A light in the dark
Capítulo 8
No le solté la mano hasta estar a unas cuadras del edificio.
- Baek, ¿Qué pasa?- me preguntó -¿Por qué me sacaste así del lugar?
- Yo... no sé...- lo miré nervioso ¿Le habrá molestado? -parecía que no querías hablar con él... y se me ocurrió hacer eso. Perdón- rió.
- No me pidas perdón. De hecho, no quería hablar con él. Aunque sé que algún día voy a tener que hacerlo... Gracias- me sonrió -Pero me hubieras dejado agarrar mis cosas al menos... Ahora vamos a tener que volver -lo miré, sonrojado. En el momento no había pensado en eso.
Volvimos. Antes de entrar, me detuve y le pedí que fuera él solo. No quise explicarle, pero me daba vergüenza como había reaccionado, y no quería ver a los chicos. Salió enseguida con las cosas de los dos.
***
- ¿ChanYeol...?- le pregunté esa noche mientras estábamos cenando.
- ¿Sí, Hyunnie?- me observó unos segundos.
- Me quedé con la duda... ¿Por qué dijiste que algún día ibas a tener que hablar con Kris?- miré para otro lado, no muy seguro de querer escuchar su respuesta.
- Porque... porque no queda otra... tenemos algunos asuntos que resolver- repentinamente estaba muy serio.
- ¿Qué asuntos...? Si me querés contar, claro- lo miré tímidamente.
- No sé... no quiero que te sientas incómodo.
- Yo ya sé...- susurré.
- ¿Qué?- me miró curioso -¿Qué cosa sabes?- cuestionó bajito antes de llevarse lo último que le quedaba de comida a la boca.
- Yo ya sé por qué tenés marcas en el cuello hace varios días. Sé que hay algo entre ustedes -me miró sorprendido y yo me sonrojé -Los vi el viernes, en la sala de prácticas- expliqué. Su cara se tornó roja.
- ¿Qué viste?- susurró sin mirarme a los ojos.
- No mucho... sólo que se besaban- suspiró, aliviado.
- ¿Por eso no viniste a dormir?
- No. No tiene nada que ver con eso- mentí.
- Bueno, te voy a contar todo...- me miró serio -Pero no quiero que te sientas incómodo conmigo por saber esto. Mucho menos que sientas lástima por mí.
- Está bien- lo miré preocupado. ¿Es algo por lo que podría sentir lástima?
- Lo conocí cuando yo tenía doce años, y él quince. Desde el momento en que lo vi, sentí mucha curiosidad. Un día, cuando iba al baño del colegio, pasé por la puerta de un salón y lo vi. Me asomé despacito y él empezó a rapear, sin notar mi presencia. Me sentí tan fascinado que le pedí que me enseñara, al principio Kris no quería, pero le insistí tanto que terminó accediendo. Empecé a pasar mucho tiempo con él, nos hicimos muy cercanos. Casi todos los días nos juntábamos a practicar el rap, charlar, o simplemente estar juntos. No tardé en... enamorarme de él- se sonrojó -Un día, cuando ya tenía trece, estábamos practicando con micrófonos. Quise acercarme a donde estaba él para ayudarlo a ordenar unos papeles, pero me enredé con los cables y me caí sobre él. Kris me miró, y lo siguiente que supe fue que me estaba besado. Empezamos a salir. Él era muy cariñoso y bueno, y yo era muy feliz. A pesar de ser tan chicos... se dio, y bueno... pasó eso...- me miró significativamente, más rojo que antes. Yo asentí, dándole a entender que había comprendido -Y eso... pasaba muy seguido. Él ya lo había hecho, pero yo había descubierto algo sensacional y, siempre que podía, me entregaba a eso. Las hormonas me podían... pero no tanto como lo que sentía por él. Perdón si estoy siendo muy explícito, pero es necesario para que entiendas el final- le hice un gesto con la mano para que continuara. No me importaba que me explicara todo. Ni siquiera si hubiera dado detalle por detalle cómo habían sido cada uno de esos encuentros. Quería saber todo de él, y esto era algo que no sabía- Lo amaba. Le había dado todo; y él me había dado un futuro, la música, que creía que siempre compartiría con él- se corrió el flequillo de los ojos y me miró. Se veía que los recuerdos que venían a continuación no eran muy agradables para él -Cuando yo ya tenía quince años y él dieciocho, nos empezamos a ver menos. Yo me sentía muy triste; y lo peor era que cuando nos veíamos, siempre terminaba en sexo. Un día vino y me dijo que se iba a ir a China con sus papás, que nunca me amó y que me había estado usando- me puse blanco. ¿Cómo alguien puede ser tan cruel? Continuó hablando -Lloré durante días. Me sentía mal, sucio. Por suerte estaban Kai y SeHun, que siempre me apoyaron. Traté de comunicarme con él, lo esperé durante mucho tiempo. Me costó horrores pero finalmente lo superé. El día que volvió, hace tan poco, vino a hablar conmigo. Dijo que quería saber cómo había estado, hablamos de todo, pero nunca me pidió perdón por lo que me hizo. Yo no soy rencoroso. Si quiere acercarse a mí como amigo, no se lo voy a impedir. Pero al menos, creo que merezco una disculpa. El viernes pasado, me dijo si quería rapear con él. Acepté encantado, porque es una de las cosas que más extrañaba hacer con él. Pero aprovechó la situación. Casi caigo, pero dijo algo que me hizo reaccionar y lo saqué. No pasó nada más que lo que viste- tardé en notar que durante su relato le había agarrado la mano, para darle mi apoyo.
- Puedo preguntar... ¿Qué te dijo?- lo miré a los ojos.
- Él... por algún motivo... está celoso...- desvió la mirada, avergonzado -de vos- abrí grande mis ojos, sorprendido. No sentía que hubiera ningún motivo por el cual Kris podría estar celoso -me dijo "¿Tan rápido me reemplazaste?" el muy idiota se cree que tiene el derecho de decirme eso con lo que me costó superarlo. Le tuve que dejar en claro, muy directamente, que yo ya no lo amo. Me hubiera gustado haber hablado las cosas claramente. Pero él se adelantó, queriendo pasar directo a lo físico conmigo- pude notar lo molesto que estaba. Quise hablar, pero me interrumpió -No digas nada, Baek. No quiero que sientas pena por mí. Ya te conté todo, ahora no quiero hablar más del tema. Por favor.
- Está bien...- lo miré preocupado.
- Estoy bien- aseguró -En serio- sonrió forzadamente -Me voy a bañar- agregó, parándose y caminando rápidamente hasta perderse en el pasillo que daba a la habitación.
Mientras él se bañaba, yo aproveché para ordenar.
No me llevó mucho tiempo terminar y fui a la habitación, pensando que ChanYeol ya estaría ahí. Pero no fue así. Se seguía escuchando el agua correr y, muy en el fondo, unos sollozos. Debí imaginarme que le dolían los recuerdos y la poca consideración de Kris. Sentí un nudo en la garganta al no poder ayudarlo y, angustiado, me metí en la cama.
Ya me estaba quedando dormido cuando él salió y se acostó a mi lado. No dudé un segundo y lo abracé.
- Gracias...- dijo simplemente.
- ¿Por qué?- pregunté en un murmuro.
- Por curarme- susurró. Le sonreí, ya casi dormido. Me pareció sentir un calor en mis labios, pero debió ser mi imaginación.
***
Pasaron dos semanas desde ese día. No habíamos vuelto a hablar del tema, pero sentía que nos habíamos hecho más cercanos todavía.
***
Un sábado, estaba en la casa con ChanYeol y tocaron el timbre. Era Kris, que volvió a pedir hablar con ChanYeol. Esta vez no me metí y él accedió. Sintiéndome un intruso de nuevo, agarré mi campera, plata, el celular y las llaves, y me fui.
Caminé sin rumbo mientras imaginaba a Kris pidiéndole perdón a ChanYeol y a éste perdonándolo. Y de qué formas podrían celebrar su renovada relación. ChanYeol dijo que lo volvería a aceptar como amigo... ¿no? ¿Por qué me planteo que podrían estar haciendo... cosas? ¿Y por qué me molesta tanto?
Vi un bar y, deprimido, me metí adentro. Pedí un trago y me senté en una mesa junto a la ventana. Cuando lo terminé, pedí otro y, con la mirada perdida, lo empecé a tomar.
- BaekHyun, tomar sin compañía es de borracho- me dijo una voz con un deje de diversión.
- SuHo hyung...- lo miré -¿Cómo me encontraste?
- Te vi por la ventana- me sonrió y se sentó -¿Te molesta que te acompañe?
- Claro que no, hyung- le sonreí.
- ¿Cuál es el plan?- me preguntó después de pedir algo para él.
- Emborracharme hasta no poder pensar. Y que no sepa ni quien soy.
- ¿No será mucho?- preguntó, divertido. Vino la camarera con su orden- Gracias- le sonrió y le pidió unos tragos que yo no conocía.
- ¿Qué pediste?- lo miré con curiosidad. Él se encogió de hombros, sonriendo. Cuando la camarera volvió, SuHo me entregó uno de los tragos -Con esto, vamos a cumplir nuestro cometido- dijo levantando su vaso. Reí y brindé con él.
***
Sin saber cómo, habíamos llegado a su casa. Nos tiramos en su cama, riendo y diciendo incoherencias.
- Entonces el dragón miró al panda y al unicornio y les dijo...- me miró y le devolví la mirada con expectativa -BU- estallamos en carcajadas, como si el chiste hubiera sido de verdad divertido. Cuando nos calmamos, él tanteó la mesita de noche y apagó la luz.
Me miró en la oscuridad y se acercó a mí, me dio un beso en la mejilla, como siempre. Después, me dio otro beso en el cuello, pero esta vez no se corrió, sino que se entretuvo un poco dejando la cara ahí. Pude sentir su respiración acariciar mi piel.
Volvió besarme, pero con la boca abierta. Mordió suavemente, fue rápido y leve, pero yo estaba sensible y borracho. Solté un pequeño grito ahogado, pero claramente mezclado con un gemido. Me miró y acercó su boca a la mía, como hacía siempre. No se salió enseguida, simplemente se quedó mirándome después del roce de labios. Le devolví la mirada, pero mis ojos bajaron a su boca. Me sentía mareado, extasiado, el alcohol no me dejaba pensar claramente. Lo besé, pero esta vez de verdad.
Él me correspondió el beso casi con hambre, abrió su boca, dejándome explorar todo con mi lengua, convirtiéndolo en un beso apasionado. Nos separamos para respirar, y él volvió a mi cuello, creando un camino de besos ahí donde la remera no tapaba.
Se separó de mí, y yo me quejé. Se posicionó arriba mío, sentándose en mi estómago. Se sacó la remera y me sacó la mía, para después besarme y volver nuevamente a mi cuello. Bajó a las clavículas y recorrió con su boca todo mi torso, sacándome suspiros y gemidos. Yo no me quedaba atrás, acariciando todo a mi alcance. Su mano hizo su camino a mi entrepierna y empezó a masajear la zona. Mis gemidos se hicieron más audibles y lo imité.
***
Abrí los ojos de golpe. La luz entraba por la ventana, iluminando la habitación. Una punzada en mi cabeza me hizo acordar que había tomado sin ningún control la noche anterior. ¿Cómo llegué a la casa de SuHo? me pregunté cuando reconocí el lugar en el que estaba.
Vi en el piso, tirado muy lejos, mi pantalón. Mi remera estaba junto a otra, al lado de la cama.
Me giré para mirar a SuHo y me sonrojé. Estaba boca arriba, sin remera y tapado con la frazada de la cintura para abajo. Se podían ver marcas moradas por su cuello, pecho y estómago. Los recuerdos empezaron a acudir. ¿Qué hice? me alarmé. ¡Es SuHo hyung! ¿Qué demonios hice?
Me paré, haciendo el menor ruido posible y, agradecido de tener al menos el boxer puesto, agarré mi ropa y me metí en el baño.
Me miré en el espejo y me tapé la boca para ahogar un grito que quería salir desesperadamente de mi garganta. Tenía marcas violetas por todo el cuerpo, en los dos lados del cuello, en las clavículas, el pecho, la panza y la cadera. Me sonrojé violentamente. Me cambié y, sin despertarlo, me fui a mi casa.
***
Cuando llegué, ChanYeol seguía durmiendo. Entré en el baño y, sin perder tiempo en sacarme la ropa, entré a la ducha. Las lágrimas empezaron a caer. ¿Y si esto arruina mi amistad con él? ¿Cómo pude hacer eso? Un momento... no soy el único que lo hice... eso creo. No. Yo sólo no lo hice. Además, estaba con el boxer puesto. Todavía hay esperanzas de que no hayamos llegado al final.
Me empecé a sacar la ropa empapada y me bañé. Me estaba tranquilizando, cuando recordé algo más de la noche anterior. Calor. Gemidos. Placer. Movimientos. Me sonrojé de nuevo. Tengo que saber que pasó. Pero no puedo ir y decirle "Hola, SuHo, una pregunta ¿Ayer estuvimos juntos?" Me da demasiada vergüenza. Pero... ¿Por qué no me horroriza el hecho de pensar que tal vez estuve con un hombre? Lo único que me preocupa es su amistad.
***
El lunes, en la empresa, cuando entró SuHo me sonrojé. Moría de vergüenza. Traía puesta una bufanda que no se sacó en ningún momento, al igual que yo. Pude notar que caminaba raro y se me vino el alma a los pies. Entonces sí pasó, me dije. No hay otra explicación.
A pesar de los múltiples intentos de su parte de hablar conmigo, yo los evité todos. No podía ni mirarlo a los ojos.
Cuando todos se fueron a las duchas, yo me quedé en la sala practicando un poco más. Tenía mucho calor, pero no me quise sacar la bufanda por si alguien venía.
- Baek, ¿Seguís acá?- Me preguntó ChanYeol, entrando a la sala recién bañado.
- Sí...- el piso se movió. O eso me pareció.
- ¿Estás bien? Estás muy rojo. Hace calor acá adentro, va a ser mejor que te saques esa bufanda- dijo acercándose a mí.
- ¡No!- exclamé, agarrándola y dando un pequeño saltito para alejarme de él. Lo siguiente que vi, fueron sus brazos rodeándome -¿Qué hacés?- cuestioné, medio atontado.
- Casi te desmayas, tonto -me ayudó a sentarme en el piso, y me sacó la bufanda, la cual cayó al suelo cuando la soltó de la impresión.
***
Ya me sentía mejor. Estaba sentado con la cabeza apoyada en las rodillas, rojo de la vergüenza, y ChanYeol estaba sentado al lado mío.
- ¿Estás saliendo con alguien?- me preguntó en un susurro.
- No...- le respondí con timidez.
- ¿Y quién fue la bestia que te masticó como a un pedazo de carne...?- me sorprendió la forma en la que lo dijo. Lo miré.
- SuHo- admití. Un silencio incómodo inundó la habitación.
- ¿Su...Ho?- observó directo a mis ojos.
- Sí, pero todo fue un error. Me siento mal, Channie, no quiero arruinar mi amistad con él. Pero no sé qué hacer.
- ¿Por eso lo evitabas?- asentí, sorprendido de que lo hubiera notado -¿Qué pasó exactamente?
Le conté todo lo que recordaba, sin ser muy detallista. Él escuchó en silencio, con una expresión seria.
- Lo mejor es que hables con él y averigües bien todo lo que pasó antes de sacar conclusiones. No lo evites, porque lo vas a herir, se debe sentir igual de mal que vos, ya que te aprecia mucho.
- Sí... gracias, Channie- le sonreí y me devolvió un intento de sonrisa -¿Qué pasó con Kris? ¿De qué hablaron?
- Quedamos en buenos términos, como amigos- sentí un extraño y abrumador alivio -Pero... es un idiota.
- ¿Por qué?- le pregunté, sorprendido.
- Nos hizo sufrir mucho a los dos... en vano. Me dijo que... me mintió. Él si me amaba, y no me había usado. Me mintió, para que yo no sufriera el amor a distancia. Creyó que si yo pensaba que no me quería, lo olvidaría y sería feliz. No pensó que me tomarían casi dos años para estar bien. Mientras el sufría sólo en China, yo sufría sólo acá. Ahora volvió, pero yo ya no lo amo. Aunque yo creo que en realidad, él ya no está enamorado de mí como me aseguró el sábado- me quedé estático ¿Le dijo que seguía enamorado de él?- No se da cuenta, porque está encaprichado conmigo. Es como si estuviera ciego. Lo trata mal, como si fuera una carga y le responde de mala manera, pero yo lo conozco. ¿Notaste como lo mira a Tao?- negué con la cabeza -Lo mira como me miraba a mí al principio- suspiró -Parece tener una debilidad por los chicos más chicos, tímidos y deseosos de mejorar. Si en serio le cayera mal, no se iría con él cada vez que lo llama, ni lo ayudaría. Ojalá se dé cuenta pronto. Yo creo que Tao le correspondería...
- ¿Y eso a vos no te afecta en nada?- pregunté con un nudo en el estómago.
- No... Yo lo superé hace tiempo- dijo mirando hacia adelante -Ya avancé- agregó, mirándome.
Le sonreí, y esta vez me dedicó una sonrisa sincera.