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Zorras pelirrojas. por nezalxuchitl

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Notas del capitulo:

Cuando fue a San Petersburgo a recoger a los hijos del instructor Kylmanen todo imaginó menos que el mayor de ellos resultara ser un chico muy lindo y acosador...

 

En efecto, la policía de todo el país estaba alertada para buscar y arrestar a Jarmo Kylmanen. No es que fuera un delincuente especialmente peligroso, pero en un país de cinco millones de habitantes y el índice de criminalidad más bajo del mundo (curioso contraste con el numero de bandas de metal per cápita más alto del mundo) cualquier delito entusiasma a los policías, aburridos de trabajar todo el día procesando pasaportes, si bien les va.

En cuanto Jarmo vio a Vreth (aunque el cuerpo fuera vestido y sin rayitas pintadas, es decir, Mathias, Jarmo vio a Vreth, el estuprador de la honra de su hermanito) le largó un derechazo que lo mandó por los aires, haciéndolo aterrizar justo encima de un auto patrulla que pasaba.

Al ver que un gigante vestido de soldado igualito al gigantesco soldado que se buscaba en todo el país se lanzaba sobre su auto, sumiendo el capo, para golpear a ese flacucho muchachito (Mathias se veía más flaco con ropa) el policía pidió refuerzos.

No vio realizado el arresto porque apenas salir del auto e interponerse Jarmo lo mandó a volar. Mathias hizo tiempo corriendo alrededor del auto, saltando sobre este, evitando con su agilidad felina que Jarmo lo convirtiera en papilla contra el pavimento. Los refuerzos llegaron rápidamente, y ante la vista de los trabajadores del edificio y los transeúntes, deleitados por el inusual espectáculo, sometieron a Jarmo usando dardos tranquilizantes.

Juha se acercó entonces a defender a su hermano, le explicaron los cargos y le informaron sobre algo realmente extraordinario: que su hermano era buscado por sus dos hijos.

Efectivamente, el comandante de la guarnición de Impaviraa sabía que Jarmo era un buen hombre, lo conocía bien, y ahora que también le parecía conocer a su hermanito pelirrojo, creía entender porque había salido tan precipitadamente. Iba a esperarlo un par de días, pero en mitad de la noche, en plan Anita la huerfanita, llego un oficial de la capital escoltando a dos menores de edad, un niño de ocho años y un jovencito de dieciséis, que decían ser los hijos de Jarmo y llevaban los papeles que lo probaban.

El niño pequeño se parecía muchísimo a Jarmo, y el chico a la zorra del video, solo que no llevaba el pelo teñido de rojo sino de negro y más corto. El oficial exigió ver a Jarmo y bueno… se armó la gorda. El comandante fingió demencia y se mostró sorprendido de que el instructor Kylmanen no estuviera en su puesto de guardia, y tras hacer averiguaciones averiguó que había salido expeditamente en un jeep, sin requisarlo ni dar explicaciones.

El oficial puso el grito en el cielo y alertó a la policía.

 

***

 

Juha creyó que aquello de los hijos era parte del malentendido y se fue con Mathias, quien no acompletaba los cincuenta mil y le pidió que le prestara. Estaba dispuesto a pagarlo todo porque era su culpa por haberse robado el video.

Sin embargo, cuando Juha quiso hacer una trasferencia…

-Dice que la operación no puede realizarse porque el titular de la cuenta se encuentra detenido.

-¿La cuenta está a nombre de tu hermano?

-Sí. Ya me gasté lo que me depositó este mes.

-¡Oh! ¿Ahora quien podrá prestarme dinero?

-Samuli.

-No contesta tampoco desde anoche.

-Jum…

-Lo siento mucho Juha. Todo esto es mi culpa. Puedes golpearme si quieres.

-Deja de hacer eso. – Juha sacudió la cabeza – Por eso termine contigo. – no soportaba lo arrastrado que llegaba a ser Mathias. Por el mismo motivo se había negado a andar con Mikko.

-¿Puedo invitarte una sopa? – ya era la hora de comer.

-Claro. – a Juha le gustaba la buena comida y los semes, era una lástima que los segundos no supieran preparar la primera. Por ese motivo realmente se iba a vivir temporadas con Mikko, un excelente cocinero.

Mathias no era malo, pero solía quemársele la sopa. Fueron al departamento en el que ahora el joven vivía solo, pues Vreth no contaba. Cuando se ponía en modo Vreth, es decir, tomaba el control su personalidad seme, Mathias era relegado al subconsciente, si bien era perfectamente capaz de recordar lo que hacia Vreth y viceversa.

Mientras Mathias cocinaba Juha se conectó a través de su teléfono. El maldito video seguía recibiendo visitas. Con lo divertido que había sido grabarlo… menos mal que la batería de la cámara se acabó antes de que se quitara el disfraz. A pesar de lo que dijera el abogado sentía que era súper reconocible: había vuelto del cabello largo y rojo su sello distintivo, no había cambiado el look en años… Vreth tampoco había cambiado, así que los tabloides podrían perfectamente decir que el video era reciente, ¡con lo que perdería a su novio!

Jari le había dicho muy claramente que tenía que serle fiel. Era un hombre que no entraba fácilmente en una relación por la molestia que le suponía vivir con otra persona y dedicarle tiempo en vez de hacerse una paja o salir a ligar por una noche. Jari era de ese tipo de semes rudos y viriles, incluso un poco violentos (¿huele a complejo de Edipo por aquí?) que tanto le gustaban, y él había tenido que rogarle por una relación.

¡Maldición! Si veía el video no le daría oportunidad de explicarse. Tenía que evitar a toda costa que lo viera. Y también tenía que evitar a toda costa que Jarmo lo viera, lo mataría. ¡Ay! Esto era jodidamente difícil.

-Ya está la sopa. – avisó Mathias.

-¡Esta vez no se te quemó! – exclamó Juha.

-Sí. – Mathias sonreía como solo un cocinero feliz puede – Siempre se me quema la sopa.

-¡Sí! Cuando andábamos juntos siempre se te quemaba.

-Sí, también cuando andaba con… - Mathias lo miró apenado, pero decidió que podía sincerarse con él – con Samuli se me quemaba.

Juha no se sorprendió con la noticia. La verdad era que cualquier persona con dos neuronas funcionando habría sospechado que eran compañeros de cama además de de banda.

-¿Por qué se te quemara? – preguntó Juha.

-Quien sabe…

Ninguno de los dos asociaba el efecto de la sopa quemada con la causa del sexo mientras Mathias trataba de cocinar. Juha lo atacaba en modo suke, Samuli en modo seme. El resultado de que a Mathias lo amasaran, batieran, sacudieran y recubrieran era que su platillo se malograba.

-¿Y ya no andas con Samuli?

-No… me dejó cuando se casó con la Lola. – así se llamaba la ex modelo porno y ex tragadora de fuego.

-Esta horrible la tipa. – lo animó Juha – No sé qué le vio Samuli.

-Un kilo de silicón en cada teta. – dijo con resentimiento.

-Ush, que desagradable.

-Sí.

-Chocante. Si tú te pusieras tetas de silicón… - Juha lo photoshopeaba mentalmente - … no, no te quedarían.

-No, y Vreth se las arrancaría.

-¡Oh sí! El es muy seme. – Juha se relamió los labios recordando los buenos tiempos con ellos.

Tener dos novios a la vez, uno seme y uno uke fue una experiencia única, lo único que lamentaba era que ambos tenían el mismo cuerpo, por lo que no pudo montar tríos ni recibir una doble penetración, cosas que le hubieran gustado.

Mathias también se acordaba de los buenos tiempos… había visto ese video completo, y recordado lo que no estaba grabado… Juha seguía siendo increíblemente hermoso… tanto que su pene y Vreth salieron de su letargo.

La cabeza le cayó laxa sobre el pecho al joven pelicastaño, sus hombros estaban caídos; era como si hubiera sufrido un desmayo. Juha reconoció alarmado la transformación.

Procurando no hacer ruido se levantó y caminó de puntitas hacia la salida.

-¿A dónde vas, Juha? – le preguntó la voz profundamente ronca, sexy, que todavía le erizaba la piel.

Juha corrió hacia la salida. Vreth, que se había mantenido rígido, se lanzo hacia él con increíble rapidez. Lo cogió por la cintura y lo acorraló contra la pared. Por entre sus largos cabellos castaños veía el brillo de sus ojos castaños, tan distintos cuando eran los de Vreth. A través de la melena quiso besarlo.

-Suéltame Vreth, terminé contigo. – dijo lo más firme que pudo, casi tanto como el pene de Vreth.

-Terminaste con ese tonto de Mathias. – sacudió la melena despejando algo su rostro – A mi me deseas.

Hay cosas que aunque sean verdad, no deben volverse de verdad.

-También tú me tenias harto con tanto cogerme sin lubricarme y tu actitud de soy el más deseable del mundo. – enarcó una ceja - Para que te lo sepas, ese soy yo.

Vreth respondió imitando el sonido de un felino selvático justo sobre su cuello. Las manos bajaron a su cadera.

-¡Oh sí!, eres una bomba sexy – dijo justo sobre su oído, frotando su erección contra su entrepierna – Mathias se masturbó ayer mirándonos hacerlo.

A Juha se le estaban poniendo las piernas de gelatina. Metió su mano entre sus vientres pegados y rodeó el bulto de Vreth. Lo apretó. Demasiado. Vreth volvió a gruñir como un gato salvaje.

-Suéltame. Tengo un novio y tengo que serle fiel.

-No podrás. – Vreth lo miraba con tal lujuria que lo derretía – No está en tu naturaleza ser de un solo hombre. – lo cogió con fuerza por los brazos y lo estampó contra la pared – Eres demasiado lujurioso… y demasiado hermoso.

El celular de Juha empezó a sonar. Gracias a eso fue capaz de resistir la seducción de Vreth. Le apretó más las bolas y atendió la llamada, esperando que fuera del abogado.

-¿¡Qué?! ¿¡Que tengo que hacerme cargo de los hijos de mi hermano hasta que sea liberado?! ¡Pero si mi hermano no tiene hijos! ¿Qué? ¡Óigame! No… Me colgó.

Arrojo a Vreth, quien se agachó sobre sí mismo, adolorido. Cogió rápido su abrigo y salió sin terminar su sopa.

 

***

 

En cuanto se enteró que el padre de los angelitos había sido localizado en Helsinki, el oficial Viljanen se dirigió ahí a toda velocidad en helicóptero.

Rondaba los treinta y cinco años y era bien parecido, sobre todo, se veía estupendamente bien en uniforme, con su cabello largo recogido en una coleta que ocultaba bajo el quepis y la guerrera. Cuando fue a San Petersburgo a recoger a los hijos del sargento Kylmanen todo imaginó menos que el mayor de ellos resultara ser un chico muy lindo y acosador.

Lo primero que le dijo fue “Hola guapo”, y cuando le explicó que era el oficial encargado de escoltarlo con su padre le contestó que no llevaba ninguna prisa en conocer al viejo y si no prefería ir a un lugar más íntimo. Todo delante del niño que evitaba que su mascota, una especie de rata gigante (un cuyo) escapara.

Esa había sido la pauta de sus relaciones. Durante el vuelo a Helsinki no le dio respiro con sus acercamientos, suspiros, miradas y tentadas. Como bono extra, el pequeñito no dejaba de preguntarle si Cuyo estaría bien en el compartimento de animales y si faltaba mucho para llegar (este si llevaba prisa en conocer a su padre).

En Helsinki cogieron un helicóptero militar para llegar a Impaviraa, y aunque el viaje fue más breve el acoso fue más intenso, por lo mismo.

Mikko Kylmanen le propuso que lo hicieran en el baño, él le contestó que no había baño y entonces el chico dijo que ahí mismo.

-¡Pero aquí está tu hermanito!

Mikko le bajó el gorro para que le tapara los ojos.

-Listo. – dijo, echándosele encima.

No podía pedir ayuda a los tripulantes del helicóptero, ni amenazarlo con su pistola, así que para evitar que lo violara se las vio de todos colores.

Todavía no aterrizaba bien el helicóptero en Impaviraa cuando Elias ya había saltado. Corrió llamando a gritos al comandante de la guarnición y casi le da un infarto cuando le dijeron que el sargento Kylmanen, aparentemente, había desertado.

¡Maldito fuera el hombre que había engendrado a semejante engendro! Comprendía perfectamente que no hubiera querido verlo en su vida. Y sus órdenes decían “custodiar a los menores Mikko y Ville Kylmanen hasta entregarlos formalmente a Jarmo Kylmanen”. O sea, que lo que tardaran en pillar a ese desgraciado del padre el tendría que pasarlo con los hijos, de los cuales el mayor se le abrazaba y el menor lloraba porque su papá no lo quería.

Para dormir tranquilo se encerró en la celda de arresto aislado de la base y al día siguiente se escudó del mayor cargando al menor, y siguió usándolo de escudo en el helicóptero.

Cuando por fin estuvo delante del sargento Kylmanen lo único que lo contuvo de matarlo fue el hecho de que si lo mataba, se quedaría cuidando a perpetuidad de sus monstruos.

El hombre estaba mareado por los dardos tranquilizantes con que le había sometido. Mejor, así no podría protestar y recibiría a sus hijos.

Le mostró los documentos que probaban que él era el padre de Mikko y Ville, el testamento de su madre y lo hizo firmar la aceptación de la custodia antes de salir a hurtadillas por la puerta trasera.

No se enteró de que luego un oficial de la policía militar interrogó a Jarmo.

-¿Por qué desertó usted?

-Mi hermano – Jarmo apenas iba asimilando lo de sus hijos y el testamento de Masha y ahora le salían con esto – iba a matar al desgraciado que se cogió a mi hermano.

-Intento de homicidio queda muy mal sargento – el teniente era fan de la banda en la que Jarmo tocaba, cuando no estaba en el ejército – Pondremos urgente asunto familiar. ¿Tenía intensión de robar el jeep?

-No.

-Perfecto. Tendrá que pasar la noche en prisión pero mañana podrá reunirse con sus hijos. ¿Quiere solicitar un permiso de cinco días para ubicarlos?

-Sí.

-Muy bien. Sus hijos están a cargo del oficial Viljanen, un excelente elemento…

-Señor – interrumpió un soldado raso – El oficial Viljanen ha escapado.

-¡Maldita sea! Sargento Kylmanen, ¿tiene alguien que pueda hacerse cargo de los niños?

-Mi hermano Juha. – le dio el teléfono. - ¿Puedo dormir?

-Claro, solo un pequeño detalle antes… ¿me daría su autógrafo?

-Claro.

Jarmo se lo dio, sonrió adormilado para una foto junto al teniente y luego dos soldados lo condujeron a su celda, preocupados de que fuera a dormírseles en el camino, pues necesitarían una grúa para arrastrarlo. Afortunadamente no fue así, y apenas caer bocaabajo en el camastro Jarmo empezó a roncar.

 

Continuará...

 

Notas finales:

Apareció Miko Kylmanen! y que lindo es! *.* De momento no tiene el pelo rojo sino negro pero eso... puede cambiar ;)

Link a un video con Vreth: http://www.youtube.com/watch?v=5JE-j_CUrZ8

Aqui esta la foto del oficial Viljanen, no es que sea muy importante pero el chico esta guapo ;)

http://i1026.photobucket.com/albums/y326/NezalXuchitl/oficialviljanen_zps67bc4d0b.jpg

Y esta foto que se me hizo muy divertida, es un pelirrojo suke vestido como nena y con gesto de machazo, de inmediato pense que asi veia Jarmo a Juha:

http://i1026.photobucket.com/albums/y326/NezalXuchitl/juhasegunjarmo_zpsfc841011.jpg

Muchas gracias por leer! nos vemos!

Kiitos!

 


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