanda tenía razón, podía ser muy celoso.
Por lo menos a mi me permite acercarme—dijo sin ánimos de ofender a nadie, se había unido a la charla para conversar quien tenía más oportunidad con el pelilargo, incomodando a Lavi.
Bola de idiotas…—se fue sin que nadie lo escuchara, no le importaba quien tuvier