Ambos estaban en el aeropuerto, Kiba llevaba un ramo de flores para entregarle a su madre en cuanto la divisaran y Hana estaba hablando por celular. El castaño miraba bastante mal a su hermana porque se reía bastante y estaba sonrojada, no quería pensar que se estaba viendo con alguien y él no estaba enterado de ello. Estaba a punto de reclamarle, pero no lo hizo ya que la mujer se acercó a ellos cargando con su maleta.
Kiba saltó sobre su madre, literalmente, tiró las flores al suelo y la abrazaba como si se le fuese a escapar de nuevo. La mujer sólo reía, había extrañado en exceso a sus dos hijos, pero como madre sabia que algo pasaba con el chico. Hana, que esperaba que su hermano terminara con el afecto, notó que en compañía de su madre había otra persona.
-buenos días- saludó la joven amablemente-soy Hana Inuzuka, la hija mayor de Tsume Inuzuka- estrechó su mano.
-es un placer. Soy Kakuzu, contador de Hiden Mist- la chica se sorprendió- no se preocupe jovencita, sólo estoy aquí porque comienzan los preparativos para la exhibición del nuevo modelo-
-se va a quedar con nosotros?- preguntó el castaño mirando a ese hombre que daba bastante miedo, sobretodo porque sus ojos verdes parecían no tener pupilas.
-agradezco tu preocupación…-
-Kiba- agregó la mujer inmediatamente- es mi hijo menor-
- agradezco tu preocupación, Kiba. Pero ya tengo reservado el lugar en el cual me hospedaré hace varios meses-
-que pena- dijo con una gotita en la cabeza.
-vayan a casa, de momento voy a llevar al caballero al hotel- dijo su madre- hija, llevas las maletas?-
-claro- se despidió del hombre- espero que su estadía en Japón sea agradable-
-te lo agradezco- y ambos adultos partieron.
-ese sujeto da escalofríos- dijo el chico a su hermana.
-Kiba!!!- lo miró feo- tienes razón- dijo en voz baja.
Llegaron a la casa, después de pasar por la veterinaria donde trabajaba la castaña, la residencia estaba impecable y los animales de la muchacha se abalanzaron sobre Kiba. El chico se reía abiertamente, de hecho, quería también tener su propia mascota pero su madre no se lo permitía de momento. Se levantó del suelo y sacudió sus ropas.
Entraron, dejaron los bolsos en la entrada y fueron recibidos por el personal domestico. Constaba de tres mujeres y un mayordomo. Este último estaba con ellos desde hacia tiempo al igual que una de las mujeres, las otras dos trabajaban tres veces en la semana. Kiba subió a su habitación y lo primero que hizo fue llamar por teléfono.
-hola- saludo del otro lado de la línea- ya era hora de que llamaras, me habías abandonado-
-lo siento, señorita- dijo riendo, la gente confundía bastante a su amigo con una chica. Pero entre ellos no había problemas, se habían hecho amigos hacia tiempo- estuve ocupado-
-si, lo se- rió- dejaste corazones rotos, en la escuela suspiraban “cuando volverá, Kiba?”-
-bueno, me reincorporo el lunes. Que hacías?-
-tarea, no como alguien- se quejó- el director preguntaba por su consentido-
-no dijo nada vergonzoso?-
-nop, al menos créeme la mentira. La verdad, media escuela se rió de ti, te trata como si fueses su hijo o su nieto-
-que puedo hacer, soy adorable- se sentó en la cama.
-eso es lo que él dijo-
-no me jodas- dijo incrédulo.
-jejejeje… - se hizo un silencio incómodo-lo siento pero te cuelgo nos vemos luego-
-…-
-… Kiba…-
-eh?... si, adiós- y colgó.
-hablando con tu novia?- dijo Hana sentándose junto a su hermano mientras le picaba la mejilla.
-con Haku-
-es mas o menos lo mismo… pasó algo?- dijo preocupada.
-nada- pensó un momento-… cuando estuve en casa de los tíos. Me enteré que el matrimonio de nuestros padres fue arreglado… y… me preguntaba si realmente papá nos quería o… no- dijo con la vista baja.
-ya veo… te lo dijo la tía- el chico asintió- a mi me lo dijo el abuelo. Dijo que papá estaba saliendo con una chica cuando los reunieron por el matrimonio, y que mamá también estaba con alguien… que cuando se conocieron parecían perro y gato. Todo lo que papá decía le caía muy mal a ella, pero no los obligaron a casarse… los hicieron conocerse sin decirles nada. El matrimonio salió por sus propios medios, no por algo más…-
-yo… no sabia eso- dijo sorprendido y algo más calmado-… pero, mamá se encargo de nosotros sola-
-cuando cumpliste los siete… al poco tiempo le dijeron al abuelo que no le quedaba mucho tiempo y por eso trataba de que papá supiera todo lo necesario para seguir con la empresa. Cuando falleció, comenzó el trabajo duro y la empresa comenzó a decaer… pero salió todo bien, después de todo- sonrió- con respecto a que papá nos haya querido, es sencillo…-
-por que es tan sencillo, hermana?-
-la tía me dijo que papá quería tener un hijo y una hija, en ese orden, o sea un hermano mayor y su hermana pequeña. Cuando yo nací fue algo un poco espontáneo porque esperaban un varón, entonces papá pidió al cielo que su segundo hijo fuese varón y… naciste tu- le golpeó la cabeza con el dedo índice- eras lo que él esperaba y no dudo en que nos amaba a ambos… pero siendo su hijo era normal que tuviese mas inclinación hacia ti. Antes de morir… había planeado terminar sus negocios para poder salir de viaje. Pero sabes que el destino tiene sus idas y vueltas, no todo sale como se lo planea-
-lo siento…- dijo el chico secándose una lágrima- yo…-
-no te disculpes, hijo- dijo Tsume ingresando a la habitación y abrazando a ambos- no quería que lo supieras por ahora-
-la tía se lo dijo- aclaró la castaña.
-esa mal…- se aclaró la garganta- no te compliques con cosas que no valen la pena… ten por seguro que los amamos a ambos… y lo seguiremos haciendo- les dio un beso en la frente a cada uno- pero antes- recuperó su actitud normal- ponte a arreglar tus cosas, jovencito- y ambas salieron de la habitación.
-“Shino tenia razón… solo espero que no me olvide, hasta que pueda hablar con él”- levantó la tapa de su teléfono y miró el fondo de pantalla- porque no voy a dejarte en paz hasta decirte lo que siento- sonrió y comenzó a ordenar sus pertenencias dentro de su mochila.