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Amandote ciegamente... por Yaoilady y Kira

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Notas del capitulo:

FELIZ CUMPLEA—OS NAZZU-LEIRA CHAN!!!!!!!!!!!!!!!

Kira: muy feliz cumple!!!!!!!! owo

Yaoilady: jejeje que todos tus deseos se hagan realidad

Knife: con ese mismo deseo que mencionamos anteriormente

Yaoilady; quise darte un regalo... fuiste una de las primeras personas en leer mis sobras de arte XDD y siempre fuiste fiel dandome animos para seguir cada capi

Reiki: haciendola creer que el fic es bueno XDDDDD

Yaoilady: -le dispara- ejem... en regalo no sabia que darte asi que disfruta de esto y espero que te guste n////n

http://yaoiladnak.deviantart.com/#/d4ja1e3

 

Yaoialdy: Kana y Zerim LOL  no me olvido de ustedes!!!!!!!!! :D ESTE CAPI TAMBIEN ES PARA USTEDES Y NO SE PELIEN QUE ES DE LAS DOS JEJEJE DISFRUTENLO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! (se los debia -w-U)

Kiara se reía jovialmente mientras Hana prácticamente podía nadar en su propio río de lágrimas, la situación era bastante divertida teniendo en cuenta lo que había dicho la pequeña. Shino la volvió a acomodar en su sillita y la castaña se dedico completamente a jugar con la comida.

Una vez superado el shock, la mujer les conto a sus hermanos que tenía cita con el pediatra porque la beba tenía unos granitos en la espalda que parecían ponerla muy inquieta sobretodo en la noche que se la pasaba llorando y molestando a todos los vecinos.

-Bien, yo iré a visitar a Kouri al hospital. Me dijo por teléfono que tuvo un accidente-

-Yo pensé que hoy sería su oportunidad- murmuro muy por lo bajo- En fin, voy a llevar a la peste esta a ponerse bonita. A las una de la tarde tenemos el turno-

-¿Shino?- lo llamo el castaño que lo notaba perdido en la lejanía-¿Qué tienes?-

-Un mal presentimiento…- estaba bastante serio- Como si el aire se hubiese puesto más pesado-

Kiba se quedo en silencio solo viendo a su hermano mayor, nunca lo había visto de esa forma y a Hana no le gustaba nada, confiaba en los presentimientos de Shino porque, contando con que en su tiempo él no podía ver y sentía perfectamente las variaciones que perturbaban la armonía de su casa. Y si tenía un mal presentimiento era mejor tener cuidado.

El pesado ambiente fue cortado por el sonido del toque de la puerta. Kiba se apresuro a abrir la misma encontrándose con un caballero vestido con un elegante traje semi crema y portaba un pañuelo blanco en su bolsillo superior. En el brazo izquierdo llevaba un sobretodo doblado.

-¿Quién…era?- Hana se quedo muda ante la presencia del joven de presencia tan serena y sobretodo elegante- Dígame…-

-Mi nombre es Kojima Vladimir, acabo de regresar de Rusia y quería presentar mis respetos a los vecinos tal como me fue enseñado-

En efecto, parecía ser japonés y tenía un curioso acento bastante peculiar. A la mujer solo le faltaba jalar del brazo al hombre para que ingresara. El primer inconveniente fue que el extranjero olvido quitarse los zapatos en el recibidor, pero fue perdonado y se descalzo para ponerse los zapatos de interiores.

-Así que usted es japonés ¿Cierto?-

-Soy ruso, un ruso-japonés- sonrió ante la curiosa mezcla- Mis padres son japoneses, por negocios viajaron a mi Rusia natal y mi nacimiento se dio en esa hermosa nación. Pero ellos regresaron a Japón hace varios años y mi padre ha caído enfermo por lo que estoy aquí en espera de su mejoría-

-¡Ah! Que grosera soy, mi nombre es Inuzuka Hana y ella es mi hija Williams Kiara. Mis hermanos Inuzuka Kiba y Aburame Shino-

-Veo que su familia es variada en cuanto a apellidos- dirigió su atención a Shino- ¿Segundo matrimonio?-

-Nuestros padres se casan en poco-

El hombre pasó con ellos poco menos de una hora y se retiro agradeciendo por la bienvenida y prometiendo pagar por ello con una cena. Se retiro a su vivienda y cerró la puerta muy suavemente sin dejar de mirar a la familia. La castaña hizo el comentario de que el extranjero se veía muy principesco, la única respuesta a ello fue el llanto desconsolado de la oji verde. La mujer termino de arreglarla y en poco tiempo salieron hacia la clínica donde atenderían a su pequeña.

Los dos jóvenes quedaron a solas, Kiba suspiro derrotado y subió las escaleras. El mayor se mantenía en el ala inferior del piso y pudo escuchar el sonido del agua al caer de la ducha, recordó la lluvia que los baño la primera vez, estaban empapados pero no había podido ver al castaño, seguro hubiese sido una bella imagen el poder posar su mirada en el cuerpo bañado por la lluvia del jovencito que en ese momento pasaba sus 14 años.

Kiba llevaba una toalla a la cintura, la puerta de su habitación estaba semi cerrada y él estaba pendiente al reloj para verificar que no llegaría tarde a ver a su “novia”. Sabía perfectamente que debía decirle que no podían estar juntos pero no encontraba la manera adecuada ni el momento justo… al menos Shino lo entendía.

El mayor lo observaba desde la puerta, podía notar la espalda desnuda al igual que las piernas del adolescente, su morena piel solo cubierta por una mínima toalla blanca, para él era como un simple pañuelo al mismo tiempo era la mancha en una obra de arte. Vio como el castaño removía esa pieza de tela para colocarse un bóxer de color azul petróleo e inmediatamente se calzaba unos jeans azules.

-Bien… solo me falta la…-

Sintió como algo se deslizaba desde su nuca hasta la parte más baja de su espalda, su piel se erizo al instante y dio un respingo al sentir el aliento de alguien más en su oreja. No había necesidad de voltear, en la habitación había un espejo cerca de una de las ventanas, al dirigir la vista allí supo completamente que Shino estaba detrás de él.

-Shino… ehhh…-

No le permitió continuar, mordió con algo de fuerza su hombro, presa de los celos que le ocasionaba y que ya no podría contener. Kiba ya era suyo, no tenía el por qué dejarlo ir a buscar a esa chica, nadie tenía el derecho de reclamar la mínima presencia del menor, ya lo había perdido una vez y no lo volvería a perder.

-¡Shino!- soltó un grito de sorpresa y se cubrió la boca inmediatamente.

-Me estabas provocando, tenías que rozarte así mientras te vestías-

-Solo me estaba vistiendo- reclamo sonrojado- Y además no debes espiar a los demás mientras se visten-

-No espiaba, dejaste la puerta abierta- sujeto su barbilla para que lo viera- Además solo me interesa verte desnudo a ti-

-Yo… estaba desnudo…- intento poner un argumento que no dejara en evidencia su vergüenza- tu me hiciste vestirme por nada-

Lo giró para abrazarlo de frente, lo beso con una devoción única mientras lo guiaba suavemente hasta la cama, el Inuzuka no fue consciente hasta que su espalda reboto por acción del colchón de resortes. Shino se ubico sobre él, el pantalón aun no había sido abrochado y sin un poco de pudor aprovecho para morder ligeramente el bulto que se había formado débil bajo la prenda.

-Lo mejor de dejar que te vistas es que yo te desvestiré con los dientes-

-“Esto no está pasando”-

-Ahora mismo estoy embriagado de ti y voy a emborracharte de pasión-

-Ha…hablas como un viejo- desvió al mirada.

-Es el peso de seis años…-dio una lamida a su mejilla y el menor busco su boca- muéstrame que tanto me has extrañado… ototo-

-Per…-

Se fundieron en un apasionado beso mientras las níveas manos del Aburame buscaban desesperadamente la piel morena, no había límites entre sus cuerpos y la ropa paso a ser un exceso inútil. Las manos temblorosas del chico llegaron hasta a arrancar los botones de la camisa azul de Shino en un intento desesperado por sentir su piel frotar la suya.

Era imposible estar embriagado de pasión, porque lo estaba desde hacía mucho tiempo y jamás se había olvidado del mínimo roce entre sus labios. Ese simple e inocente toque no se comparaba a la sensación lasciva del adulto succionando exquisitamente su lengua, la asfixia por no poder respirar no era nada, quería morir ahogado en su nuevo hermano mayor… pero no sería necesario porque este libero sus labios y fue bajando a su oreja.

Un hilo plateado se deslizo por la comisura de los labios del castaño, pero fue removido por Shino que bajo a su cuello en el trayecto realizado por este. Una vez allí, mientras marcaba esa piel morena se dedico a pellizcar esas tetillas color chocolate, eran demasiados ataques para el jovencito que ya no sabía cómo ni que gritar para calmar la ansiedad de su cuerpo y para expresar lo que sentía.

-Shi…Shino… ahhh… quiero… que me beses ahora…-

-Como desees…-

-…-

-¿Qué ocurre?- dejo un besito en sus labios.

-…- había tenido sus ojos fuertemente cerrados, tanto que no había visto cuando el mayor se había quitado los lentes negros- Tienes… los ojos… dorados…-

-Un obsequio de Tsume, la cirujana amiga de papá. Parece una joven de menos de treinta cuando es mayor que él-

Jamás había visto ojos como esos, excepto en las películas de vampiros, aunque Shino se prendía de su cuello y lo mordía con violencia. Podía haber algo de vampiro en él y en ese caso no quería que dejara una gota de sangre en su cuerpo.

-¿Eso piensas? Que fantasías tan eróticas-

-¡…!- lo había dicho en lugar de pensarlo- No…yo…-

-Bien… arrancare de ti cada fluido- dicho eso volvió a su cuello con aun más violenta ternura que termino de excitar al menor. De ser así el chico podría correrse con solo un roce, y el no ser capaz de contenerse era aun mas difícil, porque había descendido una de sus propias manos a su erección y la recorría para liberar su semilla en sus manos.

Pero ese era trabajo de Shino, beso su pecho lamiendo ocasionalmente hasta llegar a su ombligo donde mordisqueo con lujuria arrancando verdaderos gritos de la garganta del chico. De los labios rojizos y entreabiertos salió una última suplica. No existía nada que no pudiesen hacer.

-No existe nada prohibido… porque estamos entre la tierra y el cielo. Te llevare al cielo aunque por ello termine en el infierno-

-No digas cosas tan tontas…-

Arranco las prendas del cuerpo del chico y lamio sus manos pidiendo que este no dejara su labor de acariciarse. Presa de la vergüenza total siguió, la lengua del pelinegro se colaba entre sus dedos y degustaba del líquido que desprendía su miembro, los jadeos de Shino eran simplemente eróticos y no pudo advertirle antes de terminar en el rostro de su koi.

No planeaba dejar que eso arruinara nada, se incorporo y lamio su rostro liberándolo de todo rastro de su semen. El rostro del menor no permitía distinguir sus marcas rojas, el mayor acaricio los labios del chico dirigiéndole una mirada cargada de deseo, el jovencito se quedo en shock pero aun así comenzó a degustar la erección de su compañero.

Chupaba con bastante ímpetu y el otro se quejaba un poco por ello. Pero no decía nada porque sabía que lo que seguiría seria más doloroso para el chico que para él. Mientras el castaño aun seguía lamiendo el pene de su hermano, este lamio sus dedos e introdujo suavemente dos de ellos de una sola vez en la entrada del chico.

-mmhhmmm…- Kiba hizo un ademan de dejar su labor para gritar por el dolor que sintió pero el pelinegro sujeto suavemente su nuca para que no se apartara.

-Pasara pronto… lo… prometo…- sonrió- puedes morderme si quieres-

Nuevamente se formo una erección en la entrepierna del menor, sus caderas se movían al compas de los dígitos de Shino. Este aparto la boca del chico de su miembro y lo beso con toda la dulzura posible.

-Kiba… te amo… así que no te asustes-

-Tengo 18 años… no olvides eso. Se de esas cosas-

-Bueno… pero yo soy un casto de 24 años al que le queman las ganas de romperte hasta que sea de noche-

-¡SHINO! T… también soy casto-

-Jejeje solo decía- lo abrazo- seré lo más delicado posible-

Tal como lo dijo, fue lo más delicado posible, mientras entraba a su cuerpo no paraba de susurrar en su oído lo suave que era su interior o lo cálido que sentía al ser uno finalmente. Kiba se sostenía en la palma de sus manos y sus rodillas respirando agitadamente y conteniendo las ganas de empujarlo completamente a su interior.

Pero no fue necesario, el mayor lo giro bruscamente y se introdujo por completo en su cuerpo arrancando un grito de dolor ahogado en placer. Si tenía ojos era para mirar y quería grabar ese rostro en su memoria por siempre, el rostro de Kiba durante la primera vez que tenían sexo… que hacían el amor.

Los movimientos no tardaron en hacerse presentes, las caderas marcaban un solo ritmo profundo y pausado. Pero Kiba gimió pidiendo más, el otro no pudo negarse a esa orden y lo abrazo mientras se besaban con pasión para terminar marcando un ritmo salvaje. La cama hacia un rechinido de madera contra los cerámicos del suelo, el mayor se impulsaba en la punta de sus pies para marcar el ritmo deseado.

Perdieron la cuenta de cuantas veces lo habían hecho diciéndose cuanto se amaban y Shino pidiendo inútiles disculpas por haberse marchado de esa forma. A Kiba no le importaba nada de eso, solo le importaba que estuviera ahí cumpliendo la promesa de emborracharlo de pasión y lujuria. Pero sobretodo de amor, respeto y cariño.

-Mmmhhmm… ¿Shi...shino?- sentía su boca algo pastosa- Agua…- junto a su cama había una botella que transpiraba debido al frio de su contenido.

-¿Tuviste una buena revolcada?- se rio Hana.

-¡Nee-san!- se cubrió con las sabanas- ¿De qué…?-

-Shino-ototo me hablo por teléfono y me dijo “Voy a hacerle el amor a Kiba, no dejare que se vaya” así que respondí “Dale duro”- reía coquetamente- Es cierto, eso dije, y veo que él cumplió-

-… sigues complotando… -suspiro satisfecho- Dijo que me embriagaría de pasión-

-Que envidia…- se cruzo de brazos- lo de Kiara es solo una reacción alérgica-

-Que bien- se sujeto la cadera con una mano poniendo mueca de total dolor-

-Dijo que te embriagaría… creo que tienes resaca- salió riéndose antes de que el menor le revoleara con una almohada.

A los pocos minutos subió Shino con una bandeja a la habitación, algo de comer para el chico después de todo ya era por la tarde. Kiba le reclamo la falta de discreción que tenia, pero todo se soluciono con unos cuantos besos y un te amo.

-No te has bañado… ¿Puedes levantarte?-

-Ehhh… bueno…yoooo… ehhh…-

-Jejeje, ven Nii-san va a darte un baño- lo levanto en brazos pese a sus protestas. Pero por alguna razón Hana no los vio salir de allí hasta que fue hora de la cena y al dia siguiente Shino había pescado un resfriado.

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-Así que… Shino tiene a su personita especial… y es nada menos que el pequeño Inuzuka- sonrió perversamente meneando su copa de licor mientras miraba por la ventana los vehículos pasar.

Notas finales:

La cancion que escuchaba mientras escribia esto es la siguiente
http://www.youtube.com/watch?v=qhwFadok16E&feature=fvst

En fin gracias por la paciencia n///n y dejenme decirles que esto va a su final, aun faltan muxas cosas y el habra mas lemon jejeje se los debo asi que tengan mas paciencia XD

MUCHAS GRACIAS y nuevamente...

FELIXXXXXXXXXX CUMPLEXXXXXXX

=owo=


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