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Como el rocío de la madrugada. por Sombra96

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Notas del capitulo:

Se que demore más de lo planeado y demás... Pero el colegio me tiene llena de trabajos y proyectos y no pude pasarme por aquí.

Espero me perdonden el restraso.

Sin más, a leer.

Zona Residencial.

Ciudad de Shinjuku, Tokio.

Shino Aburame había conocido a los Uchiha desde siempre, desde que su padre los había invitado a su primer cumpleaños, desde que Itachi se convirtió en su niñero a los tres… Desde que él y Sasuke comenzaron en la guardería a los cinco. Los había conocido toda su vida y los había visto todos los días de su vida, fue por eso que cuando los dos padres murieron, el se convirtió en parte fundamental del día a día de Sasuke, del único amigo que había llegado a tener y él único, que aún dentro de su silencio, lograba confortar ese vacío.

Él que su padre; fiscal de Shinjuku; se tomara como algo personal resolver el caso de los Uchiha, había acercado aún más los lazos de Shino con los dos niños. Pronto los Yamanaka pasaron a ser parte de su vida, eran la familia de Sasuke y pasaron a serla también para él. Itachi ya no solo era su niñero sino también un gran amigo y apoyo, Ino paso a ser una gran amiga y Sasuke… Él fue el único lazo que el Uchiha menor conservo de todo lo que dejo atrás. Paso su infancia entre Tokio y París, entre la aburrida vida del hijo del fiscal y la abundancia de olores e insectos de la familia Yamanaka. Entre la impulsividad y felicidad de Ino y el carácter oscuro y deprimente de su mejor amigo…

Fue así como esa mañana aparco su flamante automóvil rojo frente a la pequeña entrada de aquella casa de tan solo tres pisos y un pequeño jardín; una sonrisa pequeña afloro de sus lados al reconocer las flores de la familia Yamanaka comenzar a florecer en el pequeño espacio. El olor broto hasta él y le permitió rememorar los gratos momentos que había pasado con los miembros menores de la familia.

Camino entonces por el pequeño camino, distinguiendo los diferentes tipos de flores que aparecían ante sus ojos, la diversidad de colores y olores era intensa y le recordaba sus viejos días de infancia, cuando corría por las calles de París tras Sasuke e Ino… Cuando los tres eran niños y no tenían que preocuparse por algo más que jugar.

.- ¡Shino! – la voz broto alegre mientras Ino se lanzaba contra él en un apretado abrazo, la menor siempre había sido demasiado impulsiva e impaciente, totalmente diferente a la figura delgada que se deslizo desde la puerta, con la ropa completamente negra y el cabello peinado en puntas.

Le devolvió con torpeza el abrazo y entonces dirigió su mirada a Sasuke, que le esperaba ya junto a la puerta del copiloto, con los ojos entrecerrados por el sol y con su piel brillando en la luz. Un suspiro escapo de sus labios al notar el vacío característico de la mirada de su mejor amigo… Sasuke había perdido todo rastro de vida y nadie parecía capaz de devolver aquella luz a sus ojos color ónix.

.- ¿Cómo haz estado, Shino? – murmuro contenta Ino mientras caminaba hacia el auto, con su característico salto y movimiento de cadera, Shino podía jurar que era una niña aunque su mirada demostraba lo contrario.

.- Bastante bien – fue todo lo que dijo mientras le abría con elegancia la puerta trasera y la dejaba subir - ¿Y ustedes? ¿Cómo han tomado el cambio? – Generalizo la pregunta pero sus ojos estaban fijos en Sasuke, que se deslizaba en el asiento del copiloto con suavidad - ¿Sasuke? – murmuro al ver que su amigo ni siquiera intentaba responder.

.- Supongo que bien – y sabía que eso sería todo lo que conseguiría del Uchiha, aunque tampoco fuese que esperase mucho más.

Ino suspiro desde atrás y el rodo los ojos tras sus gafas de lente negro. Sasuke había sido así desde los seis y ellos habían aprendido poco a poco y un tanto a la fuerza, a entender lo que el Uchiha decía entre sus frases, a entender quien era Sasuke y quien era el personaje que mostraba.

Shino sabía que ese “supongo que bien” era una aceptación de su nueva vida pero era un llamado de auxilio ante lo que tenía que enfrentar de ahora en adelante. El pasado y todo el dolor que se había ido dejando atrás.

.- Me alegro – respondió mientras encendía el auto – Pero no te preocupes, Sasuke. Ino y yo no vamos a dejar que el pasado te golpee de nuevo – y el motor arranco mientras los ojos ónix del pelinegro se abrían con sorpresa.

Shino siempre había sabido leer lo que no decía y calmar lo que se agitaba dentro. 

Distrito 4

Zúrich, Suiza

.- Un pasaje para Japón – respondió la rubia con una sonrisa brillante mientras le entregaba el pequeño papel – Su vuelo queda programado para el primer sábado del próximo mes, a las dos de la tarde; ¿esta bien así, Sr Uchiha? – agrego la joven mientras detenía sus ojos verdes en los del pelinegro alto frente a ella.

.- Esta perfecto, muchas gracias – fue todo lo que dijo ante de darse media vuelta y salir del local, dejando que el aire de la ciudad le golpeara el rostro.

Una sonrisa tenue inundo sus labios mientras echaba andar por la calle, en dirección a su pequeño apartamento cerca a la universidad. Necesitaba dormir para el parcial del día de mañana y si la suerte estaba con él y lo superaba con creces, podría adelantar su viaje a Japón.

Estaba ansioso por regresar a casa, con los recuerdos, con su familia adoptiva a la que quería como si fuese la real, con su hermana y con Sasuke, que sabía lo necesitaba.

Y de paso, tal vez, encontrarse con esa figura de su infancia que le había despertado sueños, anhelos y el latido de su corazón al enamorarse por primera vez. Su padrino, el mejor amigo de su padre… El único recuerdo que no se había ido, el único rostro y tono de voz que permanecían intactos dentro de su mente, dentro de sus recuerdos llenos de personas borrosas y sin importancia.

 

Instituto Elite Konoha

Ciudad de Bunkyō, Tokio.

“¿Ya lo viste?” “Es aún más guapo que de niño” “¿A que ha regresado?” ¿Quién es esa chica que cuelga de su brazo?” “¡Es Sasuke Uchiha!”

Las frases comenzaron a mezclarse con el aire del aparcamiento cuando Sasuke e Ino bajaron con lentitud del coche. Habían pasado diez años por fuera de Japón y enfrentarse al idioma les resulto un reto bastante fácil, sobretodo ante el mismo hecho que siempre que podían lo practicaban. Ino sonrió con suficiencia mientras se colgaba del  brazo del pelinegro y ambos caminaban hacía la entrada del elegante instituto. Shino camino tras ellos, en su habitual silencio y observando divertido como las chicas parecían fulminar a la rubia y los chicos miraban la escena con confusión.

Todos sabían quien era Sasuke Uchiha, todos sabían que había sucedido con una de las familias más poderosas de Japón… Pero ninguno llego a pensar en ver a uno de los últimos Uchiha frente a ellos, caminando como si su vida no se hubiera derrumbado diez años atrás.

 

Naruto apretó los labios tratando de contener el grito de alegría que buscaba brotar de su garganta. Frente a él estaba Sasuke, su cabello negro y sus ojos color ónix seguían iguales a como los vio la última vez, diez años atrás. Seguía siendo el niño con quien peleaba por jugar a la pelota o simplemente el turno en los columpios. Seguía siendo el mismo niño engreído y orgulloso que busco su abrazo y lloro contra su hombro en el funeral de sus padres. Seguía siendo Sasuke, su mejor amigo.

.- ¿Quién eres tú, dobe? – gruño el Uchiha con molestia. Ese rubio se había entrometido en su camino. Y si había algo que le molestara de sobremanera, era que se metieran en su camino - ¿Qué no ves que te estás entrometiendo en mi camino, idiot?

Naruto abrió los ojos mientras las palabras frías del pelinegro lo traspasaban; ¿Qué no se acordaba de quien era él? Él, que le había escrito durante diez años, una vez por semana y había esperado ansioso una respuesta a alguna… Respuesta que nunca llego y que aún así, el siguió esperando… Esperando por su mejor amigo, por Sasuke.

.- Ne soyez pas impoli*, Sasuke - murmuro Ino mientras se adelantaba y posaba a su lado, con una sonrisa flotando en su rostro y con sus coletas meneándose por el ligero viento – Disculpa, ¿podemos ayudarte en algo? – pregunto con voz cantarina, con esa alegría que solo su hermana podía demostrar, Sasuke gruño entonces como respuesta y desvió sus ojos, incapaz de mirar por más tiempo el rubio frente a él sin que su corazón se agitase.

.- ¿Quién eres tú, chica? – Los ojos verdes se entrecerraron mientras su corto cabello rosa caía contra su pálido rostro y se acercaba moviendo su cadera – Nosotros solo queremos hablar con Uchiha – san, no con personas que se creen importantes y se meten donde obviamente no caben – refunfuño y se aventuro incluso unos pasos después que él rubio, que aún no era capaz de abrir la boca.

.- ¿Quién te crees que eres para hablarle así a ella? – la voz de Sasuke broto con ira mientras posaba sus ojos en la chica de cabello rosa chicle antes de que su hermana abriera su boca para responder – No se quien eres tú y no me interesa saberlo, así que deja de ser una molestia y quítate – gruño y la chica le miro con los ojos abiertos de par en par, incapaz de reaccionar; Ino se aferro a su mano mientras mordía su labio, pensando en que decir - ¡Que te quietes he dicho!

Lo siguiente que Sasuke sintió fue el golpe en su hombro que el rubio le había proporcionado, no hubo dolor pero si rabia: .- No le hables así a mi novia, teme – Naruto respiro nervioso, conteniendo las ganas de golpear al otro, incapaz de relacionarlo con su amigo de la infancia - ¿Dónde esta el Sasuke que conozco? ¿Eh? ¿Quién eres tu, amargado?

Una sonrisa ladeada surcó entonces los labios del pelinegro mientras se acomodaba el buzo negro con gracia y fijaba sus oscuros ojos en los del rubio. Ino retrocedió y le jalo por la muñeca, incapaz de soportar la rabia y las ganas de responderles de mala forma a esos dos chicos frente a ellos.

.- Deja en paz a Sasuke, Namikaze – intervino Shino con su voz suave y seria mientras llegaba a paso lento – Sasuke no sabe quien eres, no confundas tu lugar.

Shino paso al Uchiha mientras inclinaba su cabeza y dirigía su mirada oculta tras sus gafas al rubio que respiraba con mayor dificultad que antes, donde antes estaba la felicidad del anhelado reencuentro ahora solo había incertidumbre e ira: .- Es lo mejor para todos, Naruto – agrego en voz baja – Así que solo apártate. 

Zona Residencial.

Ciudad de Shinjuku, Tokio.

.- Debiste de haberle advertido que no lo recordaría – Tsunade agrego mientras terminaba de firmar el último de los documentos de aquella mañana, antes de ir a trabajar – Naruto seguro se llevara un disgusto, Minato.

.- No es culpa mía, madre – fue lo que él rubio mayor respondió mientras mantenía su mirada fija en el paisaje tras la ventana, en el amplio jardín de la mansión Namikaze. Donde hace años habían corrido dos niños pelinegros, jugando y divirtiéndose… Siendo lo que eran, simple niños – Fue una decisión que se tomo por el bien de Sasuke, no pude ni puedo hacer algo al respecto.

Y aquello era cierto, cuando se tomo la decisión de enviar a los dos Uchiha lejos él había estado de acuerdo en cortar todos los lazos por el bien de ambos niños, para que fueran capaces de recuperarse de la perdida, para que no sintieran que perdían mucho más que su padres… Tanto Sasuke como Itachi habían construido una vida lejos porque era lo mejor; el no había objetado porque solo deseaba la felicidad de los hijos de su mejor amigo. De su ahijado y el ahijado de su difunta esposa.

Las cartas que su hijo había escrito durante años lo demostraban desde su lugar, en el quinto cajón de su escritorio, guardadas bajo llave. Lejos de Sasuke. Los recuerdos de una amistad lejana en el tiempo que solo le habría causado daño al pelinegro y a su hijo, le habría dado esperanzas de tener con él al mismo niño de siempre, cuando ese niño se había perdido con sus padres.

.- No he dicho eso, Minato – refunfuño la mujer mientras plantaba con fuerza sus manos sobre la mesa, con la vena de su cuello hinchándose -  He dicho que debiste prevenir a tu hijo de la decepción que ha de sufrir cuando se tope con el hecho de que Sasuke Uchiha; a quien siempre ha proclamado como su mejor amigo; no recuerda ni le interesa saber quien es.

.- Naruto es fuerte… Podrá con ello.

Y no dudaba de eso, sabía que su hijo sería capaz de soportar aquel choque y sabía también que no se rendiría hasta conseguir que el menor de los Uchiha le recordara, que volviera a ser el mismo niño alegre de antes… El único problema era que Minato no estaba seguro que aquello pudiese ser, una perdida tan grande no puede llenarse. Él lo había comprobado con la perdida de Kushina, hace seis años… Él y Naruto habían salido a flote entre los dos pero no habían podido cerrar la herida por la partida de la amiga, la esposa y la madre; y dudaba que algún día pudieran cerrarla.

.- Por cierto, madre – murmuro mientras se daba la vuelta y clavaba su mirada azul en la cabellera de su madre - ¿Sabes si Itachi también regreso?

.- No lo se, Minato – Tsunade no levanto los ojos en ningún momento de los documentos que leía con atención pero era capaz de adivinar el gesto decepcionado de su único hijo – Pero espero, por el bien de todos y del muchacho, que no.

Y Minato, por más dolor y decepción que sintiera, también esperaba que Itachi no deseara venir a Japón; porque entonces ni él, Minato Namikaze – su padrino -, sería capaz de protegerlo a él y su hermano.

(...)

Notas finales:

* La frase de Ino dice: No seas grosero, Sasuke.

Gracias por leer y espero les haya gustado.

Un comentario suyo alegra mi día como no se imagina.

No olviden dejarme sugerencias para le proximo cap. y si tienen dudas, pues pregunten, que empezare a responder los comentarios.

Sombra96

Adelanto.

".- ¿Por qué no se acuerda de mí? – gruño molesto mientras se tiraba contra su cama, incapaz de contener las lágrimas – ¿Por qué?

Poso sus ojos anegados en lágrimas en la pequeña fotografía sobre su mesa de noche. El rostro sonriente de su madre ilumino su campo de visión y a su lado un joven de cabello negro sonreía con timidez. Su madre y Sasuke…

Había perdido a su madre y ahora también debía asimilar el hecho de que había perdido a Sasuke sin darse cuenta, sin poder luchar contra ello.

.- ¡No voy a hacer eso! – Se sentó como un resorte sobre su cama, con la determinación aflorando en su mirada – Sasuke Uchiha sabrá quien es Naruto Namikaze… Así tenga que dar mi vida en ello. ¡Voy a traer de nuevo a mi, Sasuke! ¡Voy a hacerlo!"


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