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Noé o exorcista? por Bleryaoi

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Notas del capitulo:

Hola Hola, ya les tengo el capi, es lo malo de atrasarce y escribirlo a las 2 de la mañana, bueno, esta un poquito más largfo que los anteriores, en compensación por el anterior, que si era necesario, pero estuvo chico.

Ya sin más, aqui lo tienen

Capitulo:


Se tardaron mucho…creí que no vendrían—un joven de hermosos cabellos largos y azulados se encontraba en la puerta sonriendo de lado—Entren y dejen de perder el tiempo! —todos se quedaron boquiabiertos al ver esa figura delante de ellos.


Yuu…—Lavi caminaba lento hacia él, todo parecía haberse quedado quieto, ni un solo de sus pensamientos le estaba interrumpiendo, el mencionado lo veía con un leve sonrojo, se había suavizado en cuanto lo noto, su rostro solo estaba centrado en él, ambos estaban en su mundo, lejano de cualquiera que quisiese interrumpirles, tanto tiempo sin verse les hacia lucir distintos, se sonrieron suavemente, sin cruzar palabras pero…


Kanda engordaste!! —Allen grito como si un akuma les estuviera atacando acabando con el ambiente que se había formado, Lenalee lo miro espantada de lo que le fuera a ocurrir, Bak y Link como diciéndole “serás idiota” y Lavi trago saliva colocándose enfrente del samurái para que no le pasar algo tan grave al pobre peliblanco, pero sintió como la mano del japonés lo quitaba con suavidad  de enfrente suyo—Es decir…mmm…este…—el menor retrocedía con sudor frio resbalando por su rostro.



Moyashi…—Allen movía las manos sin parar totalmente aterrado al ver que nadie se apiadaba de él mientras Kanda se le acercaba con un aura siniestra rodeándolo—ESTAS MUERTO!!!! .



Estaban todos, casi todos porque Allen estaba desmayado en el sillón de la sala, sentados en el comedor de la ahora casa de Yuu Kanda, al haber traicionado a los Noé, no pudo escapar con ellos, pero tampoco podría permanecer dentro de la orden oscura, por lo que junto con la ayuda de Bak y sus colegas se mantenía oculto dentro de los bosques de Rumania.


Pero el insistió en ayudarnos—Bak señalo a Howard, el, a pesar de su trabajo era amigo de Allen y por ende de todos los demás, en cuanto le encargaron la vigilancia del jefe de la rama asiática pudo ayudar al supervisor a ocultar el paradero de Kanda, lamentablemente este mismo le había prohibido, por la seguridad de los demás que les dijera donde se encontraba.


No es mi deber ayudarlos, esta la última vez que lo hago—Link se volteo avergonzado, no era normal en su persona ser tan bueno, pero desde que se juntaba con ellos todo había cambiado.


Entonces…—Lenalee se le quedo viendo a Kanda, el enterarse de que estaba embarazado era algo que no creía, pero toda la explicación que les habían dado lo confirmaba—…vas a ser mamá? —pregunto aun sabiendo la respuesta, pero era una reacción normal, después de todo, el era varón no podría tener hijos, no directamente.


Si—el pelilargo ya se estaba cansando de esa pregunta, el ya había tenido suficiente con “aceptarlo”, nunca pensó en abortar al niño, pero algo como ser su papa tampoco le convencía, pero era suyo, por lo que decidió casi al instante hacerse cargo de la responsabilidad.


Entonces estas delgado no crees? —Allen entraba al comedor sobándose la cabeza, después de la paliza que le dio, escucho vagamente la explicación, pero lo suficiente para entender la situación.


Tienes algún problema con mi peso moyashi?... —A Kanda le estaba saliendo una venita otra vez, si alguien era capaz de hacerlo enojar, ese era el inglés, tanto tiempo llevaban sin verse y ya se estaban peleando como siempre.


No! No! —Allen recapacito sus palabras negando con ambas manos—lo que pasa es que he visto a las señoras y tú te ves…—Kanda seguía sentado no tenía intenciones de golpearlo otra vez, pero lo que decía era cierto, apenas y se notaba, solo llevaba un suéter holgado y unos pantalones cómodos.


Es verdad, no te has estado cuidando? —Bak le quito la palabra a Allen, él sabia que él japonés  ya casi cumpliría con los seis meses, pero seguía sin mostrar muchos cambios, incluso su salud había mejorado bastante ni siquiera mareado estaba cuando le presentaban las pruebas.


Tsk…estoy bien—al nipón no le preocupaba, una  vez enterado de su embarazo empezó con un entrenamiento distinto e incluso probo una nueva dieta, su disciplina le obligaba a cuidarse y tenía que aceptarlo, el bebe era el único que le había hecho compañía todo ese tiempo empezando a sentir “cariño” por él.


Bueno…creo que debemos ir a descansar—Bak trataba a cada rato de terminar con la conversación, veía a Kanda cada mes, y este le explicaba la situación, se entero de la relación que este mantenía con Lavi e intentaba darles algo de espacio después de tanto tiempo sin verse, pero Allen y Lenalee no dejaban de preguntarle cosas.



Sip, yo me voy a quedar con Yuu-chan!! —Lavi se colgó del japonés y este no lo rechazo, pero no le miraba, simplemente se paro y empezó a caminar  por el pasillo después de que los demás se fueron a las habitaciones de la segunda planta.



La puerta de la habitación del samurái se cerró detrás de Lavi, solo había silencio, ninguno hablaba esperando que el otro comenzara, pero nada…no se les ocurría como comenzar después de lo que había pasado la última vez, Kanda se había ido sin despedirse, incluso le había prohibido a Bak y a Link que les dijera su ubicación.


Ya no  te gusto como antes? —Kanda se rio, nunca pensó ni un poco en su figura hasta que Allen le hizo e sutil comentario, el conocía al pelirrojo, una de las razones por las que estaban juntos era por su belleza, no le gustaba ser vanidoso, pero sabía que era del tipo de Lavi.


Ese idiota de Allen—volvió a abrazarlo por la espalda, acomodándose en su hombro y respirando con tranquilidad—todavía es un niño, déjalo…—no se separo de él, lo había extrañado como a nadie en su vida, le importaba tan poco su aspecto, e incluso, aunque no quisiera decírselo, le sentaba bien lucir tan tierno con esa pequeña pancita, sus ojos se veían brillantes al igual que su piel, que se había vuelto más suave de lo que recordaba.


Usagi…—se volteo para quedar de frente, tarde o temprano tendrían que hablar de lo que pasaría con ellos, Lavi jamás mostro ningún interés por tener una familia, y él tampoco…pero ahora era otra historia, debía de mantenerse firme en su decisión y no arrastraría al pelirrojo con él, después de todo ya era más de una ocasión en la que ponía a Lavi en segundo término, debería dejar de hacerle daño.


Yuu…—sus labios estaban unidos, Lavi lo había extrañado demasiado, no le importaba otra cosa que no fuera recuperar el tiempo perdido con su novio, Kanda le permitió introducirse sin quejarse en absoluto, sus lenguas jugaban un poco, el pelirrojo lo tenía sujeto de los hombros, era un poco más alto que Yuu, le gustaba tenerlo así, sin que este se quejara por sus actos.


No me has engañado verdad? —su pregunta hizo a Lavi sonreír, el peliazul sabía que muchas estaban detrás del oji-jade, y este no era precisamente un santo, tanto tiempo sin prestarle ni un poco de atención, pudo llevarlo a andar en algún bar del pueblo, no lo culparía en lo más mínimo, no se enojaría, pero debía saberlo.


No…—contesto sin alardear, no se sentía ofendido, acaricio una de las mejillas del azabache provocando que este se recargara en ella al sentir su calor, sus labios se habían unido al cuello del japonés cuando este ladeo un poco su rostro, era tan irreal sentirse otra vez, no sabía cómo comenzar, como pedirle a Yuu que fuera suyo nuevamente, como expresarle todo lo que estaba sintiendo en ese momento—Yo…—debía disculparse?, pedirle una explicación?, que haría, no estaba molesto con él, pero se supone que debería estarlo después de lo sucedido, aunque él tampoco se porto muy bien cuando se vieron por última vez.


Sshhh…—el nipón poso sus dedos en los labios del pelirrojo silenciando cualquier cosa que estuviera por decir, no quería escuchar nada que tuviera que ver con su separación, no por el momento, en ese instante solo tenía una idea en mente, complacer a Lavi hasta que este volviera a ser como era antes—…no quiero hablar…y espero que tu tampoco—lo abrazo hundiéndose en su pecho, Lavi le correspondió con lentitud, captando el distorsionado mensaje que le estaba dando.


El pelilargo le quito despacio su chaqueta de exorcista, acariciando el rostro del pelirrojo, este se dejo hacer al ver las intenciones de Kanda, pronto este se encontraba en su cuello besando con dulzura la piel que siempre ocultaba con su bufanda naranja, Lavi suspiro al sentir su contacto, estaba frio, la piel de Kanda era fría, lo recordaba, siempre era él que terminaba abrazándolo para darle calor, puso una mano en su cadera mientras la otra  desabrochaba el listón que sujetaba su coleta baja, Yuu ya no llevaba el uniforme de exorcista, se veía realmente delicado con esa ropa blanca, con su cascada de cabellos azabaches. Entre beso y beso ya estaba sentado en la cama, Lavi era ahora el que besaba la blanca tez de su amante mientras este paseaba sus manos debajo de su playera—Yuu…hueles tan bien—percibía la embriagante fragancia de su cuerpo, olía a flores frescas, se acerco a él captando el dulce aroma, Kanda se movió un poco al sentir la nariz de Lavi rozarle el cuello, le hacía cosquillas, pero aun así aprovecho para sacarle la ropa superior, dejando su pecho al descubierto.


Lavi…—Kanda se quedo inmóvil, una punzada de dolor le llego al corazón, el pelirrojo tenía una cicatriz en el pecho, era su culpa que la tuviera, su propia espada le había hecho daño cuando pelaba por ayudarle, Lavi puso una mano en ella tapándola, se le olvido que la tenía, su espalda también estaba dañada, era imposible salir ileso de una guerra, pero como bookman que era, debía escapar cuando fuera necesario, pero no quería dejar a Kanda, lo amaba demasiado para dejarlo solo—…perdóname—quito la mano de Lavi rozando sus dedos en aquella herida, se sentía horrible, si no fuera por él, Lavi estaría a salvo de todo eso, beso en aquella marca lamiendo a su alrededor intentando aliviar el dolor pasado, Lavi desvió la mirada apenado, no era su intención hacerlo responsable de su situación.


Yuu…—suspiro al sentir los dientes de Kanda dejar marcas en su piel, estaba mordiendo suavemente sus pezones mientras sus manos buscaban colarse en su pantalón, acaricio su cabello cuando el pelilargo volvió a su cuello, presiono un poco su cabeza al sentirlo otra vez—Ngh…no te disculpes…—estaba sonrojado, dejando escapar suspiros, Kanda lamia su oído buscando enloquecerlo.


Que dirías si yo soy el manda en ocasión? —Lavi se puso todo rojo, siempre, en toda su vida era el que tomaba a la persona, que Yuu se lo propusiera le dejo en blanco, cayendo de espaldas sobre la cama con el pelilargo encima de él—jajajaja…no te espantes…a mí me gusta que seas tú el que…—Lavi lo miraba perplejo, Kanda estaba adquiriendo otra tonalidad en su piel, tan roja como la que el tenia, se estaba arrepintiendo de lo decía, Lavi sonrió muy, muy complacido al escucharlo, pero antes de decir algo, Kanda le había besado—…cállate—ordeno el azabache, escondiendo su rubor, ciertamente le gustaba que Lavi le fuera “el activo” de su relación, darle el control le permitía  sentirse protegido, le daba permiso de quejarse e incluso de exigirle más, le había hecho esa broma para que se relajara, no para que se enterara de eso.


Yuu—se había colocado encima de él de un momento a otro, todavía con esa sonrisa picara en su rostro, así que a Kanda Yuu le gustaba hacerla de damisela, ciertamente nunca planeo permitirle a Yuu algo como eso, pero que el mismo le dijera que le gustaban sus actuales puestos le hacía pensar muchísimas cosas, no precisamente inocentes—eres un pervertido—sentencio recibiendo una mirada enfada de parte del de abajo, pero no logro detenerlo, sus manos ya estaban en el pecho del japonés, se habían colado debajo de su suéter, pellizcándole sus duros botones de carne, se aprovecharía de ese comentario para tomarlo cuantas veces quisiera.


Agh! —se tapo la boca con una mano, no quería darle el gusto de escucharlo gemir tan rápido, Lavi se deshizo de su suéter con rapidez, quería verlo desnudo lo antes posible—Lavi..uh…—le estaba quitando el pantalón y bóxers de una sola vez, estaba yendo muy deprisa, pero por una razón sabia que se lo había buscado.


No te preocupes, lo que pasa es quiero verte desnudo—no iría  rápido, quería que esa noche durara lo más posible, simplemente no quería que la ropa les estorbara cuando estuvieran acariciándose—quieres verme también? —se bajo un poco su pantalón desabrochado, pero no se lo quito, atrajo a Kanda besándolo con desesperación, la boca de su nipón era un placer prohibido, lo más delicioso en el mundo, lo estaba abrazando, sus manos estaban una en su pecho y otra en su espalda, acomodándolo sobre él—tendrás que esperar un poco más para verme así—mordió su lóbulo jugando con el mientras sus manos descendían hasta su retaguardia, apretando fuertemente para hacer que Kanda gimiera descontrolado.


Aghh…Lavi…—le estaba masajeando sus glúteos sin pudor alguno, Kanda había colgado de su cuello, pero quería dejarle el gozo de dominarlo fácilmente, después de todo, el plan era complacerlo—se-serás gentil conmigo? —Yuu se había separado de él, sus ojos estaban desviando su mirada, volteando para abajo,  tenia sonrosadas sus mejillas y el tono de voz en que lo había preguntado parecía dulce e inocente, quería provocarlo, y lo estaba logrando.


Mm…nn…—Lavi se había abalanzado sobre el, besándolo, no esperaba que Yuu se comportara así, le estaba haciendo perder su control, no quería ser rudo, pero no podría evitarlo si seguía poniéndolo así.


Haah!! —Lavi le había mordió un pezón mientras colocaba la mano entre sus piernas, era eso lo que quería, provocar a Lavi para que dejara de cuidarlo tanto—U-usagi!—le estaba masturbando de forma exquisita, apretándolo, acariciándolo, su vida se iba en ello—Mnn!! —le estaba introduciendo uno de sus dedos, pero lo calló besándolo otra vez.


Ngh!! Yuu!! —el japonés había tomado su erección debajo de sus pantalones, su mordía el labio inferior al sentir la dureza de Lavi, apretándolo los ojos intentando ocultar su propio deseo por ser uno con el otro chico, no quería demostrarlo cuando estaba con otras personas, pero lo había extrañado demasiado, todas las noches despertaba después de haber soñado con él, solo muy pocas podía dormir con calma—no sabes cuan desesperado estoy—no le mentía, sinceramente estaba demasiado excitado, cuando iba de misión era normal que una o dos chicas se le ofreciera, pero solo podía imaginarse estando a lado de Kanda, se había convertido en un chico totalmente fiel al estar a su lado, rechazando hasta la más bella de las mujeres.


Agh…ah!...La-Lavi…—sintió su otro dedo dentro suyo, estaba decidido a seguir, pero no podía evitar el dolor, abrió un poco más sus piernas esperando facilitarle su intromisión, amortiguar un poco el dolor que estaba sintiendo, lo mordió al sentir el tercero clavarse en él, Lavi le besaba todo el pecho y había empezado a acariciarle su miembro nuevamente mitigando un poco su sufrimiento.


Yu-Yuu…voy a entrar…—aviso, pero vio las lágrimas en el rostro del japonés, deteniéndose para besar su frente, lo amaba demasiado para herirlo, pero Yuu se lo estaba pidiendo, no daría vuelta a atrás—Yuu…—este no lo miraba, mantenía sus ojos fuertemente cerrados, suavemente empezó a simular embestidas con sus dedos, siendo lo más amable posible.


Ahh…Lavi…ah!... —Yuu todavía no se acostumbraba, pero le daría el tiempo necesario, beso sus labios introduciendo su  lengua y tomando posesión de la boca ajena, pudo sentir la resistencia del japonés al principio pero se doblego cuando apretó un poco su erección, lo había rodeado nuevamente con la brazos, pero lo separo delicadamente sacando sus dedos—ngh…Lavi…—se quejo por ya no sentirlo encima suyo brindándole sus atenciones.


Nee…no dijiste que querías ser el que mandara—Yuu se sorprendió, pero no tuvo tiempo de nada, Lavi lo estaba sentando en su cadera, ya se había quitado el pantalón y bóxer arrojándolos lejos de ellos, Kanda no supo cómo, pero estaba sobre Lavi, con las piernas abiertas sobre su miembro duro y palpitante—será a tu ritmo mi Yuu-chan—Kanda se sonrojo a más no poder, ni siquiera habían “comenzado”, quería que el fuera el primero en pedírselo.


Idiota…—tomo el miembro de Lavi, sabía que era accesible y dulce, pero por una vez seria a su manera—Ngh…—se mordió su labio al llevar la hombría de Lavi a su propia entrada, estando sobre el sería mucho más fácil hacerlo, pero lo obligaba a sentir mucho más—Ah…ohh!!...ahh!!—estaba ya dentro suyo pero no podía moverse sin no rozarlo contra sus paredes internas.


Agh!! Yuu!!, es tan…estrecho—puso sus manos en la cadera de su nipón, era obvio que Kanda deseaba sentir más, pero le daba miedo moverse sobre él, pronto empezó a moverse suavemente, dirigiendo a Yuu, lo mecía sobre si, embistiendo lento y tratando de no usar mucha fuerza, acostumbrándolo a las sensaciones que no había tenido en todo el tiempo sin verse, paso rato relajándolo, haciendo gala de su autocontrol, pero Yuu bajo hasta sus labios, besándolo y pidiéndole con la mirada por más.


AH!! Lavi!! —Lavi no se hizo del rogar y empezó a moverse más rápido apretando la cintura de Kanda para moverlo más rápido—Ngh!! Ahh!!...La-Lavi!!!...más…más fuerte Lavi!! —el pelirrojo obedeció levantándose poco a poco, estaba sentado con Yuu sobre él, Kanda se elevaba y descendía con su miembro despierto friccionando dentro suyo, golpeando su punto sensible una y otra vez sin detenerse.


Ahh!! Yuu!! —ambos gemían descontrolados, besándose sin tener oportunidad de respirar, Lavi sujetaba su  nuca presionando para mantener su beso mientras seguía masturbándolo al compas de sus embates, Yuu tenía una mano sobre su pecho estimulando sus pezones, pero lo abrazaba con la otra para mantener el poco equilibrio que tenía, el tiempo estaba quieto, no sabían si haba pasado demasiado o muy poco, solo estaban concentrados en lo que hacían —Ngh!!! Yuu!!! —Kanda se estaba contrayendo, apretándolo placenteramente, pero no podía terminar tan rápido.


Ahh!!...Lavi!!!...ya no…ya no puedo!!! —Lavi salió de él, pero solo por unos segundo, lo recostó dulcemente en la cama volviendo a introducirse —Ngh!! —estaba abriendo sus piernas, dándole lo más rápido que podía el placer que su novio solicitaba.


Ngh!! Yuu!!, me voy…!!—toco un punto donde su japonés ya no pudo soportarlo más, eyaculando sobre su mano y abdomen—Ahhh!!!! —sintió el vientre de Yuu contrayéndolo de nuevo arqueando su espalda y gritando su nombre.


Lavi!!! —Yuu, lo abrazo, Lavi se había escondido en su pecho derramando su semilla en su interior, ambos respiraban agitados, después de tanto tiempo deseando estar así, no habían esperado aguantar tanto—Lavi…te amo—jalo su rostro estampándole un beso, debía saberlo, que le amaba, tanto o más que a si mismo.


Yo también te amo Yuu…—beso nuevamente saliendo de él, se acomodo en su lado de la cama jalando a Kanda para que se acostara encima, acariciándole—no creas que te escapara de mi de nuevo…—sin darse cuenta después de un rato se había quedado dormido, todo el tiempo que estuvieron separados sus fuerzas se habían agotado en buscarlo, no pudo resistir el cansancio que tenía, dejando que el sueño lo derrotara en brazos de Kanda.


Que descanses mi amor… —Yuu beso suavemente sus labios acomodándose para dormir junto a él, pronto regresaría a la orden para terminar con su objetivo de toda la vida, pero Lavi debía saberlo, esta vez no lo abandonaría, debía decírselo, pero por el momento solo descansaría a su lado.


 


 

Notas finales:

Que tal?, les gusto?, espero que si, pues (en parte) para eso lo escribo.

MUCHISIMAS GRACIAS POR LEER Y TENER LA PACIENCIA DE LEERLO


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