Violeta…
Cierto castaño caminaba por el centro de la villa ganándose las miradas de todo el mundo por dos razones: la 1º porque sin duda algunas su crecimiento lo habían llevado a ser un joven muy atractivo, mas vistiendo con ese atuendo negro de toque rebelde, y la 2º porque era imposible verlo pasar y no ver a su perro que se había “desarrollado” notablemente.
Pero el chico no estaba para nada feliz, no estaba enfadado, no estaba triste, tal vez algo molesto y muy confundido. Era uno de los tantos San Valentín que había pasado en toda su vida, las chicas de las tiendas le obsequiaban algún que otro dulce, Hinata lo hacia, también Ino y Sakura. Pero eso no le importaba porque quería recibir un dulce de una persona en particular… y había una suma sencilla para su deseo:
Chocolate + Shino= imposible
Si solo le obsequiara un estúpido chocolate o al menos le dijera un “Feliz san Valentín” con ese tono indiferente de siempre seria el chico mas feliz de la historia… pero por el cálculo matemático de antes era obvio que eso no iba a pasar nunca. Gruño molesto y se apresuro a entrar a una tienda para comprar unos dulces para sus amigas. Una vez más era el centro de atención, Akamaru esperaba afuera y él quería salir pronto ya que se sentía peor… si era tan apuesto ¿Por qué rayos Shino no se fijaba en él?
Claro que tampoco le había regalado un dulce a Shino, pero sabia que no le gustaban, y tampoco le había dicho un “Feliz San Valentín” pero si se lo decía el otro lo quedaría viendo y lo que era peor no vería ningún tipo de expresión puesto que si antes pensaba que Shino iba muy tapado… era porque no había visto su nuevo estilo.
-“Estúpido Shino, haciéndome pensar como una chica”- gruño internamente con un sonrojo claro en las mejillas.
-¿Algo mas, jovencito?- pregunto amablemente una anciana que atendía junto con un grupo de jovencitas.
-No… nada mas…- respondió algo malhumorado.
-Bien…- rio suavemente- toma estos como obsequio- dentro de una bolsita metió unos dulces de color canela suave- Son especiales para alguien especial-
Parejitas acarameladas tomadas de la mano, se sonreían, se sonrojaban, se besaban y se reían haciendo explotación de ese día en el que nadie les decía nada. Era todo un montón de afortunados que tenían la suerte de que la persona que le gustara fuese una chica y no un chico antipático y raro como el que le gustaba a él. Suspiro derrotado y abrió un caramelo con el ceño muy fruncido “especial para alguien especial”… pues no tenia a alguien especial.
Kiba pasó todo el día dando vueltas por la villa buscando al maestro de los insectos, pero no percibía su olor por ningún lado. Finalmente decidió esperarlo en su casa, tomo asiento en el patio delantero y aguardo a que el peli oscuro se apareciera en sus dominios. Al cabo de una hora o más el Aburame se encontró con Kiba recostado durmiendo tranquilamente a un lado de la puerta de entrada.
Con el dorso de sus dedos dio un par de golpecitos en su mejilla intentando no despertarlo bruscamente. El castaño abrió los ojos y se encontró con el chico inclinado a su altura. Pareció meditarlo un momento y luego se puso de pie rápidamente algo sonrojado por la cercanía.
-¿Dónde diablos estabas?-
-Adelante…- abrió la puerta- supongo que si viniste es porque necesitabas algo de mi-
El chico ingresó, observo a Shino durante el camino que lo siguió hasta una sala. No había cambiado en nada, su voz seguía teniendo ese toque tranquilo y profundo, seguía siendo bastante mas alto que él y aun tenia esa aura misteriosa que tanto le atraía.
El Aburame miraba a Kiba, se había vuelto tan sexy que le molestaba, su cabello castaño seguía tan desordenado como siempre y su sonrisa tan altanera como lo recordaba… aun así había madurado mucho. Se lamentaba por no haber estado con su amado mientras lo había hecho, pero el entrenamiento de su clan era una obligación.
-¿Qué necesitabas?- pregunto directamente.
-Yo…- guardo silencio un momento- quería saber si puedo quedarme esta noche-
-No veo nada que lo impida. Pero quisiera saber por qué quieres quedarte-
-No tengo una razón, es que… nunca pasamos tiempo así, ni siquiera cuando éramos niños…-
-Técnicamente somos niños…-
-Como sea- se molesto- si no quieres me largo y asunto resuelto- se puso de pie pero el Aburame se acerco demasiado y le pidió disculpas si es que había sido descortés- No cambias, Shino-
El maestro de los insectos desapareció por uno de los pasillos, pero antes le dijo a Kiba que se sintiera a gusto y que tomaría un baño porque había estado haciendo algunos trabajos que le habían sido encargados. El castaño le respondió que no se preocupara y se quedo en silencio esperando a su compañero.
Se sentía cómodo con Shino, aunque era como era, había llegado a entender que en realidad su forma de ser no era fría si no algo rígido y nada más. Al ver que los minutos pasaban y el chico no aparecía decidió aventurarse un poco por alguna de las 30 habitaciones. Hasta que llego al cuarto de baño, parecía ser muy amplio, pero solo se quedo en la entrada donde había varios ganchos para la ropa… estaba colgado el abrigo negro… y junto a él el verde… que olía a chocolate.
-Esto es…- murmuro tomando un pequeño sobre del bolsillo del abrigo amplio- así que escribiste una tarjeta…- sonrió y leyó lo que decía la misma.
“Aburame Sempai, arigato por tu ayuda en mis entrenamientos con jutsu entomológico me habría rendido de no ser por ti. Cada minuto con Sempai es un muy valioso tesoro y quiero decir que la verdad…sempai me gusta mucho_ Kira”
Kiba se llevo el abrigo a la sala y leyó varias veces la nota. Recordaba a la tal Kira: bonita y escandalosa con el cabello largo violeta trenzado,... ¿Qué se creía esa idiota? Tomo la cajita pequeña y la abrió sacando el dulce en forma de flor de dentro para finalizar comiéndolo con ganas.
-“Te hice un favor, Shino. A ti no te gustan los dulces”- reviso y había otro envuelto en un papel violeta brillante- ¿Otro mas? Pues también es mío… me lo compensas por no darme dulces, baka- se lamio los dedos puesto que se había manchado con el ultimo dulce que casi estaba derretido.
-Kiba-
-¿Qué pasa?- pregunto molesto- Shino… etto…- se sonrojo al verlo solo llevando un pantalón negro y una toalla al cuello.
-Iba a preguntarte si quieres darte un baño- se acercó y paso su pulgar por la comisura del labio del castaño- Kiba… te comiste…- miro su abrigo y la cajita sobre la mesa.
-Si lo hice- lo enfrentó- ¿Algún problema?-
-Si… era mío-
-Tómalo entonces- se abalanzo sobre el mayor tirándolo al suelo y lamiendo el interior de su boca fieramente.
-Kib…-
No iba a protestar para nada, sólo quería saber que era lo que estaba ocurriéndole de repente. Kiba tenía su rostro sujeto y no dejaba por ninguna manera que sus labios se separasen. La feroz boca del castaño había declarado como campo de batalla los labios del Aburame y no estaba dispuesto a perder. Su lengua se paseo por cada rincón de la cavidad del mayor y termino bruscamente debido a la falta excesiva de oxigeno dejando un delicado puente que unió un momento sus bocas.
-Eres un imbécil…yo… espere demasiado que… que…-
-…- ladeo el rostro y encontró el papelito violeta a un lado- Kiba… te comiste el… chocolate con afrodisíaco-
-¿Eh?- abrió los ojos ampliamente- ¿Y que demoños hacías… con eso?- frunció el ceño.
-Sasuke me lo dio… “No pensé que fuese tan efectivo”- paso su mano por la mejilla del castaño y este se estremeció. Estaba sonrojado, temblando y aun se mantenía sobre él… pero no por mucho- Lo siento, Kiba- se giro para quedar sobre él- déjame ayudarte…-
-¡No!- se removió debajo- Déjame, después de todo tienes a tu estúpida kohai-
-Kira ya tiene a alguien especial… y yo también-
Dicho eso beso al moreno con paciencia, sin ninguna prisa, esperaba confirmar que no estaba soñando y que efectivamente el Inuzuka estaba ahí. Se relajo al ver que así era, Kiba mantenía su mirada clavada en la de Shino, sus ojos tenían un brillo dorado que le quedaba perfecto. Amaba a su compañero, siempre lo había hecho, pero en ese momento el chocolate lo obligaba a querer sentir.
El Inuzuka ladeo su rostro tratando de mantener una pose “digna”, el pelinegro deslizo su lengua por la morena piel del cuello y una de sus manos paso por una de las piernas del mas bajo. Kiba abrió los ojos repentinamente, no tenía planeado ser el dominado y no quería serlo. Definitivamente ese rol no le quedaba, pero no podía protestar porque las manos de Shino le hacían sentir un hormigueo en toda la piel solo con el roce de sus dedos.
Inconscientemente el castaño separo las piernas dejando mas cómodo al chico de tez clara, este quito la chaqueta negra y dejo al menor con una playera de red. La sola imagen era orgásmica, tanto soñar a Kiba de esa forma y finalmente podía tenerlo justo debajo de su cuerpo. Acaricio al chico sobre la playera, la transparencia de la misma hacia que se viera muy tentador, le brindaba otra textura al cuerpo del oji negro.
-¡Shino!...- una ligera mordida en uno de sus pezones lo sobresalto e inmediatamente sintió como una de las blancas manos de su amado había tomado su miembro semi despierto- ¿Qué…ahh…?-
-¿Eres tan sensible o es el chocolate?- mantenía su tono de voz neutro y su rostro sereno- Kiba… quiero tenerte para siempre… ¿Me dejaras?-
-Baka Shino, no digas cosas… tan vergonzosas a la ligera- la mano del Aburame no se movía un milímetro.
-Kiba…- comenzó a mover su mano levemente apretando bastante la erección del jovencito- No me has respondido si me dejaras-
Era demasiado vergonzoso, pero no podía negarlo… era demasiado perfecto, demasiado irreal e irracional. Shino era gentil y solo quería tener el consentimiento de él para poder tomar su cuerpo. Estaba claro que no seria un acto meramente carnal sin nada de correspondencia amorosa, si solo escuchaba lo que quería oír.
-Kiba… me gustas- eso dejo en un corto estado de shock al menor- te quiero… te amo… pero nunca me dejaste mostrártelo y eso me preocupaba. Era difícil mantener una amistad como para confesarte lo que sentía-
-…-
Tenia que ser una broma, una broma de mal gusto… pero eso no importaba. La voz de Shino, su olor tan cerca, lo estaba embriagando lentamente y el chocolate no ayudaba en lo mas mínimo. Envolvió la mano del Aburame con las suyas y lo obligo a moverla logrando que acariciara su miembro completamente excitado.
Pero el peli oscuro retiro una de las manos de Kiba y la guio a su entrepierna, casi en el mismo estado de excitación. El moreno no miro un momento al oji dorado directamente, en su mano sentía la textura, calidez y tamaño del pene del otro… iba a doler y de eso no había ninguna duda. Pero no le importaba, maldito, estúpido y jodido chocolate.
-Shino…- mordió su oreja con algo de violencia- mételo… lo deseo mucho…- soplo en el interior de la oreja mordida- estoy completamente excitado… es tu culpa…-
-…- el Aburame hizo que el castaño soltara su miembro y lo recostó en el suelo. Cuando el moreno noto que el otro soltaba su erección dio un gruñido de protesta y lo miro disconforme, pero el de piel clara sabia como podía complacerlo- Quitemos esto…- deslizo sensualmente las prendas que cubrían a su amado castaño.
Levanto una de las piernas tostadas sobre su hombro derecho y lamio la parte posterior de la pierna derecha mientras mantenía la vista en el castaño. Kiba no podía con su excitación, podía terminar solo de sentir al otro tocarlo con tanta maestría, pero quería un toque más complaciente. Sintió una pequeña contracción al rozar de los dedos del otro en su entrada, solo por fuera sin adentrarse para nada.
Shino jadeaba ante la erótica imagen del Inuzuka como jamás creyó verlo nunca y aun mejor. Beso los labios del castaño con pasión y froto su entrepierna con la del chico para que sintiera que no era el único ansioso. Pero no quería hacerlo en el suelo como si fuese solo algo apresurado…
-Vamos a mi habitacion…- lo cargo haciendo que Kiba enredase sus pernas en su cadera y las entrepiernas se rozaban con el caminar del mas alto- … aun puedes…- murmuro una vez el castaño estuvo en la cama.
-Urusai- lo giro y comenzó a moverse provocadoramente sobre el miembro erecto del mayor- ahhh… Shino… que delicia… esta tan duro…- lamio su cuello con suavidad.
Definitivamente no podía con Kiba, para que negar al deseo y la provocación de un cuerpo tan cálido. El castaño lo miro con cierta picardía, con sus uñas rozo el pecho del peli negro con algo de violencia, el quejido que dejo oír fue muy excitante… era una fase del de lentes que no tenia en cuenta.
-Shino… eres un pervertido- corto el botón que sostenía la prenda de abajo y deslizo el cierre- te calienta… que te arañe- con ambas manos apretó la masculinidad del otro- Se puso… mas grande…-
-No tienes que describirlo todo…-
El joven Inuzuka estaba sonrojado y jadeando por el efecto del chocolate, pero ver al Aburame en el mismo estado era digno de una fotografía. El chico se relamió los labios y beso al más alto con pasión desmedida. Lamio, saboreo y succiono la lengua del otro con deleite, finalmente descendió a la altura de su pene e introdujo cuanto pudo en su boca sin tocarlo demasiado.
El calor de la húmeda cavidad del menor era exquisito, solo estaba dentro pero necesitaba un poco más y movió suavemente la cadera para que Kiba se decidiese a hacer algo. El chico de ojos negros levanto la mirada afilada que lo caracterizaba y arqueo levemente una ceja, poso ambas manos en la cadera de Shino e hizo cortos movimientos con la boca.
Cerró los ojos, llevo una de sus manos a la base del miembro y la otra a los testículos, masajeo ambas partes mientras comenzaba a chupar con más fuerza. Los jadeos del oji miel se hicieron más intensos al igual que las succiones del castaño, no era nada sencillo como le pareció en primer momento y para colmo de males Shino tenia el pene bastante “desarrollado”. Si no tenia cuidado podía ahogarse, desde hacia un rato sentía un sabor extraño en su boca… el moreno quito la pieza de su boca poco antes de que el otro se corriese y termino manchado por el liquido blanquecino.
-…- no dijo nada y solo recogió algo del semen del cuerpo del castaño para finalizar acercándolo a la boca del menor que lo lamio sin recelo- Lo siento…- tomo la mano del otro y lo hizo ponerse de rodillas frente a él.
Kiba se mordió la mano con algo de fuerza cuando sintió al Aburame lamer su espalda baja y acariciar su entrepierna mientras tocaba su entrada. Era demasiado hacerlo al mismo tiempo, si el roce de su piel lo volvía loco, todo ese placer debía terminar matándolo.
-Shin... ahhh… date… prisa….ahhhhhhhh…- uno de los dedos se abrió paso chocando contra la próstata y logrando que el menor terminara.
-Apresurado…- rio levemente el mayor y metió otro dedo con cuidado- ¿Te gusta?- lamio de abajo hacia arriba siguiendo el camino de la columna.
-Ahhhhhhhh… que… pregunta estúpida- su miembro despertaba nuevamente- Shino, mal…. Maldición…. Ahhh….ahh…date…. prisa…..-
Ver a Kiba que estaba en un punto medio entre la exigencia y la suplica era gracioso en cierta forma. El cuerpo del de tez blanca exigía sentir al moreno, pero Shino aun no estaba conforme y, si el otro estaba bajo el efecto del chocolate, mejor para él.
-Kiba… ¿Hace cuanto… te gusto?- ayudo al menor a sentarse sobre su miembro con cuidado de no lastimarlo- Dímelo…-
El castaño solo sentía como Shino se abría paso dentro de si de forma pausada, pero hizo descender su cuerpo de un movimiento aunque le dolió mucho. No estaba en la habitacion, no estaba en Konoha, ni siquiera estaba en el planeta, su mente y cuerpo estaban muy lejos de allí donde solo Shino podía hacerlo llegar.
La pregunta se repitió y el castaño intentaba responder entre la necesidad increíble de oxigeno y el dolor placentero del subir y bajar por la erección del otro mientras le lamia la nuca con sensualidad. Tragaba grandes bocanadas de aire pero no era suficiente, se recostó en el pecho de su seme y entreabrió los ojos mirando la lámpara que colgaba del techo.
-Creí… ahhh… que te perdería…- dijo con dificultad- cuando fuimos… a… buscar el insecto rastreador para Naruto…-
-¿Desde allí?- envistió con firmeza- ¿Desde ese momento?-
-No… ahhhh… Shino…- hizo su cabeza hacia atrás apoyándola contra el hombro del mayor-… mas rápido…- las envestidas eran firmes pero pausadas.
-No, hasta… que respondas-
-Esa vez… yo… ahhhhh… realmente dije que me gustabas… pero… lo sentía desde antes- abrió más las piernas y Shino lo masturbo al ritmo de las caderas del moreno.
Repentinamente saco su miembro del interior del castaño haciendo que este se desconcertara, pero inmediatamente lo volteo y volvió a introducirse en él. Kiba grito a todo pulmón cuando tomaron el ritmo que deseaba, gemía libremente y solo quería ser esclavo del mayor.
-Ya no… aguanto…-
-Un momento…- apretó su pene de forma que no terminara- ahh… Kiba… te amo…- aumento el ritmo.
Kiba respondió a eso al mismo tiempo que ambos llegaban al orgasmo. Shino se hizo a un lado para evitar aplastar al moreno, se estiro un poco y se puso solo el pantalón para salir a buscar algo. Regreso con unas toallas y le ofreció una al castaño que se limpio con cuidado.
-Me gustas desde que estamos en la academia…- comento Shino- tenias una forma de ser realmente distinta a la mía y te admiraba por ser tan libre-
-Je, no lo demostrabas-
-Soy un Aburame…- sonrió levemente- por cierto- le tendió una caja marrón con un listón rojo- Feliz San Valentín- deposito un beso en su frente- tenia planeado darte algo este año… pero te busque por todo Konoha y no te encontré-
-Feliz San Valentín, Shino koi- lo beso tranquilamente mientras atesoraba su regalo.
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Kiba y Shino caminaban, al día siguiente, viendo como de los lugares ya quitaban los adornos y hacían ofertas del chocolate. Ya había pasado la fecha, estaban muy cerca el uno del otro y el castaño no disimulaba su sonrisa.
-¡SHINO SEMPAI!- se arrojo sobre el más alto la peli violeta.
-Hola, Kira- el oji negro no necesitaba saber que su novio estaba sonriendo.
-¿Qué tal tu San Valentín?- tenia un bonito sonrojo.
-Suelta a mi novio, baka- amenazo.
-Moh, compartamos Kiba kun jejejejeje-
La idea no le gustaba en lo absoluto y no le quedaba mas remedio que matar a la intrusa… o demostrarle que era en serio. Así que la aparto y, después de abrir el abrigo de Shino, lo beso pasionalmente. Después miro a la chica con un cartel que decía “ES MIO”.
Una chibi Kira fue suspendida en el aire por King que la mantenía alejada del dúo. Kira (en estado natural) sonrió juguetonamente y volvió a los brazos del Aburame.
-Kowai, Shino sempai, King esta celosa-
-Urusai, ven conmigo- la jalo y la otra aun se reía por lo que la beso profundamente- solo así te quedas tranquila-
-King esta c-e-l-o-s-a… admítelo- canturreaba picándole la mejilla.
-No me interesa, solo aléjate de mi novio- repitió el castaño.
-Kiba… ¿Te comiste el chocolate de sempai?- sonrió de medio lado- Sabia que lo harías y por eso te di un afrodisíaco-
-¡ENTONCES LO DE AYER FUE POR TI TAMBIEN!- la apunto acusadoramente.
-Bye, suerte Kiba- se despidió y ambas desaparecieron.
-¿Suerte?- el pelinegro arqueo una ceja.
-¡KIBA!-
-Ma… mamá- volteo.
-¿QUE DEMOÑOS SIGNIFICA ESTO?... Ayer desapareciste y ahora vengo a oír eso de “lo de ayer” y “afrodisíaco”- estaba hecha un demoño- Y tu Aburame…- señalo a Shino- ¿Que le hiciste a mi hijo?-
-A tu hijo nada, a su novio quien sabe…- Shibi apoyo su mano en el hombro de una furiosa Tsume- A la cuenta de tres… 1…2…3-
E inmediatamente Tsume se quedo con un intenso deseo asesino a todo el clan Aburame al ver la desaparición de los tres hombres. Pero tarde o temprano Kiba debía regresar a casa…